El clan Son
Departamento de los Son
Sasuke se despertó muy somnoliento, pues un ahorma muy peculiar llego a su nariz y lo forzó a despertarse, se levantó de la cama vistiendo unos pantalones azules sujetado por una cinta blanca y una camisa de tirantes blanca, comenzó a caminar a la cocina mientras se tallaba los ojos en un vago intento de despejar el sueño que aun tenia, pero al ver que en la su cocina se encontraba Tsunade en lo que parecía estar cocinando, arqueo una ceja confundido, pues no recordaba que su hermano le dijera que le había dado una llave para que pudiera entrar cuando quisiera, aunque tampoco quiso saber cómo es que entro, pues muy probablemente lo hizo a la fuerza.
El Son pelinegro, sin avisar de su presencia, regreso por donde vino y se dirigió al cuarto de su hermano para despertarlo, cuando entro, lo vio tumbado en la cama con varios pergaminos a su alrededor y roncando con fuerza, solo vestía unos pantalones azules sujetados con una cinta blanca, dudo por un momento en despertarlo, pues si algo era sagrado para ambos, eran sus horas de sueño, el rubio estaba tan cansado que ni el extraño olor proveniente de la cocina lo despertaría, pues se la paso en vela la noche anterior estudiando tanto como pudo sobre algunos temas políticos, pues no quería ser atrapado por lagunas políticas o que inventaran reglas para que su clan no fuera fundado, todo mientras aun luchaba con su enojo y dolor de su discusión con su familia biológica, pues aunque no lo pareciera, decir todas esas cosas, abrieron un poco las viejas heridas.
- ¡Dobe! – grito Sasuke mientras pateaba la cama de su hermano para hacerlo caer.
- ¡¿Qué demonios te pasa?! – pregunto Naruto muy sobresaltado, aun tumbado en el suelo.
- Sígueme – respondió Sasuke como si nada, caminando a la cocina.
El Son rubio puso los ojos en blanco mientras varias venas se formaban en su frente, se puso de pie y siguió a su hermano murmurando cosas sobre pelinegros idiotas, estaba listo para patearle el trasero y lo haría hasta que se cansara, pero cuando lo vio en la entrada de la cocina viendo al frente, decidió mirar lo que él, solo para ver a su madre con sus ropas normales, solo que sin su chaqueta larga verde y usaba un mandil, mientras que su cabello lo amarro en una cola de caballo alta, estaba cocinando algo, pero como les estaba dando la espalda no sabía que era y el olor tampoco le daba alguna pista, pero fácilmente podía decir que no era bueno.
- ¿Okasan? – murmuro Naruto realmente confundido.
- Ah, hola, buenos días, cariño, Sasuke – saludo Tsunade mirando sobre su hombro a su hijo y su hermano, con una gran sonrisa.
- Buenos días – saludo Sasuke con amabilidad.
- Buenos días, Okasan, no es que me moleste, ¿pero qué haces aquí? – pregunto Naruto con calma.
- Bueno, sé que hoy es un día muy importante para ustedes, están a punto de ir y solicitar la inclusión de su clan, por lo cual vine para prepararles el desayuno – respondió Tsunade dándose media vuelta para que pudieran ver su gran sonrisa y en sus manos la cacerola donde estaba preparando la comida.
Los Son abrieron en sus ojos en su totalidad al ver lo que había en la cacerola, era una masa amorfa de color gris con toques de rojo y negro de la cual sobresalían lo que parecían eran huesos y podían notar como estaba quemado de algunas partes, esa cosa no podía ser comida y mucho menos comestible, el Son pelinegro trago saliva ruidosamente y el Son rubio forzó como pudo una sonrisa alegre.
- M...mu... muchas gracias... Okasan... no te hubieras molestado – agradeció Naruto con una sonrisa nerviosa.
- No te preocupes yo estoy encantada, después de todo eres mi hijo y debo asegurarme de que estés en óptimas condiciones para un día tan importante – dijo Tsunade con una enorme sonrisa, pues pronunciar esas palabras hacían que su corazón brincara de alegría, se dio media vuelta para continuar con los toques finales – creo que le falta sal – murmuro mientras tomaba un frasco con sal y agregaba un poco a la comida.
- Eso es azúcar – murmuro Sasuke con los ojos en blanco y sin despegar la vista del frente, busco a tientas a su hermano con su mano derecha y cuando tomo en su mano el collar que llevaba lo jalo para tenerlo de frente – ni creas que voy a comer eso, me gusta vivir y más importante, me gusta el rumbo que está tomando mi vida – murmuro con seriedad viendo a su hermano a los ojos – y no me agrada la idea de reencontrarme con Otosan en el otro mundo tan rápido.
- Vamos no es tan malo, recuerda que nosotros tampoco sabemos cocinar bien – dijo Naruto en un murmuro intentando calmar a su hermano – además, nunca me eh quejado de la comida de tu madre.
- Nosotros cazamos nuestra comida y la calentamos a fuego lento, y jamás hemos dejado la comida en tan mal estado – murmuro Sasuke enojado – y no puedes quejarte de la comida de mi Okasan, porque tú y Anko-sensei siempre tienen la boca llena con su comida – reprocho y soltándolo del agarre – me voy con Haku-chan y te esperare en la cámara del consejo, si es que aun sigues vivo.
- ¿Pasa algo chicos? – pregunto Tsunade viendo a su hijo y hermano por encima de su hombro, pues escucho muchos murmullos.
- Lo que pasa Okasan – hablo Naruto antes de que su hermano lo hiciera – es que Sasuke está un poco nervioso, ya que no sabe cómo darte la bienvenida como parte de la familia, ya que en verdad se alegra que alguien como tú se preocupe por mí y me vea como un hijo – dijo alabándose mentalmente por la historia que acaba de inventar.
Sasuke fulmino con la mirada a su hermano, pues sabía perfectamente lo que estaba tramando, pero no caería, no señor, amaba vivir, por lo cual se pondría firme e informaría a la madre de su hermano que ya tenía planes con su novia o cualquier otra cosa que lo sacara de su departamento, con eso en mente miro al frente con un rostro serio y listo para actuar, cosa que no pudo hacer al ver a la Sannin sonreír de oreja a oreja mientras se limpiaba un par de lágrimas.
- Muchas gracias, Sasuke, sé que la relación que podemos tener es un poco extraña y que a diferencia de tu caso con Mikoto, yo no tengo algo sanguíneo con Naruto-kun, pero en verdad aprecio que me aceptes como de la familia y me aceptes como su madre, no sabes lo mucho que significa para mí – dijo Tsunade feliz de que su familia ya no se limitaba a su aprendiz, sino que ahora tenía un hijo y su hermano la aceptara.
Sasuke solo regreso la sonrisa y dio un asentimiento, ¿Cómo diablos se iría ahora? Si se iba, lastimaría los sentimientos de la Sannin y no tenía la maldad necesaria para que le importara poco e irse como si nada, se prometió a si mismo moler a su hermano a golpes por su movimiento tan cobarde, después de que asegurara el clan Son en Konoha, lo acabaría sin piedad alguna.
Cuando Tsunade sirvió la comida, los Son ignoraron por completo sus instintos de supervivencia y procedieron a comer, y para su enorme sorpresa, la comida no sabía mal... sabia horrible, de inmediato se pusieron azules y se sentían mareados al igual que débiles, no sabían cuanto más podrían aguantar, pero Naruto seguiría comiendo hasta acabar con su plato y más si era necesario para seguir viendo la sonrisa de su madre, Sasuke por otro lado, solo comió un plato e informo que se iría a bañar, donde gracias al ruido de la regadera, nadie pudo escuchar los sonidos que emitía cuando estaba vomitando. Tsunade vio un poco pálido a su hijo, pero simplemente se lo atribuyo a que estaba nervioso, y sonrió enormemente cuando arraso con toda la comida que preparo, ahora lo sabía, Nawaki y Dan eran unos exagerados, su comida si era deliciosa y la prueba era su hijo que se retiró a su cuarto para cambiarse mientras se sobaba satisfecho su estómago.
Torre del Hokage – afuera de la sala del consejo
Anko y Sai estaban frente a las puertas del consejo, ambos estaban esperando a los Son, pues les pidieron que estuvieran antes de que empezara la reunión, no tuvieron que esperar mucho pues apenas llevaban 5 minutos cuando estos aparecieron a su lado mediante la teletransportación, vistiendo sus Gi de la Escuela Tortuga.
- Buenos días ¿Por qué las caras tan largas? – pregunto Sai con su típica sonrisa, viendo como sus amigos parecían ligueramente mareados y pálidos.
