Un nuevo clan en Konoha

 A una semana de sucedido el ataque del Kyubi a Konoha la aldea trataba de volver a la normalidad, la destrucción fue grande y en la zona más poblada de la aldea, muchas vidas de ninjas así como de aldeanos se perdieron en aquel 10 de octubre, pero una perdida que sufrieron todos fue el sacrificio del cuarto Hokage Minato Namikaze, a quien se le preguntara respondería de la misma manera, el se proyectaba a ser el Hokage más poderoso de la aldea, pero así en el pasado, olvidaron su gran condición como líderes, así lo mismo sucedió Minato quien en vez de esconderse del peligro lo enfrentó con todo, sobre todo sabiendo que su enemigo se trataba del terrible Kyubi no yoko, el más poderoso de los nueve bijuus.

Hiruzen se encontraba en su oficina leyendo un pergamino enviado por el mismísimo damyio de Hi no kuni, terminó de leer su contenido y elevó su chakra haciendo que Neko  apareciera frente a su escritorio.

-"Neko,necesito que cites a todos los miembros del consejo, es una reunión de emergencia y nadie puede faltar, quien falte será detenido por desobedecer una orden directa del Damyio"- la pelimorada asintió y desapareció -"y justamente esto debía suceder ahora"- levantó la mirada y buscó la imagen de Minato, un huérfano con el talento suficiente para eclipsar a cualquier genio de clan, eso era lo que todos sabían del cuarto Hokage, pero había más historia detrás del Namikaze, como que era miembro no oficial del clan Namikaze, resultado de una infidelidad de la esposa del líder del clan, siendo desterrado, era el segundo hijo de la familia principal, de la mujer nunca se supo nada, lo más probable es que haya muerto.

En el hospital de Konoha, Kushina se encontraba en su cuarto alimentando a su bebe, la miraba con ternura, siempre quiso ser madre, tanto ella como Minato siempre esperaron este momento, el bebé abrió sus ojos, unos ojos color rojo revelaron su mayor traición, ahora eso poco importaba, solo debía cumplir de la mejor manera sus funciones de madre. Acarició su cabello, miró el estómago del bebé, acercó sus dedos e inyectó un poco de chakra revelando un sello, que revelaba el estado de jinchuriki.

-"Mi pequeña, yo me encargaré de cuidarte y protegerte para que no sufras lo que yo tuve que pasar, ahora solo seremos tu y yo"- la bebé dejó de alimentarse para mirar a su madre tratando de alcanzar el rostro de esta,  Kushina la levantó y juntó su frente con su hija, ambas sonrieron en sincronía.

Después de varios minutos, la sala del consejo tenía asistencia completa, se encontraban los líderes de los distintos clanes, Uchiha, Hyuga, Nara, Akimichi, Yamanaka, Aburame, Inuzuka y Kurama, los representantes civiles siendo dirigidos por el veterano de la segunda y tercera guerra ninja Danzo Shimura, los consejeros del Hokage,  Homura Mitokado y Koharu Utatane, finalmente quien estaba en el liderazgo de la aldea, Hiruzen Sarutobi, Tercer Hokage, quien retomó el puesto después de la prematura muerte de su sucesor, tenía grandes expectativas en el Namikaze pero tampoco estaba decepcionado de la actual situación, al contrario, no pudo haber elegido a un mejor Hokage, pero no estaba aquí para recordar al Namikaze.

-"Buenas tarde a todos, el motivo de esta reunión de emergencia es un mensaje enviado desde la capital directamente de Damyio sama"- todos se pusieron serios, no era normal que el Damyio utilizara ese medio para comunicar sus decisiones.

-"Si todos nos encontramos aquí, significa que afectará a toda la aldea en general?"- preguntó Fugaku, si ese era el caso debía estudiar nuevamente la planificación de sus futuros actos.

-"Exactamente Fugaku"- a la sala de reuniones ingresó la asistente del Hokage con una carpeta con varios archivos,  se acercó al Hokage y depositó el documento frente al anciano, Hiruzen asintió y la mujer se retiró. Todos guardaron silencio esperando que su líder comenzara a explicar todo. Hiruzen abrió la carpeta y comenzó a repartir las hojas que eran copias del pergamino, cuando ya todos tuvieron su copia comenzaron a leer.

-"Lo que Damyio informa es que la aldea contará con un nuevo clan, que tendrá los mismos derechos que todos los demás, con algunos beneficios ofrecidos por el Damyio sama para convencerlos de que se unieran a nosotros"- Hiruzen observó como todos los presentes tenía su vista puestas en el.

