Y... Puf! Otra vez en esa maldita y horrorosa oscuridad pero con una diferencia, hay un punto de luz a lo lejos, parece una puerta, una puerta rectangular y que resplandece en la oscuridad. Camino hacia ella lentamente cada vez aumentando la velocidad de mi paso pero siento que no la voy a alcanzar. Corro como nunca antes corrí por que ya quiero salir de este infierno, ya no aguanto ni un minuto más... La eternidad es demasiado.

Tras lo que considero unos cuantos minutos, consigo alcanzarla distinguiendo mi casa, sin dudarlo entro por la puerta y mi entorno cambia por completo a lo que conozco como mi hogar...  El bosque que rodea a mi manada y a mi.

Camino hacia donde mi padre que está quieto hablando con una chica que no conozco, ella tiene el pelo negro y liso, también muy largo y tiene hechas coronas de trenzas entrelazadas haciendo un bonito peinado, lo que mas destaca en ella son sus profundos   ojos negros.

-Lara, Ruby está durmiendo en su habitación, podemos aprovechar.

-No, papá, estoy aquí -digo intentando llamar su atención, pero no la consigo. Intento posar mi mano en su hombro pero cuando lo hago su imagen se distorsiona para más tarde volver a ser la misma, perfecto, esto es un sueño.

-¿Tienes todo preparado? -ella asiente y saca un frasco pequeño con forma de gota.

-Esto servirá, se lo hechas en su colacao o en una sopa que valla a tomar, también en el agua misma, esto es incoloro y no tiene ningún sabor -agita el frasco.

-Bien pasa, hace frío fuera.

Ambos entran a la casa mientras yo les sigo por detrás, él prepara un colacao y unas galletas en la bandeja y esa Lara hecha el contenido del frasco en éste.

-Esto es lo que vamos a hacer.-empieza a instruir Lara.- La despertamos y le damos la bandeja para que desayune en la cama, algo así como una sorpresa, y nos quedamos con ella esperando a que tome el colacao, una vez que lo haga se dormirá al instante, hay que intentar que no se le caiga y deshacernos de el, cuándo despierte no recordará a Robbinson y tendrá una vida sin preocupaciones convirtiéndola a ella en el futuro alpha  de la manada... -coge la bandeja.

-¿Pero? -pregunta curioso mi padre, cómo no, siempre hay peros

-Si por alguna casualidad os descuidáis y ve algo que la apega a él o le ve, irá recordando todos su pasado borrado, por que esto no lo borra de completo, solo lo esconde en la parte más escondida y oscura de su subconsciente, podrá vagar por el mundo del  recuerdo y es posible que  algún día vea y escuche esta escena -dijo con una sonrisa triste.

Mi padre se limitó a asentir y ambos fueron a mi habitación, y ahí estaba yo, la pequeña Ru.

-Despierta conejito. -susurró con cariño mi padre acariciándome... Digo, acariciándola la cara a mi yo joven.- Hoy es un día especial, mira. - la pequeña abre los ojos y mira a Lara.- Esta es de la que te he hablado ayer,  Lara, y se le ocurrió que podías desayunar en la cama con ella para conoceros, es la que nos ayudará a encontrar a tu hermano -tomó su nariz en un tierno gesto y la pequeña sonrió.

-Ruby, encantada de conocerte -la mayor se sentó en el borde de la cama y estiró la mano pasándola delicadamente sobre mi cabello.

-¿Tu eres la que nos va a devolver a Rob?

-Si mi amor, pero empezaré mas tarde, ¿Si? Dicen que hay que  desayunar como reyes, y tú eres una princesita -la pequeña se incorpora lentamente en la cama y coge una galleta para mojarla en el mejunje que si la hacían jurar, diría que era leche, la pega un mordisco, Lara coge el tazón y la galleta mientras bostezo y cierro los ojos cayendo rendida en la almohada.- Ya está, las cosas de Robbinson las guardaremos en el sótano, ahí nunca entra, la da miedo la oscuridad. -ella asiente y sale de la habitación, mi padre da un beso en la frente a la pequeña Ru y sale de la habitación, pero antes se para y mira hacia la cama.- Espero que lo entiendas cuando te enteres cariño, es por tu bien. -susurra, para más tarde salir cerrando la puerta. Cuando la cierra todo se inunda de oscuridad otra vez, vuelvo a ver otra puerta de luz, pero al acercarme veo que es diferente, me muestra a otra yo, idéntica en mi cama con Alex dormido al lado mío con la almohada mojada, no hay nadie más en la habitación, decido entrar, y al hacerlo todo vuelve a ser oscuro, pero un oscuro agradable.