Los Son no respondieron, simplemente el pelinegro se limitó a mirar con enojo a su hermano, mientras este reía como tonto, cosa que lo hizo enojar aún más.
- Bueno chicos, llego el día, ya son Chunin y ahora ustedes dos serán cabeza de clan – hablo Anko con felicidad y orgullo en su voz – ahora tendrán misiones independientes y responsabilidades como clan, solo por favor no lo arruinen ahí adentro y recuerden que nosotros somos el mejor equipo de Konoha – dijo con emoción que intentaba disfrazar su nerviosismo, pues no quería romper el equipo 0, aun quería a esos mocosos cerca, eran como los hermanos menores escandalosos y raros que siempre deseo tener.
- Anko-chan, hablas como si ya no nos fuéramos a ver o si ya no fuéramos un equipo – dijo Naruto con una sonrisa – y estoy seguro de que los tres podríamos ser Jonin y aun nos estarías dando órdenes.
- Nada en lo absoluto va a cambiar sensei, el equipo 0 siempre se mantendrá junto – dijo Sasuke con seguridad.
- Lo único que cambiará será la unión de Iruka a nuestro círculo íntimo, pero fuera de eso todo seguirá igual – dijo Sai con tranquilidad.
Anko se sonrojo un poco por esa declaración y no ayudaba que ahora esos tres le estaban mirando con picardía, casi como si supieran que ella era la novia del castaño, ese pensamiento la hizo sonrojar aún más, pues el hecho de pensar que ella era la novia del castaño aun le parecía un sueño, por esta vez, no molería a sus alumnos a golpes, ya que ellos eran su familia ahora, y apoyaban su relación y eso en verdad la alegraba.
- Por cierto, ahora que ambos están recuperados – hablo Anko cambiando su semblante apenado por uno serio – ambos aún tienen pendiente la paliza que les voy a dar por pelear solos contra Itachi y Orochimaru – comento con una sonrisa sádica y tronándose los nudillos.
- Jeje pensé que ya lo había olvidado – se rio Naruto de forma nerviosa.
- Casi muero hoy y para colmo mi sensei me quiere muerto... genial – murmuro Sasuke con un semblante decaído.
- Yo creo que puede dejar eso para después Anko-sensei – hablo Sai en pro de salvar a sus amigos – lo que yo quiero saber es ¿Qué haremos con respecto a Itachi? – pregunto con seriedad y ganándose la completa atención de todos – el aún es una amenaza, no solo para ti Sasuke, sino para los pocos del clan Uchiha y la Aldea en general.
- Sai tiene razón, por lo poco que me pudo decir Kurenai, Kakashi menciono que están en una organización llamada Akatsuki y que esos dos estaban buscando a los contenedores del zorro – comento Anko también de forma seria – pero dudo que solo los busquen a ellos, también pueden estar buscando a los demás Jinchuuriki, ¿Aun sienten su presencia?
- Si – respondió Sasuke con seriedad – al parecer no se han dado cuenta de ello, Naruto y yo ya hemos hablado de eso y de momento no lo atacaremos a no ser que se acerque de nuevo a la Aldea, es demasiado fuerte aun si no podemos caer en su Genjutsu, incluso soporto mi Kaioken aumentado tres veces y todavía está el hecho de que cuando lo golpe con KameHameHa envuelto en el Chidori de Satsuki, su Chakra aumento de golpe, en nuestro estado actual no podremos ganarle – comento viendo los rostros sorprendidos de sus amigos.
- Comprendo – dijo Anko soltando un suspiro – pero de ser ese el caso, los cuatro duplicaremos o triplicaremos nuestros entrenamientos, para volvernos más fuertes, ya que el equipo 0 será quien atrape a ese desertor y nadie más – informo con orgullo en su voz.
Los tres Chunin sonrieron y asintieron ante las palabras de su sensei, pues se notaba la pasión en sus palabras al igual que su confianza, pues si no podían vencerlo por separado, lo harían como equipo. Aunque fue el Son pelinegro que titubeo un poco en su sonrisa, pues aún había algo que lo estaba molestando, durante la pelea contra el pelinegro de ojeras, sus instintos le advertían del peligro, le advertían que sus ataques eran letales y podría morir en cualquier momento... pero cuando sentía su energía, esta no era malvada, era tranquila y fluctuante, como si estuviera sufriendo, hizo a un lado esos pensamientos, pues de nada le servían en estos momentos.
Entrada de Konoha
Temari junto con dos Jonin mensajeros estaban frente a los dos guardias de la entrada de Konoha, ella lleva una camiseta escotada color lavanda con mangas largas y una pieza gris a modo de protector sobre esta, su protector alrededor de su cuello, una minifalda de color azul marino y medias de rejilla en las piernas, seguía llevando una cinta roja alrededor de su cintura, aunque ésta era mucho más larga que la que tenía antes, eligió ese conjunto en particular pues pensaba que la haría lucir atractiva ante cierto rubio en particular, sus acompañantes eran dos Jonin mensajeros los cuales llevaban la indumentaria clásica de un ninja Suna, los guardias ya sabían de la visita de los de la Arena, pero aun así, tenían que ser cautelosos, por lo cual cuando terminaron de revisar sus pases, se les dijo que podían pasar, pero serian vigilados por varios Anbu.
La rubia se sentía un tanto nerviosa sin su abanico, era su arma predilecta para las batallas, pero no podía llevarlo en esta ocasión, pues sería mal visto que como mensajeros para una nueva alianza, llevara un arma tan grande y tan letal, ya que sabían bien de que era capaz de hacer con ella, se sentía feliz por ser ascendida a Chunin por méritos propios antes de partir de su hogar y también porque al fin vería a ese rubio alegre, aunque cuando pensó en él, una nueva interrogante se presentó en su mente ¿Cómo lo encontraría? No sabía dónde vivía y mucho menos como localizarlo y preguntarles a los aldeanos de la Hoja no era una opción, pues sus miradas aunque no reflejaban odio, si reflejaban desconfianza, suspiro y decidió que se preocuparía por eso después, lo primero era lo primero, resolver la situación tensa con Konoha para luego arreglar las cosas con el rubio.
Torre del Hokage – sala del consejo
La sala estaban el Hokage, con sus consejeros, a sus lados los miembros tanto civiles como de las cabezas de clanes, en las cuales dos nuevas figuras estaban presentes, Tsunade representante del honorable clan Senju y Asuma representando al clan Sarutobi, pues su padre aún se encontraba indispuesto para asumir el cargo, por lo cual lo haría el, de pie en medio de la sala, estaban los Son y a sus espaldas en las puertas de la sala, Anko y Sai.
Naruto estaba tranquilo por fuera, pues era la imagen que debía dar junto con la de su hermano, al cual le informo que debía estar tranquilo, en control y no sobresaltarse con nada de lo que el consejo pudiera llegar a decir, Sasuke no cuestionaría a su hermano, podría haberle dicho que bailara en medio de la sala y lo haría, pues este no era su terreno, la política nunca fue su fuerte y solo podía servir de apoyo con decir algo en lo cual estaba seguro y haciendo lo que su hermano le dijera. El Son rubio recorría una y otra vez en su mente todos los escenarios posibles, todo para anticiparse y no caer en ninguna trampa o que se les someta a cosas que no querían o no estuvieran dispuestos a hacer, aunque también se estaba preguntando ¿Qué hacían los miembros civiles en la sala? Ellos no tenían voz ni voto en asuntos shinobi, quería restarles importancia, pero de muchos de ellos sentía malas intenciones, en especial del lisiado al lado de los ancianos consejeros, su energía era malvada y sombría, no le daba buena espina, por lo cual estaría atento a cualquier cosa que dijera o hiciera.
En la ventana sin que nadie se diera cuenta estaba Jiraiya recargado contra la pared, queriendo escuchar todo lo que ocurriría, tenía un semblante triste, pues su alumno fue a buscarlo el día anterior junto con su esposa exigiéndole saber que ocurrió en su viaje, ambos tenían tristeza escrito en toda la cara, y cuando les conto lo ocurrido, el en verdad deseo que Kushina lo golpeara, pues verla llorar al saber que era Tsunade quien ahora su hijo veía como madre la destruyo y lo destruyo a él, si hubiera hablado con ella en el momento en el que regreso, tal vez el golpe no hubiera sido tan duro para ella.
Kushina miraba de reojo a la Sannin, con sus ojos cansados y con ojeras, prueba de que no había dormido bien, por estar llorando, cuando vio a la mujer de grandes atributos, se deprimió aún más, ya que vio como la Sannin miraba a su primogénito con nada más que el amor de una madre, eso le dolió, ella debía ser la única que debía mirarlo de esa manera, pero ya era tarde, pues intentar obligar a su hijo a regresar y nunca hacer las cosas bien, ya que por su carácter siempre quería que las cosas se solucionaran de inmediato, fue lo que la puso en esta situación en primer lugar, se mordió el labio inferior y con una fuerza sobre humana, controlo las lágrimas que amenazan con salir.
