Un encuentro inevitable

Después de estar dos semanas en el hospital, al fin fue dada de alta, iba con su hija en brazos, ansiaba salir de ese lugar, nunca le gustaron los hospitales y esta vez no sería la excepción, miró a su hija, antes de salir pasó a inscribir a su hija con un nombre que le encantaba mucho a su esposo -"Mikoto Namikaze Uzumaki"- era un bonito nombre, incluso su mejor amiga se llamaba Mikoto así que no había problema, a paso lento se encaminó al hogar que compartía con Minato, solo quería descansar para poder planificar lo que tendría que hacer para que ambas estuvieran cómodas, la gente la miraba con tristeza, para nadie era desconocida la hermosa relación que tenían con el difunto cuarto Hokage, y verla ahora sola con su hija, pasando sin apoyo el proceso de ser madre y padre de la niña.

Cuando llegó a su hogar lo encontró cerrado y con guardia en la entrada, trató de ingresar pero fue detenida.

-"Lo siento pero el paso está prohibido"- Kushina miró impactada, este era su hogar, sus cosas estaban al interior, ni siquiera andaba con ropa para cambiarse.

-"pero que dicen, esta es mi casa, ustedes no pueden impedir que ingrese a mi hogar"- Kushina trataba de controlarse ya que llevaba su hija en brazos, desconocido era para ellos ver a tres anbus con uniforme negro completo que se preparaban para intervenir en caso que la pelirroja fuera agredida, Kushina no sabía que hacer, no tenía nada con ella, debía ingresar para siquiera sacar sus cosas o las de la bebé, así que intentó ingresar nuevamente, uno de los guardias estaba por tocarla pero cosas de segundos cuando una polvareda se levantó imposibilitando la visibilidad a los presentes, Kushina solo cubrió a su hija y cerró los ojos, después que pasó todo levantó la mirada y ya no encontró a los guardias, la entrada estaba libre, trató de detectarlos pero nada, así que rápidamente ingresó y comenzó a sellar todo, sabía que esto llamaría la atención de anbus presentes así que, con barios pergaminos de almacenamiento sello, ropa tanto de ella como ropa de bebé que habían comprado con su esposo, la cuna, alimento, lo mismo sucedió con la biblioteca de la casa, menos mal sabía como realizar los kage bushin, cuando creyó que todo estaba listo salió de la casa con una mochila llena de sellos.

Hiruzen fue informado que alguien había ingresado a la casa de Minato, noqueando a los guardias en el proceso, así que con 8 anbus acompañándolo fue a ver que sucedía, cuando llegó al lugar lo primero que vió fue a Kushina saliendo de la casa.

-"Qué se supone que estás haciendo Kushina?"- esta era la peor parte de ser Hokage, impartir justicia sin discriminar ni considerar, el quería a la pelirroja pero las leyes por más injustas que parezcan fueron hechas para todos.

-"Hokage sama, me prohibieron el paso a mi casa, y ni siquiera me dieron la posibilidad de retirar mis cosas, no tenía nada"- quería explicar lo sucedido pero ni ella sabía.

-"Lo lamento pero todas las pertenencias quedarán retenidas hasta cuando su hija sea mayor de edad, deja esa mochila en el suelo y retírate en paz o deberé retirarte por la fuerza"- Kushina miraba a su hija, no podía dejarla sin nada, gran parte de sus ahorros se los dio a Minato para que pudieran comprar esta casa, y siendo madre no podría realizar misiones dejando sola a su hija, Hiruzen viendo que la pelirroja no reaccionaba miró a Neko y asintió.

Kushina miró como los anbus se acercaban a ella y simplemente miró a su hija, miró el suelo y se encontró con varias sombras sobre el techo de la que era su casa, levantó la mirada y se encontró con varios anbus mirando silentes el movimiento de los anbus del Hokage. Hiruzen no esperaba que Naruto cumpliera tan inmediatamente con la protección de la pelirroja.

