|E|Cap.3|No es posible

El fresco aire de la madrugada golpeaba con suavidad mi rostro, estaba despierta pero mi cuerpo no reacciona ante las constantes órdenes que mi inútil cerebro mandaba a cada uno de mis músculos, ahora solo me quedaba esperar que no estuviera con Alex, pero eso sería pedir viajar en el tiempo y de momento no hemos llegado a ello. Consigo abrir un poco los ojos y vi unos brazos musculosos cargándome como si fuera una princesa, ibamos a una velocidad considerada, sería más una velocidad de un paseo rápido por el bosque, intento analizar su olor, y si; era él, cómo no para rematar el día solo me faltaba esto.

Volví a cerrar los ojos para dormirme, ya que se que de momento no podré hacer nada para escapar, debería de haber atendido mejor a las clases de defensa personal que mi padre me daba pero no, yo prefería hacer el tonto con David, idiota de mí. Me desperté ya en un lugar cálido y agradable, pero sentía algo frío en mi muñeca, lo miré y era una cadena que parecía resistente atando me a la pared, al menos no me apretaba mucho por lo tanto no me molestaba en el modo físico. Maldije por mis adentros no haber actuado antes para no meterme en un lío, pero claro, también tengo que caer en la cuenta de que en parte fue mi culpa asique no me puedo quejar. me di que alguien me estaba mirando, ¿Por qué lo se? Pues fácil, ahora mismo estoy terriblemente incómoda, dirigí la mirada hacia atrás y le pillé mirándome, podía ver la amargura en mis ojos y yo la preocupación en los suyos, pero se dió cuenta de que entablé conexión con sus ojos y no tardó en poner su falsa capa de "hola soy el mas malo témeme", la verdad es que me enternecí al verlo así antes preocupado.

-Hola.-dijo igual que su mirada, dura y fria.

-Adiós. -una sonrisa falsa e irónica se formó en mis finos y rosados labios demostrando que en este momento no me apetecía hablar.

-No hace falta que te enfades por eso, lo hago por tu seguridad y además para que no te escapes. ¿Que harías tu en mi lugar?

-Dejarme en paz, dejarme vivir mi vida, o simplemente respetarme y darme espacio. O por ejemplo... ¿Que tal no secuestrarme o atarme a una asquerosa pared como a un puto perro? -empezaba sentir rabia al liberar todo lo que estoy sintiendo es este momento, ya no aguantaba más- O también... No tratarme tan fríamente o tan duramente.

-Pues lo siento pero sabes que no, sabes que no puedo. ¡Eres mi luna joder! ¡Me tienes que obedecer!- me gritó enfadado acercándose a mi lo que provocó que retrocediera empezando a sentir miedo, miedo a lo que pudiera hacerme dado que yo estoy indefensa y él tiene al parecer problemas de ira.

Me miró durante un segundo que se me hizo eterno antes de irse dando un portazo y dejándome sola en esta gigantesca habitación, pero solo puedo moverme en la mitad, y justo en frente hay una ventana, pero mira tu por donde, no llego, esto es tan cliché que no me creo que me esté pasando a mi, déjame adivimar, ¿Me casaré con él tendré hijitos y viviré una vida perfecta con él? Puaj, no porfavor.

-Rupi ayuda me por favor.

-No puedo Ruby, lo siento, el tranquilizante me hizo mucho efecto, a ti no pero a mi si.- Me dijo débilmente.- En un tiempo no te podrás transformar, a no ser que quieras estar débil también, o incluso peor.

-Me da igual, quiero intentarlo.- simplemente aceptó.

Dicho esto me transformé en loba, pero cuando estuve ya transformada aullé de dolor, aunque no fue eso del todo, Rupi tenia razón,estoy muy débil, y me ha afectado más, estoy en el suelo jadeando como un perro malherido.

-¿Ruby?

-¿David? O por dios, ¿Estáis bien?

-Si pero... ¿Qué pasa contigo? ¿Te hizo algo?

-No, bueno... Me ató con una cadena a la pared, estoy muy débil, ignoré las consecuencias del tranquilizante, y eso que mi parte lista me decía que no me transformara, pero lo hice, y no me puedo mover, soy idiota lo sé, no me lo reproches.

-Tranquila, encontraremos... Una forma, cualquiera que te pueda sacar de este embrollo.

-No, tranquilo, ahora preocupa te en buscar otro alfa, yo ya no sirvo, dudo mucho que os vuelva a ver.

-No digas eso...

-Tiene razón, no os volverá a ver.-dijo Alex, ¿pero como se ha colado en nuestra conexión?- Nunca, a no ser de coopere.

