El peso del mundo
Este capítulo está dedicado a "SuperLegend05" y "Ana Pezo", muchas gracias por apoyarme en esta época tan difícil, de corazón espero que el capítulo cumpliera con tus expectativas.
Complejo Uchiha
Las calles de Konoha eran iluminadas por los primeros rayos del sol que solo traían consigo un nuevo mañana, y dentro del distrito Uchiha, Mikoto estaba dirigiendo la caminata hacia el templo Uchiha, mientras que detrás de ella, se encontraban sus hijos realmente confundidos, pues ninguno de los dos comprendía a que se debía el extraño comportamiento de su madre. Estaba demasiado seria e incluso parecía algo preocupada, pero cuando intentaron preguntarle, simplemente les dijo que todo sería aclarado cuando llegaran al templo Uchiha.
Donde al llegar, pudieron ver un gran templo que se alzaba sobre una pequeña colina, donde para poder acceder, necesitaban subir unas escaleras de piedra que atravesaban la pequeña colina hasta llegar a la punta, y al hacerlo, pudieron ver que el templo no era nada especial, ya que solo era un gran edificio que aparentaba muchos años de antigüedad. Aunque el par de gemelos tuvieron que salir de sus pensamientos cuando vieron a su madre dirigiéndose al interior del edificio, donde prosiguieron a seguirla.
- Bien, ¿ya nos vas a decir que ocurre Okasan? – pregunto Sasuke apoyado por un asentimiento de su gemela.
Observando a su alrededor, los gemelos descubrieron que el lugar era incluso peor por dentro, todo estaba lleno de polvo y telarañas. Las paredes y el suelo mismo estaban llenos de grietas producto de los años de no haber recibido un mantenimiento adecuado.
Habiendo escuchado la pregunta de su hijo, Mikoto se encamino a una de las paredes para colocar su mano en ella y presionar un poco, donde un cuadro perfecto dentro de la pared se hundió y el sonido de un mecanismo activándose comenzó a resonar dentro de las paredes.
Donde todos dirigieron su mirada al suelo del templo, donde justo en el centro, una compuerta comenzó a moverse con el sonido de un bloque de piedra siendo arrastrado, revelando un pasadizo secreto con unas escaleras que conducían hacia abajo.
- Genial – murmuraron los gemelos realmente asombrados.
Una vez más, Mikoto lidero la marcha al comenzar a caminar por el pasadizo secreto, siendo seguida de cerca por sus hijos. Entre más se adentraban en las profundidades más dominio tenía la oscuridad, obstaculizando la vista y haciendo más difícil el poder distinguir algo.
Oh al menos lo fue hasta que la matriarca Uchiha tomo una antorcha que estaba sujeta a una de las paredes y con una simple exhalación de la cual salió un poco de fuego que encendió la antorcha, fue suficiente para prenderla y poder iluminar el camino.
Al llegar al final de las escaleras, Mikoto procedió a caminar con naturalidad por un gran cuarto en el cual fue prendiendo con su antorcha el resto de las que se encontraban sujetas a los muros. Una vez que el cuarto fue iluminado en su totalidad, era más fácil apreciarlo, era un cuarto bastante simple en realidad, un suelo de madera, sin nada que lo decorara salvo por las antorchas y por una piedra rectangular al frente del cuarto.
Era extraña, estaba bien pulida y conservada. En dicha piedra parecía haber algo gravado, pero era ilegible. Detrás de la piedra, se encontraba un marco colgado en la pared con el kanji Uchiha al igual que en las paredes, estaba gravado el símbolo del mismo clan.
- Okasan, ¿qué es este lugar? – pregunto Sasuke ahora realmente desconcertado.
- No iras a matarnos, ¿o sí? – cuestiono Satsuki abrazándose del brazo de su gemelo bastante asustada, pues todo esto le recordaba a una película de terror – no quiero morir sin tener mi primera cita – suplico, sus ojos llenos de lágrimas en un intento de disuadir a su madre.
- Hehe, nada de eso. Y a mí también me inquieta este lugar, pero la tabla Uchiha pesa demasiado y no me la eh podido llevar a otro lado – dijo Mikoto con un ligero escalofrío ya que el lugar sí que la perturbaba.
Los gemelos miraron confundidos ese pedazo de piedra que les había llamado tanto la atención, se acercaron a su madre quien estaba justo al lado de esa cosa. Para comenzar a observarla con detalle, parecía vieja, pero bien cuidada. Y aunque pareciera de piedra, dada lo finamente cortada y tallada que estaba, daba la impresión de que era de otro material mucho más fuerte y resistente.
Pero lo que más obtuvo su atención fueron los grabados dentro de la piedra, ya que no podían comprender absolutamente nada. Ya que parecía estar escrito en un idioma que jamás habían visto en su vida.
- La razón por las que los traje aquí es porque necesito decirles algo muy importante – hablo Mikoto poniéndose bastante seria – esta piedra, es conocida como la tabla Uchiha o la tabla de piedra. Es una reliquia en el clan Uchiha y se ha cuidado desde muchas generaciones atrás.
- Jamás escuche de ella – dijo Satsuki con una ceja levantada - ¿Por qué nos la enseñas ahora?
- Porque quería descubrir más de esta cosa antes de enseñárselas – aclaro Mikoto viendo con detalle la tabla.
- ¿Te refieres a los gravados que tiene? – pregunto Sasuke aun confundido – intentabas descubrir que dicen – señalo ya que lo gravados no los podía leer pero era claro que tienen un mensaje.
- No exactamente. Verán, esta tabla parece no tener nada especial pero es más de lo que aparenta, si activan su Sharingan, podrán leer lo que dice. La cual habla de la historia de los Uchiha – dijo activando su Dojutsu y haciendo una señal a sus hijos para que hicieran lo mismo.
Los gemelos escépticos de lo que escucharon, se miraron entre si con miradas dudosas, pero aun así lo hicieron y al posar sus ojos en la tabla, se sorprendieron al descubrir que ahora con su Dojutsu activo lo que antes eran grabados ilegibles, ahora cobraban más sentido, y era cierto lo que dijo su madre. Pues por lo que podían leer, esa tabla tenía escritos de lo que parecía ser la historia del mismo origen de los Uchiha.
Pero fue la pelinegra quien noto algo extraño, los grabados, parecían superponerse unos sobre otros. A lo cual, desactivando y activando repetidas veces su Dojutsu, descubrió que en efecto lo que parecía ser un simple grabado, eran varios grabados puestos de forma minúsculos y muy detallados unos sobre otros, en los cuales, al activar su Sharingan, parecía cobrar sentido. Aunque también parecía que faltaba algo.
Mikoto noto este acto de su hija y sonrió con orgullo, pues a ella misma le tomo algunas horas notar ese detalle tan peculiar en la tabla, pero su hija lo había logrado encontrar en su primer vistazo, sin duda la había entrenado bien.
- En resumen, dice que los Uchiha, provienen de los Hyuga, también, dice sobre las habilidades del Sharingan – dijo Mikoto, comenzando a apretar los puños con enojo – y si siguen leyendo con cuidado, también leerán que dice sobre cómo obtener el Mangekyo Sharingan. Dime, Sasuke, ¿Puedes leer algo más?
Confundido por la pregunta, el pelinegro comenzó a leer con rapidez toda la tabla, intentando encontrar algo más, ya que era claro que su madre quería que descubriera algo que no se encontraba a simple vista y se esforzó para encontrar algo inusual, aunque, al cabo de unos minutos, descubrió que no podía leer nada nuevo.
- Solo lo que ya nos dijiste – informo Sasuke encogiéndose de hombros.
- Me lo temía – dijo Mikoto regresando su mirada a su tabla con ligera molestia.
- ¿Qué pasa, Okasan? ¿Acaso, Oniichan debería poder leer algo diferente? – pregunto Satsuki confundida.
- No realmente, pero esperaba que como tu hermano tiene Ki, y eso le da su Sora-Sharingan, que es una variante del Sharingan, pudiera leer algo más – suspiro Mikoto en derrota – verán, esta tabla es extraña, ya que cuando me volví cabeza de clan, finalmente descubrí que esto existía y cuando indague en esta tabla, me di cuenta de algo. Que si activaba mi Mangekyo Sharingan, los escritos sobrepuestos revelaban más información que simplemente no estaba antes. Podía leer aún más cosas que no estaban allí con mi Sharingan normal.
- ¿Cuáles escritos superpuestos? – cuestiono Sasuke no entendiendo nada.
- Ve de cerca Oniichan, los grandes escritos, en realidad son pequeños escritos de varias ilegibles, que cuando activamos nuestro Dojutsu es que parecen cobrar sentido – explico Satsuki señalando con detalle la tabla.
- Oh ya veo – murmuro Sasuke notando finalmente lo que su gemela le estaba explicando.
- Es claro que esta tabla fue diseñada para que nadie que no fuera Uchiha pudiera leerla – indico Mikoto – pero como ya dije, cuando la vi con mi Mangekyo Sharingan descubrí más. Esta tabla dice sobre el poder de los Uchiha para controlar a las Biju.
- ¡Espera! ¡¿Podemos hacer eso?! – pregunto Satsuki realmente incrédula – Pensé que eso era una habilidad única del Sora-Sharingan.
- No en realidad, no necesitas tener el Mangekyo Sharingan o un Sora-Sharingan para lograrlo, solo fortalecer tus ojos lo suficiente para hacer algo como eso – explico Mikoto con tranquilidad – en el pasado, una vez tuve que suprimir el poder del Kyubi en Kushina cuando realmente estaba enfadada.
- ¿Y porque nunca me enseñaron a hacer eso? – cuestiono Satsuki tanto a su madre como a su gemelo, a quienes miraba con ligera molestia.
- ¿Y con quien practicarías? – pregunto Mikoto encogiéndose de hombros – Natsumi y Menma no estaban en la Aldea cuando comencé a entrenarte como se debe. Nadie puede suprimir el poder de un Biju sin previa experiencia, a menos de que sea muy poderoso.
- Y no creo que hubiera sido justo para Gaara pedirle que usara el poder de Shukaku solo para que pudieras practicar – se escuso Sasuke imitando a su madre.
- ¡Pero tu pudiste suprimir el poder de Natsumi en tu primer intento! – recrimino Satsuki con los ojos en blanco señalando a su gemelo con un dedo acusador.
- Kaio-sama tiene sus métodos – aclaro Sasuke cruzándose de brazos.
- Kaio-sama tiene sus métodos – imito Satsuki con una voz chillona y claramente molesta.
- Bueno, regresando al asunto. Hay algo más que se puede leer en esta piedra – hablo Mikoto algo divertida por el enojo de su hija, solo para volverse a poner seria – pero es extraño, ya que cuando lo leo, parece que está incompleto. Por lo que pude descifrar, habla sobre algo de un Mangekyo Sharingan perpetuo, perdurable o algo así, no está muy claro. Que se obtiene tras la toma de una luz hermana. Y algo sobre un tal sabio, una salvación hacia algo o alguien y un árbol, pero no estoy del todo segura, como dije, no puedo leerlo completamente ya que parece que la información está incompleta.
- ¿Otra evolución del Sharingan? – propuso Sasuke no muy seguro.
- Eso parece, aunque eso de toma de una luz hermana es algo extraño – apoyo Satsuki analizando con detalle las palabras de su madre.
- Jamás eh escuchado de alguien que tenga algo más allá del Mangekyo Sharingan. Ni siquiera sé si es posiblemente tal cosa, aun desconozco muchas cosas de mi propio Mangekyo – explico Mikoto con más dudas que sus pequeños.
- Es lo mejor, ya que no me gustaría que perdieras la vista, Okasan – dijo Sasuke con una sonrisa cariñosa.
- A mí tampoco me gustaría eso, no quiero dejar de verlos crecer – susurro Mikoto en un tono maternal – aunque Satsuki tiene razón – agrego con molestia – si para obtener el Mangekyo se requiere de una perdida emocional tan enorme, el tener una evolución al tomar una luz hermana no suena nada bueno. Y no quiero ni pensar mucho sobre eso, ya que entre más vueltas le doy más sangriento me parece que es el escenario.
- Ni lo menciones, si algún Uchiha mal interpreta esto, pensara que tendrán que asesinar a su mejor amigo. Como hicieron conmigo por mucho tiempo – dijo Satsuki con odio al recordar las palabras de ese tipo.
- Y esa es la razón por la cual los traje – dijo Mikoto posando una mano sobre las mejillas de sus hijos – me prometí a mí misma que sería mejor que los anteriores líderes del clan Uchiha. Y si quiero hacer las cosas bien, creo que lo correcto es destruir esa tabla. Pero quiero saber que opinan ustedes, porque me gustaría la opinión de la futura jefa del clan Uchiha y del jefe del clan más poderoso.
Los gemelos quedaron sin palabras ante la gran seguridad y confianza que les procesaba su madre. Ambos estaban más que seguros de apoyar la decisión de su madre si ella consideraba que eso era lo correcto, pero al estar pidiendo su opinión, reflexionaron con cuidado ante la respuesta que debían de darle.
Mirando de nuevo la tabla y activando su Dojutsu, Satsuki llevo su mirada específicamente al apartado donde hablaba de la obtención del Mangekyo Sharingan y no pudo evitar que un profundo sentimiento de molestia y rabia se alojara en ella. Itachi, con solo un par de palabras la manipulo por años, haciéndole creer que obtendría poder al asesinar a su mejor amigo, ella misma se prometió jamás obtener poder de la misma manera que él.
Pero, si nunca hubiera sabido la verdad. Si su hermano y madre jamás la hubieran salvado de su oscuridad, se habría convertido en alguien que iría tras ese poder a cualquier costo y la cosa solo se hubiera puesto peor si hubiera sabido de la existencia de esa tabla, la oportunidad de obtener más poder, para así lograr cumplir su antiguo y corrosivo objetivo, era algo que estaba segura hubiera tomado en el pasado.
Y eran esas mismas razones por las cuales estaba segura de que esa cosa debía ser destruida, si alguien más de su clan descubriera esto, si alguno de los más jóvenes del clan que sabía no podían desarrollar un Sharingan llegaban a ser mal influenciados y creer que asesinar a un ser querido les otorgaría el Dojutsu de los Uchiha, no podría soportarlo, ya que no quería que esa cosa, corrompiera a los suyos como ella misma lo fue.
Igualmente, Sasuke estaba meditando sobre los peligros de que esa piedra siguiera existiendo, no solo por el hecho de que en un futuro alguien con Sharingan pudiera malinterpretar todo y terminar con otra tragedia como la que ocasiono Itachi. Sino también por el hecho de que ahora sabia de lo lejos que podía llegar la obsesión de un lunático al obtener poder, como fue en el caso de Fugaku al intentar obtener el control de Konoha.
Esa tabla por su mismo contenido era una amenaza constante a una posible tragedia. Describir tan burdamente los pasos para obtener la evolución del Sharingan simplemente generaría una lucha entre los miembros del clan para ser más poderosos sin meditar en las consecuencias.
Un pensamiento unísono paso por el trio al recordar la masacre Uchiha. Si Itachi de algún modo dio con esta tabla, posiblemente ese fuera el origen de su demencia. La razón por la cual asesino a todo el clan fue por las mismas razones descritas en la tabla, para simplemente obtener más poder. Cosa que tenía demasiado sentido si le agregaban el hecho de que el mismo Itachi aseguraba haber hecho tal atrocidad solo para medir su propio poder.
Incluso la misma tabla podría ser la responsable principal de todas las desgracias por las cuales tuvieron que pasar. Su influencia pudo haber sido la que alentó a Fugaku con su lunático plan de toma de poder sobre Konoha. Y pudo haber sido la causante de la obsesión de Itachi con el poder.
- Okasan, creo que lo mejor sería destruir esa tabla – declaro Satsuki convencida de sus palabras – esta tabla solo la pueden leer aquellos que tenemos el Sharingan, pero en un futuro, esa tabla solo promoverá la codicia y la traición. Lo cual solo acabara en dolor para los que les rodean.
- ¿Estás segura de ello? – pregunto Mikoto no perdiendo detalle en las palabras o expresiones de su hija.
- Lo estoy, soy la prueba viviente de ello – aseguro sin vacilaciones – antes me obsesione con el poder, con ser más fuerte que Oniichan y por momentos, no me importaba el precio. Algo como esto no debe de existir ya que podría orillar a algún futuro miembro a cometer un acto realmente ruin.
- ¿Y tú, Sasuke? ¿Qué opinas al respecto? – Mikoto dirigió su mirada ahora a su hijo.
- Apoyo a Satsuki en todo lo que dice. Esta cosa debe ser destruida – respondió Sasuke completamente seguro – quien sabe cuanta violencia no ocasiono esta piedra en el pasado al guiar a otros en busca de poder. Nadie que sea jefe de clan debería siquiera en considerar mostrarle esto a su clan por voluntad propia. No quiero que lo mismo que intento Fugaku en el pasado se repita.
La pelinegra asintió firmemente a las palabras de su gemelo, pues tanto ella como su madre ya habían sido puestas al tanto de lo que Fugaku intento hacer en el pasado. Para Satsuki era algo difícil de creer, pues entre más tiempo pasaba más descubrió la clase de tirano que era su padre. El hombre al cual admiro por tantos años, de quien creyó haber recibido amor y atención cuando más joven.
Finalmente se daba cuenta que todo eso era falso, pues lo único que recibió de su padre fue malas enseñanzas y un duro entrenamiento el cual confundía con aprecio y cariño. No lo odiaba, pero tampoco le tenía un particular aprecio.
Por su parte, Mikoto ya era consciente de todo eso, pues el mismo Minato se lo dijo después de que fuera nombrada jefa de clan tras la masacre de casi la totalidad de los Uchiha. Jamás compartió la información con su hija ya que cuando joven estaba demasiado sumisa en su venganza que soltarle semejante revelación, terminaría por romperla.
Y cuando fue mayor, simplemente no quería romper la imagen que su hija tenia de su padre, ya que pensaba que tales acciones no era importantes revelarlas. Pero cuando su hijo llego ayer en la noche informando parte de lo que Minato le revelo sobre los Uchiha, no tuvo de otra que decirle la verdad a su hija.
Sabía que estaba mal el ocultarle tal cosa aun y cuando su relación había mejorado tanto, pero estaba completamente segura de que algunos secretos eran mejor mantenerlos ocultos y que jamás vieran la luz. Ya que solo generarían un dolor que se podía evitar y que a final de cuentas no cambiaría nada realmente, pues el intento de su difunto esposo quedo en solo eso, un intento.
Como madre, se aseguraría de proteger a sus hijos en especial después de su tan horrible trabajo cuando ambos eran tan jóvenes. Quería lo mejor para ambos y si protegerlos significaba ocultarles los oscuros secretos del hombre que los "crio", en definitiva lo haría sin ninguna pizca de remordimiento en su ser.
A lo cual sabía que había hecho bien pues su hija tomo bastante bien la noticia. Así mismo, no podía estar más orgullosa ante la respuesta que recibió de ambos, eran razonamientos dignos de cualquier cabeza de clan.
- Me enorgullece tanto saber que piensan de ese modo – dijo Mikoto con una sonrisa, que se volvió una mirada baja y contemplativa – ambos tienen razón, esta piedra en las manos equivocadas puede causar demasiado daño e incluso si advertimos de esta tabla y del verdadero significado detrás del Mangekyo Sharingan, habrá quienes cambien nuestras buenas palabras, hasta que se vean pervertidas y retorcidas. Hasta que finalmente alguien como Fugaku o Itachi aparezcan de nuevo... y logren tener éxito en lo que ellos fracasaron.
- Animo, Okasan, ya verás que lograremos crear algo mejor – animo Satsuki colocándose al lado de su madre y tomándola de la mano – eres la mejor líder que el clan Uchiha ha tenido, y te prometo seguir tus pasos para llegar a ser igual de buena que tú.
- Mi hermanita tiene razón, eres lo mejor que le ha pasado al clan Uchiha y todos tienen suerte de tenerte como su líder, Okasan – apoyo Sasuke con una sonrisa marca Son.
- No saben cuánto me alientan sus palabras – aseguro abrazando a sus dos pequeños con todas sus fuerzas a lo cual ellos respondieron de la misma manera – ¿podrías hacernos los honores, cariño? – pregunto, rompiendo el abrazo.
- Sera un placer – dijo Sasuke con una sonrisa determinada.
El trio de pelinegro dieron varios hacia atrás, tomando una distancia segura, mientras que Sasuke extendía su brazo derecho al frente creando una esfera de energía en su palma. Y sin dudarlo un segundo, disparo.
Una pequeña explosión sacudió el cuarto por completo, la cual se vio envuelta en una fina capa de polvo. Pasando los segundos, lentamente el polvo comenzó a asentarse. Permitiendo contemplar que donde antes había una tabla de piedra, ahora se encontraba un pequeño cráter con algunos trozos de piedra regados por todos lados.
La matriarca Uchiha, sonrió complacida al finalmente ver desaparecida ese repugnante pedazo de piedra, que siempre le transmitía cierto grado de inseguridad y molestia. No le importaba cuanto le tardara o lo mucho que tuviera que esforzarse, los secretos del Mangekyo Sharingan jamás serian revelados a ningún miembro o futuro miembro del clan Uchiha de una manera tan inadecuada.
Esta era la primera de las muchas decisiones que forjarían el camino que dirigiría a los Uchiha a un mejor futuro. A uno que no estuviera manchado por la sangre o la traición.
- Bueno, creo que eso fue todo – hablo Mikoto con alegría – ya no tenemos de que preocuparnos.
- ¿Estás segura de que es todo, Okasan? ¿No hay otra piedra tétrica con grabados raros o un pergamino que hable de la supremacía Uchiha? – pregunto Satsuki en un tono burlón.
- Hasta donde sé, solo teníamos esa cosa – aseguro Mikoto con una sonrisa divertida – lo cual es raro ya que hasta donde recuerdo los Hyuga no tienen nada por el estilo y eso que los Uchiha vienen de ellos.
- Yo solo estoy feliz de haber destruido esa cosa, lo demás es irrelevante – indico Sasuke encogiéndose de hombros.
- Supongo que tienes razón. Las ventajas de comenzar un clan es que no tienes que preocuparte por este tipo de cosas – rio Mikoto.
- Eso no es cierto, tengo muchos problemas de los cuales ocuparme. Tengo que ocuparme del estatus del clan, su expansión, de los registros de sus miembros, entre otras cosas – comento Sasuke.
- Es cierto, y no niego que hagas un trabajo estupendo para tu edad. Pero vamos, a mí me encantaría tener la mitad de los privilegios que tú tienes – comento Mikoto imaginándose a sí misma presumiéndole a Kushina del enorme nivel de autoridad si lo que dijo fuera cierto.
- Yo no gozo de tales cosas, también soy miembro del consejo y tengo que responder con ciertas cosas como todos los demás – se defendió Sasuke no comprendiendo a donde iba su madre.
- ¿Cómo los demás? – repitió Mikoto casi como burla – cariño, nadie te dice lo que tienes que debes hacer, tú haces lo que quieres. Esto ya no es como cuando regresaste a Konoha y se te asignaban misiones y tenías que esperar para obedecer a futuras ordenes, ahora tú decides como actuar. Nunca nadie ha tenido tal autoridad como de la que tu gozas, ni siquiera Tsunade-sama o Jiraiya, que poseen el título de Sannin o Kushina o yo misma, y eso que somos las herederas de clanes sumamente respetados, que prácticamente están extintos.
- Hasta eso yo lo sé, Oniichan – apoyo Satsuki a su madre como si fuera la cosa más obvia del mundo – eres más que una cabeza de clan, eres junto con Naruto el héroe de cada aldeano y ninja de Konoha, quienes nos salvaron de la destrucción, ya hasta hicieron nuevas figuras de acción con tu rostro y la de los demás del equipo 0.
- ¿Otra vez? – cuestiono Sasuke realmente sorprendido – les pedí que dejaran de hacer eso.
- A los niños les encanta. Y eso me recuerda que compre muchas figuras de ti y Naruto, para los niños del clan Uchiha, y seria lindo si pudieras firmarlas – pidió Mikoto con una sonrisa cariñosa – están en la sala de mi casa.
