El deseo de un corazón herido
Hotel de Tanzaku casi medio día
Shizune se levantó del suelo con un fuerte dolor en su abdomen, sentándose en el suelo, comenzó a hacer memoria de lo ocurrido y del porque se encontraba tirada en el suelo de su cuarto de hotel. Recordó como después de que su maestra llegara muy ebria en la noche después de hablar a solas con el Sannin de los Sapos, ella comenzó a cuestionarla sobre la decisión que tomaría con respecto a la oferta de Orochimaru.
Flashback
La pelinegra se encontraba en su cuarto de hotel, con ventana a la calle y con dos camas, una para ella y la otra para su maestra rubia, la cual estaba de pie y dándole la espalda a su aprendiz, la cual aun de espaldas podía ver como tenía la mirada baja
- Lady Tsunade ¿Sobre mañana? Por favor dígame que no ira – dijo Shizune con seriedad y con el ceño fruncido, pues no quería que su maestra ensuciara la memoria de sus seres queridos al aceptar la oferta del Sannin traidor.
Tsunade no respondió, en cambio solo la miro por encima de su hombro con seriedad, pero Shizune se pudo dar cuenta de la falta de brillo en sus ojos al igual que la de emociones, frunció el ceño en enojo por eso, pues su silencio era demasiado preocupante.
- ¡Responda! ¡Necesito saber! – exclamo Shizune con un enojo apenas contenido – porque si usted acepta... - no pudo continuar ya que fue interrumpida por su maestra.
- ¿Qué harías? – pregunto Tsunade de forma fría, mientras se daba la vuelta para estar frente a su aprendiz pero aun así no despejo su mirada del suelo.
- La detendría a cualquier costo, incluso del de mi propia vida – respondió Shizune con seguridad – sé que la oferta es muy tentadora, pero no por eso es algo correcto, por eso usted no está pesando correctamente las cosas, incluso aposto su collar contra un niño que paro una invasión y dejo en un estado lamentable a Orochimaru, por favor Lady Tsunade ¡Piense en lo que su hermano y mi tío hubieran querido para usted! – agrego esperanzada de hacer entrar en razón a su maestra.
- ¿Acaso se te olvido con quien estás hablando? – cuestiono Tsunade levantando la mirada con enojo.
En un movimiento rápido la Sannin apareció frente a su aprendiz, conectándole un fuerte golpe en el estómago y luego darse media vuelta para salir de su habitación, escuchando detrás de ella como el cuerpo de la pelinegra caía al suelo inconsciente, cuando salió del hotel comenzó a caminar sin dirección bajo la fría noche, mientras miraba su mano derecha en la cual tenía su amado collar.
Fin del Flashback
La pelinegra al recordar los eventos de la noche anterior, de inmediato se puso de pie, lista para salir corriendo en busca de su maestra, pero apenas abrió la ventana de su habitación y estando lista para saltar, un kunai pasa por enfrente de su rostro, se puso en alerta y lista para pelear, solo para llevarse una gran sorpresa al ver que el arma fue lanzada por el Sannin de los Sapos, el cual estaba apenas de pie y consciente, estaba sudando y jadeando con cansancio.
- ¿Pe... pero que le pasa? – pregunto Shizune aun un poco sobresaltada por casi ser asesinada.
- Esa maldita... me traiciono – dijo Jiraiya con un cansancio insoportable.
La pelinegra, de inmediato salto la bandilla del balcón de su habitación y ayudo al Sannin a recargarse en la pared, estaba confundida, como era posible que estuviera en ese estado, estaba realmente confundida, primero su maestra la deja fuera de combate, para después ver como en ese estado al peliblanco.
- Tu maestra es una zorra – dijo Jiraiya viendo fijamente a la pelinegra – anoche debió drogarme con algún tipo de medicina, mi cuerpo está cansado y no puedo moldear Chakra, esto es humillante.
- Jamás imagine que fuera capaz de esto – hablo Shizune con pesadez en su voz – sé que tiene muchas preguntas, pero no podemos perder el tiempo, debe seguirme, se lo explicare todo en el camino – pidió desesperada mientras se ponía de pie.
- Supongo que no tengo opción – dijo Jiraiya de forma seria mientras que se levantaba débilmente – vámonos.
- También debería venir Naruto, nos vendría muy bien su ayuda – sugirió Shizune recordando la fuerza del Son.
- Esa es una muy buena idea, es una lástima que no sepa donde esta – dijo Jiraiya ganándose una mirada confundida de la pelinegra – ese chico se perdió en el bosque después de que tu señora apostara con él, dijo algo de tener que perfeccionar una técnica – informo con algo de molestia – pero no importa con nosotros deberá bastar por ahora, vámonos – ordeno no queriendo perder más tiempo.
El Sannin y la pelinegra de un salto, se dirigieron a toda velocidad al lugar donde se encontraba el ahora demolido histórico castillo del pueblo, mientras que la pelinegra, ponía al tanto al Sannin de la oferta del Orochimaru de traer de regreso al hermano y novio de su maestra a la vida, si ella curaba sus brazos, donde después de que ambos cumplieras sus respectivos partes del trato, el Sannin traidor destruiría por completo Konoha, donde el Jiraiya se puso realmente serio, pues si su antigua amiga y amor de joven, estaba dispuesta a colaborar para la destrucción de su Aldea, no le dejaba otra alternativa que matarla, tanto a ella como a su antiguo mejor amigo, la cuestión era el ¿Cómo? Su cuerpo estaba aún muy cansado y le tomaría mucho tiempo para eliminar la droga de su sistema, solo esperaba que la fuerza que pudiera recuperar hasta encontrarse con sus antiguos compañeros fuera la suficiente.
Afueras del Pueblo Tanzaku
El Son rubio se encontraba despertando de un profundo sueño en medio del bosque, casi toda la noche se la paso entrenando al punto de casi agotar sus reservas de Ki, frunció el ceño al abrir sus ojos y ser recibido por los fuertes rayos del sol, puso una mano sobre su rostro, para luego sentarse y soltar un gran bostezo, y cuando su vista se aclaró, pudo ver la zona a su alrededor, donde hace una hora había varios árboles, ahora solo había varios surcos enormes de tierra que apuntaban a varias direcciones sin ningún orden aparente, varios troncos de árboles hechos pedazos y regados por todas partes, el rubio rio nerviosamente ante la vista tan lamentable en la que había vuelto tan hermoso bosque.
- Jeje creo que me pase – dijo para sí mismo mientras se rascaba la nuca – nunca imagine que para poder realizarlo tendría que concentrarme tanto, hacerlo con tal cantidad de Ki en verdad lo vuelve difícil y me deja muy vulnerable – murmuro mientras se ponía de pie de un salto.
Naruto estaba muy concentrado en cómo solucionar el problema presente en su técnica, pero un fuerte ruido proveniente de su estómago lo saco de sus pensamientos, pues ya era casi medio día y no había comido nada en absoluto, sabiendo que no llegaría a nada con el estómago vacío, emprendió vuelo a toda velocidad hacia el pueblo para comer hasta estar satisfecho.
Con Tsunade
La Sannin medico se encontraba frente a su antiguo compañero de equipo el cual vestía sus clásicas ropas, tenía una sonrisa victoriosa en su muy notable cansado rostro, con lentitud el Sannin levanto sus adoloridos brazos, luchando con el dolor que provenía de ellos para no mostrarse débil. Tsunade miro los brazos vendados de Orochimaru, para después comenzar a derramar lágrimas, pues los hermosos recuerdos de su hermanito y su amado venían con fuerza a su mente, deseaba con todo su corazón poder tenerlos una vez más, de escucharlos, de abrazarlos, de sentirlos, de ver sus hermosas sonrisas. Sonrió ante los recuerdos, para luego poner un rostro triste y canalizar Chakra en sus manos, que eran envueltas por un Chakra azul, procedió a acercarse a los brazos de su antiguo compañero el cual sonrió con más fuerza. Y sin previo aviso, ambos Sannin se separan de un salto, esquivando un kunai, ambos dirigieron su mirada hacia un árbol y miraron a Kabuto, el cual de un salto, aterrizo a espaldas de Orochimaru.
- Conque así están las cosas, después de todo lo que te ofrecí ¿estuviste dispuesta a traicionarme, Tsunade? – pregunto Orochimaru con el ceño fruncido en enojo.
