Una partida de Konoha


Casa Namikaze/Uzumaki – mediodía

Kushina se encontraba en la cocina buscando algo adecuado para poder preparar para la comida, desde hace dos semanas se había concentrado en preparar comidas más sanas y balanceadas para sus hijos, pues uno de sus bebes era demasiado bajito para su edad y aunque en los últimos meses ya había crecido unos buenos 8 cm, seguía siendo bajito, por lo cual tenía que comenzar a cuidar su alimentación, aunque eso significara un sacrificio para toda la familia en general, pues su esposo, su hija y ella misma amaban comer ramen con la misma frecuencia que su hijo, tenían que sacrificarse y aceptar el cambio, cuando esta por tomar algo de verdura escucha como alguien llama a la puerta.

- ¡Yo voy Okasan! – grito Natsumi que se encontraba viendo la televisión en la sala.

Kushina regreso a lo que estaba, donde solo pudo recordar con un gran orgullo como sus bebes intervinieron para salvar a sus amigos en el momento más oportuno y mejor aún, el gran dominio que ambos en sus respectivas habilidades, donde se sintió feliz de que ambos no dependieran del poder del zorro, si bien fue su esposo y ella misma quienes los alentaron a usar dicho poder, ambos siempre quisieron que lo usaran para mejor el propio y así mejorar sus habilidades, no que fueran completamente dependientes de ese poder, tal y como Menma lo uso en su encuentro, aunque aún seguía impactada por ese hecho, como Jinchuuriki, el Chakra del usuario se fusiona con el de la bestia al momento de ser liberado, poder separarlos de semejante manera, demostraba que su control de Chakra era algo irreal, pero su hija no se quedaba atrás, Armadura de Cadena es un Jutsu de alto nivel Uzumaki, ella misma tardo muchos años en dominarla, pero su bebe lo logro en tan solo un año, sonrió por eso, pues a ese paso, pues sus bebes se estaban volviendo ninjas excepcionales.

Natsumi abrió la puerta de su casa y allí estaba su amiga pelinegra, estaba feliz de verla pues desde ayer que no la veía ya que estaba cansada y estuvo todo el día con su familia contando de lo ocurrido, la hubiera abrazado con fuerza y gran sonrisa zorruna, si no fuera porque tenía los ojos bien abiertos y su mandíbula ligueramente caída de la impresión, pues su amiga poco femenina, tenía su cabello completamente suelto y libre de su habitual cola de caballo alta, donde ahora su cabello lacio le llegaba hasta la espalda baja aunque aún mantenía esos dos mechones a cada lado de su rostro, vestía una camisa negra ajustada de cuello alto y sin mangas, que le llegaba hasta un poco más arriba de su ombligo dejando expuesto algo de su abdomen, usaba una falda azul oscuro que le llegaba hasta a la mitad de los muslos y tenía un dobladillo al frente, medias negras que llegaban hasta el borde de la falda, en su pierna derecha su porta kunai, unas sandalias ninja de tacón alto de color azul con la suela y tacón de color blanco.

Satsuki tenía un liguero rubor en sus mejillas, pues se sentía extraña por su nuevo estilo de ropa, en verdad le gustaba, pero se sentía muy extraño y la mirada de su amiga escaneándola con asombro no ayudaba en lo más mínimo.

- Hola Natsumi – saludo ya cansándose de que su amiga no dijera nada.

- H... Hola Satsuki, oh cierto, pasa, pasa por favor – dijo saliendo de su asombro por el nuevo conjunto de su amiga.

- Gracias, ¿se encuentra Menma en casa? – pregunto entrando y dirigiéndose a la sala.

- Si, Menma-nii se encuentra en su habitación leyendo unos pergaminos del Sabio Pervertido – respondió con tranquilidad siguiendo a su amiga hasta que algo hizo clic en su cabeza y le sonrió de forma picara a su amiga – Satsuki, ¿Acaso viniste porque decidiste aceptar las invitaciones de Menma-nii para una cita?

- Ja no tiene tanta suerte – contesto con rapidez, frunciendo el ceño y cruzándose de brazos – eh venido porque quiero agradecerles a los dos por ir en mi rescate – agrego suavizando su mirada – ya fui al hospital y le agradecí a todos, solo me faltan ustedes, sé que vieron forzados a detenerse para salvar a nuestros amigos, pero aun así fueron directamente a salvarme, muchas gracias, en verdad lo valoro, eres una gran amiga Natsumi.

- No, no tienes nada que agradecer, somos compañeras de equipo y aún más importante, somos amigas – afirmo con una enorme sonrisa, pues finalmente se sentía cercana a sus compañeras de equipo como verdaderas amigas – jamás permitiría que algo te pasara si es que puedo evitarlo, eso hacen los amigos – agrego dando unos pasos al frente para abrazar a la pelinegra.

- Muchas gracias – dijo regresando el abrazo a su amiga, para después romperlo – sabes, somos mejores cuando no somos unas perras arrogantes – comento con una risita.

- Ni que lo digas, tú la tuviste barata, a mí me dieron la paliza de mi vida para luego casi hacerme explotar, tuve un shock emocional entre otras cosas para darme cuenta de que estaba haciendo las cosas mal – comento con una sonrisa nerviosa mientras fingía que se estremecía de dolor.

- Creo que tienes razón – murmuro entre risas, pues comparado con la pelirroja no le fue tan mal, aunque si se llevó una buena paliza – ahora sigue el tonto de Menma, ¿El ya...?

- Si, también entendió lo mal de su actitud, aunque creo él la tuvo mucho peor que yo – respondió un poco cabizbaja por su hermano, pues lo siguió una vez que fue al bosque y lo encontró llorando, de inmediato se apresuró y lo abrazo intentando consolarlo, pues aunque su hermano rubio los hubiera dejado estar en la fiesta de hace una semana, aun se sentían mal consigo mismos – le agradara saber que viniste para agradecerle y que lo ves como a un amigo, eso sin duda le levantara el ánimo, pero te recomiendo aclarar lo de amigo, podría enamorarse de ti por tu nuevo estilo de ropa, jeje.

- Pues lo lamento por él, pero no tendrá suerte... no es mi tipo de pelirrojo – comento con una sonrisa, aunque murmuro lo último.

- Podrás haber cambiado tu estilo de ropa, pero sigues siendo la misma chica sin tacto de siempre – comento Menma con algo de burla sentado en el sillón de la sala, su codo recargado en el reposabrazos y su mejilla apoyada en su mano, cuando las dos chicas se giraron para mirarlo les regalo una sonrisa zorruna.

- ¿Hace cuánto que estas sentado ahí? – pregunto Natsumi con una ceja levantada.

- Desde hace un tiempo – respondió Menma con burla, para ponerse de pie y caminar hasta la pelinegra – me alegra mucho que estés bien, en verdad lamento no haber podido alcanzarte para ayudarte contra ese loco de los huesos que menciono tu gemelo – se disculpó con la mirada baja y realmente arrepentido.

- No te preocupes, fuiste en mi rescate y te viste forzado a detenerte por ayudar a nuestros amigos – comento Satsuki con una media sonrisa – recuerda lo que Kakashi nos dijo: Aquellos que rompen las reglas son basura, pero aquellos que abandonan a sus camaradas son peor que basura. Nunca me abandonaste y tampoco abandonaste a nuestros amigos, eso te hace un gran ninja y un buen compañero y amigo – agrego abrazando al pelirrojo.

- Muchas gracias – murmuro Menma sintiendo como un peso enorme se esfumaba de su corazón al sentir que si tenía amigos en que confiar – entonces ¿Qué clase de pelirrojos son tu tipo? – pregunto rompiendo el abrazo y mirando con diversión como la pelinegra se sonrojaba, pues puede que su hermana no la escuchara, pero él tenía mejor desarrollado su audición.

- ¿Es eso cierto Satsuki? ¿Estas enamorada de un pelirrojo? – pregunto Natsumi con una gran curiosidad y mirando fijamente a su amiga con grandes ojos azules que parecían brillar de emoción.

- E... eso... eso no es de su incumbencia y yo nunca eh dicho que me eh enamorado de nadie – respondió Satsuki cruzándose de brazos y girando la cabeza a otro lado con un liguero sonrojo.

- Haber, en la Aldea que yo sepa no hay nadie pelirrojo salvo yo, así que posiblemente se trate de alguien de otra Aldea – murmuro Menma con una mano sobre su mentón y con los ojos cerrados intentando recordar a alguien pelirrojo.

- ¡Que ni se te ocurra! – grito Satsuki roja de la vergüenza mientras saltaba y sujetaba a su amigo con una llave, pues por muy idiota que quisiera que fuera, sabía que no lo era y no tardaría mucho en dar con la respuesta.

- ¡Oye suéltame! ¡¡Duele! – pidió Menma con una lagrima en su ojo, pues su amiga en verdad era fuerte con su agarre.

- Tal vez Sakura sepa y estoy segura de que le encantara saber sobre tu nuevo outfit a causa de un chico – comento Natsumi con una sonrisa zorruna mientras corría hacia la salida.

- ¡No, espera! ¡Natsumi por favor no! ¡No me dejara vivir tranquila si se entera! – rogo Satsuki mientras soltaba a su amigo y corría tras su amiga.

- ¡¿Entonces admites que es verdad?! – grito Natsumi con diversión sin dejar correr.

- ¡Cállate! – rugió Satsuki completamente sonrojada.

- ¡Oigan no me dejan! ¡Yo también quiero saber! – pido Menma que perseguía a las chicas por las calles de la Aldea.

Los tres iban corriendo y gritando por toda la Aldea mientras se dirigían a la casa de su cuarta compañera, entre gritos y reclamos, los tres tenían sonrisas enormes en sus rostros, pues al fin, después de tanto tiempo, se sentían como un auténtico equipo, pero más importante aún, como verdaderos amigos, donde podían confiar plenamente en el otro con sus vidas, ese pensamiento hizo que las sonrisas de los tres crecieran aún más.

Torre Hokage – oficina del Hokage

Minato se encontraba sentado en su asiento revisando algunos documentos, más específicamente los documentos que eran sobre la inclusión de esa chica Tayuya a la Aldea, aun desconfiaba de dejarla permanecer en la Aldea con tanta tranquilidad en especial por lo ocurrido durante la invasión, pero Naruto junto con Karin habían presentado un informe bastante detallado y confiable, donde la chica sin saberlo fue expuesta a sus habilidades de censores para comprobar que tanto se podía confiar en ella y sorpresivamente, si podía ser de confianza, el Son rubio insistió mucho en dejarla bajo su cargo pues ella así lo pidió, donde informo que el mismo se encargaría del consejo, pero eso nunca pasaría, pues como Hokage sabía que nadie sabía quién era esa chica y mucho menos su papel durante la invasión, salvo sus Anbu, pero fuera de ellos, la pelirroja podía pasar desapercibida por la Aldea, confiaba en su autodenominada sobrina y en el Son rubio, donde si decían que podía confiar confiaría.