- Esta bien... - a regañadientes Sasuke asintió, dirigiéndose a la salida con rapidez, pues aún tenía que ir y buscar a Tayuya.
- ¿Por qué le molestara tanto tener sus propias figuras de acción? – cuestiono Satsuki con una ceja levantada al ver el comportamiento de su gemelo.
- No le molesta, solo le genera incomodidad llamar tanto la atención – rio observando correr a su hijo.
Satsuki rio ante eso, le era difícil de creer que su gemelo creyera no tener tal nivel de autoridad y respeto en Konoha, en especial con lo que le había contado que hizo en con Hiashi Hyuga y su amenaza de absorber a la Rama Secundaria.
Ya que si alguien más hubiera intentado un movimiento tan osado como el de su gemelo, ya estaría muerto o en medio de una guerra civil. Supuso que ya era algo tan común que ni siquiera se había dado cuenta.
Y hablando de cosas tan comunes que pasan desapercibidas, poso su vista en su madre y comenzó a sentirse bastante incomoda al igual que nerviosa, ya que no sabía ni cómo debía abordar el tema que ahora estaba rondando su mente desde que su gemelo hablo del acto de traición de su padre hacia Konoha y que solo se vio intensificado hace unos momentos con la nueva revelación de la tabla Uchiha.
- Okasan – hablo en un tono bajo y temeroso.
- ¿Ocurre algo, cariño? – pregunto confundida por el extraño comportamiento de su hija.
- Quería preguntarte algo sobre, bueno, quería preguntarte sobre Otosan.
- Si es sobre ocurrido con el intento de traición de Fugaku contra Konoha, lamento mucho si no te lo dije antes, cariño. Pero no creí que fuera necesario que supieras eso de él – se disculpó apresuradamente de todo corazón.
- No es eso y no me molesta que me lo hayas ocultado – dijo negando con la cabeza, confundiendo más a su madre – Okasan ¿alguna vez amaste a Otosan?
Esa pregunta si que tomó por sorpresa a Mikoto en más de un sentido. Pues de todas las cosas que pudo haber esperado conversar con su hija, esa pregunta no estaba contemplada en ningún escenario que ella pudiera imaginar. Se comenzó a sentir nerviosa y sumamente inquieta.
Esto era algo que no tenia deseos de conversar con su hija, ya que lo último que quería era destrozar aún más la imagen que tenia de su padre. Ya era suficiente con todo lo que acaba de descubrir como para soltarle esa bomba a su hija.
- ¿Po... por qué lo preguntas? – tartamudeo mientras intentaba controlar sus nervios.
- Por las cosas tan horribles que hizo, por haberte alejado de Oniichan y por haberme mal influenciado. Hasta donde recuerdo, Otosan nunca fue alguien muy cariñoso – respondió, triste al descubrir que mucho de la imagen que tenía como padre era solo una mentira – y cuando era pequeña, cuando ya no veía a Oniichan en la casa, ustedes nunca se sonreían el uno al otro, de niña nunca lo entendí, pero ahora, tengo mis dudas, y necesito saber si ustedes en verdad se amaban.
Por increíble que pareciera, Mikoto no podía sostenerle la mirada a su hija. Ya que su mirada tan firmemente clavada en ella en verdad la estaba comenzando a sentir miedo. Era claro que no iba a dejar el tema por la paz y seguiría insistiendo hasta tener la respuesta que quería.
Incluso esa pregunta le hizo recordar cada momento que paso al lado de su difunto esposo, todos y cada uno de ellos. Pero en ninguno había amor, solo compromiso y obligación, las únicas veces que eran genuinamente felices, era cuando tuvieron a sus pequeños hijos, solo cuando fueron unos indefensos bebes, era que podía asegurar que ambos eran felices.
- No – afirmo rotundamente.
Una cosa era que Satsuki ya se imaginara la respuesta que iba a recibir y otra muy distinta era finalmente recibir dicha respuesta. Era como si su mundo se viniera abajo con esa simple respuesta. Pues ahora más que nunca, tenía la total y completa certeza de haber estado viviendo una mentira.
Se había estado aferrando a una idea sobre su padre que ni siquiera era la correcta y ahora, al parecer ni siquiera la imagen que tenia del matrimonio de sus padres era la correcta.
- Lo siento mucho, cariño. Yo nunca ame a Fugaku, la única razón por la cual me case con él es porque nuestro matrimonio fue arreglado por nuestros padres, tras la última Gran Guerra Ninja, todo con tal de volver más fuerte al clan ya que nuestras familias eran las más fuertes. Y aun cuando yo era más fuerte que tu padre, le dieron el título de cabeza de clan a él – revelo con algo de tristeza – intenté que nuestro matrimonio funcionara, me esforcé para que intentáramos amarnos, que fuéramos felices, pero a Fugaku no le importaba eso – finalizo intentando suprimir su molestia.
- Pero... pero tú eras más fuerte... ¿Por qué no fuiste elegida jefa de clan? – cuestiono, no viendo lógica alguna en casarse sin amor.
- La única persona viva que sabía de mi verdadero potencial, era Kushina. El resto del mundo desconocían de mi superioridad ante Fugaku – aclaro no sabiendo como era que esta conversación había surgido – mi Mangekyo Sharingan siempre lo mantuve oculto por miedo a ser forzada a utilizarlo y terminar ciega.
- ¿Por qué aceptaste algo como eso? Te conozco, Okasan, si algo no te gusta, no te quedas callada. Simplemente no puedo creer que tú, de todas las personas, hayas aceptado algo como eso – declaro, intentando comprender y procesar todo este nuevo descubrimiento.
- Eran tiempos muy diferentes, acabábamos de salir de una guerra, el clan necesitaba demostrar fuerza. Y los actuales jefes de clan en esos tiempos, vieron el potencial de tu padre y el mío. Por lo cual decidieron comprometernos para demostrar dicha fuerza, para que tu padre fuera la cabeza de clan y yo, bueno, mi propósito era dar a luz a futuros miembros fuertes – respondió no pudiendo ocultar su tristeza – ambos nos vimos forzados a casarnos a una edad temprana, y aunque pude haber rechazado la idea, eso hubiera terminado con mi destierro del clan, en el mejor de los escenarios.
- Pero ¿entonces porque permitiste que nos criara de esa forma? – insistió, no comprendiendo nada – porque estoy segura de que no lo hiciste porque le tuvieras miedo, si eras más fuerte que él, estoy más que convencida que debiste haber deseado pararlo más de una vez.
- El problema es que en ese momento tú padre tenía demasiado poder e influencia sobre todo el Clan, si hubiera intentado algo contra Fugaku, hasta lo más mínimo. Hubiera tenido que enfrentarme a todo el clan e incluso era posible que Sasuke o tú, sufrieran también por mis acciones – aclaro con un profundo odio, pues en ese periodo de su vida, fue cuando más vulnerable e inútil se sentía, aun a pesar de todo su talento como ninja – con el tiempo me volví complaciente y deje de siquiera intentar ir en contra de Fugaku... eso me costó muy caro.
- ¿Visite un matrimonio sin amor? ¿atrapada con mi padre por mera obligación? – murmuro no pudiendo creer que su madre, la mujer que siempre sonreía con alegría o burla, escondiera tan terrible secreto.
- Podría decirse. Pero no todo fue malo, porque lo más maravilloso de mi matrimonio, fue dar a luz a mis hermosos gemelos – aseguro, atrayendo a su hija a un fuerte abrazo – mi matrimonio fue arreglado, el amor entre Fugaku y yo fue una mentira. Pero mi amor por ti y Sasuke, es lo más puro y verdadero que existe. Y no cambiaría nada si eso significa perderlos, no podría, son mis bebes y mi mundo jamás estaría completo sin ustedes.
- Okasan... yo... - susurro, no sabiendo que decir.
- Cariño, lo último que quiero que sientas por mí, es lastima. Si, en mi vida no eh conocido a ese alguien con quien genuinamente quiera compartir cada aspecto de mi vida, pero eso no me hace menos feliz – explico, comenzando a acariciar su cabello para lograr tranquilizarla.
- Pero tú me dijiste, que compartir la vida con alguien que te entienda es una felicidad indescriptible... siempre pensé que hablabas de Otosan... pero...
- Yo sé lo que te dije, pero que yo no haya tenido eso, no lo hace menos cierto. El tiempo y la paciencia me dieron esa respuesta, y no el amor mismo.
- Pero tu mereces una vida, no tienes por qué conformarte con Oniichan y conmigo. Debiste tener una vida donde fueras completamente feliz – indico, sintiéndose culpable.
- No me estoy conformando, mi vida está completa tal y como está ahora. Porque no hay nada en este mundo que me haga querer cambiar mi vida, si el costo es perderlos a ustedes – aseguro, besando cálidamente la cabeza de su hija.
- Estoy feliz de escuchar eso, aunque siento que podrías arrepentirte en algún futuro, ya sabes, por estar sola.
- Por favor, hay lugares donde tu linda madre tiene compañía y puede tener lo que quiere sin necesidad de involucrar el amor. No pensaras que eh estado en ayuno por más de 8 años, ¿Verdad? – aseguro con una pequeña sonrisa perversa.
- ¿Por qué siempre tienes que arruinarlo todo? – se quejó, rompiendo el abrazo, no pudiendo evitar reír por el comentario.
- Es un don – rio un poco mientras apoyaba sus manos en los hombros de su hija – pero no quiero que pienses que lo que me paso a mí, te pasara a ti. Ese chico, Gaara. Te ama y no debes preocuparte, porque lo que paso entre tu padre y yo. Es una historia que jamás se repetirá en ti mientras yo pueda evitarlo, ¿te quedo claro?
- Por supuesto, solo que me gustaría que tuvieras a alguien, de la misma forma en que yo tengo a Gaara-kun.
- Oh por eso no te preocupes, no estoy renuente a encontrar a alguien, pero si no aparece, tampoco es que me preocupe mucho.
- Eso me gustaría – sonrió con cariño, esperando que eso pudiera ocurrir algún día, si alguien merecía ser completamente feliz, esa era su madre – ahora, tengo otra duda.
- Estas muy curiosa el día de hoy, tal vez los lugares tétricos son tu punto débil para que seas más abierta... eso es inusual y bastante preocupante ahora que lo pienso con detalle – indico, dando un paso lejos de su hija.
- No te burles, es solo que enterarme de todo lo que hizo Otosan y ahora que soy la novia de Gaara, pues me da por pensar en ese tipo de cosas – se defendió con un puchero por las burlas de su madre – pero ahora que se todo lo de tu matrimonio, si no te hubieras tenido que casar con Otosan, ¿con quién te hubieras casado?
- Bueno, Kushina y yo siempre competíamos mucho por las mismas cosas cuando nos conocimos, quien sabe, en alguna de esas tantas competencias, tú padre incluso pudo haber sido un rubio muy rápido – comento con diversión.
- ¿Lo dices en serio? – cuestiono en completo shock.
- Na – negó después de meditarlo por algunos segundos – no negare que Minato es un hombre atractivo, pero es algo afeminado para mi gusto. Ya sabes, su cabello.
Y con ese último comentario, ambas pelinegras rieron divertidas pues tenían la misma impresión sobre el actual líder de Konoha. Ambas se dirigieron hacia la salida, donde Mikoto se detuvo al pie de la escalera y giro para mirar el interior de la habitación una vez más.
Una sonrisa complacida se formó en su rostro, ya que finalmente, uno de los secretos más oscuros del clan Uchiha, finalmente había sido destruido. Ya no tenía que preocuparse de que esa tétrica roca contaminara la mente de sus hermosos bebes o la de futuros miembros del clan Uchiha.
Ahora en lo único en que debería enfocarse era en mantener a todos a salvo y guiarlos por un buen camino. Y estando completamente segura de que así seria, siguió su camino fuera de aquel tétrico lugar. Los Uchiha ya no tendrían secretos que promovieran la traición o la codicia, ya no más.
Hogar Namikaze – Uzumaki
Mirándose al espejo una última vez, Menma sonrió para sí mismo al ya estar completamente preparado para reunirse con sus hermanos en Ichiraku Ramen. Esta sería la primera vez que estarían solo los tres para poder comer juntos de la comida que tanto amaban, y aunque no fuera alguien que se preocupara por su aspecto, se aseguraría de estar más presentable, ya que esta era una ocasión especial.
Si era honesto consigo mismo, se encontraba realmente nervioso, la última vez que compartió una comida con su hermano rubio, fue en compañía de sus amigos y compañeros de la academia, donde no tuvieron precisamente solos para poder establecer una charla amigable.
Pero hoy sería diferente, pues hoy le demostraría a su hermano su enorme progreso como persona, ya habiendo dejado por completo esa vida de niño engreído con aires de grandeza. Esta vez se encargaría de hacer las cosas bien y ganarse el respeto de su hermano.
Y con esa resolución, asintió con una enorme sonrisa y procedió a salir a toda prisa de su habitación y encaminarse a la salida. Y justo cuando bajo las escaleras hacia el primer piso y paso por la sala, vio a su madre sentada cómodamente en un sofá reclinable mientras tenía un vaso de ramen en sus manos.
- ¡Mira, cariño! – exclamo Kushina con emoción, equilibrando el vaso de ramen en su vientre en crecimiento – ¡había olvidado lo divertido que es estar embarazada, créelo! – comento con diversión.
- Hehe veo que lo disfrutas – dijo Menma impresionado por lo que veía.
- Pero mírate, que guapo, ¿acaso tienes una cita? – pregunto con una mirada burlona.
- No, hoy no. Solo voy a salir con Naruto y Natsumi a comer algo de ramen. Voy a pasar por Natsumi a la Torre Hokage, me dijo que estaría con Otosan – respondió con simpleza, pues no quería exagerar las cosas, al final de cuentas, solo era una comida.
- Así que de eso se trataba – murmuro, mientras colocaba el vaso de ramen a un lado y le extendía los brazos a su hijo para que la ayudara a levantarse de su lugar – me alegra mucho que te lo tomes con calma pero tampoco está mal emocionarse, es un gran avance y más considerando que acabas de regresar, créelo.
- Lo sé, es solo que... no quiero emocionarme demasiado, Okasan. Ya sabes, por si las cosas no salen bien – murmuro algo desanimado, moviéndose algo incomodo en su lugar.
- Todo saldrá bien, no tienes nada de qué preocuparte, solo se tú mismo, habla de tus entrenamientos y de lo fuerte que te has vuelto. Y todo irá de maravilla – aseguro, intentando transmitirle toda la seguridad que pudiera, recuerda, no abandones hasta el final.
- ¿Estás segura de eso? No quiero arruinarlo todo de nuevo – comento desviando la mirada, solo para que su madre lo tomara por la barbilla, haciendo que la mire.
- Eso no va a ocurrir, ya no eres el mismo. Ninguno de nosotros lo es. Cariño, has crecido tanto y ahora eres consciente de que tus acciones tienes consecuencias, no volverás a cometer los mismos errores – consoló en un tono maternal, intentando disipar todos sus miedos – así que no dejes que los errores del pasado arruinen tú presente, ni que dicten tú futuro. Nunca podrás cambiar lo que hiciste, pero sí que puedes hacer algo con lo que estas por hacer, así que asegúrate de hacer algo bueno, créelo.
- Muchas gracias, Okasan – dijo, dándole un abrazo, pues sus palabras en verdad que llegaron a él.
- Siempre estaré para ayudarte – aseguro, rompiendo el abrazo – aunque si aún quieres una idea para un buen tema de conversación, te sugeriría que hablaras sobre el sobrenombre que las otras Aldeas les han puesto al equipo 0, eso sacara algunas rizas y tal vez lo ayudes a elegir un buen título.
- Hehe, sí. Definitivamente el clan Son debe conseguir a un publicista, "Los Infames Ninjas del Naranja" en verdad que es un título ridículo – rio, ya un poco más animado – solo espero que mi sobrenombre sea el que estoy esperando.
- No sabía que ya habías pensado en uno, créelo – aseguro, impresionada de que su pequeño ya estuviera pensando en hacerse un nombre propio.
- Si, estaba pensando en algo relacionado a Otosan, algo que distinguiera a un Namikaze, pero luego pensé que sería mejor si mi título tuviera algo que ver con el clan Uzumaki. Algo como "Menma: El Guerrero del Remolino" – se explicó realmente emocionado, ya que había estado pensando en ese nombre por un largo tiempo – y con suerte, el Sabio Pervertido podría escribir de mi en alguna nueva historia, algo así como unas crónicas.
- Wow, ¡ese sí que sería un título excelente, créelo! – exclamo con una enorme sonrisa y un brillo en sus ojos, pues definitivamente ese era un digno sobrenombre para su amado hijo, aunque su rostro se torció en una mueca cuando recordó algo – aunque es una pena, ese sobrenombre ya está ocupado.
- No puedes estar hablando enserio. Había estado trabajando en ese nombre por meses – lloro a cascadas, completamente desanimado pues ahora tenía que volver a pensar en otro nombre.
- Hehe, no te desanimes, si quieres puedo darte mi propio título – ofreció con una gran sonrisa.
- ¿Tú título? – repitió, no comprendiéndolo del todo hasta que finalmente lo proceso - ¿Te refieres al del "Habanero Sangriento"? – cuestiono, completamente incrédulo de poseer semejante título.
- Ese mismo, estoy segura de que podrías llegar a honrar perfectamente ese título – afirmo con una sonrisa radiante.
- Pe... pero ¿acaso puedo heredar tu antiguo título? ¿Qué pasara si quieres regresar a la vida ninja? – cuestiono, no pudiendo ocultar su enorme sorpresa, tanta que ni siquiera podía creer que su madre le estuviera produciendo tal cosa.
Menma no estaba seguro de como tomar tal noticia, su madre, su figura de superación personal y a quien más admiraba en la vida. Le estaba heredando el titulo con el cual fue conocida en todas las Naciones Elementales, esto era sin duda alguna el mayor de los honores que podía recibir.
Tanto que no sabía si podía llegar a estar a la altura de semejante título. Su madre fue uno de los pilares fundamentales para que Konoha no fuera destruida durante el inicio de la Tercer Gran Guerra Ninja. Eh incluso antes de eso, ya era conocida y temida por cualquiera ninja que se le pusiera en su camino, pues su dominio en el Kenjutsu, Ninjutsu y Fūinjutsu, estaban por encima de cualquiera, donde tales habilidades solo eran opacadas cuando usaba sus Cadenas de Diamantina.
Y según recordaba de sus investigaciones que hizo durante su viaje de entrenamiento con Jiraiya, ella era de los pocos ninjas dentro y fuera de Konoha que estaban a la altura de su padre, quien fue considerado un héroe por toda su Aldea al ser quien dio por acabada la guerra al acabar él solo con todo el ejército de Iwa.
- No te preocupes por eso, el Habanero Sangriento fue un título que me gane en la Academia, con el tiempo me termino gustando y me hice conocer con ese nombre. Principalmente porque se los gritaba a la cara a todos los ninjas que aplastaba cuando se metían en mi camino y yo puedo dárselo a quien yo quiera, créelo – aseguro encogiéndose de hombros, pues no le veía ningún problema en hacerlo y si alguien lo tenía, siempre podría hacerlo cambiar de opinión al romperle los dientes – además, siempre puedo regresar al primer título oficial con el que fui conocida en la vida ninja.
- ¿Con el primero? No sabía poseyeras otro título – cuestiono realmente desconcertado, ya que esta información le era completamente desconocida.
- Oh cariño, hay muchas cosas que no sabes de mí, créelo. En mi larga vida como ninja fui conocida por muchos nombres hasta que finalmente el más distintivo tomo fuerza sobre los otros – aclaro con un encogimiento de hombros no dándole mucha importancia – pero como ya te dije, yo quería el Habanero Sangriento y me hice conocer de ese modo a la fuerza.
- Wow, en verdad que eres más asombrosa de lo que habría pensado – murmuro apenas pudiendo creer que su madre le cayó la boca a todas las Naciones Elementales para imponer el título de su elección.
- Bueno, recuerda que yo también aspire al título de Hokage. Y la única razón por la que no estuve ese título es porque en el último año de la Tercera Gran Guerra Ninja tuve trabajo como mimbro de la escolta Elite Anbu del viejo Hiruzen, créelo – declaro con molestia mientras venas gigantes se formaban en su cabeza – ¡Si no hubiera tenido ese estúpido trabajo, abría aplastado a las otras Aldeas y acabado con la guerra mucho antes que Minato, créelo! – exclamo con los ojos en blanco y su cabello ondeando, dando más énfasis a su molestia.
- Y entonces... ¿Cuál fue tu primer título? – pregunto con una gota gigante de sudor en su nuca ante la actitud tan infantil de su madre.
- Oh cierto, casi lo olvido, créelo. Se me conocía como "Kushina: La Santa de las Espadas Sangrientas." – informo con naturalidad – Pero nunca me gusto del todo, ya que sonaba demasiado macabro, créelo. Pero ahora, supongo que puedo acostumbrarme. Pero ya fue suficiente de charla, ¿entonces? ¿aceptas convertirte en el nuevo Habanero Sangriento? – finalizo formando una sonrisa gigante en su rostro.
Meditando en su respuesta, Menma aún se sentía algo inseguro sobre ocupar semejante título. Ya no era aquel arrogante con aires de grandeza que creía estar por encima de cualquiera que se le pusiera enfrente.
Pero, eso no quería decir que ahora desestimara el verdadero nivel en el que se encontraba ahora, pues sabía que actualmente era muy poderoso, su nivel estaba muy por encima que el de muchos. Y sin embargo, sabía que seguía estando a años de siquiera poder estar al nivel de su madre.
De sus entrenamientos previo a los Exámenes de Chunin, cuando llegaba a perder el control sobre el Chakra del Zorro, su madre jamás necesito moverse de su lugar para someterlo. Y esa era una de las tantas razones por la cual la admiraba tanto.
Ya que a sus ojos, ella era realmente increíble. Superarla era su meta, la razón por la cual se esforzó tanto para ser un maestro de Fūinjutsu y estar a su altura. Sabía que tal y como estaban las cosas no podía estar a la altura de semejante título, pero se esforzaría al máximo para cumplir con las expectativas que su madre estaba depositando en él para posteriormente superarlas, haciéndola sentir orgullosa.
- ¡Acepto! ¡Prometo honrar el título del Habanero Sangriento! – exclamo con una gran sonrisa zorruna.
- Esa es la actitud, créelo – animo, feliz de la respuesta tan energética de su hijo – ahora, vamos con tu padre, quiero ver cómo le va en el trabajo sin mí para apoyarlo, créelo – rio con ligera malicia.
- Hehe, ¿aún necesita de tú ayuda para evitar el papeleo? – cuestiono con diversión mientras envolvía el brazo de su madre con el suyo y ambos se dirigían a la salida.
- Lo seguiré diciendo, tu padre es aún mejor que sus tres antecesores, pero, su manera de redactar un informe es lamentable, divaga mucho y solo se enfoca en lo más sobresaliente – comento, no pudiendo evitar reír entre dientes – Deje de ayudarlo cuando entre en el tercer mes de mi embarazo.
- Estoy seguro de que en estos momentos debe de extrañarte – rio con la misma malicia que su madre.
Y entre bromas y risas, tanto madre como hijo, salieron de su hogar a paso tranquilo. Donde a cada paso que daban no podían evitar contagiar a la gente de su alrededor con su alegría. Ya que el par de pelirrojos eran prácticamente idénticos, nos solo en su distintivo cabello, sino también en su forma de expresar su alegría a través de gigantescas sonrisas.
Torre Hokage – Oficina del Hokage
- Extraño a Kushina – murmuro Minato apoyando su barbilla viendo los documentos en su escritorio.
El rubio, a pesar de sus largos años detrás del asiento del líder de Konoha le seguía molestando la redacción de informes. Que gracias a sus grandes logros y su gran mandato, el papeleo era una ínfima parte en comparación con el que alguna vez vio que realizaba el viejo Hiruzen.
Y sin embargo, aun con la minúscula cantidad de papeleo sobre su escritorio, seguía extrañando a su esposa. Pues con ella como su apoyo, la documentación de todo un día era fácilmente acabable en unas cuantas horas. Aun después de tantos años, le seguía sorprendiendo la facilidad con la que Kushina podía resolver la documentación y los problemas derivados de estos, era como si tan rápido tuviera el documento en sus manos, ya tuviera la respuesta.
