1. Un Bebé de la Nada

Hola a todos!!!!

Aquí regreso con un Fanfic, está vez del anime Ushio to Tora

Antes que nada les quiero avisar que habrá spoilers del anime casi en su totalidad, así que les recomiendo verlo si no quieren que les arruinen la experiencia.

Y por último les aviso que todas las imágenes pertenecen a sus respectivos dueños, ninguna me pertenece al igual que el manga de Ushio to Tora.

***********************

Era un día tranquilo en la ciudad, el templo Fugein se alzaba tranquilamente en las afueras y los residentes disfrutaban de una tranquila mañana de domingo

.....o eso debería ser

—¡Ushio ya córtate el cabello maldito mocoso!

—¡Vete a la mierda viejo!

Una vez más Ushio y su padre peleaban haciendo un escándalo mientras su madre Sumako los miraba ya resignada a que esa era la forma en que ambos mostraban su cariño

—¡Ya resígnate y dígnate a seguir el legado de tu padre!

—¡Cállate! ¡Ya te dije que yo quiero ser pintor!

—¡Jajajaja! ¡¿Quién te dijo que sabes pintar?!

—¡Cállate viejo calvo!

La madre de Ushio los miraba desde el jardín donde se peleaban su esposo y su hijo a golpes como todos los días

—Chicos, el desayuno está listo

Ushio sonrió y empujó a su padre para sentarse a comer

—¡Mmmmm! está muy bueno—dijo muy contento 

—Sumako, dile a este idiota que se corte el cabello—decía el hombre sentándose al lado de su esposa

—Bueno, a mi me gusta cómo se ve—rió ella acariciando el cabello de su hijo haciéndolo sonreír.

____

Mi nombre es Ushio Aotsuki, tengo 18 años y estoy apunto de ingresar a la universidad, hace unos años atrás me vi envuelto en una serie de problemas sobrenaturales

Mmmmm ¿Cómo lo explico? mi padre siempre me molestaba con historias de la Lanza de la Bestia que yo nunca creí, pero un día me tope con un sótano en donde la encontré pero además de eso encontré a un yokai* llamado Tora con la lanza clavada en su brazo, para no dar muchas vueltas lo liberé y eso me llevó a una serie de problemas donde acabé enfrentando a un ser muy poderoso y peligroso llamado Hakumen no Mono, un ser aterrador que representaba la maldad pura que mi padre y un grupo de monjes trataron de derrotar durante mucho tiempo pero mi madre tuvo que crear una barrera alrededor del Hakumen para evitar que escapara ya que se escondió en los cimientos de Japón.

Tora y yo tuvimos que enfrentar a muchas criaturas, lo que nos hizo buenos amigos pero para derrotar al Hakumen...Tora se sacrificó para salvarnos.

De eso hace ya han pasado tres años y ahora tenía una vida normal dejando de lado esas batallas intentando cumplir mi sueño de ser pintor 

—¿Te verás con Mayuko y Asako después de clases?— preguntó mi madre.

—¿Mn? No, Mayuko todavía está de vacaciones con su familia y Asako salió con su novio—comenté.  

—¡JAJAJAJAJA! Claramente ya ninguna quiere estar con un inútil como tú.—se burló mi padre—. Que triste, tal vez si te hicieras monje podrías conquistar a las chicas más guapas como tu padre...

—¡No molestes viejo!—le grité antes de lanzarle el tazón y volvimos a pelear.

Mayuko Inoue y Asako Nakamura eran amigas mía desde la infancia, en un principio Asako y yo tratamos de tener una relación pero descubrimos que lo mejor era ser amigos, Mayuko en cambio estaba enamorada de Tora y a veces nos sentábamos a hablar de eso, pero al final ella terminaba llorando por lo que tenía que hacerme el fuerte y apoyarla.... 

Pero la verdad es que...me había enamorado de Tora.

Esas aventuras y su pérdida me hizo darme cuenta que...bueno...no solo me gustaban los hombres, sino que me gustaba él.

Por eso no era capaz de superarl

Su muerte fue muy dolorosa para mí, traté de recuperar mi vida anterior pero no fui capaz, ya no me interesaban las chicas e incluso me sentía vacío por dentro.

—¡Ya déjame en paz, viejo!—le gritaba volviendo a pegarle.

—¡Sólo ríndete y acepta tu destino, enano!— gritaba el viejo antes de lanzarme fuera de la casa—. ¡Todos en el templo quieren que lo hagas, sólo ríndete de una vez!

