El comienzo de un nuevo camino


Aldea Oculta de la Hoja

Se puede ver a un niño rubio entrenando en un pequeño bosque, este niño es Naruto Namikaze Uzumaki. El rubio entrenaba todos los días para poder probar que aun sin Chakra él podía ser alguien, ser el próximo Hokage y así la gente sabrá quién es él.

Naruto intentaba que sus padres le entrenaran como a sus hermanos, pero estos le explicaban que no podían ya que sin Chakra era algo muy complicado, pero este no se rendia con sus peticiones. Una y otra vez el rubio intentaba que sus padres le entrenaran, aunque sea solo para defenderse, pero estos con cada petición, perdían la delicadeza de rechazar las suplicas de su primogénito, al punto de llegar decirle "¡Naruto, ya no molestes, solo haces que tus hermanos pierdan la concentración en su entrenamiento!". A él solo le basto que le dijeran eso una vez para no volver a "molestar". Y la relación con sus hermanos tampoco era mejor, al estar en constante entrenamiento poco a poco se iba distanciando de ellos, al punto de que en varias ocasiones lo molestaban, solo porque les parecía divertido. Pero Naruto no perdía la fe en que algún día sus padres y sus hermanos podrían al fin ser una verdadera familia.

En otro lado, en un campo de entrenamiento, se ve entrenando arduamente con kunais a Sasuke Uchiha, el entrenaba para obtener el reconocimiento de su padre Fugaku Uchiha, un hombre realmente estricto y líder del clan Uchiha, también para por fin obtener el emblema de los Uchihas, que llevan todos en sus espaldas, para así al fin ser reconocido como un genuino Uchiha a los ojos de su clan, para esto él tendría que poder realizar el Jutsu Gran Bola de Fuego, una tradición de su clan para poder portar dicho emblema. Pero por más que tratara, por más que realizara las posiciones de manos lo más rápido y perfectamente posible, nunca conseguía nada. El sabía por parte de su padre y madre que cuando nació junto con su hermana gemela Satsuki, Fugaku le pidió al doctor que le verificara la cantidad de Chakra que ellos poseían ya que quería ver si podrían ser unos prodigios como su primogénito, sin embargo, cuando el doctor les dijo que no poseía nada de Chakra en comparación a su gemela que poseía reservas de Chakra bastante decentes, Fugaku pensó que su segundo hijo varón, no tendría esperanzas en el mundo shinobi.

Aun así, el intentaba con todas las fuerzas de su alma realizar el Jutsu, sin importarle el resultado. Y aun con todo lo que tenía en contra, él se aferró a su sueño de algún día poder obtener el reconocimiento y amor de su padre, para eso era que el entrenaba día y noche, él no se rendiría, el sería un digno Uchiha y una vez que lo fuera no se detendría, escalaria hasta ser alguien realmente fuerte.

Una vez que ambos niños acabaron su entrenamiento y viendo que ya empezaba a oscurecer, ambos se dirigieron a sus respectivos hogares para poder descansar. Naruto esta ligeramente feliz ya que hoy era diez de octubre, su cumpleaños, cumpliendo 7 años, el estaría más feliz si no fuera porque sus padres desde los 4 años que le regalaron ropa vieja de su hermano Menma ya que olvidaron comprarle algo, ya nunca más le han dado un solo regalo, a diferencia de sus hermanos que siempre les regalaban muchos juguetes, ropas, entre otras cosas y a él ni siquiera un "feliz cumpleaños hijo", olvídense de él, poco a poco, al punto de ni siquiera involucrarlo en las fiestas que realizaban.

A su vez Sasuke está bastante feliz ya que, aunque una vez mas no logro realizar el Jutsu firma de su clan, esta vez logro dar 9 de 10 objetivos con kunais al mismo tiempo, él estaba seguro de que esta vez su padre al fin le diría: "bien hecho hijo" y con ese pensamiento fue corriendo hacia su hogar con toda la fuerza que le daban sus piernas.

Con Naruto

Él iba caminando en dirección hacia Ichiraku Ramen, ya que antes de llegar a su hogar, decidió pasar por un buen tazón de ramen ya que, según él, se lo tenía bien merecido por su gran trabajo en el entrenamiento y por ser hoy su cumpleaños, una vez llego al local tomo asiento en su lugar favorito y procedió a respirar muy hondo.

- ¡¡¡VIEJO UN GRAN TAZON DE MISO RAMEN!!! – grito Naruto extendiendo la mano derecha con la palma extendida hacia el frente con una enorme sonrisa.