Homura, viendo como su Hokage parecía inusualmente callado y con semblante distraído y cansado, por no decir triste, se aclaró su garganta llamando la atención de todos.
- Como ya todos saben, estamos aquí para discutir la inclusión del clan Son en la Aldea, con los jóvenes Son Naruto y Son Sasuke como cabezas de clan – hablo con tranquilidad y serenidad, recibiendo asentimientos de todos – pero antes de comenzar, Jóvenes Son, ¿Podrían informarnos porque sus compañeros de equipo se encuentran en la sala? Esto es un asunto privado.
- Concejal – dijo Naruto con un pequeño asentimiento respetuoso – la razón de que ellos se encuentren aquí, es porque en uno de los temas que estoy seguro que tocaremos, ellos serán mencionados y necesitaremos de su presencia para que el tema pueda continuar con mayor rapidez, por lo cual pido que permitan su presencia – respondió con completa calma.
Todos asintieron a esa petición y se dieron cuenta que el rubio parecía saber cómo hablar y responder, de la misma forma que lo haría alguien que es merecedor de ser llamado cabeza de clan.
- Se permite su presencia, siempre y cuando se comporten como es debido y solo hablen cuando se les pregunte – dijo Asuma por todos en la sala, no escuchando proteste y mirando divertido a su amiga peli-violeta, la cual podía decir que usaba todas sus fuerzas de voluntad para no gritarle y amenazarlo.
- Muy bien – hablo Koharu ahora tomando la palabra – ya todos estamos al tanto de su registro de misiones y fuimos testigos de sus habilidades durante los exámenes Chunin, como ustedes y su compañero de equipo fueron ascendidos a Chunin por méritos propios, por no mencionar de su extraordinaria participación durante la invasión en conjunto de Suna y Oto, por lo cual queremos que nos cuenten con detalle sobre sus Jutsus, sus estilos de pelea y eso a lo que llaman Ki – pidió con calma, pero notándose la autoridad en su voz.
- Con todo respeto, esa es información de clan que no estamos dispuestos a revelar – respondió Naruto con firmeza ya sabiendo que esto pasaría – sabemos que nuestras técnicas son muy poderosas y desean su conocimiento al igual que nuestro estilo de pelea, para mejorar el nivel de los ninjas, pero en ninguna librería o pergamino público, puedo encontrar los secretos y funcionamiento del Byakugan, los secretos de como los Inuzuka mejoran sus sentidos para que estén a la par de sus compañeros caninos o del secreto de los Aburame para controlar a los insectos, por lo cual encuentro irrespetuoso que usted me pida dichos secretos de mi clan.
Los líderes de clan estaban impresionados, pues esa fue una digna respuesta, como jefe de clan uno simplemente no puede ir revelando sus secretos como si nada, y tampoco podían ir pidiendo esos secretos como si nada, como la anciana consejera está intentando obtener, pues estaba claro que subestimaba a esos jóvenes, sonrieron y le dieron el visto bueno a los Son por mantener sus secretos como clan y obviamente, respetar el de los demás. Los consejeros y el halcón de guerra fruncieron el ceño ante esa respuesta, pues querían ese conocimiento para mejorar sus filas, estaba claro que al menos el rubio sabia mover sus piezas, por lo cual presionarían más a partir de aquí para obtener bastantes veneficios de ellos.
- Sin embargo – hablo Naruto obteniendo la atención de todos – como acto de confianza, les explicaremos que es el Ki – dijo volteando a haber a su hermano – Sasuke, siempre fuiste mejor para este tipo de explicaciones, ¿Podrías? – dijo recibiendo asentimiento.
- Verán, el Ki es la procedencia de la fuerza de la energía vital, con ella se obtiene una mayor fuerza, velocidad y resistencia, y a diferencia del Chakra que se compone de la energía física y la espiritual, el Ki es enteramente físico la cual también es muy diferente a su energía física – explico Sasuke mientras extendía su mano derecha y creaba una esfera de Ki – otra diferencia es que el Ki es más fuerte, destructivo y difícil de controlar que el Chakra, esta pequeña esfera es del mismo tamaño que un Rasengan de Natsumi o Menma, digamos que su Jutsu puede destruir la pared de una casa, mientras que esta esfera puede destruir toda esa casa – termino de exponer su ejemplo aplastando la esfera en su mano – por lo cual nosotros a diferencia de ustedes, no nos agotamos tan rápido al momento de usar repetidamente nuestras técnicas, ya que ustedes necesitan de mucho Chakra para que un Jutsu sea letal o destructivo y nosotros no.
- Y como ustedes pudieron presenciar, la técnica firma de nuestro clan es el KameHameHa, la cual use contra mi segundo oponente en las finales – hablo Naruto con la atención ahora puesta sobre el – esa técnica bien pudo destruir el estadio entero y eso cuando no use todo mi poder – explico viendo como muchos abrieron los ojos en shock y también pudo escuchar murmullos sobre que era demasiado peligroso para que lo repetirá, por lo cual continuo – la razón para que nosotros podamos usar una técnica tan destructiva sin problemas, es porque concentramos toda esa energía en nuestro oponente, por ejemplo si Gaara hubiera estado en el suelo y yo hubiera lanzado mi ataque, el daño hubiera sido un cráter de al menos cinco metros y ninguna vida o estructura hubiera corrido peligro.
Las cabezas de clan asintieron en comprensión, pues ya de ante mano conocían por experiencia propia, Jutsus sumamente destructivos, pero con una enorme precisión, mientras que el consejo civil aún estaba algo temerosos de que los Son pudieran lastimar a alguien, pero recordando que fueron ellos quienes los salvaron y quienes salvaron a sus familias, le darían el visto bueno.
- Si puedo preguntar, ¿Cómo es que saben tanto de una energía de la cual nunca se había escuchado hablar? Y ¿Cómo es que se puede dominar? – pregunto Shikaku, realmente interesado en saber esa información, pues no le gustaba solo tener fragmentos de un rompecabezas el cual quería armar.
- Eso si podemos responder, nuestro padre y sensei, Son Goku, fue quien domino el Ki y nos enseñó todo lo que sabía, cuando nos encontró, era un hombre de la tercera edad, y todo lo que sabía fue gracias a prueba y error que obtuvo durante toda su vida – respondió Naruto modificando un poco la verdad – y sobre como dominarla, solo aquellos que nacen con Ki pueden hacerlo mediante duros y muy rigurosos entrenamientos, aquellos que nacen con Chakra nunca podrán crear Ki al igual que los que tenemos Ki, nunca podremos crear Chakra.
- Estas diciendo que lo que ustedes poseen es una línea de sangre – dijo Homura con mucho interés.
- En lo absoluto, Sasuke y yo somos hermanos por el clan, pero no tenemos ningún parentesco sanguíneo, siendo completamente honesto, ni nuestro padre sabia porque nosotros poseemos Ki, siendo que nadie en todo el continente elemental lo tiene, y eso lo podemos asegurar gracias a nuestras habilidades de censor, ya que si hubiera una sola persona con Ki resaltaría sobre los demás con facilidad y ya la hubiéramos contactado – informo Naruto con honestidad.
La respuesta del Son rubio, sacio la curiosidad del Nara al igual que la de los presentes, pues sus palabras tenían sentido, su mismo Primer Hokage tenía el legendario Elemento Madera, algo que por muchos años se creyó seria la línea de sangre más poderosa de todas, pero al final jamás se transmitió a su descendencia y murió con su primer y único portador, todos atribuyeron que más que una línea de sangre, era una mutación genética que solo él pudo soportar y se eliminó en su decencia al corregir la mutación para adaptarse mejor, y al parecer los Son, ya sea por asares del destino, compartían la misma mutación, la cual les daba esa energía a la cual llamaban Ki.
- Si bien es cierto que puede no ser una línea de sangre, también cabe la posibilidad de que si, al igual que el Sora-Sharingan del joven Son Sasuke, por lo cual hasta que no se demuestre lo contrario, su sangre es demasiado valiosa para la Aldea, por lo cual propongo que una vez que sean cabezas de clan, se sometan a la Ley de Restauración Sanguínea, donde también debería meterse esa chica del cuerpo médico que también posee una línea de sangre y está bajo su protección – propuso Danzo con seriedad en su rostro, pero con un enorme interés en su interior, pues la posibilidad de crear ninjas poseedores de Ki o mejor aún, una mezcla entre Chakra y Ki, le era sumamente beneficioso para sus planes en el futuro y de no ser así, otra línea de sangre que pudiera explotar, le era muy tentador..