-"Nosotros no queremos dañar a Kushina Uzumaki, solo queremos hacer cumplir la ley"- pero aún con su palabra nadie se movió, Kushina estaba demasiado confundida con lo que sucedía, primero le prohíben sacar sus pertenencias de su casa, después los guardias que le impedían el paso desaparecen como si nada, el Hokage le exige marcharse sin nada y finalmente estos enmascarados que incomodan al Hokage, esto era demasiado para ella.

-"No se preocupe Hokage sama, esta propiedad es de Kushina Uzumaki"- Hiruzen se giró y se encontró con la señorita que estaba con Naruto en su reunión que caminaba a paso tranquilo en su dirección con dos carpetas en sus brazos, los anbus quisieron impedir que ella se acercara al anciano pero Neko levantó la mano deteniendo cualquier movimiento, aún recordaba lo vivido en la oficina del Hokage, si la  pelirroja ahora era intocable, la pelinegra lo era aún más, Nemu le entregó una carpeta mientras que seguía caminando para acercarse a la pelirroja y entregarlo los documentos originales de la propiedad, pero había una diferencia que nadie notó, solo Hiruzen, los documentos que tenía el venían con el sello del Damyio, esto era demasiado.

-"Señorita Nemu le puedes informar que lo quiero ver en mi oficina en una hora por favor"- la pelinegra asintió, Hiruzen se marchó sin mirar atrás, al parecer Naruto ya había comenzado a mover sus hilos y estaba pasando sobre cualquier forma de control impuesta por la aldea, debían conversar para que esto no se saliera de control, hasta ahora nadie lo había hecho y no permitiría que se repitiera.

Kushina miraba la carpeta en las manos de la joven pelinegra, acaso ella era la única confundida y contrariada, le habían quitado todo, pero ahora aparecía ella como dueña de todo.

-"Muchas gracias señorita"- Nemu no reaccionó solo hizo un movimiento de asentimiento y se comenzó a retirar, los anbus sobre el techo igual pero hubieron algunos que se mezclaron con la sombra de la pelirroja haciéndola más oscura de lo normal, cerró el portón de su casa y regresó a su hogar para leer los documentos.

Naruto se encontraba viendo el árbol genealógico de su familia, y donde estaba el nombre de su madre y su padre solo salía una rama con su nombre, Minato no aparecía en ninguna parte, siempre hacía lo mismo, aveces pasaba varios minutos recordando su camino para llegar a donde estaba actual mente. Se puso de pie revelando que andaba con pantalones anbus sin sandalias, a pies desnudos.

se acercó a un costado del dojo y tomó una boken, y se regresó al centro del dojo, rápidamente lo rodearon 5 hombres vestidos de la misma manera, ellos eran su escolta personal cuando no estaba Nemu con el, según ella eran los más calificados, y nunca le había mentido así que podía entrenar de buena manera.

-"Ataquen"- los cinco no dijeron nada y obedecieron, el choque de madera contra madera sonaba por todo el lugar, Naruto esquivaba y contraatacaba, era obvio que sus escoltas fueron elegidos con cuidado ya que a la más mínima apertura en su defensa atacaban a matar. La puerta del dojo fue abierta por una de las sirvientes abriendo paso a Mikoto que venía a visitar a su hijo, de vez en cuando observaba su entrenamiento, recordaba muy bien el estilo de pelea de su difunto esposo, era brutal, lo principal era destruir a sus enemigos sin importar que saliera lastimado, pero el estilo de su hijo era diferente, el era silencioso, tranquilo como lago, pero así mismo era mortal, desde temprano fue respetado en el clan, ya que Naruto era lo que necesitaba el clan, muchas vidas se perdieron en el periodo de liderazgo de su padre, pero con Naruto las cosas cambiaron, ahora si eran ninjas, todos sin restar a nadie, excepto ella, todos aprendieron a defenderse y a matar, fue así que lograron llegar a ser la guardia personal del Damyio ganando el favor de este, salió de su pensamiento al ver a Naruto de rodillas con sangre cayendo de su frente, pero al ver el estado de los otros cinco, todos tirados lejos de hijo, estaba por acercarse a el pero fue Nemu quien se acercó a su hijo, siempre era lo mismo.

-"Naruto sama, Hokage sama ordenó una reunión con el, en media hora debe estar en su oficina"- informó mientras sanaba la herida en la frente de su figura paterna.