Un hombre detrás del mostrador escucho el fuerte grito y no pudo evitar sonreír al tiempo que se daba la vuelta, sus ojos parecían estar siempre cerrados, iba vestido con un gorro blanco sobre su cabeza, que dejaba ver un poco de su cabello de color negro, camisa blanca de manga larga y un mandil de color azul amarrado a su cintura.

- Pero mira quien está aquí, mi cliente número 1 – dijo con mucha felicidad el Teuchi – Ayame un tazón super especial para nuestro cliente favorito – dijo mirando hacia atrás de donde salía una linda chica de unos 16 años un cabello largo de color castaño con ojos de igual color, con la misma vestimenta que su padre que estaba feliz ya que sabía quién era de quien hablaba.

- Pero viejo, no tengo tanto dinero para eso – dijo con algo de pesar.

- ¿Y? Hoy la casa invita hijo, ya que hoy es tu cumpleaños o ¿me equivoco? – dijo Teuchi a la vez que le revolvía el cabello al pequeño rubio, que solo soltaba una pequeña risa por su acto.

- Dime Naruto-kun ¿te la has pasado bien en tu cumpleaños? – pregunto Ayame muy feliz al ver al pequeño niño que consideraba como a un hermano, a la vez que preparaba su comida.

- Pues desde temprano me puse a entrenar, así que supongo que si – dijo Naruto rascándose la nuca, con algo de vergüenza.

- No esperaba menos de mi futuro Hokage – dijo Teuchi riendo con una sonrisa aún más grande para darle una gran felicidad al pequeño, ya que sabía muy bien de su condición y del trato de sus padres, pero aún más de su fuerte determinación inquebrantable de volverse alguien fuerte.

- Y no te decepcionare viejo, algún día seré Hokage y decretare que todos en la aldea coman ramen en mi cumpleaños en este lugar, ¡deveras! – dijo Naruto muy feliz y fuerte con su puño derecho levantado.

- jeje Aunque agradecería la clientela extra Naruto-kun – decía Ayame muy feliz por las intenciones del pequeño mientras le daba su tazón de ramen – no sé si podríamos con tantas personas a la vez jeje.

- ¡Muchas gracias! – dijo Naruto mientras tomaba unos palillos, listo para devorar su preciado ramen, hasta que tanto Teuchi y Ayame lo detienen, este los mira confundido ya que tenían unas grandes sonrisas en sus rostros - ¿Qué pasa?

- ¡Feliz cumpleaños, Naruto! – dijeron Teuchi y Ayame al mismo tiempo mientras ponían un pastel de chocolate con el nombre "Naruto" escrito, frente a el rubio con 7 velas, viendo como el rubio solo pudo soltar unas cuantas lágrimas de felicidad por el acto de dos de sus personas más preciadas.

Y así paso una hora hablando de cualquier cosa, riendo por las ocurrencias del pequeño rubio, comiendo una porción del pastel, contando historias, hasta que Naruto se despidió, no sin antes darles las gracias a los dos con un fuerte abrazo para cada uno.

Con Sasuke

Sasuke al llegar al complejo y entrar en su hogar se dio cuenta que no había nadie, él estaba algo desconcertado, ya que no sabía él porque estaba la casa completamente vacía, hasta que algo hizo clic en su cabeza y lo recordó.

- ¡Es cierto! – grito muy fuerte al dar con la respuesta que estaba buscando – hoy es el cumpleaños de los hijos del Hokage, mis padres y hermana deben de estar en la fiesta, de seguro no pudieron decirme porque estuve entrenando arduamente – dijo Sasuke con una gran sonrisa y orgullo – bueno será mejor que los alcance – dijo saliendo y corriendo en dirección a la casa del Hokage.

Al cabo de un rato de correr, Sasuke llego a la casa del Hokage en donde se podía ver en el patio a muchas personas, muchos llevaban regalos que iban dejando sobre una mesa, otros llevaban a sus hijos para que convivieran con los hijos del héroe de la Aldea. Sasuke empezó a caminar y empezó a distinguir a algunas personas de ciertos clanes, como a la matriarca del clan Inuzuka, ya que los tatuajes en sus mejillas en forma de colmillo de color rojo era algo inconfundible, también pudo ver a los líderes del clan Nara, Akimichi, Aburame, entre otros, hasta que finalmente vio a sus padres y a su gemela, que esta última se separaba de sus padres para ir a jugar con los otros niños.