Cada mujer en la sala, con excepción de Koharu, fruncieron el ceño en odio contra del lisiado, proponer tal cosa era una bajeza, pues rebajaba a las mujeres a simple ganado cuya única obligación debería ser dar a luz a niños fuertes, y si bien en Konoha esos métodos no se aplicaban desde hace años, donde solo los Uchiha después de su guerra contra los Senju, fueron los varones que poseían el Sharingan que aceptaron tal cosa, proponerlos de nuevo era una estupidez y una falta de respeto. Sasuke activo de forma inconsciente su Sora-Sharingan mientras fruncía el ceño con odio dirigido al lisiado, pues nadie metería a su novia en esa estupidez de restauración sanguínea, su Ki se comenzó a elevar rápidamente, mientras apretaba sus puños más y más fuerte, pero se detuvo cuando su hermano puso una mano sobre su hombro y lo miro seriamente, para luego asentirle, respiro hondo, desactivo su Doujutsu y regreso a su actitud tranquila, pues ahora el turno de su hermano de hablar, aunque su pequeño arrebato de enojo dejo algo asustados a los ancianos y al lisiado con una gota de sudor recorriéndole la mejilla.
- Nos negamos – dijo Naruto de forma seria, llamando la atención de todos y la curiosidad de las mujeres, por saber que diría – y preferiría que se dejara este tema, pues nuestra decisión es absoluta, no tendremos múltiples esposas a las cuales tengamos que embarazar solo para poner a prueba una teoría y así como el consejo civil no debería estar aquí, Haku no volverá a ser nombrada – informo de forma seria y con el ceño fruncido en enojo – usted lo dijo, Haku está bajo nuestra protección y cualquier cosa que se hable de ella sin nuestra autorización, en especial un tema tan repugnante como este, esta absolutamente prohibido y de hacerlo de nuevo, no garantizamos que salgan ilesos.
En cuanto termino de hablar el Son rubio, las protestas no se hicieron esperar por parte de los miembros del consejo civil que tenían hijas, ya que ya tenían planeado volverlas esposas de los jóvenes Son para aumentar su poder en la Aldea, pero sus protestas ya no pudieron continuar cuando Minato levanto una mano para que guardaran silencio, y no solo lo hicieron por su posición, sino también por su mirada, pues se reflejaba la molestia y el odio en su ojos, por lo cual con miedo bajaron la cabeza, recordando muy bien su posición.
- No pueden negarse – hablo Homura con enojo, pues no le gustaba que un simple niño dictara las normas – como cabezas de clan una de sus principales funciones es el bien por su pueblo, y si no es generando niños fuertes, ¿Cómo piensas hacer crecer su clan? – cuestiono ignorando de momento a la chica de la línea de sangre, pues aún lo ponía nervioso esa mirada de odio del Son pelinegro.
- Muy fácil, en el futuro mi hermano y yo nos casaremos con quien nosotros queramos y no con quien ustedes dicten, pues sé muy bien que si se aprueba su Ley de Restauración Sanguínea, si no encontramos a quien volver nuestras esposas ustedes nos las impondrán, nosotros tendremos hijos, y nuestros hijos tendrán sus hijos, así es como se harán las cosas – respondió Naruto con completa seriedad y no inmutándose ante la mirada dura de los ancianos.
Las mujeres sonrieron y asintieron con la cabeza, pues al parecer esos jóvenes tenían muy buenos valores aun a tan corta edad y respetaban a sus contrapartes femeninas a tal punto de no dejarse influenciar por una oferta de múltiples mujeres, pues sabían bien que para muchos hombres la idea sería más que tentadora. Sasuke alababa mentalmente a su hermano en estos momentos, pues dejaba muy en claro que su decisión era final y no estaba abierto a discusión, ya que honestamente no se podía imaginar que le haría su novia si se enterara que acepto ser obligado casarse con más de una mujer, un abrazo y comprensión era lo último que obtendría y muy probablemente lo dejaría en las puertas del otro mundo.
- Eso tomaría mucho tiempo, por no mencionar que su clan se estancaría con una muy limitada cantidad de miembros, por lo cual su punto no es válido – cuestión Homura con molestia.
- Claro que lo es, pues implementaremos lo mismo que el clan Hyuga... solo que de forma más civilizada – respondió Naruto, suprimiendo su enojo – de nuestro clan se derivaran dos ramas, Primaria y Secundaria, no habrá distensión entre una y otra, salvo la de que la primaria será conformada por mí y Sasuke, y nuestras futuras esposas e hijos, si nuestra descendencia llega a nacer con Ki serán miembros de la Familia Primaria, la Familia Secundaria se formara a partir de personas que nosotros acogeremos bajo nuestro clan, que se les enseñara nuestro estilo de pelea, junto con nuestros métodos de entrenamiento para fortalecerlos, esto claro que tengamos descendientes que posean Ki, de no ser el caso, no habrá ramas Primarias o Secundarias.
Algunos giraron su cabeza para mirar al Hiashi, pues estaba claro que el comentario del rubio fue un claro insulto, pero al verlo calmado se confundieron, pues no era como si siguiera estar calmado mientras que por dentro estaba furioso, simplemente estaba calmado, casi como si aceptara el insulto de frente y sabiendo que es verdad.
- ¿Creen que solo con su estilo de pelea y entrenamiento será suficiente para sostener un clan? – cuestiono Danzo molesto, pues forzaría a que esos mocosos tuvieran múltiples esposas para que den a luz a muchos niños fuertes, por el bien de Konoha.
- Claro que si, como presenciaron, ni con el Sharingan se puede copiar con precisión nuestro estilo, prueba de que va más allá de solo lanzar golpes, y por otro lado, nuestros métodos de entrenamiento son más que efectivos para volver a alguien casi tan fuerte de forma natural y sin aplicación de Chakra, como la Legendaria Sannin aquí presente – respondió Naruto con completa seguridad y regalándole una rápida sonrisa a su madre.
Muchos abrieron los ojos en sorpresa ante esa respuesta, por poco o mucho que conocieran la fuerza de la Sannin, sabían que su fuerza no era normal y que dijeran que los miembros de su clan solo con entrenamiento obtendrían una fuerza similar, era algo sorprendente, si no fuera porque presenciaron de primera mano la fuerza de los Son, ya los estarían tachando de locos fantasiosos.
- De ser ese el caso, ya deberían tener en mente a personas a quienes introducir a su clan, ¿verdad? – pregunto Minato, esperando una afirmación de su hijo, para que ese maldito lisiado deje esas tonterías de Restauración Sanguínea.
- Así es, Haku, Anko Mitarashi y Sai, cumplen con nuestros estándares y queremos que formen parte de nuestro clan – respondió Naruto con una sonrisa en su rostro – aunque Anko será la única que tendrá el derecho de decidir si conservar el apellido Mitarashi o usar el Son, de cualquier manera, se le tratara como a una del clan y se le enseñara sin restricciones todo lo que sabemos, claro si ellos aceptan – agrego viendo por encima de su hombro con una sonrisa marca Son.
Anko y Sai abrieron los ojos en shock, pues nunca se imaginaron que sus amigos les propusieran tal cosa, pues pensaban que únicamente querían su presencia para hacer menciones de sus habilidades o algo por el estilo, pero aun con su sorpresa, ambos sonrieron enormemente y se inclinaron en una reverencia.
- Aceptamos – dijeron la domadora de serpientes y el pelinegro pálido al mismo tiempo mientras hacían una reverencia, con clara felicidad en su voz.
Sai estaba genuinamente feliz, lo que empezó como una simple asignación de equipos donde no tenía el más mínimo interés, se volvió en una lección de vida, al fin comprendía un poco mejor las emociones de los demás, sonreía de verdad y no falsamente, se volvió más fuerte de lo que nunca pensó que llegaría a ser y ahora seria miembro de un clan con sus amigos a los cuales ahora podría llamar familia. Anko tenía una sonrisa enorme en su rostro que intentaba ocultar un par de lágrimas que se acumularon en sus ojos, quedo huérfana cuando era niña a causa de las guerras y de sus padres, lo único que le quedo fue su apellido, amaba que sus alumnos llegaran a su vida solo para despejar el cielo y mostrarle que aun ella podía ser feliz, ahora lo tenía todo, amigos genuinos en los cuales le podía confiar la vida y que ahora serian su familia, un novio el cual la amaba por quien era y no solo por su físico, si sus padres la podían ver desde donde quiera que estuvieran sus almas y si en verdad la amaban, estarían felices por ella y no se enojarían por cambiar su apellido.