Corto la conexión y rompo la cadena costosamente, me llevó mucho tiempo, y me debilitó más, pero lo conseguí. Voy al baño de vuelta a mi humanidae y enciendo el agua de la bañera para que caliente para más tarde poner el tapón para dejar que se llene. Solo se me ocurre a mí darme un baño en vez de planear algo para escapar, aunque la verdad, huelo bastante mal y esto empieza a der incómodo a la vez que desagradable, y bueno, a veces me puedo permitir un momento de relajación digo yo. Mientras que se llena me miro en el espejo y solo veo a una chica no muy alta con el pelo liso y moreno despeinado y unos ojos azules claros tristes y cansados, tampoco veo la felicidad que los llenaba como cuando era pequeña, a veces no me reconozco. Me giro lentamente apartando la vista del espejo y fijándola en la bañera que ya está llena, me desnudo lentamente y me meto en la bañera mojandome entera, lo que es obvio; metí la cabeza también en el agua mojando mi rostro y el pelo logrando que quede totalmente sumergida hasga finalmente sacar la cabeza y apoyarla en el borde de la bañera, la verdad, el agua me relaja mucho, calentita y agradable, también había echado unas cuantas sales de baño que pillé por los cajones, me extraña como no hice algo asqueroso en el agua, pero al parecer lo hice bien dejando un buen aroma. Decidí quedarme un rato más en la bañera cerrando los ojos, el tiempo jugó en contra mía haciendo que me durmiera.

Cuando me despierté pude notar que no estaba en el agua, estoy en una cama que aunque juraría que era la de antes no lo era, al igual que la habitación, esta es más amplia e igual de bonita que la anterior, y al girar la cabeza veo a Alex sentado en un sillón, observándome.

-Te dormiste en la bañera, y, sinceramente, no quiero que nos llevemos mal, al fin y al cabo no quiero pasar la vida contigo peleando, tienes que comprender que debes estar conmigo aunque no quieras, solo... Dame tiempo para demostrarte que no soy quien crees.-dijo mirándome tranquilamente sin dejarme ver más a través de esa mirada fría algo más relajada.

-Y tu debes comprender que soy libre, libre de hacer lo que quiera, si no quiero pasar mi vida contigo tienes que respetarlo.-dije suplicante.

-Pero tienes que entender que todo es por protegerte, te quiero aunque no lo parezca y no quiero que te pase nada, no quiero que me dejes.

-No, no, casi no te ha dado tiempo a conocerme, ¡me acabas de conocer por el amor de dios! No te ha dado tiempo a amarme... -dije con frustración.

-Si, se quien eres, te conozco perfectamente, te he estado observando mucho tiempo y se que eres de las que lucha por lo que quiere, me dio tiempo a empezar quererte, poco a poco fui haciéndolo más.

-Cuanto... ¿Cuanto tiempo? Nunca sentí tu presencia, ni de tu manada... N-no entiendo. -dije confundida.

-Normal, llevábamos mucho tiempo escondidos, recuerda que llevábamos esperando la luna negra para poder volver, sin ella... Sin ella seguiríamos siendo espíritus de lobos que vagan por el mundo sin ser vistos, te he observado desde que eras una niña, también escuché lo que te contaron de nuestra manada, ahí es cuando decidí quedarme junto a tí, hasta que creciste y me empezaste a atraer cada vez más, nunca me he separado de tu lado, hasta que ese perro te cogió, esa noche era la de la luna negra y necesitábamos estar todos juntos para que una bruja nos tragera de vuelta, para poder volver a gobrernar y reparar esa revelión vampírica. -escuché expectante pero siguió hablando, no contestaría hasta que terminara de hablar.- Después te escapaste y te cogió en el bosque, justo acabó el hechizo y fui en tu busca, te encontré y te salvé, por una vez me viste, y estoy seguro que sabías a lo que estabas destinada. Fui un idiota contigo, tuve que haberte tratado mejor y no forzarte así pero sentía el peligro en todos lados, ahora el bosque está infectado de vampiros y Alton está reuniendo un ejército de vampiros y lobos, pero pocos lobos le apoyarán, quieren vengarse de nuestra raza desde hace mucho. También esta intentando convencer a híbridos a ponerse en contra nuestra, solo que eso lo tiene más difícil.

-Y... ¿Porque me cuentas esto aquí y ahora? Creo que era mejor haber aguantadotu ataque de ira y contármelo allí.

-Por que creo que Alton, de alguna manera está atado a ti y por otra parte no conoce este lugar, ¿Conoces a Alton de algo? Yo que se de tu infancia... O es un hermano, primo... Amigo y no te acuerdas.

