|E|Cap.8|Ya viene

POV ALEX

-Ruby, vamos, ven, no es tan difícil aceptar que por mucho que desees que no lo sea lo soy.-dijo Alton.

-Tu te callas y me dejas en paz cabrón, yo me voy con Alex lejos de tu existencia. -dijo aferrándose a mi dedicándole una mirada asesina.

-Ya la has oído, vete de aquí ya y déjanos maldito psicópata de mierd...-empecé a decir, pero de repente Ru se cae, antes de eso yo la aguanto, pero veo un agujero en la parte izquierda más o menos centrada en su pecho, herida de bala de plata, la dio en el corazón provocando su instantánea e inevitable muerte.

Miré a Alton con el corazón desgarrado aunque en estos momentos inexistente, miré a Alton con los ojo s aguados y llenos de odio mientras él simplemente levanta los hombros sonriente. Me aferro a Ru como si se quisiera escapar de mis brazos sin dejarla ir.

-Ruby... No me dejes por favor... No...-dije con la voz rota.

Siento que alguien me coge de los brazos impidiéndome que la ayudara, de repente el entorno cambia y me lanzan a una celda que más tarde cierran mientras todo se torna todo muy oscuro, no veo nada, no siento nada, mis lágrimas dejaron de revelarse mojando mi rostro cansado y dolorido... Pero escucho su voz, una voz dulce, armoniosa y asustada, una voz que me invita a despertarme y a dejar el sufrimiento atrás, algo así como un ángel queriendo llevarme al cielo

-Alex, Alex despierta por favor, pero no te muevas por favor, Alex... Despierta... Necesito saber que estas bien...

Pero... Ruby estaba muerta, y... ¿como que no me mueva? ¡Y ya estoy despierto! Encima... ¡Vivito y coleando! Ya sabéis... En ese sentido que no sufrí daño alguno físicamente.

-Abre los ojos... Amor, se que puedes, se que eres fuerte.-me repite otra vez Ruby.

-¿Ruby? ¿Dónde estás?- el entorno se vuelve más claro u la consigo ver frente a mí, pero estoy atado.

-¡Alex! Oh por dios, ¿Estás bien? -asiento sin comprender nada pero al intentar mirar alrededor noto un fuerte dolor de cabeza.- Me habías asustado mucho... ¡No me vuelvas a hacer esto idiota! -me grita.- pensé que nunca te despertarías, oh y no muevas ni manos ni pies, te meterás una descarga si lo haces. Al menos puedes mover la cabeza y tal...-dice frustrada, entonces la veo, la miro con deseo pero me doy cuenta de que no puede mover ni un músculo de su cuerpo, por lo que he entendido si lo hacemos nos dan una descarga así que ella lo tiene más jodido.

-Te lo ha hecho Alton.-asiente con cuidado y como puede para darme a entender mis sospechas.- le voy a matar.

-Tranquilo, me va a tener así tres días, y ya llevo uno...

-¡Lo mismo me da! ¿¡Crees que esa es forma de tratarte!? -grito descontrolado, y la verdad es que lo estoy, y furioso, muy furioso, no creo poder aguantar el moverme si sigo así.

Veo algo blanco detrás de Ru que forma una siniestra sonrisa junto con una sombra.

-¿Ya despertó el perrito?-dijo riendo, Ruby cierra los ojos y coge aire sin dejarlo escapar asustada y con miedo.-Tranquila monada, he decidido que ya has pasado suficiente tiempo aquí.- No abre los ojos, Alton empieza a acariciarla la cara y el pelo lo cual me pone más nervioso.- Te voy a dejar salir ¿si? Verás a Déivid y pensaré lo que haré contigo de mientras.-dijo señalándome.

