La calma antes de la tormenta
Konoha
La Aldea entera se encontraba en la torre Hokage rindiendo sus respetos a todos aquellos que perdieron la vida durante la invasión hace dos días, las vidas tanto shinobi como civiles que se perdieron al momento de la invasión, pudieron no haber sido muchas gracias a la respuesta rápida de todos los ninjas de Konoha, pero eso no disminuía la tristeza para nadie, pues la muerte de aquellos que no se pudieron salvar aun calaba hondo en los corazones de los sus seres queridos como de aquellos ninjas que dieron todo de si para salvar a cuantos pudieron, el funeral fue con consumo respeto, con un discurso del Cuarto Hokage por todos aquellos quienes se fueron, la situación era triste para todos, inclusive para el mismísimo cielo, pues era un día nublado y lluvioso, pues hasta el lloraba por las pérdidas.
La destrucción de uno de los muros de Konoha, era algo que también se estaba tomando mucho en cuenta, pues quedaban expuestos a un futuro ataque de las Aldeas que quisieran tomar ventaja de la situación, pero la situación que ponía más nerviosos a todos, era la actual condición médica de Hiruzen Sarutobi, pues después de que de la victoria de Naruke contra los dos Hokages resucitados, este cayo inconsciente y llevado rápidamente al hospital, donde se le diagnosticó una grave intoxicación debido a un poderoso veneno, que de alguna manera se filtró desde se pecho hasta todo su cuerpo, pero el cuerpo médico no encontraba una explicación pues no presentaba ninguna herida en su cuerpo, fue hasta que los Son, preocupados por su abuelo contaron lo ocurrido, fue que se supo que el veneno provino de la espada Kusanagi del Sannin traidor que estaba bañada en un poderoso veneno, pero aun con esa información, ningún médico era lo suficientemente bueno como para poder curarlo de los problemas que ya presentaba.
Hospital
Naruto, Sasuke, Konohamaru y Haku se encontraban en la habitación de Hiruzen, el cual se encontraba durmiendo en la cama, pero aun dormido, se veía que no estaba bien, sudaba mucho, el color en su piel se había ido pues estaba demasiado pálido, respiraba con pesadez y tenía ojeras, los cuatro se encontraban bastante tristes por el estado del viejo, pero ninguno mas que Konohamaru, ya que tenia mucho miedo de perder a su abuelito, el rubio que vestía con su camisa roja estilo chino sin mangas, una cinta blanca amarrada a la cintura por encima de su camisa, llevaba pantalones azul oscuro, zapatos negros y unas muñequeras negras, sujetaba por lo hombros al pequeño niño que intentaba contener el llanto de ver a su abuelito en ese estado, Haku que llevaba puesto su uniforme medico solo sostenía la mano de su novio que vestía con una camisa estilo chino de color blanco con mangas largas y pantalones negros, pues lo notaba demasiado tenso y no era para menos, pues ver en ese estado a su figura de abuelo no debía ser nada fácil.
- Naruto-niichan ¿El viejito se pondrá mejor? – pregunto Konohamaru con un nudo en la garganta.
- Claro que sí, el viejo es muy fuerte como para dejarse vencer por un tonto veneno – respondió Naruto intentando consolar al pequeño.
- ¿Lo dices enserio? – volvió a preguntar Konohamaru con esperanza en su voz y viendo a su rival a los ojos.
- Claro que si pequeño, todo el cuerpo médico está haciendo todo lo posible por encontrar una cura y eso me incluye a mí, te aseguro que no tardaremos en encontrarla – respondió Haku por el rubio, viendo al pequeño con una sonrisa tranquilizadora.
- Esta bien, muchas gracias por cuidar tanto de mi abuelito – dijo Konohamaru con un sonrojo ya que la pelinegra le parecía muy bonita.
Los cuatro estuvieron un tiempo más cuidando al viejo Sarutobi, pero la pelinegra les pidió que se fueran, ya que no era bueno para el pequeño niño ver al viejo en ese estado, los Son tuvieron que aceptar ante lo dicho, pues si algo malo pasaba no sería bueno que él lo viera, una vez afuera del hospital, Asuma paso por Konohamaru para llevárselo a su casa, los Son se despidieron del pequeño con un fuerte abrazo y una promesa de que incluso ellos buscarían una curara para el viejo, Konohamaru les regalo una sonrisa alegre y se fue con su tío, los Son estaban por retirarse también a su departamento, pero son detenidos por la matriarca Uchiha, que tenía unas flores en sus manos.
- ¿Como se encuentras chicos? – pregunto Mikoto con tranquilidad, viendo a su hijo y su hermano que tenían semblantes decaídos.
- Estamos bien Okasan, solo preocupados por Jiji – respondió Sasuke acompañado de un asentimiento de su hermano.
- No se preocupen, el viejo Hiruzen ha vivido cosas mucho peores que esta, estoy segura de que pronto darán con la forma de curarlo – comento Mikoto con una sonrisa reconfortante, pues sabia lo mal que esos dos la deberían estar pasando.
- Gracias Mikoto-san – dijo Naruto con una pequeña sonrisa – disculpe ¿viene a ver a alguien? – pregunto viendo el ramo de flores.
- De hecho si, también vine a ver al viejo, estas son Iris – respondió Miko señalando las flores – se le dan a alguien cuando le deseas una buena recuperación – explico con una sonrisa.
- Estoy seguro de que le encantaran Okasan – dijo Sasuke con una sonrisa.
- Gracias y ustedes dos ¿Iban a algún lado? – pregunto Mikoto con curiosidad.
- En realidad solo nos dirigíamos al departamento, no estamos de ánimos para entrenar hoy – respondió Sasuke un poco triste.
- Entiendo – dijo Mikoto viendo como ambos chicos parecían perder el ánimo, fue en ese momento que una brillante - ¿Qué les parece si hoy van a comer a mi casa? Será bueno para ustedes distraerse – sugirió con una sonrisa.