El Hokage sabía muy bien de las repugnantes habilidades de persuasión de ese Sannin traidor, por lo cual no le cabía la menor duda de que la pobre chica pudo haber sido engañada y manipulada toda su vida, pero aun así tendría un equipo de Anbu observándola solo por precaución y de forma temporal, solo hasta que sus pocas sospechas se esfumasen, aún quedaba el hecho de ¿Cómo se lo contaría a su amada esposa?, otra Uzumaki claramente la pondría feliz, amaría saber que otra miembro de su clan estaba en la Aldea, pero no sabía cómo tomaría la noticia de que dicho familiar no le importaba ser un Uzumaki o pertenecer a dicho clan y lo más importante, ¿el cómo reaccionara cuando la escuche hablar?, pues obviamente su esposa de fuerte carácter no se quedaría calmada al escucharla, suspiro y rio nerviosamente ante el torbellino de cosas que estaban por ocurrir, pero es sacado de sus pensamientos cuando ve a su sensei entrando por la ventana.

- ¿Ya termino su "investigación" sensei? – pregunto Minato con una sonrisa divertida en su rostro.

- Jeje mi muchacho, eh recolectado tanta información que te estoy garantizando otro excelente libro, sin duda el mejor – respondió Jiraiya con orgullo en su voz e inflando el pecho, aunque una sonrisa pervertida vino inmediatamente después de eso.

- Solo asegúrate de mantenerte lejos de las aguas termales cuando Tsunade-sama este en ellas – advirtió con una pequeña risa por las tonterías de su sensei – ahora con un hijo que puede teletransportarte a la mitad del océano, no creo que sea la mejor idea.

- Hmp ese mocoso no me asusta y debería estar agradecido de que use a su madre como modelo para mi mejor creación – se quejó cruzándose de brazos con un resoplido, pero casi de inmediato dejo su actitud tranquila y puso un rostro serio mientras veía a su estudiante – ahora Minato, es hora de ponernos serios, se han detenido.

- Te refieres a Akatsuki – comento con seriedad mientras apretaba los puños con fuerza en un vano intento de contener su furia.

- Así es, por toda la información que eh recabado, no solo buscan a tus hijos, sino a todos los Jinchuuriki, oh mejor dicho a sus Biju, aun no logro descubrir para que, pero no puede ser nada bueno, además parecen haber parado todas sus actividades – informo con completa seriedad, donde al igual que su estudiante, apretaba los puños para controlar su enojo – posiblemente estén buscando más miembros o recolectando fondos para su organización, solo sé que esta inactividad durara cerca de dos años y medio.

- Itachi ya logro burlar la seguridad de la barrera, muy probablemente gracias a sus años en Anbu, pero ya fue modificada y dudo mucho que pueda entrar de nuevo sin ser detectado – comento aun desconcertado de las acciones del Uchiha, era un chico amable y tranquilo, pero ahora un enemigo de la Aldea y lo que era peor, iba por sus hijos – pero es muy probable que él ya haya deducido que cambien la barrera, donde esa organización puede mandar a alguien más o tomar medidas más desesperadas.

- Ya había llegado a la misma conclusión y por eso estoy aquí – dijo con una mirada confiada y ganando una mirada confundida de su estudiante – Minato, quiero llevarme a tus hijos a un viaje de entrenamiento esos dos años y medio, los volveré excelentes ninjas que podrán defenderse por sí solos de esos sujetos – pidió con nada más que seguridad en su voz.

- ¿E... estas se... seguro sensei? Es mucho tiempo y ¿Por qué no puede quedarse y entrenarlos aquí en la Aldea? – pregunto realmente impresionado por las palabras de su sensei.

- Porque quiero llevarlos al Monte Myoboku, Menma ha demostrado talento natural para los Jutsus de los sapos, quiero ver que tan lejos puede llegar el pequeño renacuajo, a Natsumi también la entrenare en ese arte y ya pase el tiempo suficiente con Kushina y contigo como para poder ayudarla a mejorar con sus cadenas y tus Jutsus de espacio-tiempo – respondió con confianza y una gran sonrisa, para volverse a poner serio – aunque también necesito enseñarles a dominar correctamente el Chakra del zorro, necesitaran todas las armas que puedan tener y conmigo cerca, dudo mucho que esos sujetos se acerquen, además, siendo menos me será más fácil protegerlos.

- Comprendo, tiene sentido, además es imposible que puedan atacarlos en el Monte Myoboku, estarán completamente a salvo, además si se descontrolan no lastimaran a nadie en ese lugar – murmuro con una mano en la barbilla meditando las palabras de su sensei con cuidado – Kushina en verdad estará muy nerviosa por esta decisión pero estoy seguro de que comprenderá que es algo necesario, ¿Cuándo quiere irse, sensei?

- Lo antes posible, necesito aprovechar todo el tiempo que sea posible además de evitar que alguien se dé cuenta de lo que planeo y llegue a los oídos de esa organización – respondió con tranquilidad y agradeciendo la confianza de su estudiante – pasado mañana, les dará el tiempo para poder despedirse.

- Jeje temía que lo dijeras eso – comento soltando un suspiro colocando una sonrisa algo triste, pues separarse de sus hijos pelirrojos por tanto tiempo cuando aún estaban procesando que su primogénito ya no estaría con ellos como su hijo, en verdad sería difícil, pero sabiendo que era por su propio bien, no pudo objetar – iré de inmediato a casa para informárselo a Kushina, sensei, por favor cuide mucho a mis hijos – pidió mientras se ponía de pie y hacia una reverencia.

- Son mis ahijados, si alguien quiere ponerle un solo dedo encima, tendrán el placer de conocer a su creador en la otra vida – aseguro con toda la seguridad del mundo, sabía muy bien de las preocupaciones de su estudiante, pero por nada del mundo permitiría que algo les pasara a esos pequeños pelirrojos.

Sala de interrogatorio – cuarto especial

En un cuarto especial de interrogatorio, se encontraban dos médicos de Konoha tomando nota y evaluando la condición de su paciente y prisionero, un chico peli-naranja que se encontraba en medio del cuarto en una camilla con su cuerpo vendado en casi su totalidad por la cantidad de heridas con las que fue traído, aún no había despertado desde que llego, dando así la oportunidad perfecta de tratar sus heridas sin muchas complicaciones, además de colocar varios y muy poderosos sellos supresores de Chakra en todo su cuerpo ya que al parecer ese chico no era alguien normal, donde como medida de seguridad extra, se le encadenaron manos y pies a la camilla, por si despertaba. Todo estaba bien y era de rutina para los dos médicos, hasta que el peli-naranja comienza a moverse y soltar gemidos de dolor, prueba de que estaba por despertar.

- Informa a Ibika-san que el prisionero está despertando, él, Naruto-sama y Sasuke-sama pidieron hablar con este chico tan rápido como despertara – ordeno el jefe médico con calma mientras tomaba un portapapeles y anotaba el estado del chico.

- Como ordene – dijo el asistente médico, saliendo de la habitación en busca del interrogador.

El medico en jefe procedió a tomar nota de las constantes clínicas del prisionero, le tomo varios minutos tomarlos, donde todo parecía estar en orden, aunque su frecuencia cardiaca parecía un poco más elevada de lo normal, pero nada de qué preocuparse, luego procedió con el escaneo en busca de la marca maldita del Sannin traidor, aunque para su confusión, por más que buscaba, no la encontraba por ningún lado, según reportes, esa marca por lo general se encontraba en cuello, pecho o nuca, pero por más que buscara no lograba encontrar nada.

Jugo comenzó a abrir lentamente los ojos, sintiendo su cuerpo tan pesado y adolorido como nunca, donde espero unos momentos hasta que su vista comenzó a aclararse y se dio cuenta que estaba en una cama en un cuarto extraño, con lo que parecía un médico a su lado tomando notas, intento incorporarse y se dio cuenta de que sus extremidades estaban siendo sujetadas con fuerza por lo que parecían ser cadenas, cosa que lo comenzó a poner nervioso y desesperado.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué me está haciendo? – pregunto Jugo muy nervioso mientras forcejeaba intentando liberarse, pero sus preguntas cayeron en oídos desinteresados, la desesperación comenzó a crecer en su cuerpo a la vez que la ira tomaba control de su ser – ¿La cabeza o las piernas? ¿Qué te arrancare primero? – pregunto convirtiendo su rostro alarmado en la de un maniático – definitivamente las piernas, así podre ver cómo te llenas en un charco de sangre y luego te arrancare la cabeza.

El medico siguió ignorando los disparates del prisionero y prosiguió anotar en sus notas, conductas bipolares y muy marcadas, aunque detiene su actividad cuando ver como en el cuerpo del chico comienzan a crecer marcas negras cubriendo la parte derecha de su rostro, eso en verdad lo puso en alerta y lo hizo retroceder a la salida, se supone que los sellos en su cuerpo debían impedirle activar la marca maldita.

- Esto no es posible, no deberías de poder concentrar Chakra de esta manera – murmuro el medico asustado y se asustó aún más cuando ese sujeto ahora había roto las cadenas de sus brazos.

- No, la cabeza, definitivamente será la cabeza o ¿Tal vez el corazón? Probablemente el corazón – se cuestionó Jugo mientras tomaba los grilletes de sus piernas y los rompía, aun sentía el cuerpo adolorido y por alguna razón no se sentía tan fuerte como siempre, pero no le dio importancia, solo sería cuestión de tiempo para que sus fuerzas se recuperaran.

El medico al ver al prisionero completamente liberado, corrió a la salida con miedo por ser atrapado por ese fenómeno, donde Jugo no perdió tiempo y se lanzó al frente para arrancarle el corazón a su presa, todo con una sonrisa y risa maniática, pero justo cuando Jugo estaba por matar a su primera víctima, Sasuke aparece en un parpadeo frente a este y le conecta un poderoso puñetazo derecho en el rostro, deformándole la cara en el proceso y mandándolo a estrellar con brusquedad contra el muro opuesto, ocasionando que el cuarto retumbara y el peli-naranja fuera enterrado contra el muro.

