Capítulo 21


Narra Dareck

Estoy estupefacto después de escuchar semejante declaraciones de estos estúpidos lobos. ¿En serio creen que seré su alfa? Yo no nací para ser líder, mi único propósito siempre ha sido aquel que me otorgo Don. Fui creado simplemente para ser una maquina de matar, y no necesariamente he tenido personas apoyándome, siempre he sido yo contra mis enemigos, o los de Don. Los únicos apoyo han sido mi madre y mi hermano, a quienes les puedo confiar mi espalda, así como ellos lo hacen.

Tan solo de pensar que al matar a ese parasito de alfa, me convertí uno es irrisorio. ¡Maldita sea!, como si mi vida no esta revuelta para que más obstáculos llamen a mi puerta. Sé que nos estamos quedando sin tiempo y muy pronto Don moverá su influencias para hacer que Adriá llegue al trono y una vez este hecho ni siquiera yo me puedo imaginar o no quiero, lo que va a suceder.

El rey nos dirige a su oficina, aunque intentamos que Adriá no estuviera es tan terca que no pudimos convencerla. Al final, dejé que se quedara, ya que sea cual sea la decisión que tome la afectará a ella también.

—Ahora que estamos a solas, ¿Podría explicarme como esta eso que mi yerno venció a su alfa? —Indago el rey al lobo que comunicó su visita inesperada.

—Lo que escucha rey demonio. Anoche varios de nosotros fuimos testigo del reto que lanzó nuestro alfa, y como fue vencido. —informo, mientras no perdía detalle de su entorno. Lo entiendo, no es fácil estar cerca de depredadores y potencial amenaza contra tu vida cuando solo estas tu para defenderte. Sin nadie que te respalde. — Usted sabe que cuando un alfa es vencido, esa persona tiene el derecho a reclamar su territorio. Una vez que todo sucedió, tuvimos gran temor y corrimos por nuestra vida porque nunca habíamos presenciado algo igual.

—Conocemos las reglas por las cuales se rigen. Sin embargo, ¿cómo pudieron cruzar mis limites sin ser detectados? — Puedo percibir que al rey no le importa mucho esta historia sobre el alfa, lo único verdaderamente importante aquí es el hecho de que fueron capaces de adentrarse al territorio sin ser avistados hasta que ya estuvieron al frente de la mansión.

—Hace un tiempo atrás encontramos una falla en el perímetro norte, con nuestras investigaciones sabemos a que hora los ejecutores se dirigen al rio para estar con mujeres. —Comienza a detallar todas las cosas que han visto hacer a los ejecutores encargados de esa área. El semblante del rey no auguraba nada bueno.

—¿Qué carajos estas diciendo? —Totalmente enojado el rey se abalanzó al lobo y alzándolo del cuello lo presiono a la pared. El jadeo de Adriá, me llevó a actuar.

—Podemos averiguar si lo que dice es cierto. —Me acerque al rey y trate de mediar. —Seria un desperdicio si asesina a este lobo, no sabemos que más información puede tener. —Solo asintió y lo soltó, dejando caer al lobo al piso, quien me miraba con admiración.

Tal vez el muy tonto piensa que lo defendí por pertenecer a mi supuesta manada, pero esta muy equivocado. Solo lo hice por mi princesa de fuego.

—Duncan, manda a llamar a tu padre. No quiero ni un comentario de esto a nadie. Joa investigara todo este asunto. —Menciono con una calma y voz tan fría. — Si llega a ser cierto me ocupare personalmente del castigo hacia los infractores. Pero si me has hablado mentira tu cabeza será exhibida como adorno en mi oficina.

—Le juro que estoy diciendo la verdad. —murmuro con voz solemne y sé que no está mintiendo. —Lo único que queremos es saber si nuestro nuevo alfa va a tomar posesión y cuándo. —Al escucharlo no pude evitar que en mi rostro se formara una mueca. Ya estaba odiando que me dijeran alfa.

—Una vez se resuelva el asunto de los ejecutores, Dareck podrá tomar una decisión. Ya que debemos saber si son de fiar. —Adriá toma la palabra. — Tengo algunas preguntas sobre lo de anoche, ¿Su alfa fue el que orquesto el atentado en la discoteca? —Esa es una cuestión que todos sabíamos, pero sé hacia donde se dirige Adriá.