-"Ya veo, ambos iremos, me bañaré y vamos" Naruto al estar sano se puso de pie y salió seguido por Nemu, inmediatamente dos sirvientas ingresaron sanando a los hombres que se encontraban tirados en el suelo, Mikoto siguió a su hijo para averiguar de que  se trataba la reunión con el Hokage, a lo que llegó al cuarto de Naruto, ingresó y se encontró con Nemu ordenando la ropa que utilizaría Naruto, tomó asiento en una sillón que había en el cuarto y esperó a su hijo.

Naruto estaba parado bajo la lluvia refrescándose, ya sabía a que venía esta reunión, estudio demasiado para poder estar preparado para cualquier cosa, lo mismo con lo que tenía que ver con su hermano, todo lo que en vida fue de el pasó a ser de Kushina, para que ella administrara los vienes como ella estimara mejor, con las riquezas del clan Senju fue lo mismo, todo lo que alguna vez reunió el primer y segundo Hokage, gran parte se unió a las arcas de la aldea y una pequeña parte cayó en las manos de la única Senju con vida que para desgracia de todos sus ancestro todo lo perdió excepto por el collar del primer  Hokage, esta vez nada se le fue quitado a la Uzumaki y a su sobrina, cuando terminó  se secó y se enrolló desde la cintura con una toalla, salió y se encontró con Nemu y a un costado de su cuarto su madre, fue a la cama y recogió su ropa, después se fue a un cubículo y se comenzó a vestir.

-"Qué necesita Mikoto san?"- la nombrada miró en dirección al cubículo.

-"Quería consulta, si sabes de qué se trata la reunión con Hokage sama? y si ya tienes información de Kushina y mi nieta"- Naruto guardó silencio pero Nemu fue quien tomó la palabra.

-"Kushina fue dada de alta hoy en la mañana, lo mismo sucedió con la bebé, su nombre es"- abrió su agenda y buscó una página en específico -"Mikoto Namikaze Uzumaki, cuando fueron a su casa se encontraron con que había sido cerrada todo esto en base al congelamiento de los vienes del difunto para el futuro de los descendientes de este, con una intervención de sus escoltas otorgados por Naruto sama, pudo ingresar a buscar sus cosas pero a la salida se encontró con la presencia de Hokage sama y sus escoltas tratando de impedir que Kushina san saliera, ahí intervine yo y le dí una copia de los documentos a Hokage sama y otra a Kushina san, donde todos los vienes de Minato san pasan a ser de Kushina san y lo más probable que ese sea el tema de la reunión"- Detallado como siempre, el trabajo de Nemu siempre ha sido perfecto, otra cosa que Naruto inculcó en ella, la perfección.

-"Ya veo, me alegra que mi nieta lleve mi nombre"- Naruto la observó un instante y cerró los ojos, ya se encontraba listo así que salió del cubículo, se dirigió a la salida del cuarto y la pelinegra le siguió.

-"Naruto chan yo"- pero vió como su hijo se detuvo y la miró sobre el hombro.

-"No se preocupe Mikoto san, nada le faltará a su nuera y a su nieta, la descendencia de Minato recibirá lo que el nunca pudo recibir, quede sin cuidado, nunca olvido mis obligaciones ni mis compromisos, ya que si fuera todo lo contrario no la hubiera rescatado del lugar donde la dejó mi padre"- Mikoto asintió bajando la cabeza, solo recordar ese lugar hacía volver el temor a su cuerpo, su infidelidad la pagó a un muy alto precio, no fue solo un ojo lo que perdió, si su hijo no hubiera vencido y asesinado a su padre en batalla jamás hubiera podido siquiera saber de su nieta.

-"ya veo, no te interrumpo más"- Naruto siguió su camino ignorando la presencia de su madre, jamás se comportó como una y no tenía sentido comenzar ahora.

-"Mikoto sama, es hora de su tratamiento"- una de las sirvientas se acercó a la mujer mayor y le indicó que la siguiera por el pasillo, Mikoto asintió y la siguió.

