Traición o lealtad - La elección de Tsunade


Para Jiraiya ver como su ahijado volar ya no era ninguna novedad, pero eso no disminuía la sorpresa, pues apenas avanzaron un kilómetro de Konoha a un paso que el dicto como tranquilo, para poder conocer más al rubio, el cual comenzó a preguntar ¿hacía que pueblo se dirigían? el cual apenas tuvo su respuesta, procedió a intentar colocar una mano sobre su hombro, para ser lo que él pensaba, sería la teletransportación, pero moviéndose de forma ágil lo evito y en vista del rostro molesto del rubio este emprendió vuelo sin previo aviso en dirección a el pueblo de O-tafuku, el Sannin no tuvo más remedio que seguirlo a paso rápido, pues el muchacho ya tenía una fotografía de su antigua compañera y perfectamente podría encontrarla sin su ayuda, así que tenía que apresurar el paso.

El Sannin en verdad considero las palabras de su alumno y quería llevar a sus ahijados pelirrojos, pues sabía que esa organización llamada Akatsuki, ya se había puesto en marcha en parejas de dos, pero la aldea se encontraba prácticamente ilesa de la invasión, además su Minato y Kushina estaban ahí para protegerlos, eran más que capaces de ello, por lo que no había necesidad de preocuparse de ellos por ahora, de repente el rubio desciende al lado del Sannin sacándolo de sus pensamientos.

- ¿Qué pasa, ya te cansaste del silencio de los cielos? – pregunto Jiraiya intentando iniciar una conversación.

- Solo quería estirar las piernas – respondió Naruto con calma, mientras se llevaba las manos detrás de la cabeza – además el pueblo ya está enfrente y si alguien me ve volar, las personas se asustarían – agrego con calma.

- Supongo que tienes razón, pero sabes, sé que sales muy frecuentemente de la Aldea en misiones, pero aun así tómatelo con calma – dijo Jiraiya con una sonrisa.

- De ninguna manera, no vine de vacaciones, vine para encontrar a quien pudiera curar a Jiji – dijo Naruto con tranquilidad y algo serio - ¿Seguro que esta en este pueblo? – pregunto viendo al Sannin.

- Por lo que me dijo mi red de espías, estuvo ahí hace poco, puede que aun este, nos hospedaremos en un hotel y luego la buscaremos – respondió Jiraiya sorprendido de la determinación del rubio.

- Eso no será necesario, si no está ahí, nos dirigiéremos a otro pueblo a buscarla, no tenemos tiempo que estar perdiendo – dijo Naruto serio, pues no estaría perdiendo el tiempo cuando su Jiji se encontraba en tan mal estado.

- ¿Y exactamente como piensas buscarla apenas pongas un pie en el pueblo? – cuestiono Jiraiya con una ceja levantada.

- Muy fácil, si ella es igual de fuerte que tú, no me tomara mucho tiempo en encontrar su firma de Chakra – respondió Naruto con una sonrisa viendo al Sannin.

- Es cierto, ya había olvidado que eras un excelente censor – dijo Jiraiya ligueramente sorprendido, pero luego miro confundido al rubio – pero de ser ese el caso ¿Por qué no la buscas ahora mismo y simplemente nos teletransportas con ella? – pregunto con curiosidad, pero casi de inmediato un rubor y una sonrisa pervertida se formó en su rostro – "con suerte nos teletransportemos cuando esté tomando un baño" – pensó imaginándose el cuerpo desnudo de su antigua compañera de equipo.

- Ya lo intenté, pero en todos los pueblos hay muchas personas que logran ocultar la firma de Chakra de alguien que sobresalga a esta distancia, necesito estar en dicho pueblo y así la podre encontrar con facilidad – respondió Naruto algo molesto por ese hecho.

- Oh ya veo, entonces si puedes medir nuestro Chakra, ya debería saber que tan impresionante soy, deberías sentirte alagado de acompañarme muchacho – dijo Jiraiya con una sonrisa de superioridad.

- Se de sobra lo fuerte que eres, tu Chakra en este momento está al mismo nivel que el de Orochimaru a su máxima y luchando en serio – comento Naruto con una gota de sudor en su nunca por el ego del Sannin.

- Espera estas diciendo ¿Qué él y yo somos igual de fuertes? – pregunto Jiraiya sorprendido.

Para el Sabio Sapo siempre fue una incógnita si podía luchar de igual contra su antiguo mejor amigo, pues nunca se enfrentaron en un combate directo con todas sus fuerzas, ni siquiera cuando este huyo de la Aldea, ninguno de los dos lucho en serio y aunque todo termino en un empate en aquel triste día para el Sabio Sapo en el cual no pudo traer de regreso a su amigo, la respuesta de saber quién era el más fuerte ahora que había crecido y su fuerza había aumentado enormemente de aquellos años le generaba curiosidad.

- Eso no fue lo que dije, tu ahora estas tranquilo sin intenciones de luchar y aun así tu Chakra es igual de grande que el de Orochimaru, cuando alguien pelea su Chakra aumente drásticamente a cuando está en calma – explico Naruto con calma sin notar la sorpresa en el rostro del Sannin – en otras palabras, tu eres más poderoso que Orochimaru y si puedes usar lo mismo que uso Hokage-sama para adsorber el Chakra del ambiente, esa serpiente no sería ningún oponente para ti.

Jiraiya no pudo evitar poner una sonrisa orgullosa en su rostro pues ahora lo tenía bien en claro, de los tres Sannin, él era el más fuerte, el muchacho tenía razón, aún estaba lejos del tope al que podía elevar su Chakra si luchaba enserio, por no mencionar que si usaba el Modo Sabio, aunque imperfecto a diferencia de su alumno, el aumento en su fuerza era algo que si se debía tomar muy en cuenta.

- Jeje me acabas de dar una de las mejores noticias del mundo chico, ahora solo necesito que lo confirmes enfrente de Tsunade – dijo Jiraiya con una sonrisa enorme, pues al fin le restregaría a esa rubia que aun con su monstruosa fuerza él es aún más fuerte.

- Si claro, lo que usted diga – murmuro Naruto con una mueca de aburrimiento – y a todo esto, ¿cómo es esa tal Tsunade? digo ya se cómo es por la foto que me dio Sai ¿pero cómo es en carácter? ¿acaso es una lunática como Orochimaru o una pervertida como usted? – pregunto curioso por como seria esa Sannin.

- "Veo que al fin tiene ganas de hablar" – pensó Jiraiya con una sonrisa, ignorando el ser llamado un pervertido – pues veras, es bastante grosera, pierde la paciencia con facilidad – dijo con una sonrisa divertida recordando a su compañera – además tiene el mal habito de apostar y lo que es peor es que nunca tiene suerte ya que nunca gana, es por lo que se ganó el apodo de la Legendaria perdedora.

El rubio se impresiono por la descripción de la mujer a la cual se supone se encargaría de salvarle la vida a su abuelo, pero la impresión rápidamente desapareció pues ya conocía a dos de los tres Sannin y comparándola con los otros dos, por lo menos su mal carácter seria su único problema junto con el juego, a diferencia de sus compañeros, ya que uno era un lunático en busca de cuerpos que poseer y una insana obsesión con las serpiente, mientras que el otro era un pervertido bastante presumido, pero al menos este último no estaba loco.

