El tiempo fluye
"La felicidad no es la ausencia de problemas, es la habilidad para tratar con ellos"
Naruto. Durante unos días Sayuri se encontró pensando en el chico. Su entrenamiento juntos había sido esclarecedor.
Flashback
Sayuri evitó fácilmente las patadas que Naruto intentaba acertar. Realmente se esforzaba, pero no era suficiente.
De momentos, Naruto parecía frustrado consigo mismo, pero lo superaba con una energía increíble y optaba por seguir intentándolo.
Fin Flashback
Sí, definitivamente le agradaba Naruto. Ahora los entrenamientos eran de tres personas, aunque los fines de semana Sasuke prefería privacidad.
De repente, Sayuri tuvo un mal presentimiento. Una vez más, estaba siendo observada por anbu. Apretó las manos sobre la bolsa de víveres que acababa de comprar.
En las noches no dormía demasiado pensando si esos malditos anbu estaban vigilándolos. No se sentía segura en Konoha, había algo mal. Tanta atención sobre Sasuke y ella no era un buen augurio incluso después de un tiempo de la masacre.
– Sayuri, hoy habrá una clase extra de lanzamiento de kunai en la Academia – comentó Sasuke cuando la vio entrar en el departamento – y volveré tarde
– De acuerdo – respondió Sayuri – te dejaré la cena – sonrió suavemente
– Gracias
Sin más, Sasuke se marchó para asistir a su entrenamiento. Estaba emocionado debido a que Iruka prometió novedades interesantes.
Sayuri observó a Sasuke por la ventana. Iba caminando tranquilo y confiado. Los entrenamientos iban bien, Sasuke había hecho progresos, pero últimamente estaba estancado.
La kunoichi reflexionó sobre esto. Claramente necesitaba tomar medidas debido a la vigilancia de la aldea sobre ellos. Le preocupaba que quisieran manipular a Sasuke cuando se graduara. Sayuri apretó los puños con furia, no lo permitiría.
Todo estaba mal, la muerte de su hermano, la masacre de su clan y ahora la vigilancia. Konoha estaba escondiendo algo. El Hokage les estaba ocultando algo.
Sayuri llegó a la conclusión de que debería forzar la situación del entrenamiento de Sasuke, pero primero, leería un interesante libro de ninjutsu médico.
Era de noche cuando Sayuri terminó de leer su libro sobre los sistemas del cuerpo humano. En cualquier momento llegaría Sasuke, por lo tanto, la kunoichi preparó su plan. No le gustaba tener que hacerlo, pero era por el bien de Sasuke.
Al cabo de media hora, Sasuke entró al departamento.
– ¿Sayuri? – preguntó Sasuke al ver todo oscuro – ¿habrá ido a una misión? – se preguntó buscando alguna nota, pero sin encontrar nada
Sasuke caminó por el pasillo hasta que escuchó un gemido de dolor. Abrió la puerta y allí vio a Sayuri apuñalada en la pared con varios kunai.
– ¡¡Sayuri!! – gritó Sasuke alarmado
– Ahora observa, pequeño hermano menor – habló Itachi mirándolo fijamente y cortando la garganta de Sayuri en un movimiento limpio
Sasuke gritó con horror e intentó detenerlo, pero falló.
La kunoichi intentó gritar, pero la herida sangrante se lo impidió ahogándose en su propia sangre. Sayuri cayó en los brazos de Sasuke mientras los últimos vestigios de sangre se filtraban por su garganta y lo miraba con los ojos vidriosos.
Ella pudo ver el sufrimiento de Sasuke, el grito de dolor que hizo cuando Sayuri murió en sus brazos. Fue allí, en el máximo punto del dolor que los ojos de Sasuke se tornaron rojos. Había despertado el Sharingan.
En ese momento, Sayuri liberó el genjutsu e hizo reaccionar a Sasuke que estaba en estado de shock. Sabía que esto tendría consecuencias.
– Sasuke, estoy aquí – habló Sayuri con calma – estoy bien, fue un genjutsu
– ¡¿Cómo pudiste jugar conmigo de esa manera?! – gritó Sasuke con enojo
– Déjame explicarte...
– ¡No! ¡¿en qué rayos estabas pensando?! – continuó gritando
Entonces, Sayuri tomó un espejo de mano y lo puso frente a Sasuke. El chico que continuaba gritando se congeló cuando vio su reflejo. Allí, en sus ojos estaba el Sharingan. Brillaban rojos en la oscuridad.