- La verdad es que yo no... - intento decir Naruto, pero fue interrumpido por la pelinegra.
- ¡Perfecto, los espero en mi casa en dos horas! – exclamo Mikoto con una sonrisa – no lleguen tarde – dijo mientras comenzaba a caminar hacia las puertas del hospital – "Ahora solo falta alguien por invitar" – pensó con una enorme sonrisa.
- Jeje supongo que ya tenemos que comer – dijo Sasuke riendo por la actitud de su madre.
- En realidad Sasuke – dijo Naruto llamando la atención de su hermano.
Suna – cámara del consejo
Después de lograr ayudar a Konoha contra los ninjas de Oto, cada ninja se retiró de la Aldea con rapidez, pues habían traicionado a una de sus más antiguas Aldeas aliadas, si bien la hija de su Kazekage, les informo de la verdad, el daño ya estaba hecho y aun con su ayuda, podrían considerarse traidores, por lo cual todos emplearon la retirada, para posteriormente explicar la situación a la brevedad y en cuanto a su Kazekage, el cual encontraron muerto en las llanuras no muy lejos de su Aldea, les dio las pruebas necesarias para saber que siempre fueron manipulados, pues el cuerpo llevaba por lo menos un mes y medio muerto, tal vez más, mucho antes de que empezaran los exámenes Chunin y justo el tiempo en el que su Kage comenzó a actuar extraño y dar instrucciones de una unión con Oto para invadir y destruir Konoha.
La cámara era un cuarto enorme con las estatuas de los cuatro Kazekage en turno, en el centro del cuarto una mesa redonda donde tomaron asiento el consejo que contaba con la presencia de diez de sus ninjas de más alto rango y dos ancianos consejeros que son veteranos de guerra cuya sabiduría y conocimiento era invaluable para la Aldea de Suna y a diferencia de Konoha, la Arena no contaba con un consejo civil, pues lo veían innecesario, ya que la idea de con consejo compuesto por civiles en una Aldea shinobi era ilógico, a lo cual Suna nunca entendió muy bien porque la Aldea más fuerte de entre las cinco, tenía tal cosa. Cada concejal vestía las clásicas túnicas de la Arena, las cuales eran de un color café claro, para ofrecer protección de los fuertes rayos del sol y del viento.
- Con lo visto y comentado, se enviará un halcón mensajero explicando la situación a Konoha de lo ocurrido, si su respuesta es comprensiva y positiva, enviaremos a tres de nuestros ninjas con nuevos términos para reforzar la alianza y ganarnos de nuevo su confianza – dijo Chiyo una de las ancianas consejeras de Suna.
Todos en la sala asintieron con la cabeza, pues las palabras de la anciana junto con las de su hermano, siempre han tenido peso en el consejo y justo ahora era en quien más podían confiar, pues su amplio conocimiento y experiencia, era justo lo que necesitaban en estos momentos tan difíciles.
- Bien con eso decidido, debemos elegir con cuidado a que ninjas deberíamos mandar, lo último que necesitamos es mandar a ninjas que causaron bastante destrucción y muertes, para desatar el odio de Konoha sobre nosotros – comento Ebizō de forma seria, ganándose asentimientos de todos en la sala en comprensión.
- Si me permiten la palabra honorable Chiyo-sama y Ebizō-sama, tengo a alguien que me gustaría proponer para mandar como mensajera si Konoha acepta – dijo Baki con tranquilidad viendo a los dos ancianos.
- Muy bien Baki-san, dinos a quien propones – dijo Chiyo dándole de nuevo la palabra a su Jonin más fuerte hasta ahora.
- Propongo a Temari – dijo Baki con seriedad, ganándose miradas confundidas de todos.
- ¿Y porque mandar a una Genin? Hacer tal cosa podría ser contraproducente, si la Hoja llega a pensar que no tomamos esto en serio y que solo mandamos a un Genin aun siendo es la hija de nuestro difunto Kazekage, podrían tomarlo como una burla y las cosas serán muy malas para nosotros – cuestiono Chiyo con seriedad pues la idea no era lógica en lo más mínimo.
- Mi hermana tiene razón, a menos de que tengas una buena razón para decir tal cosa, dicha petición será denegada – agrego Ebizō en el mismo tono serio que su hermana.
Todos en el consejo asintieron ante la verdad dicha por la anciana, para luego mirar al Jonin que parecía no inmutarse, pues seguía igual de serio.
- La razón de proponer a Temari para que vaya como mensajera, es de suma importancia, pues al parecer, ella y Son Naruto están involucrados de forma sentimental – informo Baki de forma seria.
Todo el consejo quedo en silencio y con los ojos bien abiertos, ya todos habían sido informados del poder de los hermanos Son, donde el rubio logro vencer a su Jinchuuriki, como ambos hermanos se fusionaron y lograron lo que ni su propio Kage logro, derrotar al Sannin traidor de Konoha, además de que se les informo que dicha fusión fue quien logro frenar prácticamente el solo la invasión. Si Temari estaba involucrada con el Son rubio, las palabras de Baki ahora tenían más sentido, era claro para todos que la Aldea de Konoha confiarían en la palabra de los Son o por lo menos su palabra tendría un peso considerable que decidiría el futuro de un reconcilio con su Aldea aliada o una declaración de guerra, y si uno de esos jóvenes estaba interesado en la hija de su difunto líder, era claro que debía ser uno de los ninjas mensajeros, pues tal vez ella podría disuadir al Son si las cosas no iban por un buen camino.
- Baki lo que dices no se puede tomar a la liguera ¿Estas cien por ciento seguro de que ambos tienen una clase de relación? – pregunto Chiyo, pues necesitaba estar segura antes de tomar una decisión.
- El joven Naruto durante las preliminares presento un enorme interés en ella y por parte de Temari, durante la invasión, pude escuchar como intento disculparse con la fusión del rubio y durante el tiempo en Konoha ambos salían creyendo que yo no me daba cuenta, además fue ella quien les abrió los ojos a nuestros ninjas, estoy seguro de que cada ninja de Konoha que estuviera en el estadio la reconocería – respondió Baki seguro de lo que decía.