- ¿Se encuentra bien? – pregunto Haku preocupada mientras ayudaba a levantar al hombre del suelo.

- Estoy bien, muchas gracias por llegar a tiempo – agradeció el medico reconociendo a la novia de uno de sus héroes.

- ¡¡¡JAJAJAJA!!! ¡¿Eso es todo?! – exclamo Jugo de forma lunática mientras salía del concreto del muro con algo de dificultad - ¡Yo los matare a todo...! – se calló de golpe al ver al levantar la mirada y tener de frente al pelinegro que lo había vencido.

Sasuke tenía el ceño fruncido hacia el peli-naranja, sus puños apretados con fuerza debido al enojo que sentía y su Sora-Sharingan brillando con fuerza, su mirada era simplemente peligrosa y retaba a su prisionero a que diera un solo paso en frente para volver a golpearlo con todo lo que tenía y dejarlo en peor estado que la última vez, Jugo simplemente tenía los ojos abiertos en su totalidad debido al miedo que lo inundaba, comenzó a temblar y sudar, mientras lentamente se deslizaba hacia abajo contra la pared quedando sentado en el suelo, sus marcas comenzaron a retroceder y la ira que sentía desapareció.

- P... por... por favor yo no... - intento decir Jugo, pero debido al miedo y dolor de tener la nariz y labios rotos no le permitían hablar.

- ¿Se encuentra bien señor? – pregunto Sasuke al hombre en la habitación sin despegar su mirada fría y molesta de su prisionero.

- Lo estoy, muchas gracias por ayudarme Sasuke-sama – agradeció el medico ya más calmado.

- El sama es innecesario, Haku y yo nos encargaremos de esto – dijo Sasuke con tranquilidad.

- Muy bien, entonces se los dejo en sus manos, con su permiso – dijo el médico con una reverencia a los pelinegros, para luego darle el expediente a la chica y salir de la habitación.

- Ahora tú – murmuro Sasuke caminando al frente y tomar por el cuello al peli-naranja y levantarlo como si nada, no importándole mucho que este forcejara – ¿Estas segura de esto Haku-chan?

- Completamente, al parecer los médicos llegaron casi a la misma suposición que yo – respondió Haku leyendo el expediente – conductas de bipolaridad es a la conclusión que llegaron, si les hubieras dicho lo de su cambio radical de energía pura y amable a una lunática y sangrienta, sabrían que lo que tiene es trastorno de identidad disociativo – informo con seguridad y mirando al frente – puede que no lo sepa, pero ese sujeto tiene una segunda personalidad, la cual es esa lunática que acabo de presenciar.

- Por favor... yo no quise... ¿Dónde está... donde esta... Kimimaro...? – pregunto Jugo entre jadeos pues le era difícil respirar, pero igualmente preocupado por su mejor amigo.

- Lo sabrás dentro de poco – respondió Sasuke mientras colocaba una mano sobre la cabeza del peli-naranja y cerraba los ojos – por tu bien te recomiendo que no luches o esto te dolerá más de lo que puedes imaginar.

- Ten cuidado Sasuke-kun – murmuro Haku preocupada mientras tomaba algunos senbon entre sus dedos y se preparaba para inmovilizar a ese sujeto si hacia algo contra su amado.

- ¡¡¡AHHHHHHHHA!! – grito Jugo al sentir como si le estuvieran taladrando su cráneo para intentar partirlo en dos, intento hacer lo que le dijeron, intento no luchar pero sentía como algo en lo profundo de su mente estaba ejerciendo resistencia pero lentamente comenzaba a ceder.

Espacio mental

Sasuke abrió los ojos y se encontró con una imagen realmente desconcertante, pues todo a su alrededor era una zona en blanco con grietas por todos lados, el lugar se estaba cayendo a pedazos literalmente y de entre las grietas una oscuridad demasiado siniestra se estaba filtrando, ocasionando más y más grietas, había algunos fragmentos del paisaje que se desmoronaban en pedazos dejando filtrar una enorme cantidad de oscuridad, de entre esa oscuridad lograba escuchar murmullos bastante siniestros, no lograba distinguir que decían pero era una sensación desagradable, escucho un quejido a sus espaldas y al girar vio al peli-naranja observando todo a su alrededor en shock.

- ¿Dónde estoy? ¿Qué este lugar? – pregunto Jugo asustado por lo que veía donde giro mirar al pelinegro a su lado.

- Este es tu espacio mental, aunque honestamente nunca había visto uno tan deteriorado como el tuyo – respondió Sasuke sin mirar al peli-naranja, pues aún estaba contemplado tan extraño lugar.

- ¿Este lugar es mi mente? – murmuro aun incrédulo por la respuesta que recibió – dime ¿Qué hago en este lugar? ¿Dónde está Kimimaro?

- Estamos aquí porque mi novia tiene una teoría – respondió con tranquilidad mirando al peli-naranja a los ojos – por tu energía puedo decir que eres alguien de buen corazón, pero también tienes otra energía que me repugna y parece ser la más fuerte, si entendí bien lo que Haku-chan dijo, tu mente en algún punto se fracturo, debido a alguna clase de evento traumático y para protegerse a sí misma, creo una segunda personalidad, por eso siento como tu propia energía se parte en dos – informo con seriedad.

Sasuke aún tenía sus dudas sobre dicha teoría, pues le conto a su novia con lujo de detalle lo ocurrido durante la persecución durante la búsqueda de su gemela, donde ella llego rápidamente a la deducción de una segunda personalidad, solo tenía que verlo personalmente para confirmarlo y al parecer ella cree tener razón, pero el, seguía sin ver nada, pues de ser eso cierto tendría que ver otra persona dentro de la mente de ese sujeto.

Jugo estaba una vez más en shock por lo que escucho, ¿tenía otra personalidad dentro de su cabeza?, eso era imposible, el simplemente era como las personas y Orochimaru lo llamaban, un bipolar que sin razón aparente siempre tuvo deseos de matar todo lo que se cruzara por su camino en ocasiones esporádicas, aunque muy repetitivas, pero, por alguna extraña razón, dentro de ese lugar que aparentemente era su mente, ahora todo era mucho más claro, más apacible, no sentía esos impulsos de matar que siempre intentaba contener y no lo dejaban enforcarse en cualquier cosa por mucho tiempo. Con su mente completamente despejada, estuvo en silencio analizando las cosas con profundidad, siempre odio matar, nunca le trajo ninguna satisfacción el hacerlo, de hecho cuando lograba entrar en sí, siempre acababa llorando o lamentándose lo que hizo y cuando tenía esos impulsos de matar, sentía como si su propia existencia fuera suprimida, tomada por alguien más, fue cuando la realización lo golpeo con fuerza y cuando estaba por decirle al pelinegro que era cierto, todo el lugar comenzó a temblar.

El desmoronado paisaje comenzó a temblar con fuerza, ocasionando que todo que las grietas crecieran y algunos fragmentos se desmoronaran y cayeran, donde Sasuke se puso en guardia pues sintió como una energía maligna comenzaba a materializarse al frente, Jugo por alguna razón comenzó a temblar de miedo y dio unos pasos para estar más cerca del pelinegro. La oscuridad que salía de las grietas comenzó a arremolinarse frente a las únicas personas presentes solo para dispersarse segundos después revelando a una copia exacta de Jugo, solo que su tono de piel era muy oscuro, sus ojos eran rojo sangre y tenía una mirada lunática en su rostro.

- Hola pequeño niño llorón – saludo el ente con desprecio a su forma verdadera, aunque cuando poso la mirada en el pelinegro frunció el ceño en furia – No sé cómo entraste aquí pero te matare por lo que me hiciste, nadie sobrevive al enfrentarse a mí, ¡Nadie! – exclamo con un fuerte rugido.

- Hmp, pues ya lo hice y no eres la gran cosa – se burló Sasuke con una media sonrisa – al parecer Haku-chan tenía razón – comento girando para observar al peli-naranja – aquí es donde entras tú, Tayuya dijo que eres alguien muy extraño, que siempre que terminas de matar a alguien terminas llorando o lamentándote, si en verdad odias esa vida, si en verdad quieres dejar de lamentarte tienes que acabar con esa cosa – informo con seriedad, pues si él nunca quiso matar a nadie y fue controlado por esa cosa frente a él, le daría la oportunidad de pelear y luchar por el control de su propia mente – "Aunque las palabras correctas de Tayuya fueron que era un marica llorón con un complejo de sociópata homicida" – pensó con una gota de sudor recorriéndole la nuca.

- ¿Qué me encargue de esa cosa? ¿Pe... pe... pero cómo? No me gusta pelear y aun no entiendo como esa cosa puede ser una parte de mi – cuestiono Jugo con nerviosismo, pues no estaba seguro de que tenía que hacer.

- ¡¡¡JAJAJAJA!!! – rio el ente de forma lunática y descontrolada - ¡Eres gracioso! ¡Eso te lo reconozco! ¡Esa patética excusa de ser humano jamás podrá vencerme! ¡Yo nací porque no pudo lidiar con el hecho de que su propio poder lo desquicio! ¡Absorber tanto Chakra Natural te frio el cerebro! ¡Tu propio poder te estaba matando! ¡Y yo nací para controlarlo! ¡Amo matar! ¡Y al fin puedo ser yo quien tome las riendas de todo! ¡Espera tu turno chico, cuando acabe con ese llorón seguirás tú! – exclamo de forma descontrolada con su sonrisa psicópata gigantesca en su rostro mientras comenzaba a caminar al frente con calma.

- No... ¡Aléjate! ¡No me mates! – grito Jugo en pánico intentando retroceder, pero tropezó y cayó sentado, al levantar la mirada vio al pelinegro inmutable en su sitio - ¡Por favor ayúdame! ¡No dejes que me mate! ¡No quiero que lastime a personas inocentes con mi cuerpo! ¡Te lo ruego! – suplico con lágrimas en sus ojos.

- Lo siento, pero no – dijo Sasuke cruzándose de brazos y sin despejar la mirada del ente – esa cosa a matado a muchas personas usando tu cuerpo, ¿en verdad se lo vas a permitir sin pelear? Ponte de pie y lucha, lucha por el control de tu cuerpo, por acabar con esa cosa y si tanto te preocupa que lastime personas inocentes con tu cuerpo, acabalo ahora mismo, esa cosa no es real, pero tu si y este es tu cuerpo y mente, no dejes que alguien más lo controle – ordeno con seriedad pues esta sería una pelea de voluntades, si el peli-naranja quería la redención lo primero para ello sería acabar con esa cosa.