- ¿Y si nos negamos? Para ser dos jóvenes que piden fundar su clan aquí en Konoha, están poniendo muchas restricciones, podríamos negar su solicitud y dejarlos como shinobis comunes y hacer que entrenen a nuestros ninjas con su estilo de pelea, junto con sus entrenamientos – informo Homura con una pequeña sonrisa, pues sabía que con eso los asustaría y los haría aceptar algunos términos.
- No estamos pidiendo nada, estamos ofreciéndoles fundar nuestro clan aquí, ya demostramos nuestra lealtad al ser parte de sus filas ninjas, demostramos nuestro poder y de lo que somos capaces – dijo Naruto con una enorme sonrisa mental pues sabía que esto eventualmente pasaría – de hecho lo que veo es que ustedes no nos toman en serio por ser jóvenes y quieren tomar ventaja de ello – comento viendo fijamente a los ancianos – pero está bien, nieguen nuestra solicitud y ordénenos compartir con ustedes todo lo que hemos negado a responder, fuércenos a casarnos con más de una mujer, pero no podrán, porque en el momento que nieguen nuestra solicitud de clan, nosotros renunciaremos a nuestro cargo como shinobi, nos volveremos civiles y nos iremos de la Aldea en ese preciso momento.
- ¡Eso es traición! ¡Podríamos encerrarlos en este momento por tus palabras! – dijo Koharu con fuerza y molestia, sonrió cuando vio como su compañero de equipo y guerra iba a protestar también pero un fuerte golpe atrae su atención.
- ¡Ya fue suficiente! – grito Minato con molestia y su puño enterrado en la mesa frente a el - ¡Ustedes dos guardan silencio en este momento! ¡Una palabra más sale de sus bocas sin mi autorización y los Anbu los escoltaran fuera de la sala! ¿Quedo claro? – rugió con fuerza, pues ya estaba cansado de que esos dos trataran a su hijo como si fuera estúpido y la gota que derramo el vaso fue que lo llamaran traidor. Cuando vio a los ancianos asentir con miedo, giro para ver a su hijo – lamento eso, por favor continúen.
- Gracias Hokage-sama – dijo Naruto con una reverencia – como ya dije, nosotros estamos ofreciendo fundar nuestro clan aquí, ya que pensamos que con nuestras habilidades están a la altura, podemos aceptar algunos términos que ustedes impongan así como negar otros que no sean de nuestro agrado, si no les gusta, nos retiramos y buscaremos otra Aldea que esté de acuerdo con nuestros términos – se explicó con seriedad.
- Tra... - estuvo a punto de decir Homura, pero recordó las palabras de su Hokage y levanto la mano para pedir permiso, cuando recibió un asentimiento continuo – como ya se dijo eso se puede considerar traición, incluso podríamos poner su nombre en el libro Bingo y.... - se calló al sentir un increíble instinto asesino sobre él.
- Homura – murmuro Kushina con furia viva en su voz.
La matriarca Uchiha y Senju, al igual que la domadora de serpientes, el pelinegro pálido y el Hokage no estaban mejor, pues sus miradas decían que matarían al viejo si se atrevía a decir más, Homura comenzó a sudar mientras se movía de forma incomoda en su asiento, pues ya no era lo que fue en sus años de gloria y con un simple golpe de cualquiera que lo miraba con odio, sería suficiente para mandarlo al hospital con mucho dolor.
- Hágalo – hablo Naruto con calma, dándose la mirada sorprendida de todos – nosotros nos unimos a las filas de Konoha para probar nuestra lealtad, pero si eso sigue sin ser suficiente, simplemente nos iremos como civiles, pero me da curiosidad, dígame consejero – dijo con burla en lo último, pues quería recordarle al anciano que él no tenía el control sobre nada - ¿Qué dirán nuestras fichas de renegados? ¿Se buscan dos jóvenes que salvaron Konoha, pero no estuvieron dispuestos a aceptar peticiones absurdas? O ¿Téngase extremo cuidado, los Son no son nada fácil de manipular solo por ser jóvenes? Eso mandaría un muy mal mensaje a las demás Aldeas ¿No creen? – cuestiono con burla, disfrutando de la mirada de odio y enojo del consejero.
- ¿Y a que aldea piensan unirse? Estamos en posiciones neutras con Suna e Iwa de momento, mientras que con las demás aún son tensas las relaciones – cuestiono Danzo con cuidado, pues a diferencia de sus ancianos amigos, el no recibiría una advertencia, seria sacado de inmediato por su líder si decía algo equivocado.
- Muy fácil – hablo Sasuke con una sonrisa, pues sentía que esta si la podía responder sin miedo a meter la pata – a mi hermano y a mí siempre nos han gustado los climas desérticos, por no mencionar que a los rubios les gustan las rubias – respondió con una sonrisa confiada.
Todos en la sala entendieron las para nada sutiles palabras del Son pelinegro, Suna, muchos estaban dudosos de porque sería esa Aldea en particular, hasta que recordaron como el Son rubio, en las finales afirmo abiertamente que quería salir con la hija del difunto Kazekage, muchos pensaron que Suna nunca los aceptaría, pero recordando que sus fuerzas están débiles y que necesitaban más poder de momento, por lo cual cabía la posibilidad de que aceptaran sin problemas y bajo los términos de los Son. Naruto hizo uso de todas sus fuerzas de voluntad para no golpear a su hermano por su estúpida declaración, pues lo que quería era ejercer presión no miedo, si las cabezas de clanes temían que en verdad se irían, en verdad cuestionarían si debían ser incluidos como clan, por lo cual hablo antes de que nadie para arreglar todo.
- Esa puede ser una opción, pues Suna estaría agradecida con nosotros por no matar a ninguno de sus ninjas así como humillar y dejar fuera a quien los engaño – explico Naruto con su mente trabajando a toda prisa – pero es posible que también nos hagan a un lado para mantener su Alianza con Konoha, por lo cual siempre podremos buscar otras Aldeas, ya que dudo mucho que, por ejemplo Iwa que se caracteriza por ser una Aldea que busca poder, deje pasar una oferta como la nuestra.
Minato sonrió ante el ingenio de su hijo, pues estaba tomando muy bien toda la situación, y todo sin salir de los límites de lo político, pues ellos podían irse y no recibir ninguna penitencia, ya que sus puntos eran claros y sólidos, por otro lado, Homura y Koharu estaban furiosos, pues no era posible que un simple mocoso pasara por encima de ellos con tanta facilidad y lo peor es que no podían protestar, ya que los Son se unieron a las filas de Konoha hace solo 8 meses, y la razón para eso fue, como ya habían escuchado, probar su lealtad, si hubieran crecido toda su vida en la Aldea aun tendrían una oportunidad de tener lo que querían.
Danzo por fuera estaba tranquilo, pero por dentro estaba más que furioso, había sido tomado como un pobre tonto novato en el campo de batalla y todo por subestimar a los Son, en especial al rubio, era listo y sabia como moverse con facilidad entre los caminos tan estrechos pero efectivos de la política y usarlos a su favor sin quedar como un traidor y completamente limpio, toda esta maldita discusión siempre estuvo de un solo lado, si hubiera movido sus fichas de forma correcta y tomar a ese rubio como un verdadero adversario, las cosas hubieran tomado otro rumbo, pero ya de nada servía ejercer presión, pues lo haría ver desesperado y sus compañeros ancianos no servían de mucho, pues igual que él, también los subestimo, ya no podía obligarlos a nada, ni a la Ley de Restauración Sanguínea, la cual era su mayor interés, pues apenas esos mocosos tuvieran un hijo, lo secuestraria para moldearlo a su imagen, el no poder hacerlo lo enfureció, pero antes de que Homura y Koharu lo arruinen y molestaran a los Son para que verdaderamente se fueran, decidió poner fin a todo esto, ya que si Suna o cualquier otra Aldea se hacía con los Son, serian un verdadero peligro para Konoha, podría intentar capturarlos con los pocos hombres de Raíz que aún le quedaban, pero sabía que era inútil, ninguno estaba a su altura y menos si se fusionaban, mejor un arma rebelde y con una fuerte conciencia, que ninguna en lo absoluto, y más cuando esa arma puede vencer a los Jinchuurikis actuales de su Aldea.
- Muy bien, ya expusieron sus puntos y su posición, además necesitamos arreglar el problema con los ninjas de Suna que están esperando fuera – hablo Danzo con tranquilidad – líderes de clanes, Hokage-sama, propongo que se vote por la inclusión del clan Son en este momento, antes de llegar a un punto muerto.
