Un paso más cerca
Calles de Konoha
La domadora de serpientes se encontraba caminando con tranquilidad en dirección a su local de dangos favoritos, pues aprovecharía que al máximo que hoy no tenía ninguna misión que la distrajera de su amada actividad de comer su comida favorita y aunque siguiera molesta con su alumno pelinegro, le llevaría algunos dangos, pues en su mente no había mejor comida para ayudar a curar las heridas, pero cierto ninja de cabello castaño y cicatriz en su rostro, que se dirigía de frente hacia ella, la hizo salir de sus pensamientos.
- Hola Anko-chan – saludo Iruka de forma amable y con un liguero sonrojo en su rostro.
Anko solo abrió los ojos de sorpresa ante el monte cariñoso con el que fue llamada, por alguna razón su boca se sentía seca y su rostro le ardía como si estuviera en llamas, tardo un par de segundos en poder recuperarse y salir de la sorpresa y así poder responder al saludo.
- Hola Iruka – saludo Anko con un pequeño sonrojo e intentando desviar la mirada para no ver al castaño a los ojos – si puedo preguntar ¿Por qué el Chan?
- Oh es que Naruto y Sasuke, me dijeron que en verdad te gustaría que yo te llamara así – respondió Iruka, mientras se rascaba la mejilla apanado y desviaba la mirada.
- "Ese par de idiotas están muertos" – rugió con furia en su mente, mientras varias venas gigantes se formaban en su frente.
- ¿Acaso no te gusta? Puedo dejar de hacerlo si no te parece bien – dijo viendo el rostro molesto de su amiga, a la cual saco una vez mas de sus pensamientos.
- N... no está bien, puedes llamarme así – dijo luchando contra el sonrojo que amenazaba con crecer – de todos modos ¿Qué te trae por aquí? – pregunto intentando debía el tema para poder calmarse a sí misma.
- En realidad te estaba buscando, quería preguntarte ¿si te gustaría ir a comer conmigo unos dangos? – pregunto reuniendo todo el valor que podía para invitar a su amiga a una cita.
El rostro de Anko comenzó a brillar de un rojo bastante fuerte, pues la pregunta del castaño no ayudaba en lo más mínimo a calmarse, lo único que podía escuchar era el latido de su corazón que inundaba por completo sus oídos, mientras de estos, parecía salir humo, por un segundo pensó que esto tal vez podría ser una broma de los futuros muertos Son, pero de inmediato desecho la idea pues ellos no tenían el valor de hacer algo tan estúpido e Iruka nunca se prestaría para algo como eso.
- Eso me agradaría – acepto Anko con una gran sonrisa que intentaba ocultar su sonrojo.
- Bien, vamos entonces – dijo Iruka con una sonrisa enorme pues su amiga no lo rechazo.
Ambos iban caminando con tranquilidad hacia el puesto de dangos preferido de la peli-violeta, donde esta no pudo evitar sonreír y recordar porque se sentía así cuando Iruka estaba cerca.
Flashback
Academia
Después de que Anko aprobara a sus alumnos y de pasar un tiempo bastante agradable con ellos, un Anbu apareció frente a ella y se le dijo que por órdenes del Hokage tenía que reparar la ventana que rompió en la academia así como el desorden dentro del salon, lo cual a regañadientes obedeció, mientras comenzaba a limpiar el suelo de los restos de vidrio con una escoba y un recogedor, el sonido de la puerta abriéndose le llamo la atención y al dirigir su mirada a la puerta, vio a Iruka con una escoba y recogedor, cosa que la confundió demasiado.
- ¿También rompiste algo? – pregunto Anko con una sonrisa burlona.
- Jeje al contrario, vine porque me enteré de que tu serias quien arreglaría este desastre, por lo cual vine para ayudar – respondió Iruka con una sonrisa divertida.
- Oh conque queriendo conquistarme, extraño movimiento, pero quien sabe, podría ser efectivo – comento Anko con una sonrisa coqueta, pues supuso que el castaño estaba intentando algo con ella y por supuesto, no se lo dejaría tan fácil.
- Nada de eso, solo estoy aquí para ayudar a una amiga – dijo Iruka sin inmutarse por los comentarios de la peli-violeta, pues la conocía bastante bien como para caer en su juego.
- ¿Amiga? – repitió confundida, no solo por cómo fue llamada, sino porque su coqueteo no surtió efecto en él.
Para Anko que alguien la llamara amiga era algo raro, pues no tenía muchos amigos, con excepción de Kurenai, a quien en verdad consideraba como a una hermana, no consideraba a nadie más tan cercano, con excepción de su recién formado equipo, al cual no le importaba que acabara de conocer hace un par de horas, ya los consideraba su familia, su relación con Kakashi, Asuma e incluso Ibiki, era más profesional que otra cosa, pues el tener el sello maldito de Orochimaru le privo de la oportunidad de tener un círculo social amplio.
- ¿Ocurre algo Anko? – pregunto notando como su amiga se quedó muy pensativa de repente.
- ¿Eh? No, no es nada – respondió un poco confundida al ser sacada de sus pensamientos – "¿Acaso ya sabe que ya no poseo la marca? ¿Por eso está siendo amable?" – se preguntó con seriedad, pues si las personas ahora la tratarían diferente por ya no tener ese sello, los mandaría al diablo, pues nada en su actitud no ha cambiado y que ahora quieran ser su amiga, es bastante hipócrita – Iruka, ¿Por qué dices que somos amigos? Por lo que recuerdo, nunca convivimos mucho durante nuestros años en la academia y tampoco después de ella – cuestiono con seriedad.