- Oye Naruto, tengo curiosidad, tu mencionaste que tú y el otro pelinegro usan la energía llamada Ki, pero no eh encontrado nada al respecto ¿Podrías decirme en qué consiste? – comento Jiraiya con la vista al frente, intentando no sonar desesperado por obtener la información, pues después de la invasión ya llevaba días sin encontrar nada.

- Si porque no, de todos modos lo iba a decir en la junta del conejo cuando se someta a votación la inclusión de mi clan – dijo Naruto no viendo el problema – el Ki es la procedencia de la fuerza vital, es la energía interna que reside en el teme y en mí, a diferencia del Chakra, se podría decir que el Ki es energía enteramente física y que no posee energía espiritual, aunque nuestra energía física aún es muy diferente de la que poseen los demás.

- Pareces conocer muy bien tu energía aunque nunca antes haya escuchado de alguien que la tuviera – dijo Jiraiya curioso pues si el mismo no obtuvo información, le confundía enormemente que el rubio lo hiciera.

- Mi padre y Kaio-sensei también poseen Ki, ellos me enseñaron – comento Naruto, despejando las dudas del Sannin.

Afueras del Pueblo Tanzaku

Kabuto y Orochimaru que llevaba un kimono purpura y una gran chaqueta rosa, su rostro se vía cansado y con sudor, sus brazos se encontraban completamente vendados y temblando, ambos miraban el pueblo desde la lejanía, pues al fin habían logrado dar con Tsunade, la cual se encontraba en ese pueblo, Orochimaru miraba con una sonrisa el pueblo, ya que solo sería cuestión de tiempo y sus brazos al fin serian curados, por otro lado Kabuto miraba con más cautela, pues aún estaba dudoso de si la legendaria Sannin curaría a su líder, ya que este no le ha contado cuál es ese plan infalible con el cual la Sannin aceptaría curarlo. Una pequeña serpiente blanca aparece de entre los arbustos y comienza a subir por la pierna del chico de jafas y comienza a subir hasta llegar a su oído, donde esta parece decirle algo.

- Orochimaru-sama, tenemos problemas – dijo Kabuto de forma seria mirando a su líder – al parecer no somos los únicos buscando a Tsunade, pues también su compañero Jiraiya, otro de los Legendarios Sannin viene a buscarla y no viene solo – informo mientras se acomodaba sus jafas.

- Ese idiota de Jiraiya, no me sorprende, de seguro vino para que Tsunade cure al anciano, pero no funcionara – dijo Orochimaru con una sonrisa cansada – aun así, no presionare a mi antigua amiga, le daré un plazo de una semana para aceptar mi generosa propuesta.

- No creo que deba darle tanto tiempo, Son Naruto es quien acompaña a Jiraiya – informo Kabuto con nerviosismo, viendo como el rostro de su líder se torcían en una de molestia y odio.

- Ese maldito mocoso – murmuro Orochimaru con odio ignorando el enorme dolor que provenía de sus brazos.

- Él no puede sentir nuestra presencia gracias a los sellos de supresión de Chakra, pero si la de Tsunade y si decide teletransportarse a su posición con nosotros cerca, no estoy seguro de que yo pueda contra él – informo Kabuto con seriedad, analizando las cosas con cuidado – el Taijutsu no es mi fuerte y ese chico es un maestro en artes marciales, además de que posee una gran cantidad de técnicas a larga distancia y yo no poseo alguna.

- Tsk los Son parecen querer meterse en mi camino hasta el final – dijo Orochimaru con enojo – muy bien, apresuremos el paso, lo último que necesitamos es que las cosas se compliquen aún más.

Con esas últimas palabras ambos ninjas de Oto, se dirigieron con velocidad hacia el pueblo, ya que lo último que querían era enfrentarse a otro Sannin y al Son, el Sannin de las serpientes sabía perfectamente que podría contra el rubio pero no en su estado actual, estaba demasiado herido y cansado como para que fuera una pelea igualada, sería un blanco fácil, mientras que el chico de jafas sabía que sus habilidades para usar Ninjutsus médicos en el combate eran excepcionales de nada servirían contra los Son, pues estos eran demasiado rápidos y hábiles en el Taijutsu y sus movimientos en combate eran más de aprovechar distracciones y atacar en el momento preciso, cosa que no funcionaba contra oponentes como los Son.

Konoha – Casa de Mikoto Uchiha

En el patio trasero del hogar de la matriarca Uchiha, se encontraban Sasuke con su gi de la Escuela Tortuga entrenando a Satsuki con un entrenamiento liguero en un encuentro cuerpo a cuerpo, el objetivo del pelinegro era poder analizar los movimientos de su gemela mediante en un combate sin su Sharingan activo, donde descubrió que los movimientos que empleaba su gemela eran demasiado imprecisos, siempre golpeando y recibiendo golpes como si intentara predecir sus movimientos en el acto, para el pelinegro el error más notable era claro, su gemela dependía enteramente de su Sharingan para un combate, sin este, sus movimientos y ataques perdían fuerza y precisión. Sasuke esquiva una patada derecha de Satsuki que iba directo a su rostro simplemente saltando hacia atrás, para luego, saltar al frente mientras se agachaba para barrer los pies de su gemela y hacerla caer al suelo.

- Es suficiente por ahora – dijo Sasuke extendiéndole una mano a su gemela para ayudarla a levantarse.

- Ya casi te tenía – murmuro Satsuki desviando la mirada y tomando la mano de su gemelo, poniéndose de pie, ve como este le sonríe con calma - ¿Y bien? ¿Qué descubriste? – pregunto esperando saber cuál era la opinión con respecto a su modo de pelear.

- ¿Por dónde empiezo? – dijo Sasuke rascándose la nuca y soltando un suspiro, causando que su gemela tenga un tic en el ojo – eres fuerte sin duda y tu velocidad es muy buena, el problema es que usas mucho Chakra para moverte a esa velocidad, pero eso se puede resolver con algunas pesas – comento de forma tranquila viendo como su gemela analizaba sus palabras.

- ¿Te refieres a las que usa Lee? – pregunto Satsuki, pues recordó como su madre le conto del encuentro de su gemelo y del chico del spandex verde, y como este último adquirió una velocidad asombrosa solo con retirar unas pesas de sus piernas.

- Algo así, lo que Lee uso es un buen método para aumentar tanto velocidad como fuerza, el problema es que el solo usa pesas en sus piernas y aunque su velocidad aumente enormemente, sus golpes por otro lado no mucho – explico Sasuke el error en la forma de entrenar de su contrincante y amigo Lee.

- Comprendo, pero tu pareces saber mucho al respecto ¿También entrenas con pesas? – comento Satsuki, obteniendo un asentimiento de su gemelo.

- Desde pequeño, por eso puedo moverme tan rápido – respondió Sasuke quitándose una de sus muñequeras y extendérsela a su gemela – concentra todas las fuerzas que puedas para sostenerla.

Satsuki arqueo una ceja por el comentario de su gemelo, pues era una simple muñequera y no parecía que tuviera algo de especial, aun así hizo lo que se le pidió, y tomo la muñequera con ambas manos con fuerza y con sus piernas muy firmes en el suelo y cuando su gemelo dejo de sostener la muñequera, sus brazos de inmediato se fueron hacia abajo, sus piernas se flexionaron, intento levantar los brazos pero le resulto sumamente difícil y cuando soltó la muñequera, ve con sorpresa como esta cae con fuerza y agrieta el suelo, levantando su mirada ve a su gemelo sonriéndole como si nada.