- Como ninja médico, vi que estabas aumentando tu Chakra para un ataque – informo Kabuto con seriedad.
- Eres una mal agradecida y yo que estaba dispuesto a cumplir tu más grande sueño, por suerte, siempre puedo confiar en Kabuto – comento Orochimaru con molestia.
La Sannin no dijo nada, solo miraba a su antiguo compañero y al chico de jafas con el ceño fruncido en molestia, que lentamente se convirtió en un rostro triste.
- Aunque sabía lo que harías cuando te curara tus brazos... la posibilidad de verlos de nuevo, de tenerlos cerca una vez más – hablo Tsunade mientras lágrimas de tristeza salían de sus ojos y recorrían sus mejillas – y pensar que estaba dispuesta a sacrificar todo, solo por verlos una vez más, de sacrificar a la Aldea y a todos sus habitantes, me cegué por el mismo amor que tanto les tuve – continuo ahora apenas pudiendo contener el llanto – pero ver a ese chico, sus palabras me hicieron recordar el sueño que compartían y por el cual dieron sus vidas y que yo estuve a punto de aplastar – finalizo, mientras los recuerdos venían a su mente.
- "Yo soy el nieto del Hokage, para el abuelo esta aldea lo era todo, por lo cual voy a cuidar muy bien de ella" – dijo Nawaki con una gran sonrisa.
- "Quisiera guiarlos para construir un mundo mejor que este, es el sueño que tengo desde que mi hermana murió, por esa razón sigo adelante" – dijo Dan con una sonrisa determinada.
- "yo lucho para superar mis propios límites, para proteger a mis seres queridos y algún día, yo seré Hokage, esa es mi meta" – dijo Naruto con seguridad.
- "El ser Hokage es mi sueño" – dijeron Nawaki, Dan y Naruto, al mismo tiempo con grandes sonrisas en sus rostros.
- Entiendo – dijo Orochimaru frunciendo aún más su ceño – si no lo quieres por las buenas, no me dejas otra opción que usar la fuerza.
Tsunade solo limpio sus lágrimas, aun teniendo muy presente la determinación de las dos personas que amo con todo el corazón y la de ese mocoso rubio, su rostro triste lentamente se fue tornando en uno de molestia y determinación, cuando abrió los ojos, salió corriendo contra ahora, sus oponentes, dio un salto y levanto su pierna izquierda lo más que pudo, para luego bajarlo en una patada descendente, la cual Orochimaru y Kabuto, apenas y lograron esquivar, dando un fuerte salto hacia atrás, la patada de la Sannin fue tan poderosa, que causo un enorme estruendo creando un enorme cráter, luego miro hacia arriba y vio a sus oponentes de pie en una muralla, se retiró su chaqueta verde para después salir corriendo para destruir la muralla donde estaban parados esos dos.
- No crea que será tan fácil, aún tiene que acabar conmigo para llegar a Orochimaru-sama – dijo Kabuto de forma seria.
- No me importa, de hecho, será un placer matarlos a ambos – informo Tsunade soltando un fuerte puñetazo derecho a la muralla, solo para ver como estos vuelven a saltar.
- Veo que no ha perdido nada de su fuerza, no te ira nada bien si te golpea – dijo Orochimaru aterrizando en la rama de un árbol.
- Este lugar es muy estrecho, además, estamos llamando mucho la atención, esto se complicará si ellos aparecen – comento Kabuto con una gota de sudor recorriéndole la mejilla.
- ¿Un cambio de escenario? – pregunto Orochimaru viendo a su discípulo.
- Si, creo que eso sería lo mejor – respondió Kabuto viendo como la Sannin saltaba para atacarlos una vez más.
Tanto Orochimaru como Kabuto, comenzaron a saltar de entre árboles o murallas, para alejarse lo más posible del pueblo, siendo seguidos de cerca por Tsunade, que no perdía tiempo y solo se abría paso, destruyendo todo aquello que le estorbara en el camino, estaba determinada a matar a esos dos, no solo por ser una amenaza para la Aldea, sino porque ellos mismos habían vuelto las cosas muy personales al meterse con el recuerdo de sus dos seres amados y con su antiguo sensei.
Suna – residencia de los hermanos del desierto
El hogar de los tres hermanos era, como todas las demás construcciones en el pueblo, de una estructura simple y dando la impresión de estar hechos de arena, si había algo en lo cual se diferenciaba era que su hogar era un poco más grande que las demás casas que estaban por la zona, ya que contaba con un segundo piso, pues era el hogar de su, ahora, difunto padre.
Kankuro estaba en la mesa de la sala del segundo piso trabajando en sus marionetas, tenía su propio taller para ello, pero prefería hacerlo en la sala pues era donde se encontraban sus hermanos, donde la rubia estaba en el sofá, leyendo un par de pergaminos, algunos sobre nuevas catas de combate cuerpo a cuerpo o de Ninjutsu de elemento aire, mientras que el pelirrojo, bueno, él estaba de pie frente a la ventana de la sala, mirando la Aldea sin decir nada, tanto su hermana como él notaron que desde su regreso, su hermanito hacia eso todos los días por mucho tiempo, también lo notaron más tranquilo, pero aun sostenía su actitud seria, pero podía decir con facilidad, por las pocas veces que el pelirrojo se acercaba a ellos para preguntar que estaban haciendo, que estaba haciendo su mejor esfuerzo para mejorar su relación como hermanos, a lo cual el marionetista no pudo evitar sonreír.
Temari que leía el pergamino con calma, no pudo evitar fruncir el ceño en frustración, pues ya era la segunda o tercera vez que leía ese maldito pergamino y aún seguía sin poder retener nada, pues su mente constantemente divagaba en el nuevo estado de su hermanito, pues no podía evitar sentirse feliz, pues ahora que ya no era atormentado por su Biju, al fin podía dormir, donde un par de veces lo vio en la sala sentado en el sofá sumergido en un sueño profundo, aun le era extraño verlo en ese estado, pero siempre sonreía al verlo así y siempre lo cubría con una manta para que no tuviera frio, pues al verlo tan tranquilo no tenía el corazón para despertarlo.
Otra cosa que ocupaba los pensamientos de la rubia, era cierto rubio de Konoha, aun recordaba como su dura mirada se clavaba en ella, y aún más la mirada de tristeza que pudo ver de reojo cuando se tuvo que ir de Konoha, cuando un Jonin apareció a su lado y le dijo que por seguridad tenían que retirarse, pues aún eran enemigos de la Hoja por lo que hicieron, ella en verdad no quería irse, pero tuvo que pensar en el bien de sus hermanos y de lo que les pudiera pasar si se quedaba. La rubia cerro los ojos e intento apartar todos esos pensamientos de su mente, solo para comenzar a sonrojarse al recordarse a ella misma en brazos del rubio sobre el cielo, con el atardecer de fondo.
- Qué bueno que los tres se encuentras aquí – hablo Baki entrando a la sala viendo a sus tres alumnos.
El Jonin después de rogar perdón a sus alumnos por sus deshonrosas acciones durante la invasión a Konoha, les prometió que nunca más acataría órdenes a ciegas, pues de ahora en adelante, velaría por la Aldea y por ellos, por encima de cualquier otra cosa, donde pudo lograr ganarse un poco la confianza de sus alumnos, los cuales ahora lo miraban confundidos, pues era extraño que el apareciera sin avisar, bueno solo dos, pues el pelirrojo seguía mirando la Aldea.
- Baki-sensei ¿Qué lo trae tan de repente? – pregunto Temari con calma, pues las acciones de su sensei en verdad demostraron que estaba arrepentido por lo cual le dio una segunda oportunidad.
- Lamento aparecer en su hogar sin avisar, pero tengo importantes noticas con respecto a Konoha – respondió Baki con tranquilidad, ganándose la total atención de sus alumnos, incluido el pelirrojo que giro para mirarlo – hoy mismo recibimos noticias del Cuarto Hokage con respecto a nuestro mensaje que explicaba la situación en la que fuimos engañados, el Hokage entiende lo ocurrido y está dispuesto a firmar un nuevo tratado entre nuestras Aldeas para continuar como aliados.
Los tres Genin abrieron los ojos en sorpresa ante la noticia, pero ninguno más que la rubia, que no pudo evitar sonreír de felicidad, pues tal vez podía regresar a Konoha y explicar todo lo ocurrido a su rubio alegre y con suerte, aun podía arreglar las cosas, pero sus pensamientos son detenidos al escuchar hablar a su sensei de nuevo.