- ¿Y de quien crees que es la culpa? – pregunto con una sonrisa, confundiendo a la peli-violeta – siempre intente ser tu amigo, pero tú siempre parecías alegarme, no pase lo mismo que tú pero también estaba solo, quería ser tu amigo y poder conocerte, pero nunca me diste la oportunidad y lo mismo ocurre cuando nos graduamos, tu siempre te enfocabas en tu trabajo y nunca aceptabas que me acercara mucho – explico con una sonrisa melancólica regresando a su actividad de recoger los restos de vidrio en el suelo.
Anko se quedó estática ante la respuesta que recibió, pues no noto ni una pizca de mentira en las palabras del castaño, y si hacia memoria lo que escucho fue verdad, pues recordaba a un mini Iruka bastante escandaloso y bromista, que siempre intento hablarle, pero ella por miedo lo rechazaba, pues temía que todo fuera una mentira para luego recibir una broma con respecto a su condición e incluso en sus años de adolescencia, recordaba como este aun intentaba conversar con ella, pero solo lo ignoraba ya que pensaba que era como cualquier hombre, que se acercaba a ella para algo de una sola noche, como muchos idiotas que terminaron en el hospital por acercársele con esas intenciones.
- Supongo que fui una mocosa bastante malagradecida – comento Anko con una sonrisa y mirada triste, refiriéndose a sus años más jóvenes, no queriendo tocar el tema de los hombres en su adolescencia.
- No, solo eras una niña vulnerable, como muchos de nosotros en esos tiempos – dijo Iruka con tranquilidad.
- Entonces ¿te gustaría ser mi amigo? – pregunto, no pudiendo evitar sonreír feliz ante cada cosa que decía el castaño.
- Eso me encantaría – respondió con una gran sonrisa a su amiga, la cual se sonrojo un poco.
Fin Flashback
Desde ese momento, la peli-violeta rápidamente se dio cuenta de que Iruka aun sin ser amigos antes, la conocía bastante bien, sabia cuando hablaba enserio, cuando coqueteaba falsamente para ponerlo nervioso, cuando era honesta y cuando mentía, ese tipo de cosas en verdad la sorprendían y sentía que podía hablar con él con toda naturalidad, sin ninguna mascara, solo siendo ella misma y sin darse cuenta, comenzó a frecuentarlo más seguido, casi siempre con una excusa, diciendo que necesitaba un consejo sobre como ser una mejor sensei, y de a poco, comenzó a sentirse atraída al castaño, pues saber que él quería ser su amigo a pesar de su pasado y que nunca la juzgo, le daba puntos extra.
Anko podía fingir ser alguien muy coqueta y experimentada, pero la realidad era otra, pues nunca había sido tratada con tanta amabilidad y cariño por un hombre, por lo cual actuaba de la misma forma, que lo hacía Kurenai y de quien siempre se burlaba, tartamudeaba, se sonrojaba y se ponía muy nerviosa, pero aun así decidió que si había una persona en el mundo que se merecía una oportunidad, era Iruka, por lo cual dio un paso más cerca de este, haciendo que sus brazos se tocaran, una cosa que le encantaba era que el castaño era más alto que ella.
Iruka que en estos momentos estaba con una sonrisa enorme en su rostro, pues la peli-violeta de la cual siempre quiso ser amigo, ahora mismo había aceptado comer con él, podría no ser una cita, pero algo es algo, no quería adelantarse a los hechos y arruinar las cosas, pues aunque le gustara, no quería arruinar su amistad, por lo cual no daría aun ese paso hasta estar completamente seguro.
Afueras de Konoha
Después de algunas horas, el Son rubio ya estaba un poco mejor y ya podía caminar sin sentirse mareado, procedió a cambiarse, donde solo pudo mirar con una sonrisa su camisa que ahora estaba cosida del agujero que causo el Sannin traidor, a pensar de las protestas de su madre, que no quería que pusiera un pie fuera de la cama por lo menos hasta mañana, este le informo que su misión aún no había terminado y que aun debían regresar a Konoha para curar al viejo Sarutobi. Aun renuente a la actitud de su hijo, Tsunade solo pudo mirar con una sonrisa cariñosa al rubio, pues era terco como ella, pero al menos lo era para un buen propósito. Naruto sonrió al poder ganarle a su madre en una discusión, donde se prometió que sería la última, pues de ahora en adelante sería un hijo ejemplar y la haría sentir orgullosa.
Los tres adultos a petición del rubio, tocaron su hombro, donde solo Jiraiya sabía que iba pasar a continuación, esta vez no se rehusó a la teletransportación de su ahijado, pues era aceptar o ser golpeado por la rubia del grupo, el Son rubio decidido teletransportarse solo hasta las afueras del pueblo de O-tafuku, pues aún estaba débil y no podía ir tan lejos, las mujeres del grupo solo pudieron poner rostros de incredulidad, al igual que la cerdita que estaba en manos de la pelinegra, pues en un segundo se encontraban en un lugar completamente diferente, donde el Son rubio procedió a explicar lo sucedido, donde la Sannin y su aprendiz una vez más estaban impactadas con las habilidades del rubio.
Los cuatro iban caminando con tranquilidad hacia Konoha, pues con la teletransportación del Son rubio, ahorraron mucho camino y a un paso tranquilo, en menos de una hora llegarían a su destino actual, el par de rubios iba al frente, con Naruto contándole a su madre de todo lo que era capaz, sin guardarse nada, pues como un niño pequeño, quería impresionar a su madre, donde Tsunade, solo pudo sonreír con cariño por la actitud de su hijo, aunque no pudo evitar impresionarse por todas sus técnicas al igual que de su energía llamada Ki, por otro lado Shizune que tenía en brazos a su mascota, no pudo evitar sonreír por tan linda escena, pues estaba feliz de que su maestra al fin lograra llenar ese vacío que tenía en su corazón, mientras que Jiraiya estaba con un rostro neutro y sumergido en sus pensamientos.