Minato miro con desconfianza al Halcón de guerra, algo estaba tramando, eso era seguro, pero también vio como el hombre parecía incomodo, sonrió ante eso, pues su hijo lo acorralo, tanto lo subestimo que termino por rendirse a sus absurdas peticiones. Tsunade miraba con orgullo a su hijo por su enorme dominio sobre esas antiguas momias, en verdad quería burlarse en sus caras pero tenía que contener la rizas.
- Estoy de acuerdo, aquellos que estén de acuerdo con la inclusión del clan Son con los términos que establecieron, Son Naruto y Son Sasuke como cabezas de clan, levanten la mano – pidió Minato con tranquilidad.
Los Son miraron como varias manos se comenzaban a levantar en aceptación, el rubio en cuanto poso la vista en la matriarca Uzumaki, vio que esta tenía la mirada baja, sabía que ella y su líder se negarían o dirían que solo uno puede ser cabeza de clan, ya estaba preparado para eso, sabía que ninguno de los dos levantaría su mano, esto sería lo más difícil, pues una sola mano no levantada, generaría duda en los demás e incluso podría hacerlos cambiar de opinión y más viniendo de su líder y su esposa, por lo cual estaba más que preparado, preparación que nunca vería la luz, pues para sorpresa del Son rubio, como de todos aquellos que conocían su relación con los Namikaze/Uzumaki, Kushina sin levantar la vista de forma temblorosa levanto la mano, seguida de Minato que tenía los ojos cerrados.
- Por decisión unánime, el clan Son formara parte de Konoha de forma oficial – indico Minato ignorando el nudo en su garganta.
Tsunade comenzó a aplaudir seguida de varias cabezas de clan y algunos civiles que no tenían malas intenciones para con los Son, Anko en verdad quiso contenerse, pero no pudo, tomo a su alumno pelinegro por el cuello de su camisa y de un salto ya estaba con sus otros dos alumnos, y abrazo a los tres con fuerza y una gran sonrisa en su rostro, pues ahora los tres eran oficialmente familia, la Sannin tuvo un tic en el ojo seguido de una mueca cuando vio a su hijo siendo abrazado por la peli-violeta, más que anda porque este estaba en medio de sus pechos, ya hablaría con esa mujer después, pero por ahora solo se dedicaría a golpear el piso con la puta de su tacón hasta que esa mujer soltara a su bebe.
Después de la felicidad inicial, Minato pidió al consejo civil que se retirara, pues con la siguiente conversación ellos no podían estar presentes y a los Anbu que trajeran dos sillas más, pues ahora los Son, tenían el derecho de ocupar un lugar en el consejo y dar su opinión y votar sobre los temas más relevantes con respecto a la Aldea, una vez que los Son tomaron lugar al lado del Nara al final de la mesa, Minato pidió orden e informo que la ubicación del complejo Son se discutiría en otra ocasión, pues ahora tenían que atender a los ninjas de Suna y decidir cómo actuar con respecto a lo que tenían para ofrecer, nadie dijo una palabra en contra, pues era cierto que los asuntos con Suna eran más importantes que elegir un condominio.
Cuando Temari entro a la sala seguida de sus acompañantes, de inmediato comenzó a analizar a todos los miembros del consejo, necesitaba que sus habilidades como estratega salieran a la luz con fuerza, pero se paralizo al ver a Naruto sentado junto con las demás cabezas de clan, verlo allí sentado nunca fue parte de su plan, esperaba verlo ya que si las cosas se ponían feas ella misma pediría su presencia para aligerar las cosas.
El par de jóvenes rubios se miraron por varios segundos, ninguno esperaba la presencia del otro, pero fue la rubia quien decidió comenzar de la mejor manera y le sonrió al rubio con calma para que supiera que estaba feliz de verlo, el rubio se sonrojo un poco ante la sonrisa que le mandaron, eso y que la nueva vestimenta de la rubia en verdad lo dejo sin habla, donde no pudo evitar preguntarse ¿Cómo algo tan hermoso podía verse tan letal al mismo tiempo?, aunque aún estuviera molesto con su padre biológico, sus palabras aun eran ciertas, ella podía no haberlo usado y solo quería alejarlo por temor a lo que iba a pasar, con eso en mente regreso la sonrisa, provocando un sonrojo en la rubia.
- "Oh genial, ahora debo de cuidar que mi bebe no sea engatusado por harpías" – pensó Tsunade con una mueca de disgusto dirigido a la rubia de Suna, pues al fin tenía un hijo y de inmediato ya se lo querían quitar.
- El consejo es consciente de lo ocurrido con Orochimaru y su Kazekage, mi más sentido pésame por su líder y padre, Rasa en antaño fue un amigo – dijo Minato con honestidad – ahora, su Aldea quiere una nueva alianza y nosotros estamos dispuestos a escuchar.
- Muchas gracias por su comprensión, Hokage-sama – dijeron los tres ninjas de Suna.
Los Jonin y Chunin comenzaron a explicar desde que punto fueron manipulados por el Sannin traidor, donde en un pergamino que le dieron a la Sannin de las Babosas, mostraba con detalle la autopsia de su Kage, donde mostraba que fue asesinado varias semanas antes de que comenzaran los exámenes Chunin. Una vez Tsunade confirmo que la información era real, los Jonin continuaron explicando las ofertas de su nueva alianza, las cuales consistían en que Suna proporcionan apoyo militar si Konoha entraba en guerra contra otra nación, su apoyo incondicional en momentos de crisis, la restauración del muro de la Hoja que aún seguía en proceso de reconstrucción, así como el ofrecer las misiones más importantes que llegaran a su Aldea con el fin de que Konoha se recuperara lo antes posible en cuanto a sus problemas económicos.
El consejo entero de Konoha estaba analizando detalladamente sus ofertas, se notaba que en verdad querían reforzar su alianza como fuera, Minato estaba de acuerdo en aceptar los términos de Suna, pues no solo ellos necesitaban de la alianza, pero antes de una decisión final, necesitaba la opinión de su consejo shinobi, su voto podría ser que tuviera más peso, pero no por eso haría menos la opinión de su conejo.
- Antes de tomar una decisión – hablo Minato mirando a su consejo shinobi - ¿hay alguna queja u opinión en contra, con respecto a los términos que propone Suna?
Todas las cabezas de clan negaron con la cabeza, pero solo uno levanto la mano, y para sorpresa de todos era Naruto, el corazón de Temari comenzó a latir de forma nerviosa, al igual que el de los Jonin, por parte de la rubia fue porque esperaba que el rubio no estuviera enojado y quisiera negarse al tratado, y por parte de los Jonin porque sabían quién era ese joven, el solo recordar su poder en verdad los puso nerviosos, por no mencionar que esperaban que no pidiera más de lo que ya estaban ofreciendo o se negara a la alianza.
- Estoy en contra de uno de los términos de Suna – hablo Naruto ganando el interés de todos y cuando vio a su líder asentir prosiguió – creo que la oferta de darnos sus misiones más importantes es más que innecesaria y se debería remover del acuerdo.
- ¿Podrías explicarte mejor? – pregunto Minato con calma, pero no pudo evitar sonreír pues ya sabía que su hijo haría algo bueno.
- Si Suna queda desprovista de sus misiones más importantes, a la larga sufrirán problemas económicos bastante severos, eso se reflejara en la calidad de sus ninjas y de nada nos servirá un aliado débil – respondió Naruto ganado varios asentimientos – también está el hecho de que no sabemos cuánto nos tomara recuperarnos en base a sus misiones, y si tomamos misiones por más tiempo del que se tenía planeado, eso terminaría con una alianza agresivo-pasivo, que terminara con ambas aldeas en enemistad y en una guerra inevitable entre ambas.
Decir que el consejo estaba impresionado era quedarse corto, una cosa era que el rubio pudiera defenderse para incluir su clan, pues pudo haberse preparado con muchas semanas de anticipación, pero que demostrara una vez más su domino sobre estos temas, con una alianza de la cual no tenía información a que estaba dispuesto ofrecer, demostraba su talento era natural. La Chunin como los Jonin de Suna, estaban felices de que el rubio los estuviera apoyando, pues el termino de las misiones era una medida desesperada por poder demostrar que en verdad estaban comprometidos y que el rubio les hiciera removerlo era un gran alivio, pero fue Temari quien estaba más feliz, pues el rubio solo reafirmaba que sus sentimientos por él eran correctos.
- Como no veo a nadie negarse – hablo Minato ganando miradas de todos – Yo, Minato Namikaze, Cuarto Hokage, con apoyo de mi consejo shinobi, aceptamos sus términos con excepción de tomar sus misiones, para volver a ser Aldeas aliadas y prosperar juntos en el futuro.