—¡Vete a la mierda!—grité antes de levantarme—. Ya me voy, nos vemos. 

—Ve con cuidado Ushio—sonrió mi madre pero claramente se veía preocupada por mí.

Salí de casa sintiendo el viento en mi cabello, lo había dejado crecer hasta la cintura así que me lo amarraba con una cola de caballo, era una forma de recordar esos tiempos en los que usaba la Lanza de la Bestia.

—Viejo idiota—me quejaba enojado—. Desde que terminó la batalla no para de decirme que me convierta en monje ¿En qué demonios está pensando? —decía en voz alta—. Con todo lo que tengo que hacer para entrar a la universidad, buscar un lugar donde vivir y un trabajo.....¿Eh?

Sentía un extraño silbido en mi cabeza, un silbido muy familiar 

—¿La...la lanza me está llamando?

Imposible

La Lanza de la Bestia fue destruida durante la batalla.

El silbido se fue alejando, ya no estaba en mi cabeza sino que parecía alejarse poco a poco.

Corrí rápidamente siguiendo el sonido regresando a mi casa que en realidad era un templo y me detuve en seco al ver en dónde se escuchaba el sonido.

El Almacén

El lugar donde conocí a Tora

—¿Será posible?

Entré y me detuve frente a la puerta de sótano, la abrí y bajé las escaleras con cuidado.

—¿Hola?

No había nada, no escuchaba nada 

—¿Qué estoy haciendo?—me pregunté—. Estoy alucinando e imaginando cosas.  

Iba a volver a subir las escaleras pero de pronto algo comenzó a brillar detrás de mí.

—¿Eh?

Me di la vuelta y vi una luz azul flotando en medio de la habitación, confundido me acerqué pensando que se trataba de un yokai pero tan pronto estuve frente a ella, la luz se hizo más intensa que no pude ver nada.

—¡Tora! ¡Llévatela de aquí!

—¡Idiota! ¡No vamos a dejarte aquí!

—¡Mirai! ¡Tienes que irte! ¡Sólo tú puedes evitar que esto ocurra!

—¡No! ¡No quiero perderlos!

—¡No nos subestimes enana! ¡Ya enfrentamos esta cosa antes y ganamos!

—¡Papá!

____

.......¿Eh?

Abrí los ojos confundido

¿Dónde estoy? ¿El sótano?

Me senté un poco mareado y me rasqué la cabeza ¿Qué había pasado?

Mientras seguía en mis pensamientos noté que había un bulto junto a mí.

Un bebé

.....¿Espera qué?

—¿De dónde salió un bebé?—pregunté antes de cargarlo.

No debía tener más de un año, pero tenía un largo cabello color naranja intenso con mechones negros y piel ligeramente bronceada, cuando abrió los ojos tenían un color gris brillante y me miró directamente, su rostro parecía ligeramente un gato lo que me pareció realmente lindo.

—Ehhhhhh ¿Hola?—saludé

De pronto comenzó a llorar con fuerza casi pareciendo un rugido

—¡Buahhhhhhhhhhh!

—¡Ayyyyyy!

—¿Qué es ese ruido?—escuché la voz de mi padre 

—Viene del sótano—decía mi madre.

Cuando ellos se acercaron me vieron cargando al bebé que no paraba de llorar.

____

—Mmmmmm déjame ver si entendí—gruñó mi padre—. De pronto escuchaste el silbido de la Lanza de la Bestia y te llevó al sótano del almacén, en eso apareció una luz brillante y este bebé apareció de la nada.......¡¿En serio quieres que te crea semejante disparate?!

—¡Es la verdad, idiota!—le grité.

—Ustedes dos paren ya—nos regañó mi madre cargando al bebé—. Hacen mucho ruido y podrían molestarla.

—.....¿Molestarla?—preguntamos.

—Si, es una niña—dijo abrazando a la pequeña—. Es muy linda, me recuerda mucho a Ushio cuando nació.

Mi madre le había puesto una camisa mía y un pañal improvisado, así que estaba durmiendo en sus brazos tranquilamente como si no supiera nada de lo que había pasado.

—Mmmmmmm—mi padre se acercó a ella pensativo—. Ahora que lo pienso si tiene cierto parecido a Ushio....—se levantó y me miró—. ¿Y? ¿Quién es la madre?

—Y yo qué sé—dije enojado antes de ver a la niña—. Alguien debió abandonarla en el sótano...¿Quién pudo hacer algo tan cruel?

.......Una vez más se escuchó el zumbido de la lanza

Me levanté rápidamente mirando a mi alrededor

—Otra vez—dije seriamente—. La Lanza de la Bestia me llama...