- ¿Cómo demonios te puedes mover tan libremente con esas cosas puestas? – pregunto Satsuki sorprendida que su gemelo pudiera moverse sin problemas con tanto peso en sus brazos.

- Años de entrenamiento – respondió Sasuke agachándose y tomando su muñequera y ponerla de nuevo en su lugar – pero no solo son las muñequeras, todo mi gi pesa exactamente lo mismo – agrego disfrutando la mirada en shock de su gemela.

- Estas demente – murmuro Satsuki con los ojos en blanco.

- Jeje tu entrenaras con algo parecido a esto, usaras pesas que puedas manejar para que no te lastimes y conforme te vayas acostumbrando, aumentare el peso – comento Sasuke con una sonrisa al imaginarse a su gemela con un caparazón de tortuga en su espalda.

- No estoy segura de que quiera hacer eso – comento Satsuki con una mueca pensativa.

- ¿Por qué? – pregunto ladeando la cabeza en confusión.

- Porque no quiero ser una masa de músculos – respondió Satsuki con algo de pena y un liguero tinte rosado en sus mejillas.

La pelinegra quería ser más fuerte pero le gustaba su físico tal y como estaba, delgado y atlético, sus músculos ligueramente marcados era como a ella le gustaba y en algún futuro le gustaría parecerse a su madre, pues tenía un cuerpo muy bien trabajado, que la hacía ver letal y atractiva, cosa que no conseguiría si se volvía una mujer con unos músculos más grandes que su cabeza como su gemelo, el cual justamente ahora solo la miraba con confusión para luego mirar su propio cuerpo intentando encontrar algo malo, ella solo suspiro pues era obvio que siendo un chico él no lo entendería.

- Acepto usar pesas pero no algo tan exagerado como tu – dijo sacando de sus pensamientos a su gemelo – ¿algo más que no notaste durante la pelea? – pregunto cruzándose de brazos.

- ¿Eh? De... de acuerdo – dijo confundido, pues en verdad no entiendo las palabras de su gemela – si otra lo que note fue que tu forma de pelear empeora considerablemente sin tu Sharingan – respondió algo serio.

- Eso es simple, con mi Sharingan lucho mejor ya que puedo predecir los movimientos, por eso peleo un poco mal sin activarlo – explico como si su gemelo no entendiera la función de sus ojos.

- Eso no debería ser así, en una pelea lo importante es poder leer los movimientos del enemigo y anticiparse a ellos, no intentar predecirlos ya que de esta forma puedes ser engañada con mucha facilidad – explico ganándose toda la atención de su gemela – cuando luche contra Lee o contra Natsumi, no tuve la necesidad de activar mi Sora-Sharingan ya que confié plenamente en mi entrenamiento de leer los movimientos de los demás en una pelea y cuando los activo en una pelea, me facilita la pelea e incluso en ocasiones la inclina a mi favor, pero eso no quiere decir que sin ellos no pueda luchar, ¿entiendes a lo que quiero llegar?

- Me estás diciendo que nuestro Sharingan debería darnos la ventaja en una pelea, pero que no debe ser una desventaja si no lo usamos ¿cierto? – respondió con una mano sobre su barbilla a manera de estar pensando la respuesta.

- Exacto y justamente ese ahora es tu problema, sin tu Sharingan eres muy lamentable a la hora de pelear, eso se solucionará con mis entrenamientos, tu velocidad se arreglará con unas pesas moderadas – explico con calma, aun no teniendo bien en claro porque el comentario de masa de músculos – y con respecto a tu Sharingan, Okasan o Kakashi podrán enseñarte lo que necesites.

- Espera ¿Por qué no me entrañaras también con el Sharingan? – cuestiono con una ceja levantada.

- Porque yo no uso mucho mi Sora-Sharingan, además yo no puedo meter en alguien en Genjutsus, puedo copiar las posiciones de manos y ver la cantidad Chakra que utilizan, pero como no puedo usar Chakra no puedo enseñarte nada de eso, además de que no se si por usar Ki en mis ojos nuestras habilidades sean las mismas – explico con calma, viendo como su gemela asentía en compresión.

Satsuki tuvo que admitir que su gemelo tenía razón, si el mismo no usaba su Doujutsu tanto y al no saber si podían hacer lo mismo, el intentarlo sería una pérdida de tiempo, pero había algo más que tenía que admitir y era el hecho de que fue una idiota, en tan solo unos días se había sentido tan bien al estar al lado de su gemelo, pues la trataba con el mismo cariño que recordaba de cuando eran niños, su misma actitud había cambiado, ya que no se sentía con ese enorme peso sobre sus hombros, se había vuelto tan cercana a su madre al poder hablar con ella con calma y como una verdadera hija abriéndose poco a poco a ella, al contarle más sobre su vida personal y aceptar escuchar las palabras de su madre que no tenían que ver con cosas shinobi, por no mencionar de lo mucho que está teniendo a cambio de los entrenamientos con su gemelo, si hubiera sabido que hacer a un lado el odio de su vida le traería tantas cosas buenas, hace tanto tiempo que se hubiera disculpado.

- ¡Oigan la comida ya está lista! – grito Mikoto feliz desde la puerta trasera.

Para la matriarca Uchiha ver a sus hermosos gemelos llevarse tan bien, era algo que aún seguía llenando su corazón de una infinita alegría, tantas veces que anhelo por fin tener a su familia unida y al fin poder tenerla, nunca pensó que esa felicidad fuera así de grande, lo único que impedía que fuera totalmente feliz, era el hecho de su hijo mayor, lo amaba con el corazón, pero lo que le hizo a su clan y a su hermana pequeña, aún seguía sin comprender que fue lo que lo orillo para tomar tan cruel decisión.

Flashback

Mikoto se encontraba en la cocina de su hogar preparando la comida para cuando llegaran sus hijos, ya había pasado un año desde que su segundo hijo varón se había marchado, paso toda una temporada en depresión total al darse cuenta de la terrible madre que fue y de no poder hacer nada por su pequeño bebe, se odiaba a si misma por lo que hizo y a su esposo por ello, y hablando de él, justamente estaba en la cocina leyendo el periódico con tranquilidad, desde hace tiempo las cosas no iban nada bien, hace mucho que ella se alejó de su marido sin darle ninguna explicación, aunque tampoco era que el mismo se la pidiera, pero lo que en verdad la confundida era que el junto con muchos miembros de su clan estaban actuando demasiado raro, siempre se iban a junta secretas durante la noche y todos parecían demasiado alerta todo el tiempo, quiso averiguar por cuenta propia que era lo que ocurría, pero lo único que obtuvo fue más preguntas, ya que pudo ver a varios miembros de su clan salir de un templo que se encontraba en los terrenos del clan Uchiha, pero había demasiada seguridad, tanta que ni ella podía atravesar sin poner en alerta a alguien.