-"Esto debe ser una broma, Minato sama era un huérfano, su clan no existe"- expresó una representante civil de cabello rubio, todos estaban de acuerdo.

-"Pues tendrán que replantearse esa información, el clan Namikaze si existe y formará parte de la aldea, su líder debería estar llegando entrada la tarde de hoy o mañana en la mañana, al no haber ningún terreno para que puedan habitar, se les concederá la villa Senju"- esto ya era demasiado, ese lugar era parte de la historia de Konoha, no podían solo desechar todo como si no valiera nada.

-"Esto es una falta de respeto con uno de los clanes fundadores de la aldea Hokage sama, debería tratar de convencer a Damyio sama que no le puede regalar ese terreno a un clan recién aparecido como el Namikaze"-  en el salón quienes más oponían resistencia a la llegada de este nuevo clan eran los representantes civiles.

-"Hiruzen, al menos sabes cuales son las habilidades de este clan o que aporte darán a la aldea?"- Danzo sabía que esta era una buena oportunidad para ganar el favor de este clan para que lo apoye en su carrera por el poder, y si tenían algo de valor poder arrebatárselo.

-"Dentro de los beneficios, está que cualquier información del clan solo lo compartirán con Damyio sama, harán misiones como cualquier ninja de la aldea, pero solo responderán a la capital, al parecer son muy cercanos con el líder del país, así que no hay mucho que hacer, no los reuní aquí para juzgar las decisiones de Damyio sama, simplemente les comunico un hecho"- Hiruzen estaba por cerrar a reunión pero Danzo se puso de pie, cosa que llamó la atención de los presentes.

-"Si me lo permite Hokage sama, se que ya hemos tratado lo sucedido en el catastrófico ataque del Kyubi no yoko, pero tengo curiosidad de saber que sucedió con el bijuu"-  Hiruzen miró al que alguna vez su compañero de equipo, al parecer las intenciones que tenía el Shimura solo eran claras para el, ya que varios de los presentes asintieron para corresponder a la solicitud.

-"En primer lugar no tratamos el tema del destino del bijuu ya que no lo creí importante en ese entonces, y mantengo la misma impresión en este momento"- Hiruzen quería terminar con esto pronto, Minato quería que vieran a su hija como una heroína pero era una estupidez, con todo el dolor generado por el bijuu más poderoso de todos, dar a conocer al nuevo jinchuriki del kyubi sería darle un objetivo a todos quienes quieren desahogarse de sus perdidas, así que no revelaría nada -"Esta reunión se da por terminada, cuando crea que es de vital importancia, que ustedes sepan de esto, yo personalmente se los diré"- los líderes de clan asintieron, saber esa información para ellos no tenía ningún valor, en cuanto a los civiles, seguían exigiendo saber la ubicación para poder vengarse ahora que su adorado Yondaime Hokage lo había debilitado, pero eran ignorados por Hiruzen que fue rodeado por su escolta. Danzo miraba con molestia bien disimulada al Hokage, pero esta solo era una prorroga a lo inevitable, así que sin decir nada se retiró escoltado por los consejeros del Hokage.

Mientras tanto a varios kilómetros de distancia, se puede observar una gran caravana que avanzaba rumbo a Konoha, cualquiera pasara por ahí solo vería 4 carruajes pero la verdad es que varios escuadrones anbus los escoltaban ocultos en el bosque. En el segundo carruaje iba Naruto Namikaze acompañado de su persona de confianza.

-"Naruto sama, deberíamos estar llegando hoy en la noche"- habló una pelinegra, que miraba a su líder, siempre había estado con el, desde que la recogió de la calle.

-"Me parece bien Nemu  chan, lo mejor será simplemente descansar"- la joven se ubicó al lado del líder del clan Namikaze, y se recostó a su lado, Naruto pasó su brazo sobre los hombros y ella cerró los ojos. Nemu no conocía el verdadero sentimiento de padre hasta que conoció a Naruto, quien se encargó de educarla no solo en conocimientos básicos como leer o escribir, si no que con el tiempo la comenzó a entrenar personalmente en las artes shinobi, actualmente estaba a nivel jounin, era más débil que los escoltas pero no la entrenó para que lo defienda, sino para que ella se pudiera defender si el no se encontraba cerca.