—Nuestro alfa le debía varios favores a un demonio, el cual quería dar un golpe fuerte. Así le decía a la operación. —comenzó narrando —Su objetivo era secuestrar a la princesa, pero al parecer no sé pudo y Leonel decidió hacer algo inesperado llevándose a una jovencita. Cuando mi alfa le pidió explicaciones le informó que es la mejor amiga de la princesa, que su presencia iba a ser muy importante.

—¿Ese tal Leonel tiene a Patty? —Le preguntó.

—No. Él no podía llevársela, o eso fue lo que le dijo a nuestro alfa, ya que si sus hermanos se enteraban de este golpe podrían enojarse y acusarlo de traición. —A pesar de que sabia a lo que se refería, debía hacerme el confuso o todo se echaría a perder.

—¿Hermanos? ¿Traición?

—Si, eso nos dijo. La verdad no sabría explicar, ya que no conozco muy bien a este sujeto y lo poco que sé es cuando mi alfa me dejaba estar presente en sus reuniones. A pesar de ser el beta, o haberlo sido, no confiaba todos sus secretos de ese sujeto.

—Por lo menos, tenemos un nombre. Aunque poco por donde seguir. —mencionó el rey.

—Si ese hombre no tiene a Patty, ¿Quién la tiene? ¿Dónde está? —Exclamo furiosa mi princesa de fuego.

—Tranquila, su mejor amiga esta bien. Mientras algunos nos dirigíamos hacia aquí anoche, un grupo la llevó a la manada. No la soltamos porque si se nos negaba la palabra, la utilizaríamos como moneda de cambio. —soltó sin más.

—Malditos, ¿le hicieron algo a Patty? —estaba furiosa por las palabras emitidas por el lobo.

—No le hicimos daño. Nunca fue nuestra intención, sabemos que es alguien inocente. Además, si nos encontramos en este punto hoy en día, fueron por las decisiones que tomo nuestro anterior alfa. —se defendió. —Ahora si no me creen puedo hacer que una de nuestras mujeres la escolten hacia aquí.

—Cerciórate de que la traigan y por tu bien espero que no le hayan tocado siquiera un pelo de su cabeza. —Exigió, Adriá.

—Por supuesto, luna. —Asintió, hacia Adriá con respeto quien se quedo petrificada. Creo que justamente en este momento acaba de entender algo, que si me convierto en alfa ella se convertirá en mi luna. Dos territorios por el que velar, sin embargo, en uno ella tendrá total dominio y en el otro más limitado.

Narra Adriá

Como un balde de agua fría ese nombre acaba de caer sobre mí, ¿Cómo es posible que no haya entendido hasta ahora la gran magnitud de que Dareck se convierta en alfa? Apenas estoy aceptando que tendré que gobernar este territorio, para que ahora me llueva sobre mojado.

Será que los problemas y el caos me persiguen. Todo esto ha empeorado desde que decidí ir a Las Vegas.

Me sentía tan abrumada que después que el lobo llamara a alguien para que trajera a Patty. Decidí salir a desayunar algo, ya que necesitaba mis energías para cuando llegara mi amiga. Estaba tan expectante por su llegada, que, aunque quisiera continuar en esa reunión no podría. Ya demostré mi valía y valentía al ir en contra de sus decisiones, debo mostrarle que soy firme en mis convicciones. Ya basta de que me protejan tanto.

Después de una larga espera pude ver a mi amiga entrando en mi casa, corrí hacia ella emocionada y su mirada me devolvía la misma emoción.

—Patty, ¿Estas bien? —le pregunté mientras la abrazaba.

—Sí, estoy bien. —Sollozó, mientras me devolvía el abrazo.

—Ven, siéntate. Tus padres deben de estar en camino, no sabes lo preocupado que estaban.

—Me lo imagino, soy su única hija. —respondió con sus ojitos tan triste como nunca los he visto. Se había quitado su lentilla verde, lo que era un claro mensaje a su dolor.

Trate de sacarle información, sin embargo, solo me dijo como la habían sacado de la discoteca y de una disputa que se armó entre los lobos, el tal Leonel y un demonio que andaba con él. Además, de como la llevaron a la manada y a pesar de que era una prisionera la trataron bien. Todo lo que contaba era tan surrealista, pero sabía que había una parte que no me estaba contando. A pesar de ello no quería abrumarla con esos detalles que se estaba guardando, muy pronto lo haría cuando se sintiera cómoda.