Una gran habilidad de la cual, él simplemente carecía. Entendía la importancia de la redacción en los informes, de la organización en la documentación. Pero simplemente cada vez que comenzaba a hacer su labor como era debido, comenzaba a divagar, comenzando a resumir las cosas, a colocar las cosas sin ningún orden, ya que en sus propias palabras, "si sabía dónde estaba, no estaba perdido o desorganizado."
- Si quieres puedo ir por ella – ofreció Natsumi divertida del estado en que se encontraba su padre.
La pelirroja se encontraba recostada en el sofá de la oficina mientras jugaba con uno de sus Kunai Especiales, al estarlo lanzando hacia arriba para cuando cayera atraparlo en la punta de su dedo índice con una gran muestra de equilibrio.
Tanto padre como hija habían estado charlando de cualquier tema en general, no dándole mucha importancia a ninguno precisamente. Solo disfrutando de las agradables charlas que ambos podían llegar a tener.
- No, desde que tú madre está embarazada no puede teletransportarse, ya que hacerlo le genera muchas náuseas y vómitos – desecho la idea, mientras se ponía de pie y se quitaba su chaqueta y la colocaba en un perchero – también comer pepinillos, por eso ya no los agrega a las comidas – agrego, sentándose en el borde de su escritorio.
- Solo a ella y a Menma le gustan los pepinillos – comento con una mueca de disgusto, ya que siempre que había pepinillos en la comida, se los daba a su hermano.
- Hehe es cierto – rio divertido pues aunque amara la comida de su esposa sobre cualquier otra, los pepinillos siempre fueron la excepción.
- Otosan, ¿crees que estoy haciendo las cosas bien con Oniichan? – murmuro repentinamente, atrapando el kunai por el mango para luego sentarse en el sofá – fui una mocosa engreída que quería el aprecio de Oniichan aun a pesar de lo que le hice, y ahora no estoy actuando diferente. A veces me pregunto si realmente he cambiado – agrego no pudiendo evitar bajar la cabeza en vergüenza por su actitud.
Natsumi comprendía perfectamente la diferencia que había entre quien fue alguna vez y quien es ahora. Pero cada vez que estaba cerca de su hermano rubio, no podía evitar jugar con él, ser más expresiva y cariñosa, justo como era con Menma.
Y aun así, ese hecho no cambiaba nada. Aún era quien mayor daño le había causado a Naruto cuando niños, ese hecho la hacía sentir un profundo sentimiento de autodesprecio. Ya que esto no era como el caso de su amiga Satsuki, donde de apoco fue moldeada de una mala forma por su padre.
Pues la única responsable de su actitud era ella misma. Nadie la incentivo a ser cruel con Naruto, nadie la empujo a ser grosera con él, nadie tuvo la culpa de empujarla a creerse superior, nadie excepto ella. Todo aquello que hizo fue por su propia mano, tanto que no podía creer que su poco aprecio por el rubio llegaran al extremo de olvidarlo durante cinco años.
Quería su aprobación, su aprecio y su reconocimiento, pero sobre todo, su perdón. Aunque no sabía si en verdad lo merecía.
- En verdad me esfuerzo para agradarle a Oniichan, para aparentar ser tranquila, alguien en quien él pueda confiar, pero cada vez que estamos juntos siento que es como si todo lo malo que nos envolvió alguna vez, ya no estuviera y pudiera actuar como su hermana, aunque no tenga ese derecho – se quejó, apretando con fuerza el kunai en su mano.
- Eso no tiene nada de malo, mi pequeña – aseguro, comenzando a caminar hacia su hija, para tomar asiento a su lado – y lo que es más importante, estás haciendo lo correcto – consoló, rodeándola con un brazo para abrazarla.
- ¿Cómo puedes decir eso? Siento que no estoy haciendo lo que se supone que debo de hacer.
- Por eso mismo, estas siendo tú misma. Se que haces lo correcto porque no le estas mostrando a Naruto alguien quien no eres, le estas dejando conocer la mejor faceta de ti misma y eso es mucho mejor que simplemente moldear tú actitud para caerle mejor – comento con una sonrisa paternal, intentando disipar todos los miedos de su hija – tus sentimientos llegaran a Naruto, y cuando ese día llegue, sabrás que hiciste lo correcto.
- ¿Por qué confías tanto en mí? ¿Qué pasa si él no lo ve de la misma manera y piensa que sigo siendo la misma? – cuestiono no comprendiendo la seguridad tras las palabras de su padre.
- Porque eres mi hija, y no importa las veces que hayas caído, sé que siempre te levantaras y yo siempre estaré allí para apoyarte, porque siempre creeré en ti – declaro, ganando una mirada incrédula de su pequeña – confía en ti misma, ten presente tu objetivo. Imagínalo como un punto al cual quieres teletransportarte y antes de que te des cuenta. Ya estarás allí.
- Otosan... - susurro al borde del llanto por tales palabras justo antes de abrazarlo con todas sus fuerzas.
Una sonrisa se formó en los labios de Natsumi mientras era envuelta por los brazos de su padre. Era precisamente por esto que le agradaba tanto hablar con él. Ya que siempre parecía tener las palabras adecuadas para cualquier situación, sin importar cual fuera.
Y esta no fue la excepción, ya que realmente se sentía aliviada de poder desahogar sus problemas con su padre y no solo eso, sino también que la orientara para poder enfrentarlos y superarlos de la mejor manera.
- Si fueras la mitad de bueno en tu documentación como lo eres con las palabras, no tendrías que recurrir siempre a Okasan – se burló, rompiendo el abrazo mientras se limpiaba algunas lágrimas que se acumularon.
- Gracias... creo – rio de forma nerviosa, no sabiendo como tomar ese comentario.
- Tómalo como un cumplido – aclaro, soltando un gran y profundo suspiro – bueno, Menma-nii ya está por llegar, tal vez debería comenzar a relajarme o me pondré algo ansiosa – comento, notando como la firma de su hermano se acercaba.
- ¿Cómo sabes qué ya está por llegar? ¿Acaso te volviste una censora como Karin-chan? – pregunto con genuina curiosidad.
- No, aun no estoy ni remotamente cerca de alcanzar a Karin en sus habilidades de censor – respondió ligeramente molesta.
Y su molestia no era para menos, pues las habilidades de su prima eran injustas por decir lo menos, poseía un control monstruosamente perfecto sobre su Chakra, era una censora al nivel de su hermano rubio sino es que superior y todo eso sin ningún entrenamiento.
Sus habilidades natas eran prácticamente insuperables. Habilidades que solo aumentaban con el entrenamiento de su madre al intentar enseñarle a liberar las Cadenas de Diamantina, y por lo poco que había visto, no le iba a tomar mucho tiempo en llegar a dominarlas, era una Uzumaki prodigio como nunca se había visto antes.
Y eso la hacía sentir celosa, pues ella entreno muchos años para poder liberar las Cadenas de Diamantina y poder estar a la expectativa de un Uzumaki. Aunque con un suspiro libero su ligera molestia, a final de cuentas, su molestia se debía a los celos por el rápido avance de Karin en comparación con el propio, y aunque ella tenga las cosas más fáciles en comparación, eso no quería decir que no se estuviera esforzando para lograr mejorar.
– No se lo digas, pero hace un año, marque a Menma-nii mi Jutsu del Dios del Trueno Volador – comento no pudiendo ocultar su diversión – es solo por precaución en caso de que algo le pase... eso y por si vuelve a molestarme con una de sus bromas.
- Hehe si tú lo dices – murmuro divertido por la actitud de su pequeña – aunque tal vez debería apresurar algo de mi trabajo antes de que llegue tu madre – comento, poniéndose de pie y caminando a su escritorio.
- Muy tarde – tarareo en un tono alegre.
- ¡¡¡Ya llegué!!!
La puerta de la oficina fue abierta de golpe, producto de una patada de la matriarca Uzumaki, quien poseía una enorme sonrisa en su rostro, mientras que a sus espaldas estaba su hijo parpadeando repetidamente en honesta confusión por el arrebato de su madre.
Por su parte, Natsumi estaba riendo entre dientes por la entrada de su madre, mientras que Minato tenía una enorme gota de sudor en su nuca por la nada ortodoxa forma en la que llego su esposa.
- Estoy seguro de que no deberías de hacer eso – murmuro Menma, preocupado por el estado de su futura hermanita.
- Apoyo a Menma-nii, eso podría ser peligroso para mi hermanita, la cual por cierto aún no tiene nombre, por suerte yo ya me encargué de pensar en algunos – comento Natsumi inflando el pecho en orgullo.
- Que este embarazada no significa que esté lisiada, créelo – desestimo Kushina con una sonrisa arrogante en su rostro – además, aun sigo pensando en un nombre adecuado, pero estoy abierta a sugerencias, créelo.
- ¿Quieres algún nombre de comida? – cuestiono Menma con una ceja levantada.
- ¿Quieres una paliza? – contra pregunto Kushina con una vena gigante en su cabeza y una mueca de disgusto.
- Tranquila, tranquila, Menma solo estaba bromeando – Minato intervino intentando que su esposa no golpeara a su hijo, quien claramente estaba asustado, aunque esperaba que tampoco lo golpearan a él – déjalo pasar, además ellos ya se tienen que ir – agrego, sujetándola por la cintura y atrayéndola hacia él.
- Eso es cierto, vamos Menma-nii, no quiero llegar tarde – aseguro Natsumi levantándose de su lugar.
- Si, por favor vámonos – pidió Menma pálido por el miedo al ver esa mirada de su madre.
- Oigan, ustedes aún no se van, créelo – aseguro Kushina con seriedad, aun envuelta por el brazo de su esposo.
- Antes de que se vayan, queremos pedirles algo – hablo Minato en el mismo tono serio que su esposa – es sobre la profecía.
- ¿La profecía? – repitieron el par de gemelos, realmente confundidos.
No solo era la seriedad detrás de las palabras de sus padres, sino el hecho del mismo tema en realidad. Tiempo antes de que Satsuki fuera secuestrada, sus padres habían dejado bien en claro que se olvidaran de la profecía, que la hiciera a un lado, que en vez de enfocarse en ser fuertes por una profecía, se volvieran fuertes por sí mismos.
Incluso Jiraiya, quien era quien más hablaba de esa dichosa profecía, en la cual se suponía iban a salvar el mundo. Durante todo su viaje de entrenamiento jamás toco el tema, ni una sola vez llego a mencionar algo relacionado con el tema, ni él ni los ancianos Fukasaku o Shima.
Y eso, ambos lo notaron, era como si deliberadamente esos tres estuvieran ignorando el tema a propósito. Y al parecer sus sospechas sobre si sus padres les habían dicho que no tocaran el tema eran ciertas. Aunque tampoco era que les importara mucho realmente, ya que esa profecía fue en parte lo que dio nacimiento a su arrogancia y provoco la separación de su familia.
Aun tenían presentes que sobre ellos recaía un gran peso, pero eso no quiere decir que iban a vivir únicamente para ello, sus padres les abrieron los ojos y les mostraron que ellos eran más que una profecía y que eso no debía dictar su camino, pues tal y como sucedieron las cosas, fueron arrogantes al creer que nada ni nadie podría detenerlos al confiar plenamente en la profecía, cosa que ambos descubrieron que no era cierto tras su humillante derrota en la final de los exámenes Chunin.
- ¿Qué ocurre con la profecía? – pregunto Natsumi no comprendiendo a donde iba la conversación.
- ¿Acaso el Gran Sapo Sabio tuvo una nueva visión? – prosiguió Menma igual de confundido que su hermana.
- Nada de eso – negó Minato, soltando un suspiro – lo que pasa es que tanto su madre como yo, hemos perdido la esperanza en esa profecía. No decimos que hemos perdido la esperanza en ustedes.
- Sabemos que ambos llegaran a ser grandes ninjas, créelo – continuo Kushina, bajando un poco la cabeza mientras colocaba una mano sobre su vientre – Pero tras aceptar que no podíamos regresar a Naruto-kun con nosotros, comprendimos que aferrarnos ciegamente en una profecía nos ha quitado mucho, y no queremos que les pase lo mismo, créelo.
- Lo que intentamos decir, es que no aceptamos que el destino ya está escrito, si ustedes logran salvar al mundo, lo harán por ustedes mismos y no por una profecía. No queremos creer que nuestras vidas ya están escritas, y que perder a Naruto era algo inevitable – compartió Minato su nueva visión sobre la dichosa misión.
- No queremos perderlos ni que ustedes se pierdan a sí mismos – prosiguió Kushina – por eso le pedimos a Jiraiya que ya no les hablara de la profecía, créelo. Queremos que ustedes se vuelvan tan fuertes como sabemos que pueden llegar a ser por los motivos correctos, para que ustedes logren hacer el bien y no porque se supone que deben de hacerlo, créelo. Incluso creemos que hubiera sido mejor no saber nada de esa profecía.
- ¿A qué te refieres con eso Okasan? – pregunto Natsumi curiosa por esas últimas palabras.
- Si la profecía fuera tan cierta como esa rana senil o Jiraiya afirman, ¿Qué caso tiene haberla contado? ¿no se supone que debería cumplirse incluso si no la sabemos? Y al hacerlo, ¿no pone eso en peligro dicha profecía? – formulo Kushina los errores presentes en las decisiones de esos dos infelices al creer que hacían lo correcto al ir revelando las cosas sin pararse a pensar en las consecuencias.
- Naruto ahora sabe acerca de la profecía, porque nosotros se la contamos. Estábamos seguros de que ser francos con él nos acercaría más – revelo Minato.
- ¿Y funciono? – cuestiono Natsumi apenas superando su sorpresa ante lo que escucho.
- Si, pero solo después de una gran pelea – respondió Minato recordando ese día con una mezcla de dolor, remordimiento y felicidad.
- No queremos que el progreso que a han tendió con Naruto se pierda por la misma razón que termino separando nuestra familia, créelo – intentando controlar sus lagrimar, Kushina dio varias respiraciones profundas antes de continuar – solo les pedimos que no se dejen influenciar por una supuesta profecía, muéstrenle que ustedes dos están por encima de eso.
- Pe... pero ¿Por qué ya no creen en la profecía? – tartamudeo Menma aun no comprendiendo del todo las intenciones de sus padres.
- Gamamaru tiene la capacidad de soñar con el futuro, pero solo recuerda fragmentos muy burdos y superficiales... si no sabe con exactitud lo que va a pasar, ¿Cómo es que puede estar tan seguro sobre lo que tiene que pasar? – respondió Minato, completamente seguro de sus palabras – Nadie puede asegurar nuestro futuro, solo nosotros mismos.
- No podemos cambiar el hecho de habernos dejado influenciar por las palabras de ese anciano en el pasado, créelo – siseo Kushina con ligera molestia en su voz, que rápidamente se esfumo dando paso a la felicidad – pero ya no más, no queremos que se preocupen por algo que puede no ser cierto, sino por lo que son ahora, así que asegúrense de seguir siendo buenos y de ser mejores.
Finalizando su resolución con una enorme sonrisa, Kushina trato de que sus últimas palabras alcanzaran a sus hijos, acto que imito Minato. Ambos habían perdido por completo la fe aquella profecía que se les fue dicha hace ya tantos años, ya que tal y como lo expreso Naruto cuando le contaron la verdad, alguien que puede ver el futuro, no puede ver dos futuros diferentes, siempre vera solo su futuro, dándoles a entender que la profecía inclusive podría estar equivocada.
Y cuando finalmente comprendieron eso, se dieron cuenta de su gran error al creer que ya todo estaba dicho y escrito, error que fracturo a su familia para siempre. Un error que jamás cometerían de nuevo y se asegurarían de que sus hijos jamás cometieran ese mismo error.
Quienes aún se encontraban desconcertados sobre como tomar la nueva postura de sus padres, principalmente por el hecho de haber sido crecido bajo la ideología de una profecía, de haber sido entrenados para desarrollar el máximo de sus habilidades para poder llegar a cumplir con su destino.
Esa profecía era la misión por la cual literalmente se habían estado entrenando toda su vida. ¿Acaso podían ser más que solo eso? ¿Ser más que solo una profecía? A final de cuentas, las palabras de sus padres tenían sentido, saber de la profecía no había hecho más que dañar a su familia.
Los volvió arrogantes, y hasta cierto punto los convirtió en personas despreciables. Ellos como sus padres se olvidaron de Naruto solo por enfocarse en un futuro no muy claro, al punto de perderlo.
Si bien inicialmente estaban escépticos de hacer a un lado el objetivo por el cual fueron entrenados, entre más vueltas le daban al asunto, más comprendían las razones de sus padres sobre la profecía. En especial los cuestionamientos de su madre.
Siendo Menma quien noto el particular tono de despreció que utilizo al referirse al Gran Sapo Sabio y a Jiraiya. Era raro que su madre se expresara mal de la gente de esa manera, en especial con el Sabio Pervertido, pues justo antes de que se fueran de su viaje de entrenamiento aun tenían una buena relación.
- "Parece que muchas cosas ocurrieron el día que le dijeron a Naruto la verdad" – medito Menma interesado en saber que fue exactamente lo que ocurrió ese día.
- ¡De acuerdo! – exclamo Natsumi, llamando la atención de todos – hare a un lado el tema de la profecía. Porque lo que realmente me importa en estos momentos es reparar tanto como se pueda a mi familia – declaro con una gran seguridad en sus palabras al igual que una gran sonrisa zorruna.
Sin la más mínima pizca de duda en sus palabras, Natsumi comprendió y acepto la forma en la que sus padres ahora pensaban sobre la profecía. Ya que a su propio punto de vista, no quería aferrarse a algo que le había causado tanto daño en el pasado, solo para que también arruinara su futuro.
Ella estaba por encima de eso, y su enfoque ya no solo era ser más fuerte solo para salvar al mundo. Ella seria fuerte y mejor de lo que alguna vez fue, para proteger a su familia, los lazos que ella consideraba valiosos, no se permitiría volver a dañar a sus amigos ni perder a la gente que consideraba su gente preciosa.
- Me alegra escucharte decir esas palabras, cariño. Estoy tan orgulloso de ti – dijo Minato feliz de la feroz determinación de su hija.
- ¿Y tú, Menma, que tienes que decir? – pregunto Kushina observando como su hijo se había quedado callado.
- Yo... - Menma se sorprendió mucho al darse cuenta de que no sabía que decir.
Por años creció bajo la influencia de la creencia de ser uno de los niños de la profecía, y aunque en los últimos años había dejado esa idea atrás, no estaba muy seguro de simplemente olvidarse por completo de la profecía.
En especial considerando el gran aprecio que le había tomado a Jiraiya, así como el respeto hacia su ideología de encontrar la paz. Sentía que al hacer a un lado la profecía de su sensei de alguna manera estaba traicionándolo. Sin embargo, la gran seguridad y determinación en las palabras de sus padres, le hicieron replantearse las cosas y aún más importante, replantearse sus prioridades.
¿Qué era más importante para él? ¿Aferrarse a una profecía de la cual de la cual desconocía prácticamente todo, desde el hecho de cuándo ocurriría o de que salvaría al mundo? ¿O ser capaz de volver a unir a su familia?
Y una vez que se había formulado esas preguntas, le regalo a su madre una gran sonrisa zorruna, al no necesitar pensarlo dos veces al saber cuál era la decisión correcta.
- Que mi familia siempre estará primero que cualquier profecía. Natsumi y yo prometimos que seriamos mejores por nuestra pequeña hermanita, y de ninguna manera nos retractaremos – afirmo Menma con una fuerte determinación.
- Así se habla Menma-nii – apoyo Natsumi con emoción.
- ¡Esa es la actitud mis pequeños! – exclamo Kushina, eufórica por la fuerte determinación de sus hijos.
- Hehe, no podría haberlo dicho mejor – apoyo Minato.
- Muy bien, supongo que es hora de irnos – comento Natsumi feliz, mientras tomaba a su hermano por la mano y lo dirigía a la salida – nos vemos.
- Hasta luego, gracias por la plática – se despidió Menma prácticamente siendo arrastrado por su hermana.
- Disfruten de su comida, y no se excedan demasiado – aconsejo Minato viendo como sus hijos salían de su oficina – bueno eso salió mejor de lo que esperaba – dijo, guiando a su esposa hasta sentarla en su silla, para luego contemplar su Aldea a través de la ventana – ¿Qué opinas?
- Que si no usaras tan seguido tu chaqueta, podría ver más seguido ese lindo trasero tuyo, créelo – ronroneo Kushina contemplando con lujuria el cuerpo de su esposo.
- Hablaba de los chicos – aclaro, no pudiendo evitar sonrojarse por el comentario.
- Oh eso. Bueno, te dije que no teníamos que preocuparnos mucho, a final de cuentas, les dejamos en claro que la profecía no lo era todo antes de que se fueran a su viaje de entrenamiento, y al pedirle a ese idiota de Jiraiya que no hablara del tema también ayudo, créelo – indico, pues el hecho de que su esposo estuviera preocupado por como sus hijos tomarían la noticia le parecía demasiado.
- Supongo que tienes razón – murmuro sintiéndose algo incomodo por el tono tan despectivo que usaba su esposa para referirse a su sensei – Jiraiya-sensei aún está en la Aldea, ¿no crees que sea buena idea que nos reunamos los tres? Podríamos ponerlo al tanto de nuestra nueva posición con respecto a la profecía.
- Mina-kun... si tú quieres hablar con él, hazlo, yo no tengo problema en que lo hagas, créelo – comento, haciendo poco o nada para ocultar su profundo odio en quien alguna vez tuvo la confianza como para hacerlo padrino de sus hijos – pero yo no quiero a Jiraiya cerca de mí, de mi hija y mucho menos quiero que sus estúpidas creencias en esa profecía vuelvan a afectar a mi familia.
- Comprendo – suspiro en derrota, sabiendo que no podría avanzar más en la conversación – olvidémonos del tema por ahora, dime, ¿de que hablaron tú y Menma antes de venir? – pregunto en un intento de aligerar el ambiente.
- Oh ya sabes, hablando del pasado. Y de cómo solo tuviste suerte de ser el Cuarto Hokage, créelo – respondió con burla a la vez que le regalaba una sonrisa arrogante.
- ¿Suerte? Recuérdame quien se equivocó en las solicitudes y termino convirtiéndose en Anbu por error – contra ataco divertido por su actitud.
- No es mi culpa, todas las malditas solicitudes se parecen, créelo. Además, que eso haya ocurrido fue todo tú culpa – se quejó inflando las mejillas en un puchero y mirando a su esposo con los ojos en blanco.
- ¿Mia? Pero si tú eras quien quería volverse Jonin-sensei solo porque querías demostrar que eras mejor que yo. Alegando que podías manejar incluso tres o más equipos al mismo tiempo y te emocionaste tanto que no te diste cuenta de que llenabas una hoja de solicitud para entrar al departamento de Anbu – rio divertido de aquel momento.
- Como sea, fui Anbu en contra de mi voluntad, pero aun así fui la mejor, créelo. Mi fotografía aún sigue en el muro del departamento Anbu como la mejor – se defendió mientras se cruzaba de brazos e hinchada sus mejillas en un puchero.
Minato rio nervioso ante esa declaración, pues era cierto. La fotografía de su esposa estaba en un muro al haber sido una de las Anbu más destacables al ser prácticamente insuperable.
El único detalle es que ella misma puso esa fotografía justo antes de cumplir con su periodo de un año, junto con una nota al lado de la fotografía que especificaba que si alguien se atrevía a retirarla, ella misma reduciría el departamento Anbu a menos que escombros y obligatoria a todos los Anbu a reconstruir dicho departamento.
Uno podría pensar que al correr de los años, abría nacido alguien lo suficientemente valiente o estúpido para remover dicha fotografía. Pero nunca nadie lo hizo, principalmente por las advertencias de los Anbu que trabajaron con Kushina y eran conscientes de su verdadero poder, quienes transmitieron su conocimiento sobre la mujer a las nuevas generaciones de Anbu, donde al cabo de unos años, el siquiera pensar en remover su fotografía se había vuelto un tabú.
Tanto Kushina como Minato no pudieron evitar soltar unas cuantas risas al perderse un poco en los viejos y buenos recuerdos.