- Tienes razón en eso – comento Ebizō mientras sujetaba la barbilla en pro de meditación – muy bien, Temari será uno de los mensajeros, confiemos en que ella podrá hacer que Son Naruto vea las cosas desde nuestro punto de vista y ayude para reforzar nuestra alianza.
Todos asintieron en afirmación, pues era la decisión más lógica si querían que las cosas fueran positivas para su Aldea, pues con muchas de sus fuerzas ninja debilitadas por la invasión, sin un Kage y con su Jinchuuriki derrotado, Konoha podría declararles la guerra por sus caídos y si usaban a la fusión de los Son, para que atacara su Aldea con esa energía que sus ninjas solo pudieron catalogar como monstruosa, era imposible que alguno sobreviviera, necesitaban volver a tener a Konoha de su lado.
Konoha – Torre del Hokage.
Se encontraba Minato en su oficina con su maestro Jiraiya, el rubio había tenido un par de días duros, pues reparar los daños de su Aldea, sumado al hecho de tomar precauciones contra un futuro ataque de otras Aldeas, la infiltración de enemigos y por supuesto, el estado delicado de Hiruzen, lo habían mantenido encerrado en su oficina trabajando día y noche.
- Mi red de espías confirma que no hay movimiento de Iwa y Kusa para un futuro ataque, están más preocupados por saber de quien fue esa ráfaga de energía que vieron surcar los cielos y por parte de Suna, ellos siguen sin hacer ningún movimiento peligroso – informo Jiraiya con calma recargado en una pared y viendo al frente a su estudiante.
- Eso es un alivio que el ataque de mi hijo desviara la atención de las demás Aldeas – dijo Minato soltando un fuerte suspiro y dejándose recargar en su silla.
- Minato, esos dos... ¿En verdad son hermanos? Me refiero a Naruto y Sasuke – pregunto Jiraiya intentando ocultar su nerviosismo de su alumno.
- Solo de apellido, pues por lo que me conto Kakashi ambos ven a Son Goku como un padre, no me extrañaría que se vean a sí mismos como hermanos – respondió Minato algo sorprendió por la presunta de su sensei, pero triste al tener que responder que alguien mas era el padre de su hijo - ¿A que se debe la pregunta?
- Curiosidad, es solo que el Ki en verdad es impresionante – respondió Jiraiya intentando no darle mucha importancia – "Si lo que pienso es verdad, esos dos podrían ser los verdaderos... no, aún es muy pronto para pensar en eso" – se decía en sus pensamientos preocupado, pues si lo que pensaba era verdad, las cosas se pondrían muy tensas.
- Eso es cierto, pero ya podrás investigar sobre eso después – dijo Minato sacando de sus pensamientos a su sensei – la razón por la que te mande a llamar fue para infórmate el estado de Hiruzen – comento de forma seria.
- Así de mal esta ¿eh? – dijo Jiraiya tomando un semblante serio.
- Lamentablemente si, ningún médico ha podido curar los daños producidos por el veneno de la espada de Orochimaru – comento Minato con molestia en su voz – por lo cual, es hora de que la busques y traigas de regreso sensei, Tsunade es la única que puede curarlo – ordeno completamente serio.
- Supuse que lo dirías – dijo Jiraiya soltando un suspiro – tienes suerte de que aparte de guapo sea listo, ya comencé a poner en marcha mi red de espiar para encontrarla, por suerte no está muy lejos de aquí – agrego con una sonrisa confiada.
- Sabía que podía contar contigo – dijo Minato con una sonrisa – ah y algo mas ¿Crees poder llevar a Natsumi y Menma contigo? Ya que ambos se sienten avergonzados por no poder hacer nada durante la invasión y tal vez un viaje no les venga mal – propuso recordando el Shock de sus hijos cuando se enteraron de que la Aldea fue invadida cuando estaban inconscientes.
- No creo que sea lo mejor – respondió Jiraiya de inmediato, llamando la atención de su alumno que lo miro confundido – escucha Minato, tus hijos son demasiado arrogantes y conociendo el carácter de Tsunade, si los llevo conmigo me será imposible traerla de regreso – explico con seriedad recordando la horrible actitud de sus ahijados pelirrojos.
- Comprendo, tiene sentido – dijo Minato algo decaído.
- En cambio, me gustaría llevar a Naruto – dijo Jiraiya ganándose una mirada confundida de su alumno – me gustaría saber sobre el Ki y tal vez conocerlo un poco mejor – explico sus motivos verdaderos pues eso era exactamente lo que quería hacer.
- Je suerte con eso – dijo Minato con una sonrisa triste.
Algún lugar entre el País del Fuego y de la Tierra – base secreta de Orochimaru
Bajo tierra se encontraba una de las tantas bases secretas de Orochimaru, el cual en estos momentos estaba en un habitación oscura e iluminada solamente por varias velas, el cuarto no tenía mucho, una silla justo al lado de una mesa con varios frascos de vidrio con encima que contenían algunas serpientes dentro también había muchos pergaminos abiertos, como si se hubieran estado tomando notas, el Sannin tenía sus brazos vendados y en su rostro solo había una mueca de dolor y enojo, estaba siendo colocado en la silla con ayuda de Kabuto el cual ahora portaba un protector con el símbolo de Oto.
- Hermanos Son... - murmuro Orochimaru con odio por haber sido humillado por un simple niño.
- ¿Quién lo diría? Los usuarios de Ki en verdad son fuertes, mira que una fusión entre dos chicos tendría el poder de enfrentar a las resucitaciones de los primeros Hokage – comento Kabuto viendo con tranquilidad a su líder – en verdad fuiste descuidado, pues todo el plan se vino abajo por ellos o mejor dicho por él – dijo casi como burla.