Un mal presentimiento inundaba el pecho de la pelinegra, había algo en el ambiente de esa noche que no la dejaba tranquila, pero fue esta que su marido se levantó de golpe de la mesa con un rostro con una mezcla de sorpresa y tristeza, el patriarca del clan Uchiha baja la cabeza en resignación cuando recibió la información de uno de sus clones de sombras, sabía que estaba por pasar, pero aun así nunca podría pelear contra su propio hijo, su orgullo, con calma se dirige con su amada esposa y la toma de la mano y la lleva a la sala de su hogar mientras apagaba las luces encendidas en su hogar.

- Ca... cariño ¿Qué ocurre? ¿Por qué actúa tan raro? – pregunto Mikoto confundida por las acciones de su esposo y más al verlo centrarse en medio de la oscura sala con tranquilidad.

- Itachi... el, el está masacrando el clan, lo sé por uno de mis clones de sombras – respondió Fugaku con calma.

Mikoto abrió los ojos en shock al escuchar las palabras de su esposo, tenía que ser una broma de muy mal gusto, su hijo jamás lastimaría a su propia familia, eso era imposible, pero la mirada impasible de su marido le confirmaba que no había mentiras en sus palabras.

- Eso ¡Eso es imposible, Itachi nunca haría tal cosa! – grito muy molesta Mikoto no queriendo creer las palabras de su esposo.

- Es la verdad, él se dirige hacia acá, para matarnos – dijo Fugaku en resignación y aceptando su destino.

- ¡No puedes estar...! – Mikoto se detuvo en seco sus gritos al recordar que su hija aún no había regresado a casa – Satsuki – murmuro aterrada de que su primogénito le pudiera hacer algo malo – ¡Fugaku tenemos que ir a buscar a nuestra hija ahora mismo! – ordeno con fuerza y miedo en sus palabras.

Fugaku se puso de pie para frenar a su esposa que no espero una respuesta de su parte y ya se había lanzado a toda velocidad hacia la puerta de la sala, pero justo cuando estuvo por abrir la puerta, Mikoto siente el peligro a sus espaldas y en un movimiento rápido, se da media vuelta y lanza un fuerte puñetazo a quien fuera su agresor, pero queda en shock al ver a su hijo, con una mirada seria y fría con sus ropas Anbu bañadas en sangre.

El golpe de la pelinegra titubeo al ver que era su propio hijo su agresor, lo que le dio tiempo perfecto al joven pelinegro de moverse a una gran velocidad y aparecer detrás de su madre, desenvainando su espada y activando su Doujutsu.

- "¿Mangekyo Sharingan?" – pensó confundida Mikoto al ver los ojos de su hijo por encima de su hombro.

Itachi golpeo la nuca de su madre con el mango de su espada con la suficiente fuerza para mandándola a estrellar contra una de las paredes de la sala, cuando esta cayó al suelo, abrió lentamente los ojos con su Sharingan activo, luchando con todas sus fuerzas contra la inconsciencia que lentamente se apoderaba de ella.

La cabeza de la pelinegra le palpitaba con dolor, intento ponerse de pie pero su cuerpo no le respondía, sus ojos lentamente comenzaron a cerrarse, y lo único que pudo ver fue a su esposo frente a su hijo, ambos decían algo que ella no podía escuchar y sin que pudiera hacer nada, quedo inconsciente ajena a lo que estaba ocurriendo en su propio hogar.

Mikoto despertó al día siguiente en el hospital de Konoha, su cabeza aun le dolía y no entendía que hacía en una cama de hospital, hasta que todos los recuerdos le llegaron a la mente con fuerza, el miedo y la desesperación comenzaron a inundar su cuerpo, pues no estaba aterrada de que algo malo le hubiera pasado a su amada hija, con rapidez se levanta de la cama aun en la bata clásica de paciente de hospital y comenzó a correr en dirección al complejo Uchiha, pero cuando estaba por salir, una brigada de Anbu le bloquearon el paso, pues estos tenían la orden de vigilar a esa mujer ya que al ser una de las sobrevivientes de la masacre, debían interrogarla de lo ocurrido y si era una cómplice, detenerla en el acto por medio de la fuerza.

- Mikoto Uchiha, por órdenes de Hokage-sama usted no puede abandonar este lugar – hablo un Anbu con voz seria y firme.

- ¡¿De qué demonios están hablando?! ¡¿Por qué no puedo salir de aquí?! – grito Mikoto con molestia, pero lo único que obtuvo fue silencio, ya que los Anbu parecían reacios a responderle - ¡¿Dónde está mi hija?! ¡Díganme! – ordeno con un enojo apenas contenido.

- Por favor, regrese a su habitación, de lo contrario nos veremos forzados a usar la fuerza – ordeno un Anbu ignorando las preguntas de la Uchiha.

Para suerte de los Anbu, estaban en un hospital, pues en menos de diez minutos la pelinegra los aplasto a todos sin compasión por interponerse en su camino y más al no darle una explicación de lo ocurrido, Mikoto tomo del cuello a un Anbu que aún seguía consiente y lo levanto del suelo con una sola mano como si no pasara nada, el Anbu está aterrado, pues la mirada de la mujer Uchiha reflejaba odio puro, pero lo que en verdad lo asusto fue ver el Sharingan que poseía era diferente, pues parecía una flor de seis pétalos con una estrella en medio de seis puntas.

- ¿Dónde está mi hija? – pregunto Mikoto con un tono de voz peligroso y lista para arremeter contra el pobre diablo que estaba detrás de esa estúpida mascar Anbu.

- ¡Mikoto suéltalo ahora mismo! – ordeno Minato con voz autoritaria.

La pelinegra reconoció la voz de su Hokage a sus espaldas, de inmediato hizo lo que se le ordeno, para luego girar y mirar a su líder que la miraba con tristeza, esa mirada no le dio ningún buen presentimiento.

- Tu hija está a salvo, pero necesitas saber algo – dijo Minato con voz tranquila, pues sabía muy bien porque la ahora matriarca Uchiha estaba en ese estado.

Minato procedió a contarle que su hija estaba bien, donde Mikoto solo pudo llorar de felicidad, para luego llorar de tristeza cuando escucho a su líder decirle de la horrible masacre que hizo su primogénito, donde ella, su hija, ancianos y niños, eran los únicos sobrevivientes, Minato quiso preguntarle si sabía algo que pudiera ayudarlo a dar con Itachi, pero no pudo pues la pelinegra salió corriendo a toda prisa a buscar la habitación de su hija.

Fin Flashback

La matriarca Uchiha hizo a un lado esos pensamientos, pues de nada servía recordar ese triste pasado, amaba a su primogénito, pero el hecho de hacer tal cosa y el miedo de que regresara para atacar de nuevo, en verdad la asustaba pero incluso con ese miedo, le pondría un alto a su hijo si ese día llegaba, pues esta vez no la tomarían desprevenida.