- ¡Okasan, Otosan! – grito Sasuke muy feliz a la vez que iba corriendo a su lado – que bueno que los encontré, hoy eh mejorado mucho con mi entrenamiento con el lanzamiento de kunais – dijo con una enorme sonrisa en su rostro.

- Me alegro mucho por ti hi... – Mikoto la madre de Sasuke no pudo terminar ya que fue interrumpida por su esposo.

- ¿Y el Jutsu del clan? ¿Cómo vas con él? – pregunto Fugaku de forma tajante y con una mirada completamente seria, viendo como su hijo perdía su sonrisa de inmediato y haciendo que este baje la cabeza avergonzado, haciendo que él, suelte un fuerte suspiro de decepción.

- Lo siento Otosan, pero aún no puedo hacerlo – respondió de forma triste, pero aun así decidió mostrar determinación y levantando la mirada continúo hablando – pero estoy seguro de que muy pronto lo dominare, además ya puedo acertar 9 de 10 kunais en diferentes objetivos al mismo tiempo.

- El lanzamiento de kunais no te otorgara el emblema de la familia y mucho menos nuestra línea de sangre – le respondió Fugaku de forma fría – debí suponer que no serias como Itachi o al menos como tu hermana – termino de decir mientras le daba la espalda y empezaba a caminar alejándose de él, mientras Sasuke solamente apretaba los puños y bajaba la mirada, haciendo todo lo posible por no llorar.

- Lo siento hijo – decía Mikoto triste por el trato de su esposo a su hijo, mientras caminaba para estar a la par con su esposo.

Para el pequeño pelinegro eso era demasiado, cada vez que lograba dominar algo, ya sea el dominio del lanzamiento de shuriken y kunai, en el cual progresaba de muy buena manera debido a su dedicación a mejorar o incluso con su taijutsu que, aunque no era muy fuerte, era ágil, rápido y estaba seguro de poder dar una pelea decente, nada de eso importaba, si no podía moldear Chakra, no importaba. Su padre siempre fue así, serio, directo, pero sobre todo frio, su madre no hacía mucho, ya que, a pesar de ser más cariñosa con él, ya que cuando ella intentaba ayudarlo o darle algún consejo, siempre terminaba en una discusión con Fugaku, ya que ha palabras de su padre, su madre debía concentrarse más en su hermana ya que ella si puede realizar el Jutsu firma del clan.

Y en cuanto a su hermana ella era una niña bastante arrogante y no era para menos, ya que a sus 6 años logro hacer el Jutsu Gran Bola de Fuego y poder portar el emblema de la familia, cada vez que podía ella lo molestaba, diciendo lo inferior que él era a su lado y burlándose de que sin Chakra nunca podría activar su línea de sangre que es el Sharingan.

Ella era todo lo opuesto a su hermano mayor Itachi y a Shisui amigo de su hermano unos prodigios, a quienes el admiraba con todo su ser, él sabía que tanto Itachi y Shisui estaban fuera de la aldea constantemente por su labor como Anbu y por eso aprovechaba cada momento que ellos estaban cerca para poder aprender todo lo que pudiera. También estaba el Tercer Hokage que lo conoció una vez y le agrado mucho su compañía y le daba consejos cada vez que podía.

- Como me gustaría que estuvieras aquí, Niisan – decía Sasuke mirando hacia el cielo con sus ojos negros como la noche con lágrimas amenazando con salir.

En eso iba entrando Naruto a su hogar por el patio, que era donde se realizaba la fiesta de sus hermanos, ya que eran contadas las personas que sabían que el Cuarto Hokage tenía un tercer hijo, no tenía que preocuparse por llegar tarde a la fiesta. El solo caminaba entre las personas sin causar problemas y dirigiéndose a la entrada a su casa para ir a su cuarto ya que no importaba si estaba ahí o no, de reojo pudo ver a sus padres, ambos estaban sentados en una mesa, conversando con otros líderes de clanes, ellos tenían una actitud casi cansada y fastidiada cada vez que él iba a pedirles algo o enseñarles su progreso, actitud que cambiaba completamente cuando se trataba de sus hermanos, ya que para ellos siempre tenían tiempo y siempre parecían más felices cuando estaban con ellos.

Naruto sabía que era bastante fuerte para su corta edad, ya que correr y golpear arboles sin descanso lo fortalecieron mucho, al igual que él sabía que no era ningún genio, pero conocía muy bien los temas políticos ya que era de las pocas cosas que podía leer en la biblioteca de su padre sin que se diera cuenta al igual que era de las cosas que podía aplicar debido a su problema con el Chakra.