Intento abrir los ojos pero no puedo, lo vuelvo a intentar pero solo consigo dejarlos a penas entre abiertos, me hago a la luz de la pequeña habitación y giro la cabeza en donde hay un Álex dormido, la verdad esque es todo un ángel durmiendo, lo agito con la mano intentando despertarle, él abre los ojos alertado, les tiene rojos e hinchados, está completamente despeinado y tiene un poco de barba, nunca me imaginé esta faceta de Álex Rodriguez.

-Buenos di... -comienzo a decir, pero él salta encima de mí y se pone encima mío abrazándome fuertemente para luego besarme, parecía ilusionado, asombrado y sinceramente no entiendo por qué.

-Hey tranquilo... -murmuro subiendo la mano a su cabeza y enredad mis dedos en su pelo.

-Ruby yo... Creía que estabas muerta... Cuando salimos de allí pensaba... Llegamos... Tu padre... -Le pongo un dedo en sus labios para callarle.

-Más despacio, el caso esque ya estoy aquí contigo -la mano que mantenía en su pelo la bajé en forma de caricia hasta su mejila- Todo este tiempo me he sentido perdida, estaba en un extraño lugar, me olvidé de quién era, de quiénes érais...

Sin responder dejó un suave beso en mis labios, le miré a los ojos para luego cerrar los míos y responderle, al poco tiempo el beso se volvió algo más frenético y apasionado, al momento su lengua buscó la mía para finalmente bailar al unísono ante el deseo.

Al se separa de mí lentamente y yo abro los ojos lentamente para luego apoyar la frente en la suya, nuestras respiraciones son entrecortadas por la falta de aire pero no nos importa.

-Te quiero.-dice.

-Y yo.

-Me asustaste -dijo fingiendo enfadado.

-Estuve solo unas horas dormida.-dije restándole importancia, el se puso serio a lo que yo respondí con el ceño fruncido.

-Fueron dos meses y medio, estuviste dormida dos-putos-meses Ruby, no me jodas, nunca quise imaginarme sufrir así por alguien. - su voz sonaba rota y en ese momento sus ojos estaban apagados, reflejando lo que ha estado sintiendo, vacío.

-Yo... Estaba sola, no recordaba nada en esa oscuridad, no recordaba a nadie, a veces te veía a ti transformado o humano, te veía triste o me pedías que despertara de algo que no sabía ni yo como hacerlo, tuve visiones, esos recuerdos que me arrebataron de niña. ¿sabes? -dije obsesionada, el asintió sin entenderme, como si estuviera loca.- Alton es mi hermano, él mató a su madre "adoptiva" y posiblemente a la nuestra, ya no se ni que pensar Alex, me estoy volviendo loca, me está volviendo loca todo esto, Warren, su padre, el hombre que lo secuestró; le marcó la espalda a latigazos, dibujó una cruz que en todos las manadas significa condena en solitario ¡Y Alton ni siquiera se defendió! ¡Se giró como si nada para que la terminara! Se la hizo justo después de matar a Eli... Su madre.

-Ruby tranquila...

-No, no me tranquilizo, ¿Sabes qué me hizo mi padre? Me hizo olvidar a Rob, ¡Me hizo olvidar a mi hermano! ¿Qué clase de padre haría eso? En un recuerdo me dijo que lo perdonara pero no era tan niña como para no poder soportarlo -le quité de encima y le levanté sintiendo un mareo instantáneo, la vista se me nubló por unos segundos hasta que volvió a la normalidad.