Pueblo Tanzaku

Tsunade era una mujer de piel clara, con los ojos castaños y el cabello rubio recogido en dos coletas caídas, con flequillo hasta los hombros enmarcando ambos lados de su rostro, tenía una marca de color violeta con forma de rombo en la frente y un collar en su cuello de color azul, usa una gran chaqueta de color verde con el kanji de "apuesta" escrito dentro de un círculo rojo en la parte posterior, debajo, lleva una camisa gris de estilo kimono sin mangas, que se ciñe a su cuerpo gracias a una faja azulada que hace juego con sus pantalones de color azul oscuro, leva sandalias con tacones altos y su aprendiz Shizune de cabello corto y lacio de color oscuro, tiene ojos del mismo color de su cabello un kimono negro azulado con bordes blancos y un par de sandalias, a su lado se encontraba un pequeño cerdito con un chaleco y un collar de perlas, ambas mujeres estaban paradas frente a Orochimaru y Kabuto, los cuales aparecieron en una invocación de serpiente gigante destruyendo por completo el histórico castillo del pueblo Tanzaku como si nada, los cuatro se miraban con cuidado sin decir una sola palabra.

- Tiempo sin vernos Tsunade – dijo Orochimaru con una sonrisa cansada.

- Supongo que sí ¿Se puede saber a qué has venido? ¿acaso quieres sentarte y recordar nuestras viejas historias de antaño? – pregunto Tsunade con una mirada seria pero sin interés en sus palabras.

- Lo que pasa es que vine hasta aquí solo para pedirte un favor – informo Orochimaru no queriendo verse tan débil.

- "Su rostro denota cansancio, su corazón late con fuerza y está sudando por la fiebre o tal vez por dolor" – pensó Tsunade analizando el estado de su antiguo compañero de equipo – "clara señal de fatiga prolongada y eso no es todo, sus brazos, algo muy malo les está pasando"

- Lady Tsunade, como compañero médico, se exactamente lo que supones – dijo Kabuto con arrogancia al ver como la mujer analizaba el estado de su líder.

- Si ese es el caso, entonces busquen a alguien más, yo ya no me encargo de curar a nadie – informo Tsunade con frialdad.

- Me temo que eso no será posible, las heridas de Orochimaru-sama son demasiado graves, solo tú la Legendaria Sannin y genio médico, puede curarlo – comento Kabuto con seriedad.

- "Esas heridas, no se parecen en nada que haya visto antes" – pensó Tsunade interesada en esas heridas - ¿En qué te metiste esta vez? esas no son heridas normales – cuestiono Tsunade sin seguir interesada en curar a su antiguo compañero.

- Un problema que tuve, al intentar invadir e intentar destruir Konoha – respondió Orochimaru con una mueca de odio.

Ambas mujeres abrieron los ojos en sorpresa por esa respuesta, habían escuchado rumores de un ataque a Konoha, pero nunca imaginaron que fuera el Sannin de las serpientes quien orquestara tan terrible acto.

- ¿Intentaste? Eso quiere decir que fracásate y por lo visto, esas son las consecuencias de tus actos – menciono Tsunade analizando las palabras del Sannin frente a ella.

- Un pequeño inconveniente que resulto ser el fracaso de mi plan – dijo Orochimaru con molestia por las palabras de su antigua compañera – un fracaso igual de desafortunado que los tuyos cuando dejaste morir a tus dos seres amados – agrego con una sonrisa.

- "Ya veo, conque eso estas planeando, pero es un juego muy peligroso y más en las circunstancias en las que estamos" – pensó Kabuto con nerviosismo al entender el plan de su líder.

Tsunade entrecerró los ojos con odio por escuchar esas palabras, pero quien estaba realmente furiosa era Shizune, pues comprendido a la perfección las palabras del Sannin traidor, pero cuando esta por dar un paso al frente para atacar a esos dos, un fuerte sonido la hace detener cualquier acción de atacar.

¡¡¡BOM!!! Fue el fuerte estruendo que se escuchó cuando Tsunade golpeo con su puño la pared que se encontraba detrás de ella, la cual comenzó a agrietarse, para después caer en pedazos, Kabuto miraba impresionado la fuerza de la Sannin, mientras que Orochimaru seguía sonriendo con cansancio.

- ¿Acaso viniste aquí después de tu fracaso para que te mate? – pregunto Tsunade con enojo en su voz y una furia viva en sus ojos.

- Por favor, no vinimos hasta aquí para pelear, solo queremos negociar – dijo Kabuto intentando calmar el enojo de la Sannin.

- ¿Negociar? – repitió Tsunade con enojo - ¿Acaso es un chiste? Ustedes dos no tienen nada que puedan ofrecerme, será mejor que se larguen ahora mismo o los matare, no lo pienso repetir – ordeno con enojo.

- Solo tú puedes lograr ayudar a Orochimaru-sama, por lo cual no ponemos irnos – informo Kabuto con seguridad, dando un paso al frente.

- Te lo advierto – dijo Tsunade apenas controlando su enojo.

- No estamos pidiendo caridad, podemos llegar a un acuerdo – insistió Kabuto nervioso por el rumbo que estaban tomando las cosas.

- Te lo dije – dijo Tsunade dando un paso al frente.

Kabuto estaba asustado, pues tanto la Sannin como la pelinegra estaban listas para atacar, y con su líder en el estado en el que se encontraba, no podía luchar y protegerlo al mismo tiempo, tenía que encontrar la manera de detener el predicamento en el que se había metido.

- Si tu curas mis brazos, yo traeré a tu pequeño hermano y a tu amado de nuevo a la vida – ofreció Orochimaru, viendo con felicidad como la Sannin frenaba su caminar – el hecho de que aún estamos respirando, me hace pensar que tal vez estas interesada en mi oferta.

Tsunade estaba en shock, su cuerpo estaba temblando ¿Acaso podría ser cierto? ¿Acaso podría tener de nuevo a Nawaki y Dan en sus brazos? ¿Abrazarlos de nuevo y ver sus cálidas sonrisas, que tanto extrañaba? El nerviosismo lentamente se convirtió en ira y la ira en confusión.

- Si yo te llego a curar ¿Qué planeas hacer después? – pregunto Tsunade con seriedad, ganándose la mirada sorprendida de su discípula.

- Como prueba de nuestro futuro acuerdo, te diré la verdad – dijo Orochimaru con una sonrisa triunfante, pues tenía a la Sannin justo en la palma de su mano – voy a volver cenizas Konoha y me encargare personalmente de matar a los Son – respondió con una sonrisa aún más grande y desquiciada en su rostro.

Shizune estaba con los ojos bien abiertos por la respuesta del Sannin traidor, era impensable que su maestra lo ayudara tras escuchar eso, pero cuando la miro con la vista baja y con dudas en sus ojos, eso en verdad la alarmo.

- Lady Tsunade, no lo escuche por favor, ni su hermano o mi tío querrían que usted hiciera tal cosa – dijo Shizune nerviosa de que su maestra en verdad considerara la oferta – si usted hace eso, seria traicionar sus sueños y sus recuerdos ¡por favor no acepte!

- ¡Ya basta Shizune! – grito Tsunade molesta por las palabras de su aprendiz.

- Se que sonara apresurado, pero necesitamos una respuesta mañana mismo, dado que cierto inconveniente podría presentarse si le damos más tiempo, aun así tómelo con calma – informo Kabuto con tranquilidad.