—¿Ushio?—mi madre me miró preocupada—...yo...también la escucho.

—¿Eh?—la miré sorprendido

—No estoy segura de porqué, pero ahora que me dices lo escucho aunque está muy lejos—ella miró alrededor y de pronto se detuvo mirando hacia la montaña—. Justo ahí.

—Voy a ver—dije antes de salir corriendo

—¡Ushio espera!—mi padre me acompañó llevando su báculo y salimos del templo.

¿Qué está pasando?

¿Por qué se escucha la Lanza de la Bestia?

—¡La escucho más fuerte!—exclamé subiendo la montaña

—¡Ushio! Si se trata de un yokai déjame encargarme de eso—decía mi padre.

Seguimos corriendo y nos detuvimos en un claro del bosque.

El sonido había desaparecido una vez más.

—¿Dónde está?—me dije a mí mismo.

En eso se escuchó un fuerte chillido que nos paralizó.

—¡¿Qué demonios?!—grité tapándome los oídos.

—¡Cuidado Ushio!—mi padre tomó mi mano y me jaló justo antes de que pasara una criatura con enormes colmillos parecido a un perro espantoso.

—¿Q-Qué es eso?

—Nunca había visto esa criatura—dijo mi padre preocupado mientras sacaba su báculo—. Ushio aléjate es peligroso.

Me quedé detrás mientras el horrible perro nos gruñía.

—.....Ushio Aotsuki

¿Eh? ¿La criatura....dijo mi nombre?

—.....Ushio Aotsuki—volvió a decir—. Matar a Ushio Aotsuki.

—¿Matarme?

La criatura se lanzó por los aires pero mi padre usó su báculo para crear una barrera a nuestro alrededor.

—¡Ushio! ¡Tienes que irte de aquí!—me gritó

—¡Viejo!—estaba asustado ante lo que ocurría, en eso escuché algo detrás de mí—. ¡Hay más!

—¿Qué dijiste?—mi padre se dio la vuelta y su mirada se ensombreció

En eso me di la vuelta....la sangre se me congeló

Estábamos completamente rodeados por una manada de perros espantosos que gruñian de forma amenazante.

Ushio Aotsuki...matar a Ushio Aotsuki

¡Mierda!

Estaba asustado, enojado porque no podía hacer nada, preocupado por mi padre y confundido.

¿Esas cosas....eran acaso residuos del Hakumen no Mono?

Comenzaron a rodearnos sin darnos espacio para escapar

Mierda...¡Maldita sea!

¡Si tuviera la lanza....!

¡Si Tora estuviera aquí!

—......¡Ja! eres tan idiota como siempre

¿Eh?

En eso cayeron rayos azules a nuestro alrededor convirtiéndose en relámpagos que pulverizaron a varios perros.

...¿Rayos azules?

¿Acaso era...?

—¡Oi Ushio! ¿Qué demonios están haciendo actuando como un inútil?

Al escuchar esa voz sentí que mi corazón se llenaba de felicidad 

—¡Tora!

Ahí estaba 

El enorme yokai de cabello naranja y largos cabellos con marcas negras en los brazos con largos colmillos y una sonrisa burlona, flotando sobre nosotros

—¡¿Qué demonios estás haciendo, Ushio?! ¿Vas a morir a manos de unos patéticos monstruos luego de derrotar al Hakumen no Mono?—me preguntó de forma burlona.

—Tora...—todavía no lo podía creer—.¿Cómo es que...?

—¿Ah? Si me preguntas cómo es que sigo vivo, la verdad no tengo idea—dijo rascándose el mentón con sus afiladas uñas—. Hace poco desperté en el bosque y de pronto escuché la lanza por aquí, así que supuse que estabas en problemas.

—¡Pero la lanza se destruyó!

—¡Ushio date risa y vete de aquí!—gritó mi padre al ver que llegaban más—. ¡Esas cosas vienen detrás de ti!

—......Si la lanza está aquí—pensé—. No, es posible que se pueda crear aquí.

Me concentré en la imagen de la lanza, su origen y lo que era capaz de hacer.

—¡LANZA VEN A MI!

Grité con todas mis fuerzas sintiendo algo extraño en mi pecho

Podía sentirlo

La Lanza de la Bestia ¡Surgía de mi pecho!

