La chica se les quedó mirando unos segundos.

–¿Qué les pasa?– preguntó molesta.

–Tu cabello– señaló su hermano.

–Oh, esto– se acarició –Quería un cambio de look.

Su cabellera ahora poseía un color idéntico al de Reki, pero eso no era lo único que había cambiado, incluso los colores de su vestimenta era una sudadera robada de Reki y una falda azul marino.

–Entonces así te verías si fueras mujer– dijo Langa.

–Chinen– miró al niño.

–Hola Koyo– murmuró –Te ves bonita.

–Como sea– bajó la mirada con un ligero sonrojo.

–Emm, Miya se quedará a dormir– habló Reki.

–No me importa, estaré en mi habitación. Que lindo verte, Langa– se fue.

–Te veré mañana– el peli celeste le dio un rápido beso a su novio.

–Vete con cuidado– acarició su rostro.

El menor no pudo evitar sentirse decaído y entró directamente a la casa. Ya estaba acostumbrado a estar ahí y la familia del pelirrojo también ya se había adaptado a que Miya casi viviera ahí, por lo que no era extraño que paseara como si fuera su hogar. Volvió a encontrarse con Koyomi en el pasillo, pero esta vez se ignoraron.

El menor se dejó caer sobre la cama de Reki y revisó su celular. Su ánimo empeoró al revisar su galería de fotos, en su mayoría eran de él con la chica; miró al techo ¿Cómo es que había arruinado todo?

Recibió un mensaje.

Miya: Me quedaré a dormir en casa de Reki, los veré mañana después de la escuela

Kaoru soltó un pesado suspiro y se dejó caer sobre el sillón.

–¿Todo bien?– se acercó Kojiro.

–Miya se va a quedar con Reki– respondió –¡Dios! Estoy exhausto ¿Mañana a qué hora es la junta con Watanabe?

–A las cuatro ¿Seguro que puedes con esto? Podría cerrar el restaurante y...

–Ya lo habíamos discutido– lo miró molestó –Me tomé tres semanas libres para poder organizar todo. Incluso el asunto de S.

–¿Estás nervioso por eso?– se sentó a su lado.

–¿Por S? Solo nostálgico; me sorprendió que Ainosuke accediera tan rápido– confesó –Quiere ver a los chicos antes de que suceda ¿Dónde demonios está Tadashi?

–Supongo que sigue ayudando a Shadow con su evento en la florería.

–No debimos aceptar su ayuda planeando nuestra boda– se frotó las sienes.

–Lo que te molesta es que lo hizo tan bien que se hizo famoso– rio.

–Él me ayudaba a organizar mi vida; ahora todo es tan complicado.

–Yo puedo ayudar.

Soltó una carcajada –Si apenas puedes con tus clientes en el restaurante-

–¡No es verdad!

Rio y besó a su esposo –Si tanto quieres ayudarme, por favor que sea con el tema de la adopción de Miya ¿Ya tienes las ganancias mensuales del restaurante?

–Las conseguí apenas me las pediste– empezó a masajear sus hombros –Lo más difícil ya pasó, convencimos a los padres de Miya.

–¿Lo más difícil? Solo ofrecimos una buena cifra mensual– giró los ojos –Convencer a Watanabe de que podemos ser buenos padres– sintió un escalofrío –Eso sí da miedo.

–Oh vamos ¿Qué tan malos podríamos ser?

–¿Lista corta o larga?

–Debes mejorar esa actitud– besó su cuello –Princesa, somos los mejores amigos desde jardín de niños. No puedo pensar en un mejor equipo que nosotros dos; lograremos ser unos padres asombrosos.

Cherry se apoyó sobre el cuerpo de su esposo y esbozó una tierna sonrisa.

–¿Cómo tardé tanto en enamorarme de ti, gorila idiota?

–Las cosas buenas toman su tiempo- pasó su brazos alrededor de sus hombros –Ahora, tomando en cuenta que tenemos la casa sola ¿Qué te parece si nos divertimos un poco?– bajó por su espalda hasta llegar a su trasero.

Soltó una risa traviesa –Eres un pervertido, Koji– paseó sus dedos por el pecho del peliverde –Vamos al cuarto.

Al día siguiente, el grupo fue a la prisión para hacerle una visita al famoso Ainosuke Shindo, ex político abandonado por su familia después de enterarse de su sexualidad, que fue encarcelado gracias a un grupo de fraudes hechos por su empresa. Aunque también era conocido como Adam, uno de los fundadores y rey de S.

–¿Por qué vino él?– miró Miya a Tatsu.

–Porque estoy aburrido y aún no tengo amigos en la ciudad. Pero tranquilo, el lunes vuelvo a integrarme a la escuela y podré conocer más gente– respondió el peli morado mientras revisaba su celular. Sintió la mirada de todos sobre él –¿Qué? ¿No podía venir?

–Pues no afecta en nada en realidad– dijo Joe.

–Solo espero que Ainosuke no haga drama con esto– gruñó su esposo.

–Lo dudo mucho– habló Tadashi –Entremos ahora, si no desperdiciaremos el tiempo de la hora de visita.

Entraron al lugar.

–Tus amigos son raros, Reki– dijo Tatsu.

