CAPÍTULO 18
10 am y ya estábamos casi todos en la recepción del hotel desayunando.
Se notaba la diferencia entre los que habían podido descansar bien y los que no.
En lo personal yo no pude ni pegar un ojo luego de haberme acostado en la cama. No pude dejar de repasar recuerdos en mi mente que no me dejaban cerrar los ojos por miedo a soñarlos.
Aarón, quien estaba sentado a mi lado, no hacía otra cosa que mirar la caja de cereales que tenía enfrente. Estaba ojeroso y traía varias marcas en el cuello y escote que quedaban a la vista ya que vestía una musculosa negra.
—Veo que la pasaste bien anoche. —concluí en voz alta luego de escanearlo.
—Te juro que no recuerdo nada —restregó su rostro con frustración y se dio una pequeña cachetada para reaccionar—. Me pegó fuerte la bebida. Necesito un café urgente.
—Yo te sirvo uno —se ofreció Luke quien parecía estar en perfecto estado.
Según tenía entendido el y Katherine se habían vuelto temprano también.
Los que estaban como nuevos eran Jade y Caleb, quienes andaban en un rincón, ambos de pie, conversando.
Victoria apareció en el panorama, ya vestida, el cabello atado en una cola alta y la cara lavada. Parecía estar como nueva.
Se acercó a Luke y éste le alcanzó un vaso de café.
—Que gran noche, me hacía falta —suspiró en un tono audible luego del primer sorbo.
—Si, se notó lo bien que te la pasaste —apuntó Aarón como si hubiese visto algo que valiera la pena recordar.
—La vida es una, como para no disfrutarla —cambió de tema la pelinegra y se fue a buscar una manzana—. Fue un lindo momento para escapar de la realidad, ya hoy nos toca nuevamente hacer el trabajo sucio.
El trabajo sucio, que excelente forma de describirlo.
Nos tocaba tomar la gran decisión de lo que haríamos para escabullirnos dentro del templo de las deidades.
Teníamos dos opciones definitivas: la primera, hacerme pasar por una especie de Diosa súper poderosa para ganarme el respeto y admiración de esta gente, la cual iba a necesitar de una buena planificación.
La segunda, era volver a contactarnos con la organizadora de aquella fiesta clandestina y probar suerte de que Asier Uselay se sintiera bondadoso y quisiera adoptarnos para formar parte de su bando. Esta opción era pura especulación, definitivamente no la apoyaba.
—Terminen de nutrirse y empaquen que nos marchamos. —anunció Jade con una sonrisa de oreja a oreja.
—¿Iremos a colarnos dentro del Templo de las Deidades en plena luz del día? —Interrogó Victoria.
—Si. No hará falta hacer demasiado escándalo para entrar —Comenzó Caleb—. Utilizamos uno de los drones de Luke y encontramos un punto débil de ingreso bajo la planta de agua que tienen.
—¿Tienen agua potable y todo? —Se sorprendió Mila—. Con razón nadie se queja de vivir allí dentro.
—Si. —Reanudó mi hermana—. La idea sería colarnos por allí y verter este líquido dentro del contenedor donde se almacena la reserva en caso de escasez. Al llegar la noche sabotearemos la energía de la planta para que tengan que hacer uso de esta agua que estará intervenida.
—¿Y qué se supone que hace ese líquido? —Señalé el pequeño tarro de vidrio que sostenía Jade en su mano. Tenía un color amarillento nada llamativo.
Definitivamente había aceptado ser parte de esta misión a ciegas, porque estaba confirmando que no tenía idea de la mitad de las cosas que se llevarían a cabo.
Sabiendo que no me tocaba el papel de líder esta vez tampoco me tomé mucho la molestia de consultar cada detalle.
—Es un suero adormecedor. La idea es que la gente lo consuma y en medio de la noche mientras duermen quedarán completamente noqueados por veinticuatro horas.—Concluyó ella.
—La idea sería permanecer activos y asegurarnos de que por lo menos la mayoría esté bajo los efectos del suero —agregó Caleb.— A partir de entonces Autumn podrá proceder y con su equipo venir a recolectar a toda esta gente.
—Está loco. —Sentenció Colin—. ¿Acaso sabe la cantidad de gente qué hay allí dentro? No se me ocurre como podrá distribuir a todos si solo tiene veinticuatro horas.
Al parecer no era la única que estaba poco informada.
—Nosotros solo hacemos lo que nos ordenan, y si tan fácil suena, hagámoslo de una vez así terminamos con todo esto y puedo volver con mi mujer antes de que nazca mi bebé —. Dijo Caleb guardando el suero dentro de una caja cilíndrica de acero.