- En unos días enviaremos a tres de nuestros ninjas como mensajeros, para que hablen frente al consejo de Konoha y dictaminar los acuerdos más sensibles de la nueva alianza, y tú eres parte de ese grupo Temari – informo Baki viendo como su alumna abría los ojos en sorpresa.
- ¿Temari? ¿Porque ira ella? Es muy peligroso, si las cosas no salen bien, pueden tomarla como rehén – cuestiono Kankuro alarmado de que algo le pudiera pasar a su hermana.
- Me ofrezco para ir en su lugar – hablo Gaara ganándose la mirada sorprendida de sus hermanos y su sensei – Kankuro tiene razón es peligroso, cuento con que Son Naruto la protegerá si algo malo ocurre, pero aun así, si alguien se pondrá en un posible peligro, prefiero ser yo – concluyo con su clásica actitud seria, pero por dentro estaba realmente preocupado de que algo malo le pasara a su hermana, el preocuparse por alguien que no fuera el, era un sentimiento extraño, pero agradecía aun tener algo de humanidad para poder hacer eso.
Temari se sonrojo por la declaración de su hermanito, por un lado estaba feliz que sus hermanos la quisieran proteger, pero sonrojada de que el pelirrojo pensara que ella y el rubio ya eran algo oficial, pero antes de que pudiera hablar, su sensei lo hace primero.
- Comprendo sus preocupaciones chicos, pero créanme, Konoha está molesta con ese maldito de Orochimaru tanto como nosotros, pero debido a que Temari pudo abrirnos los ojos a tiempo y que la Hoja no sufriera tanto en cuanto a vidas perdidas, están dispuestos a una negociación sin trampas o algo por lo cual preocuparse – informo Baki de forma tranquila, pues comprendía bien los miedos de sus alumnos y aunque fue el mismo quien propuso a la rubia, nunca lo hubiera hecho si fuera algo peligroso para ella.
- Pero ¿Por qué Temari? – pregunto Kankuro ya un poco más tranquilo.
- Debido a que fue ella quien dio el discurso que le abrió los ojos a nuestros camaradas y el hecho de que fue vista por muchos ninjas de Konoha – respondió Baki obteniendo un asentimiento de su alumno que comprendido de inmediato – además – continuo hablando, solo que ahora desviando la mirada un poco apenado – la relación de Temari con el joven Son, quien ahora es el héroe de su Aldea, podría hacer que ese joven nos apoye si las cosas se tornan complicadas.
Temari abrió los ojos en shock por eso, para luego fruncir el ceño molesta por intentar usarla de tal manera, hasta que se dio cuenta de lo que su sensei estaba insinuando, una vez más, una vez más estaban dando por hecho que ella y el rubio eran algo, donde aun con su rostro molesto, se volvió a tornar de un rojo bastante fuerte, pues aunque no le gustara porque fue elegida, era una oportunidad perfecta para ir directamente hacia el rubio. Kankuro tenía la mandíbula por el suelo, ya que conocía el carácter tan volátil de su hermana y sabía que decir tal cosa la haría enojar, pues no estaba seguro de que a su agresiva y casi siempre molesta hermana le gustara el rubio, pero cuando la vio sonrojada y sin decir una palabra en contra de las palabras de su sensei, sus ojos se pusieron en blanco por la sorpresa.
- Jeje quien lo diría – hablo Kankuro con una sonrisa enorme en su rostro parándose al lado de su hermano y pasar su brazo alrededor de su cuello, ganándose la mirada confundida de todos - nuestro cuñado será un rubio, yo creo que está bien, después de todo es un chico muy fuerte, ¿tú qué opinas Gaara? – pregunto viendo a su hermano sin perder su sonrisa, para luego mirar la cara en shock de su hermana.
- Voy a matarte – murmuro Temari con varias venas sobre su cabeza, mientras se tronaba los nudillos lista para aplastar a su hermano, no había manera de que lo dejara ileso por atreverse a burlarse de ella de esa manera, estaba molesta por no tener su abanico, pero ya se las arreglaría sin él.
- Yo – hablo Gaara haciendo detener el caminar peligroso de su hermana mayor e involuntariamente salvándole la vida a su hermano mayor – no estoy seguro si tengo el derecho, pero... lo apruebo – declaro con seriedad.
Gaara respetaba al rubio, no solo por su poder, sino por lo que hizo por él, demostró ser alguien de buen corazón con una fuerte determinación, si su hermana mayor quería estar al lado del rubio, no se lo impediría, de hecho, apoyaría su relación, pues aún tenía mucho que enmendar como hermano, y aunque se prometió cuidar a sus hermanos de todo y de todos, el Son estaba fuera de la lista, pues podía confiar en que el cuidaría a su hermana con todo lo que tiene y muy posiblemente la haría feliz.
Tan metido estaba el Jinchuuriki en sus pensamientos que no noto las miradas en shock de su hermano y su sensei, pues nunca se imaginaron una respuesta como esa, pero el primero en salir de la impresión fue el marionetista, el cual sonrió aún más que antes, para luego levantarle el pulgar a su hermana rubia, la cual estaba de nuevo sonrojada hasta las orejas, su cuerpo temblaba por la pena, la vergüenza, el enojo y la confusión, ¿Cómo era posible que sus hermanos ya aprobaran al rubio sin que aun fueran algo? De Kankuro lo comprendía, pues aunque siempre lo golpeaba por sus bromas, nunca dejaba de hacerlas, pero que Gaara lo hiciera, en verdad la tomo por sorpresa, como pudo se dio media vuelta, e intento caminar de forma normal hasta su cuarto, dejando a los varones solos en la sala que se miraban confundidos, sin entender bien que había pasado, cuando llego a su cuarto, cerro con seguro la puerta para luego aventarse a su cama, enterrando su rostro rojo como un tomate en su almohada.
- "Ellos lo aprueban" – pensó Temari abrazando con fuerza su almohada – "si Naruto me perdona, entonces... nosotros podríamos... sin objeción de nadie..." – continuo, sintiendo como su corazón latía con tanta fuerza que juraría que se saldría de su pecho.
Afueras del Pueblo Tanzaku
En un prado se encontraban Tsunade algo agitada frente a Orochimaru que le sonreía con división y Kabuto que estaba jadeando de cansancio, los tres ya llevan un tiempo en una persecución, con el Sannin traidor y su discípulo huyendo de la Sannin que cada vez que los tenía cerca lanzaba poderosos golpes que destruían la zona a su alrededor, después de que Kabuto comiera una píldora de alimento y lograra tomar por sorpresa a la Sannin, este corto la circulación de Chakra de del brazo y muslo derecho de Tsunade, para que no pudiera usar su monstruosa fuerza, fue ahí cuando bajo la guardia y recibió un poderoso golpe en su nuca por parte de la Sannin, que al convertir su Chakra en electricidad, logro hacer un corto circuito en su sistema nervioso, haciendo que su cuerpo no le responda con eficacia.
- "No tengo mucho Chakra, pero tengo que hacer lo que pueda" – pensó Tsunade mientras colocaba su mano en su pecho y aplicaba algo de Ninjutsu médico.
"Es difícil, pero si logro descubrir que mueve que" - pensó Kabuto moviendo cada parte de su cuerpo, intentando descubrir y memorizar, los movimientos esporádicos de su cuerpo – ¡Lo tengo! – exclamo tomando un kunai y salir corriendo en contra de la Sannin que lo miraba en con los ojos bien abiertos por la sorpresa.
Kabuto ya estaba justo sobre la Sannin con su arma en lo alto y listo para causarle una herida enorme en su cuerpo, mientras que Tsunade solo miraba impresionada, pues nunca se imaginó que su oponente se pudiera recuperar tan rápido, cuando el arma estaba por clavarse en el cuerpo de la Sannin, un bomba de humo es lanzada en medio de ambos, creando una explosión, que hizo retroceder al par de ninjas médicos, cuando el humo se disipo, se dejó ver, para la molestia del Sannin traidor, a Shizune y a Jiraiya , todo bajo la mirada sorprendida de Tsunade.
- Vaya, mira nada más, ¿Cuánto tiempo sin vernos Jiraiya? – pregunto Orochimaru con una sonrisa cansada y molesta.