-No es posible, no tengo hermanos y conozco a todos mis primos y se que no falta ninguno, pero... Es que, no te entiendo... ¿Como podemos conocernos? -me esta empezando a asustar, si estalla una guerra será una masacre, para todos, para ambos bandos.

-Creo que no te quiere para hacerte suya... Porque ya lo habría hecho, no te pegó cuando le distes porque eres de alguna manera importante para el, solo sé que no quiere dañarte. -se que es difícil para el contarme esto, pero ahora mismo no me compadezco para nada de él.- Tenéis como... Un lazo que os une. -se pasa la mano frustradamente por el pelo echándole hacia atrás- lo sé porque lo sentí cuando luchamos en el bosque, no estaba dispuesto a perderte.

-Según entendí, estuviste conmigo desde que era pequeña, tendrías que saberlo.

-No me estás escuchando Ru, me refiero antes de que te conociera, bueno, de momento intenta recordar a ver si le conoces, nos ayudaría bastante a ver sus intenciones.

Simplemente asentí, pero es que el problema es que sigo sin entiender nada, no se que puede tener ese conmigo, ahora estoy aturdida pero ya pensaré mejor en ello en otro momento.

-Solo te pido una cosa, y es que no salgas de esta casa pase lo que pase, es importante para tí. -dijo volviendo a su anterior seriedad.

-Vale... Pero, ¿Y mi familia? ¿Y mi manada? Ya no tienen a nadie que les conozca tan bien como yo ni quien les proteja, quien sabe si volverá a atacar... Alex, estoy preocupada, ahora no tienen alfa.

-Tranquila, antes envié tres lobos para que les proteja, son unos de los mejores guardias que tengo y te aseguro de que no les pasará nada, en cuanto al tema del alfa tu padre sabrá manejarse.

Al escucharle solo suspiré más tranquila, saber que ya no me tengo que preocupar tanto por ellos gracias a él hace que esté ciertamente agradecida, él sabe manejarse en estos temas mucho mejor que yo, ahora eniendo porqué ellos eran los que mandaban sobre las demás manadas, estoy segura de que hacían esas historias, algunas de que había que temerles; porque nunca se dejaron conocer de verdad, solo muestran el carácter de líderes porque al fin y al cabo esa es una manera de mantener a todos organizados.

-Ahora descansa, se ha hecho tarde, aunque si quieres puedes recorrer lo que viene a ser tu nuevo hogar.

-No... Gracias, me quedaré aquí.

-Bueno... Yo... Yo me voy, que descanses. -Dijo sin darse cuenta de su tono dulce, cuando se percató solo apartó la mirada. Cuando se levantó del sillón para irse de la habitación le cogí de la mano de acto reflejo, necesitaba a alguien para evitar volver a mi preocupación.

-Quédate conmigo por favor.-dije mirándole a los ojos suplicante, solo asintió y se quitó la camiseta, de mientras yo me metí en la cama, más tarde lo hizo el. Me abrazó y yo le cogí delicadamente la cara y le besé, primero se quedó asombrado pero no tardó en devolvermelo siguiendo mis labios sincronizandolos perfectamente, no se porqué lo he hecho, también fue un acto reflejo que tardé en evitarlo, pero finalmente me terminó gustando y cediendo a él, eso es lo que hace la conexión entre mates, es cosa de poco tiempo que le quieras ya que estás ligado a él.

-Te quiero -dije sobre sus labios.

No me entiendo y ya ni me conozco de verdad, hace unos segundos me hago creer que lo odio y ahora lo beso y me hago creer que le quiero, soy increíble, lo se, pero ahora es cuando mis impulsos consiguen ganar a mi consciencia rebelde.

Me quitó la camiseta dejándome en sujetador y mas tarde lentamente me quitó el sujetador dejando al descubierto mi pecho que no tardó en masajearlo mientras me besaba el cuello, estaba encima mío y le desabroché la bragueta y el botón de sus vaqueros quitándoselos dejándole con el bóxer, el hizo lo mismo con los míos y al final terminamos desnudos, me giré tumbandome encima de él.

-Marcame... Hazme tuya antes de que me arrepienta...- digo sobre sus labios.

Sonrió por fin desde que le veo y la verdad, amo su sonrisa, tiene unos perfectos dientes blancos que coordinan perfectamente con su sonrisa.

†*†*†*†*†*†*†*†*†*†*†*†*†*†*†

Espero que os esté gustandoo. :P

Puede que las cosas vayan muy rapido pero bueno xD.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top