La Sannin estaba algo sorprendida por que su antigua compañero de equipo quisiera una respuesta tan rápida, él no era así, siempre se tomaba su tiempo para hacer las cosas, pero aun así, no pudo evitar sumergirse en los pensamientos por el simple hecho de pensar en la posibilidad de tener en sus brazos de nuevo a las dos personas que amo como a nadie en la vida, todo bajo la mirada confundida y asustada de su aprendiz, pues no podía creer que su maestra en verdad estuviera considerando esa oferta. El Sannin traidor simplemente sonrió, pues era claro que esta vez tendría lo que quería, estaba listo para irse pero antes quiso confirmar si su antigua compañera aun sufría de cierto problemita que el mismo podría aprovechar en un futuro, por lo cual, haciendo uso de todas sus fuerzas levanto su brazo derecho y llevo uno de sus dedos a su boca y se lo mordió hasta que sangrara, donde esbozo una sonrisa arrogante al ver temblar de miedo a la Sannin médico.

- Veo que aún no te recuperas de tu problema, puedo estar débil, pero aún tengo algunos trucos, como tu miedo a la sangre – dijo Orochimaru con arrogancia.

- "Hemofobia" – pensó Kabuto con sorpresa por tan peculiar problema para un médico.

- "Al ser su antiguo compañero de equipo, no me sorprende que sepa del problema de Lady Tsunade" – pensó Shizune con molestia, para luego ver con tristeza el estado tembloroso y vulnerable de su maestra.

- Sera mejor irnos Kabuto, estaré esperando tu respuesta con ansias, querida Tsunade – dijo Orochimaru, desapareciendo junto con su discípulo en una bocanada de humo.

Tsunade se encontraba temblando de miedo y sujetando su collar con fuerza, intentando controlar su miedo, mientras que su aprendiz intentaba consolarla.

Calles de Tanzaku

Naruto junto con Jiraiya ya habían revisado cerca de 8 pueblos diferentes en los cuales ninguno se encontraba Tsunade, el Sannin cansado de no obtener nada y viendo que ya era de noche, propuso de nueva cuenta quedarse en un hotel y descansar a lo que el rubio se negó y procedió a tomar el hombro del distraído Sannin y teletransportarse al siguiente pueblo, Jiraiya al ser teletransportado, parpadeo un par de veces hasta darse cuenta de que ya estaban en un lugar diferente, no le gustaba la idea de hacer eso, pues le quitaba la emoción al viaje, pero antes de poder quejarse, ve como el rubio comienza a caminar sin un rumbo fijo, dejándolo atrás, apresuro el paso para alcanzarlo y después de cinco minutos de estar caminando, ve como el rubio se detiene frente a una taberna.

- ¿No crees que estas un poco joven para querer frecuentar este tipo de lugares? – cuestiono Jiraiya viendo al rubio con una ceja levantada.

- Usted entre – respondió Naruto con una sonrisa divertida.

- "Sera mejor no contarle esto a Kushina a no ser que quiera morir, aunque debo admitir que el chico tiene un buen instinto, en estos lugares siempre se puede encontrar información" – pensó Jiraiya con una sonrisa y soltando un fuerte suspiro.

El Sannin procedió a entrar con calma seguido del rubio, que simplemente estaba feliz de haber encontrado lo que buscaba, apenas puso un pie en la taberna, el Sannin miro al frente y vio una cabellera rubia muy conocida, la Sannin que ya había tomado otro trago de sake miro a la entrada, ambos Sannin entrecerraron los ojos intentando descifrar quien era el otro, aunque la rubia tenía un liguero rubor en su rostro culpa de todo el alcohol que ya había ingerido.

- ¡Tsunade! – exclamo Jiraiya señalando a su antigua compañera de equipo.

- ¡Jiraiya! – exclamo Tsunade levantándose de su lugar y apoyando sus manos en la mesa – ¿Qué estás haciendo aquí? – pregunto aun no saliendo de su sorpresa.

- Al fin te hemos... - Jiraiya dejo de hablar y giro para mirar al rubio, el cual le estaba mirando con una sonrisa mientras le hacia la seña de amor y paz – "Con que él lo sabía, en verdad es bueno" – pensó con una sonrisa en su rostro, para luego proceder a ir con su antigua compañera de equipo.

- "Así que ella es Tsunade ¿De verdad es una anciana como este tipo?" – pensó Naruto no pudiendo evitar mirar los enormes pechos de la Sannin.

El Son rubio procedió a seguir al Sannin y ambos se sentaron en la misma mesa que las dos mujeres, él estaba frente a la chica pelinegra y ambos Sannin frente a frente, Jiraiya para disgusto de Naruto procedió a pedir una botella de sake y un poco de comida, el rubio ya estaba desesperado por irse de nuevo a la Aldea pues al fin encontraron a quien estaban buscando, pero tenía que admitir que tenía hambre y tal vez comer algo antes de irse no sería tan mala idea. Por otro lado Shizune no podía creer que se encontraron a dos Sannin el mismo día, no era conciencia pero no podía decir nada de lo ocurrido esa mañana, mientras que Tsunade solo seguía bebiendo de su sake, ignoro al acompañante de su compañero de equipo e intento descifrar porque este ultimo la estaba buscando.

- Este día ha sido como una reunión, tantos rostros conocidos, en verdad es algo curioso – dijo Tsunade con calma mientras tomaba otro trago de su sake.

- Te refieres a Orochimaru cierto ¿Qué ocurrió? – pregunto Jiraiya con seriedad y viendo de reojo como su ahijado se tensaba por la conversación.

Shizune se sobresaltó un poco por la pregunta del Sannin no pudiendo evitar preguntarse ¿si debía mencionar algo de lo ocurrido? Pero una rápida mirada molesta de su maestra la hizo callar y mantenerse al margen de la situación.

- Conque ese infeliz estuvo aquí, bueno si aparece de nuevo, terminare de ajustar cuentas con él – comento Naruto con algo de enojo en su voz mientras comía un pescado, sin darse cuenta de las miradas sorprendidas de las dos mujeres frente a él.

- "Este chico, sus músculos se han deformado para el combate, debió tener un entrenamiento sumamente difícil, está claro que su especialidad es el Taijutsu y que es muy fuerte para su edad" – analizo mentalmente Tsunade prestando más atención al acompañante de su antiguo compañero.

- "Así que ya se dio cuenta" – pensó Jiraiya sabiendo exactamente lo que pensaba la Sannin.

- Entonces ¿Para qué me has estado buscando? – pregunto Tsunade, sacando una baraja de entre sus ropas, que luego comenzó a barajear y colocar en la mesa.

- El viejo se encuentra muy mal, fue envenenando por la espada de Orochimaru y necesitamos que regreses con nosotros a la aldea para que lo cures – respondió Jiraiya tomando las cartas para partirlas y entregárselas de nuevo a la Sannin.

- Ya veo, con que de eso se trata – dijo Tsunade mientras repartía las cartas entre ella y su compañero – sabes bien que me prometí a mí misma nunca volver a poner un pie en esa Aldea y sabes bien que pienso mantener mi palabra.

- Lo recuerdo bien – dijo Jiraiya viendo la mano que le toco.

- Si no quieres quedarte en la Aldea está bien, no te obligaremos a quedarte – hablo Naruto llamando la atención de la Sannin, pues Jiraiya ya le había contado sobre porque la rubia no quería volver a la Aldea durante su viaje – pero el sabio pervertido – continuo hablando señalando al Sannin y decidiendo que así lo llamaría de ahora en adelante – me conto que el viejo siempre te quiso como a una hija, en cuento acabemos de comer, nos llevare de regreso, tú lo curaras y yo las traeré de regreso aquí de inmediato – explico con una sonrisa en su rostro e intentando ser amable con la mujer que es alguien a quien su jiji aprecia.