-Se llama David y ni se te ocurra volver a tocarle, y mucho menos decidas qué hacer con Alex, eso solo lo hago yo.-dice Ru furiosa abriendo los ojos, se le notaba lo que tenía que aguantar mientras ese sujeto seguía acariciándola el pelo.-y no me toques.- muerde un dedo de Alton que estaba tocando su seco labio inferior, bien hecho amor. Soltó una risa cuando lo hizo.-Así que ya sabes, ya puedes soltarme.

-Voy. -dijo chupándose el dedo antes de que sanara, vaya que mordió fuerte- pero antes... Una protección de nada, no es personal. -dijo poniéndola un collar de hierro, no de esos bonitos, no, era de esos sólidos y redondos con cadenas para atar a las mascotas y que no se escapen, creo que se llamaban correas; Ru suelta un gruñido de fastidio mientras él apagaba el dichoso aparato y después la soltaba dejando que se levante.

POV RUBY

Me levanto costosamente pero mis piernas fallan y me caigo al suelo, perfecto encima esto pesa horrores tirándome del cello. Serpenteo impulsándome hacia delante llegando con la mano a la máquina que conectaban los cables de Al y la apago sin que se de cuenta, de lo que estoy segura es que le estoy impacientando ya que tiró fuerte de la cadena dejándome sin aire e impulsándome hacia donde él, justo caí apoyada en sus piernas; pongo las manos en mi cuello intentando recuperarlo, pero me da igual, al menos la máquina tarda en apagarse y no hace ningún ruido para que se entere.

-Cuando salgamos de la habitación te avisaré cuando tienes que luchar contra esas cadenas y huir.-digo en la conexión.

-Ok, pero ¿y tu?-pregunta preocupado.

-No te preocupes por , se cuidarme, también se que no me va a matar, es mi hermano.-digo con asco.

No me respondió, solo me miro como si me dijera 'lo siento'.

-Vamos hermanita, no te preocupes, no le haré nada de momento, aunque si no te levantas quizás te ahogue.-dice divertido, pero no lo es, nada de divertido.

No le respondo y tampoco me muevo, así que da un leve tirón advirtiéndome y ordenándome, me levanté casi al instante para evitar más tirones y camino a su lado cabizbaja, miro hacia atrás mirando por última vez los ojos y el rostro de Alex grabándolos en mi mente, un verde especial aunque ahora no tiene brillo en su mirada. Me giro y camino con Alton hacia la puerta.

-¡Ruby!-Grita Alex desesperado. Repite mi nombre varias veces gritando, gritos desgarrados por el dolor, un dolor que le estoy provocándole yo, yo, y me siento mal por ello, pero no puedo correr a donde él y abrazarlo o volver a sentir sus labios cálidos que ahora serían salados por las lágrimas que derramó hace poco. Verlo así me destroza, pero por ahora me tengo que preocupar por David, aunque también se que lo hace para que no se extrañe de que no me reclamé y se quede tan tranquilo. Camino decidida, recobrando fuerzas perdidas. Enseguida llegamos a una puerta de metal con barrotes en la parte de arriba, Alton la abre y entra conmigo por detrás, ata la cadena a una cosa que hay en el suelo y sale dejándome a solas con David, él está con las manos atadas con algo al techo, sus pies no llegan al suelo, está literalmente colgado, y sin camiseta dejando ver unos moretones por todo el cuerpo y muchas marcas de los latigazos que Alton le dio, tiene sangre por todos lados y de sus muñecas también sale más, la cara la tiene un poco manchada, en el labio tiene un corte del que está sangrando un poco y la deja la tiene rasgada verticalmente, no entiendo cómo es que no se cura, debería hacerlo aunque tarde, quizás está débil.

-Pero que te ha hecho...-susurro.

Me pongo de puntillas y le acaricio la cara con cuidado limpiándole la sangre del labio.

-¿No has tenido ya suficiente diversión?-pregunta dolorido con los ojos aún cerrados, se nota a la legua que ya le cuesta abrirles.

-David... Lo siento, esto es culpa mía, no debí dejaros solos y confiar en que tres guardias puedan protegeros. -dije entre lágrimas.