-Uno que protege a su hija. -dijo Alex elevando el tono, le miré sorprendida, ¿Cómo puede ponerse de su parte?- No lo voy a defender, pero en ese momento, segun he podido entender, estaba desesperado, ni llamando a esa bruja conseguiría tener de vuelta a 'Robbinson', él lo sabía y lo destrozaba por dentro, y a tu madre también, sabían que si no lo conseguirían tú irías a buscarlo y posiblemente te perderían también, si no lo hubieran hecho no te habría encontrado y no estarías conmigo ahora, y posiblemente seguirías secuestrada por ese loco, Ruby, no te enfades con él, admitió todas las consecuencias quitándote a Rob de la mente, si no sufrirías día a día culpándote y pensando que tendrías que haber hecho algo... -dijo nervioso pero eufórico, yo le escuché palabra a palabra intentando entender todo eso, ¿Cómo lo sabía?

-¿Qué ha pasado mientras estaba dormida?-pregunto tocando con cuidado una herida que Álex tenía en el brazo, ya se estaba curando. Al menos quiero cambiar de tema.

-Nada importante-dice mirando donde he posando mi dedo, le miro con el ceño fruncido y suspira vencido.- Nos han estado atacando todo este tiempo, él está como loco por recuperarte, tal como dijimos, vinieron oleadas de vampiros, metamórficos, solo consiguió a un par de híbridos locos literalmente, pero ningún hombre lobo, eso es un alivio para nosotros -cuando me estaba contando esto, mi mente solo podía pensar en una cosa ¿Han conseguido sobrevivir todos? Y más preguntas se me ocurren, quiero ver a David, quiero ver a mi padre y a los niños de mi manada.- ¿Ruby? -ví la mano de Alex agitandose frente a mis ojos.

-Dime  -dije.

-¿Me has escuchado lo último que te dije? -asentí frunciendo el ceño- A ver, ¿Qué he dicho señorita Martell? -cuestiona cruzándose de brazos y haciéndose alguien responsable ocultando su risa por la cara de confusión que puse.

-Pues... Vampiros, metamórficos... ¿Guerra y esas cosas?-pregunto encogiéndome de hombros.

-Eres un caso perdido... Te hablo de algo importante y te distraes, pero eso me encanta, te hace ser tú -se ríe y yo simplemente finjo indignación tras un bufido, pero en un acto bipolar él se puso serio después de reírse un minuto.- David... -mi semblante cambió al instante cuándo se pasó la mano por el cuello incómodo.- David casi muere en un asalto, le tocaba hacer guardia para que no te pasara nada y se colaron por la ventana, estaba decidido a dar la vida por ti y bueno... -noto que una lágrima se desliza rebelde mojando mi cara.- Casi lo hace.-"Casi me entrega su vida" suspiro aliviada pero no puedo evitar llorar tapándome el rostro, les he puesto en peligro, por mi culpa casi muere, noto las manos de Álex tratando de apartar las mías para poder mirarme a los ojos y pasar su dedo índice por mis mejillas cariñosamente mientras me obliga a mirarle a la cara.- Tranquila, ahora está bien, está abajo viendo la tele. -me susurra antes de regalarme otro de sus dulces besos.

-Voy a verle, necesito verle. -digo casi al instante sobre sus labios y en seguida me aparto dirigiéndome a la puerta para salir de la habitación.

-Eh... Cariño, ponte la camiseta... -dice Alex incómodo, yo me sonrojo y corro a por mi camiseta, la cual me pongo muy rápido para después escucharle reírse de mí, yo solo le saqué la lengua.

-Que te den.-digo divertida y le lanzo una almohada que estaba tirada en el suelo.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras corriendo, y como soy una patosa me tropiezo y me caigo por ellas acabando en el duro suelo de madera.

-Mierda.-digo refunfuñando.

-Álex, ¿Qué tal está Ru?-pregunta David sin mirar a mi espléndido y gracioso accidente.

-Para tu información, Ruby está perfectamente, sólo que se ha caído por las escaleras y ni siquiera miras para ver que pasa.-digo intentando parecer furiosa mientras me levanto contestando por él.

Gira la cabeza mirándome asombrado y feliz, también juraría que en cualquier momento se le saltarían las lágrimas, corrió con dificultad a donde mí y me dió un fuerte abrazo que preferiría que mo terminara nunca.

-Te he echado de menos pequeña. -dice sobre mi pelo.

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¿Os está gustando? Espero que si :D

Gracias por leer y llegar hasta aquí con la historia. 💙