- Silencio – dijo Orochimaru con rabia, viendo directamente a los ojos a su discípulo que ahora estaba sorprendido – no necesito que me digas lo que ya se, te callas... o te mato – advirtió con una mirada que prometía mucho dolor.
- Me disculpo, me propase – dijo Kabuto arrepentido mientras sudando por el miedo de ser asesinado ahí mismo.
- Lo peor de todo, es que si lo que dijeron los pocos ninjas que lograron escapar de la Aldea, esa maldita fusión arranco mi sello maldito de Satsuki Uchiha como si no fuera nada – comento Orochimaru con molestia en su voz – al menos ese maldito de Sarutobi morirá, el veneno de mi espada ya debería estar dejándolo precitamente con un pie en la tumba – agrego con una pequeña mueca de felicidad.
- Lo siento Orochimaru-sama, pero debo decirle lo que pienso – dijo Kabuto casi como si pidiera permiso para hablar.
- Solo dilo, no eres mi mano derecha por nada, pero mi advertencia sigue en pie – dijo Orochimaru viendo fijamente a su discípulo.
- Nuestro plan fue más que un fracaso, no obtuvimos nada, la Aldea salió prácticamente ilesa de la invasión, usted perdió sus brazos para siempre y con ellos sus Jutsus, ambos Hokage siguen vivos e incluso si el Tercero muere, la Uchiha ya no vendrá a nosotros por voluntad propia – comento Kabuto con miedo de que sus palabras enojaran a su líder – tenemos que planear muy bien nuestros siguientes pasos a partir de aquí.
- Explícate mejor – pido Orochimaru con molestia y una ceja levantada.
- Analice las células de sus brazos antes y después de que mudara de cuerpo, sus células si parecen curarse, pero para una curación completa, usted necesita más Chakra que el mismo Zorro de Nueve Colas para mudar de cuerpo una infinidad de veces – informo Kabuto viendo como el rostro de su líder era uno de sorpresa y de molestia – además, Satsuki Uchiha parece haberse reconciliado con su gemelo, ella no vendrá a nosotros pues los Son demostraron estar por encima de usted y si poder es lo que sigue buscando para cumplir con su venganza, es lógico pensar que ella se quedara con su gemelo.
El rostro del Sannin se torció en uno de odio absoluto pues las palabras de su discípulo eran verdad y nada mas que la verdad, el sabia que podría atraer a la Uchiha prometiéndole poder, prometiéndole ser más fuerte, pero ahora que los Son demostraron ser más fuerte que el debido a su fusión, era claro que se quedaría con ellos, pues ellos no le prometerían poder a cambio de su cuerpo, como él ya lo había planeado, además si era verdad que le retiraron el sello maldito, no había caso en ponérselo de nuevo, pues sería el mismo resultado.
- Si tan solo hubiera conseguido el cuerpo de Itachi Uchiha desde un principio, nada de esto habría pasado – se quejó Orochimaru con mucha molestia – pero eso es imposible Itachi es más fuerte que yo... y si lo que dijo fue cierto, su madre es incluso aún más fuerte y de nada hubiera servido atacarla.
- ¿Es eso cierto? ¿Mikoto Uchiha es aún más fuerte que su primogénito? – pregunto Kabuto sorprendido, pues desconocía esa información.
- Fue su advertencia cuando lo ataque en mi tiempo en esa maldita organización – respondió Orochimaru molesto.
- "Mikoto Uchiha es aún más fuerte que su hijo, de ser eso cierto ¿Por qué permitió la masacre de su clan? ¿Amor de madre tal que no le permitió atacar a su propio hijo? No, suena ilógico, debe haber algo detrás de todo esto" – pensó Kabuto analizando las palabras de su líder.
- Como sea, te tengo un trabajo muy importante Kabuto – hablo Orochimaru sacando de sus pensamientos a su discípulo – necesito que busques a Tsunade, solo ella puede curarme.
- Tsunade, tu antigua compañera de equipo y otra de Los Legendarios Sannin, encontrarla no será un problema, el problema será hacer que nos ayude – dijo Kabuto de forma seria.
- No importa, ella me ayudara ya que a fin de cuentas, yo puedo darle lo que ella desea jeje – dijo Orochimaru ignorando el dolor en sus brazos para poder poner una sonrisa siniestra en su rostro.
Complejo Uchiha – Casa de Mikoto
La matriarca Uchiha, consciente de lo mal que se encontraban su hijo y su hermano, por no poder ayudar al viejo Sarutobi, decidió que no podía dejarlos así, debía encontrar la manera de distraer sus mentes de ello aunque sea por un momento, por lo cual, invitarlos a comer en su casa fue la idea perfecta, pues como buena cocinera y ellos como un buen par de glotones, la invitación sería más que prefecta y sabía que con la nueva actitud de su hija, todos podrían comer y conversar como familia, distraerse de los malos momentos que estaban ocurriendo a su alrededor, por lo cual no escatimo a la hora de hacer un verdadero festín.
Sasuke iba caminado por el complejo Uchiha con semblante un tanto decaído, pero eso no evitaba que saludara de forma educada a los ancianos y niños que veía, se supone que el dobe de su hermano debería acompañarlo para comer con su madre y hermana, pero el se encontraba bastante deprimido, que le dijo que rechazaba la invitación, supuso que se el estado de su abuelo aun lado de lo ocurrido con la chica rubia de Suna debieron afectarlo, por lo cual decidió no insistir mucho, sabía que debía dejarlo solo para que pensara en la cosas con calma.
El pelinegro al llegar a la casa de su madre, pudo ver que en la puerta se encontraba su gemela recargada en la entrada, la pelinegra había cambiado su estilo de ropa, pues ahora llevaba una camisa azul de cuello alto sin mangas, llevaba un short corto y ajustado de color azul, por encima una falda de color negro con los bordes azules aunque su cabello aun lo dejaba en una cola de caballo, con ambos flequillos enmarcando su rostro, cuando ella se da cuenta de la presencia de su gemelo, le sonríe con burla.