- "Si le cuento a Kushina de que en este viaje su hijo encontró en Tsunade la madre que nunca tuvo, me matara, pero si se entera por parte de alguien más, también me mata" – pensó Jiraiya con frustración, no pudiendo evitar llorar al estilo anime.
- "Tío Dan, creo que Lady Tsunade al fin podrá continuar su vida de forma feliz, como estoy segura de que tu hubieras deseado" – pensó Shizune con una sonrisa.
- Nada ha cambiado por aquí – comento Tsunade al ver las enormes puertas de su Aldea natal.
- Lo mismo pensé cuando regresé de mi viaje de entrenamiento – dijo Naruto con una sonrisa en su rostro y sus manos detrás de su cabeza.
- Eso es algo que aun no entiendo, ¿Cómo es que Goku, logro dar con ustedes, sin alertar a ningún ninja de la Aldea? – presunto Tsunade, pues que un hombre mayor burlara las defensas de la Aldea con tal facilidad aun le generaba dudas.
- Jeje mi padre es el ser más asombroso del universo – respondió Naruto con una sonrisa y aunque pareciera que estuviera exagerando no lo hacía, pero viendo que su madre no estaba del todo complacida con esa respuesta, decidido desviar la conversación, pues aún no era el momento de contarle toda la verdad, pues descubrir que había seres en otros mundos y que muchos tenían la fuerza de los dioses, por no decir que su padre era uno y que ya conocía a un dios, era demasiada información – Okasan ¿Te gustaría ver la Aldea desde arriba?
- Te refieres desde el cielo, eso me encantaría, ¿Pero cómo piensas lograrlo? Recuerda que yo no puedo volar – respondió Tsunade viendo a su hijo con curiosidad.
El Son rubio solo procedió a levitar un poco para luego girar un poco, quedando boca abajo, le hizo una señal a su madre para que subiera a su espalda, esta lo hizo, la Sannin estaba arrodillada en la espalda de su hijo, con sus manos sujetándolo de los hombros.
- Esto te va a encantar Okasan – dijo Naruto con una sonrisa marca Son, para después salir volando a una velocidad moderada hacia el cielo.
Tsunade no pudo evitar maravillarse ante la vista, pues ahora era capaz de ver su Aldea natal desde una vista que nunca tuvo la oportunidad de ver, el viento golpeaba su rostro con suavidad, mientras la luz del ocaso tornaba todo de una hermosa tonalidad pálida de naranja, en su rostro se dibujó una gran sonrisa, pues no pudo evitar sentirse como una niña pequeña que miraba todo con los ojos que se llenan de asombro y se maravillan con todo.
- Es realmente impresionante la habilidad de Naruto-kun de poder volar por los cielos – comento Shizune con asombro, pues aún era difícil de creer.
- Na, con el tiempo te terminas acostumbrando – comento Jiraiya restándole importancia al asunto – Shizune yo procederé a ir con el Hokage tu ve con ellos, de seguro van al hospital – comento con tranquilidad.
- Como usted diga Jiraiya-sama – dijo Shizune haciendo una reverencia, para después comenzar a caminar en dirección al hospital.
- Bien... entre más rápido haga esto más rápido podre ir al paraíso – comento Jiraiya para sí mismo, ya resignado en que su muerte estaría próxima y a manos de una furiosa pelirroja.
Aun inmerso en sus pensamientos y su resignación a una muerte temprana, el Sabio Sapo no pudo evitar mirar a un par de mujeres muy hermosas que iban en dirección a las aguas termales, y decidiendo que si ese sería su ultimo día en la tierra, por lo menos se retiraría con una enorme sonrisa en su rostro y completamente satisfecho.
- ¡Mis reinas, ya llego su Luis Miguel! – exclamo Jiraiya con una enorme sonrisa pervertida en su rostro, corriendo tras las hermosas chicas, que al reconocerlo se sonrojaron por tan imponente ninja.
Hospital de Konoha
El par de rubios, después de su paseo por los cielos de Konoha, procedieron a entrar al hospital, para la Sannin no era nada nuevo que hicieran reverencias ante su presencia, pues al ser una Sannin agregado al ser la nieta del Primer Hokage la volvía alguien importante, prácticamente una princesa, pero lo que en verdad le asombro fue que ese mismo respeto que le procesaban las personas dentro del hospital, también lo hacían hacia su hijo, donde pudo escuchar como lo llamaban Naruto-sama, era claro que era debido a sus acciones durante la invasión que se ganó ese respeto, aunque lo que en verdad la enorgulleció fue ver como este se sonrojaba de vergüenza y les pedía que retiraran el sama ya que en sus propias palabras, no hizo la gran cosa, eso en verdad la hizo feliz, pues cualquier joven en su posición se estaría regodeándose de orgullo por ser tan importante a tan corta edad, pero su hijo no, el solo estaba apenado por toda la atención que recibía y diciendo que estaba feliz de que todos estuvieran a salvo.