- Muchas gracias – dijeron los ninjas haciendo una reverencia y agradecidos de que las cosas salieran mejor de lo que esperaban.
- Ya con todo dicho, si lo desean, un Anbu los escoltara hasta un hotel donde podrán descansar y pasar la noche, para que mañana puedan ir a su Aldea para informar del acuerdo – sugirió Minato con calma.
- Aceptamos, muchas gracias por su generosidad – acepto Temari con rapidez antes de que sus compañeros se negaran y antes de que protestaran los fulmino con la mirada para que guardaran silencio.
Los ninjas de Suna por petición del Hokage abandonaron la sala, donde solo Temari se quedó en esperando afuera mientras sus compañeros se fueron al hotel, quería hablar con el rubio y esta era su mejor oportunidad para lograrlo.
Minato informo que si no había nada más que discutir, todos se podían retirar, y cuando vio a la Sannin dirigirse a su primogénito, tomo a Kushina entre sus brazos y desaparecieron en un destello amarillo y rojizo, ambos aceptaron que ya no era posible regresar a su hijo con ellos, cometieron tantos errores tanto en el pasado como en el presente, que nunca quisieron ver y ahora solo les quedaba aceptarlos, pensando en que tal vez en un futuro, si apoyaban las decisiones de Naruto y si demostraban genuinamente que estaban arrepentidos, no con palabras, sino con acciones, podrían llegar a conocerlo mejor y ganarse un poco de su cariño.
Naruto miro con liguera confusión como sus padres biológicos se retiraron sin decir nada, estaba confundido, pues ellos apoyaron la fundación de su clan, siendo ellos mismos que desde el principio, han intentado que deje de esas ideas a un lado, en verdad no entendía a qué venían sus contradictorias acciones, pero decidió hacerlas a un lado.
- Cariño me hubieras dicho que planeabas introducir a la novia de tu hermano a tu clan, así la hubiera liberado de sus labores por hoy – dijo Tsunade algo avergonzada, pues sus estrictos regímenes para el cuerpo médico fueron lo que no permitió que esa chica estuviera presente.
- No te preocupes Okasan – dijo Naruto restándole importancia al asunto – de todos modos Haku se hubiera negado, ella no es de la que acepta favoritismos por parte de los demás, aunque vengan de nosotros, además apuesto que Sasuke prefiere proponérselo en privado.
- Es un alivio – dijo Tsunade soltando un suspiro – ahora que lo pienso, esa chica tiene mucho potencial, eh leído que ha escalado muy rápido en muy poco tiempo, tal vez la haga mi aprendiz junto con Shizune – comento con una pequeña sonrisa, luego miro como el hermano de su hijo se acercaba a ellos riendo nerviosamente y rascándose la nuca, donde supuso que la matriarca Uchiha ya lo puso al tanto de su tontería de hablar tan a la liguera – bueno cariño, me retiro iré a ver si esa chica en verdad es digna de ser mi aprendiz – se despidió mientras le revolvía el cabello a su hijo.
- Jeje hasta luego Okasan – se despidió Naruto con una sonrisa y girando su cabeza para ver a su hermano.
- Ya hablé con Okasan y me dijo que casi arruino las cosas con mi comentario de Suna – dijo Sasuke con vergüenza – y seré el primero en decirlo fui un tor... - no termino de hablar pues fue interrumpido por su hermano.
- Fuiste un estúpido – dijo Naruto con una mueca.
- Si fui un estúpido – murmuro con un tic en el ojo y una mueca – tú me hiciste pasar un infierno esta mañana y yo casi arruino las cosas, estamos vivos y se fundó el clan, entonces estamos a mano – menciono ya sintiéndose un poco mejor consigo mismo.
- Si como sea, luego discutiremos eso ahora mismo tengo que irme – dijo mientras golpeaba repetidas veces el piso, pues quería ir a ver a la rubia.
- Naruto, sé que quieres ir a ver a Temari – dijo viendo como su hermano se sonrojaba un poco, quería burlarse, pero lo metió en un aprieto y ahora debía actuar serio – no vayas a verla.
- ¿Qué? ¿Por qué no? – pregunto confundido.
- Mira metí la pata y lo siento, pero aunque ya seamos un clan, si te ven con Temari, los demás pueden empezar a cuestionar nuestra lealtad y esos viejos podrían obligarnos a compartir cosas que no queremos, con el pretexto de probar nuestra lealtad o inclusive meternos en eso de Restauración Sanguínea – hablo con calma, odiándose un poco por sus palabras, pues arruino la relación de su hermano y la rubia de momento – no digo que te olvides de ella, solo que mantengas tu distancia de momento.
Naruto miro de forma seria a su hermano, quería golpearlo en el rostro por lo que dijo, sobre todo porque era cierto, pero al verlo con un semblante decaído, supo que en verdad los sentía, tampoco era que lo pudiera culpar, de todos modos el no sabría que así acabarían las cosas, el solo hizo lo que pensó que sería mejor para ellos, suspiro con cansancio y asintió ante las palabras de su hermano, pero tan metidos estaban los Son en su conversación, que ninguno de los dos, noto que alguien los estaba escuchando claramente desde la entrada de la sala.
Departamento de los Son – media noche
Temari se encontraba frente al departamento del rubio, le tomo un poco de tiempo descubrirlo, pero cuando unos niños que no la reconocieron le indicaron donde vivía, todo se solucionó, desde de que escucho la conversación de los Son a escondidas, se la pasó toda la tarde pensando, meditando y analizando en que debía de decir y como debía abordar el tema, hasta que se dio cuenta que ya era de noche, con sigilo salió de su hotel, y cerciorándose que nadie la estuviera siguiendo, llego a su departamento. Tenía frio en las piernas y maldecía las noches tan frías en Konoha, mientras su mano se levantaba para tocar la puerta, seguía sin saber que iba a decir o si esto estaba bien, pues no quería ser una molestia para quien salvo a su hermanito y ayudo a su Aldea.
La rubia golpeo la puerta una vez, dos veces y luego tres, sabía que posiblemente ya estaba dormido pero eso no detuvo sus insensatez golpes, cuando escucho ruido adentro del departamento, se puso firme, se acomodó su falda e intento controlar el temblor de su cuerpo, producto del frio que estaba sintiendo. Cuando la puerta se abrió, se dejó ver a un Son pelinegro con el cabello alborotado y los ojos entrecerrados en molestia y confusión que veían claramente a la rubia de Suna, la cual antes de que pudiera pronunciar una palabra, ve como la puerta se cierra en sus narices de golpe.
- "Bueno, pudo haber salido peor" – pensó Temari algo molesta por la forma tan grosera en que fue recibida, pero antes de que pudiera tocar de nuevo, escucha un par de gritos, provenientes del departamento.
- ¡¿Por qué me despiertas?! ¡Es media noche! ¡¿Estas demente?! – fueron los gritos de Naruto que Temari puedo escuchar claramente.
- ¡Levántate y deja de gritar! – grito Sasuke con notable molestia.
- ¡Suéltame pedazo de idiota! ¡¿Qué?! ¡¿Por qué demonios me tengo que poner una camisa?! ¡Suéltame! – grito Naruto con enojo.
- ¡Te dije que te callaras! – grito Sasuke con enojo.
Temari tenía una gota de sudor en su nuca al escuchar todos los gritos provenientes del departamento, hasta que los gritos cesaron y la puerta se abrió de nuevo, donde pudo ver al rubio con una camisa de tirantes, un collar muy peculiar en su cuello y unos pantalones azules sujetados por una cinta blanca que era empujado al frente por el pelinegro, Naruto parpadeo un par de veces en confusión al ver a la rubia de pie en su puerta y cuando giro para ver a su hermano, este solo estaba escribiendo algo en una hoja en blanco.
- Hablen lo que tengan que hablar, me voy para no estorbarles – dijo Sasuke colocando sus dedos en su frente – sea lo que elegías dobe, yo te apoyo – agrego desapareciendo sin decir nada más.
El Son pelinegro aún era consciente de lo que dijo en la mañana, pero siendo honesto, no le importaba lo que pensaran esos malditos ancianos, Suna y Konoha ya eran de nuevo aliadas, podría no ser un experto en esos temas, pero si sabía que al ser aliados no podían cuestionar nada, además, su hermano ayudo a defender a su novia, poniéndola bajo su protección ya dos veces, ¿Quién era el para decirle a su hermano que no podía ser feliz con la rubia? Y con ese último pensamiento sabía que estaba haciendo lo correcto.
Naruto miro donde estaba su hermano hace unos segundos con una mezcla de molestia y confusión, primero lo detiene de hablar con la rubia y ahora se va para que puedan hablar, ¿Qué demonios le pasa por la cabeza?, era lo que se estaba preguntando.