– Por esto lo hice, necesitas hacerte más fuerte – sentenció Sayuri activando su propio Sharingan y mirándolo
Sasuke estaba sorprendido de haber despertado su Sharingan y también de ver por primera vez el Sharingan de Sayuri. Ambos se miraban con sus ojos rojos por un largo momento.
– No te perdonaré por lo que hiciste, Sayuri – dijo Sasuke seriamente
– Lo sé – asintió Sayuri – sé que tenía un precio, ahora desactiva el Sharingan – susurró – la primera vez activado consume bastante tu chakra
Esa noche, Sayuri no abandonó la habitación y se quedó durmiendo con Sasuke. Él no dijo nada. Claramente estaba afectado por el genjutsu, había sido bastante realista.
Sayuri intentó mantenerse despierta pero no lo logró mientras que Sasuke sí quedó despierto observando el techo. La imagen de Sayuri muriendo en sus brazos había sido demasiado doloroso e impactante.
Y pensando en el genjutsu, fácilmente podría perder a Sayuri. Eso movilizaba una serie de sentimientos confusos por lo tanto dejó de lado sus pensamientos.
En ese momento, Sasuke escuchó murmullos de entre sueño de Sayuri. Se acercó un poco a ella para escucharla, observó su rostro contraído en sentimientos de preocupación e incluso pudo vislumbrar la humedad entre sus largas pestañas. Sasuke frunció el ceño al escucharla. Ella pedía por su hermano, que no la abandonara.
Al día siguiente, Sayuri vio que Sasuke estaba bastante silencioso así que no le habló. Simplemente tomó su desayuno y se fue a entrenar en soledad en el patio de su hogar.
Sayuri estaba convencida que los abanicos cortantes serían fáciles de dominar. Claramente no estaba sucediendo, era muy difícil por el peso de estos y la técnica también influía.
Primero había intentado utilizarlos como cualquier otra arma común shinobi, pero no funcionó. Se lastimó los brazos por el corte de los abanicos.
Sayuri se dio cuenta que para dominar la técnica primero debería hacer los movimientos muy lentamente y con precisión. Aunque no había hecho muchos progresos, estaba aliviada de no seguir lastimándose los brazos.
Mientras pensaba en cambiar el vendaje de sus brazos, un pensamiento llegó a su mente. Quizás podría intentar utilizar ninjutsu médico. Cerró los ojos recordando lo que había leído en aquellos libros y colocó su mano sobre las heridas, y movilizó el chakra a su mano.
Para su gran sorpresa una pequeña luz verde que parpadeó unos segundos se hizo visible y las heridas del corte comenzaron a sanar lentamente. Era difícil mantener el control de su chakra, pero era sorprendente lograrlo en sí misma.
Finalmente, después de varias horas entrenando comenzó a llover y debido a esto, Sayuri decidió comenzar a preparar la cena. Lavó los tomates y procedió a picarlos y verterlos en la cacerola con agua. Con una mirada a la cocina buscó especias para condimentar la sopa favorita de Sasuke. También preparó algunos onigiri para acompañar.
De repente sintió la firma de chakra de Sasuke, lo escuchó quitarse las sandalias en la entrada y caminó hacia la cocina. Sasuke permaneció de pie mirándola fijamente, claramente la lluvia no le tuvo piedad. Sayuri apagó la hornalla de la cocina y se secó las manos.
— Sasuke... — habló Sayuri antes de ser interrumpida por un gran abrazo
Los brazos de Sasuke estaban envueltos con fuerza alrededor de su cintura y escondió su rostro en su cuello. Ella era más alta que él debido a la diferencia de edad. Sayuri correspondió su abrazo en silencio, y acarició su espalda con gentileza.
Y de esta manera, continuaron su día. Ambos cenaron gratamente y con charlas sobre la Academia. Sayuri estaba complacida de que a Sasuke le gustara la sopa de tomate que había preparado inclusive los onigiri.
El tiempo continuó su curso, Sasuke se convirtió en el mejor estudiante de la Academia y logró graduarse con honores. Sayuri estuvo presente aquel día en que le otorgaron la banda ninja.
Flashback
Cuando salió de la Academia, Sasuke buscó entre la multitud a Sayuri. Y efectivamente, la encontró de pie un poco alejada y se acercó a ella con la banda ninja la frente.