Tsunade se encamino al cuarto de su sensei mientras dejaba a su hijo atrás, pues el curarlo tomaría su tiempo y no quería que estuviera si las cosas se ponían feas. Cuando vio al viejo tumbado en la cama, se sintió mal, pues sabía que aunque viejo, era alguien muy fuerte y verlo en ese estado, agregado que si no fuera por su hijo lo hubiera dejado morir, no pudo evitar reprocharse por su actitud, rápidamente hizo a un lado todos sus pensamientos y procedió a poner manos a la obra, con su aprendiz y un grupo de médicos listos, comenzó a dar indicaciones y ordenes de lo que harían, mientras ella se concentraba en eliminar el veneno de su sistema, para luego reparar el daño al sobrecargar sus células con Chakra, tal y como su hijo le había mencionado que podía hacer con el Ki, donde descubrió que podía curar heridas, mas no reparar el daño, pero usando su método como base, curaría al viejo de inmediato.
Naruto se encontraba en el pasillo frente al cuarto de su abuelo adoptivo, impaciente de saber cómo ocurrirían las cosas, hasta que ve a la madre y hermana de su hermano, levantándose de su lugar va y las saluda con amabilidad.
- Mikoto-san, Satsuki, ¿Cómo están? ¿Qué hacen por aquí? – Saludo Naruto con una sonrisa.
- Hola Naruto – regreso el saludo Satsuki con amabilidad.
- Que bueno es verte de regreso, estamos aquí por Sasuke-kun, mientras no estabas ocurrieron algunas cosas – dijo Mikoto con tranquilidad, notando que el rubio parecía un poco cansado y que su camisa había sido dañada por lo que ella supuso era una espada – Si estás aquí, significa que encontraste a Tsunade-sama, aunque parece que no la tuviste fácil – menciono señalando la costura en su camisa.
- Jeje digamos que pasaron muchas cosas – dijo Naruto rascándose la nuca.
- Vamos con Oniichan, de seguro tienen mucho con lo que ponerse al día – comento Satsuki comenzando a caminar en dirección al cuarto de su gemelo.
Los tres se dirigieron con calma a la habitación del Son pelinegro, donde al llegar el Son rubio, solo pudo sonreírle burlonamente ante su estado tan lamentable.
- Veo que te dieron una paliza dobe – comento Naruto con burla.
- Mira quien habla, tu Ki esta por los suelos teme, me sorprende que siquiera puedas caminar – se burló Sasuke.
Los Son después de un par de insultos y burlas, comenzaron a ponerse al día, mientras que las pelinegras, solo escuchaban la conversación sin decir mucho, pues querían saber porque el estado del rubio, donde las dos se sorprendieron de que este una vez más luchara contra el Sannin traidor, explicando perfectamente porque parecía tan cansado y sus ropas tan maltratadas, pero la matriarca Uchiha al ver como su hijo comenzaba a relatar lo ocurrido procedió a hablar con su hija.
- Cariño ¿Estas segura de que no quieres salir con Naruto? – pregunto Mikoto en voz baja y con una sonrisa en su rostro – es guapo y muy fuerte, sin duda un muchacho a la altura.
- Okasan... - moruro Satsuki con pena y en voz baja – si es guapo, pero es muy energético y ruidoso para mi gusto – comento, pues honestamente, solo le gustaba un poco el rubio, pero era más por su físico que por su actitud.
- Eso es cierto – dijo soltando un suspiro en derrota – pero dime ¿No hay alguien? Ya estás en edad de salir con chicos y honestamente no me molestare si lo haces y dudo que Sasuke-kun diga una palabra en contra si Haku-chan y yo lo amenazamos.
- No, en realidad no hay nadie – respondió ya un poco cansada de la insistencia de su madre – además ¿Cuál es tu apuro de verme con un chico? – cuestiono con algo de molestia.
- Ninguno en particular, solo quiero que elijas a alguien adecuado y que te haga feliz, eso de encontrar a tu media naranja siempre lo considere una estupidez, no somos la mitad de nosotros, sino un todo, pero encontrar a alguien que te entienda y compartir una vida con esa persona es una felicidad indescriptible y eso es lo que quiero para ti cariño – respondió con honestidad, ganándose una mirada sorprendida de su hija – además quiero muchos nietos lindos y Sasuke-kun y Haku-chan ya están juntos así que por ellos no me preocupo – agrego con una sonrisa y juntando sus manos, haciendo que su hija le salga una enorme gota de sudor por su nuca.
- Así que fuiste derrotado por un lisiado – comento Sasuke con burla, llamando la atención de las pelinegras.
- Y tu fuiste derrotado por un lunático cuya especialidad son los Genjutsus – comento Naruto también con burla.
Los son procedieron a mirarse fijamente con molestia por el comentario del otro, de sus miradas salían rayos que colisionaban entre sí, donde las dos Uchihas miraron con rostros sorprendidos, por tal discusión, no pudiendo evitar pensar que ambos aún son un par de tontos competitivos.
- ¿Interrumpo algo? – pregunto Tsunade tocando la puerta del cuarto del Son pelinegro y viendo como su hijo parecía estar peleando con este.
Todos giraron a la entrada y vieron a la Sannin, la cual tenía una sonrisa calmada en su rostro, Mikoto de inmediato hizo una reverencia ante la imponente mujer, para luego sujetar la cabeza de su hija obligándola a hacer lo mismo, pues ella solo se le quedo viendo como si nada.
- Okasan ¿Cómo salió todo con el viejo? – pregunto Naruto con una sonrisa.
- "¿Okasan?" – pensaron al unisonó el trio de pelinegros con mucha confusión.
- Hiruzen ya está fuera de peligro, le tomara un par de días o semanas abandonar el hospital, pero fuera de eso esta excelente – respondió Tsunade con una gran sonrisa, pues aún la inundaba de felicidad ser llamada Okasan.
Los cuatro presentes sonrieron enormemente al saber que el viejo ya estaba curado y que solo era cuestión de tiempo para su recuperación.