- Ejem – Temari tosió falsamente, para llamar la atención del rubio – Naruto, ¿Puedo pasar? – pregunto con amabilidad.
- ¿Eh? Ah sí claro, pasa – dijo Naruto haciéndose a un lado para dejarla pasar para después cerrar la puerta tras la rubia.
- Se que es tarde, pero en verdad necesitaba hablar contigo – dijo mientras caminaba hasta la cocina y miraba directamente al rubio a los ojos.
- Muy bien, soy todo oídos Temari-chan – dijo, mientras se golpeaba mentalmente la cabeza por como la llamo, pero al verla sonreír pensó algo hizo bien.
- Gracias – dijo con un rubor en sus mejillas por cómo fue llamada, en verdad le gustaba eso – bueno veras, quiero que sepas que solo mentí en una cosa, y fue cuando dije que no quería salir contigo esa noche, en verdad quería decir que sí, pero... aún estaba el asunto de la invasión, yo estaba en contra de eso desde el principio, pero yo solo era una Genin y mi palabra no importaba y no podía traicionar a mi Aldea, y arriesgarme a que mis hermanos murieran si yo podía evitarlo – explico sintiendo como las lágrimas picaban en sus ojos, pero se reusó a llorar, ella no tendría el perdón del rubio por la lastima, lo tendría cuando el supiera que siempre fue honesta y nunca trato de manipularlo.
- Entiendo, ¿pero porque no me lo dijiste? Pude intentar ayudarte y a tu Aldea, no había necesidad de alejarme o de mentir – cuestiono un poco pues necesitaba saber toda la verdad.
- Entiende Naruto, no sabía que tan fuerte eras, y no podía arriesgarme a que me descubrieran o posiblemente mis hermanos hubieran pagado las consecuencias – respondió dando un par de pasos más cerca del rubio – y la razón por la que te aleje fue porque tenía miedo... miedo de que si la invasión tenía éxito murieras o si sobrevivías me vieras con odio.
- Siempre hay una salida, siempre se puede encontrar una solución, solo no debiste rendirte – dijo entendiendo las razones de la rubia, pero también estaba el hecho de que su padre siempre le enseño que si uno sigue luchando por lo que quiere, siempre encontrara una forma de enfrentar los problemas futuros.
- ¡No! ¡Naruto, por favor escucha! – grito con algo de molestia y tristeza – yo no soy como tú, desde siempre eh vivido para cuidar a mis hermanos, mi padre me crio para desconfiar de todo y ser mejor que todos, pero no quería desconfiar de ti, pero tampoco quería perder a mis hermanos, ellos son lo único que me queda, si algo les llegara a pasar... - dijo mientras se limpiaba las lágrimas que estaban a punto de caer de sus ojos y respiraba hondo para calmarse.
- Comprendo el sentimiento, yo también vivo por mis seres queridos y no sé qué sería de mi si los perdiera – murmuro con una sonrisa triste.
- Incluso cuando paraste la invasión quería ir y explicarte todo, quería contártelo todo, pero se honesto conmigo, ¿tu Aldea le hubiera perdonado la vida a Gaara al saber que era el quien iba a destruirlo todo? – cuestiono con un poco de seriedad.
- Yo... yo.... No lo sé – respondió Naruto bajando la mirada.
- Por eso me fui, para protegerlos y volver con la esperanza de poder hablar contigo y funciono – dijo dando otro paso más cerca del rubio – ahora ya sabes porque hice lo que hice, las razones de tras de eso, dime ¿aun desconfías de mí?
- No – respondió de inmediato – Temari-chan comprendo perfectamente lo que debiste de pasar y sé que no me mientes – agrego dando un paso al frente y poner sus manos en los hombros de la rubia, mientras le regalaba una sonrisa marca Son – ya no debes preocuparte, todo está bien entre nosotros.
- Entonces... ¿me permites darte mi verdadera respuesta? – pregunto sonrojándose un poco, pues el largo del antebrazo del rubio era todo lo que los separaba, y cuando lo vio asentir confundido continuo – si Naruto, si quiero tener una cita contigo y te prometo que pondré mucho esfuerzo en ello – dijo con una sonrisa y poniendo sus manos en el pecho del rubio.
Naruto abrió los ojos en sorpresa, su rostro lentamente se comenzó a dibujar una enorme sonrisa, pero se detuvo al recordar que no podía, pues esas malditas momias como su madre les llamaba, podrían intentar algo y lo último que quería era poner en riego a la rubia.
- Lo... lo siento Temari... pero no podemos – dijo bajando las manos de sus hombros con una mirada triste.
- ¿Por qué no? – pregunto sin separar sus manos del rubio, ya imaginado la respuesta.
- Lo que pasa es que en estos momentos... no podemos... hay personas que podrían... gente que podría ponerte en apu... - no pudo terminar de responder cuando sintió los labios de la rubia sobre los suyos.
Temari coloco sus manos en las mejillas del rubio y le dio su primer beso, era torpe y descuidado, sus labios estaban agrietados y no sabía besar, en realidad, ninguno de los dos, pero ella hizo su mejor intento para lograr que el beso se sintiera bien y pensó que si lo estaba haciendo bien, pues su cuerpo se empezó a calentar y sus mejillas le ardían. Naruto lentamente se comenzó a perder en los subes labios de la rubia, eran tan suaves y dulces, que se odio a si mismo cuando en un momento de lucidez, rompió el beso y se alejó un poco de ella.
- ¿Por qué hiciste eso? – pregunto Naruto con su respiración pesada y un enorme rubor en su rostro y con su corazón latiendo tan fuerte que juraría escucharlo latir.
- ¿No te gusto? – contra pregunto Temari con su respiración pesada y sorprendida de que rompiera el beso, sabía que no era buena besando, pero no pensaba que fuera para tanto.
- No... no se trata de eso... sino por ti... lo que pasa... - intento explicarse pero se detuvo cuando la rubia ya estaba a centímetros de su rostro de nuevo, la punta de sus narices se tocaron y ella no despego esos hermosos ojos verdes de los suyos.
- Yo solo quiero estar contigo, quiero quererte y que me quieras – dijo con determinación en su mirada viendo al rubio a los ojos e ignorando las lágrimas que una vez se comenzaron a acumular en sus ojos – pero no es solo la situación de nuestras Aldeas, es tu posición como cabeza de clan, los consejeros, mi Aldea – afirmo con dolor en su voz, alejándose un poco del rubio y viendo como abría los ojos en shock por lo que dijo.
- ¿Nos escuchaste en la sala del consejo? – pregunto muy confundido y algo sobresaltado.
- ¡Eso que importa! – respondió casi gritando y apretando los dientes.
- Es que... ¿Qué acaso no te importa nada? – cuestiono con algo de molestia en sus palabras.
- ¡No, no me importa! – exclamo ya no pudiéndolo soportar más, su voz se rompió y de sus ojos caían las lágrimas que tanto lucho por contener – ¡y acúsame de ser egoísta si quieres! ¡¿Qué tiene de malo querer algo para mí por una vez?! ¡Mi mama se fue cuando era una niña, mi padre fue un monstruo! ¡Al fin tengo conversaciones comunes y corrientes con mis hermanos, pero eso fue gracias a ti! ¡y por primera vez quiero a alguien!... que siento que me corresponde... y tengo que pensar en todos... menos en mí.
Temari se apartó del rubio aun llorando, sentía como su corazón se desmoronaba en pedazos, sin decir nada comenzó a caminar en dirección a la puerta, si el rubio no quería aceptar sus sentimientos, no le daría el gusto de seguir viéndola llorar, pero se detiene de golpe cuando este la detiene al sujetarla con su mano por la muñeca izquierda, cuando se giró para abofetearlo en el rostro, también detiene su golpe, pero para su sorpresa fue el turno del rubio de sellar sus labios con un beso. Ah, Naruto no le importaba lo que el consejo le pusiera en frente, lo enfrentaría y encontraría una solución, aún tenía a su madre y la madre de su hermano de su lado y si una medida desesperada era recurrir a su familia biológica lo haría, pues lo único que quería era no seguir viendo llorar a la rubia, y regresarle el beso que tanto le había fascinado.
La rubia envolvió sus brazos alrededor del cuello del rubio y con una mano acariciaba su cabello e intentaba profundizar el beso, el rubio ahora la sujetaba por la cintura con fuerza y la acercaba más a él, el cuerpo de ambos se sentía como si estuviera ardiendo, sus corazones latina con fuerza a una sincronía casi rítmica, amaban la sensación de estar cerca uno del otro, no sabían que podrían enfrentar en el futuro y honestamente, no les importaba, lo único que querían eran estar juntos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top