— Bien hecho, Sasuke — sonrió Sayuri con alegría por primera vez en mucho tiempo y se veía hermosa — te lo mereces
— Gracias — pronunció Sasuke
En ese momento, Sayuri se acercó y lo abrazó con fuerza. Aquello lo tomó por sorpresa y correspondió su abrazo sabiendo la promesa detrás de aquella acción.
Fin flashback
Y en este día, Sasuke se marchó a las cinco de la mañana para reunirse por primera vez con su equipo y sensei. Según él, tendrían un examen de supervivencia. Sayuri frunció el ceño al pensar en Kakashi Hatake, sabía que nunca había aprobado a ningún equipo genin pero confiaba en Sasuke y en sus habilidades. Y también tenía fe en Naruto Uzumaki.
Sayuri pensó en su situación, había logrado convertirse en chunin y pronto realizaría el examen para ascender a jonin. Su equipo ya no iba a misiones debido a que se desintegró con el tiempo, pero seguía entrenando con Ibiki de vez en cuando.
La vigilancia de los anbu había disminuido, pero mantenían un ojo en ellos siempre. Sayuri había pulido bastante su técnica de parpadeo que Shisui había creado. El manejo de sus armas había mejorado drásticamente e incluso había progresado bastante por su cuenta en ninjutsu médico y le permitían ayudar en el hospital de la aldea.
Sayuri continuó su entrenamiento en ninjutsu arduamente. Estaba aprendiendo nuevas técnicas de fuego y tierra, una combinación extraña pero eficiente porque en una misión pudo conocer a la Mizukage Mei Terumi y con su Sharingan copió sus técnicas de lava ya que poseían los mismos tipos de elementos.
Todos los días entrenaba con Sasuke en el uso de su Sharingan para que se acostumbrara a utilizarlo cada vez por más tiempo y de esta manera el chakra no fuera un problema.
Y hablando de Sasuke, lo vio con su equipo en Ichiraku Ramen. Claramente había sido arrastrado allí por su mala cara, pero sonrió levemente ante alguna payasada de Naruto y Sakura.
— ¡Hola Sayuri! — saludó Genma Shiranui
— Hola Genma — saludó cortésmente
— ¿Qué haces por aquí? — preguntó jugando con la senbon entre sus labios
— Doy un paseo — respondió la kunoichi
— ¿Has pensado de lo que te hablé? — preguntó Genma luciendo un poco nervioso
— Lo siento, no estoy interesada en salir en citas — dijo Sayuri intentando no herir sus sentimientos
— No me rendiré — guiñó un ojo y desapareció en una bola de humo
Sayuri suspiró con fastidio y sabiendo que tenía sus mejillas un poco rosadas, había pasado varias veces por esta situación, pero siempre la tomaban desprevenida. Fue invitada a salir por varios ninjas y aunque los rechazó con amabilidad, algunos continuaban insistiendo. Ciertamente su mente no estaba en asuntos románticos, tenía que hacerse más fuerte para lograr su objetivo.
— ¡Oye, Sasuke-teme! ¡Allá veo a Sayuri-chan! — exclamó Naruto sorbiendo un último tazón de ramen para disgusto de Sakura
Y fue así que vieron a Sayuri hablando con un ninja de cabello marrón. Claramente el ninja estaba nervioso y aunque se vio desilusionado brevemente desapareció en una bola de humo luego de guiñarle un ojo a Sayuri.
— Ciertamente Sayuri atrae la atención masculina — habló Kakashi sonriendo a través de su máscara
— ¿Qué rayos estás diciendo? — dijo Sasuke perdiendo la paciencia
— Sayuri es una poderosa kunoichi, he visto sus habilidades durante una misión — comentó Kakashi ignorando el arrebato de su alumno — y es muy hermosa, no voy a negarlo
— Tch
— ¡Sasuke-kun, no te preocupes! ¡Tú eres más atractivo! — dijo Sakura jovialmente
Al ver las miradas provenientes de Ichiraku, Sayuri se acercó a ellos con una leve sonrisa y los saludó. Naruto estaba pasmado cuando la kunoichi acarició su cabello rubio y se sonrojó.
— Ya déjalo, Sayuri — habló Sasuke con una mirada molesta y ella levantó una ceja interrogante
— Veo que les ha ido bien — respondió la kunoichi
— ¡Somos oficialmente el Equipo Siete, dattebayo! — exclamó Naruto
— Me alegro por ustedes — sonrió Sayuri — deberíamos entrenar todos juntos algún día
— ¡¡Sí!!