–Pero divertidos– sonrió.

–También fue accidente el que acabáramos con ellos– agregó Langa.

–¡Nunca había visto una prisión por dentro!– se emocionó el pelirrojo –Todo el mundo tiene cara ruda, es como si fueran piratas– buscó imitarlos.

–No sobrevivirías ni un día aquí, niño– soltó Kaoru –Pero sigue saltándote clases y este será tu futuro.

–La verdad me esperaba algo mucho peor– apareció Adam acompañado por un guardia.

Se sentaron frente a una mesa.

–¿Qué tal?– les sonrió –Bienvenidos a mi casa, les ofrecería una bebida, pero creo que no se puede.

Tatsu se le quedó viendo unos segundos.

–Oye, Reki ¿Este no era el político que se te hacía guapo?– le susurró a su amigo.

–Cállate– lo golpeó.

Se sobó –¿¡Cual es tu problema!?– gritó.

–¿Quién es este?– preguntó el peliazul.

–Un amigo de Reki– respondió Miya –¿Para qué nos llamaste?

–Quería ver como estaban ¿Es eso un delito?– se cruzó de brazos –Me siento bastante solo acá– hizo un puchero –Nadie es realmente divertido, además estoy obligado a acudir con una psicóloga y me dijo que debería entablar "relaciones sanas", no sé en que se basa en realidad. Entonces ¿Cómo estás Eve?– miró a Langa.

–No soy tu Eve– respondió.

–No, no lo es– lo siguió Tadashi.

–No seas celoso, mi bello Snake– acarició el rostro de su marido –Mis ojos y latidos son solo tuyos y de nadie más– lo miró coqueto.

–¿Si van a besarse pueden avisar antes? Porque es muy incómodo– bufó Miya.

–¿Y tú por qué vienes de mal humor?– preguntó Cherry.

–Está peleado con mi hermana– explicó Reki.

–Y siempre debo ver a estos dos besarse, es molesto– señaló a la pareja de adolescentes.

–Oh cierto, siguen saliendo– hizo el mayor una mueca –Espero y trates bien a Snow, Third Wheel.

–Vamos, ya te gané en una carrera, creo que merezco más respeto.

–Esa carrera nunca contará como válida.

–¿Carrera?– arqueó Tatsu una ceja.

–S– respondió Langa.

–¿¡Sigues con eso!?– jaló a Reki –¡Todas las heridas que te hiciste! ¿¡No te enseñaron nada!?– lo sacudió –Casi me muero.

–Creo que la mayoría de aquí casi muere en ese lugar– rio.

–¿¡Y TE LO TOMAS A BROMA!? Ese lugar es de psicópatas.

Cherry hizo un carraspeo –Cuidado con tus palabras, chico; nunca sabes quien está escuchando.

–¿Todos ustedes van ahí?– miró al grupo.

–Estos tres son los fundadores– le lanzó Miya una mirada burlona mientras señalaba a los adultos.

El contrario quedó anonadado.

–Eso significa que... Cherry Blossom, Joe y ¿¡ADAM!?– miró a Ainosuke –¿Cómo rayos acabaste con estos sujetos?– miró a su amigo.

–Larga historia.

–¡Pues más te vale contármela!

–Cálmenlo ¿Quieren?– giró el peliazul los ojos –Pero sí, soy Adam, el mejor skater que ha pisado la tierra.

–Siempre se inventa un título nuevo- rio Joe.

–Pero tampoco estás muy errado, S es en efecto un lugar para gente loca– dijo Cherry –Aún así, tiene un valor y una definición única para cualquiera que forme parte.

–¡Pero claro que sí! Por ejemplo, para mí es amor– sonrió Adam

–Valentía– agregó Joe.

–Peligrosa tentación– sacó el pelirrosa su abanico.

–Aprendizaje– lo miró Tadashi.

–Competencia– dijo Miya.

–Pasión– habló Langa.

–¡Y diversión!– soltó Reki.

Tatsu bajó la mirada y pensó durante unos segundos.

–Entonces espero que lo mío sea un nuevo comienzo– formó una sonrisa.

Adm asintió al tiempo que su boca se torcía hacia arriba.

–Me agrada este chico. Tadashi, hay que adoptarlo.

–No creo que esté permitido que alguien que estuvo en prisión adopté a alguien, señor.

–¿Aún si los sobornamos?–hizo un puchero.

El pelinegro intentó no reír –No tenemos dinero, apenas me estoy recuperando con mi nuevo trabajo para pagarle la renta al señor Sakurayashiki.

–Kaoru no seas malo– sacudió al pelirrosa.

Risas.

El resto de la hora siguieron charlando. El agrado de Ainosuke por Tatsu solo incrementó mientras más avanzaba la plática. Para todos quedaba claro que el chico poseía un poder de carisma superior al de toda la pandilla, pues ganarse al peliazul era una tarea todo menos sencilla; ni siquiera Reki con su casi imborrable sonrisa lo había logrado. El pelirrojo debía admitir que se sentía algo celoso de que su amigo se lo haya ganado en solo cinco minutos.

En cuanto a los adultos, se miraron con complicidad; estaban ansiosos por la sorpresa que les esperaba en S a los más jóvenes.