13. A Mi Familia

(Pv Ushio)

Lo que quedaba del Hakumen comenzó a desaparecer en pequeños fragmentos dorados que se elevaban al cielo, junto con los restos de nuestras lanzas que una vez más habían cumplido su propósito.

Su rostro prácticamente deforme nos miró con odio pero también con tristeza.

Al final, no importa lo que me esfuerce —dijo en un susurro apenas audible —. Siempre seguiré en la oscuridad total, ustedes jamás me dejarán vivir en este mundo como realmente deseé.

—En eso te equivocas—dijo Mirai —. Nosotros no es que querramos evitar que seas parte de este mundo, es que causaste mucho daño a la gente y nunca intentaste otra cosa que causar daño—el Hakumen no dijo nada —. Si realmente quieres tener una vida en el mundo de la luz, olvida todo ese odio y rencor que sientes y sólo vive, sé feliz y estoy segura que encontrarás lo que tanto deseas.

—...¿Porqué...? ¿Porqué me dices esas cosas? A pesar de que todo este tiempo quise matarte

—Jeje porque soy idiota —sonrió mostrando sus colmillos—. ¿Qué esperabas viniendo de dos idiotas?

—Vas a ver al rato enana—gruñeron los dos Toras

—....tal vez sea cierto—dijo el Hakumen antes de desaprecer por completo

Lo logramos

—¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiii!

—¡El Hakumen no Mono ha desaparecido!

Todos nuestros amigos celebraban felices de que no hubiéramos perdido a nadie, respiré aliviado y sonreí al ver a Mirai abrazando a mi yo del futuro

—Sabía que no iban a morir —decía ella mientras lloraba—. Sabía que no me dejarían sola.

—Mirai—sonrió antes de besar su frente —obviamente no íbamos a dejar que nada te pasara, además sabía que mi yo del pasado no te iba a dejar sola.

—Obviamente —dije divertido

—Bueno, al menos mi yo de este tiempo es útil —dijo el otro Tora.

—¡Ah! ¿Quién te crees que eres, idiota? —preguntó él molesto —. Obviamente soy bastante útil, puede que incluso mejor que tú, anciano.

—¡¿Ah?! ¿Qué acabas de decir, idiota? —gruñó el otro.

En eso mi yo del futuro y yo los miramos enojados y les dimos un fuerte golpe en la cabeza a nuestros respectivos Toras.

—¡Ya dejen de hacer el tonto! —gritamos los dos

Mirai comenzó a reír a grandes carcajadas seguramente feliz de vernos a todos juntos, y en eso dos formas se materializaron frente a nosotros y vimos que eran Tokisaka y Tokijun, ahora libres del Hakumen.

—¡Lo logramos! —exclamó Tokisaka—. ¡Nos liberamos del Hakumen!

—¡Al fin hemos vuelto! —exclamó Tokijun—. Nos han liberado del poder que nos aprisionaba, ahora podremos regresarlos a su tiempo.

—¿Eh? —no esperaba que dijeran eso tan pronto

—¿No podríamos esperar un día más? —preguntó Mirai—. Quisiera ver la boda de mis padres de este tiempo.

—Muchacha, realmente se han roto muchas leyes sobre los viajes en el tiempo —dijo Tokisaka.

—Tus padres de este tiempo y del futuro no deberían haberse encontrado—dijo Tokijun—. Ustedes tres deben volver a su tiempo o podemos correr el riesgo de que exista una alteración mucho más grave entre el pasado y el futuro.

—Pero....

—Mirai

Mis padres y Mayuko vinieron junto con Kirio y los demás sacerdotes del templo.

—Sé que es difícil para tí, pero si ponemos en riesgo a otros por un capricho no seremos diferentes al Hakumen—dijo mi madre.

—Podemos tomarnos una foto todos juntos —sugirió Mayuko—. Así podrás llevártela para que no olvides que en este tiempo también te queremos y nunca te olvidaremos.

—Tía Mayuko—dijo ella tratando de no llorar.

—Lamento no haber hablado mucho contigo antes en el templo —dijo Kirio—. Pero estoy seguro que todos los que te conocieron te recordarán con cariño en este tiempo.

—¡Gracias tío Kirio! —exclamó Mirai antes de abrazarlo —. Tranquilo, en mi tiempo lo que tanto deseas se hará realidad, pero no te  descuides porque la tía Mayuko tiene muchos pretendientes.