Así llegó la noche en Konoha, las calles se encontraban cada vez más vacías, solo se veían algunos shinobis que se retiraban a descansar, en la caseta ubicada en la entrada de la aldea se encontraban dos guardias durmiendo pero que debieron despertar ya que frente a ellos se detuvieron 4 carruajes, uno de ellos se levantó y se acercó al segundo carruaje que había abierto su ventanilla.

-"Buenas noches, solicito su nombre y el motivo que lo trae a Konoha"- desde el interior del carruaje le respondieron y el guardia se puso serio -"necesito que me acompañen a la torre Hokage, Hokage sama lo estaba esperando"- la ventanilla se cerró y el guardia se subió junto al cochero del primer carruaje, mientras avanzaban toda la gente les quedaba mirando, cuando llegaron a la torre, el ninja descendió y se dirigió al segundo carro, la puerta fue abierta desde el interior y descendió un hombre de rubia cabellera, seguido de una pelinegra muy hermosa con ropa ajustada a su cuerpo, con una mirada centrada en la espalda del hombre, nadie más bajó de los otros carruajes, sin que nadie lo note, la sobra del hombre como de la mujer se hicieron más oscuras, solo ellos sabían que significaba, por lo que caminaron con calma siendo guiados por el guardia.

En su oficina se encontraba Hiruzen esperando a sus invitados que los llevaba esperando durante toda la tarde, lo bueno es que llegaron dentro del plazo estipulado, ahora debía manejar esto de la mejor manera posible para que la viuda del cuarto Hokage no se vea afectada, el toque en su puerta llamó su atención, el momento de la verdad había llegado-"adelante"- la puerta fue abierta, en primer lugar ingresó uno de los chunin encargados de la entrada de la aldea, pero la persona que seguía a continuación fue como ver a Minato pero de ojos rojos, después viéndolo con más detalle, notó la diferencia, su manera de mirar era diferente, cuando Minato hablaba con el lo observaba con admiración, lo mismo sucedía con su sensei, pero el hombre frente a el no mostraba nada, solo lo se observaron, uno estaba destinado a liderar y el otro mediante esfuerzo llegó a lo más alto en la aldea.

-"Hokage sama como lo ordenó, aquí se encuentra Naruto sama y la señorita Nemu"- Hiruzen asintió.

-"Muchas gracias, desde ahora yo los atenderé así que te puedes retirar"- el chunin asintió, se despidió de las visitas y se marchó, dejando la oficina en silencio.

-"Buenas noches Naruto san, no esperaba que su llegada sea tan de tarde"- se puso de pie, Naruto asintió a las palabras del anciano Hokage, la verdad pudieron llegar más temprano pero eso sería llamar demasiado la atención.

-"Buenas noches Hokage sama, encontramos que este era el mejor horario para poder llegar a la aldea, así no levantaríamos tanto revuelo, por cierto la señorita que me acompaña es mi persona de confianza, es casi como mi hija, su nombre es Nemu"- la pelinegra hizo una reverencia mientras que Hiruzen le correspondió con un leve movimiento de cabeza -"Creo que no es necesaria tanta presentación, ya que Damyio sama le habrá entregado toda la información necesaria de nosotros"- Hiruzen asintió, la verdad es que en el consejo solo entregó la mitad de la información relacionado al clan Namikaze, lo que en el consejo no se trató fue que el clan Namikaze eran y son los responsables de la seguridad del damyio en la capital, cuando todo lo demás fallaba, la última línea de defensa eran lo anbus entrenado por el clan Namikaze, ni siquiera el damyio conoce el número real del clan, trabajan todos bajo el mandato del líder del clan quien si bien debe ser heredero de sangre del líder anterior, debe pasar un riguroso entrenamiento para estar en la cima del clan, donde quien dirige el clan debe ser superior en todo, ya que ser corregido o superado por un ninja inferior significaba fracaso, algo demasiado extremo pero así se habían mantenido lejos del radar de las grandes aldeas ya sea para ofrecerles unirse a sus aldeas o para eliminarlos si eran considerados peligrosos para ellos.

-"Bueno Naruto san, solo me queda darle la bienvenida a usted y su clan, esperando que podamos trabar en comunión por el bien de la aldea"- Naruto asintió a las palabras de buena crianza por parte del Hokage, el tenía otro interés de llegar a la aldea.

-"Por cierto que es de la viuda de mi hermano? cómo se encuentra y como se encuentra su bebé"- Hiruzen se puso serio, este era un tema que no esperaba tratar en primera instancia.