El sonido de golpes en la puerta de la oficina saco a la feliz pareja de su trance, donde al ver quienes entraban a la oficina, no pudieron evitar fruncir el ceño con molestia, eliminando por completo la felicidad que hasta hace algunos momentos inundaba la habitación.
El trio de ancianos consejeros entraron sin haber recibido una invitación, casi como un intento de imponer su propia autoridad. Ya que había un tema que los tres querían discutir con su líder a la brevedad, ya que era de suma importancia.
Y mientras Koharu y Homura dieron varios pasos al frente, hasta quedar frente al escritorio de su líder, Danzo simplemente cerró la puerta detrás de si y se quedó a un lado de esta.
- Normalmente uno esperaría un "adelante" para entrar, se le llama educación, deberían intentarlo, créelo – se quejó Kushina con molestia, pues ese trio jamás le agrado, en especial el que parecía imitar una momia.
- Y normalmente en esa silla solo pueden sentarse aquellos que sean dignos de ocuparla – contra ataco Koharu, no pudiendo evitar sentirse ofendida por la actitud de esa chiquilla.
- Oh... entonces, ¿quieres probar si soy digna de estar en esta silla? – siseo Kushina con una sonrisa maliciosa a la vez que liberaba un par de cadenas listas para atacar.
- No puedes estar hablando enserio – murmuro Koharu con una gota de sudor recorriéndole la mejilla mientras daba un paso hacia atrás debido al miedo, ya que no se esperaba un ataque físico de la pelirroja.
- Le sugiero consejera que no ponga a prueba la paciencia de mi esposa, en este punto del embarazo su humor es algo volátil – aconsejo Minato, colocando una mano sobre el hombro de su esposa para que se tranquilizara, cosa que funciono al ver como sus cadenas regresaron a su interior – ¿En qué puedo ayudarlos consejeros?
- Hokage-sama, hemos venido porque acabamos de ser notificados sobre la futura misión del equipo 0 – respondió Homura intentando mantenerse enfocado en lo importante de la situación – una vez más, se le ha dado una misión de extremo valor para Konoha a ese equipo sin que el consejo se haya reunido para delimitar los límites de dicha misión.
- El clan Son, en especial los hermanos Son, se toman demasiadas libertades al ser ellos quienes eligen sus misiones, en especial aquellas que involucran al Sannin traidor de Orochimaru – continuo Koharu mostrando su claro disgusto ante esta situación – son fuertes y por eso mismo deberían quedarse en Konoha, en caso de que ocurra otro ataque. La búsqueda del Sannin debería ser puesta bajo otro equipo.
- Dado que Naruto y Sasuke, al igual que el resto de su equipo han sido quienes no solo han logrado enfrentar a Orochimaru y salir vivos para contarlo, sino también han estado más cerca de acabarlo que ninguno, no veo necesario una junta del consejo cuando solo ellos pueden lograr la misión de acabar con el mismo Orochimaru – aseguro Minato con completa tranquilidad.
- Es posible, pero son jóvenes e imprudentes, que pueden cometer un error fatal al querer tomar un desafío que incluso pueda llegar a superarles. Su poder debe permanecer donde realmente se necesita, en Konoha, para protegerla – declaro Homura con firmeza, ya que esos dos no podían seguir haciendo lo que les plazca – donde en vez de ser mandados a destruir bases abandonadas de Orochimaru, deberían ser mandados a las fronteras, para expandir los límites del País del Fuego.
- Los hermanos Son han sido demasiado exigentes en sus demandas en el pasado, pero ahora ya es casi ridículo. En su clan, albergan a dos antiguos miembros de Orochimaru, quienes podrían estar sirviendo como agentes dobles, pero eso nunca lo sabremos, ya que los Son se negaron a que los que los Yamanaka indagaran en sus mentes. Toman las misiones que ellos quieren, se niegan a producir herederos con una posible afinidad a su energía llamada Ki y ahora se exponen deliberadamente. Ambos deben de ser frenados – ordeno Koharu haciendo resonar la autoridad en su voz.
- Cuida tus palabras... anciana – advirtió Kushina comenzando a llegar a los límites de su paciencia – Jugo y Tayuya-chan fueron forzados a servir bajo las órdenes de Orochimaru, créelo. Ambos han probado su lealtad a Konoha, Tayuya-chan es mi querida sobrina y Jugo el novio de Karin-chan. Y no pienso permitir que los estés juzgando en mi presencia, créelo.
- Exacto, además, Karin quien es una excelente censora, confirmo que ninguno de los dos llego a trabajar para Orochimaru por su voluntad, probando incluso que su lealtad esta hacia los Son – apoyo Minato, molesto por las acusaciones lanzadas hacia esos dos.
- Los hermanos Son han demostrado estar por encima de incluso nuestros Jinchuuriki. Si una guerra estalla, debemos tenerlos a disposición, ya que solo ellos en compañía de Natsumi y Menma, podrían acabar con la guerra en un abrir y cerrar de ojos – declaro Homura ya cansado de la intromisión de la mujer – Casi perdemos a uno de los Son, cuando sin ninguna autorización, Son Naruto se dirigió a Suna y se enfrentó a dos miembros de los Akatsuki.
- Naruto fue a ayudar al Kazekage, líder de Suna, nuestra Aldea aliada más importante – corrigió Minato con seriedad, para luego suspirar con exasperación – creo que mi error fue permitirles hablar tanto. Naruto y Sasuke tienen privilegios dada las alianzas que la Aldea a formado gracias a ellos, su respuesta tan eficiente durante la última invasión y principalmente por la motivación a mejorar que han inculcado en otros ninjas. Se lo que vinieron a pedir y no lo acepto, no pienso ordenarles a los Son desistir de sus acciones cuando hasta ahora han hecho un excelente trabajo.
- Pero Hokage-sama, esos dos son activos demasiado valiosos para Konoha. Ellos al igual que su clan, han estado operando por su propio juicio, solo responden a su autoridad Hokage-sama. Pero no a la del resto de altos mandos en Konoha – afirmo Homura preocupado de lo que pasaría si esos dos seguían sin control – por eso no consideramos apropiado que se desperdicie el potencial de los Son en la búsqueda de un simple espía.
- Ellos deben de comprender y aceptar el hecho de que aun con su poder, no están por encima de nosotros, que hay a quienes deben obedecer debido a su título – finalizo Koharu no queriendo retroceder ante su objetivo.
- ¿Por qué no se los ordenan ustedes mismos? – pregunto Kushina de forma burlona – si están tan seguro de lo que dicen, den un paso al frente y dejen en claro su autoridad al ordenarles que no vayan.
Ante la burla de la pelirroja, el par de ancianos no pudieron hacer otra cosa más que suprimir su creciente molestia hacia ella, ya que a diferencia de muchos en la cámara del consejo, a ella no le importaba la posición que tenían como ancianos consejeros y era claro que no tenía reparos hacérselos saber.
Aunque su molestia iba más encaminada a la burla de su pregunta. Ya que si los Son solo aceptaban su propia ley y la del Hokage mismo, era claro que sin importar sus puestos, esos dos al igual que todo su clan, no moverían ni un solo dedo si las ordenes provenían de ellos, un hecho risible considerando la posición en la que se encontraban.
Todo bajo la atenta mirada de Danzo, que veía el desarrollo de la situación sin inmutarse en lo más mínimo, era claro que esto iba a pasar. Aun y cuando esos dos le informaron de sus intenciones, simplemente se limitó a aceptar en ir a disuadir al Hokage sobre limitar la libertad de los Son en sus misiones, ya que sabría que este se negaría, pero necesitaba saber de qué manera.
Los hermanos Son eran demasiado poderosos, no solo en cuestión de fuerza o técnicas, pues estaban adquiriendo una nueva clase de poder. Estaban comenzando a tener una influencia demasiado fuerte sobre prácticamente la totalidad de las personas en Konoha, al igual que en las Aldeas aliadas.
Y ahora que sabía la firme postura del Hokage con respecto a los hermanos Son, sabía que no podía actuar en ninguna circunstancia. Minato Namikaze era un idealista que buscaba la paz al igual que su predecesor, y sin embargo, a diferencia de su antiguo rival, Minato no era un hombre que se dejara manipular de ninguna manera, estaba dispuesto en acabar con quien fuera que estuviera dispuesto a atacar a su Aldea o a su familia, sin pensárselo dos veces.
Y con eso bien presente, sabía que cualquier movimiento de acabar con Minato o intentar secuestrar a uno de los hermanos Son, acabaría en lo mismo. Ya que sin importar de qué manera lo viera, si demostraba cualquier pequeña muestra de hacerse con el poder, terminaría asesinado ya sea por su Hokage o por los hermanos Son.
Básicamente se encontraba estancado, sin ninguna posibilidad de siquiera salir victorioso. Ya que la verdadera amenaza que estropeaba sus planes de hacerse con el poder sobre Konoha, radicaba en Minato, pues ese hombre lo asesinaría antes de que siquiera se diera cuenta.
Su única oportunidad era seguir actuando en las sombras y esperar a que se abriera aunque fuera una mínima posibilidad en la cual poder actuar.
- Koharu, Homura. Mi decisión es final, no pienso limitar al clan Son, pues ellos han contribuido enormemente hacia la Aldea, no quiero tener que repetirlo de nuevo, ¿Quedo claro? – sentencio Minato dando por cerrada la discusión aun y bajo la mirada asombrada y ligeramente molesta de sus concejales.
- Queda entendido, Hokage-sama – murmuraron el par de ancianos en resignación, pues era una orden de su líder.
- Y tú, Danzo, ¿tienes algo que decir? – cuestiono Minato, observando al hombre que no había dicho ni una sola palabra.
- No – respondió Danzo con simpleza – es claro que su postura es final y no hay mucho que se pueda hacer. Los hermanos Son, se han convertido en las armas más formidables de Konoha, y un arma que no se afila no será de utilidad. Aunque solo como una observación, un grupo que opera bajo su propia mano sin obedecer las órdenes de su gobierno solo incentivara al caos y a una posible rebelión, ¿Cuánto más podrá soltar la correa de los perros antes de que estos terminen por liberarse y atacar a sus dueños?
Con dicha afirmación, Danzo dio a conocer su postura final, ya que por más que quisiera el poder para gobernar Konoha. También era un hecho que quería protegerla, de cualquier amenaza y los Son fácilmente podrían convertirse en una.
Pues ahora ellos protegían Konoha porque era su hogar, pero ¿Qué pasaría cuando quisieran cambios en su hogar? Con el gran apoyo de los Aldeanos así como de varios ninjas formidables, eh igualmente de aliados en otras Aldeas, los hermanos Son tenían la capacidad de influenciar el estado de estos aliados, capaces de comenzar una revuelta a gran escala. Con la capacidad de derrumbar desde dentro el gobierno no solo de Konoha, sino también de todo el País del Fuego.
Esos dos eran un arma de doble filo que si no se controlaba de forma adecuada, terminarían por acabar con Konoha. Un hecho que Danzo no iba a permitir, pues de una u otra forma, iba a proteger a toda Konoha y para lograrlo, tenía que encontrar la forma de hacerse con el poder de los hermanos Son, del Ki.
Y sin decir otra palabra, Danzo abrió la puerta para salir de la oficina a paso tranquilo, preparándose para aprovechar su oportunidad en contra de los Son cuando esta se presentará. Todo bajo la mirada atónita de Homura y Koharu, quienes no esperaban esa clase de reacción de su compañero.
Lo habían invitado ya que estaban seguros de que alegaría a su favor ante el creciente nivel de libertad que estaba teniendo el clan Son. Sin embargo, sabían que poco o nada podrían hacer aun con la ayuda de Danzo, pues su líder no era alguien a quien pudieran simplemente presionar para obtener lo que querían, si no estaba de acuerdo, nada lo haría de cambiar de opinión y lo único que podían hacer era aceptarlo y planear sobre cuales medidas podrían implementar para ayudar en un futuro.
Y aun sabiéndolo, tenían que intentarlo, esperanzados en poder lograr al menos conseguir algo, lastimosamente, intentar ejercer su autoridad en Minato Namikaze no era tan fácil como lo fue con su antiguo compañero de equipo. Por lo cual, con una reverencia, ambos ancianos se encaminaron a la salida, dejando nuevamente a la pareja sola en la habitación.
- Solo una vez más, por favor, explicarme de nuevo, ¿Por qué no los has despedido ya? – rogo Kushina con cansancio, pues ella ya lo hubiera hecho desde el primer día como Hokage.
- Porque para hacerlo necesito un voto unánime del consejo y algunos miembros del lado civil piensan que debemos tener a quienes lucharon en guerras pasadas para aportar sabiduría – respondió soltando un suspiro de fastidio por los problemas que ese trio ocasionaba.
- También deberías expulsar al consejo civil del consejo, créelo. Simplemente no puedo creer que seas tan excelente Hokage con semejantes lastres – resoplo con fastidio.
- Hehe vamos no es para tanto, en ocasiones no son tan malos – dijo intentando suavizar el ambiente que una vez más se había puesto algo tenso.
- Di lo que quieras, pero si esa maldita momia vuelve a referirse a Naruto como arma, lo voy a empalar – sentencio sin siquiera molestarse en contener todo el odio que sentía por ese sujeto.
- Y no solo tú. Pero este no es momento de preocuparnos por cosas que no valen la pena – disuadió con una sonrisa, queriendo cambiar el estado de ánimo de su esposa – ¿no te apetece intentar buscar un nombre para nuestra bebé?
- En realidad tengo hambre, créelo – murmuro Kushina avergonzada – vine aquí y no termine mi comida, y creo que ahora tengo más hambre que al principio.
- Hehe comprendo, en el comedor debo de tener algo de ramen instantáneo, iré a buscarlo – comento, besando la cabeza de su esposa, solo para comenzar a dirigirse a la salida.
- Y si pudieras traer algo de helado y unos dangos, sería fantástico, créelo – pidió con un brillo en su mirada como el de una niña.
- Entendido – rio divertido por los antojos de su esposa.
Suna – Finca Sabaku
La habitación de la única mujer de los hermanos no Sabaku, estaba decorada de una manera elegante y cuidadosa, no dejando nada al azar, las cortinas traslucidas en su ventana permitían que la luz que entraba le diera un toque más cálido a la habitación. Casi como si se tratara de la habitación de una princesa.
Un hecho aún más resaltable al notar las sabanas de seda en su cama matrimonial. Temari era alguien que le gustaba lo simple pero elegante, no importándole mucho las decoraciones en su habitación, y por ese mismo hecho, era que tres cuadros en su mesita de noche sobresalían sobre todo lo demás.
Era un pequeño detalle que le gustaba tener para poder contemplar, pues en un cuadro estaba la fotografía de Naruto y ella, abrazados y con sonrisas gigantescas. Fue de su último viaje juntos al País de las Olas, en verdad le encantaba ir a ese lugar por las hermosas playas que poseía. La segunda fotografía era con sus hermanos, una de tantas que poseía, que la inundaban de felicidad al tenerlos de nuevo como familia.
Y en medio de ambas, una fotografía de su madre, sonriendo tan cálidamente como solo ella podía hacerlo. A Temari le gustaba poder contemplar a quienes tenía más próximos a su corazón, ya que al hacerlo sentía que las cosas no podían estar en más calma.
Calma que actualmente no era lo que reinaba en la habitación, sino la emoción. Ya que en compañía de Haku y Satsuki, estaban pasando el tiempo en lo que llegaba la hora para la cita de la pelinegra más joven.
Quien ahora vestía una blusa ajustada azul oscuro de mangas largas y cuello alto sin hombros. Una falda corta con una cinta roja alrededor de su cintura a modo de cinturón, unos tacones y unas medias negros. Mientras que su banda ninja lo tenía sujeto de forma vertical en su cinta roja.
- ¿Es normal que me sienta tan nerviosa? – cuestiono Satsuki algo inquieta.
- Definitivamente, solo relájate, veras que todo saldrá bien – desestimó Temari divertida por los nervios de su cuñada.
- Si, solo intenta divertirte y disfrutarlo, se lo merecen – apoyo Haku con tranquilidad.
- Es fácil para ustedes decirlo, ya pasaron por esto.
- Es cierto, pero solo disfrútalo, deja que las cosas fluyan – aconsejo Haku – y no te alteres si las cosas no salen como lo planeaste.
- Si, con suerte las cosas no se arruinaran tanto – rio Temari.
- ¿De que hablan? – resoplo Satsuki con burla – puede que sea repentina, pero estoy segura de que todo saldrá bien, Gaara-kun es muy meticuloso y sabe lo que me gusta como para que algo malo pase, ¿cierto? – indico con completa seguridad, ganando un movimiento negativo de las chicas – doble negación... eso no es bueno.
- No decimos que no vaya a salir bien – murmuro Haku no sabiendo cuales eran las palabras adecuadas o de cómo decírselo.
- La primera cita apesta – aclaro Temari con seguridad obteniendo una mirada en blanco de Haku.
- ¿Por qué? – cuestiono Satsuki.
- No es que apesten en un mal sentido, es solo que no salen como lo planeas, siempre ocurre algo inesperado o algo fuera de tu control, y tu cita termina siendo algo que no esperas – explico Haku por seguridad ante sus propias experiencias.
- No pueden estar hablando en serio, sus primeras citas no pudieron ser horribles – dijo Satsuki, ganando un asentimiento de ambas – muy bien, tienen que dejar de hacer eso.
- Bueno, lo que pasa es que – murmuro Haku, comenzando a relatar su historia.
Flashback
En uno de los restaurantes más elegantes de toda Konoha, en una de las mesas más exclusivas del restaurante la cual estaba adornada con un fino mantel blanco y un par de velas y copas con agua, se encontraba Sasuke, vistiendo una camisa blanca de estilo chino de manga larga y unos pantalones y zapatos negros. Mientras que al otro extremo de la mesa se encontraba Haku, vistiendo un hermoso kimono azul celeste con bordes blancos en forma de olas, en su cintura un obi de color rojizo con una cinta dorada en medio.
Su cabello estaba recogido en un moño tradicional dejando solo un mechón al lado izquierdo de su rostro.
Tras los eventos ocurridos en la invasión del Sonido, el subsecuente ataque de Itachi y la administración de la inclusión del clan Son. La pareja de pelinegros no había tenido tiempo para disfrutar de su primera cita oficial como pareja, a lo cual Haku estuvo más que fascinada del hermoso lugar que había escogido Sasuke para llevarla.
- Este lugar es hermoso, Sasuke-kun. Escuche que para poder comer aquí tienes que hacer una reservación con una antelación de un año – se burló con una risita, que se fue apagando cuando no obtuvo respuesta donde en vez de ver a su pareja solo vio el menú levantado que este tenía en sus manos casi como una barrera entre ambos, supuso que solo quería comportarse en un lugar tan fino.
Intentando mantener la compostura, Haku tomo su propio menú y comenzó a inspeccionarlo, donde de vez en cuando levantaba la mirada, esperando poder ver a su amado, pero este seguía concentrado en su propio menú.
- Sabes, Sasuke-kun, estoy feliz de estar aquí, pero estoy más feliz de estar contigo, así que no tienes por qué aparentar nada – comento, suponiendo que él solo quería sorprenderla al aparentar saber mucho de la comida o de los vinos.
Aunque para su sorpresa, una vez mas no obtuvo respuesta. Incomoda por esa reacción, pensó que tal vez hizo algo mal. Un pensamiento que se esfumo cuando pudo percibir un particular sonido, a lo cual, inclinándose un poco, tomo el menú de su novio y lo bajo, revelando que Sasuke se encontraba completamente dormido.
Tal revelación hizo que el ojo de Haku se crispara, varias venas se formaron en su cabeza, acompañado de una corriente de Chakra frio que emanaba de ella que congelo el agua en las copas y apago las velas. Ocasionando que el pelinegro se acurrucara para protegerse del frio.
Acto que solo acrecentó la furia de la pelinegra.
- ¡¡¡SASUKE!!!
- ¡¿Qué?! – exclamo con un sobresalto – ¿Qué pasa? Yo no fui, lo juro, Naruto fue quien se acabó la comida – balbuceo incoherencias hasta que finalmente logro procesar donde era que estaba – oh, Haku-chan, ¿ya sabes que vas a pedir? – pregunto con una sonrisa.
Si antes Haku estaba furiosa, la tontería de Sasuke solo había echado más leña al fuego... mucha más leña. Ya que ahora, un aura azul comenzó a rodear a la pelinegra y su mirada solo se había afilado.
- Esto va a doler – susurro mientras tragaba saliva pesadamente.
Fin flashback
- Después de eso lo congelé y me fui del restaurante sin decir otra cosa – murmuro Haku avergonzada por su arrebato de furia – él me persiguió y peleamos, donde supe que no había dormido en varios días estudiando sobre las responsabilidades de una cabeza de clan. Y aunque estuvo cansado aun quiso mantener la cita en pie, ambos tuvimos algo de culpa, la cita en el restaurante se arruino, pero pasamos una linda noche contemplando las estrellas.
- Al menos fueron a un restaurante – resoplo Temari con fastidio.
Flashback
Todos los miembros de la cámara del consejo de Suna se encontraban reunidos y frente a ellos estaba Temari no Sabaku. A quien, gracias a su excelente desempeño como Chunin, su gran habilidad política y su poder como ninja, se le estaba brindando la importante labor de volverse la embajadora oficial entre Suna y Konoha.
La chica podría ser joven, pero había demostrado un potencial gigantesco, equiparable solo con los mejores en esa misma sala, por tanto no había duda alguna para nadie que su nueva labor estaba más que bien merecida.
- Muy bien, si no hay otra cosa que decir – hablo una anciana quien parecía estar a la cabeza del consejo – a partir de hoy Temari no Sabaku, es un honor para nosotros y para la Aldea otorgarte...
- ¡¡¡Temari-chan, vayamos en una cita, de veras!!! – exclamo Naruto quien llevaba un ramo de lirios del desierto, apareciendo mediante la teletransportación frente a su amada rubia.
Todos en la sala se sobresaltaron de forma apresurada ante la intromisión del intruso, pero antes de alguien siquiera pensara en saltar al ataque, se dieron cuenta de que ese intruso, no era otro que uno de los hermanos Son. Mas específicamente quien había derrotado a su Jinchuuriki y quien tal y como afirmaban los rumores, estaba interesado en la hija de su difunto Kazekage.
Por su parte, Naruto tenía una sonrisa de oreja a oreja, ya que Temari tenía los ojos como platos y la mandíbula hasta el suelo, sin duda su aparición sorpresa la había cautivado. Sin duda alguna era el mejor novio de la vida.
- ¡Esta es una reunión importante del consejo de Suna, usted no puede estar aquí! – exclamo Baki molesto por la intromisión.
- Oiga, cállese, no ve que estamos en un asunto importante aquí – se quejó Naruto mirando al hombre por encima de su hombro como si fuera estúpido, solo para volver a dirigir su mirada a su rubia.
- ¡¿Cómo se atreve a...? – Baki se calló en seco cuando el rubio lo volvió a mirar por encima de su hombro, solo que esta vez claramente molesto, mandándole a él como al resto del consejo un escalofrío que los petrifico en sus lugares.
- Que se calle – Naruto regreso su mirada a su rubia una vez más, para volverle a sonreír enormemente esperando con paciencia su respuesta.
- ¡¡¡Eres un idiota!!! – Temari rugió como una leona enfurecida, saltando al frente para tomarlo por el cuello y de su camisa y comenzar a arrastrarlo fuera de la cámara, para regañarlo como era debido.
Fin flashback
- Le grite, él se enojó y ambos comenzamos a pelear – comento Temari, encogiéndose de hombros – al final tuvimos que admitir que ambos tuvimos la culpa, él por emocionarse tanto que interrumpió una junta de mi consejo y yo por no saber manejar la situación con algo más de sutileza. Y luego solo vimos películas en mi casa, fue muy lindo de hecho.
- Es tan extraño escucharlas hablar de peleas, ustedes siempre se ven tan felices juntos, que me parece imposible de creer – comento Satsuki impresionada de tan horribles citas.
- Oh por favor, Naruto y yo peleamos, no tan seguido pero sí que lo hacemos, casi siempre es por su culpa pero yo también llego a cometer errores – aseguro Temari como si fuera la cosa más normal.