Luego vio a sus hermanos que estaban jugando con otros niños que él no reconocía, los tres eran idénticos, su misma mirada con esos ojos azules, las mismas marcas de nacimiento, la sonrisa, solo se diferenciaban por el cabello ya que ellos eran pelirrojos, su hermano tenía el mismo corte que él y su hermana tenía un cabello tan largo que le llegaba a la cintura.

Otra cosa en la que se podrían diferenciar era la actitud, mientras que el rubio era un niño amable, extremadamente optimista, humilde, algo bromista y despistado, los pelirrojos eran algo arrogantes por la atención que se les daba, sus bromas eran incluso un poco subidas de tono, ya que casi nunca les importaba si lastiman a alguien, además de que siempre esperan que los traten con respeto. Al final decidió no prestar atención y seguir caminando, hasta que escucha como alguien golpea una copa, girando la cabeza vio a su padre de pie con una copa en la mano, él no quería escuchar otro discurso sobre sus hermanos, pero aun así decidido quedarse a escuchar.

- ¡Muchas gracias a todos por venir al cumpleaños de mis hijos! ¡hoy por ser un día especial para ellos, quiero que todos sepan que, mi esposa y yo hemos decidió nombrar a Natsumi como futura líder del clan Uzumaki! – decía Minato con gran felicidad y una sonrisa en su rostro – ¡y a Menma nombrarlo como candidato a futuro Hokage ya que puedo ver su gran potencial, además, si él lo desea puede formar de manera oficial en un futuro el clan Namikaze!

En ese momento todos aplaudieron a los dos hijos del Hokage, ya que no solo eran sus salvadores por contener a tan malvada criatura como lo es el Kyubi, sino que ahora también son futuros líderes de sus clanes y uno es prospecto a Hokage, los civiles estaban más que maravillados por la noticia de sus dos pequeños héroes.

Los únicos que no aplaudieron fueron Sasuke que conocía a Naruto un poco, ya que su entrenamiento consumía mucho de su tiempo, una niña de ojos perlados con el cabello corto de color negro azulado que le tenía mucho aprecio al pequeño rubio porque una vez la salvo de unos brabucones, Hiruzen Sarutobi que era uno de los pocos que reconocían a Naruto y que también intentaba de varias formas que tanto Minato como Kushina le prestaran más atención a su primogénito, pero siempre fracasaba, el viejo hacia lo mismo por Sasuke pero Fugaku era aún más terco que nadie.

Y era precisamente Hiruzen Sarutobi quien apenas iba llegando a la fiesta con una caja de regalo que decía "para Naruto". Que tuvo la desgracia de escuchar las palabras de su sucesor. Todos los que conocían al pequeño rubio, sabían que, si el primogénito no era elegido líder de clan, este automáticamente estaba expulsado del clan, por no ser considerado lo suficientemente competente.

Naruto estaba destrozado no solo le quitaron lo que era suyo por derecho, sino también le quitaron su sueño, el simplemente ya no pudo soportarlo más, de sus ojos caían lagrimas a montones mientras este simplemente se dispuso a correr lejos de la casa, de la fiesta, de todos.

Sasuke vio todo lo ocurrido y no pudo evitar sentir lastima por el rubio, pues ese sentimiento de despreocupación por parte de los padres del rubio, era la misma que él mismo había estado experimentado desde hace muchos años atrás, sino es que toda su vida. Por lo cual, sin pensarlo un segundo, comenzó a correr detrás del rubio a toda prisa.

Hiruzen estaba más que furioso, él quería golpear a Minato hasta el cansancio por lo que le había hecho a su hijo, pero contuvo las ganas de hacerlo, mientras buscaba con la mirada a su nieto adoptivo, ya que, si él había escuchado todo y con lo listo en temas políticos que era, estaría destrozado y necesitaría a alguien en quien desahogarse. Hinata solo estaba triste por su salvador, ella quería ir con él y ver que estaba bien, pero no podía ya que estaba con su padre y era muy temerosa como para apartarse de su lado.

Sasuke estaba corriendo con todo lo que tenía tras Naruto, él podía comprender esa mirada de tristeza y dolor, cuando lo vio antes de que saliera corriendo, él lo siguió hasta un parque en donde lo perdió de vista.

- ¿Dónde... rayos... esta? – decía entre jadeos y mirando a todos lados, ya que el rubio le llevaba ventaja.