- Llegas tarde – dijo Satsuki sin perder su sonrisa burlona.
- Es que me demore en... ¿Por qué sonríes tanto? – pregunto Sasuke con una ceja levantada.
- Porque llegaste tarde – respondió Satsuki ampliando su sonrisa – será mejor que pases.
El pelinegro no dijo nada y solo asintió con duda, pues este sospechaba de algo, la relación con su gemela había mejorado un poco desde las finales, pero no le agradaba en lo más mínimo esa sonrisa, la pelinegra se dio cuenta de sus sospechas y apresuro el paso, se quitó los zapatos y entro dirigiéndose a la sala, su gemelo solo camino con calma, entro y se quitó los zapatos y siguió a su gemela, que estaba de pie mirando el interior de la sala.
- La nueva tú me cofunde demasiado – dijo Sasuke acercándose a su gemela.
- A Okasan le agrada – comento Satsuki ignorando a su gemelo.
- ¿De que estas...? – Sasuke no pudo terminar de preguntar ya que escucho la voz de su madre.
- Y aquí esta Sasuke-kun cuando tenía 2 años, era tan lindo y pequeño, en ese tiempo siempre que terminaba de bañarlo, salía corriendo desnudo por toda la casa – le decía Mikoto muy feliz a Haku, mientras le enseñaba varias fotos que tenia de su segundo hijo cuando era un bebe.
- Que lindo – dijo Haku con una risita por ver una foto de su novio de niño desnudo y corriendo por la casa.
Sasuke abrió los ojos en shock y se puso pálido al ver a su madre sentada en el sofá de la sala con un álbum de fotos y a su lado su Haku con la cara roja, viendo con detenimiento las fotos, eso en verdad le helo la sangre, pues si escucho bien y claro que lo hizo, su novia estaba viendo sus fotos más vergonzosas. Satsuki ya no lo pudo soportar más, quería controlarse, en verdad quería, pero al final fue débil y solo pudo estallar en carcajadas al ver el rostro de su gemelo, hace tanto que no reía de esa manera, hace tanto tiempo, que le resultaba extraño a ella misma, pero era una sensación agradable.
- ¡¡¡¿¿¿QUE DEMONIOS LE ESTAS ENSEÑANDO???!!! – grito Sasuke en pánico, con los ojos en blanco y señalando a su madre acusadoramente.
- Oh hola, hijo – saludo Mikoto con una sonrisa cálida como si nada – como te tardaste tanto en llegar, le estaba mostrando a Haku-chan algunas fotos – respondió de lo más normal para luego mirar al álbum y sonreír – mira aquí es cuando Sasuke-kun encontró unas orejas de gato, no quiso quitárselas por una semana entera – comento enseñándole la foto a la pelinegra.
Haku miro la foto y vio a un Sasuke de 5 años muy lindo para sus ojos con un par de orejas de gato sobre su cabeza, en verdad se veía muy lindo, no pudo evitar soltar una risita pues también le parecía divertido que su novio musculoso antes fuera tan pequeño y lindo, Sasuke en cambio solo se le callo la mandíbula al suelo y su rostro se ponía rojo de la vergüenza, no pudo soportarlo por más y salto al frente para arrebatarle a su madre tan terrible álbum que solo lo estaba poniendo en ridículo, pero con un solo movimiento de manos de Haku, un espejo de hielo apareció frente a él, estrellándose de lleno. Las tres pelinegras al ver eso, no pudieron evitar reír, pues al menos para dos de ellas, les resultaba gracioso que aunque fuera fuerte, no pudiera contra su novia.
Después de media hora en la que Sasuke intento seguir arrebatándole el álbum de fotos a su novia y madre, donde acabo una desena de veces tirado en el suelo sin poder hacer mucho, ya que si Haku no lo detenía con espejos de hielo o lo congelaba, Mikoto simplemente se movía a una gran velocidad y lo tiraba al suelo con ella en sentada en la espalda de su hijo. Los cuatro pelinegros estaban comiendo tranquilamente, mientras conversaban entre sí, oh mejor dicho las Uchihas estaban interrogando disimuladamente a la pelinegra médico, bajo la mirada algo molesta del único varón presente.
- ¿Entonces eres dos años mayor que yo? – pregunto Satsuki viendo a la chica frente a ella mientras comía un tazón de arroz.
- Así es, aunque tampoco es no es mucha la diferencia – contesto Haku con calma.
- Ya veo – dijo Mikoto con calma para luego mirar pícaramente a su hijo – así que te gustan mayores ¿Eh? No sabía que tenías esos gustos hijo – agrego colocando una mano sobre sus labios, intentando ocultar su sonrisa.
- Oniichan que clase de ejemplo me estás dando – dijo Satsuki con la misma sonrisa pícara que su madre.
La pareja se sonrojo hasta las orejas por las burlas de las pelinegras que ahora mismo se estaban riendo entre dientes, para la última Uchiha esto era algo nuevo, hace tanto tiempo que no se sentía tan en calma, tan distante de su venganza, tan feliz, en verdad le gustaba y aun entre risas no pudo evitar mirar a su madre y regalarle una genuina sonrisa, la matriarca Uchiha que vio la sonrisa de su hija dirigida hacia ella, no pudo evitar derramar una lágrima traicionera que limpio con rapidez, pues al fin su rota familia estaba unida de nueva, no podía pedir más, pues justo ahora era completamente feliz.
- Yo no le veo lo malo o lo gracioso – murmuro Sasuke apenado, ya no tenía caso ocultar que él y Haku eran paraje, pues era obvio que su madre y hermana ya lo sabían.
- Tampoco yo, solo que es divertido verte tan apenado – dijo Mikoto con una sonrisa – Haku-chan te encargo mucho a mi hijo, es muy fuerte y todo, pero el necesita de algo más que fuerza, además Sasuke-kun siempre a sido muy fiel, siempre esta cuando lo necesitas y muy divertido – agrego con una mano sobre su mejilla y con los ojos cerrados.