-"Kushina y su hija se encuentran bien cuidadas en el hospital, ambas se encuentran estables y están siendo evaluadas para ser dadas de alta"- Naruto asintió conforme a los resultados.

-"Y qué será de ellas de ahora en adelante?"- debía cerciorarse que todo estuviera en orden y ver si podía ayudar con algo más que la seguridad, si recordaba a la mujer de su hermano, con su carácter sería difícil que pudieran conversar sin recordar lo sucedido en el pasado, menos ofrecerle abiertamente seguridad con lo orgullosa que era.

-"Cuando crea que se encuentra en condiciones para volver a hacer misiones, volverá a servicio activo, mientras tanto estará suspendida, recibirá una pensión que durará 6 meses"- Naruto le quedó mirando, como si eso fuera una broma, fue lo mejor que pudo conseguir para ella.

-"acaso mi hermano no ahorró dinero, no sé de sus misiones del pasado o bien en su periodo de Kage"- Hiruzen suspiró y tomó asiento y le ofreció asiento a Naruto, este tomó la mano de Nemu y la sentó para vergüenza de esta -"Llevo demasiado tiempo sentado y Nemu lleva mucho tiempo soportándome"-.

-"Ese dinero fue congelado para el futuro de su hija, Kushina no podrá tocar ni un ryuu de la fortuna de Minato, en cuanto a Kushina, tiene sus ahorros"- Naruto asintió, seguir conversando esto era una perdida de tiempo pero por si acaso.

-"Y la atención  de su hospital es gratis al ser la esposa del Hokage?"- pero la negación del anciano solo lo molestó un poco más, Kushina tenía sus ahorros pero una gran cantidad se iría en salud -"esto es una estupidez"- murmuró mientras supiraba -"quiero que la cuenta del hospital llegue a mi, yo me haré responsable"- esto era el colmo, su hermano dio su vida por esta aldea y su esposa no podrá tomar si quiera un vaso de agua en el hospital sin que le cobren.

-"Siento vergüenza de esto, pero el hospital es administrado por civiles que traban independiente del sistema shinobi"- Naruto solo miraba al anciano sentado en su asiento, más como un adorno que como un líder, en el pasado quedó el shinobi no kami, ni siquiera era un buen político, dividir los poderes de la aldea era una estupidez, si fueran un país podría ser así pero esta era una aldea militarizada, el poder militar gobernaba sobre todos pero no estaba aquí para enseñar.

-"Bueno, creo que ya no hay nada más que hablar, necesito los documentos de mi propiedad para poder instalarme"- Hiruzen entendía su molestia y era su intención ser de más ayuda para la pelirroja pero actualmente no era de mucho, así que sacó una carpeta son las escrituras de la finca senju, la dejó frente a la joven y esta la tomó sin leerla -"creo que no es necesario alargar más esta reunión Hokage sama, nosotros nos retiramos"- Hiruzen como Nemu se pusieron de pie.

-"Naruto san, se que recién nos estamos conociendo pero te solicito no te atrevas a lastimar a Kushina, ya mucho a sufrido por la muerte de su esposo, no quiero ser el primero con quien te enfrentes en esta aldea"- Naruto sonrió a su advertencia.

-"Créame Hiruzen san que usted no se querrá enfrentar a mi, esto lo digo por el bien de todos"- Hiruzen se puso serio, al rededor de Naruto y Nemu aparecieron los anbus que escoltaban al Hokage con sus armas listas para reaccionar en caso que el Hokage se encuentre en peligro, Nemu cerró los ojos y su sombra se extendió por todo el suelo de la oficina, y antes que alguien pudiera reaccionar, los cuatro anbus del Hokage se encontraban rodeados de tres anbus de uniforme negro completo y mascaras color rojo sangre cada uno, Hiruzen no sentía las presencia de estos anbus, si no es porque los veía y tenían a sus escoltas rodeados solo serían meros bushin, si esa era la escolta de la pelinegra que más sería los guardias de Naruto -"como se lo dije Hiruzen san, no tenemos para que llegar a esto, descanse y en de los temas de mi familia me encargaré yo como lo crea prudente"-  los anbus se hundieron nuevamente en la sombra creada por Nemu y así esta con naruto se retiraron de la oficina sin despedirse, no necesitaban que alguien los guíe ya que conocían esta aldea mejor que ellos mismos.