-¿Ruby? -dijo abriendo un poco los ojos, les tenía rojos por completo y algo hinchados, al ver que estaba llorando suspira.- siento no poder darte un abrazo en este momento y apoyarte, pero ya sabes. -dice mirando a la atadura.

-Oh, tranquilo espera aunque en este momento yo debería ser la que te abrace y apoye. -digo mientras cojo una caja de madera usándola de base para poder llegar a él, finalmente al soltarle no pude evitar que cayera al suelo todavía maniatado, me acerqué a él para soltarlo, pero no puedo, no llego por la maldita correa. Caigo de rodillas derrotada por todo y me cubro los ojos con las manos para que no vea que soy débil llorando.

-Tranquila.-dijo acercándose a mi rodeandome con sus brazos ensangrentados.-Ya está, tranquila... Ya pasó.-susurra en mi oído, noté que él mismo se libró de las ataduras, pero sin darle muchas vueltas le devuelvo el abrazo para asegurarme de que es real; al aumentar la fuerza del abrazo enseguida se arrepiente ya que noto que suelta un gemido de dolor, ahí aflojé y suspiré.

-Ten.-digo dándole una chaqueta que me puso Alton cuando caminábamos.

El la aceptó y se la puso, rompí mi camiseta por las dos mangas y se las enrolle en las muñecas para al menos evitar una posible infección ya que no sana.

-Voy a avisar a Alex...

-Espera un momento, Alton te ha hecho algo, lo se, ¿Que hizo?-pregunta cortante.

-Es una larga historia, en casa te la cuento.-digo quitándole importancia.

-Más te vale.

-Amor, ya, sueltate, si sigues el pasillo todo recto la quinta puerta a la derecha llegarás a nosotros.

-Vale, tardaré poco, aguanta.

-Ya viene, prepárate.-dije seria a lo que él asiente y se pone bien la chaqueta.

-Ruby... Estás atada, ¿como vas a liberarte? Esto es muy difícil de romper, es demasiado grueso y estamos débiles, no podremos, además, haríamos mucho ruido.

Meto la mano en el bolsillo del pantalón y saco un manojo de llaves.- Solo hay que encontrar la que es. Se lo cogí a Alton cuando me caí y apagué la máquina.-dije sonriendo.

David lo coge y empieza a probar, llave por llave, hasta que una pequeñita me consigue liberar de la mierda de cadena. David me pasa el manojo y saco la mano fuera de la celda, por las rejillas de arriba y empieza la operación imposible, pruebo una por una, pero la mitad no las consigo metes, hasta que siento una mano cálida cogiendo las llaves consiguiendo un suave roce con mi mano, al principio me asusté consiguiendo que soltara rápido el manojo y metiera la mano de nuevo en la celda, pero después me quedo más tranquila al escuchar su voz.

-Tranquila, soy yo.-dice Alex sin tardar mucho en abrir la puerta, al verle al otro lado salté a sus brazos en un cálido abrazo.

-David, ¿y la manada?-pregunto preocupada mirándole.

-A salvo, consiguieron escapar pero yo no, a mi me querían más que a los demás para hacerte daño tanto a mí como a ti, además de que estaba liderando la manada en tu lugar y quería información. -yo asentí y extendí la mano para que él la tomara, pero Alex le detuvo.

-No toques a mi prometida.-dijo dedicando a David un tono de amenaza, yo le fulminé con la mirada y con el ceño fruncido, el bufó rendido al verme y apartó la mirada.

-No te preocupes, es solo un idota celoso de que coja la mano a mi beta y hermano. -digo apartando la mirada de Alex y posandola en David, que me sonríe.

Me paro en seco justo cuando comienzo a caminar.-¿Y ahora como salimos?-les pregunto.

Ellos se miran un segundo y me vuelven a mirar.- Ni idea.-dicen a la vez, que bien se complementan cuando quieren... Hombres.

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