Kirio se puso tan rojo que parecía un tomate maduro, no pude escuchar lo que dijeron pero parecían estar en las nubes, tanto física como mentalmente.

—¡Ah! ¡Ahí debe venir Asako! —exclamó mamá mientras veíamos que se acercaba un helicóptero.

Me acerqué a mi yo del futuro y ambos sonreímos.

—Jaja creo que me veo bastante joven—dijo el—. Aunque creo que la cara la tengo casi igual.

—Si, ambos tienen caras de idiotas—dijeron los Toras.

—¡Cállate! ¡Gato gigante! —gritamos los dos.

—¡¿Ahhh?!

Entre los cuatro empezamos una pelea mientras Mirai reía a carcajadas, sin duda ella era la que estaba más feliz que cualquiera de nosotros.

____

Nos acercamos a la orilla y cuando Asako salió del helicóptero nos reunimos para tomarnos una foto que guardamos en nuestros teléfonos, y finalmente llegó la hora de la despedida.

—Estoy muy feliz de que pude pasar tiempo con ustedes —decía Mirai luego de abrazarnos a todos —. Siempre han sido buenos conmigo pero incluso en otro tiempo sentí que realmente pertenecía aquí.

—Te vamos a extrañar mucho —dijo mi madre —. Nunca olvidaremos a la Mirai de otro tiempo.

—Así es, de una forma u otra tendremos la dicha de tener dos hermosas nietas —dijo mi padre —. Además, ahora que sé que el idiota de mi hijo seguirá con las labores del templo me quedo mucho más tranquilo.

—Estooooo—mi yo del futuro desvío la mirada —. Sólo estoy entrenando a los futuros sacerdotes del templo, mi trabajo principal es ser mediador entre los humanos y los yokais.

—.....igual me sirve —dijo derrotado.

—Ushio —llamó mi otro yo antes de darme una botella —. Aquí está la poción de fertilidad, úsala cuando estés listo—me guiñó el ojo—. Después de todo mi boda fue unos años más adelante así que ya en este tiempo los sucesos ocurrirán de forma diferente, pero estoy seguro que cuando estés listo tendrás a tu propia Mirai.

—Muchas gracias —dije muy contento.

—Lo que más me alegra es que habrá más tiempo para divertirse—rió el Tora de otro tiempo antes de ser golpeado por su pareja—. ¡AUCH! ¡PUES ES LA VERDAD!

—¡MIRAI TODAVÍA ESTÁ AQUÍ, IDIOTA! —le reclamó haciendo que todos rieramos—. Bueno, ya es hora de irnos.

Todos asentimos con tristeza pero a la vez sentíamos que esto no era una despedida.

—Cuídense mucho —dijo Asako.

—¡No se peleen tanto! —exclamó Mayuko.

—Guardaremos esta foto para siempre —aseguró mi madre.

—¡Igual sigan cuidando del templo! —exclamó papá.

—Sigan siendo ustedes—rió Kirio.

—....ya váyanse —dijo Tora aunque no dejaba de mover la cola.

—¡Mirai!

Mientras se abría un portal del tiempo ella se dio la vuelta y nos miró.

—Gracias—le sonreí —. Por venir...y por existir.

Ella comenzó a llorar pero también sonrió de una forma adorable.

—Gracias mamá —dijo antes de partir—. Gracias por haberme cuidado, y por darme la vida.

Los tres junto con los yokais desaparecieron en el portal, regresando a su tiempo.

Cuando Mirai se fue sentí un fuerte vacío en el pecho, había sido tan poco tiempo teniéndola conmigo, lo que comenzó como una pequeña que salió de la nada se convirtió en alguien muy especial para mí, pero aunque siempre supe que en cualquier momento volvería a su época no puedo evitar llorar porque no la volvería a ver.

—Ya no llores —dijo Tora colocando su mano sobre mi cabeza —. Más adelante ella vendrá a nosotros.

—Lo sé —le dije—. Pero la voy a extrañar mucho

En eso Tora se levantó colocándose sobre mis hombros y me besó con la cabeza hacia abajo.

—Yo me aseguraré de que no la extrañes demasiado —aseguró mientras me ponía rojo.

En eso sentí que me quitaba la botella de la poción y sonrió

—También me quedo con esto, para que no estés tentado a beberla cuando no sea el momento —dijo antes de alejarse.

—¡Espera! ¡Regresa idiota! —exclamé antes de perseguirlo—. ¡Eso es algo que voy a usar yo! ¡Dámelo!