- ¡Sabia que podrías hacerlo, eres la mejor! – exclamo Naruto corriendo para abrazar a su madre con fuerza, la cual correspondió el abrazo más una sonrisa amorosa.
- Oye dobe, ¿alguna explicación? – pregunto Sasuke realmente confundido.
El Son pelinegro no comprendía nada, sabía que para su hermano, llamar a alguien Okasan no era algo de juego, pues por el tiempo que crecieron juntos y cuando se fusionaron, sabía que este estaba algo deprimido por no tener una madre a diferencia de él, aunque nunca lo demostrara, siempre fue algo que le causaba algo de tristeza, por esa razón siempre que podía, lo invitaba con su madre a comer o solo para conversar, ya que no quería que se sintiera desplazado. Por otro lado el Son rubio procedió a contar lo ocurrido, pues había omitido esa parte ya quería contarlo cuando estuviera su madre para decirlo. Sasuke solo pudo sonreír de felicidad por su hermano, Satsuki de forma discreta y rápida se limpió una lagrima pues la historia le pareció muy tierna y Mikoto aunque feliz por el rubio, no pudo evitar tener un solo pensamiento.
- "Oh, oh" – pensó alarmada y preocupada por como tomaría esta noticia su amiga pelirroja, la cual al fin había decidido hacer las cosas bien.
Al día siguiente – Oficina del Hokage
Minato se encontraba sentado en su silla, a sus lados se encontraban los tres sensores de las tres pruebas de los exámenes Chunin, Ibiki, Anko y Genma, frente a ellos, estaban los cuatro equipos de novatos y un paso más adelante los 10 novatos que lograron pasar a la tercera y última etapa de los exámenes, en un costado estaban, Guy, Kurenai y Asuma, Kakashi quien ya había sido curado por Tsunade, era el único que no estaba presente, pues aún necesitaba estar varios días en el hospital para reponerse, todos se encontraban reunidos para notificar quienes fueron aquellos que lograron el ascenso.
El Hokage estaba un poco desanimado, pues ya sabía quiénes habían sido ascendidos, pero aun así, puso su mejor sonrisa, pues los jóvenes ante él necesitaban de sus palabras de aliento, ya que todos dieron lo mejor de sí y aunque algunos no lograron pasar, eso no le quitaba merito a su esfuerzo.
- Shikamaru, a pesar de haberte rendido en la última etapa, demostraste ser un gran estratega, estando en una situación real y bajo un equipo a cargo, no cabe duda de que hubieras tenido excito, tu mente analítica es algo que sin duda no se puede tomar a la liguera – dijo Minato viendo al joven Nara – por lo cual, eres ascendido a Chunin – dijo mientras la pasaba un chaleco táctico que le daba su título como Chunin.
- Gracias Hokage-sama – dijo Shikamaru con cansancio – "Que fastidio" – pensó con algo de molestia, pues sabía que sus padres harían un alboroto por esto.
- Eso es Shikamaru – murmuro Choji con felicidad por su amigo.
- Ya no tienes excusa para ser un perezoso – murmuro Ino con una sonrisa un tanto burlona, pero igualmente feliz por su amigo.
Asuma solo se limitó a sonreír y asentir en dirección de su alumno perezoso sabiendo perfectamente lo que pensaba.
- "Que molestos" – pensó Shikamaru con una sonrisa por el ánimo de sus amigos y sensei.
- Neji, aunque tus habilidades y conocimientos son los de un prodigio, quedo claro durante tu encuentro que pierdes el control con facilidad, te dejas llevar por tus emociones y no piensas las cosas con claridad, en una misión eso podría costarte tu vida o peor aún, la de tus camaradas – informo Minato de forma calmada – debido a esto, no serás ascendido a Chunin.
- Comprendo Hokage-sama, intentare corregir mis errores para mejorar en el futuro – dijo Neji con una reverencia, comprendiendo las palabras tan ciertas de su Hokage.
- Lee, aunque tus habilidades fueron extraordinarias, está claro que aún no puedes salvar a tus camaradas sin poner en riesgo tu vida y hasta que eso no cambie, no serás ascendido, ¿entiendes a donde quiero llegar? – pregunto Minato con seriedad en sus palabras, pues no quería que el joven Lee perdiera la vida en alguna misión.
- Por supuesto que sí, por eso entrenare muy duro para volverme más fuerte y de esa manera ya no saldré lastimado y podre proteger a los demás – respondió Lee con seguridad, comprendiendo a la perfección las palabras de su líder.
Tenten solo pudo sonreír ante la actitud de sus compañeros de equipo, pues uno aunque seguía siendo un escandaloso, se le veía con una nueva actitud más positiva, si es que eso era posible, mientras que el otro simplemente parecía más relajado y ya no teniendo esa actitud tan rígida. Guy les levanto el pulgar a sus alumnos y les dedico una enorme sonrisa, pues aunque no lograron el ascenso, demostraron de lo que sus llamas de la juventud eran capaces.
- Shino, por tus estrategias y por tus excelentes habilidades tanto para el rastreo como para el ataque son formidables, serás ascendido – dijo Minato con una sonrisa y entregándole el chaleco táctico al joven Aburame – aunque una recomendación de mi parte seria que si tu barrera de insectos es superada, tengas otro método bajo tu repertorio de Jutsus – comento con calma.
- Entiendo Hokage-sama, muchas gracias y tenga por seguro que tomare muy en cuenta su consejo – dijo Shino de forma estoica, pero con una pequeña sonrisa.
- Así se hace Shino – dijo Kiba con felicidad acompañado de un ladrido de Akamaru en confirmación.
- Felicidades Shino – dijo Hinata en voz baja, pero muy feliz por su amigo.