- Yo también peleo con Sasuke, no es raro que pase. Digo, no somos perfectos – apoyo Haku con tranquilidad – y eso no nos hace menos felices, ya que siempre encontramos la manera de superar nuestros problemas.
- Pues ahora que lo pienso creo que tienes razón. Digo si una pareja no enfrenta obstáculos y los supera juntos, no podrían continuar – murmuro Satsuki con calma, para luego mirar con arrogancia a ese par – aunque lo lamento por ustedes, pero yo estoy esperando esto desde hace ya tiempo y Gaara-kun no es un idiota, así que dudo que algo salga mal en mi cita.
- Oh no tienes una idea de cómo voy a disfrutar verte cuando te tragues tus palabras – Temari rechino un poco los dientes ante esa declaración.
- Je, je, lo siento, pero eso es algo que no va a pasar y eso te lo puedo asegurar, es una pena que ustedes no pudieran tener su primera cita como lo querían – dijo Satsuki suspirando en falsa tristeza – pero no se preocupen yo les contare con detalle como la mía salió a la perfección.
- Y posiblemente necesites pañuelos porque con lo sentimental que eres, vas a necesitarlos cuando veas que desde un inicio te equivocaste – encaro Temari con molestia.
El par de chicas, se miraron fijamente entre si donde lo que parecían rayos salían de sus ojos y colisionaban entre ellos.
- ¿Por qué siempre termino en medio de peleas? – se quejó Haku con una mueca.
Konoha – Bosques de entrenamiento
En las profundidades del bosque, se encontraba una gran cascada, donde sus fuertes corrientes pasaban a convertirse en un rio que recorría todo el bosque y sucesivamente toda Konoha. La tranquilidad era lo único que gobernaba en el bosque y los sonidos del agua cayendo solo parecía acrecentar dicha tranquilidad.
Y en dicha cascada, Tayuya se encontraba justo a la mitad de esta, aferrándose al agua que caía gracias a su Chakra que le permitía caminar de forma horizontal hasta la parte más alta de la cascada. Su rostro estaba lleno de sudor y agregado su mirada de frustración, se podía intuir fácilmente el enorme esfuerzo que estaba realizando.
Su antigua vestimenta había sido completamente reemplazada, ya que ahora vestía una blusa de manga larga color azul y unas muñequeras del mismo color, pantalones holgados de color negro con un cinturón táctico de color naranja, en el cual se encontraba sujeto su bolsa ninja y su flauta metálica a su costado derecho y finalmente unas botas robustas de color azul.
Mientras que lo único que permanecía igual, era el protector de Konoha sobre su frente, el cual seguía sin poder controlar el mechón de cabello a la mitad de su rostro.
Dando un paso cansado y tambaleante hacia la cima de la cascada, la pelirroja comenzó a soltar grandes bocanas de aire debido al enorme esfuerzo que estaba realizando. Era como si con cada paso que daba, más difícil se volviera el seguir avanzado.
Aunque eso no la detendría, ya había subido y bajado esa maldita cascada 10 veces hasta ese punto y no se detendría hasta conseguirlo una vez más. El aumento extremo en su entrenamiento en verdad que era difícil de manejar, incluso ella misma sabía que existía la remota posibilidad en la cual ella pudo haber exagerado. Pero sin la posibilidad de ir tras Orochimaru, y sin saber realmente que necesitaba para ser una Son, lo único que le quedaba era seguir entrenando.
Y esa era la misma razón por la cual necesitaba comenzar a moverse con más libertad, hasta el punto de ni siquiera darse cuenta de que estaba en un entrenamiento constante, como ya lo había hecho varias veces en el pasado. Y sabía que la mejor manera de lograrlo era esforzándose al máximo, ya que si incluso su cuerpo pudiera manejar su nuevo estilo estando cansada, poco a poco le resultaría más fácil seguir adelante, hasta finalmente haber logrado su entrenamiento.
Respirando hondo y cerrando los ojos, Tayuya se dio un segundo para tranquilizarse al darse cuenta de que el agua lentamente estaba comenzando a arrastrarla hacia abajo, si no se controlaba iba a terminar cayendo y no estaba dispuesta a fracasar.
Así que juntando sus manos, formo el sello del carnero, comenzando a enfocarse en su Chakra para estabilizarlo, pero quedarse en silencio y no hacer nada, nunca la ayudo a enfocar su Chakra, ya que solo había un único método que para ella funciona y la hacía tener un control perfecto sobre toda su fuerza. Uno que estaba lista para usar cuando se aclaró la garganta.
- Mis alas no tengo, desaparecieron ya, pero conmigo tengo aún el poder. En tu pupila el arcoíris se reflejó y el amor florece en tu corazón. Sigue teniendo fe y esperanza en que el mañana va a cambiar...
La única cosa que Tayuya aun poseía de madre, era la canción que le canto justo antes de separarse para siempre. Una canción que albergaba en su corazón como su tesoro más sagrado, y que siempre la ayudaba a tranquilizarse aun en sus peores momentos, que siempre le permitió tener su enfoque y jamás rendirse.
No solo era una canción o un recuerdo al cual podía aferrarse sobre su madre, era su legado y era lo único que tenía para conectar con ella y de sentirla cerca, de sentir su calor maternal.
Y también, un fuerte catalizador. Ya que conforme su canción transcurría le era mucho más fácil seguir avanzando, de dar un nuevo paso casi como si el enorme cansancio físico de su cuerpo no estuviera presente.
- Este desierto se transformará, paraíso es el que pronto será... Abre... Abre... tch – gruño con molestia, al no poder continuar con la canción a la vez que la corriente la arrastro un par de metros hacia abajo, cosa que solo acrecentó su enojo aún más – La esperanza renacerá, el mañana grandes dichas traerá. Sigue teniendo fe y esperanza en que tus sueños cumplirás. Sé que tu alma se transformará, una luz de vida en ti nacerá... Abre... Abre... Abre... ¡Carajo!
Las venas en su rostro comenzaron a ensancharse al comenzar a sobre esforzarse y comenzar a canalizar más Chakra en sus pies para no caer, a la vez que la desesperación de no poder continuar con la canción le estaba haciendo hervir la sangre de la rabia.
¿Por qué no podía terminar su canción?
Desde que escucho ese pequeño fragmento de la canción de su madre, se había impuesto a si misma recrear la canción, de intentar completar los espacios faltantes con una letra tan hermosa como solo su madre hubiera podido hacerlo.
Solo que a lo largo de los años se dio cuenta de que había una parte que no podía completar, pues por más que se había esforzado y avanzado con la canción, había una pequeña parte que seguía sin poder terminar, dejando su duro trabajo inconcluso.
- ¿No crees que exageraste un poco con el peso? – pregunto Sasuke, que se encontraba flotando al lado de la pelirroja con las piernas cruzadas y mirándola con curiosidad.
- ¿Eh?
Siendo tomada por sorpresa, Tayuya giro a su izquierda y contemplo al pelinegro flotando a su lado con naturalidad, justo antes de que este comenzara a alejarse. Error, antes de que ella comenzara a alejarse, pues ese idiota la había sacado de su transe y había perdido el control sobre su Chakra, ocasionando que fuera arrastrada a gran velocidad por la cascada.
Murmurando maldiciones y a escasos metros de caer en el lago, dio un par de vueltas en el aire para finalmente aterrizar sobre el pequeño lago bajo la cascada, ocasionando que la tranquilidad del bosque fuera bruscamente perturbada por una poderosa onda de choque que hizo retumbar no solo las tranquilas aguas del lago, sino también el suelo de las cercanías.
- ¡¿Nadie te ha dicho que no interrumpas el jodido entrenamiento de los demás, Rapunzel?! – exploto en una furia viva, observando al pelinegro descender hasta tocar el suelo.
- Hehe bueno, es que parecías necesitar algo de ayuda – se disculpó bastante nervioso por semejante reacción, la cual si era honesto consigo mismo, sí que le daba un poco de miedo.
- ¡¿Y aparecer de la nada y asustarme te parece la mejor manera de hacerlo?! – volvió a gritar solo que ahora más furiosa que antes – espero por tu bien y la integridad física de tu afeminado cabello, que tengas una buena razón para venir a molestar – amenazo mientras pasaba su antebrazo por su rostro removiendo el sudor.
- Bueno la verdad es que venía para entrenar – indico, mostrándole una gran sonrisa amigable, esperando a que ella supere su enojo.
- Ya estoy entrenando – resoplo con fastidio, comenzando a caminar hacia una roca que sobresalía en el lago – pero si quieres que arrastre tu trasero por el suelo, tendrás que esperar a que acabe.
Sin decir otra palabra, Tayuya coloco su brazo izquierdo detrás de su espalda y apoyo su brazo derecho en la superficie de la roca, donde en un solo movimiento se puso de cabeza con una sola mano para acto seguido estarse sosteniendo solo con su dedo índice.
Dando comienzo a un nuevo ejercicio ya que comenzó a hacer flexiones, obteniendo como resultado que el sudor una vez más comenzara a recorrer su rostro y finas gotas cayeran sobre la roca.
- En realidad es una nueva clase de entrenamiento, uno que te será de mucha ayuda – insistió no pudiendo evitar sorprenderse por el gran avance de la chica.
- Mucha ayuda de quien no estorba – chito sin detener sus flexiones – te dije que esperes a que acabé.
Sasuke suspiro ante la testaruda actitud de Tayuya, sabía que si bien sus palabras eran ciertas y no lo odiaba por negarle ir tras Orochimaru, era claro que sí que estaba algo molesta. Observando el lugar a su alrededor, medito sobre cual lugar sería el lugar adecuado para esperar, descubrió que a sus pies se encontraba una pequeña piedra y casi por instinto una sonrisa malvada se formó en su rostro.
- Diez... Y bueno, de que trata este nuevo entrenamiento tuyo del que habla...
¡POW!
Una roca chocó con fuerza en la cabeza de la Tayuya, provocando que su cuerpo comenzara a inclinarse a la izquierda hasta que finalmente termino por perder el equilibrio, cayendo al lago con fuerza.
Y una vez que las aguas comenzaron a calmarse, burbujas comenzaron a emerger a la superficie de forma brusca, para segundos después, Tayuya emergiera de las profundidades como si de una bestia ancestral cuyo único propósito fuera el de arrasar con todo a su paso.
- ¡AAAAAAH! ¡Te voy a sacar la mierda a golpes!
- Tienes que atraparme primero – grito, comenzando a correr a toda prisa lejos de una iracunda Tayuya.
Comenzando una persecución a gran velocidad por todo el bosque, Tayuya estaba haciendo uso de cada gramo de fuerza que aún le quedaba, ya que se encontraba bastante cansada gracias a su extenso entrenamiento tanto que correr ya suponía un gran esfuerzo, pero eso no la detendría ni un poco en la captura de su atacante y mucho menos para hacerlo pagar.
Corriendo ágilmente entre los árboles o usando las ramas de estos para impulsarse, tanto Sasuke como Tayuya, comenzaron a aumentar la velocidad, tanto que ambos solo parecían borrones que habían logrado recorrer el gran bosque con una extrema facilidad.
Apoyándose en una rama, el pelinegro tomo impulso y dio un gran salto hacia el frente, acto que imito la pelirroja, donde ambos terminaron por salir del bosque y aterrizar en una llanura. Continuando con su rápida persecución.
Y aun a pesar del miedo de ser atrapado o de la furia que le invadía, ninguno de los dos pudo evitar esbozar una sonrisa. Ya que de cierta manera, era divertido, tanto que ambos perdieron el foco del porque corrían inicialmente a comenzar una carrera de velocidad.
- Tsh – Tayuya apretó los dientes con molestia al ver como se estaba quedando atrás.
Reusándose a dejarlo escapar, comenzó a canalizar todo su Chakra en sus músculos, tanto que una tenue aura azul comenzaba a rodear su cuerpo. Logrando aumentar su velocidad aún más, la suficiente para finalmente a alcanzar al pelinegro, teniéndolo a escasos dos metros por enfrente de ella, y sin tiempo que perder, extiende su brazo derecho al frente para poder tomarlo por el cuello de su camisa.
- No te lo dejare tan fácil – con una sonrisa retadora, comenzó a tomar ventaja en su carrera, dejando más y más atrás a su perseguidora.
- Muy bien, conque así quieres jugar, entonces juguemos – murmuro, haciendo un esfuerzo aún más grande que antes para siquiera mantenerle el ritmo.
Tayuya comenzó a inhalar una gran cantidad de aire para posteriormente comenzar a liberarlo en un silbido, en una tonada fuerte, rápida y agresiva.
- ¡No, espera, eso es trampa! – grito al darse cuenta de lo que estaba intentando y aun sin dejar de correr, llevo las manos a sus oídos intentando dejar de escuchar la tonada del silbido.
Pero ya era demasiado tarde, Sasuke comenzó a sentirse mareado, su visión se estaba tornando difusa a la vez que su sentido del equilibrio comenzaba a fallar. Y de forma repentina tropezó, cayendo bruscamente en el suelo, rodando varios metros debido a la fuerza con la que corría.
Hasta finalmente terminar boca arriba sobre el césped, cubierto de tierra y uno que otro raspón. Contemplo el cielo que se alzaba sobre él a la vez que intentaba suprimir sus nauseas, odiaba cuando Tayuya usaba sus melodías para confundir a su cerebro, ya que no podía defenderse de eso, una vez que había escuchado su música, estaba acabado.
Tania que admitir que su dominio en el Genjutsu mediante el sonido era algo realmente asombroso, ya que no necesitaba siquiera ver a su enemigo, solo tenía que lograr que el sonido llegara a él. Sin duda era alguien inigualable en esa área, un hecho que solo se reafirmaba cuando mejoro tanto que modifico y redefinió el uso práctico del Genjutsu a un nivel que solo ella había alcanzado, llegando incluso a afectar tanto a su hermano como a él, siendo la primera y la única con la capacidad de someter a dos usuarios de Ki bajo una modificación única del Genjutsu.
Y hablando del diablo, observo como la pelirroja había llegado a donde estaba y se inclinó para mirarlo directamente a los ojos, todo sin borrar esa sonrisa de arrogancia y superioridad que siempre estaba orgullosa de mostrar.
- Espero, por tu propio bien, que el entrenamiento que habías mencionado sea bueno o tu trasero también conocerá lo que es perder la virginidad – advirtió en un intento de sonar amenazante aun con el extremo cansancio que se transmitía en su voz.
- Yo también – susurro tragando saliva pesadamente, a la vez que intentaba controlar el escalofrió de su cuerpo – "Si esto no funciona temo lo que me pueda pasar" – lloro en su mente.
Suna – Torre Kazekage
- ¿Estás seguro de querer ir así? – cuestiono Kankuro con una ceja levantada.
La oficina de su hermano ahora estaba siendo usada para que Gaara pudiera vestirse adecuadamente para su cita. Aunque Kankuro quien estaba sentado en un sofá de la oficina tenía sus serias dudas sobre su elección de ropa, pues estaba vistiendo un traje rojo oscuro y su cabello normalmente alborotado ahora estaba cuidadosamente peinado hacia un lado, dándole un toque formal.
- Temari me aviso de la petición de Satsuki para que nuestra cita fuera hoy, ayer en la tarde, así que no tuve mucho tiempo para informarme correctamente – comento Gaara tomando su calabaza y colocándola en su espalda – pero por lo que leí, una presentación elegante es fundamental para una cita.
- Bueno eso es cierto, pero creo que tú te pasaste – murmuro intentando sofocar sus risas – debiste venir a buscarme para mantenerme informado, pude ayudarte a elegir algo mejor y no... bueno eso.
- Agradezco tu oferta, pero hasta ahora lo eh hecho bien y Satsuki me pidió que dejara de escuchar tus consejos – informo, no viendo necesaria tal oferta.
- Si, solo te tomo tres años, una invasión y acabar medio muerto para que fuera tuya, lo estas manejando como uno de los mejores – afirmo en un tono de completa seguridad y confianza.
Un silencio se apodero de la habitación en el momento que Gaara se dio cuenta de que no tenía ningún argumento válido para contraatacar.
- Muy bien habla.
- Sabia decisión – exclamo con alegría mientras se ponía de pie – ya es muy tarde para reparar tu vestimenta, y jamás debes llegar tarde a tu primera cita si no es porque fuiste y salvaste a un cachorro o a un niño indefenso, eso les derrite el corazón – comento, recibiendo un asentimiento de su hermano en seguimiento a sus consejos – Recuerda que vas a salir con una kunoichi y no con una mujer indefensa, así que tienes que ser cortes pero no prepotente e intentar siempre ser el macho. En general se tú mismo, no hay necesidad de fingir. Aunque un detalle cariñoso de vez en cuando no está de más.
- En realidad no tenía planeado aparentar, así que tal vez no necesite tus consejos – murmuro ya con un poco más de confianza.
- Aun no acabo. Se bueno escuchando, deja que ella hable y se abra contigo, y sin importar el tema, siempre presta atención y si por alguna razón habla de una pelea con alguna amiga o algo así, tu novia siempre tiene la razón, el mundo está equivocado y tú debes apoyarla. Oh y esto es el arma secreta – aseguro tomando un pergamino de su bolsa ninja y lanzándoselo a su hermano – úsalo al final de tu cita o en caso de una emergencia.
- ¿En caso de emergencia? – repitió no entendiendo a lo que se refería.
- Si, ya sabes, por si lo arruinas y provocas la ira de tu novia, ese pergamino será tu salvación – afirmo sin ninguna pizca de duda.
- ¿Esto te ha funcionado alguna vez? – cuestiono guardando el pergamino en su bolsa.
- Siempre. Akeno la Chunin sensual de cabello negro, en verdad que era difícil, pero use mis grandes técnicas y pasamos una noche inolvidable – comento con nada menos que orgullo.
- No sé de quién hablas – aclaro.
- La chica que se parecía a la de Crepúsculo – aseguro no muy orgulloso de eso.
- ¿Qué es Crepúsculo? – pregunto aún más confundido que antes.
- Estas mejor sin saber – aconsejo palmeando la espalda de su hermano – esta es la primera cita de mi hermanito, y lo apoyare para que todo salga a la perfección así que no te preocupes, y créeme cuando te digo que lo que hay en el pergamino le encantara.
- Muchas gracias Kankuro, en verdad – agradeció con una pequeña sonrisa.
- Hey, para eso están los hermanos, ahora ve y no hagas esperar a mi cuñada – ordeno, no pudiendo estar más orgulloso de su hermano.
Con un asentimiento Gaara realizo un sello de manos y en un torbellino de arena, desapareció de su oficina, dejando atrás a Kankuro quien estaba realmente feliz de lo mucho que había progresado y de lo mucho que había cambiado de aquel niño sin alma que alguna vez llego a ser.
Una risa no pudo evitar salir de sus labios al aun estar procesando lo mucho que las cosas estaban cambiando.
Finca Sabaku
De pie en la entrada de su propia casa, Gaara golpeo un par de veces la puerta y espero pacientemente. Había dejado que Satsuki se quedara en su hogar en lo que esperaba mientras apresuraba y terminaba su trabajo en su oficina para poder tener tiempo en su cita.
Había considerado la idea de alojarla en uno de los mejores hoteles de Suna, pero creyó que se sentiría más cómoda en un ambiente más familiar.
Aunque tuvo que salir de sus propios pensamientos cuando la puerta se abre y de ella sale Satsuki completamente radiante, una sonrisa de seguridad y confianza, que dejo al pelirrojo completamente cautivado, tanto que incluso tan impropio de él, sus mejillas se comenzaron a sonrojar, por alguna razón sentía que hacía mucho calor y ya había olvidado que era lo que tenía que decir en esta parte.
- Y bien, ¿Cómo me veo? – su sonrisa solo se ensancho en emoción al ver lo guapo que se veía su novio. Ese pensamiento aun la emocionaba demasiado.
- Te... te vez... digo... si – balbuceo no comprendiendo lo que le estaba pasando.
- Buena respuesta – un rubor se extendió en sus mejillas ante lo lindo que le parecía su reacción – tú también te vez bien, aunque – dijo dando un paso al frente y comenzar a revolver su cabello, dejándolo exactamente como siempre lo llevaba, como a ella le gustaba – perfecto.
- Gracias, ¿nos vamos? – pregunto intentando seguir su plan para la cita y mantener la calma.
- Claro – abrazando el brazo de su novio, le permitió dirigir el camino – Dime a donde me llevaras.
- Bueno, estaba pensando en caminar por las plazas de comercio, visitar algunos lugares que posiblemente puedan gustarte y finalmente ir y comer algo a ese restaurante que tanto te gusta – poniendo al tanto de su plan en base a las cosas que más le gustan se sintió mejor cuando vio sonreír, ya que su idea al parecer si le gusto.
- Vaya, parece que lo tienes todo planeado. Parece que no tengo que preocuparme de nada – se burló con ligera diversión por lo meticuloso que era – pero sabes, el simple hecho de salir juntos me es muy agradable.
- Es solo que quiero que todo salga bien, quiero demostrarte lo mucho que me importas – afirmo con una pequeña sonrisa.
- Eso es bueno, pero ahora somos pareja y es nuestra primera cita. Así que prefiero que ambos lo disfrutemos, así es mucho mejor – aclaro regalándole una enorme sonrisa.
- Comprendo – asintió, feliz de cómo se estaban desarrollando las cosas.
Disfrutando de la compañía del otro, Gaara y Satsuki se encaminaron hacia su primer destino a un paso tranquilo, sereno, simplemente siendo felices al estar al lado del otro.
Ninguno de los dos era especialmente difícil de sorprender o exigente con respecto a lo que le gustaba, y era esa misma la razón por la cual una simple caminata era una experiencia realmente agradable.
Konoha – Ichiraku Ramen
En el puesto de comida, se encontraban Naruto, Natsumi y Menma, devorando cuenco tras cuenco de ramen para gran alegría de Teuchi. Ya que esos tres fácilmente cumplirían con las ganancias de toda una semana en una sola sentada.
El par de pelirrojos se encontraba a cada lado del rubio, siendo Menma quien estaba sentado a su derecha y Natsumi a su izquierda. Entre bocado y bocado, Menma y Natsumi se turnaban para poder explicar con detalle su misión a los pueblos menores que fueron a rescatar.
Aunque tampoco había mucho que contar realmente, pues lo que le contaron el día anterior era exactamente lo ocurrido. Muchos bandidos y ladrones de poca importancia. Los cuales solo estaban armados con lanzas, mazos, kunais, entre otras armas. Nada que no pudieran manejar, en especial tomando en cuenta que ninguno podía usar Jutsus.
- Después de vencerlos a todos, Natsumi los interrogo pidiendo saber dónde estaban las cosas que se habían robado y que nos dijeran si tenían más secuaces – comento Menma mientras comía de su ramen de sal.
- No sabía que fueras buena interrogando – dijo Naruto terminando su ramen de cerdo y viendo a la pelirroja con curiosidad.
- La verdad es que no – afirmo Natsumi con algo de vergüenza – pero cuando vieron que podía sacar cadenas de mi espalda. Se asustaron tanto que me dijeron todo – agrego regresando a su ramen de puerco.
- Hehehe no me sorprende realmente, eso asustaría a cualquiera – murmuro Naruto divertido – por cierto, Menma, ¿Tú también puedes hacer eso de las Cadenas de Diamantina?
- ¿Hmm? – balbuceo Menma con la boca llena de fideos, los cuales trago de un solo movimiento para responder – la verdad es que no. Lo intente hace años y aunque soy muy bueno en el Fūinjutsu, me resulto algo en extremo difícil y complicado, tanto que no pude ni liberar una sola cadena aun después de varios años de entrenamiento. Así que lo deje de lado y me concentre en otra clase de entrenamientos.
- Okasan dice que las Cadenas de Diamantina no es una línea de sangre, ya que es más relacionado al Chakra único de los Uzumaki que a la sangre. Pero que las mujeres somos más afines a liberarlas de forma natural a diferencia de los hombres que tienen que entrenar muy arduamente para poder liberarlas y a un más para poder usarlas adecuadamente– explico Natsumi con tranquilidad – eso explica porque yo puedo usarlas.