-"estoy muy viejo para esto"- murmuró Hiruzen tomando asiento, alguien con tanto poder como Naruto siempre llegaba a desordenar el orden jerárquico de una aldea como Konoha.

-"Los seguimos Hokage sama?"- preguntó Neko, aún sorprendida por haber sido tomada con la guardia baja, ella notó lo mismo que el Hokage, los anbus no tenían presencia, pero lo que no notaron fue como un anbu diferente a ellos desaparecía en una explosión de humo.

-"Naruto sama"- tanto Naruto como Nemu regresaron al carruaje para dirigirse a su hogar.

-"lo sé Nemu chan, pero no haremos  nada, haremos como que no notamos nada pero si vuelve a suceder, quiero que nuestro espía desaparezca con todos quienes le apoyan"- Nemu anotó algo en su agenda que portaba en sus brazos.

Cuando llegaron a sus nuevos aposentos, el primero en bajar fue Naruto cuando observó la entrada sabía que lo que había en la entrada no podía ser mejor, ayudó a bajar a Nemu y ambos ingresaron al terreno y cerraron nuevamente el portón, segundos después se levantó una barrera de color rojo, al instante un tornado comenzó a destruir todo a su paso, si alguna vez hubo alguna construcción en ese lugar, de eso ya no quedaba nada. Al interior se puede ver a cuatro Nemu ubicadas en las cuatro esquinas del terreno responsables de levantar la barrera, en medio del tornado se puede observar a Naruto rodeado de una leve capa de chakra color celeste, cuando ya todo se vió destruido Naruto haciendo uso de su expertis con el elemento viento formó una esfera con los escombros, Nemu se acercó y preparó un jutsu.

-"Elemento fuego: gran bola de fuego"- a lo que esta impactó la espera de escombros esta ardió a gran velocidad gracias al chakra viento inyectado por naruto, cuando todo se vió vuelto cenizas Naruto interrumpió el chakra cayendo solo un poco de ceniza, mientras que el terreno se encontraba completamente vacío con unas rocas por aquí y por allá pero nada que interrumpa el siguiente paso, ambos salieron de la propiedad, afuera los esperaba una joven con un gran pergamino de bordes dorados, naruto lo tomó y esta vez Nemu esperó afuera, vieron una gran explosión de humo revelando que ya todo estaba instalado, así varias mujeres de distintas edades y características descendieron del tercer y cuarto carruaje, Naruto junto a Nemu se acercaron al primer carruaje, siendo el Namikaze responsable de abrir la puerta, estiró la mano y una mano blanquecina la tomó con delicadeza y de a poco comenzó a  descender una mujer de cabello canoso pero su piel permanecía lisa sin ninguna arruga que revelara su edad lo único que destacaba era un parche en su ojo derecho, recordatorio de su infidelidad. 

-"Así que aquí es donde vivió Minato todo este tiempo, que tristeza haber estado lejos de el tanto tiempo"-  Nemu hizo una reverencia a la madre de su figura paterna.

-"Lady Mikoto espero que el viaje no haya sido tan  maltratador para usted"- la mujer sonrió, esa joven siempre estaba atenta a su comodidad, si alguien afectó positivamente en su hijo mayor fue la pequeña Nemu, bueno actualmente no tan pequeña pero que naruto no le permitiera alejarse demasiado de ella era señal de su cariño por la joven no en sentido romántico, Naruto jamás pudo formar familia al dirigir el clan a temprana edad pero si había hecho una gran trabajo con ella, dándole la mejor educación que una heredera de clan puede recibir aún no siendo familia de sangre.

-"todo estuvo excelente Nemu chan, ahora solo quiero descansar"- Naruto no interrumpió en nada, el respetaba a su madre por ser la mujer de su madre, ya que ella nunca tuvo un gesto de cariño por el , al contrario incluso en su presencia la prioridad era su hijo Minato, eso lo convirtió en alguien frío, o así era con casi todos excepto con Nemu, con ella pudo conocer el cariño de un familiar.

-"Su dormitorio debe estar listo Mikoto san, si quiere puede retirarse a descansar"- Mikoto asintió un tanto triste, todo esto resultado de su abandono con su primer hijo, pero era un gran hombre y con eso podía vivir.

-"Nemu mañana quiero que todo el personal se centre en el jardín por favor"- la pelinegra asintió mientras anotaba en su agenda, así todos ingresaron a la nueva finca Namikaze para poder descansar y enfrentar el día de mañana con más energías, sin imaginar lo que generaría la presencia de Naruto en Konoha.

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