—¡Si te quedas embarazado en la universidad voy a tener que cuidar a ese mocoso! —gritaba Tora—. ¡Así que no!

—¡Es tu deber como padre, idiota!

Todos los demás rieron mientras nos veían perseguirnos como locos.

Mirai ya no estaba, pero había traído un mundo nuevo a nuestra vida.

Sin duda era una hija maravillosa.

__Unas semanas después__

—¡Lo logramos!

—¡Entramos a la universidad!

Finalmente logré entrar a la universidad de arte, había sido un suplicio pero al fin había valido la pena.

—¡Ushio! —Mayuko llegó corriendo junto con Kirio—. ¡Qué alegría! Todos logramos entrar a las universidades que queríamos.

—Incluso yo logré que me aceptaran en una universidad de Estados Unidos —dijo Kirio—. Estaré fuera durante un tiempo pero regresaré para ayudar en el templo como experto en idiomas.

—Buen trabajo Kirio—le sonreí —. En ese caso hay que celebrar a lo grande.

—¡Un momento! —Asako se acercó a nosotros enojada—. Yo también estoy feliz de entrar a la universidad y estudiar economía pero ¿Acaso olvidaste qué día es hoy, Ushio?

—Jaja no, no podría olvidar mi propia boda—dije divertido.

Al final decidimos organizar algo un poco más grande, para poder casarnos en el templo y que nuestros amigos vinieran.

—Bueno, pues entonces es hora de irnos—dijo Asako sonriendo —. Vamos a preparar a la novia.

—Ya deja eso—me quejé fingiendo estar enojado.

—Si si, lo que digas.

____

—¡Te ves muy guapo!

—¡Te queda muy bien ese vestido, Ushio!

—Estoy tan feliz de ver a mi hijo casarse

Me sentía muy avergonzado en este momento, mamá y las chicas me ayudaron con el vestido y todo lo necesario para la boda, lo que no esperaba era que me hicieran usar lencería de mujer muy provocativa.

—Es algo muy normal, no tienes nada de qué avergonzarte —dijo Mayuko—. Además resalta el color de tu piel.

—....Ya qué —dije derrotado.

—Vamos a acomodarte el velo y ya estarás listo —dijo mamá antes de buscarlo —. ¿Mn? ¿Qué es esto?

—¿Qué pasa?

—Hay una carta para tí, Ushio —dijo mostrándome la carta —. ¡Es de Mirai!

La tomé con cuidado y emocionado vi que adentro del sobre había una foto de nosotros tres dormidos en la habitación y una pequeña carta.

Mamá,

Si encontraste esta carta, me temo que no pude ir a tu boda.

Tenía tantas ganas de verte y decirle a papá que se veía muy guapo, desde niña siempre vi sus fotos de la boda y cuando supe que podría ver ese evento me emocioné mucho, pero supongo que volví a mi tiempo antes de que eso pasara.

No te sientas mal, sigo feliz porque estarás con papá, eso es suficiente para mí, no sé si en este tiempo naceré o habrá alguien más, pero en esta línea temporal, puedo decir que estoy feliz de haber nacido de ustedes,

Gracias, de todo corazón, los adoro con toda mi alma.

Mirai.

No pude evitar llorar de felicidad, ella estaba aquí con nosotros, aunque no pudiera verla.

—¡Oi! ¡Ya terminen de bajar! ¡Pierden mucho tiempo! —se escuchó la voz de Tora desde abajo.

—¡Ya vamos! —exclamé antes de guardar la carta con cuidado entre mis cosas.

—¡Ushio, no! —Asako me gritó —. ¡No se supone que el novio vea a la novia antes de la cerenonia!

Bajé las escaleras y vi a Tora usando un kimono bastante grande para su tamaño ya que dijo que no tomaría forma humana para la boda, al verme se quedó sorprendido por unos instantes antes de que se diera cuenta que había saltado hacia él y me tomó entre sus brazos.

—¡Ten más cuidado! —exclamó enojado

—Jaja lo siento —dije antes de besarlo —. Ya estoy listo, vamos a la boda.

—Je no tienes que decirme lo más obvio —dijo sonriendo antes de abrir la puerta e irse volando.

—¡Oigan! ¡No pueden irse así! —exclamó papá mientras mamá sonreía

—Creo que debemos apurarnos o se casarán sin nosotros —le dijo antes de vernos alejarnos muy felices—. No hay duda que están hechos el uno para el otro.

—.....Si, es verdad —rió mi padre—. Que alegría ver a Ushio tan feliz finalmente.

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