- Pero yo no soy fuerte, no se pelear y si uso la energía Natural perderé la razón – reprocho Jugo con miedo de que el pelinegro no lo ayudare y muriera a manos de esa cosa.

- Te equivocas, tu poder no te hace perder la razón, esa cosa lo hace, justo antes de que actives esas marcas, la energía maligna de esa cosa toma control de tu cuerpo, eso quiere decir que lo único que hace esa cosa es controlar ese poder – informo Sasuke con seriedad para intentar darle fuerzas al peli-naranja para luchar – aquí en tu espacio mental, podrás controlar ese poder, solo necesitas levantarte y pelear.

Jugo no entendía la lógica del pelinegro, era más fuerte que él, podía acabar con esa cosa de inmediato y entendía aún menos porque se puso de pie y decidió caminar hacia al frente, acto que enfureció enormemente al ente pues ese acto no lo esperaba y de inmediato borro su sonrisa psicópata y la remplazo por una mueca de odio absoluto. El peli-naranja por instinto corrió al frente y lanzo un puñetazo derecho al rostro de esa cosa de forma bastante torpe, donde el ente solo tuvo que levantar su mano izquierda para detener el patético golpe, flexiono su brazo derecho para luego enterrar su puño en el abdomen de esa patética excusa de ser humano, haciéndolo retroceder debido al dolor, fue una delicia verlo sentir dolor, pues dentro de poco estaría muerto y solo quedaría el para acabar con todo.

Aun sujetando su estómago Jugo miro al frente y se colocó en una lamentable postura de guardia, donde cuando creyó estar listo para defenderse de los golpes de esa cosa, fue un error pues el ente en un movimiento rápido, salto al frente rompió su defensa y lo golpeo agresivamente en el rostro y abdomen, intento tomar distancia, pero esa cosa lo sujeto por el cuello con su mano izquierda haciéndole difícil respirar y lo levanto del suelo, donde con su brazo derecho prosiguió a golpearlo repetidas veces en el abdomen.

- ¿Qué pasa? ¿Pensé que habías levantado ante mí con la intención de pelear? – cuestiono el ente con diversión – bueno que más da, eres patético, pero seré considerado, al dejarme tu cuerpo para poder matar a todos, solo te arrancare el corazón y mientras mueres me veras comerlo... jeje... jejeje... jajajaja... ¡¡¡JAJAJAJAJA!!!

- "No... no quiero... morir, no quiero... que lastime a nadie... con mi cuerpo, no quiero que esto siga así... ¿Por qué no puedo... vencerlo? ¿Por qué?" – se cuestionó Jugo mientras las lágrimas de impotencia se acumulaban en sus ojos, no sabía pelear, no sabía defenderse, siempre huyo de los problemas, lo único que podía hacer bien era absorber el Chakra Natural, pero siempre lo hacía perdía el control – "Pero... si él se encuentra... aquí y él toma mi cuerpo... cuando me transformo, ¿Qué pasara si intento... absorber el Chakra ahora mismo?

- Awww ¿el grandote quiere llorar? – se burló el ente con una sonrisa descarada al ver las lágrimas del patético peli-naranja – eres lamentable, desperdiciando mi poder y mis habilidades al esconderte en esas malditas cuevas o prisiones, pero no más, ahora las cosas se harán a mi modo – dijo con una sonrisa sádica aunque arqueo una ceja cuando el peli-naranja débilmente lo sujeta su muñeca izquierda con su mano derecha.

- No... no... no es tu... poder... - dijo Jugo entre jadeos mientras marcas negras cubrían la parte izquierda de su cuerpo pero no lo transformaban – es... mío – informo con el ceño fruncido en enojo y apretando su agarre rompe la muñeca de esa cosa.

El ente grita de dolor a la vez que deja caer al peli-naranja, sujeto su muñeca rota y dio algunos pasos hacia atrás, Jugo cayo de rodillas sintiendo un dolor infernal en su cabeza, pero necesitaba calmarse necesitaba controlar ese dolor, aún tenía que levantarse y continuar, por lo cual inhalando grandes bocanadas de aire, comenzó a tranquilizarse y el dolor parecía disminuir, al tiempo que la parte derecha de su cuerpo comenzaba a transformase y a crecerle esas extrañas protuberancias, todo bajo la mirada sorprendida de Sasuke no pudo hacer otra cosa más que sonreír ante la demostración de control del peli-naranja, todo lo opuesto a la mirada del ente que era una mezcla de odio, miedo y desesperación.

- ¿En verdad tengo que hacerlo? – pregunto Jugo que ya se estaba poniendo de pie, sudando a mares y respiraba agitadamente debido al esfuerzo que estaba haciendo por controlar solo la mitad de su transformación.

- Solo si quieres vivir una vida pacífica y feliz, libre del miedo de ser controlado por alguien – respondió Sasuke con seguridad en sus palabras.

Jugo asintió con pesadez y un semblante decaído, pero apretó los puños y afilo su mirada a una más determinada, todo bajo la mirada del ente que cuando lo vio caminar en su dirección dio varios pasos hacia atrás de forma temerosa y una gota de sudor recorriéndole la mejilla.

- ¿Q... que estás haciendo? ¡No! ¡Aléjate! ¡Tú no eres nadie! ¡Sin mí ya estarías muerto! – grito el ente en pánico al ver al peli-naranja acercarse peligrosamente a él – ¡Me necesitas! ¡Tú me necesitas! ¡Yo soy lo que te da fuerzas! – grito colérico corriendo al frente para matar a ese sujeto.

Jugo no detuvo su paso aun con esa cosa corriendo hacia él, pero aun con su seguro caminar, comenzó a llorar, pues odiaba asesinar, se sentía tan despreciable y ruin, pero ahora bajo una nueva perspectiva, él nunca había matado a nadie simplemente fue controlado, pero aun así, fue culpa suya que todo eso pasara debido a su cobardía de intentar huir de todos sus problemas, por lo cual por primera vez, de forma voluntaria y completamente consiente haría aquello que siempre desprecio, por lo cual corrió al frente con todo lo que tenía contra el ente el cual ya había lanzado un puñetazo con su brazo sano, donde él lo imito y lanzando un poderoso puñetazo derecho.

Sasuke miro todo desde la lejanía confiado en que el peli-naranja lo lograría y cuando vio como el ente enterró su puño en el rostro de Jugo sin hacerle nada, solo recibiendo el golpe de este en su pecho que lo atravesó por completo sabía que todo había acabado, noto como la oscuridad del espacio comenzó a desaparecer poco a poco hasta ya no quedar nada, solo el espacio completamente blanco con todas las grietas y agujeros aun presentes, donde supuso que eran las secuelas de tener una personalidad caótica en su cabeza. El ente estaba mirando furiosamente los ojos de Jugo el cual aún seguía derramando lágrimas a la vez que las marcas de su cuerpo comenzaron a retroceder y desaparecer su transformación, el ente simplemente comenzó a esbozar una sonrisa arrogante en su rostro.

- Eh... eh estado controlando tu vida por mucho tiempo llorón – siseo con veneno el ente mientras su cuerpo comenzaba a desaparecer en partículas – ¿Cómo vas a lograrlo sin mí? – pregunto con arrogancia desapareciendo por completo en el olvido.

Jugo no respondió ante lo dicho por el ente, simplemente se limitó a mirar el espacio vacío donde alguna vez estuvo, sentía como un enorme peso dentro de él se esfumaba, por primera vez se sentía genuinamente en paz, pero, no se sentía bien del todo, no completamente, pues para lograr dicha paz, tuvo que asesinar, no sabía siquiera si esa cosa estaba viva realmente, pero el sentimiento de que tomo una vida por voluntad propia seguía presente en su corazón.

Sala de interrogatorio

El pelinegro dejo caer al peli-naranja al suelo, el cual había se encontraba jadeando por aire pues lo había estado sujetando muy fuerte, la pelinegra observo como su novio dio algunos pasos hacia atrás y permitía que ese sujeto se levantara, habían pasado solo unos cuantos segundos, pero supuso que su plan de hacer enfrentar a Jugo contra su otra personalidad para que así la destruyera y ya no sufriera más ataques psicóticos, funciono, pero aun así necesitaba estar segura de que fue lo que ocasiono dicho nacimiento de esa entidad para encontrar la forma de evitar el nacimiento de una nueva.

- ¿Funciono? – pregunto Haku colocándose a un lado de su novio.

- Así es, tenías razón sobre todo, Jugo tenía otra personalidad psicópata debido a que este al no controlar bien su habilidad de absorber Chakra Natural y termino asesinando a alguien y es debido a eso se creó esa personalidad para protegerse así mismo de lo que había hecho – respondió Sasuke con tranquilidad, explicando lo que escucho de esa cosa.

Haku asintió con tranquilidad aunque por dentro estaba gritando de la emoción por haber dado en el clavo solo con la información y sin ver al paciente, esto sin duda se lo contaría a su maestra Tsunade, ya era su alumna, pero no había nada de malo comentarle de tan impresionante logro, y con eso en mente dio una media sonrisa e involuntariamente inflo más el pecho en orgullo.

- Kimimaro... podrías... ¿Podrías decirme donde esta Kimimaro? – pregunto Jugo levantándose con una postura mansa y aunque fuera más alto que los pelinegros, su mirada estaba baja, solo queriendo saber si su amigo se encontraba bien.

- No tengo idea de quien es él, pero con excepción de Tayuya y tú, todos aquellos que secuestraron a mi gemela están muertos – respondió Sasuke con seriedad y observo como el peli-naranja abrió los ojos en horror – todos ellos le fueron leales a Orochimaru, en especial aquel fenómeno que podía sacar huesos de su cuerpo, no mostro reparos en intentar matar a un amigo que intento salvar a mi gemela o se detuvo a pensar que estaba haciendo algo mal al secuestrarla para entregársela a ese lunático, todos ellos se buscaron lo que les paso – informo sin ofrecer disculpa, pues jamás lo haría por personas tan despreciables.

- Él era mi mejor amigo... él estaba dispuesto a dar la vida por Orochimaru... ese sujeto solo lo utilizo como una marioneta... se lo intente decir muchas veces... pero... pero... nunca me escucho – murmuro Jugo entre sollozos y lágrimas con la cabeza baja por la pérdida de la única persona que no lo vio como un monstruo.