- Mucho tiempo, solo que la última vez que te vi, estabas en un mejor estado – respondió Jiraiya con burla, pero antes de que pudiera hacer algo, es empujado por su antigua compañera de equipo, y debido a su mal estado, cayo de lleno en el suelo.
- ¡Nadie los llamo, ni se les ocurra entrometerse, yo puedo encárgame de estos dos sola! – rugió Tsunade corriendo para atacar al chico de anteojos.
Kabuto como podía esquivaba los golpes frenéticos de la Sannin, mientras daba varios pasos hacia atrás, intentando tomar distancia, pero su cuerpo aun le fallaba por lo cual le fue imposible esquivar una patada a sus cotillas derechas que lo mando a estrellarse contra una roca, viendo que la Sannin una vez más arremetía contra él, sin darle un segundo de respiro, toma un kunai de su bolsa y a escasos centímetros de recibir un fuerte puñetazo en su rostro, se clava el kunai en el dorso de su mano, salpicando a la mujer con su sangre. Tsunade se paralizo de miedo al ver como su manos y pecho estaba cubierto de sangre, y sentir el líquido caliente en su rostro también, su cuerpo comenzó a temblar de miedo, mientras inconscientemente daba varios pasos hacia atrás, su respiración se volvió entre cortada, pues le era difícil respirar.
- ¡Jamás pensé que podría acabar con uno de los Legendarios Sannin! – grito Kabuto con una sonrisa arrogante, mientras golpeaba a la Sannin con tal fuerza en su rostro que la mando directo a su aprendiz.
- Lady Tsunade – dijo Shizune atrapando a su maestra en brazos, la ayudo a sentarse en el suelo, mientras la cubría con su abrigo verde – "Jamás la había visto así" – pensó preocupada al ver el cuerpo tembloroso de su maestra, mientras tomaba un pañuelo de entre sus ropas y limpiaba su rostro cubierto de sangre.
- Shizune, te dejare tomar venganza por lo ocurrido a Tsunade, encárgate de ese cuatro ojos – hablo Jiraiya, llamando la atención de la pelinegra – yo me encargare de Orochimaru – agrego con una sonrisa cansada – "Estoy apenas en un 30% de mi capacidad y Orochimaru no puede usar sus brazos y está cansado... jeje será una pelea igualada" – pensó con algo de diversión.
Kabuto salto para estar al lado de Orochimaru, mientras tomaba algo de su sangre de la herida que se causó y levantaba la manga del brazo derecho de su señor, para pasar la sangre por el sello de invocación que tenía tatuado, Jiraiya que vio esto, procedió a morderse el dedo pulgar, para luego trazar sellos de mano con rapidez.
- ¡Jutsu de Invocación! – gritaron Jiraiya y Kabuto al mismo tiempo, generando explosiones de humo.
Del humo causado por el chico de anteojos, se dejó ver dos gigantescas serpientes de color café, con Orochimaru y Kabuto posados sobre la cabeza de una, Jiraiya vio eso y luego bajo su mirada para ver que había podido convocar, solo para ver a uno de los muchos hijos de Gamabunta, el cual apenas y media unos 20 centímetros, el pequeño sapo de color naranja con líneas moradas y una camisa abierta de color azul, lo miro y le regalo un saludo con una gran sonrisa.
- ¡¿Pero qué haces tú aquí?! ¡¿Dónde está tu padre?! – pregunto Jiraiya con los ojos en blanco.
- ¿Porque el enojo viejo? – pregunto Gamakichi sin entender la molestia de su invocador.
Las enormes serpientes se abalanzaron contra los ninjas que se encontraban en tierra, por órdenes de Orochimaru que ya no quería perder más tiempo, las invocaciones destruyeron el suelo bajo, Jiraiya tomo al pequeño sapo para ponerlo a salvo, mientras que Shizune tomaba a su maestra en brazos para alejarla del peligro, pero ese intento se ve interrumpido cuando Kabuto aparece frente a ella y le conecta un puñetazo, mandándola al suelo, Jiraiya al ver eso, comienza a trazar sellos con rapidez, logrando crear un pantano debajo de las serpientes, logrando ahogar a una e inmovilizando a la otra.
Shizune tomo el cuerpo tembloroso de su maestra y lo lanzo lejos, para evitar que fuera aplastada por una de las rocas que fueron lanzadas hacia todas direcciones culpa de las invocaciones del Sannin traidor, dándole el tiempo perfecto a Kabuto para aparecer enfrente de ella y golpearla en el pecho con su bisturí de Chakra, dañando sus intercostales, impidiéndole respirar, Kabuto ignoro a la pelinegra para después salir corriendo en contra de Tsunade, pero su paso es detenido por Shizune, que como pudo salto para colocarse frente a su maestra, para luego lanzar varias senbon envenenadas en contra del chico de anteojos, que a duras penas y pudo esquivar, solo para después ser golpeada repetidas veces en el rostro, para luego de una patada en su abdomen ser mandada a caer a un lado de su maestra.
El corazón de Tsunade latina con fuerza, era lo único que podía escuchar, el cual se intensifico al ver a su aprendiz caer a su lado, para luego ver como ese sujeto de anteojos se dirigía hacia ella con un paso firme, su cuerpo comenzó a temblar a un más cuando lo vio extender su mano para tomarla.
- ¡No aléjate de mí! – grito Tsunade aterrada golpeando la mano de chico de anteojos.
- Y yo que te respetaba como gran colega médico – dijo Kabuto molesto por tan lamentable estado de la mujer rubia frente a el – si no fuera por Orochimaru-sama el título Sannin no sería nada.
El chico de anteojos procedió a golpear repetidas veces a la Sannin que solo soltaba gritos de dolor y pánico, odiaba escucharla gritar de esa forma tan patética, se supone que ella igual de formidable que su señor, y superior a cualquier otro ninja médico que allá existido en todo el continente shinobi y que fuera tan patética como para paralizarse de miedo solo por un poco de sangre, lo ponía furioso, tomo un kunai de su bolsa, coloco su dedo índice en el orificio de su arma y lo comenzó a girar, para luego sujetarlo con fuerza en un agarre inverso, ya estaba cansado y su señor necesitaba ayuda para luchar contra el Sannin de los Sapos, por lo cual procedió a lanzar un fuerte golpe con el pomo de su arma a la cabeza de la Sannin para dejarla fuera de combate, solo para que su ataque fuera frenado cuando el Son rubio lo sujetara con fuerza de la muñeca con su mano izquierda, ambos se miraban fijamente, el rubio con una mezcla de enojo y sorpresa, mientras que el chico de anteojos tenía una mirada de preocupación, que se convirtió en una de dolor al sentir como el Son comenzó a apretar más su agarre para después comenzar a girar su mano y con ella su muñeca haciéndolo soltar el kunai, ejerciendo fuerza en sus piernas intento liberarse del agarre pero le fue imposible, no podía soltarse, hasta que el Son abrió su mano dándole la oportunidad de tomar distancia.
- Veo que Sai tenía razón después de todo – hablo Naruto ganándose la atención del chico de anteojos – no eres alguien de quien se pudiera confiar – agrego viendo el símbolo de Oto en su protector.
- "Esto se acaba de complicar" – pensó Kabuto con una gota de sudor recorriéndole la mejilla mientas sujetaba su muñeca adolorida.
Con Jiraiya y Orochimaru
Ambos Sannin estaban sobre el lomo de la invocación, respiraban con cansancio, pues su pelea aunque no fuera de lo más llamativa debido al estado en que se encontraban, en verdad los estaba dejando agotados con rapidez, pero fue esta el Sabio Sapo miro en dirección de su antigua compañera, que esbozo una sonrisa confiada.
- Mira nada más, llegaron los refuerzos – comento Jiraiya viendo que al fin su ahijado apareció.
Orochimaru no dijo nada, solo frunció el ceño en molestia, las cosas cada vez más se salían de su control, apenas y podía luchar con su antiguo compañero de equipo, y cuando al fin la victoria parecía estar de su lado, pues pudo ver como su discípulo estaba por noquear a la rubia, el Son rubio tenía que aparecer para interponerse en su camino, ya estaba harto, ¿cuánto tiempo más tenía que soportar con el hecho de que sus planes ya no estaban siguiendo el orden que él ya había establecido?