- ¡Me estas describiendo como si fuera perro! – grito Sasuke molesto con los ojos en blanco y varias venas gigantes en su cabeza.
- Muchas gracias por sus palabras Mikoto-san – dijo Haku un poco roja, pero feliz de que la madre de su novio la aceptara.
- Y si puedes convencerlo de que me entrene, podrías ganar puntos extra conmigo, cuñada – dijo Satsuki con una sonrisa y con un giño de ojo a la pelinegra.
- Eso nunca pasara – dijo Sasuke de forma seria y cruzándose de brazos.
Las tres pelinegras miraron sorprendidas al pelinegro por su comentario, pero Satsuki fue la primera en bajar un poco la mirada pues pensaba que su gemelo aun le guardaba rencor por lo que le hizo en el pasado y copiar el estilo de su clan, está por decir algo pero al ver como su gemelo aun de brazos cruzados le regalo una sonrisa marca Son.
- Si quieres que te entrene tendrás que pedírmelo tu misma – comento Sasuke con un tono feliz.
- Jeje supongo que tienes razón – dijo Satsuki sonriendo feliz por las palabras de su gemelo.
Ichiraku Ramen
Naruto se encontraba comiendo tranquilamente un buen tazón de ramen mientras conversaba amenamente con Teuchi y Ayame, en verdad quería distraerse de todo lo ocurrido y aunque quisiera ir a comer con su hermano y con su familia, no estaba de ánimos para eso, no era que estuviera demasiado deprimido por los eventos ocurridos por Temari como sabia su hermano sospechaba, la verdad era, que estaba demasiado preocupado por el viejo Hiruzen, aunque si era honesto consigo mismo, la rubia de Suna si tenía que ver mucho con su pésimo estado de ánimo, no pudiendo evitar caer en los eventos ocurridos hace unos días.
Flashback
- Nunca más nos volveremos a fusionar – informo Sasuke cerrando los ojos esperando ser reclamado por el sueño.
- Jeje tenlo por seguro – dijo Naruto con una sonrisa zorruna.
Naruto cerro los ojos para entrar en un profundo y muy merecido descanso, pero un fuerte grito lo hace abrir los ojos al igual que a su hermano.
- ¡Sasuke-kun! – grito Haku preocupada quien ya había saltado a la arena para ir con su novio.
Los Son con las pocas fuerzas que les quedaban, levantaron sus cabezas para mirar al frente a una Haku corriendo con todas sus fuerzas hacia ellos o más específicamente hacia el Son pelinegro, al cual como pudo se sentó para recibir a su novia, solo para ser colocado de nuevo en el suelo ya que la pelinegra se abalanzo contra él, Haku estaba abrazando a Sasuke con fuerza mientras enterraba su rostro cubierto de lágrimas por la enorme felicidad de verlo sano y salvo en su pecho, todo bajo la atenta mirada divertida de Naruto que ya estaba sentado y viéndolos con una sonrisa, pues al fusionarse con su hermano, ambos compartieron recuerdos y ahora sabía que esos dos al fin eran una pareja oficial.
- Te dije que estaría bien, ya no llores – dijo Sasuke abrazando a su novia e intentando ignorar el dolor de su cuerpo al ser aplastado por el de su novia.
- Estaba muy preocupada por ti baka – murmuro Haku en el pecho de su novio – cuando vi tu ataque supe que habías ganado, pero cuando te vi tirado en el suelo, por un segundo pensé que... - intento decir pero se le formo un nudo en la garganta al solo pensar en la posibilidad.
- Nunca te dejaría sola, se lo prometí a tu padre y esa es una promesa de por vida – dijo Sasuke besando la cabeza de su novia para calmarla cosa que pareció funcionar, pues ya había dejado de llorar y asintió en su pecho.
Naruto no dijo ni una palabra, pues ese era el momento de su hermano y su amiga, pero no pudo evitar sentirse celoso por la situación, para inmediatamente recordad a cierta rubia, concentrándose un poco, encontró su firma de Chakra y girando a su derecha la miro hasta arriba de los muros del estadio, ella lo estaba mirando fijamente, parecía feliz, pues tenía una sonrisa en su rostro, quiso sonreírle, pero aún tenía dudas de si ella fingió todo el tiempo a él con el fin de obtener información o de si fue real, pero antes de que pudiera teletransportarse a su lado y preguntar, ve como al lado de la rubia aparece un ninja de Suna y le dice algo, y luego amos de un salto desaparecen de su vista.
El rubio sintió como ambas firmas de Chakra se estaban alejando de la Aldea, así suponiendo que solo había sido engañado, suspiro con tristeza y luego se dejó caer, intento dejarse reclamar por la inconsciencia, pero cierta apareja melosa a su lado se lo impedía.
Fin flashback
- Oh conque aquí estabas – dijo Jiraiya feliz y sacando de su trance al rubio.
- ¿Eh? – dijo Naruto confundido viendo detrás solo para ver al Sabio Sapo – oh eres tú ¿Qué se le ofrece? – pregunto sin mucho interés.
- Veo que eres directo, eso me agrada – dijo Jiraiya con una sonrisa – veras se me a pedido que busque a una mujer muy especial y me gustaría que me acompañaras – respondió con una sonrisa aún más grande.
- Si como no – dijo Naruto viendo al Sabio con incredulidad – no me interesa – dijo levantándose de su lugar, pagando sus tazones de ramen y se dispuesto a irse.
- Esta mujer es una Sannin como yo y puede curar a Hiruzen – dijo Jiraiya de forma seria sin mirar al rubio.
Naruto se detiene en seco y abre los ojos en shock, al girar mira al Sabio que se encontraba sentado como si nada, miro a Teuchi y Ayame intentando confirmar que no escucho mal, pero sus rostros sorprendidos le dieron la respuesta que buscaba.
- Te escucho – dijo Naruto de forma seria.