- ¿A qué te refieres con eso? – pregunto Naruto con una ceja levantada.
- Es que a diferencia de Menma-nii, yo doy asco en el Fūinjutsu – respondió Natsumi riendo con vergüenza – y aunque las Cadenas de Diamantina es Fūinjutsu a un nivel que nadie que no sea Uzumaki ha podido siquiera soñar a alcanzar, yo eh podido liberarlas y manipularlas bastante bien, incluso sin ser una Maestre de Fūinjutsu como Okasan, Otosan o Menma-nii. De hecho ni el Sabio Pervertido ni siquiera comprende del todo cómo funcionan, solo Otosan y Okasan.
- Exacto, Natsumi pudo lograrlo ya que es muy terca y jamás quiso rendirse. Logrando tener las Cadenas de Diamantina a la fuerza sin siquiera intentar tomar un solo rollo de Fūinjutsu – agrego Menma con ligera envidia pues siempre quiso tener esas cadenas pero tan simple como era, no podía – mismo caso con los kunai de Otosan, bueno eso y que me mareo con facilidad cuando me teletransportaba.
- Oh vamos, no te pongas celoso – se burló Natsumi, extendiendo su brazo por detrás del rubio para poder apretarle una mejilla a su hermano – si hubieras usado Clones de Sombra como yo para acelerar el proceso, tal vez tendrías las Cadenas.
- ¡Oye eso duele! – se quejó Menma apartando la mano de su hermana que solo rio divertida – además, si lo intente y con más Clones que tú. Pero el resultado fue el mismo – confeso sintiéndose algo frustrado por ese hecho, ya que si hubiera podido liberarlas, habría podido parecerse más a su madre.
- Hehe eso lo prueba, las chicas somos mejores que los chicos, fin de la eterna discusión – declaro Natsumi orgullosa, regresando una vez más a devorar su tazón de ramen.
- Oh ya veo, eso explica porque nunca pude usarlas – murmuro Naruto en comprensión.
- ¿Intentaste liberarlas? – pregunto Menma algo escéptico.
- Por un tiempo, sí. Durante los Exámenes Chunin me llamo mucho la atención esa habilidad de Natsumi y pensé que yo también podría usarlas. Así como el teme usa el Sora-Sharingan. Creí que tendría Cadenas de Diamantina azules – respondió Naruto recordando como utilizo todo lo que aprendió de Natsumi para poder liberarlas – pero al final no pude obtener nada y solo termine agotando mi Ki para nada, hahaha – agrego con una risa mientras se rascaba una mejilla con un dedo.
- Hubiera sido increíble que tuvieras las Cadenas de Diamantina. Así hubiéramos tenido algo más en común – comento Natsumi con bastante entusiasmo – si quieres yo puedo enseñarte. Soy muy buena en usarlas, casi tanto como Okasan.
- Gracias. Pero si Kushina dice que es algo relacionado al Chakra más que a la sangre, dudo poder llegar a tenerlas – desestimo Naruto sin emocionarse mucho, ya que lo intento por mucho tiempo, pero si incluso el pelirrojo no pudo, dudaba mucho poder ser la excepción.
- Porque tu posees la fuerza de la energía vital, el Ki – afirmo Menma ganando una mirada asombrada del rubio – estudié tanto como pude esa energía con el Sabio Pervertido, en el viaje de entrenamiento. Que no fue mucho, no existe nada relacionado al Ki por ningún lado.
- Conque eso era lo que hacías – murmuro Natsumi recordando que su hermano se la pasaba semanas enteras buscando y leyendo todo tipo de pergaminos sobre la energía y sus variantes - ¿En serio no sabes porque posees esa energía tan diferente al Chakra?
- No, de veras. Otosan jamás supo el por qué. Aunque realmente el teme y yo jamás preguntamos, ya que no nos importaba mucho – respondió Naruto con tranquilidad.
- ¿En verdad nunca les molesto saber porque eran diferentes de todos los demás? – cuestiono Natsumi un tanto escéptica.
- La verdad es que no. Ya que siempre nos concentramos en el entrenamiento – respondió Naruto encogiéndose de hombros.
- Pero debe de haber una razón – insistió Menma en un intento de resolver este misterio – somos trillizos. Natsumi y yo tenemos Chakra, pero tu no. Es ilógico, deberíamos de compartir aunque sea una característica de ambas energías. Lo mismo va para Satsuki y Sasuke que son gemelos.
- Es cierto, digo, alguna explicación debe de haber. No puede ser solo casualidad o coincidencia – apoyo Natsumi.
- Tal vez, pero no es que me importe mucho – comento Naruto, ganando una mirada confundida de los pelirrojos – digo, no es como si saber porque tengo Ki en lugar de Chakra haga alguna diferencia, de veras. Además, me gusta más poder usar el Ki, puedo volar – comento con una sonrisa zorruna.
- Supongo que tienes razón – murmuro Menma soltando un suspiro de derrota – aunque tampoco haría daño saber la razón.
- Yo no creo que sea algo que debas pasar por alto Oniichan – comento Natsumi con seguridad, asombrando a sus hermanos – no es coincidencia que solo tú y Sasuke tengan Ki. No comparten una relación sanguínea. Ni siquiera nacieron en fechas similares, pero si el mismo año, es imposible que en el mismo periodo de tiempo hayan nacido dos niños con una energía, que literalmente ni siquiera se tiene registro.
- Supongo que Natsumi tiene razón. Tú padre, este Goku, ¿de dónde es? Si por lo que dices él es el primero en tener Ki, tal vez su cambio de energía se deba a algo relacionado con nacimientos múltiples, ya que según recuerdo, Sasuke fue el primero en nacer, al igual que tú – apoyo Menma, ya que posiblemente en buscar las similitudes se encuentra la respuesta al misterio de la fuerza del rubio.
- La verdad no entiendo porque le dan tanta importancia – dijo Naruto girando repetidas veces para ver al par de pelirrojos en honesta y completa confusión, ya que era claro que esos dos habían estado indagando en una respuesta desde hace tiempo.
- Porque saberlo es importante, no puede quedar la especulación al aire – afirmo Natsumi alzando un poco la voz – ¿Por qué solo ustedes poseen ki? ¿Por qué en el mismo periodo de tiempo? ¿Qué desencadeno el origen de su Ki? ¿Por qué el cabello de Sasuke brilla tanto?
Naruto y Menma giraron y se miraron entre sí, confundidos por esa última pregunta no pudiendo entender porque ese hecho parecía importarle tanto a Natsumi. Solo para regresar a mirarla en busca de una aclaración.
- Oh vamos, no pueden decir que no lo han notado, su cabello brilla incluso más que el mío – declaro Natsumi mientras tomaba su cabello y lo acariciaba con delicadeza – sea lo que sea que usa debería compartir el secreto – murmuro haciendo un puchero.
- Bueno, supongo que esta puede ser una conversación para después – rio Menma, intentando desviar la atención del asunto en cuestión.
El par de pelirrojos en verdad querían obtener respuestas con respecto a esa parte de la vida del rubio. No era como si estuvieran culpando al Ki de haberlos alejado. Ellos mismos sabían que la culpa era enteramente suya. Pero la posibilidad de descubrir ese misterio, esperaban que de alguna manera pudiera acercarlos un poco más. Aunque si al rubio no parecía importarle, descubrir el misterio tampoco era como que sirviera de mucho.
- Bueno ya te contamos de nuestra misión. ¿Dinos como te fue en Suna? – pregunto Menma un poco emocionado de saber que tan fuerte era el rubio.
- Es verdad. Otosan nos dijo que junto con el Kazekage lograste acabar con dos de esos infelices que están detrás de nosotros – apoyo Natsumi con emoción – y si puedes, cuéntanos más de Gaara, quiero saber en detalle como es el novio de Satsuki en batalla – pidió ansiosa, pues aún no podía creer que ese chico aterrador fuera quien logro obtener el corazón de su mejor amiga.
- ¿Ya les dijo?
- Si, ayer reunió al equipo para contar la gran noticia – respondió Menma aun sorprendido por ese hecho.
- Si y hoy quería reunir a las chicas para que la ayudáramos con los toques finales para su cita, pero Sakura tiene su propia cita con Lee. Y yo, bueno, prefiero estar aquí – comento Natsumi con simpleza – por cierto, Menma-nii, ¿no te parece curioso que todas las chicas que cortejaste pero nunca lograste nada cuando joven ahora ya tengan novio y ninguno eres tú? – agrego con burla.
- Dudo que las palabras de alguien que nunca ha salido con un solo chico puedan afectarme – se defendió Menma regresando a su tazón.
- Oh por favor, tienes una versión muy limitada de mí – cuestiono Natsumi con picardía, notando como su hermano rubio reía por sus payasadas, eso en verdad la hizo feliz, pero no quería dejarlo fuera – Oniichan, tú tampoco deberías reírte tanto, es posible que de entre los tres tú eres el único con pareja, pero también eres el único que sigue siendo virgen.
La pelirroja estallo en carcajadas al ver a sus hermanos escupir su ramen debido al ser tomados por sorpresa por su comentario tan descarado, donde sus carcajadas solo aumentaron en volumen e intensidad al ver sus rostros estupefactos.
- ¡¿Cómo sabes eso?! – cuestiono Naruto bastante sobresaltado y tan rojo como un tomate.
- Porque lo acabas de confirmar – rio Natsumi al ver como el rostro de su hermano se sonrojaba a aún más al delatarse él solo – y además, Tayuya habla mucho, de hecho nos llevamos muy bien.
- ¡¿Y sobre mí?! – fue el turno de Menma de gritar.
- Por favor – rio Natsumi disfrutando de la mirada en shock de su otro hermano – que curioso que después de volver de esa dudosa y solo varonil "investigación" con el Sabio Pervertido, tuvieras una sonrisa de estúpido una semana entera – dijo haciendo unas comillas con sus dedos.
- Espera... eso quiere decir que tú... - murmuro Menma algo incómodo.
- Ya has... bueno... hecho... - continuo Naruto igual de incómodo.
- ¿En serio quieren hablar de la inocencia perdida de su linda y dulce hermanita? – pregunto Natsumi con una voz dulce y casi infantil, mirándolos a los ojos, los cuales parecen reflejar la inocencia más pura del mundo.
- No, realmente no – dijeron ambos en una sincronización perfecta.
- Nenitas – resoplo Natsumi con burla.
- Eres una mujer... y aun así logras que eso suene como un insulto – comento Naruto arqueando una ceja.
- Si, así es ella – agrego Menma con un asentimiento.
Los trillizos se miraron entre sí de forma desafiante, siendo los varones contra la única mujer. Donde pasados algunos segundos, los tres comenzaron a reír ante las tonterías por las cuales estaban discutiendo. Era algo tan natural y relajante poder conversar entre ellos, que les resultaba prácticamente imposible pensar que en algún punto de su vida no se llevaron bien.
Y entre más avanzaba la conversación, más unidos se sentían, casi como si todos aquellos años en los cuales estuvieron distanciados jamás hubieran pasado. Y esa era la mejor parte, ya que ahora podían sentirse más unidos, como sabían que siempre debieron permanecer.
Ambos pelirrojos escucharon con detalle la historia del rubio durante su encuentro en Suna. Sabían de Akatsuki y tras de quienes iban. Se habían entrenado arduamente para poder hacerles frente. Pues sabían que inevitablemente irían tras de ellos. Eran conscientes de que el hermano mayor de Satsuki, Itachi. Era miembro de esa organización y por lo que sabían, ese sujeto era demasiado fuerte.
Sasuke hace tres años apenas y pudo tocarlo cuando se enfrentaron, cuando el traidor había regresado a Konoha para buscarlos. Y eso ya era mucho decir considerando lo fuerte que era el Son pelinegro. De cierta manera se sentían culpables por que su hermano biológico fuera lastimado de gravedad por un miembro de esa organización. En especial porque iban tras de personas como ellos.
Aunque también se sentían aliviados y sorprendidos de que Naruto lograra vencer a dos de ellos y vivir para contarlo. Siendo lo último lo que más les importaba a ambos. Y agradecían el enorme avance que habían tenido con él, para que les contara tales cosas. Podían solo estar comiendo y conversando de cualquier cosa en general, pero esta era la primera vez que lo hacían, solo los tres.
Y en verdad lo estaban disfrutando, ya que se sentían tan unidos y cercanos. Como verdaderos hermanos. Y por el lado de Naruto, se sentía igual, ya que en verdad disfrutaba de pasar tiempo con los pelirrojos. Aunque el silencio que se formó mientras comían sus tazones de ramen, también le sirvió para concentrarse y poder hablar con ambas partes del Kyubi, sobre lo ocurrido con sus hermanos.
Espacio mental
De pie frente a las enormes jaulas rojas que tenían prisioneros a cada parte del enorme zorro de nueve colas. Comenzó a materializarse Naruto, a lo cual, ambas bestias gigantescas se dieron cuenta de su presencia y se levantaron del suelo donde estaban acostados cómodamente y disfrutando de un agradable sueño. Contemplando con honesta y pura confusión la visita del rubio.
- ¡Hola! – exclamo Naruto con una gran sonrisa marca Son.
- Aun sigue siendo extraño verte aparecer aquí con tanta facilidad – comento Yang observando detenidamente al rubio.
- ¿Alguna razón a la cual se deba tu visita? – agrego Ying con curiosidad.
- Si y no por buenas noticias, deveras – respondió Naruto, poniéndose serio de repente – ustedes están al tanto de esa organización que estaba cazando a los Biju, los Akatsuki, ¿Verdad?
Ambos zorros asintieron ante las palabras del rubio. Al tener la capacidad de ver todo a través de sus contenedores. Sabían exactamente de ese extraño grupo formado por ninjas de rango S del que hablo ese supuesto Sabio Ermitaño. De nada se fiaban de ese sujeto, ya que detestaban la forma en como siempre empujaba a sus contenedores a dominar su Chakra, como si su sola presencia se tratara de solo baterías andantes.
Hablaba muchas estupideces de encontrar la verdadera paz, pero hacia poco o nada para mantener o aumentar la que ya existía. Pero si algo le reconocían ambas partes del Kyubi, era el hecho de que era bastante fuerte y que siempre parecía estar al tanto de las cosas. Y recordaron como ese mismo tipo, hablo de una organización de criminales supuestamente de rango S en los libros Bingo que supuestamente estaba cazando a sus hermanos Biju.
- Si, estamos conscientes de los detalles y la información importante sobre esos tipos. Hasta donde sabe el maestro de nuestros contenedores son nueve. O eran nueve, ya que acabaste con dos de ellos – comento Yang con tranquilidad.
- Si bueno, logramos acabar con los tipos que fueron tras de Gaara. Pero uno dijo que ya han capturado a dos de sus hermanos. No se cuales, pero dijeron que ahora los tienen – revelo Naruto, sintiéndose un poco culpable.
Tal revelación genero una mirada de asombro y desconcierto en ambas partes del Kyubi. Desde hace muchas vidas humanas, no había escuchado algo o sabido nada de sus otros hermanos. Salvo por Shukaku cuando llego para el evento de los Exámenes de Chunin. Aunque no les importo mucho a ninguno de ellos dos. Pues antes era un idiota desquiciado, y ahora había permitido que los humanos lo convirtieran en un idiota desquiciado psicópata con impulsos homicidas.
Había caído aún más bajo de lo que alguna vez estuvo y eso ya era mucho. Pero con el resto de sus hermanos. No sabían nada. De ninguno, debido a que él fue el primero en ser capturado por ese infeliz de Hashirama Senju, cuando ese maldito humano de Madara Uchiha lo controlo con esos repugnantes ojos. Después de su pelea no recordaba mucho, solo que estaba encerrado en la esposa del Primer Hokage.
Descubriendo de esta manera que se había convertido en un prisionero. Donde la maldita limitación intelectual de los humanos, lo condeno. Fue juzgado y temido por su poder. Hashirama lo envileció. Hizo de sus hermanos y de él mismo, monstruos fuera de control. Que eran mejor controlar o erradicar antes de que causaran problemas. Aun y cuando jamás atentaron contra los humanos. Por décadas volvió el nombre de los Biju para representar la maldad y destrucción del mundo.
No solo los cazo como a animales. Los condeno a ser aislados y temidos. Ese infeliz anormal con esas repulsivas habilidades del Elemento Madera. Si tanto temía de que seres con demasiado poder estuvieran libres por el mundo, se abría sellado así mismo. Pues ningún humano común tenía el poder para superar con creces su poder completo. Y sin embargo, ese sujeto logro vencerlo y aún más inquietante, logro atrapar al resto de sus hermanos. Solo para regalarlos como si fueran trofeos.
Pero lo que más le enfermaba, era que ese sujeto disfrazara tales actos como un medio para alcanzar la paz y supuestamente a salvar a futuras personas, solo para ocultar su miedo ante un poder que jamás comprendió o temía no poder controlar. Y ahora había otro grupo de dementes que iba de nueva cuenta tras sus hermanos, con motivos aun incluso más petulantes y sínicas que las que tenía ese infeliz del supuesto Dios de los Shinobi.
- ¿Sabes dónde están? – pregunto Ying con clara preocupación.
- No, no tuvimos la oportunidad de capturarlos para que nos dijeran donde estaban ni tampoco se para que los estén cazando. Hable con Shukaku y dijo que podía deberse a algo relacionado a su poder o tal vez para hacer a los miembros de Akatsuki Jinchuuriki – explico Naruto de forma seria – ¿Crees que se deba a otra razón?
Ambas partes del Kyubi se sumieron en sus propios pensamientos en un intento de poder ofrecer algo más de información. Alguna razón por la cual comenzaran a buscar a todos sus hermanos. Pero nada le nuevo le venía a la mente, ninguna razón que no fuera más allá de solo cazarlos para poder dominar su poder para sus propios fines. Esa era la razón más lógica.
- Desafortunadamente, no. Pero nada bueno pueden estar tramando – comento Yang con completa seguridad – somos nueve Biju y ellos eran nueve miembros. Posiblemente quieran que su organización este completamente formado por ninjas con el poder de los Biju.
- Tal vez están intentando controlar nuestro poder para dominar las naciones elementales – aporto Ying con simpleza – los humanos como ellos siempre buscan dominar a los demás. El controlar a otros mucho más débiles, les da un sentimiento de superioridad.
- Bueno, no importa qué diablos están tramando. Les prometo que los detendré y salvare a sus hermanos, de veras – afirmo Naruto con una enorme sonrisa.
- ¿Por qué? – cuestiono Yang analizando detenidamente al rubio – sabes que fuimos controlados, pero aun así matamos a mucha gente el día que naciste. Quieres luchar contra todos los Biju y ganar. Pero somos diferentes y nos tratas como iguales. Cada humano con el que hemos tenido contacto o sabe de nosotros siempre nos teme o nos odia totalmente.
- ¿Qué te hace tan diferente de ellos? – agrego Ying en el mismo tono analítico – Sasuke apenas y se inmuto cuando nos vio. Y estoy seguro de que fue el mismo caso cuando viste a mi contraparte. Su comprensión, así como esa energía que poseen, es completamente inusual.
- Hehe lo que pasa es que eh visto y me han contado historias sobre seres más impresionantes que ustedes y también más poderosos, deveras – respondió Naruto con calma, ganando miradas perplejas del par de zorros – mi padre siempre me enseñó a confiar. Ustedes fueron controlados, sé que hicieron mucho daño. Pero no fue su culpa. Y siendo honestos, ustedes no son tan malos como otros seres que sé que existieron. Solo los han estado juzgando mal y les garantizo que nadie en mi clan los juzga ahora. Y cuando sea Hokage, me asegurare de que nadie los vuelva a ver como armas o monstruos.
El par de inmensos zorros abrieron sus hocicos en un intento de decir algo. Pero nada salió de ellos. Ya que se encontraban sin palabra alguna, simplemente no podían creer lo que estaban escuchando. El par de usuarios del Ki sin duda eran jóvenes muy extraños y ese hombre a quien consideraban padre, lo era aún más.
Solo conocían dos seres que superaban su poder como el Biju más fuerte de los nueve. Y el rubio sin ninguna vacilación le había dicho que existían seres aún más poderosos. La simple idea les parecía risible. Pero tomando en cuenta quien era el rubio y lo fuerte que podían decir que se había vuelto a lo largo de los años. La idea ya no lo era tanto.
Y honestamente, no podían pedirlo de otra manera. Ya que finalmente eran comprendidos y aceptados. Esos dos, junto con su clan, no eran prejuiciosos. Estaban comprendiendo sus razones como ningún humano lo hizo en el pasado. Enormes sonrisas salvajes se formaron en sus rostros al poder confirmar que genuinamente podían confiar en los humanos.
Distrito comercial
Por las concurridas calles del distrito comercial de Konoha locales se extendían a lo largo de las calles, donde la gente iba y venía, contemplando la gran variedad de artículos que se pueden adquirir.
Konoha podría ser una Aldea militar y aunque era cierto que la gran mayoría de esos locales eran de artículos ninja que iban desde ropa hasta armamento. No era lo único que había para ofrecer, ya que también se podían encontrar locales de ropa, comida, entretenimiento, entre otros, e incluso había zonas de diversión y atracciones para los turistas.
Era tanta la diversidad que uno no podía evitar detenerse en alguno y mirar en busca de algo que le llamara la atención. Un caso que no era para Tayuya, ya que lo único que estaba rondando su mente era la idea de descubrir sobre que trataría su nuevo entrenamiento. Aunque ese hecho se olvida cuando ocasionalmente pasaba cerca de algún Jonin que lograba identificarla y no como la guardiana del clan Son.
Y no era muy difícil para ella saber cuándo alguno de esos imbéciles de chaleco táctico lograba ubicarla. Pues las miradas molestas o de desconfianza eran un indicador muy obvio. Ya no eran tan comunes como en el pasado, cuando recién se unió a Konoha o más específicamente, cuando se volvió la guardiana del clan Son, pero aun había algunos que desconfiaban de ella.
No muchos la lograban reconocerla del ataque a Konoha ya que estuvo detrás de una barrera, pero para aquellos que si la llegaron a ver, les provocaba desconfianza que alguien que trabajo para Orochimaru, ahora estuviera portando el protector de Konoha.
Al principio fue incomodo e incluso molesto, pero cuando se conoció que ella estaba con los Son e incluso que era una Uzumaki, la opinión de muchos cambio. Solo esperaba ser reconocida por ella misma en algún futuro y no por quienes la rodeaban o por quien estaba emparentada.
Tayuya se enfocó una vez más y se dio cuenta que había estado siguiendo a Sasuke hasta ese distrito, y mientras lo hacía, no habían hecho otra cosa más que conversar de cualquier tema en general, cosa que no le molestaba realmente, pero a ella se le había prometido un entrenamiento y como el pelinegro ya había arruinado el suyo dos veces, en verdad se estaba comenzando a cuestionar que lo prometido fuera verdad.
La pelirroja dudo seriamente que el pelinegro ocultara trampas a lo largo del distrito con la única intención de poner a prueba sus reflejos, ya que eso sería imposible, él nunca pondría en peligro la vida de civiles para algo como eso.
Mirando a su alrededor, se detuvo frente a un local donde pudo apreciar unos guantes tácticos de color negro que solo cubrían la mitad de los dedos. Tenía almohadillas en los nudillos y revestido en las muñecas, todo para minimizar el daño en los golpes.
- "Bien" – pensó Sasuke con una sonrisa al notar como su amiga finalmente comenzaba a distraerse – ¿Ves algo que te gusta? – comento viendo lo mismo que ella.
- Solo es algo que me llamo la atención, no le des importancia – respondió apartando la mirada.
- Vamos a entrar, si encuentras algo más que te pueda gustar te lo comprare – ofreció no pudiendo reír un poco por la mirada sorprendida que obtuvo.
- ¿Qué estas tramando? ¿Quieres comprarme para que no te parta la cara por no mostrarme ningún entrenamiento? – cuestiono encarándolo, ya que esto le estaba pareciendo sospechoso.
- Hehe, solo quiero comprarte algo, no es un chantaje, lo juro – se defendió intentando tomar las cosas con calma.
Tayuya entrecerró su mirada y lo miró fijamente por algunos segundos intentando descubrir que iba ese acto de nueva gentileza, pero al final se rindió y decidió que no había nada de malo aceptar el gesto.