Con Naruto
- Lady Tsunade – dijo Shizune que como pudo se puso de pie y comenzó a caminar para colocándose al lado de la forma temblorosa y vulnerable de su maestra – "Menos mal que Naruto apareció justo a tiempo" – pensó con una mezcla de preocupación y alivio.
- ¿Qué le pasa? ¿porque esta así? – pregunto Naruto viendo por encima de su hombro a la Sannin con una expresión de miedo en su rostro, mientras todo su cuerpo temblaba.
Para el Son, le era extraño mirar así a la Sannin, que hace solo un día atrás, rebozaba de confianza, quería acercarse y ver si podía ayudarla, pero no podía, pues el chico de anteojos también logro de alguna manera desaparecer su Chakra y si le quitaba los ojos de encima por mucho tiempo, podría atacarlo y reaccionaria muy tarde.
- Ella tiene hemofobia, no puede ver la sangre, eso la deja en shock, la hace recordar cuando su hermanito y mi tío Dan murieron – respondió Shizune con tristeza en sus palabras – ese infeliz de Kabuto, se lastimo a sí mismo para que mi Lady dejara de pelear al salpicarla con su sangre – agrego con molestia y odio.
Naruto abrió los ojos en sorpresa ante la respuesta, para luego mirar con enojo al chico de jafas frente a él, que ahora le estaba sonriendo, como si estuviera orgulloso de lo que hizo, se sintió mal por como trato a la mujer rubia, ella había pasado por mucho, según el sabio pervertido, ella perdió a su hermanito a una edad muy temprana, y a su novio en sus manos al no poder salvarlo, de ahí la razón del porque no quería volver a la aldea, pero aun así eso no era excusa para que hablara de esa manera con respecto a los Hokage.
El Son se agacho para poder tomar el kunai del chico de anteojos que de inmediato se puso en guardia, pues con ese chico rubio no podía bajar la guardia ni por un solo segundo, él no era su señor, si subestimaba al rubio, moriría aquí mismo.
- Vieja Tsunade – hablo Naruto llamando la atención de la Sannin que ya se encontraba un poco mejor y débilmente lo miro aun desde el suelo – eres alguien muy importante para jiji, para mí, el viejo es uno de mis seres queridos, una persona por la cual daría mi vida por proteger – dijo tomando el kunai con fuerza con su mano derecha para después sujetar el filo con su mano izquierda, cortándose la palma, para luego extender su brazo para que la Sannin pueda ver su sangre correr – estoy dispuesto a derramar mi sangre por él, por aquellos a quienes quiero proteger y por ti, porque eres como una hija para el viejo, si algo malo te pasa él se podrá muy triste, por eso te protegeré con mi vida, ¡no me importa cuanta sangre pierda para lograrlo! – finalizo con fuerza y una gran determinación.
Tsunade que desde que vio la sangre del rubio una vez más se puso a temblar de pánico, pero al escuchar las palabras llenas de determinación del rubio, abrió los ojos en sorpresa mientras que su cuerpo de forma inconsciente dejaba de temblar, ¿Cómo era posible que ese rubio estuviera dispuesto a tanto aun cuando apenas y se conocían? No cabía duda de que la determinación del Son era igual a la de su hermanito y su novio, lagrimas se acumularon en sus ojos al ver la espalda del rubio, con esa postura inmovible y sin vacilación. Shizune se sorprendió de que su maestra se calmara y todo gracias a las palabras del rubio, que lanzo el kunai al suelo y se colocó en su pose de pelea.
Kabuto estaba realmente preocupado, su cuerpo aún seguía entumecido por el golpe eléctrico de la Sannin a su sistema nervioso, y viendo que el rubio ya estaba listo para pelear, tomo otra píldora de alimento, para luego rodear sus manos en Chakra, teniendo listo su bisturí de Chakra. Con un movimiento rápido, se escondió bajo el suelo, sabiendo que el Son no podía seguirlo con sus habilidades de censor.
Cuando el chico de anteojos salió del suelo justo debajo del Son, lanzo su brazo derecho en dirección a su pecho para desgarrar los músculos de su corazón, el problema fue que su mano atravesó al Son, dejando ver que este era solo una ilusión, y antes de que pudiera reaccionar, el Son que estaba justo arriba de su este, le conecta una poderosa patada en su rostros con toda su fuerza mandándolo a gran velocidad hacia atrás, donde como pudo dio un giro y tomo un kunai y lo clavo al suelo para detener su lanzamiento, sus anteojos estaban rotos y de sus labios salía sangre por el fuerte golpe que recibió.
Naruto no le dio ni un segundo a su ponente para reponerse, pues cuando este ya se había puesto de pie ya estaba enfrente de este bombardeándolo con una lluvia de golpes y patadas, empujándolo hacia atrás, Kabuto intento como pudo frenar o contratacar al Son, pero le fue imposible, pues sus ataques eran desviados con facilidad y solo recibía más golpes, Naruto dobla su pierna derecha hacia atrás, para luego levantarla con fuerza hacia arriba, golpeando la barbilla de Kabuto, levantándolo del suelo y haciendo que escupa sangre, Naruto desaparece del suelo, apareciendo frente a su oponente para luego poner sus manos al frente y expulsar su Ki de golpe, golpeado a Kabuto con una poderosa onda de Ki que lo mando a estrellarse en el suelo con fuerza, creando con su cuerpo un pequeño cráter, todo bajo la mirada impresionada de Tsunade y Shizune, pues en casi un parpadeo el rubio logro acabar con ese sujeto
De entre de los escombros y el polvo del cráter, salieron varios kunai en dirección al Son, que activo su doble Kaioken por unos segundos para poder esquivar el ataque al desaparecer y reaparecer de un lugar a otro, pues necesitaba velocidad para no salir herido de la enorme cantidad de armas que lo tomaron por sorpresa, después se podía ver como salía la forma tambaleante del discípulo del Sannin traidor, presentaba grandes heridas por todo su cuerpo, en especial su pecho y abdomen donde fue impactado por la ráfaga de Ki, el Son solo lo miraba de forma seria, notando como todas sus heridas de alguna forma ya se están curando.
- Sera mejor que aproveches que ya estas curado para largarte de aquí – informo Naruto de forma seria – no tengo ninguna intención de acabar contigo, solo quiero acabar con Orochimaru, será mejor que te vayas y comiences otra vida sin causar problemas.
- Ja veo que me subestimas, ya que nunca traicionare a Orochimaru-sama, además, no puedes lastimarme, no importa el daño que me provoques, siempre podre curarme – dijo Kabuto con una sonrisa cansada e intentando hacer tiempo para encontrar un plan para vencer al rubio.
- Eso lo dudo, no puedo sentir tu Chakra, pero basta con verte, para saber que si recibes dos o tres ataques míos, ya no podrás continuar – dijo Naruto de forma seria, ganándose la mirada asombrada del chico de anteojos – a menos de que quieras acabar como Orochimaru, te advierto que dejes de pelear.
Kabuto no dijo nada ante la advertencia del Son, no podía ganarle, pues un solo ataque ya le había causado más daño que la misma Sannin, no era más fuerte que ella, lo sabía muy bien, el problema y el factor decisivo que lo estaba dejando en ese estado, era que la Sannin solo atacaba a diestra y siniestra, con golpes aunque muy hábiles, muy predecibles, todo lo opuesto al Son, que atacaba con suma maestría y no dejaba puntos ciegos.
- "Esto no está bien, Kabuto ya fue derrotado, no podrá ganar y si Jiraiya y ese maldito Son unen fuerzas" – pensó Orochimaru con ira viva.
El Sannin traidor, abrió la boca lanzando su lengua contra el Sabio Sapo que estaba distraído, tomándolo por su tobillo izquierdo, salta del homo de su invocación para luego enterrar a su antiguo amigo en el suelo, para luego salir corriendo y colocarse al lado de su discípulo.
- ¡Hazlo Kabuto! – ordeno Orochimaru con seriedad, sin despegar su vista del Son, por cualquier ataque que lanzara.
- ¿Esta seguro? No creo que seamos capaz de manejarlo si llega a enterarse – cuestiono Kabuto con nerviosismo.
- ¡Solo hazlo! – rugió Orochimaru, viendo como una vez más su alumno levantaba su manga y trazaba sellos de mano.
- Jutsu de Invocación – dijo Kabuto con nerviosismo, siendo rodeado por una enorme bocanada de humo.