- Gracias amigos – dijo Shino con una pequeña sonrisa, por las palabras de sus amigos, giro su mirada a su sensei que le sonrió en pro de su ascenso.
- Satsuki, está por demás decir que tu dominio sobre Jutsus de alto nivel en tan poco tiempo son impresionantes, pero atacaste sin un plan y tu arrogancia te hizo creer que podrías dominar un estilo de pelea solo con copiarlo con tu Sharingan, y esa fue la razón por la que perdiste tu encuentro y no serás ascendida – cometo Minato esperando que sus palabras llegaran a la heredera Uchiha.
- Estoy completamente de acuerdo Hokage-sama – dijo Satsuki con tranquilidad, no hace mucho hubiera protestado, pero ahora comprendía muy bien todos sus defectos, aunque eso no quiere decir que no entrenara hasta el cansancio para mejorar y quedarse atrás de su gemelo.
- Natsumi y Menma, está claro que son fuertes y unos prodigios al dominar habilidades que ni un Chunin podría lograr – comento Minato viendo como sus hijos sonreían orgullosos – pero – continuo hablando confundiendo al par de pelirrojos – su constante dependencia al Chakra del zorro es un problema, uno que se intensifica cuando pierden el control al usarlo, pues no solo ponen en peligro sus vidas, sino la de sus camaradas y la misión en general, además su arrogancia en pensar que son invencibles, son actitudes que no son dignas de un Chunin, por lo cual ustedes no serán ascendidos – finalizo con completa seriedad.
El par de herederos pelirrojos tenían rostros que reflejaba sorpresa total, pues en ningún momento se imaginaron que no serían ascendidos, además del hecho de que las palabras de su padre eran casi las mismas que usaba su hermano mayor para provocarlos, pues también decía que el Chakra del zorro no era suyo, era algo que no les gusto ni un poco.
- Pe... pero Otosan, ¡nosotros somos los mejores, además nuestros hubiéramos ganado sin problemas el encuentro si ellos no se hubieran fusionado! – se quejó Menma con enojo, señalando a su hermano mayor y al Son pelinegro – ¡y nosotros no dependemos de nada, el Chakra del zorro es nuestro, es nuestro poder! – agrego con molestia
- ¡Menma-nii tiene razón, no puedes decir que perdemos el control, nosotros dominamos nuestro poder a la perfección, llegamos hasta las finales, demostramos todo nuestro poder, tú mismo dijiste que dominamos Jutsus que ni un Chunin puede! – agrego Natsumi igual de molesta que su hermano pelinegro.
La sala entera se llenó de un silencio incomodo, por parte de los novatos por las quejas de sus compañeros pelirrojos, pues estos dos solo parecían escuchar lo que querían, pues si eran fuertes, pero también eran arrogantes como el Hokage ya había mencionado y ellos mismos estaban demostrando, del lado de los Jonin, miraban algo molestos al par de pelirrojos por exigir tales cosas, ya que si no podían aceptar ni una derrota, nada bueno pasaría si algún día perdían una misión o a un camarada, pero quien estaba realmente en la mira de todos era Minato, pues este tenía una mirada inusualmente molesta y seria dirigía a sus hijos pelirrojos que se tensaron ante la dura mirada de su padre.
- Como ya dije, son arrogantes, se creen superiores a todos y a todo, justo como lo están demostrando ahora, por levantarle la voz a su líder – hablo Minato con seriedad viendo como sus hijos bajaban la mirada por sus palabras duras al igual que su mirada – Natsumi, en tu primer encuentro, casi matas a tu oponente, un camarada, incluso cuando ya no podía seguir luchando e incluso ignoraste las ordenes de un superior para que te detuvieras.
Natsumi apretar los puños ante el comentario de su padre, pues aún le causaba enojo el saber que estuvo a punto de cometer tal cosa, pero ya no dijo más pues ahora mismo, el hombre sentado frente a ella no era su padre amoroso y cariñoso, sino su líder al cual le debía respeto.
- Y tu Menma, te atreves a decir que el poder del Kyubi es tu poder, pero perdiste el control y liberaste cuatro colas y casi matas a tu hermana al intentar acabar con tus oponentes, sin mencionar que pudiste lastimar a las personas inocentes del estadio – comento Minato con total seriedad – se les enseño que a usar el poder del Kyubi para mejorar como ninjas no para que dependieran enteramente de este, ¿Esta claro porque ambos no serán ascendidos?
- Hai, Hokage-sama – dijeron Natsumi y Menma al mismo tiempo, seguido de un pequeña reverencia.
Menma solo apretó sus puños del enojo que sentía, pues las palabras de su padre eran ciertas, pues le contaron como casi mata a su amada hermanita, todo por no poder mantener el control en el poder del estúpido zorro, y tragándose todo su orgullo, tuvo que admitir que ese poder no era suyo, pues de serlo, no tendría por qué perder el control en primer lugar.
Los Jonin sonrieron ante la actitud de su Hokage, pues demostraba porque era su líder, al no dejarse manipular por un par de Genin aunque estos fueran sus hijos, pues era claro que esos dos necesitaban que los pusieran en cintura.
- Por último, el equipo 0 – dijo Minato, viendo al pelinegro pálido, al Son pelinegro y su hijo rubio, que estos dos últimos vestían sus Gi naranja – Sai, tu capacidad de estratega puede estar a la par de tu compañero Nara, tu fuerza y Taijutsu es sorprendente al igual que tu dominio del Estilo Fuego, como demostraste al mezclarlo y crear nuevos Jutsus de alto nivel con tus Jutsu de tinta – comento con seriedad, para luego posar la mirada en los Son – Naruto, Sasuke, sus habilidades, técnicas y fuerza así como el dominio de su estilo de pelea, son formidables, al igual que sus capacidades para pensar en un plan para adaptarse durante una pelea o adaptar la pelea a su conveniencia, son rasgos muy sorprendentes y que hace mucho no se ve en ninjas tan jóvenes – comento con toque de orgullo y tristeza dirigido a su primogénito – por lo cual, el equipo de apoyo es ascendido a Chunin.