Me quedé con ella hasta que sus padres llegaron, y se la llevaron. No sin antes agradecerles a mi padre, Duncan y Dareck por todo. A pesar de que no se hizo algo directamente, si Dareck no hubiese vencido al alfa nada de esto podría haber resultado de esta forma.

Ya era muy tarde para ir a trabajar, de modo, que cuando ya habían terminado las interrogaciones por el día de hoy y terminamos de comer. Dareck y yo, nos dirigimos a la casa. Duncan se quedó con su padre para apoyarlo.

Mientras íbamos de camino, mis reflexiones me llevaron a algo importante y es que la vida es muy corta. Además, de que tenemos muchos enemigos que siempre van a querer hacernos daño, pero al final del día necesitamos a alguien que sea nuestro apoyo. Aunque me cueste aceptarlo, Dareck fue un gran apoyo para mí, al igual que Duncan. Sin embargo, cada uno se arriego por diferentes motivos. Uno lo hizo por compromiso y lealtad a mi padre y el otro aun no lo averiguo. Pero también se puede decir que mi padre tuvo que ver en la decisión.

Si ese fuera el caso porque me sostuvo en sus brazos permitiéndome llorar por mi amiga, sin reclamarme por ser débil. No me juzgo, simplemente me consoló. Quisiera decir que esa acción no calentó mi corazón, pero soy una estúpida que le gusta sentirse atraída por personas que nunca pondrán su mirada en mí. Duncan fue un claro ejemplo de ello, y voy camino a estrellarme con Dareck. Sin embargo, no es como si mis sentimientos fueran semejantes.

Lo de Duncan fue simplemente un aleteo de mariposa para lo que estoy empezando a sentir por Dareck, si no soy honesta conmigo no lo seré con nadie. Mas allá de que es mi esposo, Dareck, me atrae como la luz a las polillas. Es algo fuerte que esta destinado a cimentarse en mi corazón tan profundo que me asusta.

Ahora bien, el solo pensamiento de que pude perder la vida, de que pude perder a Patty o Dareck me lleva a considerar que es momento que me deje llevar.

—¿Adriá? —escucho a Dareck llamándome— Ya llegamos—Informa, mientras tiene mi puerta abierta y su mano esta extendida esperando por mí. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que ni siquiera me percate que habíamos llegado.

—Perdón, estaba distraída. —Le confieso mientras sostengo su mano. Aceptando el destino que la diosa luna ha implantado para nosotros dos.

—Me di cuenta—Sonrío, mientras me miraba extrañado.

Nos dirigimos hacia la casa, antes de llegar me detuve.

—¿Qué pasó? —Menciona, Dareck.

—Quiero que hagamos un trato. Si quieres.

—¿Qué trato? —me miro con curiosidad.

—Si confías en mi lo podrás averiguar. Primero quiero enseñarte un lugar, ¿Estás de acuerdo?

—Acepto. —Pronuncia con una carga diferente en su voz.

Antes de que se heche para atrás, o de que lo haga yo, sostengo sus manos y nos transportó a mi parte favorita del territorio. Un lugar privado y lo que es mejor secreto, o eso quiero creer. Dejo que su vista se pierda en la cala, un paraíso en la tierra, donde se puede acceder a ella a pie por un sendero de árboles, y ese relajante sonido del agua desembocando en la cala es la parte mas relajante de todo. Esta rodeado de acantilados medianos, a su alrededor hay árboles, pinos y variedades de flores. Sin dejar de lado las rocas y esos guijarros que coronan la belleza del lugar. Me siento en una roca, mientras disfruto ver el agua transparente verde azuladas.

—Wao, este lugar es bellísimo. —Murmura Dareck.

—Sí, lo es. —estoy de acuerdo. —Es mi lugar favorito, y es donde considero que es propicio que nos sinceremos el uno al otro.

Dareck, deja de mirar su alrededor y su mirada se posa en mí. Esa intensidad con la que me mira trata de buscar sentido a mis palabras. Estoy tranquila esperando cual será su respuesta a mi petición. 

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