Naruto solo entrecerró los ojos con molestia, solo esperando a que la nube de humo se disipara, le dio una oportunidad a Kabuto para hacer las cosas bien, pero el opto por quedarse con ese infeliz, muy a su pesar, acabaría con el también, nunca había matado a nadie, pero las palabras de su padre eran claras y llenas de sabiduría.
- "No está bien matar, pero en ocasiones es necesario, pues en el universo hay seres que nunca serán capaces de entender con palabras y para proteger a tus seres queridos, en ocasiones había que tomar decisiones difíciles"
Fueron las palabras de su padre que resonaron en su cabeza, su hermano ya había aceptado matar a su hermano mayor por el bien de su madre y hermana, si algún día este regresaba para hacerles daño, por lo cual, el ahora tomaría la decisión de hacer los mismo, mataría a Orochimaru y a Kabuto aquí mismo, por el bien de su aldea y sus seres queridos.
La enorme cortina de humo se disipo, donde Jiraiya aun enterrado en el suelo y con su tobillo izquierdo dislocado, pudo mirar a la más fuerte invocación de su antiguo amigo, Manda una gigantesca serpiente de color morado en sus escamas junto con varias rayas negras que cruzaban su espalda, en la parte superior de su cabeza sobresalían cuatro cuernos y sus ojos eran de pupila rasgada con el iris de color verde, se alarmo por eso, pues ahora las cosas se complicaron a un más, aun no tenía el Chakra necesario para invocar a Gamabunta, pero aun así, haría el intento, ya que no dejaría pelear solo a su ahijado contra esa cosa.
- ¿Por qué me has invocado Orochimaru? Sabes que odio que lo hagas – cuestiono Manda con enojo en sus palabras – no veo a nadie con quien pelear, si esto es una clase de broma, te comeré en este mismo instante.
- Por favor no diga eso Manda-sama, le prometo que será recompensado por las molestias – se disculpó Kabuto con nerviosismo – "esto está mal, si Manda descubre que su invocador no puede usar Jutsus y que solo fue invocado para pelear contra un niño, nos traicionara, sin importar que Son Naruto o Jiraiya el Sannin Sabio de los Sapos, sean nuestros oponentes, no debimos llamarlo" – pensó con mucho nerviosismo, pues no estaba deseoso de acabar como alimento de serpiente por una invocación con delirios de dios.
- Sabes – hablo Naruto caminando con calma hacia el enorme reptil, mientras activa su Doble Kaioken de golpe, para luego detener su caminar y comenzar a levitar para estar a la altura del Sannin y el cuatro ojos - las primeras veces que vi a las invocaciones de serpientes, me impresionaron, pero ahora que las veo así, no parecen la gran cosa – comento con una sonrisa de superioridad sabiendo que podría descontrolar al Sannin y hace lo cometer un error.
Las dos mujeres que estaban presenciando la pelea, no pudieron mirar atónitas al rubio, pues ahora estaba volando, con cada segundo que pasa, ese chico las impresionaba a un más.
- "Esa sonrisa, recuerdo esa sonrisa" – pensó Orochimaru con una mezcla de furia sin medida y miedo absoluto, pues por un segundo, juro mirar a la fusión que lo dejo en tan lamentable estado, su cuerpo comenzó a temblar y de forma involuntaria, dio algunos pasos hacia atrás.
- ¡Jutsu de Invocación! – exclamo Jiraiya siendo rodeado por una gigantesca bocanada de humo, donde solo pudo sonreír ya que una vez que se despejo el humo, estaba sobre su mejor invocación.
Gamabunta era un enorme sapo que posee una camiseta abierta de color azul, blanco en su cuello y un símbolo de color rojo por detrás, era de color rojo opaco, posee unas líneas de color rojo alrededor de todo su cuerpo, y tenía una enorme espada a su costado derecho.
Naruto aprovecho la distracción causada por el sabio pervertido, para colocar sus dedos en su frente y teletransportarse justo al lado de Kabuto, seguía sin poder sentir la energía de esos dos, pero si sentía el Chakra de la invocación, y podía teletransportarse a cualquier parte de la enorme serpiente. Kabuto apenas y pudo reaccionar cuando sintió la presencia del Son a su costado derecho, pues apenas giro su cabeza para verlo, fue recibido por una poderoso puñetazo en su mejilla derecha, donde sintió todos como todos los huesos de ese lado de su rostro se fracturaban y se volvían polvo, por la fuerza del impacto, es lanzado con brusquedad hacia abajo, pero antes de que pudiera tocar el suelo, ve como una gran esfera de color celeste se acerca peligrosamente hacia él, en menos de un segundo, canalizo cada gramo de Chakra que tenía para comenzarse a curar aun antes de ser impactado, con la finalidad de sobrevivir a ese ataque, el cual ya había impactado en él, generando una fuerte explosión.
Orochimaru miro confundido como era posible que ese maldito Son pudiera teletransportarse, si aún tenían el sello de supresión de Chakra, pero antes de poder atacar al rubio, ve como este desaparece de su vista la colocar sus dedos en su frente para luego sentir como alguien coloca su mano en su nuca, para después salir disparado hacia el suelo a una enorme velocidad. Naruto estaba arrastrado el rostro del Sannin traidor contra el suelo, el cual estaba hundido algunos centímetros en el suelo, generando que surcos con su rostro al destruir el suelo por la fuerza con la que era arrastrado, luego lo levanto del suelo y enterró su puño izquierdo en su abdomen, haciendo que este abra los ojos y la boca del dolor, para inmediatamente después golpearlo en su mejilla izquierda con su puño izquierdo, con todas sus fuerzas, mandándolo lejos y haciendo que rebote varias veces en el suelo, para luego lanzar una esfera de Ki que impacto de lleno, generando un muy pequeña explosión.
Personalmente al rubio no le gustaba como se estaba desarrollando la pelea, sabía que no era rival para un Sannin, y que la única razón por la cual estaba ganando, era porque su oponente no estaba en su 100 %, al igual que a su hermano y padre, quería pelear en una pelea donde lo tuviera que dar todo, aun si su oponente era más fuerte, aunque sabiendo que el Sannin era alguien despreciable, hizo esos pensamientos a un lado y procedió a acabar con su oponente de una vez y para siempre. Los pensamientos del rubio no eran compartidos por los adultos que miraron impresionados tal despliegue de habilidad y poder, pero ninguno más que la misma Sannin, que no pudo evitar preguntarse ¿Si cuando lucho contra ese chico, el rubio utilizo toda su fuerza? O el ¿Cómo era posible que un niño pudiera ser tan poderoso?
Manda miro con liguera impresión el poder del chico rubio, si era honesto, no había movido un solo musculo solo por el simple hecho de que disfrutaba ver como su invocador era humillado, le parecía divertido, pero pensando en que no sería bien visto que su invocador muriera manos de un simple niño, decidió atacarlo, pues no pensaba ser el hazme reír de las invocaciones, ya que si su invocador moría a manos de un niño, eso lo dejaba en una posición aún más humillante al ser su invocación.
Jiraiya y Gamabunta que vieron como la enorme serpiente se abalanzaba contra el rubio, de inmediato se pusieron en guardia, y sin decirse una sola palabra, ambos sabían perfectamente que tenían que hacer, Gamabunta inflo su estómago, mientras que Jiraiya trazaba sellos de mano y canalizaba todo el Chakra que había recuperado.
- ¡Estilo de Fuego Bombas Fuego de Sapo! – exclamo Jiraiya escupiendo una gran bocanada de fuego, mientras que su invocación escupe aceite, formando así, una enorme y poderosa llamarada de fuego.
Las llamas consumieron todo al frente del enorme Sapo, donde para su desgracia, una vez que las llamas se comenzaron a extinguir, solo era visible la piel mudada de la serpiente, tanto Gamabunta como Jiraiya sintieron un fuerte temblor bajos sus pies, del suelo salió la cola de Manda, apuntando al rostro del sapo, el cual la detuvo sin muchos problemas, pero ambos estaban confundidos, ¿Dónde estaba su cabeza?