Tsunade miro confundida al rubio, pues sus palabras eran confusas, cada ninja que mando Konoha para buscarla siempre quería que regresara aun en contra de su voluntad, pero este niño no quería eso, además hablaba como si pudiera desplazarse con demasiada facilidad de un lugar a otro.

- ¿Quién es el mocoso que te acompaña? – pregunto Tsunade aburrimiento pero con algo curiosidad.

- ¿Eh? – dijo Naruto parpadeando varias veces confundido por cómo fue llamado, pues no esperaba que la Sannin fuera tan grosera pero antes de que Jiraiya pudiera hablar él lo hizo primero – me llamo Son Naruto, es un gusto – se presentó de forma amable y haciendo una reverencia, ya que pensaba que la mujer se había molestado por no presentarse primero.

Tsunade y Shizune abrieron un poco los ojos en sorpresa, pues reconocieron ese apellido, era el mismo que dijo Orochimaru de quien el mismo se vengaría, además las palabras del rubio de que tenía cuentas pendientes con él, confundió mucho a las dos mujeres.

- ¿Y se puede saber qué relación tienes con un Sannin mocoso? – pregunto Tsunade con curiosidad.

- "¿Por qué me sigue llamando mocoso?" – pensó Naruto con un tic en el ojo y una vena formándose en su cabeza.

- Este niño junto con su hermano, fueron quienes vencieron a Orochimaru y protegieron a toda la Aldea de la invasión, supongo que viste sus brazos, eso fue obra de este chico – respondió Jiraiya viendo con diversión la mirada asombrada de las dos mujeres.

- ¿Acaso esperas que te crea que un niño logro vencer a un Sannin? – cuestiono Tsunade un poco sobresaltada por la afirmación tan ridícula.

- Yo tampoco lo creería, pero basta con que se lo preguntes a cualquier ninja de Konoha o a mí y todos te diremos que este chico junto con su hermano, casi matan a Orochimaru, pero él fue más listo y logro huir – respondió Jiraiya con seriedad, cambiando dos cartas de su mano, ignorando como Tsunade y Shizune miraban asombradas al rubio.

- Él no fue más listo, si logro huir fue porque nosotros se lo permitimos ya que teníamos que ayudar a Hokage-sama y los inútiles de Anbu no pudieron ni retenerlo por un minuto – dijo Naruto cruzándose de brazos molesto de que dijeran que esa serpiente era más lista que él.

- "No puede ser ¿Cómo es posible que dos simples niños dejaran en ese estado a un Sannin?" – se preguntó mentalmente Shizune recordando el estado tan lamentable de Orochimaru.

- "Jiraiya no mentiría con respecto a eso y las palabras de Orochimaru lo confirman, este niño estuvo a punto de matarlo ¿Quién este niño y porque se me hace tan familiar?" – pensó Tsunade viendo fijamente al rubio.

- Bueno como sea, ¿ya podemos irnos? – pregunto Naruto extendiendo su mano izquierda al centro de la mesa, mientras con la derecha se colocaba los dedos en la frente – Jiji necesita que lo cure Tsunade-sama, tome mi mano y en un instante estaremos con el – dijo con una sonrisa.

- Me niego – dijo Tsunade bajando sus cartas, pues tenía una pésima mano.

- ¿Cómo? – pregunto Naruto confundido por esa respuesta.

- El viejo desperdicio su vida y todo por el bien de la Aldea, y esas son las consecuencias – dijo Tsunade con seriedad y frialdad en sus palabras – arriesgar tu vida contra todo es una muy mala apuesta.

- "¿De qué rayos está hablando?" – pensó Naruto comenzando a temblar del enojo.

- Mi abuelo y su sucesor murieron por esa misma creencia y ahora le toca al viejo, no tardara mucho para que Minato los acompañe – dijo Tsunade con una sonrisa divertida – de nada servirá que lo cure si al primer indicio de problemas se lanzara a los brazos de la muerte, jugar a ser Hokage, es un juego de tontos.

Jiraiya y Shizune miraron con tristeza a Tsunade, pues sabían bien porque decía esas palabras, pero aun así, sabían que al decir esas mismas palabras, estaba ensuciando la memoria de aquellos a los que amo con todo su corazón, podía ser una excusa para ocultar su propio dolor, pero que lo dijera con tanta calma en verdad les dolía, Naruto por otro lado estaba con la mirada ensombrecida por su cabello y apretando los puños con enojo, de repente la pequeña taberna comenzó a temblar ligueramente, producto del Son rubio que comenzó a liberar su Ki debido a el enojo que sentía por las palabras de esa mujer, se estaba burlando de su sueño, de lo que su padre alguna vez le enseño y del sacrificio que hizo su abuelo por la Aldea, los tres adultos miraron con sorpresa al rubio, pues sabían que era de él que provenía el pequeño temblor.

- ¡No me importa que seas alguien importante para el viejo, no te permitiré que hables así de él! - exclamo Naruto levantándose de su lugar de golpe y mirando con enojo a la Sannin.

- Naruto cálmate – ordeno Jiraiya con voz autoritaria pues no quería inconvenientes.

- Tu no me das ordenes – dijo Naruto sin despegar la vista de la Sannin.

- Veo que quieres pelear – dijo Tsunade parándose de su lugar y poniendo su pierna izquierda sobre la mesa mientras veía con una sonrisa al rubio – arreglemos esto afuera.

- Lady Tsunade no puede – dijo Shizune asusta de lo que su maestra pudiera hacerle al rubio.

Jiraiya suspiro derrotado, pues ya no podía evitar dicha pelea ahora que su antigua compañera también quería pelear, aunque tampoco es que pudiera detener a su ahijado, pues este apenas y le tenía respeto. Los cuatro y la cerdita salieron a la calle, mientras que ambos pares de rubios se colocaban frente a frente, una quería simplemente burlarse del pequeño, pues seguía sin creer las palabras de su compañero, mientras que el otro le demostraría que todo lo que dijo estaba mal y que no tenía el más mínimo derecho a burlarse de su sueño o de lo que hizo su abuelo por la Aldea. El rubio miro confundido como la Sannin levanto la mano derecha con solo su dedo índice levantado.

- Un dedo, es todo lo que necesito para vencerte – dijo Tsunade con una sonrisa burlona – lo lamento pero dudo que un simple mocoso pudiera con un Sannin y justo ahora lo voy a comprobar.

- Deja de subestimarme – murmuro Naruto con enojo.

El Son rubio se colocó en pose de la Tortuga y siendo rodeado por su aura blanca, sorprendiendo a la Sannin, pues esa pose era extraña, no tenía aberturas y podía atacar o defenderse al mismo tiempo y esa extraña aura, no era algo que viera todos los días. Naruto de un fuerte impulso se lanzo al frente listo para golpear a la Sannin por sus palabras, la cual estaba impresionada por su velocidad, pero aun así, Tsunade inclino su cabeza a la derecha esquivando el golpe de derecha del chico y con su dedo estaba lista para arrancarle el protector de la frente, pero para su sorpresa su pequeño oponente desaparece de su vista, dándose media vuelta logra bloquear otro puñetazo del rubio con su antebrazo derecho que al hacerlo sintió como su brazo se entumecía.