- ¡¿POR QUE?! – se escuchó un grito desgarrador por todo el parque, pero Sasuke pudo escuchar perfectamente de donde venia y corriendo en esa dirección, vio a Naruto en el pasto arrodillado frente a un árbol, golpeando el piso con todas sus fuerzas, mientras lagrimas caían de su rostro - ¡¿POR QUE?! ¡¿POR QUE A MI?! ¡¿YO SOLO QUERIA SU CARIÑO?! ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? – repetía una y otra vez hasta que fue solo apenas un susurro.

En eso Sasuke se acerca arrodillándose y poniendo su mano sobre el hombro de Naruto, que se sorprendió porque alguien más estuviera ahí con él.

- No sé porque lo hicieron, pero comprendo perfectamente el sentimiento – decía Sasuke con tristeza en su voz, al tiempo que veía como el rubio levantaba la mirada para ver quién era – lamento mucho lo que te paso.

Pasaron unos minutos en los que Naruto intentaba calmarse para poder formular, aunque sea una oración.

- Tu... eres... Sasuke Uchiha... verdad... - lo decía entre sollozos mientras se sentaba e intentaba calmarse y se secaba sus lágrimas.

- Solo Sasuke – corrigió bajando la mirada – mi padre dice que aún no me eh ganado el derecho de ser un Uchiha.

- ¿Por qué? – pregunto un Naruto un poco más calmado, pero aun con lágrimas en su rostro.

- Porque nací sin Chakra y no puedo realizar el Jutsu de mi clan.

- ¿Tú también? – pregunto Naruto bastante impresionado de conocer a alguien igual a él.

- ¿Cómo que tú también? – repitió Sasuke confundido, ya que la pregunta del rubio lo tomo por sorpresa.

- Yo también nací sin Chakra, es por lo que mis padres me ignoran, por eso me expulsaron del clan – respondió Naruto con un nudo en la garganta.

- Yo siempre pensé que era el único con este problema, pero ahora entiendo mejor porque te hicieron eso, no dudo que me expulsen a mí también, algún día – decía Sasuke con pesar pues las palabras que le dijo su padre hace poco en la fiesta le lastimaron mucho, haciendo que ya no le importara el reconocimiento de su padre o del clan.

Sin importarles que ya era de noche o que estaban solos en el parque, ambos niños empezaron a conocerse mejor, a platicar de sus gustos, sus entrenamientos y descubriendo que el viejo Tercer Hokage era alguien que reconocía a ambos. Empezando a llevarse bastante bien, ya compartían muchas cosas en común y empezando a reír por uno que otro chiste del rubio.

- Vaya, a pesar de lo que han pasado me sorprende que sigan sonriendo – dijo la voz de un hombre que parecía viejo en la oscuridad del bosque, ambos niños se pusieron de pie y en guardia con algo de miedo, ya que no se habían dado cuenta de que alguien los vigilaba – tranquilos no tienen que temer, soy bastante agradable cuando me conocen – dijo el dueño de la voz con una pequeña risa.

De entre las sombras ambos niños pudieron observar a un hombre viejo que caminaba en su dirección con un gi de color naranja con emblema en su pecho del lado izquierdo, un bastón de madera en la mano derecha y con un su cabello y bigote completamente blanco, denotando su edad, pero lo que más los sorprendió fue su sonrisa tan amable y cálida que le daba un aire de confianza y haciendo que los niños bajaran su guardia.

- ¿Quién es usted señor y que hace aquí? – pregunto amablemente Sasuke ya que se veía una persona muy amable.

- Oh cierto casi lo olvido – dijo soltando una risa a la vez que levantaba la mano izquierda en forma de saludo y con su típica sonrisa les contesto – hola, mi nombre es Son Goku, pero pueden decirme solo Goku y la razón por la que estoy aquí es para ayudarlos.

- ¿Ayudarnos? ¿Ayudarnos con qué? – esta vez pregunto Naruto ya un poco más calmado y con una ceja levantada.

- Con su ammm "problema" de a eso que le llaman Chakra – respondió con simpleza Goku con una sonrisa algo burlona.

- ¡¿ENSERIO?! – gritaron los dos niños al mismo tiempo con mucha fuerza y con un hilo de esperanza en su voz.

- Enserio – contesto Goku con un poco de dolor en sus oídos por el grito tan fuerte que dieron esos dos.

- ¿Entonces usted puede hacer que tengamos Chakra? – pregunto Naruto muy entusiasmado, ya que con eso podría hacer su sueño realidad, mientras Sasuke lo veía como a un salvador si podría arreglar su más grande problema.