Camino a la torre Hokage se encontraba Naruto caminando acompañado un paso más atrás por parte de Nemu, ambos avanzaban en silencio, ignorando las miradas pervertidas de los hombres a la pelinegra como de las mujeres al pelirubio, otros estaban sorprendidos de las semejanzas entre su difunto cuarto Hokage, pero su mirar era diferente.

-"Nemu chan quiero que envíes a un rastreador por nuestro espía, busca su nido para que después le prendamos fuego"- Nemu asintió y desde la sombra de la pelinegra salió un anbu sorprendiendo a los civiles que estaban presentes, pero ellos decidieron seguir ignorando el entorno.

Llegaron a la torre Hokage y se dirigieron a la oficina de Hiruzen donde los esperaba un anbu con mascara de gato pero con más colores en el diseño, lo ignoraron e ingresaron siendo la puerta cerrada por fuera, el anbu que cuidaba la puerta se comenzó a hundir en el suelo ignorando como desde el pasillo se acercaba una pelirroja con un bebé en brazos.

-"No me iré con rodeos Namikaze, no quiero que actúes como si mi autoridad no tuviera ningún valor, nadie está por sobre la ley, la próxima vez que lo hagas deberé enseñarte de manera no tan civilizada el orden jerárquico de la aldea"- Naruto no reaccionó a ninguna de sus advertencias, se mantuvo tan impasible como ingresó, lo mismo sucedía con Nemu, era obvio que Hiruzen se sentía pasado a llevar, pero olvidó que el no respondía al Hokage si no al damyio.

-"Es que no tiene ni valor ni peso, desde casi el origen del tiempo con la gran idea del primer Hokage de darle la opinión a los civiles que nunca pudo llevarse a la aldea a un nivel superior al actual, eso y que su gran y adorado primer Hokage fue es y será el mayor genocida del continente elemental, repartiendo los bijuus para lograr la paz, si como no, pero no lo culpo Hokage, descubrir recién que todos pasan sobre usted, ya que no creo que sus consejeros que trabajan en conjunto con los civiles le revelaran que de a poco le van quitando el poco poder que le queda a su puesto, en cuanto a lo sucedido con Kushina, no espere que me quede sentado cuando veo que la esposa de mi hermano sufre alguna necesidad o sea victima de una injusticia, haré lo que sea por Kushina Uzumaki, derramar sangre si es necesario"-

La puerta de la oficina fue abierta por la persona menos esperada, en la entrada se encontraba Kushina, en primera instancia entró para ver quien la defendía y ayuda pero ahora estaba arrepentida, y de forma inconsciente abrazó a su hija, nadie al interior de la oficina reaccionó hasta que apareció Neko para detener su avance, pero nuevamente fue detenida por los anbus con mascara roja, Hiruzen observó a Naruto, esto era el colmo, ya no solo debía soportar a los anbus de Danzo, ahora Naruto también se sumaba a la lista.

-"Naruto kun"- susurró Kushina, no quería verlo menos ahora que regresaba a su mente con tanta fuerza, era como si el destino tratara de probarla, pero no tenía las fuerzas siquiera para verlo a sus ojos.

-"Kushina"- Naruto trató de acercarse pero la pelirroja retrocedió, al parecer no quería saber nada de el, Nemu miró a la pelirroja, algo le había contado Naruto sobre un encuentro casual con una jounin de la aldea de la hoja, una semana estuvieron acompañándose, finalmente ella terminó casándose con Minato Namikaze el hermano de su figura paterna y Naruto no insistió más, pero ella seguía en su corazón, Naruto dejó de ver a la pelirroja y nuevamente observó a Hiruzen que igualmente estaba serio -"ya hablamos lo suficiente, yo no estoy aquí por gusto Hiruzen san, tengo un encargo especial que debo cumplir, ya después de eso, si es que llego a tener lazos con esta aldea me quedaré o simplemente me marcharé, si me disculpa tengo cosas más importantes que hacer que inflar su minúsculo ego"- Nemu hizo una leve reverencia y acompañó a Naruto, este se detuvo al lado de la pelirroja sin mirarla -"Lamento su perdida Kushina"- y siguió su camino. 


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