Llegamos al inmenso paredón de concreto que bordeaba el Templo de las Deidades. Parecía tener una forma ovalada y se veía cortado en medio por una gran reja negra con dos personas custodiándolo.
Nosotros nos movimos por la parte trasera del establecimiento. Entre escombros, edificios y árboles, nadie notaría nuestra presencia como algo fuera de lo normal. Al fin y al cabo era la primera vez que no nos sentíamos diferentes al resto.
Dejamos los vehículos dentro de lo que parecía ser un antiguo garaje para vehículos acuáticos, y descendimos de allí con lo necesario para pasar la noche a escondidas.
Quedamos frente a una rejilla de hierro grueso y oxidado. Al parecer era una especie de desagüe en desuso y el único punto de ingreso no vigilado.
Me llegaba a la altura de la cintura y su ancho era más que suficiente para que dos personas pasaran a la vez.
—Katherine, ¿nos concedes el honor? —Le pidió Colin haciéndose a un lado.
—Por supuesto que sí —respondió la rubia sonriente. Agarró dos barrotes y de a poco comenzó a doblarlos.
Parecía estar costándole.
—¿Qué pasa? —Pregunté dudosa. Nunca antes la había visto batallar para resolver alguna cuestión que involucrara fuerza bruta.
—Juro que me está costando horrores abrir esto —Confesó y soltó los barrotes para limpiar el sudor de sus manos—. Intenta tu, Scarl. Es muy extraño.
Dejé mi mochila en el suelo y agarré los pedazos de hierro que Katherine ya había conseguido doblar.
Sentí una extraña vibra apenas hizo contacto con mi piel, como si algo o alguien me estuviera privando de usar mis poderes.
Hice un primer intento y obtuve el mismo resultado fallido que mi amiga.
—Algo está mal aquí —confirmé—. Me siento extraña, este lugar no me está transmitiendo una buena vibra.
Por un momento sentí como se congelaba la imagen de mis amigos y nuevamente volteé hacia la gran reja.
No pude creer la figura que tenía en frente, allí estaba Ares, al otro lado sonriéndome y esperándome.
—Te estás tardando muchísimo, Scarl —relamió sus labios, impaciente y se cruzó de brazos.
—¿Qué haces aquí? ¿Eres realmente tu, o mi cabeza me esta jugando una mala pasada? —pregunté dudosa, sintiendo como los ojos se me humedecían de a poco. Cuando algo tenía que ver con él no podía evitar sentirme invadida de muchas emociones.
—Hace días que estás aquí, vagando por este mundo de locos, mientas que yo estoy allí solo —ignoró mi pregunta y continúo hablando—. Me dejaste, Scarl. Me abandonaste vulnerable frente a una persona muy poderosa.
—¿De qué estás hablando, Ares? —No entendía como estaba siendo capaz de modular. Me estaba costando horrores seguirle el hilo.
—El te controla, te amenaza, te manipula ¿No te recuerda a alguien? Vuelve conmigo y protégeme.
—¿Estás hablando de Asier Uselay? ¿Crees que es peligroso?
Ares se quedó callado allí a la distancia. Que impotencia sentía al no poder cruzar para acercarme a él.
—¡Ares, respóndeme! —ejercí una fuerza sobrenatural sobre los barrotes y estos empezaron a doblarse, generando un gran estruendo.
Sentía el cuerpo hirviendo y mis ojos calientes a más no poder.
Crucé una pierna al otro lado pero cuando levanté la cabeza ya no estaba. Ares había desaparecido.
Sentí una mano en mi hombro que se apoyó con suavidad y pronto tomó mi muñeca para acercarme a él y abrazarme. Colin parecía triste, ¿habrá visto a su hermano también?
—Buen trabajo, Scarl —me alentó Caleb y no pude obviar su mueca de preocupación.
—¡Madre mía, tus ojos! —Se asombró Victoria dirigiéndose a mi
—¿Qué ocurre con ellos? — Indagué, aún sintiéndome extraña. Sentía mis manos nerviosas, como si una chispa de electricidad estuviera corriendo por mis venas.
—Los tienes increíblemente rojos, Scarl —tragó saliva sin dejar de mirarme.
—Te brillan los ojos, amiga —Mila me agarró por el rostro para inspeccionarme—. Nunca antes había visto esto.
—De seguro se calmarán en un rato, andando que hace calor —me zafé de su agarre e inicié la marcha.
No podía verme en un espejo pero sabía perfectamente que algo extraño estaba ocurriéndome. Ya había desarrollado una gran capacidad para comprender los momentos en los que mi cuerpo estaba cambiando y estaba segura de que algo estaba queriendo evolucionar en mi.
Actualización bebés hermosossss❤️
Si me disculpan me voy a escribir el próximo jeje, esta intriga con saber qué le está pasando a Scarlett me está matando.
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