- Gracias Hokage-sama – dijeron los Chunin del equipo 0 mientras hacían una referencia.
- ¡Esos son mis muchachos! – grito Anko de felicidad que no pudo contener, para luego saltar y abrazarlos a los tres con fuerza.
Satsuki al ver a su gemelo en brazos de sus sensei no pudo evitar reír un poco para luego comenzar a aplaudir por la proeza del equipo de su gemelo, acompañada de todos los novatos que estaban felices por sus amigos o casi todos, pues ni Natsumi o Menma aplaudían, pues aún se sentían algo molestos por las palabras de sus padre, pero fue Natsumi que aun con su molestia de no ser ascendida aplaudió con calma, Menma al ver el acto de su gemela, la imito, pues al final de cuentas, nada de lo que dijo su padre fue culpa de su hermano mayor y cualparlo sería una estupidez, los Jonin también aplaudieron con felicidad, mientras que Minato se limitó a sonreír con tristeza.
- Aquí tienen – dijo Minato señalando los chalecos tácticos.
Los Chunin del equipo 0 se pusieron los chalecos, donde rápidamente, ellos junto con todos en la sala se dieron cuenta que no les quedaba para nada bien, a los Son por los colores tan brillantes de su Gi de la Escuela Tortuga y al pelinegro pálido, por su estilo de ropa tan peculiar.
- ¿Podemos no usarlos? – preguntaron los tres Chunin del equipo 0 al unisonó.
Tras esa pregunta algunos comenzaron a reír, para después los Jonin junto con sus equipos se comenzarán a retirar, con excepción del Son rubio que a petición del Hokage se quedó un poco más, Naruto no rechazo la petición de Minato esta vez, pues estaba demasiado feliz por ser ascendido que ni se dio cuenta de que acepto hasta que fue demasiado tarde. Menma que iba caminado por los pasillos, vio a su compañera de equipo peli-rosa y se dio cuenta de que no estaba pidiéndole una cita o intentando subirle el ánimo por no ser un Chunin, eso le causo curiosidad, por lo cual se acercó a ella con la intensión de invitarla a salir, solo para pasar el tiempo.
- Hey, Sakura, tengo un poco de hambre, ¿te gustaría ir conmigo a Ichiraku Ramen? – pregunto Menma con una sonrisa un tanto coqueta.
Sakura abrió un poco los ojos ante esa oferta, pues nunca antes el pelirrojo la había invitado a una cita antes, si hubiera recibido la invitación hace algunos días atrás, ya estaría gritando de la felicidad y presumiéndole al mundo que al fin había conseguido lo que tanto anhelaba, pero ya no era esa chica ruidosa y tonta, pues así como su amiga rubia, descubrió que lo que sentía por el pelirrojo no era en verdad amor, pues al fin entendió que quería estar con alguien que la hiciera sentir mejor con sus defectos.
- Muchas gracias por la invitación, pero no, lo siento Menma-kun, ahora mismo tenía planeado salir con Lee – se disculpó Sakura con una sonrisa, mientras emprendía camino para alcanzar a su amigo de spandex verde.
Menma se quedó estático ante la respuesta que recibió, pues ni en un millón de años se imaginó que la peli-rosa, de todas las personas, rechazaría una cita con él y todo por el cejotas, después de eso giro para mirar a Ino y ofrecerle la misma oferta, pero la vio muy pegada con Sai, después miro a Satsuki la cual iba conversando con su gemelo con tranquilidad, era claro que ninguna de las dos aceptaría.
- Oigan chicos, ¿quieren ir comer? – pregunto Menma con tranquilidad y seguridad al grupo de Shikamaru, Choji, Kiba y Shino.
- Lo siento Menma, pero ya tenemos planes con nuestras familias y senseis – respondió Shikamaru de forma perezosa.
- Tal vez la próxima vez – dijo Choji comiendo una bolsa de papitas.
Y con eso dicho, el grupo de hombres se alejaron del pelirrojo, el cual estaba realmente confundido, de los chicos podía entender que no aceptaran, pero de las chicas era algo completamente nuevo, en especial porque dos de ellas siempre estaban prácticamente encima de él, con la heredera Uzumaki, era una situación muy parecida, pues esta fue a conversar con la heredera Hyuga y sus compañeras de equipo, pero la Hyuga parecía tenerle algo de miedo, por no mencionar que apenas vio una salida, se fue lo más rápido posible, la peli-rosa le dijo que ya tenía planes al igual que la Uchiha, sabía bien que no convivían mucho, pero creía que las tres eran amigas y que por lo menos podrían salir a tomar algo.
Fue en ese preciso momento en que el par de pelirrojos se dieron cuenta de algo, ninguno de los dos tenía muchos amigos, con sus compañeros de academia apenas y cruzaban palabra, pero ¿Por qué? Eran los hijos del Hokage, eran los Jinchuuriki que protegían a la Aldea del Kyubi, todos querían ser sus amigos, de niños sus compañeros de academia siempre iban a sus fiestas de cumpleaños, pero entonces ¿Por qué rechazaban salir con ellos?, de forma inconsciente se preguntaron si ellos aceptarían una invitación igual de su hermano mayor, pues parecían llevarse muy bien, pero ellos los conocían de más tiempo, fue esta que recordaron las palabras de su padre, que recordaron que cada vez que podían presumían sus habilidades frente a ellos, y en ocasiones se burlaban o hacían bromas de lo superiores que eran.