Naruto que comienza a sentir un fuerte temblor, de inmediato levanta su brazo derecho y crea un Kienzan, dando media vuelta, lo lanza al frente, donde pudo ver como desde el suelo, emerge la invocación del Sannin traidor con el hocico bien abierto para comérselo, pero con una sonrisa ve como la enorme intenta esquivar su ataque, solo para que le cortara la mitad de su cuerpo, un poco más arriba de la porción media. La enorme serpiente cayó al suelo, mientras respiraba con dificultad, pues esa técnica le había dañado un pulmón derecho. Orochimaru estiro su cuello intentando aprovechar la distracción del Son, para poder morderle el cuello con tal fuerza que se lo rompería, y cuando estaba a centímetros de su cometido, el Son gira su mirada hacia atrás, pues sentía como su oponente se acercaba peligrosamente a él, donde solo pudo ver al Sannin con su cuello inhumanamente largo y con su rostro cubierto de sangre y muchas heridas. En menos de un segundo el Son desapareció de la vista del Sannin, para reaparecer sobre el cielo.
- "¿Cómo diablos es que puede sentir cuando lo voy a atacar? ¿Está usando de nuevo esa habilidad parecida a un sonar?" – se cuestionó Orochimaru, mientras regresaba su cuello a la normalidad y su mirada la tenía fija en el cielo.
- "Bien esa esfera de Ki si dejo un rastro en su cuerpo, aunque pequeño, me servirá de momento para que no me tome con la guardia baja" – pensó Naruto feliz de que su plan funcionara, luego coloco sus brazos al frente para luego colocarlos a un costado – "Es hora de que funcione" – pensó preparando su nueva técnica – ¡Kame... Hame...!
- ¿Acaso piensa lanzar esa energía desde tan alto? – se preguntó Jiraiya con los ojos bien abiertos - ¡Naruto espera, si lanzas esa energía, podrías lastimar seriamente a Shizune y Tsunade! – grito en pánico de que su ahijado no estuviera pensando bien las cosas.
- No lo hará, solo estas fanfarroneando – dijo Orochimaru con una sonrisa, que de inmediato murió al ver la energía acumulándose en las manos del rubio – maldición, ¡Manda cúbreme, te prometo al menos mil sacrificios humanos, pero cúbreme! – ordeno a su invocación, pues de nada servía huir si el Son nuevamente sabia encontrarlo de alguna manera.
- No quiero ningún sacrificio, lo que quiero es tu vida – dijo Manda que como pudo dirigió su cola hacia su invocador para rodearlo a manera de cúpula – cuando esto acabe esto, te juro que te matare.
- No puede ser, ¿acaso eso es el Rasengan? – murmuro Tsunade sorprendida de ver tal concentración de energía – "espera, ya lo recuerdo, ese niño se ve idéntico a Minato" – pensó descubriendo porque al fin porque le parecía tan familiar ese chico.
- "Puedo hacerlo, puedo hacerlo" – pensó Naruto con determinación, para luego desaparecer del cielo, dejando confundidos a todos los presentes.
Orochimaru, se sentía protegido, solo estaba esperando el ataque, para de alguna manera vencer a Jiraiya y a Son Naruto, pues ya estaba demasiado cansado, no podía pelear de forma adecuada, y nuevamente, solo era un saco de box, para uno de esos malditos hermanos Son, sus pensamientos fueron interrumpidos al darse cuenta que la oscura cúpula hecha con la cola de su invocación, comenzaba a iluminarse con un brillo azul, giro lentamente hacia atrás solo para ver al Son parado frente a él, con un rostro serio.
- ¡Ha! – exclamo Naruto lanzando sus brazos al frente y liberando su energía de golpe.
Manda al sentir un fuerte dolor en su cola, la desenrolla, solo para que todos vieran como el cuerpo de Orochimaru era empujado por una poderosa ráfaga de energía. Naruto aun lanzando energía, tenía una sonrisa en su rostro, pues su KameHameHa instantáneo funciono a la perfección, ya había logrado teletransportarse mientras concentraba Ki en su encuentro con Gaara, pero era una concentración muy mínima de energía, comparada con su KameHameHa con su Kaioken activo, durante sus entrenamientos descubrió que teletransportarse y concentrar su Ki, al mismo tiempo era casi imposible, pero al fin logro dominarlo.
- "¡Niebla venenosa!" – exclamo Manda en su mente lanzando una enorme cortina de humo de color purpura oscuro, que rodeo por completo al niño rubio.
El Son salió disparado hacia arriba saliendo de esa cortina de humo, defendiéndose a solo unos metros por encima del suelo, se sentía mareado y por alguna razón le estaba costando mucho respirar, la enorme serpiente, ignorando el dolor que provenía de su costado derecho, se abalanzo contra el rubio, para comérselo, pero fue detenido, por una enrome espada que le atravesó el hocico, clavándolo en el suelo, cortesía de la invocación del Sannin de los Sapos.
Tsunade y Shizune solo miraban con los ojos bien abiertos el horrible estado en que se encontraba la enrome serpiente, luego dirigieron su mirada en dirección a donde el cuerpo de del Sannin traidor fue arrastrado, solo podían ver una mano sobresaliendo de entre los escombros, estaban en shock, aun sin poder creer lo que sus ojos les mostraban, pero el asombro del par de mujeres fue interrumpido al ver como la cabeza de Orochimaru sobresale del suelo, su rostro estaba completamente bañado en sangre, era casi irreconocible en ese estado, tenía la boca abierta y de esta sobresalía una espada, que apuntaba directo a su corazón de su antigua compañera de equipo, la Sannin cerró los ojos, solo para sentir como un líquido caliente caía sobre su rostro
Naruto en un movimiento rápido se teletransporto al frente de la Sannin y detuvo la espada de Orochimaru con su cuerpo para protegerla, Tsunade estaba en shock, ya que pudo ver como el arma le atravesó el hombro derecho al chico rubio, el Sannin traidor esbozo como pudo una sonrisa al ver la forma lastimada y cansada da del Son, el cual de inmediato coloco sus manos al frente lanzando un KameHameHa de cada mano directo al rostro del Sannin traidor, las ráfagas de color celeste arrastraron la cabeza de Orochimaru varios metros lejos de Son para luego una pequeña explosión hacerse presente. Naruto solo sonrió débilmente para luego intentar dar un paso al frente, solo para sentir como todo su cuerpo caí hacia atrás sin que el pudiera hacer nada.
- ¡NO! – grito en pánico Jiraiya viendo el cuerpo herido de su ahijado, para luego saltar de su invocación y dirigirse al rubio.
- ¡Naruto! – grito alarmada Tsunade mientras corría hacia al rubio y arrodillarse a su costado izquierdo y ponía sus manos en su pecho – "Su respiración es pesada, pulso rápido, suda y tiembla demasiado, esta envenenado ¿Pero cuando?" – pensó con rapidez viendo los signos del rubio, hasta que recordó esa cortina de humo morada que salió de la invocación de Orochimaru.
Shizune y Jiraiya miraban de pie el estado de Naruto, ambos querían verificar su estado, pero decidieron dejarle el trabajo a la Sannin, pues vieron como comenzaba a tratar al rubio, los dos solo se pusieron enfrente del par de rubios para cubrirlos de otro posible ataque de Orochimaru.
Tsunade se alarmo al ya no sentir el latido del corazón del rubio, concentro Chakra en la punta de sus dedos, mientras intentaba controlar sus temblores por el miedo que lentamente le invadía el cuerpo, pero con un miedo aun mayor de ver morir al rubio por culpa de su estúpido miedo, logro controlarse y procedió cortar perfectamente la camisa roja del rubio de forma vertical dejando expuesto su pecho, de inmediato coloco sus manos en su pecho mientras aplicaba su Ninjutsu médico para poder salvarle la vida.
- ¡El morirá! – grito Orochimaru que salía del cráter que causó la explosión de la técnica del rubio, sus ropas estaban desgarradas y su cuerpo estaba bañado en sangre, pero eso no evito que pusiera una sonrisa psicópata al ver al rubio tirado en el suelo - ¡No importa lo que hagas, el veneno de Manda es el mejor, yo gane! – exclamo con felicidad absoluta.
- ¡Cállate! – grito Tsunade con odio en sus palabras viendo al pálido de su antiguo compañero – el único que morirá serás tú – afirmo con determinación que de inmediato murió al darse cuenta del estado del rubio – "¡Dejo de respirar!" – pensó en shock.