- Bien, igual tu eres quien va a pagar – aceptando la oferta, se adentró en el local en busca de algo más que pudiera gustarle.
- Creo que cometí un error – murmuro divertido.
- Oh ya es muy tarde para que te arrepientas – se burló.
- Hmpf solo asegúrate de comprar algo que realmente te guste – sugirió – "Muy bien, está comenzando a tomarlo con calma. Ahora es cuando su entrenamiento comienza."
Suna
Disfrutando de una agradable caminata después de una buena comida en su restaurante favorito de Suna, Satsuki sintió las pequeñas brisas de viento frio que alertaban la llegada del atardecer y tomo la mano de Gaara mientras se apoyaba un poco en su hombro.
Hasta ahora, las cosas solo habían sido más que geniales, Gaara se había comportado como todo un caballero, llevándola a diferentes lugares realmente hermosos. Pero sin duda su favorito fue el invernadero.
Era tan extraño que una aldea tan desértica pudiera habitar tantas hermosas plantas. Y si bien las plantas eran en su mayoría medicinales, todas poseían colores muy extravagantes que las hacían lucir hermosas y aunque el invernadero no eran un área turística, ser el Kazekage le daba acceso a cada lugar de la Aldea.
Y algo que tenía que admitir era que su madre tenía toda la razón, ya que entre sus caminatas pudo ver que varios aldeanos e incluso ninjas estaban realmente asombrados de ver a su líder saliendo con una hermosa chica como solo ella podía serlo. Animando el ambiente de los alrededores, ya que era cierto, que Gaara caminara entre su gente, mostrando confianza y alegría, ellos también se contagiaban de esa sensación y les hacía olvidar los días tan ajetreados que tuvieron.
Y aunque Gaara noto eso, también se dio cuenta de algo más, algo que había estado ocurriendo desde el ataque de los Akatsuki. Y era que antes del ataque, aun podía notar como algunas personas aun le guardaban algo de recelo y en otros, solo un sentimiento de incomodidad cuando estaba cerca.
Pero ahora, era como si cada aldeano lo viera diferente. Parecían felices con su presencia, ya no sentía que el ambiente a su alrededor fuera incomodo, sino ameno. No sabía a qué se debía tal cambio, pero le gustaba. Ya que sentía que finalmente las personas lo veían como a uno de ellos.
- Felicidades – Satsuki hablo de repente atrayendo la mirada de su novio – al fin cumpliste tu sueño. Estoy tan feliz por ti.
- ¿Cómo es que? – murmuro no comprendiendo como era que sabía lo que estaba pensando.
- Bueno, te conozco muy bien – respondió simplemente – tu gente te acepto como su Kazekage, pero sentías que aún faltaba algo y ahora ellos vieron de lo que realmente eres capaz para protegerlos. Disipaste sus dudas y te ganaste su confianza y su respeto.
- No fui solo yo – dijo, deteniendo su caminar y girando para mirarla fijamente – tuve ayuda.
- No importa, porque aún si, diste lo mejor de ti y los protegiste – aseguro tomándolo de las manos y comenzando a inclinarse para besarlo.
Gaara no podía entender como unas simples palabras eran capaces de hacerlo tan feliz, pero lo estaban haciendo y aun cuando esas palabras venían de la mujer que amaba. Y sabiendo lo que su novia quería, se inclinó hacia ella para corresponderle.
- ¡Gaara-sama!
El grito de una voz femenina interrumpió el beso y atrajo la mirada de la pareja, donde pudieron ver a una chica de cabello castaño corto hasta los hombros lleva una camisa oscura con una falda del mismo color, su chaleco táctico de Suna y finalmente su protector alrededor de su cuello. La chica llevaba en sus manos varias hojas y parecía haber corrido mucho, si las gotas de sudor en su rostro eran una indicación de ello.
- Matsuri, ¿ocurre algo? – pregunto Gaara confundido por la aparición de su asistente.
- Lo que pasa Gaara-sama es que llegue a su oficina y no había nadie y encontré todo este trabajo sin terminar, y me preocupe por usted – respondió Matsuri sonriéndole cálidamente.
- Informe que me tomaría el día libre, termine el trabajo que era necesario para hoy y mañana. Ese es el trabajo de los próximos días – informo Gaara con tranquilidad.
- Si, creo que me alarme muy rápido, es bueno saber que está bien – suspiro Matsuri con alegría colocando su mano en el brazo de su líder.
Gaara sintió un escalofrío producto de un sentimiento de miedo de advertencia de sus sentidos que se habían vuelto locos. De forma sutil miro a su derecha y noto como Satsuki tenía un profundo ceño fruncido y sus ojos pasaban de negros a rojos de forma intermitente.
No sabía que estaba pasando, pero sus instintos le decían que debía alejar a Matsuri o algo muy malo iba a pasar.
- Matsuri, ahora que sabes que estoy bien, puedes retirarte, ahora mismo estoy ocupado en mi cita – Gaara sintió como su novia le apretaba con fuerza la mano y eso solo le recordó que ella aun podía golpearlo y su arena no se interpondría.
- ¿En su cita? – repitió Matsuri sorprendida, apenas notando a la pelinegra al lado de su líder, no pudiendo evitar sentirse molesta eh incomoda por eso.
- Si, en una cita, es lo que las parejas acostumbran a hacer – hablo Satsuki con una mueca, apenas conteniéndose de mandar lejos a esa enana de un golpe – Ahora, ¿Por qué no te retiras antes de que podemos seguir en lo nuestro?
- Oh lo siento mucho – se disculpó Matsuri de forma apresurada, intentando ser amable – Lamento mucho interrumpirlo, Gaara-sama. Debí preguntar en la oficina lo que pasaba antes especular.
- No pasa nada, solo procura que no se repita de nuevo – desestimo Gaara no viendo la necesidad de preocuparse mucho por el tema.
- Téngalo por seguro. Y por cierto, hay un nuevo restaurante vegetariano, es bueno para que no acumulen grasa innecesaria – comento sugestivamente Matsuri un tanto mal humorada, mirando de reojo a la pelinegra.
- Mocosa, no es grasa, se le llaman pechos – dijo Satsuki con orgullo, inflando el pecho para hacerlos resaltar con orgullo.
- Bueno... me retiro, nos vemos mañana Gaara-sama – Matsuri se despidió de forma apresurada, pues no esperaba esa respuesta de esa mujer, que en verdad estaba comenzando a disgustarle.
- Ya podemos continuar con... - Gaara hablo pero se detuvo cuando vio que Satsuki lo estaba viendo con enojo, su ojo derecho estaba crispado y podría jurar estar viendo un aura de fuego negro a su alrededor.
- ¿Cómo que se verán mañana? – cuestiono apretando los dientes.
- Bueno... ammm... ella... ella es mi asistente – respondió no sabiendo porque parecía que cada vez que hablaba, su novia parecía aún más enojada.
- Tu asistente es Kankuro – siseo apenas controlando su temperamento.
- El renuncio hace unos meses, ya que no podía mantener su labor como mi asistente y sus misiones ninja – informo y confirmo sus sospechas, entre más hablaba, más enojada se ponía Satsuki – Matsuri se ofreció a remplazarlo y hasta ahora ha hecho un buen trabajo.
- ¿Meses? ¿Ella ha sido tu asistente por meses? – venas gigantes aparecieron en su cabeza y encarando a su novio lo fulmino con la mirada – ¿Y hasta cuando planeabas informarme de esta asistente tuya? No, más importante aún, ¿Por qué esa mocosa viene e interrumpe nuestra cita y ni siquiera sabe quién soy yo? Lo que es más, ¿viste cómo me ignoro mientras te estaba manoseando?
- Lo... lo siento, Satsuki, pero no comprendo porque estas tan molesta. Solo interrumpió unos segundos, no creo que sea para que te enojes – intento calmarla, solo que sin mucho éxito.
- Oh no te preocupes, te voy a dejar bien en claro porque estoy molesta – siseo comenzando a caminar, haciendo retroceder a su novio hasta que este se detuvo al chocar con una pared.
Sabiendo que las cosas solo estaban por explotarle en la cara, literalmente. Gaara pensó frenéticamente en una solución a su problema, ante lo cual, la imagen de su hermano le llego a la mente y sabiendo que ya nada podía empeorar la situación, en un movimiento rápido tomo el pergamino que le dio y lo extiende al frente.
Una pequeña explosión de humo se hizo presente y al disiparse, Satsuki contemplo un hermoso tulipán purpura. Estaba perfectamente cuidado e incluso aun podía visualizar pequeñas gotas de agua en sus pétalos. Incluso el olor suave pero atrayente de la flor llego a su nariz, casi como si hubiera sido recién cortada.
Con su ira siendo remplazada por la curiosidad, tomo la flor entre sus manos y espero paciente a una respuesta de su novio, quien claramente no comprendía nada.
- Yo... yo no hablo mucho de ti en el trabajo – murmuro intentando encontrar las palabras adecuadas – de nadie en general, es solo que no me gusta hablar de la gente que me importa con solo conocidos. Y no te hablo del trabajo, porque prefiero oír como esta tu día a aburrirte con historias repetitivas sobre el mío.
Sintiendo como sus mejillas se coloreaban producto de la vergüenza al darse cuenta de su comportamiento. Había dejado que el acto tan grosero de esa mocosa al ignorarla sacara lo peor de si y arremetió con Gaara cuando no había hecho nada malo.
- Aun estoy molesta – murmuro, para acto seguido inclinarse y darle un beso casto en los labios – pero la flor es muy linda y... puede, en una hipótesis muy remota, que yo haya exagerado un poco la situación – dijo en un tono dulce intentando disculparse por su arrebato, para casi de inmediato torcer su rostro en una mueca amenazante – pero si esa mocosa vuelve a interrumpir en una de nuestras citas, no me hago responsable de lo que le pueda hacer.
- Por supuesto – asintió feliz de que las cosas se hayan solucionado, ahora le debía una a su hermano.
- Entonces, ¿continuamos donde lo dejamos? – pregunto mientras le extendía la mano para que la tomara.
- Eso me gustaría – respondió tomándola de la mano y continuando con caminata.
- "Maldita Temari y Haku, ¿Por qué diablos debían tener razón?" – se quejó en su mente, pues aunque una pelea se evitó, esa mocosa sí que había estropeado algo de su cita perfecta.
Hogar Namikaze – Uzumaki
En la comodidad de su cocina, la familia completa se encontraba comiendo tranquilamente de un estofado de res, y entre risas y bromas, el par de hermanos relataban de los eventos transcurridos a lo largo del día en compañía del rubio.
- Me alegra saber que se la pasaron muy bien – comento Minato con genuina felicidad – Y me alegra saber que siguieron nuestros consejos.
- Si, para la próxima no se asusten tanto y solo actúen normal, ya vieron que todo salió bien, créelo – reafirmo Kushina con una enorme sonrisa.
- Hehe supongo que sí – murmuro Menma un poco apenado por las burlas de su madre.
- También fuimos a entrenar un poco – agrego Natsumi con felicidad.
- ¿En serio? Y como estuvo – Kushina sí que estaba curiosa de oír eso.
- Bueno – hablo Natsumi con un ligero estremecimiento – Oniichan sí que pega duro, es claro que no ha perdido el tiempo. Aunque, si Menma-nii y yo hubiésemos ido con todo, las cosas hubieran sido algo diferentes.
- Es bueno saber que saben contenerse. Explicar porque un campo de entrenamiento ya no existe hubiera sido mucho trabajo – se burló Minato no pudiendo contener las risas.
- Eso explica porque sentí que sus Chakra aumentaban tan de repente – Karin había notado en aumento en la fuerza de esos tres, aunque tampoco se preocupó mucho ya que del par de pelirrojos no sintió ninguna intensión realmente hostil.
- Sabes, contigo cerca, me siento en vigilancia constante – se quejó Menma aun inquieto de las habilidades de su prima.
- Y es aún peor sabiendo que no podemos mentirte – apoyo Natsumi apuntando a su prima con su cuchara de forma acusadora – ¿Estas completamente segura que no puedes desactivarlo o apagarlo?
- Es una habilidad con la que nací, no es algo que se "apaga" – aseguro Karin inflando las mejillas en un puchero – puedo simplemente no enfocarme tanto en mis habilidades como para no darme cuenta de algunas cosas, pero mi habilidad de censora es como respirar para mí.
- Entonces todos aquí presentes no pueden tener secretos... menos tú – murmuro Natsumi levantando una ceja – Olvida lo de vigilancia constante, contigo cerca siento que ya estoy presa.
- Podrían evadir las preguntas de Karin – sugirió Minato llamando la atención de los chicos – si lo hacen bien, no estarán mintiendo, pero tampoco le dirán la verdad – informo como tuvo que aprender a hacer eso, para que su esposa y él pudieran justificar sus constantes desapariciones en el pasado.
- He he, tu reino del terror llego a su fin – las risas de Natsumi solo se intensificaron cuando vio a su prima sacarle la lengua de forma cómica.
- Yo creo que Karin-chan es una buena guía para ustedes dos, créelo. No deberían de mentir eso está mal, nadie en esta casa tiene nada que ocultar – afirmo Kushina con sabiduría disfrutando de su estofado.
- Exacto, deberían estar agradecidos conmigo, pequeños niños – se burló Karin regalándole una sonrisa arrogante a sus primos.
Antes de que cualquiera de los dos hermanos pudiera contraatacar con las burlas de Karin, el sonido de la puerta siendo golpeada llamo la atención de todos. Siendo que ninguno esperaba a nadie para la cena.
Dirigiéndose a la entrada de su hogar, Menma se llevó una gran sorpresa al abrir la puerta y descubrir que era Mikoto Uchiha quien estaba tocando.
- Tía Mikoto, es bueno verla – saludo amablemente.
- Lo mismo digo, vaya en verdad que has crecido, nada al pequeño Menma que recordaba – regreso el saludo, entrando al hogar de su amiga – sé un buen chico y trae mis maletas por favor.
- ¿Sus qué? – girando su mirada a la entrada pudo ver cuatro grandes maletas de equipaje.
- Hola a todos, veo que llegué en buen momento, que bueno que no comí antes de venir – tomando asiento en una silla vacía, Mikoto tomo un plato y comenzó a servirse algo de comida – es bueno saber que mis conocimientos culinarios no fueron desperdiciados.
- Por favor, ahora soy mucho mejor cocinera que tú, créelo – afirmo Kushina con orgullo.
- Eso aún está por verse – rio Mikoto de forma retadora.
- Es bueno que nos acompañes a cenar, Mikoto, pero... y no es por sonar grosero, ¿a qué se debe tú visita? – pregunto Minato de forma amable, confundido por la pronta aparición de la pelinegra.
- ¡Si... a todos nos gustaría saber eso! – exclamo Menma con los ojos en blanco, entrando a la cocina cargando las maletas de la amiga de su madre que no eran ligeras precisamente.
- ¿Qué no les dijiste? – cuestiono Mikoto a su amiga, viendo como todos la estaban mirando raro, a lo cual Kushina al menos tuvo la decencia de avergonzarse al darse cuenta de que había olvidado comentarlo – en verdad eres torpe – suspiro pesadamente por la actitud de su amiga – Bueno, buenas noticias familia, me voy a mudar aquí.
- ¡¿Qué?! – gritaron todos incrédulos de lo que escucharon.
- Ok... es bueno saber que les agrada tanto la idea – murmuro Mikoto con una mueca.
- ¿Qué decías de no ocultar nada? – cuestiono Natsumi mirando cuestionadoramente a su madre.
- Bueno es que yo... - susurro Kushina jugueteando con su comida – no era un secreto, solo que se me olvido mencionarlo, créelo.
- Kushi-chan, ¿porque Mikoto se mudaría con nosotros? – cuestiono Minato no viéndole sentido a eso.
- Para ayudarla con su embarazo claro está – respondió Mikoto como si fuera lo más obvio del mundo – en este punto del embarazo es muy difícil encargarse de todo ella sola, así que vine a ofrecer mi ayuda, eso es lo que las amigas hacen.
- Es cierto, contigo en la torre Hokage y con ustedes chicos en sus trabajos, no me vendría mal un poco de ayuda con mis malestares, créelo – apoyo Kushina dado que ya no podía realizar muchas tareas por si sola.
- Y ya que sería molesto venir e irme, para luego regresar, Kushina ofreció la idea de quedarme a vivir aquí durante los próximos tres meses – concluyo Mikoto notando que el pelirrojo seguía cargando sus maletas – pon las maletas en mi habitación, Menma, muchas gracias.
- Pero no tenemos ninguna habitación libre – comento Menma no sabiendo donde rayos se quedaría la pelinegra.
- Si mal no recuerdo, la casa tiene cinco habitaciones – aseguro Mikoto ya habiéndose quedado varias veces a dormir en el pasado.
- La habitación libre la estamos redecorando para que sea el cuarto de la bebé y tiene botes de pintura, herramientas y de más cosas por todos lados – informo Minato tan o más perdido que el resto al no saber dónde sé que daría.
- Si gusta tía Mikoto, podría quedarse conmigo en mi habitación – ofreció Natsumi de forma educada a la vez que le regalaba una sonrisa amable.
- Muchas gracias, eres muy amable, pero para tú mala suerte a mí no me engañas – rechazo Mikoto guiñándole un ojo en complicidad, disfrutando de como la pequeña pelirroja se quedaba boquiabierta.
- Ustedes no tienen por qué preocuparse por eso, créelo – dijo Kushina moviendo su mano de forma despreocupada – Menma-kun por favor lleva las maletas de tú tía a tu habitación.
- ¡¿A mi habitación?! – grito Menma mirando estupefacto a su madre.
- Uuuuh esto va a estar bueno – susurro Karin divertida por el giro de los acontecimientos.
- Te apuesto 20 a que termina durmiendo en el ático – susurro Natsumi divertida ante el inevitable predicamento que estaba su hermano.
- Hecho.
- Oh vamos, tú habitación es la más grande después la de tú padre y la mía, créelo – indico Kushina encogiéndose de hombros, no viéndole nada de malo – además, te he enseñado a ser amable con las visitas, en especial con la familia.
- ¡¿Y dónde rayos se supone que dormiré yo?!
...
- No debí preguntar – se quejó mientras un tic aparecía en su ojo derecho, mirando el sofá de la sala el cual ahora tenía algunas cobijas y almohadas.
- Hehe lo siento Menma-nii pero esta vez te toco perder – se burló Natsumi quien traía un par de almohadas extra – pero anímate, el sofá es muy cómodo.
- Hurra – victoreo Menma con sarcasmo.
- Si sabes que puedes ir y pedirle alojo a Satsuki ahora que tiene la casa sola, ¿verdad? – cuestiono Karin guardando en su bolsa 20 ryos.
- Se lo pediré mañana, necesito tiempo para empacar mis cosas en pergaminos de almacenamiento – Menma se acostó derrotado en lo que sería su nueva cama por esa noche – y bueno, aparte de burlarse de mi desgracia, ¿qué quieren hacer?
- Podemos ver televisión, hoy se estrena esa nueva serie de Detectives Ninja Konoha – sugirió Karin no viendo que más podían hacer para matar el tiempo, ya que los adultos se habían quedado conversando.
- No pienso ver esa porquería – Menma ya tenía suficiente con ser echado de su propio cuarto como para arruinar su noche viendo series estúpidas.
- ¿Qué tienes contra las series de detectives? – pregunto Natsumi.
- Oh por favor... esos idiotas usan lentes oscuros... ¡en la noche! ¿Saben quién hace eso? Los pedantes sin talento – respondió Menma con una mueca, ganando un asentimiento de las pelirrojas – todas las series de detectives son malas porque todas son iguales.
- Bueno, por como lo veo, tenemos tres opciones; ver televisión mediocre, salir a dar una vuelta o quedarnos y escuchar las historias de los viejos – enumero Natsumi sus alternativas, donde los tres giraron en dirección de la cocina donde el trio de adultos estaban riendo a carcajadas en historias.
- Sáquenme de aquí – rogo Karin mientras a ella como a sus primos se les formaba una gota de sudor enorme en su nuca.
- No se diga más, larguémonos de aquí – ordeno Menma comenzando a dirigir el camino – Con algo de suerte encontraremos algo entretenido que hacer.
- Si quieren podemos ir al departamento de interrogación – ofreció Karin obteniendo miradas incrédulas de sus primos – No piensen mal, no los quiero llevar a ver como torturan a los prisioneros, aun no estoy tan loca como Ibiki o Anko. Pero en la sala de descanso tenemos una televisión gigante de plasma y siempre hay comida.
- ¿Y a que estamos esperando? – declaro Natsumi con entusiasmo, tomando al par de pelirrojos por sus manos y correr a toda velocidad, pues le encantaba ver la televisión en una pantalla gigante.
Risco de Konoha – atardecer
Sentados en el cómodo césped justo al lado de la cascada, descansaban Sasuke y Tayuya de su largo y ajetreado día de pasear y divertirse por toda Konoha, contemplando el horizonte y como lentamente el sol iba descendiendo, pintando todo el cielo azul de un color rojizo el cual al transcurrir los minutos y seguía descendiendo el sol, todo se teñía de colores mucho más cálidos.
El sonido de las aguas de la cascada eran el único sonido que se apoderaba de todo a su alrededor, eran tan relajante así como la suave briza que los envolvía. Era algo incluso tan impropio de la pelirroja el sentirse tan relajada y desconcentrada de cualquier cosa, de sus sueños, sus objetivos o su entrenamiento, solo disfrutando de las pequeñas cosas a las cuales jamás les dio importancia o simplemente dio por sentado.
No sabía en qué momento se había olvidado por completo del entrenamiento y había comenzado a envolverse con las cosas cotidianas. Y en ningún momento eso le molesto, ya que en verdad lo había disfrutado.
Pues tan rápido como compraron sus guantes tácticos y salieron del local, ambos se enfrascaron en una gran variedad de actividades. Corriendo de un lado a otro, disfrutando de la comida, de los juegos de tiro al blanco y una gran variedad de diferentes juegos.
Incluso gano un oso de peluche gigante cuando gano en una de esas máquinas donde tenías que golpearlas con un mazo, para posteriormente dárselo al primer niño que vio, ya que los peluches no le gustaban, pero sí que le gustaba ser la mejor en los juegos. Y fue por esa misma razón que comenzó a arrasar con cada juego que encontraba.
Y después de su ajetreado día, ahora mismo solo sentía la calma y tranquilidad, que sentía incluso que podía componer la canción de su madre a la perfección, encontrar las palabras y notas adecuadas. Finalmente lograr recomponer esa canción tan hermosa que había escuchado cuando solo era una pequeña bebe. E incluso sabiéndolo, ni siquiera lo intento, ya que estaba segura de que tan hermosa canción no debía ser forzada a completarse en un momento como el que estaba disfrutando.
- Dime, Tayuya, ¿disfrutaste de tu entrenamiento? – pregunto sin despegar su mirada del frente del ocaso.
- Tener el cabello de una niña impide que llegue oxígeno a tu cabeza, Sasuke – comento con una sonrisa burlona, queriendo recostarse en el césped pero si lo hacía sabía que era muy posible que se quedara dormida – No hemos entrenado nada, solo estuvimos saliendo de un lado para otro. ¿Oh acaso ese era tu plan? ¿Llevarme en citas para que me diera cuenta de que eres mi único amor y esas mierdas, para que me uniera a ti y Haku? – se burló con una sonrisa provocativa.
- Hehe nada de eso, solo quería que te divirtieras un poco – dijo con una sonrisa divertida.
- Oh vamos, todos los hombres aman los harems – insistió intentando avergonzarlo.
- Están sobrevalorados – comento encogiéndose de hombros.
- ¿Entonces que fue todo esto? No comprendo a qué clase de entrenamiento te refieres.
- Lo que quiero decir, – hablo girando para mirarla – es que a pensar de los años, jamás te eh visto hacer otra cosa más que no sea entrenar y esforzarte en cumplir tus sueños. Es cierto que te diviertes y haces bromas con todos, pero fuera del clan, te aíslas de los demás y es raro verte divertirte tanto como hoy.
- ¿Eso que tiene de malo? No necesito estar rodeada de gente para ser feliz, no necesito de la aprobación de otros ni tampoco me importa lo que piensen de mí – se defendió ligeramente molesta.