- Ammm no – dijo Goku con simpleza, a lo que ambos niños cayeron al piso por la respuesta.

- ¡¿ENTONCES?! – gritaron los dos nuevamente.

- Verán, ustedes nunca podrán producir Chakra, ya que ustedes dos nacieron con otro tipo de energía diferente – informo Goku viendo como ganaba la atención total de los niños, pues no decían nada, por lo cual procedió a explicarse – verán el Chakra es la mezcla de la energía física y la energía espiritual, estas energías se obtienen mediante el entrenamiento la experiencia y la energía de su propio cuerpo, esto es lo que todas las personas en este planeta poseen, pero ustedes no. Ustedes posen el Ki que es la procedencia de la fuerza de energía vital que reside en todo ser vivo, animales, plantas, insectos, etc., de donde yo vengo cualquiera puede dominar el Ki, y con ello se obtiene una mayor fuerza, velocidad, resistencia. Aunque el Chakra se puede utilizar de muchísimas más formas y es más moldeable, el Ki es muchísimo más poderoso en cuanto a poder de ataque y defensa se refiere además de otorgarle a quien lo domine todo lo que ya les mencioné – termino de explicar con un dedo levantado como si de una clase se tratara.

Tanto Naruto como Sasuke estaban más que impresionados, pensar que ellos poseían algo tan poderoso en su interior los dejo más que maravillados, y Goku sin saberlo les dio algo que poco a poco iban perdiendo, eso era la esperanza de poder cumplir sus sueños. Ambos tenían más de mil y un preguntas sobre como dominar el Ki y si él les podría enseñar, pero antes de que Goku pudiera continuar fue interrumpido.

- ¿Y cómo sabemos que dice la verdad? – pregunto Sasuke, pues, aunque él quisiera creer todo lo que escucho, debía estar seguro.

Ante la pregunta, Goku se pone una mirada algo seria y levantando un poco su bastón, para inmediatamente bajarlo rápidamente a la vez que este suelta un poco de su Ki que producía una enorme presión sobre los dos niños, tanto que ambos se cayeron sobre sus traseros, con los ojos abiertos como platos y con una gran dificultad para respirar ya que no pudieron soportar tremenda cantidad de poder, y por un momento ambos jurarían que el piso estaba temblando y veían unas cuantas piedras flotar, una vez que demostró algo de su poder, Goku dejo de liberarlo para que los niños pudieran levantarse y respirar con normalidad.

- Bueno, ¿aún tienen dudas? – dijo Goku con una sonrisa y ante esta pregunta, los niños solo pudieron negar rápidamente con la cabeza – bien ya con todo dicho, les quería hacer una propuesta, quiero saber si los dos ¿quieren ser mis alumnos para que así puedan romper sus límites?

Los dos niños estaban impresionados por la propuesta del viejo frente a ellos, él quería entrenarlos, él quería ayudarlos a ser fuertes, ninguno de los dos sabía que responder ya que aún estaban en shock.

- ¡Acepto! – grito Naruto que fue el primero en salir del shock en el que estaba, él estaba arrodillado con la frente en el piso – ¡por favor enséñeme a ser más fuerte, por favor Goku-Sama! – volvió a gritar al borde del llanto por la oportunidad que le estaban dando.

- Por favor levántate – dijo Goku que se estaba agachando para ayudar a poner al rubio de pie – eso no es necesario y solo dime Goku, jeje – una vez con el rubio de pie volteo a ver al pelinegro – y tu ¿Qué dices? ¿aceptas?

Sasuke aún estaba aturdido por toda la información que recibió, pero solo le vasto ver la sonrisa de Goku para que tomara una decisión, con lágrimas amenazando con salir y con una gran sonrisa ya había tomado su decisión.

- Claro que acepto, muchísimas gracias por esta oportunidad – dijo haciendo una reverencia.

- Bien ya está decidido, mañana a primera hora nos iremos de aquí, entrenaremos fuera de la aldea, para así evitar problemas innecesarios, por lo que les recomiendo que empaquen todo aquello que consideren de utilidad – informo Goku con tranquilidad.

- Espere, ¿nos iremos de la Aldea? ¿Por cuánto tiempo? – pregunto Naruto.

- Así es pequeño, nos iremos ya que el entrenamiento será realmente arduo y aunque la aldea ofrezca mucho para su entrenamiento, preferiría hacerlo fuera para no llamar mucho la atención, y con respecto a cuánto tiempo, yo diría unos 5 años.