- Tayuya ha aceptado dar toda la información que conozca sobre Orochimaru a Konoha, además de que a jurado verdadera lealtad al clan Son, nuestro clan – informo Haku con tranquilidad ganando la atención del peli-naranja que la miraba incrédulo – ¿Qué harás tu a partir de ahora?

- Yo... yo... no se... no tengo nada por lo que vivir... no tengo ningún uso – respondió Jugo bajando la cabeza una vez más – solo enciérrenme y tiren la llave, no quiero que esa cosa vuelva a aparecer por no poder controlarme.

- Aun le eres leal a Orochimaru – cuestiono Sasuke frunciendo el ceño.

- Nunca lo fui... me uní a él solo por... por... por Kimimaro... no tengo razones para encubrirlo o protegerlo – respondió Jugo con pesar en su voz, pues nuevamente, estaba solo en el mundo.

- Comprendo, entonces, ¿Por qué no te unes con Tayuya? – pregunto Sasuke ya más tranquilo ganando una mirada confundida del peli-naranja – puedo decir por la energía que ahora emanas que eres muy amable, podemos intentar ayudarte a intentar controlar tu habilidad y así llevar una vida normal.

- No... ¿No te parezco un monstruo? – pregunto Jugo confundido por tal proposición.

- Na, honestamente mi padre me ha contado sobre oponentes contra los que lucho que en verdad fueron monstruos – respondió Sasuke encogiéndose de hombros – ¿oh es que me viste asustado cuando te transfórmate? – pregunto con una ceja levantada.

El peli-naranja no respondió de inmediato, pues si intentaba hacer memoria, durante su pelea contra ese pelinegro, lo vio sorprendido, molesto e incluso furioso, pero no demostró ni una pizca de miedo en su rostro, era como si hubiera presenciado cosas aún peores en su vida volviéndolo a él completamente normal, quería aceptar, fueron esos dos quienes descubrieron que estaba mal con él, el pelinegro lo ayudo a liberarse de ese ente que quería acabar con su cordura, si Tayuya, de alguna manera con su carácter explosivo y su lenguaje tan poco amable fue aceptada por el clan de esos pelinegros, él también podría jurarles lealtad y podrían aceptarlo y al fin dejaría de estar solo y más importante aún, estaría controlado, pues si el rubio que estaba con el pelinegro cuando lucho contra este, era igual de fuerte, ambos podían someterlo si algún día volvía aparecer ese ente.

- ¿Y sobre este? ¿También se le puede confiar? – pregunto Ibiki con tranquilidad viendo todo a través de una ventana especial de la habitación disfrazada bajo un Genjutsu.

- Antes no, todo lo que decía era fluctuante, decía a verdad pero también mentía, era extraño y honestamente daba miedo – respondió Karin con tranquilidad mientras se movía un tanto incomoda en su chaqueta larga de cuero que le dieron cuando decidió unirse al departamento de tortura e investigación – pero ahora dice completamente la verdad, no miente y está dispuesto a dar información sobre Orochimaru y servir al clan de Naru-nii y Sasuke-kun – agrego escuchando la respuesta del peli-naranja – "Su energía a cambiado, ha cambiado mucho, se siente como la naturaleza misma, es pacifica, aunque también bastante fuerte" – pensó con genuina curiosidad.

- Bien, con esos dos de nuestro lado debería bastar para poder encontrar a esa serpiente traidora – comento Ibiki con una sonrisa sádica, aunque cuando miro a la pelirroja arqueo una ceja - ¿Estas bien? Estas un poco roja.

- ¿Eh? A si estoy bien, no es nada – respondió Karin tocándose las mejillas y sintiendo como las tenía muy calientes y por alguna razón su corazón latía muy rápido – tal vez sea por esta chaqueta, ¿Es necesario usarla? Digo estamos en verano y es muy incómoda – se quejó con una mueca y los ojos en blanco.

- Jeje con el tiempo te acostumbras, además gracias a estas bellezas nos diferenciamos de los demás departamentos, no solo nos hace ver geniales sino que también prueba que somos los mejores – respondió Ibiki con una gran sonrisa.

- Si usted lo dice – murmuro Karin con un tic en el ojo.

Iwagakure – Torre del Tsuchikage

En la oficina del Tsuchikage se encontraba el Tercer líder de Iwa sentado verificando algunos documentos que se encontraban en su escritorio, Ōnoki era un hombre era un anciano con una estatura bastante baja y con problemas de la espalda. Sus rasgos faciales son una barba y un bigote triangular con esquinas angulares. Él tiene una gran nariz roja y las cejas gruesas de forma rectangular. La parte superior de su cabeza está completamente calva, aunque tiene algo de cabello blanco en la parte posterior y los lados de la cabeza, la parte de atrás de la cual se ata con una cinta amarilla en un moño.

El Tsuchikage se encontraba sumamente nervioso, pues desde hace ya unas semanas atrás una gigantesca estela de energía cruzo los cielos sobre su Aldea donde su origen seguía siendo desconocido, eso era lo que realmente le alarmo, el no saber de quien fue ese ataque o de donde provino, o para que motivo fue utilizado, aunque sus sospechas se dirigían hacia Konoha, pues era de esa dirección que fue de donde vino, el simple hecho de pensar en esa Aldea le hizo hervir la sangre, pues gracias a su actual Hokage, su batallón de guerra más grande e importante durante la tercera gran guerra ninja, fue aplastado como si fueran cucarachas, ese infeliz del Destello Amarillo fue capaz de acabar con todo un ejército el solo y no conforme con eso, ocasiono la destrucción del puente Kannabi, el cual funcionaba como principal línea de suministros para su Aldea.

Con gran parte de su ejército diezmado y con su fuente de recursos cortada, aun con mucha renuencia, Ōnoki tuvo que ordenar la retirada a sus hombres en el campo de batalla para que regresaran y así proteger estrictamente la Aldea si no querían acabar como la ahora extinta Uzushiogakure, donde de esa manera Iwa se volvió la primera gran Aldea escondida en retirarse de la guerra, quedando ante el mundo como unos cobardes, trayendo humillación a la Aldea que se enorgullecía de ser tan dura y resistente como la roca, donde aún ahora, el simple nombre de Minato Namikaze, traía miedo y odio a los corazones de los aldeanos y shinobis.

- "Si tan solo esos inútiles de Oto hubieran hecho bien su trabajo, hubieran dejado a Konoha en pésimo estado, y hubiera aprovechado tan maravillosa oportunidad" – pensó con enojo pues ya había sido puesto al tanto por parte de sus espías del patético intento de el Sannin de las serpientes junto con su insignificante Aldea oculta de Oto, para destruir Konoha, pero el mayor daño que ocasiono fue la destrucción de uno de sus muros, pues con la respuesta rápida de Konoha y Suna, lograron erradicar a todos los invasores – "¿Qué estaría pensando ese mocoso traidor al invadir una Aldea entera cuando esta contaba con otra Aldea como su aliado?" – reflexiono con seriedad por tan estúpido movimiento, aunque es sacado de sus pensamientos cuando alguien toca la puerta de su oficina – Adelante.

Por la puerta entro un Jonin de Iwa con su indumentaria clásica, era bastante formido, tenía el protector en la frente, el cabello castaño y estaba sujetando un archivo en su mano derecha, Ōnoki lo reconoció de inmediato como el líder de su escuadrón espía que mando hace dos semana a que recolectara información de Konoha y averiguar si fueron ellos quienes liberaron esa ráfaga de energía a través de una nueva arma ninja que estuvieran desarrollando, donde de ser el caso, descubrir donde, pues si no podían robar el conocimiento de dicha arma, la destruirían.

- Buenos días Tsuchikage-sama, lamento mi tardanza y la de mi escuadrón, pero recolectar la información requerida fue más difícil de lo que pensamos – saludo y disculpo el Jonin con una reverencia.

- La misión que les encargue no era fácil, aunque esa tampoco es excusa para volver con las manos basias – comento Ōnoki con tranquilidad confiando en que sus espías regresaron con información importante.

- Y así fue Tsuchikage-sama – dijo el Jonin con seguridad, para tomar el archivo entre sus manos y comenzar a leerlo – como usted sospechaba, esa masiva cantidad de energía que vimos provino de la Konoha, pero no fue disparado por ningún arma ninja en desarrollo como usted creía, ya que al parecer esa energía fue lanzada desde dentro de Konoha el mismo día que el Sannin traidor Orochimaru decidió invadir su Aldea natal, donde a lo largo de nuestro espionaje logramos observas más liberaciones de energía solo que en menor medida y de forma aleatoria, siendo la última hace dos días donde un enorme cráter fue encontrado casi a las afueras del País del Fuego.

- ¿Me estás diciendo que esa energía está siendo empleada por ninjas de forma controlada? – cuestiono con voz seria no queriendo creer lo que su ninja le estaba informando.

- Así parece ser Tsuchikage-sama, puesto que la energía es similar y por lo poco que pudimos ver, una pequeña ráfaga es suficiente para dejar un cráter de un tamaño considerable, siendo de esta manera esa energía bastante destructiva al contacto con cualquier cosa, nuestras especulaciones iniciales, es que Konoha se hecho con alguna nueva clase de línea de sangre o han logrado desarrollar un poderoso Ninjutsu de largo alcance – informo el Jonin con seriedad lo redactado en su informe por sus hombres.

- "Esos desgraciados, no conformes con tener a la bestia más poderosa de todas y un mocoso que es capaz de liderar con batallones completos por cuenta sola, ahora tienen ninjas con habilidades monstruosas" – pensó con enojo mientras hacia una mueca de disgusto.

- Lo lamento, ¿Pero, se encuentra bien Tsuchikage-sama? – pregunto el Jonin al ver el rostro molesto de su líder.

- Lo estoy, solo medito lo poderosa que se está volviendo Konoha y como debemos actuar al respecto – respondió con seriedad y llevándose una mano a la barbilla.

- Si me lo permite, aún siguen reparando el muro destruido durante la fallida invasión, podríamos usar eso a nuestro favor e iniciar un ataque – sugirió con seguridad en sus palabras, aunque de inmediato se arrepintió al ver el rostro molesto de su líder.

- Eso jamás pasara, por lo que sabemos, Konoha no sufrió tantos daños y atacarlos ahora mismo, cuando están tan alertas del enemigo sería una estupidez, que eso se te quede grabado en la cabeza mocoso – comento con seriedad y molestia ante tan absurda sugerencia – su Cuarto Hokage ya nos causó muchos problemas en la tercera gran guerra ninja y no pienso darme el lujo de subestimarlo para que algo incluso peor de lo que nos hizo ocurra y menos con su nuevo poder adquirido – finalizo con frialdad y molestia calcada en su voz.