Sonrió ante el entusiasmo de Naruto. Sabía que era un buen chico y esperaba que con el mundo shinobi no perdiera esa chispa de alegría y entusiasmo que siempre parecía llevar consigo.
Ella se quedó charlando un rato más antes de que decidiera marcharse ya que por la mañana tenía una misión.
— Ya iré a casa, los veré otro día — se despidió
— Yo también me voy a casa — dijo Sasuke y poniéndose al día con Sayuri
El genin ciertamente quedó pensativo por lo dicho por Kakashi y miró a Sayuri con otra luz. Sabía que era una chica, pero al verla todos los días no se había dado cuenta de que había crecido sustancialmente y poseía una apariencia diferente.
— Duerme bien, Sasuke — dijo Sayuri quitándose las sandalias y yendo a su habitación
— Igualmente para ti, Sayuri — asintió Sasuke
Ambos sabían que muy probablemente Sayuri debiera de socorrer a Sasuke durante la noche. Él continuaba conservando algunas pesadillas recurrentes, y aunque hablaron de eso, no podía dormir con tranquilidad. Y sólo lograba conciliar el sueño cuando Sayuri dormía a su lado luego de la pesadilla. No le gustaba tener estas pesadillas, ya no era un niño pequeño y le molestaba, pero apreciaba el acompañamiento de Sayuri.
Al día siguiente, Sasuke preparó el desayuno a tiempo para que Sayuri se alimentara antes de la misión. Se despidieron con un abrazo, y Sasuke vio a la kunoichi marcharse con una mochila pequeña.
La misión consistía en conseguir una reliquia para un canciller de Kumo. Dicha reliquia había sido robada en Kumo pero llevada en contrabando hasta un pueblo cercano de Konoha.
Su equipo se dirigió rápidamente al pueblo y hablando con civiles descubrieron dónde estaba el punto del mercado negro. El lugar estaba desalojado apresuradamente, y sólo había notas tiradas por el lugar.
— ¡Já! ¡Se marcharon despavoridos! — habló un compañero ninja
— No te muevas — ordenó Sayuri con su Sharingan activado — hay trampas a nuestro alrededor, deberemos desactivarlas
Alrededor de cuatro horas después terminaron de desactivar todas las trampas. Alguien se había tomado el trabajo de alinear todas las trampas en sincronización y muy complicadas. Las notas no contenían nada preciso, sólo eran papeles de contaduría realizados por un tal Kakuzu. Y extrañamente una especie de biblia llamada Jashin.
La reliquia se encontraba en perfecto estado dentro de un contenedor negro. Sayuri sospechaba que habían dejado la reliquia a propósito puesto que sería muy solicitada para rastrear. Y si continuaban rastreándola darían con ellos tarde o temprano.
El regreso a la aldea fue bastante rápido ya que tardaron dos días y la misión fue exitosa. El canciller estaba muy complacido y luego de recibir su agradecimiento, dieron su informe al Hokage.
Cuando Sayuri llegó a casa, vio que Sasuke había dejado una nota diciendo que estaría fuera de la aldea por una misión rango C, serían guardaespaldas de un constructor de puentes. La kunoichi sonrió al leer la nota, sabía que Sasuke estaría emocionado por la misión.
Las misiones continuaron para Sayuri. Adquiría bastante experiencia además de que lideró varias de estas misiones como chunin. En otras ocasiones, un jonin lideraba el escuadrón. Las misiones duraron hasta 4 días y luego de dos semanas sin noticias de Sasuke, la kunoichi se desesperaba cada día y decidió ir a la oficina del Hokage.
— Hokage-sama, disculpe la interrupción — dijo Sayuri
— Sayuri, no hay problema
— Iré al grano, ¿cuándo volverá el Equipo Siete? — preguntó la kunoichi
— Estarán de vuelta esta tarde, muy posiblemente en este momento, estoy seguro que te dirán todos los detalles — respondió el Hokage fumando su pipa
— Gracias — asintió y dio una reverencia leve
Sayuri bajó rápidamente las escaleras y saltó de techo en techo hacia la entrada de la aldea. Una vez allí, vio al Equipo Siete llegar sano y salvo. Claramente habían estado en una batalla, pero no se veían daños visibles.
No sabía por qué, pero Sayuri corrió hacia Sasuke y una vez frente a él, lo abrazó con fuerza. El genin correspondió su abrazo sorpresa para gran consternación de sus compañeros de equipo. Fue tal como aquella vez en la cocina de su hogar, las acciones decían más que las palabras.
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