- Espere Goku-sensei, no es que no quiera su ayuda, pero ¿cómo supo de nosotros y donde encontrarnos? – pregunto Sasuke ya que esa duda aun la tenía presente.

- Muy fácil los eh estado observando con ayuda de un amigo y como sobre como los encontrare, es gracias a una de las habilidades que aprenderán cuando dominen el Ki, les contare mucho más, pero será mejor que se vayan a sus casas, mañana los esperare en este lugar a primera hora para irnos a entrenar.

Con esto dicho ambos niños asintieron y se retiraron a sus casas, tanto Naruto como Sasuke estaban más que felices de al fin poder cumplir sus sueños y obtener una gran fuerza para proteger a las personas que eran importantes para ellos. Una vez que llegaron a la casa de Naruto este le pidió a Sasuke que esperara un poco, en eso vio como el rubio fue corriendo al interior de su casa para regresar unos minutos después con unos papeles en su mano.

- Sasuke, hoy me acaban de expulsar de mi clan, a mis padres no les importo y mis hermanos solo me ven como alguien inferior a ellos, yo ya no los considero mi familia, además de que me canse de buscar la aprobación de aquellos que no me valoran y por lo que me contaste tu sufres lo mismo o peor por parte de tu padre y hermana. Deberías de dejar de buscar el respeto y amor de quien no lo merece – decía Naruto a la vez que le daba uno de los papeles.

- ¿Qué es esto? – pregunto, viendo al rubio que estaba muy serio.

– Es un documento, es para que lo firmen tus padres, son para que una vez firmados legalmente dejes de ser su hijo, los robe de la casa de Jiji cuando fui con él porque estaba deprimido porque mis padres se fueron de vacaciones sin mí, al final no los use, pero ahora estoy decidido a hacer que los firmen y si tus padres merecen que te quedes, ellos lo leerán – respondió Naruto de forma seria.

- Muchas gracias, Naruto y feliz cumpleaños – termino de decir Sasuke para darle un abrazo e irse a su casa, para saber cómo acabarían las cosas.

Naruto regreso a su casa nuevamente y vio como sus padres se estaban despidiendo de unos cuantos invitados que aún seguían en la casa. Y con determinación fue con ellos con papeles en mano para así dejar de ser su hijo legalmente.

- Otosan, Okasan, podrían firmar esto – les dijo a sus padres extendiéndoles el documento y una pluma.

Ambos padres voltearon pensando que era Menma, pero al ver quien era voltearon de nuevo con los invitados de quienes se estaban despidiendo.

- Ahora no Naruto estamos ocupados – dijo Kushina sin voltearlo a ver.

- Por favor Otosan, Okasan solo les pido esto y nunca más les pediré nada.

Tanto Kushina como Minato, estaban cansados de las insistencias de su hijo y cuando él no parecía entender que estaban ocupados, Minato tomo el documento y la pluma y lo firmo sin leerlo y se lo paso a Kushina que tampoco lo leyó y ella se lo regreso a su, ahora ex hijo.

- ¿Ya estas feliz? – le pregunto Kushina algo desesperada y molesta.

- Claro que sí, Kushina – le respondió Naruto de forma fría y sin emociones, tanto que le extraño mucho a Kushina, pero antes de que pudiera preguntarle este ya se había ido corriendo al interior de la casa.

Naruto fue corriendo hacia su cuarto donde para su desgracia se encontró con Natsumi y Menma, que le bloqueaban el paso a su cuarto.

- Hola aniki, no te vi en toda la fiesta y tampoco nos has dicho feliz cumpleaños – decía Menma algo arrogante.

- No me importa Menma, ahora déjame pasar – dijo Naruto sin darle importancia.

- ¿Qué pasa Onichan, algo te molesta? – pregunto Natsumi con una voz de preocupación.

- Fingir que te preocupas por mí y luego burlarte ya no funciona, Natsumi – respondió Naruto algo triste de que su hermana siempre hiciera eso.

- Oh que lastima y yo pensé que siempre funcionaria jaja – dijo Natsumi riendo con burla.

- Ya déjenme pasar, por favor – dijo Naruto mientras pasaba por en medio de ambos, para ser tomado por la muñeca izquierda por el brazo de Menma – suéltame – le dijo de forma seria sin siquiera voltearlo a ver.

- ¿Y si no quiero? – se burló Menma para después ver como Naruto se soltaba de su agarre y ponía su mano sobre su pecho empujándolo contra la pared bruscamente, sosteniéndolo ahí mismo sin que el pudiera liberarse – ¡suéltame! – le grito muy enojado.