- Co... comprendo, me disculpo por mi estupidez – dijo de inmediato con arrepentimiento y haciendo una reverencia.

- Como sea, ¿Lograron descubrir quien está de tras de esa posible línea de sangre o Ninjutsu? – pregunto suavizando su tono y regresando al tema principal.

- Desafortunadamente no, al parecer Konoha está poniendo mucho esfuerzo en mantener esa información en secreto, pero aun así, logramos recolectar rumores de los mercaderes que entran y salen de Konoha, donde aparentemente un nuevo clan se ha instalado en la Hoja, no sabemos quiénes son sus miembros o sus líderes, pero se rumorea que es un clan sumamente poderoso, más que el Hyuga o Uchiha, conocido como el clan Son – respondió con seguridad mientras leía el informe en sus manos.

- ¿Clan Son? Jamás eh escuchado de ellos – murmuro para sí mismo intentando recordar algo que le diera la respuesta ya que estaba seguro de que había escuchado ese apellido antes y por alguna razón no le agradaba, pero no lograba dar con la respuesta.

Kumogakure – Torre Raikage

La Oficina del Raikage se encuentra en la torre más alta de Kumo, tanto es así que la rodean varias nubes; en el exterior de ésta se encuentra el kanji del "Rayo" en la parte inferior delantera, teniendo en su parte superior toda una pared de ventanas. En su interior sólo un sofá, a través de éste en el lado derecho de la sala se encuentra un cuadro con el kanji del "Músculo" y a su lado izquierdo una bolsa de boxeo. En el sofá estaba sentado A el Cuarto Raikage, un hombre alto y de piel oscura con un gran cabello rubio, peinado hacia atrás, unas cuantas arrugas, los pómulos definidos, el labio superior también tiene un tono más oscuro que el fondo, un pequeño bigote y la barba. Estaba usando su capa y sombrero de Kage, sin camisa, debajo de la cual aún muestra su físico descomunal. En cada muñeca tiene pulseras de oro y tiene un cinturón de oro en la cintura con la cara de un jabalí grabado en el centro.

Frente al imponente líder de Kumo se encontraba Mabui, su asistente, una mujer de piel oscura, ojos de color verde oscuro y de cabello plateado, el cual se recogía en un moño a excepción de dos mechones que le caían a ambos lados de su rostro. Tenía unos pechos muy grandes y vestía de manera muy formal: una camisa de cuello alto y manga larga por encima de una camiseta de red, a conjunto con una falda larga del mismo color y sandalias de tacón. Llevaba además largos y finos pendientes dorados.

- ¿Clan Son? – repitió A con genuina curiosidad mientras se inclinaba al frente y le hacia una seña a su asistente para que continuara.

- Así es, Son Naruto y Son Sasuke, inteligencia revela que son los ganadores de la tercera prueba de los exámenes Chunin de este año, donde no solo ganaron contra los Jinchuurikis del Kyubi en pleno uso del Chakra de la bestia, sino que ambos también son las cabezas de su clan – respondió Mabui leyendo el informe de los ninjas que tenían espiando Konoha.

- Es difícil de creer que dos simples niños lograron ganar una pelea contra los Jinchuurikis del Kyubi, eso no es algo que se logra en solo un mes de entrenamiento, esos dos debieron entrenar arduamente desde muy temprana edad – murmuro con seriedad, pues la idea aun le parecía risible, pero la información la obtuvieron sus mejores espías, por lo cual aunque fuera difícil de creer debía ser cierto.

- También pone aquí que aunque no se ha confirmado en su totalidad, fueron esos mismos chicos quienes lucharon al lado del Cuarto Hokage contra el Sannin traidor de Konoha, conocido como Orochimaru, y ese ataque que vimos fue el que utilizaron para acabar con el Sannin – comento leyendo una vez más el informe que tenía en las manos.

- ¿No confirmado? ¿Acaso inteligencia está tomando su trabajo como vacaciones? ¿Por qué mandan especulaciones y no información concreta? – cuestiono con un gruñido molesto mientras pisoteo el piso con fuerza.

- Debido a esto – respondió con tranquilidad mientras tomaba una fotografía del informe y se lo daba a su líder.

A tomo la fotografía y la observo con cuidado, era una tomada desde las afueras de Konoha, estaba apuntando hacia arriba, donde era visible como varias estelas eran lanzadas hacia la Aldea por parte de una figura que no se distinguía bien, pero claramente era una figura masculina con el cabello rubio y negro, A arqueo una ceja en confusión y miro a su asistente esperando una respuesta.

- Según los rumores recolectados, fueron los Son quienes acabaron con prácticamente todos los ninjas de Oto mediante un ataque aéreo, pero inteligencia dice que uno es rubio y el otro es pelinegro, no han averiguado nada de alguien con una cabellera dual rubia/negra, ese ha sido su problema y la razón de sus conjeturas – respondió Mabui las dudas de su líder con tranquilidad, ya que años de lidiar con su carácter fácilmente irritable la hizo inmune a asustarse o ser tomada por sorpresa.

- Ya veo, esto en verdad es extraño – murmuro A intentando encontrar una explicación lógica, algo que sus ninjas no vieran, algo que pasaran por alto, pero simplemente nada le llego a la mente – de cualquier modo, no cabe duda de que Konoha ha adquirido un clan muy poderoso, tal vez deberíamos intentar obtener algo de ese clan – comento para sí mismo con mucho interés en el poder de los Son.

- ¿Otro intento de secuestro? – pregunto realmente conmocionada de que su líder intentara algo como eso de nuevo – le recuerdo que debido al fracaso de su último intento de obtener los secretos del Byakugan, nos costó a nuestro comandante Jonin por no mencionar que Konoha aún nos ve como sus enemigos por ello, dudo que podamos acercarnos sin levantar la más mínima sospecha y si fracasamos de nuevo, acabaremos metidos en una guerra y aún no sabemos ni el alcance ni el grado de destrucción de ese ataque de los Son, incluso si no fueron ellos quienes lo lanzaron, es claro que fue de Konoha – cuestiono con seriedad y mirando fijamente a su líder el cual hizo una mueca y desvió la mirada.

- Estoy al tanto de eso – dijo con un resoplido ante el cuestionamiento de su asistente, pues lo hacía ver estúpido diciéndole lo obvio, aunque era claro que ni siquiera había pensado en esa posibilidad – de cualquier modo, debemos tener vigilado a Konoha y sobre todo al clan Son, necesitamos más información sobre su fuerza y sus capacidades, que inteligencia tome precauciones aún más severas, no quiero que sean descubiertos por nada del mundo – ordeno con seriedad y su asistente asintió y salió de su oficina para hacer lo pedido – "Sera interesante, hace mucho que no tengo un buen oponente, más te vale estar en forma Minato Namikaze sería una verdadera lástima perder a tan gran oponente" – se dijo a si mismo con una sonrisa desafiante mientras se ponía de pie y se dirigía a su saco de box – "Son Naruto y Son Sasuke, para ser dos mocosos, están creando demasiadas expectativas, más les vale estar a la altura de sus rumores".

Entrada de Konoha – dos días después

Frente a las enormes puertas de la Aldea se encontraban Minato y Kushina viendo con sonrisas melancólicas anticipada a sus hijos, el día de ayer hicieron un festín solo para ellos, donde no solo hicieron una fiesta de despedida sino también una fiesta anticipada por sus cumpleaños, insistieron en que invitaran a sus amigos, pero estos se negaron pues querían pasar todo el día con ellos, eso les hizo muy felices. Natsumi y Menma tenían grandes sonrisas en sus rostros por su viaje de entrenamiento, donde el pelirrojo tenía solo una mochila de viaje con todo lo necesario, la pelirroja tenía una mochila llena hasta el tope de rollos de sellado que tenían ropa, zapatos, maquillaje y ramen, todo gracias a su hermano al cual obligo a preparar los rollos ya que ella no era buena en eso. Jiraiya simplemente estaba de brazos cruzados esperando a que todos terminaran de despedirse.

- No tenían por qué venir a despedirse, lo hicimos en la casa – comento Menma con un pequeño sonrojo.

- Es cierto, además solo es un viaje corto no pasa nada – agrego Natsumi igual de sonrojada que su hermano.

- ¡Tonterías! ¡Claro que vendríamos! ¡Créelo! – exclamo Kushina con una mirada seria a sus hijos que la miraban curiosos, aunque comenzaron a sudar nerviosamente cuando frunció el ceño y puso los ojos en blanco – Escúchame muy bien Natsumi, ¡Por nada del mundo te comportes como las mujeres con las que Jiraiya-sensei se relacione! ¡Lo que es más, ignóralas por completo! ¡Eres una orgullosa Kunoichi, pero sobre todo una dama! ¡Y eres mejor que cualquiera con las que se junte Jiraiya-sensei! ¡Si intenta algo pervertido cerca de tu inocente presencia, mándalo a volar con tus cadenas! ¡¿Entendiste?!

- Ammm si cla... claro Okasan... lo hare – respondió Natsumi muy confundida y una gota de sudor en su nuca.

- Menma, ¡Te castigare una vida entera sin ramen si es que llegas a adquirir algún mal habito de Jiraiya-sensei! ¡Es demasiado pervertido y despreocupado! ¡No quiero que te eches a perder! ¡Quiero que conozcas a una buena chica y te cases! ¡Y eso nunca pasara si aprendes tan malos hábitos! ¡Créelo! – exclamo Kushina con mucha preocupación.

- Comprendo... solo no me quites mi ramen – pidió Menma con miedo, pues sabía que su madre cumpliría dicha amenaza aunque le costara la vida.

- Sigo aquí – siseo Jiraiya con indignación por lo que escuchaba.

- Jejeje lo siento, pero ella en verdad insistió en venir – comento Minato con una sonrisa nerviosa por los arrebatos de su esposa.

- ¡Pero claro que vendría! ¡Créelo! – grito Kushina encarando a su esposo con enojo, mientras este levantaba los brazos nerviosismo y miedo – ¡¿Qué pasara si por culpa de Jiraiya-sensei nuestros bebes se vuelven unos pervertidos?! ¡No podrán proteger la reputación de shinobis de Konoha! ¡Además nunca podre vivir sabiendo que mis bebes fueron convertidos en unos delincuentes pervertidos! – reprocho con los ojos en blanco y temblando de miedo ante la posibilidad.