- "Es mas fuerte de lo que pensé" – se dijo Tsunade asombrada por la fuerza del rubio.

Naruto sin perder tiempo comienza a lanzar varios golpes y patadas a la Sannin, los cuales seguía bloqueando pero por lo menos la estaba haciendo retroceder. Shizune estaba impresionada de que un niño pudiera empujar de tal manera a su maestra, ya que ni ella misma podía lograr tal cosa, Jiraiya por otro lado estaba disfrutando de la pelea, pues aunque su antigua compañera no estuviera peleando en serio, su ahijado lo estaba haciendo muy bien, pero se estaba preguntando ¿si el niño decidiría luchar con todo lo que tiene?

Tsunade aun en su ligero estado de ebriedad, da un salto hacia atrás para dejar de ser golpeada pero el rubio que la siguió a gran velocidad siguió con su combo de ataques, pero esta vez los esquivo al inclinar su cuerpo a la derecha, y sin darse cuenta cerro su mano derecha en un puño y lo conecto en el rostro del rubio para mandarlo a rebotar varias veces en el suelo, no uso toda su fuerza pero aun así, el golpe debería verlo dejado inconsciente.

- "Demonios, me sobrepase" – pensó alarmada Tsunade de haber lastimado gravemente al niño, pero se sorprendió al verlo ponerse de pie.

- "Maldición, ni siquiera con el Doble Kaioken la podre vencer, es demasiado fuerte" – pensó Naruto mientras se limpiaba la sangre de sus labios.

Naruto con ese simple golpe que recibió, pudo notar la enorme fuerza de la Sannin y sabía que se estaba conteniendo, no podía ganarle, pero eso de ninguna manera lo detendría, Tsunade estaba impresionada de que su golpe simplemente hiciera sangrar al rubio, ya no debería ni de poder levantarse.

- Lo admito mocoso, eres fuerte y muy rápido, pero aun así no podrás conmigo – comento Tsunade con una sonrisa arrogante y una mano sobre su cadera – dicho eso, quiero hacerte una pregunta ¿Por qué eres tan sensible respecto al Hokage? – pregunto de forma seria.

- Eso es fácil, es porque yo lucho para superar mis propios límites, para proteger a mis seres queridos y algún día, yo seré Hokage, esa es mi meta, el ser Hokage es mi sueño – respondió Naruto con seguridad y una sonrisa en su rostro.

Tsunade abrió los ojos en sorpresa al escuchar la respuesta del rubio, pues esas eran las palabras de su hermanito y de su novio, y por un segundo juro ver sus rostros detrás de ese rubio sonriente, los tres tenían esas sonrisas en sus rostros, rostros de una determinación inquebrantable, la tristeza inundo su ser al recordarlos, a lo cual solo pudo bajar la mirada con tristeza.

- "Bajo la guardia, muy bien, si quiere seguir subestimando que lo haga" – pensó Naruto flexionando los brazos y listo para atacar de nuevo – ¡Doble Kaioken! – grito siendo rodeado por un aura roja.

- "Ese Jutsu es... no imposible, su cuerpo no presenta las anomalías de las ocho puertas internas ¿Qué clase de Jutsu es ese?" – pensó Tsunade por lo cambios presentados en el cuerpo del rubio.

Naruto arremetió contra Tsunade a una enorme velocidad, tal que la Sannin no pudo reaccionar a tiempo, pues el rubio ya estaba justo enfrente de ella y en menos de un segundo ya le había conectado un poderoso puñetazo derecho en la mejilla derecha, el golpe en verdad fue fuerte y en verdad le dolió, pensar que un niño tuviera la fuerza para lastimarla de esa manera era algo que nunca se imaginó, Tsunade que se molesto por el golpe, concentro bastante fuerza en su puño derecho y golpeo al rubio en su abdomen de forma seria, mandándolo lejos, Naruto tenia los ojos bien abiertos por el dolor que sentía, pero de en un movimiento rápido, lanza un puñetazo al frente, lanzando una fuerte corriente de aire contra la Sannin, mientras el se daba media vuelta y clavaba sus manos y pies en el suelo para detener el impulso.

La Sannin por mero instinto, coloco sus brazos en equis a modo de escudo, no sabia para que, pues no había visto ningún ataque, pero cuando siente una fuerte corriente de aire que la golpea y arrastra un poco hacia atrás, descubre que hizo bien en protegerse. Naruto dejo caer su Kaioken e intento levantarse, solo para caer en una rodilla y sujetarse su abdomen con dolor.

- "El daño que me hizo fue grave, en verdad es muy fuerte" – pensó Naruto respirando con pesadez – "esto sería más fácil si pudiera atacarla con Ki pero si lo hago, podría lastimar a personas inocentes"

- "Increíble, este chico tiene habilidades muy interesantes ¿En verdad estuvo a punto de matar a Orochimaru?" – pensó Tsunade de forma analítica, pues aunque el rubio fuera fuerte, no estaba del todo convencida de que pudiera derrotar a su antiguo compañero.

- "Pensar que fue capaz de golpearla, cada vez mas estoy mas convencido de que tu podrías ser uno de esos hermanos de la profecía" – pensó Jiraiya viendo con diversión como ya había acabado el encuentro entre ambos rubios.

- Jiraiya ¿Tu entrenaste a este chico? – pregunto Tsunade viendo al Sannin.

- Eso eh intentado, pero desafortunadamente no eh tenido suerte, el chico es así de fuerte por cuenta propia – respondió Jiraiya con honestidad.

- Eso es mentira, yo fui entrenado por Son Goku, mi padre, y ni creas que esto ha acabado – dijo Naruto poniéndose de pie y listo para luchar de nuevo – te derrotare y te llevare para que cures al viejo.

- Veo que estas muy convencido, en ese caso ¿te gustaría hacer una apuesta? – dijo Tsunade con una sonrisa burlona.

- ¿Una apuesta? – repitió Naruto no entendiendo a que se refiera la Sannin con eso – yo no vine a estar jugando, lo que quiero es que cures a jiji – exclamo molesto.

- Si tú puedes derrotarme o derrotar a alguien que yo no pueda, te daré mi collar y te acompañare para curar a sensei – dijo Tsunade con burla ignorando los gritos del rubio, pues sabía que de ninguna manera podría perder – incluso podría admitir que tu eres digno de convertirte en Hokage.

- Je, muy bien, si solo así puedo llevarla a la Aldea, entonces tenemos una apuesta – dijo Naruto con una sonrisa confiada.

- Lady Tsunade, usted no puede hacer eso, se collar es demasiado valioso – reprocho Shizune molesta de que su maestra pudiera apostar algo de semejante valor.

- Es imposible que pierda, no tiene oportunidad – dijo Tsunade sin inmutarse por el tono de su discípula – vámonos Shizune – ordeno dándose media vuelta y yéndose sin decir nada.

Shizune solo tomo al cerdito y comenzó a seguir a su maestra con preocupación por lo que había hecho recién. Naruto solo veía como la Sannin se alejaba con calma, estaba algo molesto de que se negara a ayudar a su abuelo, pero la vencería sin importar como, para su suerte, desde su encuentro con Gaara ya tenia una técnica que había estado practicando con la cual estaba seguro de que podría ganar.

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