- ¿Y si no quiero? – le contesto Naruto de forma burlona.

El rubio miro a los ojos de su hermano con una furia que sus hermanos menores no habían visto nunca, a la vez que lo soltaba y veía como Menma caía al piso agarrando su pecho por el dolor generado por la presión que ejercía, todo bajo la atenta mirada de Natsumi que veía impactada lo que hacía su hermano mayor, ya que siempre que lo molestaban él nunca se defendía o les contestaba.

Después de eso Naruto simplemente entro en su cuarto sin decir nada, dejando a un Menma enfurecido y a una Natsumi algo pensativa, ya que tal vez se habían estado pasando con sus bromas con su hermano mayor.

Con Sasuke

Él iba entrando a su casa y vio a su padre tomando una taza de café al lado de su madre, acompañados de su gemela, el simplemente espero a que Satsuki se retirara para poder ir con sus padres. Y una vez que se fue, él se dirigió a ellos con documento en mano.

- Otosan, Okasan, podrían firmarme esto, por favor – dijo Sasuke algo temeroso – si lo haces te prometo que ya no tendrás ningún problema por parte mía.

- Eso espero – contesto Fugaku mientras tomaba el documento, lo firmaba y se lo pasaba a su esposa – firma Mikoto.

Ella lo tomo e iba a leerlo, pero Fugaku le dijo que lo hiciera rápido, así firmando el documento sin leerlo también y dándoselo a su hijo quien no dijo nada y se fue a su cuarto. Donde empezó a empacar todo lo que él consideraba útil y una vez que acabo procedió a tomar unas hojas y empezar a escribir unas cartas de despedida para su hermano y para Shisui, estaba pensando seriamente en si escribirle una carta a su madre, ya que, aunque ella nunca lo trato mal, tampoco hizo nada para parar los maltratos de su hermana o los constantes desprecios de su padre. Por lo que decidido hacerle una nota, pero dejándosela a Itachi para que él se la diera cuando ella se diera cuenta que él no estaba, el en verdad esperaba que no se tardara mucho.

A la mañana siguiente ambos niños con mucho sigilo salieron de sus casas sin despertar a nadie y se vieron en el parque con los primeros rayos del sol, ambos se saludaron, tenían unas mochilas de viaje, Naruto tenía un pergamino en la mano, Sasuke iba a preguntar que era ese pergamino, pero antes de poder hacerlo vieron como Goku apareció frente a ellos de la nada impactando a ambos.

- Bien hora de irnos y comenzar su entrenamiento - dijo un Goku muy alegre.

- Disculpe Goku-sensei, pero cree que pueda ayudarme a dejar este mensaje en la casa de mi Jiji – decía Naruto algo nervioso por miedo a que Goku se negara.

- Claro, pero ¿Por qué no se lo entregaste tú? – pregunto Goku con una ceja levantada.

- Vera mi Jiji es un hombre viejo como usted – explico Naruto, mientras a Goku solo le cayó una gota de sudor por la nuca – y es una de las personas que más quiero, pero eso este pergamino es una despedida diciéndole que me voy, pero que regresare, les deje un mensaje también con los dueños de Ichiraku ramen, pero el viejo es listo y si se da cuenta de lo que quiero hacer nunca nos dejaría salir de la aldea, además de que su casa esta cuidada por Anbus y sí me ven dejando el mensaje se lo dirían de inmediato.

- Ya veo, tienen mucho sentido. Y tú Sasuke ¿no tienes un mensaje que dar a las personas que quieres? - pregunto Goku viendo al pelinegro.

- Yo lo hice ayer, no fue muy difícil ya que, las personas a quien se las deje viven en el mismo complejo – respondió Sasuke de forma tranquila.

Con eso dicho Naruto procedió a guiar a Goku hacia la casa de Hiruzen, donde una vez llegaron, Goku tomo el pergamino y a una velocidad imperceptible para cualquier humano, entro en la casa del Tercer Hokage dejando el mensaje sobre la mesa, sin alertar a los Anbus que protegían la casa ni a las personas que estaban durmiendo en ella. Cuando regreso con los niños el estiro su mano derecha con su bastón para que ellos se sujetaran de él.

- Si están listos sujétense – dijo Goku con una sonrisa y extendiendo su bastón al frente.

- ¡Hai! – dijeron los dos al mismo tiempo, para tomar con fuerza del bastón de Goku, después vieron como este solo puso sus dedos en la frente desapareciendo los tres del lugar en el acto.

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