- Jejeje – rio Minato de forma nerviosa y una enorme gota de sudor cayendo por su nuca – "Pero si tú también eres una pervertida" – se dijo así mismo confundido del extraño miedo de su esposa porque sus hijos acabaran igual.

- Podrías calmarte, si me llegaran a estorbar en mis investigaciones, los encierro en casa de Shima y Fukasaku – comento Jiraiya ignorando las ofensas de su alumna.

Minato tuvo un estremecimiento visible para todos, comenzó a sudar y su rostro se torcía en una mueca asco, trago saliva pesadamente en un pobre intento de controlar sus nauseas crecientes, pues recordó los platillos de insectos tan asquerosos cuando fue a entrenar al Monte Myoboku para dominar el modo ermitaño, tardo años en olvidar ese recuerdo de su mente y ahora que lo recordaba una aura depresiva se posó en su persona.

- Les pongan la comida que les pongan... mucha suerte mis niños – murmuro Minato con los hombros caídos en derrota.

El par de pelirrojos asintieron confundidos ante lo ducho por su padre pues nunca lo habían visto así, y cuando estaban por dar la despedida final, escuchan pasos acercarse y al girar a su derecha observan a su sensei con sus compañeras de equipo, el equipo 8 y 10, con Shino, Kiba y Choji con algunas vendas cubriendo sus brazos y frentes.

- ¿Piensan irse sin despedirse? – pregunto Kakashi con una sonrisa de ojo.

- Eso es muy descortés de su parte chicos, ¿Pensé que ya éramos más unidos? – dijo Sakura con una sonrisa tranquila en su rostro.

- Lo que pasa es que no nos gustan las despedidas – respondió Natsumi con una sonrisa de disculpa.

- Además pensábamos que estaban ocupados y no queríamos interrumpirlos – se disculpó Menma rascándose la nuca, pero la sonrisa que se formó en su rostro al ver llegar a sus amigos jamás desapareció.

- Esto es todo un fastidio, las cosas estarán más calmadas por aquí, tanta calma es molesta – dijo Shikamaru con una media sonrisa.

- Tómenselo con calma, ya de por si son fuertes, casi hacen ver que no nos esforzamos – comento Choji con una sonrisa amigable.

- ¿De qué hablan ustedes dos? Hablan como si nos fuéramos a quedar de brazos cruzados, también entrenaremos, me reúso a ser Genin para siempre y que nuestro equipo quede atrás del de la frente – se quejó Ino con una mirada seria a sus amigos y compañeros de equipo.

- Muchas gracias por llegar y ayudar a Kiba-kun y a Shino, en verdad se los agradezco – dijo Hinata algo avergonzada y con una pequeña reverencia – les deseo lo mejor en su viaje y que regresen con bien.

- Gracias Hinata, pero no fue nada y te agradezco tus buenos deseos – dijo Natsumi con calma y una sonrisa gigante, pues recordaba como la Hyuga parecía tenerle miedo en el pasado.

- Si, si, si ya les dimos las gracias hasta el cansancio – comento Kiba con una sonrisa salvaje en su rostro – pero que les quede claro, en especial a ti Menma, la próxima vez seremos nosotros quienes les salvemos el pellejo, ya que también entrenaremos para volvernos mucho más fuertes, ¿verdad equipo? – dijo de forma retadora con un ladrido de Akamaru saliendo de dentro de su chaqueta en afirmación.

- Cla... claro... claro que si... Ki... Kiba-kun – afirmo Hinata con un sonrojo.

- Efectivamente, nosotros no nos quedaremos sin hacer nada – dijo Shino de forma monótona.

- Jeje acepto el desafío y me encantaría un combate para ver quien se volvió más fuerte – dijo Menma con una sonrisa desafiante.

- Lo mismo va por mi parte, un encuentro definitivamente seria divertido para ver el resultado de nuestros entrenamientos – dijo Satsuki con una media sonrisa.

- Oh por cierto, Lee-kun y Neji mandan sus mejores deseaos al igual que Tenten y Guy-sensei, también piden disculpas, pero ahora mismo están en un duro entrenamiento para poder ser más fuertes que ayer o eso dijo Lee-kun – comento Sakura con una pequeña risita.

- Mis pequeños crecen tan rápido, solo procuren volverse realmente fuertes, no querrán que Sakura y Satsuki las superen por mucho cuando regresen – comento Kakashi con diversión.

- Jeje ¿ánimos recargados después de haber sido sermoneado por Anko y Mikoto-chan? – pregunto Kushina con burla con una mano sobre sus labios intentando ocultar su sonrisa y golpeando con el codo al alumno de su esposo.

- Kushina-san, usted no, por favor – pido Kakashi con un semblante decaído.

- Jeje había olvidado lo divertido que era esto – comento Kushina con una enorme sonrisa, una mano sobre su cadera y la otra palmeando la espalda del decaído Kakashi.

- Bien mocosos, es hora de irnos – dijo Jiraiya comenzando a caminar a la salida – nos vemos, cuídense mucho – se despidió con diversión y moviendo la mano a forma de despedida.

- Bueno, esa es nuestra señal – murmuro Natsumi con diversión.

- Nos vemos chicos – se despidió Menma con una sonrisa zorruna.

- Cuídense mucho – agrego Natsumi con una gran sonrisa.

- Esperen, hay alguien que también quiere despedirse – comento Kakashi con una sonrisa de ojo y señalando con un dedo a sus espaldas.

Todos dirigieron su mirada a donde el peli-plata señalaba y lo vieron, era Naruto vistiendo su gi azul y amarillo, tenía los brazos cruzados y una pequeña sonrisa, Natsumi y Menma contuvieron el aliento de forma inconsciente expectantes ante lo que haría su hermano mayor, el cual les regalo una sonrisa marca Son y alzo su brazo al aire mientras lo movía de un lado a otro a forma de despedida, los ojos de los pelirrojos comenzaron a llenar de lágrimas ante lo que veían, sabían que ante esa sonrisa y esa despedida, les estaba deseando lo mejor y que esperaba ansioso su regreso, no necesitaban que se los dijera, ellos sabían que eso significaba esa sonrisa, por lo cual aun con lágrimas en sus ojos que se reusaron a dejar caer, regresaron el gesto con sonrisas enormes, para luego correr y alcanzar a su pervertido maestro, pero ahora con una nueva y gran motivación en sus corazones.

Minato y Kushina sonrieron ante el gesto del rubio y sus corazones brincaron de felicidad cuando este también se despidió de ellos con esa gran sonrisa adornando sus rostros, aun tenían un largo camino para llegar al corazón de su hijo, pero sabían que ahora estaban haciendo las cosas realmente bien. Poco a poco todos se fueron retirando para ponerse en marcha sus entrenamientos, pues con los pelirrojos en un viaje de entrenamiento y con los Son solo volviéndose cada vez más fuertes, necesitaban dar todo de si para demostrar de lo que eran realmente capaces y como dicen los hermanos Son, superar sus límites. Los únicos que se quedaron en la entra fueron la matriarca Uzumaki y el Hokage, donde su mirada seguía puesta en el camino que emprendieron sus pequeños, incluso cuando estos se perdieron de su vista, siguieron observando con la certeza de que regresarían más fuertes y sabios que nunca, hasta que la pelirroja abrazo con fuerza el brazo derecho de su esposo y le regalo una bella sonrisa, haciendo que el rubio la mire confundido.

- Sabes Minato, ahora tenemos la casa para nosotros solos – ronroneo Kushina cerrando los ojos y ampliando su sonrisa de oreja a oreja, mientras un pequeño rubor cubría sus mejillas – deberíamos aprovechar este tiempo para recuperar los años perdidos – sugirió abriendo los ojos y regalándole una mirada depredadora a su amado.

El rostro de Minato lentamente comenzó a sonrojarse a nuevos niveles ante la mirada y petición de su amada esposa, su cerebro simplemente se desconectó de su boca y no pudo dar una respuesta coherente, pero sin previo aviso cargo a su amada esposa al estilo nupcial, cosa que hizo chillar a Kushina de emoción mientras se mordía el labio inferior y rodeaba el cuello de amado con sus brazos, donde ambos desaparecieron en un destello amarillo-rojizo.

Playa cerca de Takigakure – A la mañana siguiente

Por medio de la teletransportación apareció Naruto en su antiguo hogar, donde tenía a Anko abrazando su cabeza haciéndolo sentir sus pechos, sujetándolo de los hombros Sai, Haku y Satsuki. Los nuevos miembros del clan Son miraban todo a su alrededor con genuina curiosidad al igual que la Uchiha, hasta que sus miradas se posaron al frente, vieron a Sasuke que ya los estaba esperando vistiendo su gi azul y calentadores rojos, acompañado de una pelirroja que vestía una blusa café algo ajustada de manga corta, short de licra ajustados que le llegaban hasta las rodillas y sandalias ninja azules, su cabello estaba suelto y le llegaba hasta la espalda con un mechón cayendo al medio de su rostro, también un peli-naranja bastante alto, vistiendo una camisa roja bastante holgada, unos pantalones azul-oscuro y sandalias azules, ya todos habían sido puesto al tanto de quienes eran y de que ahora ambos servían como protectores del clan Son, aunque Satsuki aún les regalaba a ambos una mirada cautelosa y molesta, cosa que no pasó desapercibida por Tayuya y Jugo.

- ¡Lo siento, por todo, en verdad lo siento! ¡Te juro que solo seguía órdenes, en ningún momento me sentí feliz u orgullosa de llevarte ante esa mierda Orochimaru – se disculpó Tayuya con fuerza y bajando la cabeza, tragarse su orgullo era algo casi tan doloroso como clavarse un kunai, pero este era su nuevo inicio, su redención y por sus padres, haría las cosas bien – si quieres golpearme, hazlo, no me opondré, sé que eso podría calmarte, golpear cosas funciona para mí.

- Lo mismo va de mi parte – dijo Jugo arrodillándose y colocando la cabeza en la arena – sé que llevarte con Orochimaru fue algo horrible, no pido tu perdón, ya que no me lo merezco solo te pido que me des la oportunidad de emendar mis errores – suplico sin levantar la mirada.