Jiraiya no dijo nada, simplemente sonrió victorioso mientras le hacia una seña al rubio para que se sentara y pedía un tazón de ramen, procedió a contarle de la misión pedida por el Hokage en buscar a su antigua compañera con el único propósito de salvarle la vida al viejo Sarutobi, además de que podía salir de la Aldea con un acompañante y lo eligió a él, Naruto no estaba del todo convencido, pero si era por su abuelo, si había un posibilidad de poder curarlo, no dudaría en buscar a esa mujer.
Entrada de Konoha al día siguiente
El equipo 0 se encontraba despidiendo a su compañero rubio, el cual vestía su camisa roja estilo chino y el resto del complemento más su protector, pues este ya les había informado de que acepto en ir con el Sannin para encontrar a una mujer que podría ayudar a curar al viejo, los tres miembros del equipo tuvieron que aceptar que no podían ir y acompañarlo, pues si se trataba de una misión del Hokage encomendada al Sannin y que este mismo solo le ofreció la oportunidad de ir al rubio, debían respetar dicha decisión.
- Sera mejor que encuentres a esa mujer teme – comento Sasuke con algo de seriedad y una sonrisa.
- Ten por seguro que eso hare dobe – dijo Naruto con una sonrisa y sus manos detrás de la cabeza.
- Me tarde un poco en encontrarla, pero toma – dijo Sai dándole a su amigo la fotografía más reciente que pudo encontrar de la Sannin.
- Muchas gracias Sai – agradeció Naruto tomando la foto para luego arquear una ceja – esta foto debe ser muy vieja, si tiene la misma edad que él – dijo señalando al Sannin que lo miro con enojo y los ojos en blanco – ya debería ser una anciana.
- Te equivocas, Tsunade usa un Jutsu para ocultar su edad – informo Jiraiya cruzándose de brazos – ella se verá exactamente como en esa foto.
- Ya veo – dijo Naruto algo impresionado.
- Que tengas un buen viaje y trae a la Sannin para que el viejo se cure – dijo Sai con su clásica sonrisa.
- Ten por seguro que lo hare se los prometo ¡De veras! – dijo Naruto con una gran sonrisa.
- Se que lo lograras – dijo Anko con una sonrisa de orgullo – y procura no volverte un pervertido como ese viejo – agrego mirando peligrosamente al Sannin que se estremeció por su mirada – no me gustaría que regresaras y me hicieras cosas pervertidas – ronroneo acariciando la mejilla de su alumno.
- Jeje por supuesto que no Anko-chan – dijo Naruto sin inmutarse por las palabras de su sensei para luego sonreírle burlonamente – nunca podría hacerle algo que molestaría a Iruka.
- Oh es cierto, tal vez deberíamos invitarlo a comer dangos un día de estos, estoy seguro de que ninguno de los dos tendrá objeción – agrego Sasuke con una sonrisa enorme.
Los Son rieron entre dientes al ver el rostro en shock de su sensei, que lentamente se iba tornando en uno molesto mientras un rubor cubría sus mejillas, Anko respiro hondo y se calmó y procedió a colocar un brazo en los hombros de los Son a los cuales les sonrió de una forma muy dulce.
- A... Anko-chan nos estas lastimando – dijo Naruto sujetando el brazo de su sensei que le apretaba muy fuerte su hombro al igual que a su hermano.
- Si se vuelven a burlar de mi... los castrare – amenazo Anko sin perder su sonrisa cálida - ¿Entendieron?
Los Son solo abrieron los ojos en shock mientras de forma inconsciente se llevaban las manos a sus zonas más privadas, ambos asintieron frenéticamente esperando que su sensei los soltara, la peli-violeta solo sonrió victoriosa y dejo a sus alumnos libre e ilesos solo por esta vez.
Casa Namikaze/Uzumaki
Menma se encontraba en su habitación acostado en su cama y viendo el techo sin hacer nada, estaba meditando en lo ocurrido durante la última parte de los exámenes Chunin, él fue superado, aun con el poder del Zorro él fue superado por su hermano mayor, aun con esa fusión, su hermano ya le llevaba ventaja desde el inicio y todo por atacar sin un plan y confiar ciegamente en que su hermano de ninguna manera podría contra el... su hermano, eso también lo estaba molestando, la fusión le dijo que desde niños ya no lo veía como a un hermano ¿Cómo se atrevía de decir eso? Claro que eran hermanos, lo eran, negarlo era una tontería que le molestaba demasiado.
- "¿Por qué me afecta que no me vea como a su hermano? Si él no me ve como a un hermano es su problema" – cuestiono Menma para sí mismo enojado – "pero entonces... ¿Por qué me molesta que lo niegue?"
El pelirrojo de un salto se paró de su cama, metió sus manos a sus bolsillos y comenzó a caminar fuera de su cuarto, estaba meditando sobre sus errores en el encuentro final, reiniciando la pelea una y otra vez la pelea en su cabeza, buscando cual era la mejor opción de ataque que le hubiera otorgado la victoria y sin darse cuenta termino parado frente a lo que alguna vez fue el cuarto de su hermano, no entendía porque fue a dar ahí y mucho menos porque decidió entrar, pero cuando estuvo adentro, vio un cuarto completamente vacío y limpio, pues sus padres lo limpiaron de todo el polvo y telarañas, con el fin de decorar el cuarto para cuando lograran convencerlo de volver y como prueba era que en una esquina había unas latas de pintura, posando su mirada en el closet del cuarto, lo abrió y dentro solo encontró un cuaderno en una repisa, lo tomo y cuando lo hizo, una fotografía cayo del cuaderno, cuando la tomo del suelo, vio que era una de sus padres con él y su hermana de niños, los cuatro estaban juntos en el parque sonriendo muy felizmente, pero lo que en verdad llamo su atención, fue que en la fotografía, su cabello estaba pintado de amarillo con crayón.
- No entiendo – murmuro Menma con una ceja levantada – "¿tú qué dices pulgoso?" – pregunto mentalmente esperando una respuesta de su inquilino.