- No me refiero a eso y lo sabes – insistió no queriendo perder el avance que habían logrado – ahora Konoha es tu hogar, pero te pierdes de todo lo que puede ofrecerte, la vida puede ser muy bella cuando te das la oportunidad de disfrutarla. No quiero cambiar quién eres, solo mostrarte que no estás sola, que cuentas con el apoyo de todos. Kushina ha insistido tanto para que la aceptes y sigues rechazándola.
Tayuya sintió como su garganta se secó de golpe, intento decir algo solo para descubrir que no tenía nada que decir, sabia a la perfección de lo que hablaba Sasuke. Y era el hecho de sus miedos a no ser aceptada por aquellos que la rodeaban. De no ser reconocida completamente, donde siempre tendría que cargar consigo el estigma de haber sido la marioneta fiel de Orochimaru.
No quería gloria ni fama, solo ser aceptada por lo que ella realmente era, por lo que había logrado y por lo mucho que había luchado por ser la mejor versión de ella misma. Pero a su vez, tenía miedo de abrirse ante los demás, ya había sufrido lo suficiente y ya lo había perdido todo aun sin saberlo, y no quería repetir tales sentimientos, pues eran la peor de las torturas.
Incluso no quería estar mucho tiempo con la matriarca Uzumaki, ella podría ser su pariente, pero no sentía que fuera justo estar a su lado, ya que había intentado matar a su esposo en la invasión, cuando estaba dispuesta a acabar con todos y eso incluía al par de pelirrojos que tenía por hijos.
Kushina siempre fue tan amable con ella desde el primer día en que la conoció, incluso le ofreció entrenamiento exclusivo de los Uzumaki aun y cuando rechazo formar parte de dicho clan. Ella siempre intentaba estar cerca de ella, pero, no quería. Tayuya era reacia a aceptar tales entrenamientos, ya que no se consideraba digna de recibirlos, no quería ser una oportunista que solo se aprovechaba de la situación. Oh al menos, así lo veía ella.
- Para que puedas liberar tu verdadero potencial, debes encontrar un equilibrio no solo en tu cuerpo, sino también en tu mente. Debes perdonarte por lo que hiciste cuando estuviste bajo las órdenes de Orochimaru, tienes que soltar esa angustia y ese dolor que cargas contigo, solo así lograras obtener la fuerza y habilidad que se encuentras ocultas en tu interior – apoyo sin ninguna pizca de vacilación en su voz.
- No sé cómo – susurro bajando la mirada con frustración – cada vez que salgo del complejo, siento que todos me juzgan, que saben lo que hice. No me importa una mierda lo que ellos piensen, pero cuando estoy con Shikamaru o los demás, siento que si fallo frente a ellos, pensaran lo mismo que el resto, sabrán que fracase y que no soy otra cosa más que la esclava de ese estúpido Sannin. Por eso quería estar con ustedes cuando lo capturaran, porque sabía que solo así podría librarme de todo eso.
- Nadie piensa eso de ti, es solo el miedo hablando y nublando tu juicio. No tienes por qué apartarlos, no tienes por qué apartarnos – aseguro – Lamento tanto el haberme dado cuenta demasiado tarde por todo lo que pasabas, pero aun soy nuevo en todo esto de ser cabeza de clan, pero siempre estaré para apoyarte, como los demás, como tus amigos y familia te apoyan.
- Entonces ¿cómo carajos logro librarme de esto? – se quejó frustrada, sabía que debía librarse de esos sentimientos, pero a la vez eso también le generaba miedo, ya que al hacerlo, solo quedaba lo nuevo y desconocido.
Meditando sobre qué respuesta sería la más adecuada dada la situación, Sasuke contemplo una vez más el ocaso con medio sol ya oculto. Cada persona tenía su propia forma de librarse de su propio dolor y sufrimiento. El suyo era entrenar hasta el cansancio, soltando toda su frustración a través de los golpes. Pero sabía que esa no era la manera correcta para Tayuya, ella era diferente.
Era una persona que no transmitía con facilidad sus emociones más reprimidas, ella era alguien en quien podrías apoyarte y saber que no se derrumbaría con facilidad, siendo completamente firme y decidida para saltar al ataque si era necesario. Pero a la vez una persona con una elegancia y tranquilidad cuando tocaba su flauta.
Siendo ese detalle que le hizo recordar justo esa mañana, cuando la encontró subiendo la cascada. A lo cual sonrió para sí mismo y se puso de pie, ganando una mirada de Tayuya a quien le extiende una mano para que también se pusiera de pie, quien acepto algo confundida.
- Canta – dijo simplemente.
- ¿Qué? – cuestiono – tengo un jodido problema y la única mierda en la que piensas es que cante.
- Todos tenemos una forma de liberar el dolor, de mantenernos enfocados – aseguro con una pequeña sonrisa – tu cantabas antes para concentrar tu Chakra de una manera asombrosa. Al igual que lo haces cuando tocas tu flauta. Si puedes hacer eso para controlar tu Chakra, también puedes hacerlo para soltar todo lo que tienes dentro de ti a través de una canción.
- Estas diciendo estupideces – se quejó girando a mirar el horizonte mientras se cruzaba de brazos.
- Tayuya, sé que cantabas la canción de tu madre – comento en un tono suave colocando una mano en su hombro – solo inténtalo, no tenemos nada que perder.
- No puedo – murmuro débilmente – no eh podido completar su canción – dijo siéntense como una inútil.
- Entonces, solo suelta lo que sientes, te aseguro que esto funcionara. Si quieres privacidad está bien, yo entiendo – y con eso dicho estaba listo para retirarse, no queriendo forzarla o incomodarla, y justo cuando estaba por apartar su mano de su hombro, ella coloca una mano sobre la suya.
- No, por favor quédate.
Tayuya no estaba del todo segura de porque dijo esas palabras y lo estaba aún menos de porque habían sonado tan débiles y frágiles. Pero en el momento que sintió que estaría sola para cantar, un pánico se apodero de ella. No quería estar sola, tan simple como eso.
Ni siquiera sabía porque estaba considerando la sola idea de cantar, jamás lo había hecho frente a otra persona, siendo la única canción que había llegado a cantar eran los versos que canto su madre justo antes de dejarla e ir corriendo a distraer a una turba de Kusa.
Por alguna razón comenzó a sentirse bastante nerviosa y asustada. Intento concentrarse para poder encontrar las palabras adecuadas, saber exactamente que decir. Frustrándose cuando nada le venía a la mente, absolutamente nada. Se encontraba bloqueada, ella no era buena para este tipo de cosas y lo sabía.
Ese era el talento de su madre y solo deseaba que de alguna forma, poder crear algo tan hermoso como lo que ella llego a hacer. Se mordió el labio inferior con impotencia y remordimiento al no saber que decir, el simple hecho de encontrar las palabras con las cuales libarse del peso que la atormentaba.
Pero negándose a fracasar, inhalo profundamente, concentrándose en el bello recuerdo de su madre así como su hermosa voz angelical. Decidió que no pensaría en nada, que simplemente abriría su corazón y solitaria todo. Sin miedo a ser juzgada o ridiculizada, ya que la única persona que se encontraba a su lado era alguien en quien podía confiar. La misma persona que le extendió la mano y le ofreció la redención, un objetivo al cual aspirar para ser mejor persona.
- "Cualquiera que le ponga una mano encima a alguien de mi familia, es mi enemigo. Y lo exterminare".
Las palabras llenas de furia y seguridad que alguna vez uso Sasuke para defenderla resonaron en su mente, dándole ese último empujón que necesitaba para comenzar a liberarse de su dolor.
- Si... siento que... estoy perdiendo la esperanza. En mi cuerpo y... alma. Y el cielo... parece tan ominoso... Y como el tiempo se... detiene. El silencio comienza a desbordarse... mis gritos son discretos...
La canción era cálida y suave, cargada de un fuerte sentimiento de esperanza mezclada con algo de miedo, sus sollozos eran acompañados de un gran nudo que se formaba en su garganta, al igual que un fuerte sentimiento de dolor comenzó a envolverse en su corazón. Las lágrimas, por alguna razón que escapaba a su comprensión, comenzaron a acumularse en sus ojos queriendo ser liberadas, y aun si, reunió las fuerzas que parecían abandonar su cuerpo para no llorar.
- ¿Es... es... este el precio que estoy pagando... por mis... errores del pasado? Esta... es mi canción de... redención. Abraza mi alma impura y mírame ¿Alguien puede oír mi voz?
Su cuerpo comenzó a temblar a la vez que le era cada vez más difícil contener las lágrimas. Estaba cantando lo que su corazón le transmitía, en un tono frágil y bajo, sintiendo que en cualquier momento no podría ni controlar su propia voz.
- Y fuerte voy a gritar... aunque el alma duela y quiera llorar... en mis hombros cargo el peso del mundo... Es mi anhelo de hoy. El poder hallar la salvación. Un futuro juntos quiero vivir. Pero la verdad es que solo soy una chica.
Su voz lentamente comenzó a tomar fuerza sobre sus sollozos, sus lágrimas ahora se desbordaban y recorrían su rostro. Pues con cada palabra sentía que finalmente un peso sobre su cuerpo era liberado. Ya no podía detenerse y no quería hacerlo, sentía que necesitaba llegar hasta el final, sin saber que le esperaba, pero algo le impulsaba a hacerlo.
Dando un paso al frente, justo sus manos a la altura de su pecho, recordando todos los momentos horribles de su vida y como estos eran insignificantes en comparación a los recuerdos de su nueva vida, recuerdos y lazos que formo con aquellos que la rodeaban y la hacían feliz. Una y otra vez, sin importar que tan trágicos fuera su pasado, lo que ahora tenía era muy superior.
- ¡Porque fuerte voy a gritar! ¡Aunque el alma duela y quiera llorar! ¡En mis hombros cargo el peso del mundo! ¡Es mi anhelo de hoy! ¡El poder hallar la salvación! ¡Un futuro juntos quiero vivir! ¡Pero la verdad es que solo soy una chica!
Canto tan fuerte y esperanzadoramente como su cuerpo se lo permitió, mirando como el sol terminaba por ocultarse. Sus fuerzas terminaron por abandonarla, cayo de rodillas con la mirada aun fija en el horizonte ya no sentía miedo o remordimiento, solo la completa y amena calma.
Era algo tan nuevo, que simplemente no sabía qué hacer con ese nuevo sentimiento o la falta del peso que la atormentaba. Era incluso atemorizante, pues no sabía que esperar, no estaba segura de como sentirse al respecto.
- Aun si mis plegarias... no llegasen a mi perdón... luchare...
Susurro débilmente justo antes de estallar en un llanto desgarrador mientras se abrazaba a sí misma, no sabiendo que más hacer. Sintió como unos brazos la rodeaban por su cintura y se giró a su derecha para regresar el abrazo con fuerza, aferrándose al pelinegro con todo lo que tenía y seguir llorando en su pecho, no pudiendo entenderlo completamente, ya que no sabía si lo hacía por felicidad, tristeza, miedo o incluso arrepentimiento. Lo único que sabía, era que en ese momento tan desgarrador, no estaba sola.
Y no podía estar más en lo cierto, ya que Sasuke guardo silencio absoluto durante todo el tiempo que la pelirroja cantaba, no solo por respeto y comodidad hacia ella. Sino también por el hecho de haber quedado completamente deslumbrado. Ya que una cosa era escucharla murmurar una canción y otra muy diferente era escucharla cantar con pasión.
Tenía una voz hermosa que no contrastaba mucho con su casi siempre tono rudo y áspero. Era realmente impresionante, y no solo eso, ya que presto atención a dos cosas muy importantes en su amiga. Lo primero fue lo que estaba cantando, y era claro que tenía razón, ya que su amiga aún tenía remordimiento de su vida pasada, queriendo encontrar una redención para ello. Y aunque ella no lo supiera, ya la tenía, pues había hecho tanto por el clan Son y por su gente, así como por Konoha, que no podía permitirle seguir cargando con esa culpa. Oh al menos si aún lo sentía así.
Ya que esa fue la segunda cosa que noto, que entre más avanzaba su canción, esa pequeña oscuridad que existía en ella, comenzaba lentamente a desparecer a la vez que el resto de su energía se armonizaba a la perfección, tanto como nunca lo había logrado antes.
Tayuya aun llorando en el pecho de su amigo, sintió por primera vez desde que podía recordar una tranquilidad y paz en su interior completamente indescriptible. Ya no sentía que cargara con ese dolor que la atormentaba. Y aun sin saberlo, una pequeña sonrisa se formó en sus labios, ya que finalmente, después de tanto, ella se había perdonado a sí misma.
Dejando todo su pasado justo donde debería estar, en el pasado. Permitiéndole seguir hacia adelanta, hacia un futuro más esperanzador, uno que le permitía poder alcanzar sus sueños de la forma correcta, junto a sus amigos, junto a su familia.
Con un final así, cualquiera podría llorar... ¡¡¡SI, CUALQUIER!!!
Este es por mucho, uno de mis capítulos favoritos, ¿Por qué? Se estarán preguntando, ¡¿Por qué?! Por Tayuya mi gente, por esa lunática pelirroja boca suelta, ¡¡¡por ella es que este capítulo es tan hermoso!!! Pero eso se aclara en las curiosidades, primero pasemos a contar algunas cosas.
Ahora, primero que nada y antes que todo, quiero darle las gracias a @Fataladicto por haber creado tan hermoso dibujo. Porque en serio, puedo describir la escena más hermosa de todas, pero una hermosa imagen dice más que mil palabras. Y queda claro que es cierto, porque neta, ¿ya vieron la imagen? ¡¡¡ES HERMOSA!!!
Así que si quieren ver más imágenes como la que acaban de presenciar, pueden pasar directamente a su cuenta, pues él está publicando dos historias con dibujos igual de hermosos, donde su manera de narrar eventos es a través de imágenes tipo manga, lo cual le da un toque muy especial y único. Así que espero que vayan y voten en su historia y ya de paso comenten que van de mi parte.
Aunque es bueno comentar que si les gusto el capítulo, recuerden votar y compartir, que es algo muy importante para que esta historia siga creciendo, y ya de una vez, podrían seguirme, no sé, a lo mejor a un no lo han hecho, tal vez se les olvido. Yo ya olvidé que comí ayer, a todos nos pasa, se nos olvidan cosas xp
Bueno, como muchos sabrán, me estoy tomando mi tiempo, dada una difícil y larga temporada de problemas en mi vida personal, la cual se pondrá muy ajetreada en los próximos meses. Pero eso no viene acaso, ya que el capítulo cuenta con más de 30000 palabras, en específico antes eran 30486, pero luego agregó unos cuantos diálogos más unas escenas y cosas así y pues ya la neta me dio hueva volver a ver cuántas eran.
Pero son muchas!!! En serio tengo que aprender a controlarme, ya es casi ridículo xD pero aun así el capítulo en verdad que quedo hermoso, y no solo eso, se revelaron muchas pero muchas cosas interesantes, que para aquellos que leen con detalle y están atentos a esos pequeños diálogos o detalles, ya se estarán volviendo locos al intentar descubrir de que va la cosa.
Pero antes de pasar a las curiosidades, quiero recordarles que para aquellos que quieran apoyarme para poder salir más rápido a flote de mi desastrosa situación, pueden hacerlo mediante mi Patreon, donde subo los capítulos mucho antes y no solo eso, ya que también cuentan con avances exclusivos, así como portadas muy buenas y otras cosas por el estilo, créanme que con que me apoyen con un solo dólar es más que suficiente para mí y me ayudan de forma gigantesca. En verdad espero poder contar con su apoyo.
Bueno, ahora sí, pasemos a las curiosidades de este capítulo que hizo llorar a más de uno, donde por cierto, si no lloraste... pues lamento decírtelo amigo o amiga... ¡Pero no tienes corazón! ¡Eres un monstruo! Ok no XD Pero si, que no lo hayas hecho es algo raro.
¡Comencemos!
La piedra Uchiha es uno de ellos tesoros más antiguos, sagrados (y convenientes y deus ex machina) que alguna vez pudieron tener. Contando los secretos de los Uchiha para aquellos que han logrado liberar el kekkei genkai de dicho clan el Sharingan, donde no solo eso ocurre, pues dicha piedra también cuenta más para aquellos que tienen el Mangekio Sharingan.
Mikoto ha logrado descifrar algunos secretos gracias a la evolución de su Doujutsu, pero aun así es incapaz de poder revelar todos sus secretos. Donde dada su trágica historia con su primogénito, no ve conveniente que esa tabla siga existiendo, dada la codicia que puede colocar en futuros miembros.
Guiándolos en un camino de sangre y traición. Ya que recuerden que el Mangekio Sharingan es una evolución que no todos pueden poseer sin importar cuanta gente importante para ellos pierdan o asesinen, simplemente no es algo tan fácil de obtener.
Y esto Mikoto lo sabe a la perfección donde su forma de pensar al ahora ser la líder de su clan, es una donde no quiere secretos, no quiere una tabla tétrica que exprese tan mal la forma en la cual se obtiene la evolución de un Sharingan, por eso quiere destruir la tabla ya que si va hacer las cosas bien, debe de haber una mejor manera de revelar los secretos del Sharingan a su clan.
Donde, siguiendo con ella, a pesar de ser muy poderosa, no lo era tanto como para ir en contra de todo su clan, por ende se vio forzada a casarse con Fugaku a pesar de que no lo amaba. Ya que para la prosperidad y fortaleza del clan, los más fuertes debían casarse, donde su labor era exactamente la mencionada, dar a luz a futuros hijos poderosos.
Ya que recuerden, ser poderosa no te vuelve automáticamente todopoderosa en tu clan, ese es el caso con Mikoto, donde su clan está regido por el poder, pero un poder donde otros lo pueden manejar a su antojo.
Ahora una cuestión muy curiosa es sobre Kushina, en todo el manga se hizo mención que es muy fuerte, agresiva y sobre todo muy poderosa... pero ¿alguna vez la vimos luchando de adulta? Tristemente no, mismo caso en otros fics, no digo que todos, pero la gran mayoría donde Kushina está viva, la dejan igual como la ama de casa sin darle un trasfondo a su vida ninja.
Pero no aquí, no mi gente, porque cuando llegue la hora de brillar de Kushina, se van a quedar boquiabiertos de lo badass que ella es, porque no solo tiene sus cadenas de diamantina, oh pero claro que no, Kushina tiene un gran arsenal de técnicas y movimientos en su arsenal que la vuelven más que sobrecalificada para el título de Hokage.
Digo, no cualquiera puede elegir su título de ninja, ya que estos son honoríficos que se les da por sus proezas, dados por sus aldeas o por sus enemigos, tener un título es significado de ser uno de pocos ninjas que por sí solos son una amenaza para muchos.
Y que a Kushina no le gustara el título que le pusieron y en vez de conformarse, fue moliendo a golpes a sus enemigos para dejarles en claro cuál era el título que ella quería y seguir así con cada gran aldea ninja hasta que lo consiguió, no es poca cosa.
Pero no hablemos del futuro que luego se arruina, hablemos del presente. Hablemos de política, más específicamente del poder político que ahora representan Naruto y Sasuke. Ya que tal y como lo está contemplando Danzo, es como está ocurriendo realmente.
Los hermanos Son se están haciendo de un poder muy grande y no precisamente por su Ki, las alianzas que han logrado, las personas que han inspirado o cambiado con su valentía, e igualmente la gente que han protegido con sus vidas, ahora los ven tal y como lo expresa Satsuki: "son los héroes de Konoha".
Tales acontecimientos están poniendo demasiado nervioso a Danzo, se están volviendo muy poderosos políticamente hablando, ya que cuentan con el puesto del clan más poderoso y a su vez con el apoyo de gente en puestos muy importantes, ya no solo se trata de la fuerza bruta.
Sabe bien que aun teniendo su poder, no cambiaría mucho si las cosas siguen el camino que están tomando. La gente no busca el poder solamente, buscan un ideal al cual seguir, y los Son están influenciado a demasiada gente. Pero esto no está ni remotamente cerca de acabar, si bien me gustaría expandir este punto, se ira revelando a lo largo de los capítulos y en un capítulo específico de este tema a discutir en el consejo de Konoha.
Natsumi y Menma, estos dos me encantan por la evolución que han tenido como personas y como personas no son perfectos, caminan, tropiezan, se levantan y vuelven a caer, pero no dejan de intentarlo. Pasaron de ser idiotas arrogantes, a unos prodigios arrogantes, a prodigios derrotados y humillados, volviéndose más humildes y finalmente volviéndose un tipo analítico, seguro de sí mismo, bromista y todo don juan (Menma) y una alegre, hiperactiva, burlona y decidida (Natsumi).
Como se ha dicho, tienen miedo de no estar a la altura de las expectativas de su hermano mayor. Pero cuando están con él, se dan cuenta que lo único que necesitan para poder estar un paso más cerca de volver a considerarse hermanos, es ser la mejor versión de sí mismos.
Donde ahora ambos han pasado por una nueva evolución en sus personas, el abandono de la profecía con la cual crecieron. No quiero dármelas de muy chingon, pero aquello que están pensando sobre la profecía y lo que puede ocurrir con respecto a la misma, no es, ni de lejos, pueden intentarlo pero van a fracasar. Pero quien sabe, quizás alguno tenga la razón, veamos quien le atina xD
Primero por partes, Natsumi y Menma crecieron bajo la ideología de estar destinados a ser quienes salvarían al mundo, dada una profecía no muy específica. Esa profesión fue la que los inspiro a mejorar constantemente a volverse en extremo poderosos aun a pesar de ser prodigios. Pero también rompió a su familia, los hizo arrogantes que se consideraban invencibles.
Ahora se han dado cuenta de lo que les ha quitado, de que pueden ser más que solo una profecía, y no es que de un segundo a otro ya decidieran dejarlo. Porque ojo, ellos ya eran conscientes desde hace mucho de lo que la profecía les hizo y de lo que les quito, pero la verdadera razón por la cual decidieron abandonar dicha filosofía no fue por la voluntad de Naruto, fue la de sus padres, como ya se ha visto, ambos admiran a sus padres al punto de que son aquello a lo que quieren aspirar a llegar a ser algún día y con suerte superarlos, sus padres significan mucho para ambos y fue el pequeño empujón que necesitaban para olvidarla, no solo por sus padres, sino por ellos mismos.
Y lo segundo es, que tanto Kushina como Minato, pasaron de tener fe en dicha profecía a una aberración a esta, especialmente Kushina, todo parece indicar que la revelación de dicha profecía hacia Naruto, trajo consigo una revelación que los hizo cambiar fuertemente de postura.
Y ahora sí, el final y OMG, pero que final!!! En serio lo diere una vez más, si no lloraste, eres un monstruo!!!
Tayuya es, sin lugar a dudas, mi personaje favorito de este fic. La evolución que ha tenido, el trasfondo de su historia, sus problemas emocionales y principalmente la manera en la que los afronta, sus miedos, miedos muy humanos que te hacen empatizar con ella al instante, porque sin importar lo poco que nos importe la opinión de los demás, sus miradas o sus comentarios "incluso los pequeños detalles, tienen peso y, al juntarse muchos, ese peso puede aplastarte."
Y ella sí que lo sabe bien, poco a poco se ira desenvolviendo este asunto y se comprenderá la profunda relación que tienen ella y Sasuke, de porque su gran amistad y confianza. Donde a través de una canción ella pudo soltar su dolor y finalmente hacer lo que es más difícil, perdonarse a sí misma. Dando un paso decisivo para volverse una Son.
Y solo por si alguien tiene la duda, la canción es de "Nier Automata: Weight of the world" letra que queda perfecta en Tayuya.
Si, creo que eso terminaría por cubrir los aspectos más destacables de todo el capítulo. Espero en verdad que les haya gustado y si es así, recuerden votar ya que es un buen medidor para saber que les está gustando el progreso de la historia e igualmente ayudan al crecimiento de la misma, al igual que ayudarían mucho si comparten la historia para que llegue a más personas. Y de esta manera yo sienta ese apoyo y me motiven a continuar con la historia. sin nada más que decir, nos vemos en otro capítulo, hasta luego raza!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top