La Sannin tenía bien abierto los ojos por el miedo de ver morir al pequeño rubio, no podía soportarlo, una vez más, no pudo salvar a nadie y lo peor fue que vio la imagen de su novio y hermano muertos aparecer al lado del niño, de los ojos de Tsunade comenzaron a caer lágrimas de impotencia y tristeza, ya que una vez más alguien moriría en sus manos sin poder hacer nada ¿Cuántas veces tenía que pasar por esto? ¿Cuántos inocentes tenían que morir en sus manos sin que ella pudiera hacer nada? ¿Cuántas veces alguien tenía que morir al intentar cumplir ese tonto sueño? La culpa lentamente comenzaba a invadirla, su cuerpo comenzaba a temblar y no podía evitar dejar de llorar.
Jiraiya que escucho los llantos de su antigua compañera de equipo, solo giro la cabeza para ver a su ahijado que ya no estaba respirando, la furia de inmediato lo inundo, esto era todo, su antiguo mejor amigo, podía burlarse de él, todo lo que quisiera, pero nunca le perdonaría que se atreviera a lastimar a su familia, trazo sellos a gran velocidad, provocando que su cabello se erizara y aumentara de tamaño, una lluvia de senbon hechas de su cabello, fueron lanzadas contra Orochimaru el cual fue rescatado del ataque al ser tacleado por Kabuto, que de inmediato se comenzó a hundir en el suelo junto con su señor, pues ya no podían hacer nada más que huir, cuando desaparecieron, la enorme serpiente también lo hizo con una fuerte explosión de humo, seguida de Gamabunta y Gamakichi, Jiraiya quería destruir el suelo bajo sus pies, con un Rasengan, pero la condición de su ahijado era una prioridad aún mayor en estos momentos.
- "No mueras, no mueras ¡No mueras!" – rogo Tsunade en su mente con desesperación, sintiendo como la culpa inundaba su cuerpo.
- "¿Qué? ¿Quién está llorando?" – pensó Naruto abriendo ligeramente los ojos, solo pudiendo visualizar a una mujer rubia a su izquierda, no podía ver su rostro pues estaba oscurecido, pero si veía como algunas lágrimas caían del rostro oscurecido de la mujer – "Está llorando ¿Por mí?" – se preguntó débilmente, mientras un recuerdo le venía a la mente de forma inconsciente.
Flashback
Un pequeño Naruto de seis años se encontraba solo y triste sobre su cama en su descolorido cuarto, estaba abrazando con fuerza sus piernas intentando contener el llanto, pues hoy era su cumpleaños, se supone que debería ser un día feliz, pero era todo lo puesto, pues una vez más sus padres se olvidaron de su cumpleaños y eso no fue lo peor, lo peor fue el hecho de que ambos le dijeron que felicitara a sus hermanos, sin recordar o imaginarse por un segundo que era su cumpleaños también.
- A Otosan le gusta Okasan porque tiene el cabello rojo y como mis hermanitos lo tienen rojo, por eso los quieren más – murmuro Naruto con lágrimas en sus ojos que intentaba contener – si yo también lo tuviera rojo... tal vez... tal vez... ellos me querrían – dijo con un nudo en su garganta.
El pequeño rubio, muchas veces se imaginó a si mismo con el cabello pelirrojo al igual que sus hermanos y madre, pues pensaba que tal vez así sus padres lo querrían, siempre miraba a su hermano y se concentraba todo lo que podía, para imaginar por un segundo él era su hermano y que era el quien recibía el cariño de sus padres, en las fotografías familiares en las cuales faltaba el, siempre que podía, las tomaba y se imaginaba que era él quien se encontraba en las fotos.
- Si Okasan tuviera el cabello rubio como Otosan ¿me pregunto si me querría? – se preguntó Naruto con ingenuidad.
Levantándose de su cama tomo su cuaderno de dibujos y algunos crayones de su mesa de noche y procedió a acostarse en su cama, listo para dibujar a su madre solo que con el cabello rubio, cerro los ojos e intento visualizarla, pero no pudo, lo único que podía imaginar era una a una mujer con la cabellera rubia pero nada más, pues aunque quisiera e intentaba darle forma a su rostro, el rostro de su madre que tantas veces había visto y dibujado en el pasado, ahora no podía, simplemente veía una silueta alta con el cabello rubio y con su rostro oscurecido. Molesto por no poder hacer un simple dibujo, tomo su cuaderno y crayones y procedió a lanzarlos con enojo lejos de su vista, mientras se sentaba de nuevo y abrazaba sus piernas con fuerza.
- ¿Por qué... no... porque no... puedo? – pregunto Naruto entre sollozos – Okasan – murmuro con tristeza.
- ¡Feliz cumpleaños! – fue el grito de felicidad que el rubio escucho proveniente de sus padres dirigido obviamente a sus hermanos.
- Feliz... feliz... cumpleaños... a... a... ti... feliz cumpleaños... Naruto... feli.. - dijo Naruto no pudiendo contener más las lágrimas que ahora caían por sus ojos como cascadas y lloraba desconsoladamente sin nadie que lo consolara.
Fin Flashback
Naruto se preguntaba ¿porque estaba teniendo ese recuerdo? No era algo que anhelara recordar en estos momentos, pero dejo de pensar al ver como la oscuridad que cubría el rostro de la mujer rubia que lloraba por él, lentamente comenzaba a desaparecer, donde solo pudo abrir débilmente sus ojos ante la sorpresa, pues ante sus ojos estaba Tsunade, llorando desgarradoramente y pidiéndole que no se muriera.
La Sannin abre los ojos de sorpresa al ver al rubio abrir los ojos mientras lentamente comenzaba a levantar su mano izquierda, parecía que iba a tomar su collar y fue ahí que recordó que aun tenían una apuesta.
- "Si tú puedes derrotarme o derrotar a alguien que yo no pueda, te daré mi collar incluso podría admitir que tú eres digno de convertirte en Hokage" – Tsunade recordó las palabras que le había dicho al rubio – "el venció a ese tal Kabuto y a Orochimaru y ellos me venció a mí" – pensó al descubrir que el rubio gano su apuesta.
Los pensamientos de Tsunade se detuvieron al ver como el rubio ignoro por completo el collar y procedió a colocar su mano sobre su mejilla, acto que la confundió mucho y aún más cuando este le sonrió débilmente, pero no era una sonrisa triunfante, arrogante o de orgullo, era una sonrisa que reflejaba felicidad absoluta, ella miro confundida esa acción y aún más cuando pudo notar que de esos ojos azules como el cielo se comenzaban a llenar de lágrimas que comenzaban a caer.
- Te... te... encontré... al fin... te encontré... - dijo Naruto débilmente sin dejar de sonreír o llorar de felicidad – Okasan... yo al fin... puedo... puedo verte... - agrego cerrando los ojos y cayendo inconsciente sin perder su sonrisa.
La mano de Naruto cayo del rostro de Tsunade, que rápidamente ella tomo y la sujeto con cuidado, estaba en shock, no podía creerlo, él estaba vivo, no sabía si lo había salvado o él se había salvado por su cuenta, lo único que importaba era que estaba vivo, pero lo que en verdad la conmovió fueron sus palabras, no entendía a que se refería, pero la llamo Okasan, él, la veía como a una madre, ella siempre anhelo tener un hijo con su novio Dan, al cual darle todo el amor que solo una madre podría ofrecer, pero ese sueño murió con su novio, aunque, tal vez aun no era tarde, viendo al rubio inconsciente, se veía tan pacifico, ajeno a la sonrisa tan cálida que ella le estaba regalando.
Shizune miro sorprendida a su maestra, pues sus manos y su rostro estaban manchados de sangre del rubio, pero esta no estaba temblando, de hecho parecía que ni siquiera le importaba, sonrió al ver como su maestra al fin superaba su fobia y miraba de forma cariñosa al rubio, como si fuera su madre. Jiraiya por otro lado no pudo evitar soltar un par de lágrimas de felicidad al ver como su ahijado estaba sano y salvo, amaba a sus ahijados, eran, junto con Minato y Kushina la única familia que le quedaba en el mundo, perder a tan solo uno de ellos, lo hubiera destrozado y no descansaría hasta acabar con la vida de quien se atreviera a ponerles una mano encima.
- El ser Hokage, es tu sueño, Naruto ¿Cierto? – murmuro Tsunade con tranquilidad mientras un Chakra verdoso salía de sus manos y curaba la mano del rubio con la cual se había cortado el mismo – una vez más, solo una vez más, confiare en esas palabras, Na... mi hijo – dijo con cariño en sus palabras mientras se retiraba su collar y lo ponía en el cuello de su hijo.
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