Todos miraron asombrados las disculpas de Tayuya y Jugo, nadie sintió ni la más mínima pisca de mentira en sus palabras, la pelirroja aún mantenía la cabeza baja y el peli-naranja estaba arrodillado, esperando una respuesta, al igual que todos los Son que giraron para mirar a Satsuki esperando su respuesta, la cual aún seguía conmocionada de que esos dos que la secuestraran estuvieran haciendo tal cosa, en otros tiempos los hubiera maldecido hasta el cansancio y jamás lo hubiera perdonado, pero ya no era esa estúpida arrogante, por lo cual comenzó a caminar para pararse al frente de esos dos.

- Ya me contaron lo que han vivido y sus razones por las cuales hicieron lo que hicieron – habla Satsuki con tranquilidad – los perdono, por favor no vuelvan a bajar sus cabezas ante mi – dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Tayuya sonrió ante la respuesta y de inmediato levanto la mirada para encarar a la Uchiha, era extraño que las personas le demostraran comprensión y amabilidad, jamás tuvo eso con Orochimaru, cosa que solo la hacía sentir sumamente satisfecha con su decisión de quedarse para servirle al clan Son. Jugo se incorporó con tranquilidad y de nuevo las aves se posaron en sus hombros, con un asentimiento agradeció la comprensión de la Uchiha y como ya había dicho, se encargaría de enmendar todo el mal que causo por su cobardía. Inconscientemente todos los Son asintieron con sonrisas en sus rostros por la comprensión de la pelinegra, aunque un aplauso trajo la atención sobre Sasuke donde Naruto ya estaba a su lado, todos se pusieron en fila esperando instrucciones de lo que pasaría a continuación.

- Muy bien, me alegra que todo este hablado y dicho – comento Sasuke con una sonrisa orgullosa en su rostro por el acto de su gemela, para luego ponerse serio – ahora estamos aquí para ponerlos en forma por medio del entrenamiento de nuestro clan, el entrenamiento de la Escuela Tortuga, Tayuya, Jugo, ustedes no son miembros de nuestro clan... aun, si eso quieren tendrán que ganárselo con mas que esfuerzo duro, pues para ser parte del clan necesitamos de cualidades especificas más allá de solo el poder, pero aun así se les entrenara para que estén en forma y así estén un paso más cerca de ello, Satsuki tu tampoco eres del clan, pero como lo prometí, te entrenare para que seas más fuerte y ya no malgastes tanto tu Chakra, ¿comprendieron?

- ¡Hai! – exclamaron todos con seguridad.

- Anko-chan, Sai y Haku, ustedes no solo aprenderán nuestro estilo de pelea y nuestras técnicas, también les enseñaremos todos los conocimientos del clan, conocimientos que solo nosotros dos sabemos y que ustedes jamás deberán divulgar, ya que es conocimiento muy delicado que no todos son capaces de comprender, ¿Quedo claro? – informo Naruto con seriedad y un toque de autoridad que le gustaba.

- ¡Hai! – exclamaron los mencionados con firmeza, aunque era extraño ser tan respetuosos con sus amigos, que ahora eran los líderes de su clan.

- Esa es la actitud – dijo Sasuke con una sonrisa emocionada –, pero antes que todo les voy a comentar algo muy importante, las mismas palabras que nuestro padre y sensei nos dijo a mi hermano y a mí, las artes marciales no se enseñan solo para ganar peleas, buscar venganza o por la fama, pensar en eso es un error y lo único que generara es que no alcancen su verdadero potencial, el estudio de las artes marciales tienen el propósito de que nos ayuden a tener sanos el cuerpo y el alma, ¿Quedo claro? – pregunto con completa seriedad.

Todos asintieron de inmediato ante las palabras tan sabias del padre de los hermanos Son, ahora los comprendían aún más, por qué siempre se esforzaban tanto, con su nivel, podrían ser los ninjas más fuertes del mundo y regodearse en lujos y fama, pero jamás los vieron con el más mínimo indicio de vanidad en sus acciones o miradas, era claro que el respeto que le tenían a su padre y a las artes marciales iba más allá de lo que alguna vez se pudieron imaginar.

- Perfecto – dijo Naruto regresando a su actitud normal – adentro de la casa se encuentras sus nuevos gi de entrenamiento, los mandamos hacer ayer, uno para cada uno, Sai y Jugo tomen sus gi y salgan, se cambiarán aquí afuera para que las chicas puedan cambiarse dentro.

- También hay varias cajas de leche, cuando se hayan cambiado cada uno tomen una caja y tengan cuidado de no romperlas – dijo Sasuke con una sonrisa divertida en su rostro.

- Como digan jefes – comento Sai con su clásica sonrisa, para luego girarse a la pelirroja y al peli-naranja – es un gusto conocerlos, Tomate podrido y jugo de naranja – saludo feliz de los apodos que puso.

- Es un placer y mi nombre no se relaciona con las bebidas – dijo Jugo confundido por cómo fue llamado.

- "Tomate podrido" – repitió Tayuya confundía, hasta que una sonrisa satisfecha cruzo su rostro, pues al fin alguien que hablaba su idioma – Un gusto fantasmin, ¿Aun están abiertas las donaciones de esperma para tu mascarilla?

Sai se quedó perplejo en su lugar por unos segundos, pero casi de inmediato se recompuso y sonrió más que antes, pues esta era la primera vez que alguien respondía tan bien a uno de sus apodos y le ponía un apodo tan rápido, por otro lado Anko estaba riendo a carcajadas por lo que escucho.

- ¡Buena esa tomatito, tu y yo nos vamos a llevar muy bien! – afirmo Anko aun riendo y pasando un brazo sobre los hombros de la pelirroja.

- Como tú digas ubres libres – dijo Tayuya con una vena en su frente pues odiaba que mencionaran su corta estatura de 1.48 – estando así de cerca las puedo escuchar gritar "Libre soy, libre soy".

- Perdón, no te escuche, ¿Qué dijiste, tablita roja? – pregunto Anko con una sonrisa molesta en su rostro y mirando fijamente a la pelirroja.

- Lo que escuchaste, exhibicionista – respondió Tayuya regresándole la mirada y chocando sus frentes.

- Genial, ahora son dos – murmuro Satsuki con una sonrisa torcida al ver al par de mujeres insultarse la una a la otra.

- Jeje pienso que es divertido, por cierto, tu ropa está muy linda, ¿Alguna razón para el cambio? – pregunto Haku realmente curiosa.

- N... ninguno en particular, solo quería un cambio jejeje – respuesta Satsuki con una risa nerviosa y desviando la mirada.

Después de varios minutos, ya todos se encontraban de nuevo al frente cargando sus cajas de leche y vistiendo sus nuevo gi de entrenamiento, que eran exactamente al que usaban los Son en su niñez, solo que sin el peso extra ya que no sabían cómo hacer que esas ropas ganaran peso sin usar las pesas de usaba Lee. Los hermanos Son ya estaban usando un caparazón de tortuga y frente a ellos había más caparazones, fueron de los últimos que utilizaron por lo cual eran de los más pesados. Una vez que les dijeron que tenían que ponérselos, se divirtieron con sus muecas de esfuerzo al intentar levantar tanto peso para luego colocarlo en sus espaldas, como pudieron se irguieron en su totalidad y volvieron a tomar las cajas de leche.

- Muy bien, son las 7 de la mañana entrenaremos hasta las 12 del medio día para tomar un descanso – comento Sasuke con diversión – "Ya entiendo porque Otosan siempre sonreía cuando entrenábamos" – se dijo ampliando su sonrisa aún más.

- Tendrán que seguirnos y hacer lo que nosotros sin tirar las cajas de leche que llevan en sus manos – agrego Naruto con su sonrisa zorruna ampliándose aún más – "Esto en verdad será divertido".

- ¡Bien, síganos! – gritaron los hermanos Son con un puño extendido hacia arriba.

- ¡Hai! – gritaron todos listos para comenzar el entrenamiento aunque se detuvieron en seco cuando vieron a sus líderes comenzar a saltar de forma ridícula, eso solo les hizo caer una gota de sudor enorme sobre sus cabezas y si no fuera porque usaban caparazones muy pesados se abrían dejado caer al piso.

- ¡Brinco, brinco, lala! ¡Brinco, brinco, lala! – gritaban los Son mientras se dirigían a las arenas de la playa.

- ¡Dense prisa! ¡Que si se quedan parados nunca acabaran con la primera parte del entrenamiento! – grito Naruto sin detenerse.

- ¡Y si no hacen exactamente lo que nosotros! ¡Y digo todo! ¡El entrenamiento se suspende! – amenazo Sasuke con seriedad.

Todos se miraron entre sí, intentando descubrir si lo que esos dos estaban tramando era alguna clase de broma para hacerlos quedar en ridículo, pero al ver que nadie decía nada, Sai fue el primero en seguir las instrucciones, comenzó a saltar y cantar como sus amigos, le siguió Jugo, luego Satsuki, Anko, Haku y finalmente Tayuya. Todos se dieron cuenta de cómo sus piernas les ardían y más al brincar en la arena, agregado el peso de los caparazones y el de tener que cuidar de tirar la caja de leche en sus manos complicaba enormemente las cosas, cada uno, con excepción de Jugo, ya habían tenido entrenamientos sumamente difíciles en sus vidas, pero esto era otra cosa, parecía ridículo... se veía ridículo, pero el cansancio era enorme y sumamente difícil, el caparazón les daba un peso enorme a sus cuerpos limitando los saltos y su movilidad, haciéndolos distribuir sus energías para no cansarse tan rápido, la caja de leche los hacia mantener una postura recta si no querían tirar la leche, haciendo que mejorara su postura y sus brazos les dolieran al someterlos a una carga constante, era un entrenamiento completo en todo aspecto, pero seguían sin entender para qué diablos estaban cantando.

- ¡Tayuya, no te escucho! – grito Sasuke con severidad.

- ¡Carajo! ¡¡¡Brinco, brinco, lala!!! ¡¡¡Brinco, brinco, lala!!! – rugió Tayuya con un rubor en sus mejillas, odiaba esa estúpida canción y odiaba el hecho de que tenía un buen ritmo.

Todos siguieron a los hermanos Son en fila por toda la playa, todos sin excepción debían volverse fuertes, y los hermanos lo sabían, no solo estaba presente la amenaza de Orochimaru, sino también la de esa organización Akatsuki, tenían que prepararse para estar a la altura de sus enemigos, para poder proteger a sus seres queridos y no solo eso, demostrarle a Konoha cuál era el clan más poderoso de todos, no sería fácil y el camino largo, pero jamás se rendirían, esa era la meta y ellos la alcanzaría, romperían sus propios límites, porque esa era la forma en hacer las cosas de los Son, esa era la doctrina de la Escuela Tortuga.

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