- "¿Tan arrogante eh sido que nadie quiere ser mi amigo?" – pensaron Natsumi y Menma al mismo tiempo, con completa seriedad.
Oficina del Hokage
Minato y su primogénito se habían quedado en un pequeño pero incomodo silencio después de que todos salieran, quería pedirle que reconsidera de lo que estaba por hacer, que abandonara esa idea de fundar su clan, pues mañana mismo se llevaría una junta en el consejo para determinar su solicitud, quería rogarle que volviera con él y con el resto de su familia, su familia real, pero recordó las palabras de su esposa y de cómo la matriarca Uchiha le había dicho que estaban haciendo las cosas mal, por lo cual con un fuerte suspiro, decidió ir poco a poco, empezando la conversación con algo que probablemente alegraría a su hijo.
- Naruto, quería comentarte que Suna nos ha informado que ellos mismo aceptan que fueron engañados y piden disculpas por sus actos, explicaron las razones que llevaron a los eventos ocurridos, el consejo y yo hemos decidido darles la oportunidad de llegar a nuevos términos con ellos, con el fin de seguir siendo aliados – comento Minato viendo como el rostro de su hijo se volvía en uno de sorpresa.
- ¿Por qué me comenta esto? – pregunto Naruto un poco apenado.
El Son rubio sabía que esto tal vez se lo estaban diciendo por el hecho de cierta kunoichi rubia con la cual paso bastante tiempo, pero también estaba algo sorprendido, pues pensaba que el Hokage una vez más le diría que volviera con la familia Uzumaki/Namikaze.
- Bueno, sé que sientes algo por Temari – comento viendo el sonrojo de su hijo crecer de golpe.
- No estoy seguro de que el sentimiento sea mutuo – comento con un poco de tristeza en su voz.
- ¿Me permitirías darte un consejo? – pregunto con tranquilidad esperando la respuesta de su hijo, que vino como un asentimiento – siempre hay dos historias, dos caras de la misma moneda, sé qué piensas que Temari solo te uso para obtener información – dijo viendo como su hijo abría los ojos en shock pues lo leyó como a un libro abierto – pero eso es lo que tu piensas, permite que ella te dé su versión de la historia, créeme que te arrepentirás si ella nunca tuvo esas intenciones y tú nunca le diste la oportunidad de expresar su lado de la historia.
- ¿Cómo es que sabe tanto? – pregunto realmente impresionado de las palabras que escucho y de ser tan fácil de leer.
- Digamos que pase por lo mismo que tú – comento con una sonrisa divertida – Kushina y yo nos conocimos desde niños, pero nunca fuimos muy unidos, en una ocasión ella fue secuestrada y yo termine rescatándola, después de eso fuimos muy buenos amigos, pero durante nuestra adolescencia ella con frecuencia se burlaba de mí y me llamaba afeminado por mi cabello jeje – comento con una risa nerviosa, aunque con un pequeño toque de molestia, pues le gustaba su cabello y no le parecía afeminado – yo siempre pensé que en el fondo tenía algo en mi contra y me comencé a distanciar de ella, pero fue tiempo después que ella se me declaro y dijo que hacia todo eso porque no sabía cómo expresar sus sentimientos hacia a mí, ¿ves a donde quiero llegar? Una moneda, dos caras, dos historias.
Naruto estaba realmente impresionado por las palabras de su líder, aunque la historia que conto y lo que le estaba ocurriendo, no eran la misma cosa, compartían un aspecto en común, ambos daban por sentado una cosa, cuando la realidad era otra, eso quiera decir que aun cabía la posibilidad de que Temari en verdad nunca intento acercarse a él con malas intenciones y que solo intentaba alegarlo por lo que sabía que iba a ocurrir, cosa que puso una enorme sonrisa en su rostro.
- Muchas gracias por sus palabras, Hokage-sama – dijo haciendo una reverencia realmente agradecido por el consejo que recibió.
- No es nada – dijo con una sonrisa paternal, feliz de poder ayudar a su hijo por primera vez – de hecho, sé que puede ser un poco repentino, pero ¿te gustaría cenar hoy con nosotros? Podríamos celebrar tu ascenso con algo de comida – sugirió con una sonrisa, esperando que su hijo aceptara.
- "Demasiado bueno para ser cierto" – pensó soltando un suspiro, pero en vista de cómo se comportaba y al consejo que le dio, esta vez no se negaría – Si, de todos modos aún les debo una comida por mi descortesía de la otra vez – dijo con una sonrisa.
- Muchas gracias, te estaremos esperando más tarde – dijo Minato con una sonrisa de oreja a oreja por la aceptación de su hijo.
- Claro que sí, con su permiso – dijo Naruto para luego darse media vuelta y salir de la oficina.
Minato en verdad estaba feliz de que al fin pudo ser de apoyo para su hijo, y aun más de que este aceptara de buena gana ir a cenar con su familia, pero aún era demasiado pronto para cantar victoria, solo tenían una oportunidad para evitar que este fundara su clan y volviera con su familia, por lo cual, se puso de pie y en un destello amarillo desapareció de su oficina, reapareciendo en su hogar, listo para informarle a su esposa de lo ocurrido y también para asegurarse de que todo fuera perfecto, aunque algo lo hizo detener sus pensamientos.
- "¿Dónde está sensei?" – pensó confundido, pues este debió de darle el informe ayer que regreso junto con su hijo y la Sannin – Oh bueno, no importa.
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