Viendo que su peludo amigo no responde a su pregunta, el pelirrojo frunció el ceño y se concentró para entrar en su espacio mental, pero grande fue su sorpresa al descubrir que le era imposible, pues antes bastaba con pensarlo y ya estaba ahí, pero ahora, solo estaba de pie con los ojos cerrados concentrándose al punto de que le doliera la cabeza sin ningún resultado.
- "¿Qué demonios está pasando?" – se preguntó Menma realmente confundido.
Karin se encontraba en la cocina comiendo algo cereal en la cocina realmente tranquila, ya que los últimos días estaba muy preocupada por el Tercero, pues desde el primer momento en que la vio fue realmente amable y que algo malo le pasara en verdad la preocupaba, pero ya no más, pues su hermano mayor la visito ese mismo día para decirle que iría en busca de una mujer que curaría al viejo, confiaba en él, y si decía que encontraría a esa mujer, era porque lo haría y no había necesidad de preocuparse de nada más.
- Karin ¿Te molesta si me siento contigo? – pregunto Natsumi algo apenada, pues para como trataba a la pequeña pelirroja y ahora hablarle bien, la así sentir hipócrita.
- Ammm claro, hay muchos lugares libres en la mesa, no me molestare – respondió Karin confundida por la actitud de la heredera pelirroja.
- Gracias – dijo Natsumi y procedió a sentarse al frente de la pequeña pelirroja.
- ¿Hay algo que quieras preguntarme Natsumi? – pregunto Karin confundida pues la heredera no dijo ni una palabra después de sentarse.
- Si... bueno... no... dijo... si... yo quería – tartamudeo Natsumi algo apenada – quería saber si podrías decirme ¿Cómo es que te llevas tan bien con Oniichan? – pregunto viendo seriamente a la pequeña pelirroja.
- ¿Te refieres a Naruto? – pregunto Karin con una ceja levantada.
- Si, me gustaría que me dijeras ¿cómo es que te llevas tan bien con él? ¿Qué hiciste para ganarte su cariño tan rápido? – pregunto Natsumi tragándose su orgullo y apretando los puños con fuerza.
Para la heredera Uzumaki, no era fácil preguntarle eso a la pequeña pelirroja, ya que al hacerlo reconocía que su hermano la quería más que a ella, pero tenía que encontrar una forma de tener el cariño de su hermano mayor, no solo por la promesa que les hizo a sus padres, sino también por el hecho de que aun recordaba esa voz de su hermano cuando era un niño pequeño, sonaba tan triste y vulnerable.
- En realidad no hice nada, solo confié en él y fui yo misma – respondió Karin con honestidad sacando de sus pensamientos a la heredera Uzumaki.
- ¿Estas segura de que no hay algo más que estés haciendo? Dijo yo no finjo cuando estoy con él, soy cariñosa y siempre lo trato bien – cuestiono Natsumi, pues no veía lógica en la respuesta que recibió.
- ¿Segura? – pregunto Karin tomando un semblante serio – por lo que se, de pequeños tu siempre fingías quererlo para luego burlarte en su cara, lo molestabas y menospreciaste, además estoy segura de que lastimar a uno de sus amigos como tú lo hiciste tampoco es la mejor manera de acercarse a él – dijo con algo de enojo por lo que le hizo pasar a su hermano mayor y a su amigo.
- Pe... pero eso ya quedo en el pasado, yo ya lo superé y ya le he dicho muchas veces que me perdone – dijo Natsumi un poco molesta porque siguieran echándole en cara su comportamiento cuando niña.
Karin no dijo nada ante la respuesta de la heredera Uzumaki, simplemente se puso de pie y tomo su plato y cubierto y procedió a dejarlos remojar en el fregadero, luego procedió a dirigirse a su cuarto, pero se detuvo en la entrada de la cocina y giro para mirar con enojo a Natsumi, la cual la miro confundida.
- No basta con que tú lo superes y no, tu no le pides que te perdone, se lo exiges – dijo Karin con enojo - ¿Has intentado el siquiera disculparte? – pregunto y lo único que obtuvo como respuesta fue la mirada en shock de la heredera Uzumaki.
Natsumi solo pudo mirar como Karin se fue de la cocina con mucho enojo en su rostro, ella quiso detenerla, pero no pudo, pues sus palabras en verdad la sorprendieron ¿ella tenía que disculparse? ¿Eso era todo para que su hermano mayor la perdonara? Sabía que había sido un poco mala con el cuándo niños, pero ¿Disculparse? A las únicas personas a las cuales les tuvo que pedir disculpas en la vida era a sus padres, pero nada más, ella era una heroína de Konoha y prácticamente una princesa del clan Uzumaki, disculparse era algo que iba en contra de lo que ella pensaba de sí misma.
Afueras de Konoha
Dos figuras iban caminando con tranquilidad en dirección a la entrada Oeste de Konoha, la cual era la que menos sufrió daños en la invasión y la menos vigilada, ambas figuras vestían una larga capa de color negro, cuello largo que cubría sus rostros, decorada con unas nubes de color rojo y tenían unos sombreros de paja que impedía ver aún más sus rostros, su vestimenta era lo único que era igual, ya que uno era claramente más alto que el otro, además de llevar en su espalda una enorme espada envuelta en vendas.
- Ya estamos cerca ¿Emocionado de regresar a tu Aldea natal? – pregunto el más alto con una voz profunda que denotaba burla.
- En lo más mínimo, lo único que me importa es nuestro objetivo, que no se te olvide Kizame – dijo el más pequeño con completa seriedad.
- Tan frio como siempre, supongo que ya no debería sorprenderme de quien mato a todo su clan en una noche – comento Kizame con burla.
El hombre más pequeño no respondió al comentario de su compañero, simplemente se limitó a quedarse callado y levantar un poco la mirada para ver las enormes murallas de Konoha, dejando ver simplemente sus ojos, los cuales tenían una mirada seria y sin ninguna otra emoción, además de poseer un Sharingan completamente maduros.
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