A Glimpse into the Past...
La pacífica tarde, bañada por el sol del ocaso, pronto se convirtió en un escenario sangriento.
(...)
El imperio de los dioses, Elysium, ahora era testigo del desencadenamiento de una guerra del bien y el mal en el mundo mortal. La tierra favorita, Arcadia, estaba siendo destruida entre los ataques de dos seres iracundos, polos opuestos. Toda la noche se iluminaba por el fuego alimentado en ese campo de batalla.
¿Pero cómo se había llegado a ese punto, si antes todo era paz?
(...) La balanza se había inclinado. Contra el suelo estaba herido el enemigo, la destrucción y oscuridad personificada, y sobre su pecho se apoyó su némesis, la creación y luz pura, poniendo la hoja afilada de su espada en su cuello.
— Se acabó, Ascian... Detendré toda tu maldad y caos. Tu terror acaba ya, no volverás a herir a nadie.
Ascian soltó una leve risa amarga, mientras tensaba su mandíbula y miraba a los resplandecientes ojos del contrario.
— ¿Mi maldad? ¿Soy malo porque quiero venganza? ¿Soy malo porque me opongo a tu estúpido juicio?
— Quieres un derramamiento de sangre que no es justo. Solo quieres muerte, no te importan las vidas inocentes, no te importa nada.
— De verdad... Te has vuelto como Ella. Te ha lavado el cerebro esa maldita aparecida, Ashkan.
— No te metas con Ella —apretó más la hoja de su espada contra el cuello del ser oscuro—. Un demonio como tú no tiene derecho de manchar a alguien tan honorable como Ella.
— ¿Honorable? —la ira de Ascian surgió de nuevo— ¡¿Honorable, dices?! ¡Ella mató a Onyx! ¡La asesinó cruelmente, a ella y a mi hija? ¡¿Y la llamas honorable?! —forcejeó con él sin importarle el dolor de sus heridas mortales, o si su enemigo amenazaba con cortarle el cuello— ¡No te atrevas a burlarte así!
— ¡Eso no fue lo que ocurrió, Ascian! Por favor-
— Ni siquiera en este momento me crees... Ashkan, esa maldita arpía me quitó a la mujer que yo amaba. M-mi diosa está muerta por su culpa. Y n-nuestra hija... ¡LA MATÓ, LA MATÓ!
— ¡BASTA!
El silencio y la tensión se apoderaron de ellos. Ascian derramaba lágrimas de rabia, y Ashkan estaba molesto e indignado. El primero alzó su mirada, y a lo lejos, en un enorme palco de nubes, pudo ver a aquella silueta femenina imponente observarlos.
Ella.
Toda esa discordia era solo un espectáculo para Ella.
(...) Por eso, aquel ser oscuro sintió su sangre hervir como lava.
— Por favor, Ascian. No quiero que esto siga —susurró Ashkan con algo de dolor en el interior—, no quiero...
— ... Lo siento, Ashkan. Pero no pienso detenerme. La mataré, haré que se arrepienta de existir, y haré que todo Elysium arda en las llamas de mi odio —sus oscuros ojos cobalto se llenaron de más penumbra—. No me importa, si alguien se interpone, lo destruiré. Y si ese alguien eres tú... Ten p-por seguro que te mataré como al maldito traidor que eres.
— No puedes —apretó su rodilla en su pecho para hacerlo quejar y encogerse con debilidad—. Yo no lo permitiré.
Ascian botaba sangre oscura por su boca. No podía escapar (...) Los dos mundos estaban expectantes.
— Muy bien... M-más te vale escucharme —sus pupilas se dilataron más, reflejando la oscuridad de su alma— ¡Este es mi decreto! Mi legado continuará con mis demonios. Condeno al imperio de los dioses a sentir mi ira eterna... Si he de ser asesinado por la mano de aquel en quien tanto confié, que así sea... —su voz se tornó más rugosa y fuerte— Pero entonces, mi sangre será digna del mejor sucesor de mi reino (...); mi poder y mi corona serán suyos, y así, llevará mi odio a todos ustedes... ¡Rogarán por piedad! ¡Y nadie podrá detenernos!
En medio de lágrimas, aquel resplandeciente dios pasó su espada por el cuello de su enemigo...
...
Desde sus enormes aposentos hechos de nubes y oro, la innombrable Emperatriz observaba el momento decisivo (...) Vio la cabeza de su enemigo rodar con su sangre sucia, y esbozó una sonrisa. La victoria era suya.
— El Rey de los Demonios ha muerto, mi Señora —comentó su fiel faerie servidora a su derecha, tomando notas de los hechos como si se tratara de algún experimento.
— Excelente.
A su izquierda, un nuevo faerie a su servicio también mostraba un gesto complacido— Sin duda a su Excelencia le hubiese encantado presenciar esto.
— Lo sé —levantó su misteriosa mirada, seria como siempre, hacia la infinidad del cielo de su imperio—. Aunque créanme... (...) Ya debe estar observándolo todo.
Ambos faeries sonrieron ante las palabras de la Emperatriz y también miraron al hermoso cielo nocturno (...) con esperanza.
La esperanza de un nuevo orden.
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Hola mis querid@s :3
Aquí tienen una sorpresita de mi para ustedes 😘
Fue algo que preparé todos estos meses que estuve ausente, muchas cosas pasaron respecto a mi lore 🫠 y por eso me tardé en publicarlo, sé que no es mucho, pero ahí se los dejo 🤠✨
Crimson: *se asoma* Ah claro, a ellos les das regalo pero a mí no, desgraciada >BV *señala hacia los lectores* y ya sé que todos ustedes también se olvidaron de mí, traidores Ò_Ó
Mira, no fue intencional :'v (contexto: olvidé su cumpleaños el 30 de noviembre 👍)
Crimson: Ni fii intinciinal ajá (¬_¬ )
A ver, ese día estaba colapsando por la uni, terminando mi semestre y cagándola, si es que eso te da confort (? :)
Crimson: Ja, bien hecho por desgraciada >Bv, te hubieses acordado de mí y hasta yo te habría dado buena suerte :p
Lo dudo, pero bueno xd
el asunto es que ya te daré un regalo, e invitaré a tus amigos, ok? :')
Crimson: Yo ya celebré con mis amigos allá abajo, o es que crees que me iba a amargar por ti? :p aparte, recibí muchos regalos, no necesito de los tuyos pa que veas :)
Hirsch: *se asoma también por una esquinita* El único regalo que recibió fue una orden de captura para sentenciarlo a muerte, cuéntales hijo mío 🥰
Crimson: *activa modo asesino (?* VEN AQUÍ MALDITO VIEJO DECRÉPITO-
Mucho caos por hoy :') *corta las cámaras*
Nos leemos después *susurra en ASMR (?*
Bye~ ^-^
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