La brillante lanza flotaba frente a mí como si nunca se hubiera roto, con una gran sonrisa la tomé en mis manos sintiendo su poder nuevamente

—¡Vengan a mí malditos idiotas!—grité antes de lanzarme contra esos bastardos

—¡Je! Así es como debe ser—rió Tora—. ¡Ahora van a pagar que me hicieran enojar!—respiró profundo antes de lanzar fuego por la boca.

Usé la lanza para cortarlos con facilidad, igual que hace tres años cuando me atacaban los demonios. Volví a sentir la adrenalina en mi cuerpo y la emoción del combate

Pero no solo eso, Tora estaba a mi lado y eso me hacía feliz.

____

Cuando eliminamos a todas las criaturas nos sentamos a recuperar el aliento

—¿Cómo...Cómo es que esas cosas sólo intentan matarme?—pregunté agotado

—No lo sé, pero lo importante es que ya terminó todo

En eso se escuchó un grito que venía de...¡el Templo!

—¡Mamá!

—¡Sumako!—mi padre salió corriendo seguido de nosotros.

____

Mientras tanto mi madre sostenía a la bebé en brazos mientras creaba una barrera que las protegía de una horda de monstruos 

—No subestimen mis poderes—decía ella abrazando a la bebé—. Mantuve por muchos años una barrera para detener al Hakumen, no dejaré que lastimen a esta niña.

¡Hija del Legado!—gritaba uno de los monstruos—. ¡Matar a la hija del Legado!

— ¿Hija del Legado?—preguntó mi madre lo que hizo que la bebé comenzara a llorar—. No te preocupes pequeña, no dejaré que te pase nada.

—¡Mamá! —llegamos rápidamente y al ver a los monstruos atacamos de inmediato.

—¡¿A dónde creen que atacan, inútiles?!—gritó Tora

—¿To-Tora?—mi madre lo miró antes de sonreír de alegría.

En eso los monstruos se volvieron para atacarnos, pero nuevamente los ataqué con la lanza destruyendo a todos.

—¡No se atrevan a tocar a mi madre!—grité furioso sonando más a un rugido que a otra cosa.

En eso la bebé me miró fijamente

—¡Dejen de estorbar basura! —exclamó Tora lanzando fuego

—¡Papá! —exclamó la bebé

....¿Eh?

—¿Papá? —mi madre miró a la niña confundida

Pero antes de que pudiéramos decir algo un enorme monstruo cayó frente a nosotros, separando a mi madre de nuestro grupo. La enorme criatura me miraba con su enorme ojo y una sonrisa colmilluda que me dio escalofrío

¡El Legado! ¡Eliminar el Legado!—gritó la criatura antes de atacarnos.

Bloqueé el ataque con la lanza pero igual salí disparado por los airea

—¡Maldito infeliz!—grité regresando hacia él y golpearlo.

Pero cuando clavé la lanza en su brazo la criatura creció casi del tamaño de la casa.

—¡¿Qué demonios?! —exclamó mi padre.

—¡Cuidado Ushio! —Gritó Tora.

La criatura me atrapó apretándome con fuerza.

—¡Ushio! —gritaron todos.

Fue cuando ocurrió algo mucho más extraño que lo que había ocurrido

El bebé comenzó a brillar y su cuerpo empezó a crecer al igual que su cabello similar al mío pero en pelirrojo y  de su pecho salió una lanza...espera ¿lanza?

¡El Legado! —gritó la criatura.

—¡No vuelvas a tocar a mi madre, infeliz! —gritó ahora la joven clavando la hoja de la Lanza en el ojo del monstruo.

Este comenzó a gritar de dolor haciendo que me soltara y aproveché para decapitar a la criatura

Cuando lo derrotamos, quedamos sorprendidos mirando los cuerpos que se convertían en polvo y a la chica de unos quince años que sostenía una lanza igual a la mía.

—¡Papá! —la chica corrió hacia Tora abrazándolo —. ¡Sabía que ibas a lograrlo!

—¡¿Eh?! —exclamó Tora sorprendido —. ¡¿Qué demonios haces niña? ¡¿Cómo crees que yo voy a ser tu padre!

—¡Papá soy yo, Mirai! —exclamó ella—. Mamá y tú están aquí, no puedes decir que me has olvidado

—¿Mamá? —pregunté sorprendido acercándome a Tora—. ¿A qué te refieres?

—¡Pues a ti mamá! —respondió ella

—.......¡¿QUÉ?! —grité impactado

Esto fue sin duda el inicio de una serie de eventos completamente inesperados para mí y mi familia

****

Yokai: seres mitológicos pertenecientes al imaginario cultural japonés, puede englobar toda la gama de criaturas sobrenaturales.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top