Capítulo 17


Narra Adria

Luego del beso que compartimos en el estacionamiento la estúpida sonrisa no se le quitaba a Dareck. Sin detenernos en ningún lugar fuimos directo a la casa donde comencé a buscar el vestido que utilizaría para la fiesta, solo a Patty se le ocurren estas ideas de último minuto y además la que puede convencerme a estas cosas. Si cuando accedí a ir a Las Vegas termine casada no quiero imaginarme que podría suceder hoy.

Como es costumbre el tiempo se acorta cuando tienes que asistir a algún lugar y hoy no fue la excepción. De modo que en este momento me encuentro de camino al club con un minivestido dorado que Patty me regalo hace unos meses, además de unos tacos negros y mi labial rojo mate favorito, necesitaba hacer algo diferente que llevara la conversación hacia ese territorio y no hacia Duncan.

Como parte del protocolo aparcaron detrás del Club, donde nos darían acceso y nos llevarían al área VIP que apartó mi amiga. Cada uno de los guardias tomaron un lado para franquear, mientras Duncan daba el visto bueno. Sin embargo, tenia que esperar que Dareck saliera y luego que comprobara que todo estaba bien y abría la puerta para que pudiera salir.

Esta noche no estoy para que estos dos demuestre quien es el alfa aquí.

—Adelante, avancemos. —Como siempre Duncan quiere marcar su autoridad, recordando que él es el líder en estos momentos.

—Por supuesto que vamos a avanzar. —Claro, no podía faltar Dareck con su petulancia tratando de que se entere que él tiene la última palabra. Ya decía que parecen dos lobos disputándose una manada.

Exasperada de esta actitud infantil agarre el brazo de Dareck justo antes de comenzar a dirigirme a la puerta que abrieron solo para nosotros. Esto de estar tan cerca de mi esposo se esta tornando una costumbre. Quien suelta una carcajada y me mira con esa diversión juguetona que brilla en sus ojos marrones.

—Buenas noches, Bienvenidos a Darkness—Nos recibe una dama que esta vestida con un crop top dorada y una falda minúscula que no dejaba nada a la imaginación. Su cabello negro caía en hondas rizadas. —Por favor, síganme. Los llevare hasta su reserva. —Sus palabras muy profesional y educada, pero su mirada coqueta se paseaba de Duncan hacia Dareck.

Como quiero quitarle esa sonrisita a la muy estúpida, como podía estar mirando de esa forma a mi esp... Maldición, Adriá, hacia donde se están dirigiendo tus pensamientos.

Nos da la espalda indicándonos para seguirla por un camino estrecho, y luego inclinarse un poco para abrir una puerta, recibiéndonos la música a todo volumen y la vibra del lugar. Trato de concentrarme en caminar y no en mirar furtivamente a Dareck, quien tiene una cara de diversión plasma en su rostro. Tal vez le está gustando esa mujercita. El feo monstruo de los celos esta haciendo de las suyas en mi cabeza.

—Maldita sea, este lugar está a reventar—grita Duncan para que lo escuchemos. —Debemos estar atentos a cualquier movimiento.

La pelinegra responde como si fuera parte de la comitiva.

—La sección VIP no esta tan ocupada, ya que fue reservada por la cumpleañera.

Duncan, asiente con la cabeza mientras se comunica de alguna manera con una mirada con sus compañeros. Mientras suspiro pensando que solo estoy aquí por Patty.

Observo todo el interior del club el cual es oscuro, con luces que se siente que se mueven al ritmo de la música que reverbera el espacio. Hay una enorme barra donde varias personas se amontonan por su bebida, mientras otras esperan que los meseros lo atiendan. Sin embargo, otro grupo de personas están bailando, otros hablando y algunos están coqueteando. Mientras otro par que son más atrevidos están devorándose el uno a otro sin importarle quienes los rodean.

Nuestra guía nos muestra las escaleras de la sección VIP, antes de que ella comience a subirlas observo a Duncan y Dareck, me muevo de tal forma que puedo verlos. Como siempre los ojos de Duncan escanean descaradamente a la mujer, sin embargo, Dareck desvía la mirada con aburrimiento. No se porque, pero me complació esta actitud.

—Vamos a subir—Murmura por lo bajo Dareck, casi perdiéndose su voz con la música.

A su orden uno de los guardias, que aún no me sé sus nombres toma la delantera, Dareck me hace seña para que continuemos y lo demás nos siguen los pasos. Cuando llegamos el portero mueve la cuerda a petición de la pelinegra.

Antes de buscar a mi amiga por el lugar, ella hace contacto conmigo y corre emocionada abrazándome con fuerza.

—Que bueno que viniste, ven vamos a nuestra área de fotos. —Menciona mientras me arrastra con ella. Casi siendo imposible fijarme en el lugar, porque Patty siempre eclipsa todo y solo puedes estar pendiente a su chachara y su energía burbujeante. En definitiva, parecemos el Yin y Yang, el sol y la luna.

Luego de una extenuantes fotos y un brindis de cumpleaños, varios de los invitados se dispersan y disfrutan de la noche mientras mi amiga me lleva hacía unos sofás, entendiendo que la interrogación comenzara en unos minutos.

Aquí arriba el ambiente se siente mas relajado y menos caótico que en el nivel inferior. De modo, que no tienes que hablar tan alto para tener una conversación fluida.

—Ahora sí, cuéntame todo. —me dice, sin poder contener una sonrisa.

—No es nada de lo que te estas pensando, simplemente que un enemigo de mi padre anda por el territorio y es de suma preocupación, puesto que debe haber una brecha en algún lugar. —le menciono, para que sepa la magnitud del problema.

—Wao, yo que pensaba que Duncan estaba siendo el mal tercio.

—¿Duncan? —le cuestiono —¿Por qué tendría que serlo si nunca le he interesado?

—No te hagas la loca, si me contaste cuando se declaró.

—Sí, pero es como si nunca a pasado. Ya que no me ha vuelto a mencionar nada.

—¿Será por qué ahora estas casada?

—No sé, y no me importa. —me mira como si no me creyera—Es enserio, cada día que pasa es como si me importara menos. Lo único que me duele es que perdí su amistad.

—Bueno, él se lo pierde. —se encoge de brazos. —Dime, ¿Cómo es tenerlo de guardaespaldas?

—Nada nuevo, aunque él y Dareck se viven matando con la mirada y demostrando quien tiene mas poder. Me estresan.

Se ríe. —Necesito escuchar todos los detalles.

De modo que le platico de los choques de ellos dos, y de como me esta afectando Dareck. Con mi amiga me puedo sincerar.

—Adriá, creo que te estas enamorando de tu esposo. Aunque suene estúpido si alguien me escucha.

—No, claro que no.

—Sigue engañándote. Vamos a bailar. —Cambia de tema.

—Okey.

Nos acercamos a la pista, no sin antes tomar un poco de vino y envolvernos en la locura del lugar. Después, de ver como mi amiga se esta divirtiendo me despido de ella para ir al baño.

Narra Dareck

Parezco un maldito acosador mientras observo a mi princesa de fuego, desde que su amiga la arrastro hacia el área de sección de fotos a acaparado su atención. Mientras he aprovechado para admirarla sin que se de cuenta, sin tener que fingir.

Cuando terminan su conversación se mueven hacia la pista de baile. Estoy alerta a cualquier movimiento, al igual que los guardias que se han disperso por el lugar. No me pierdo ninguno de sus gestos y movimientos, observándola como se separa de su amiga, va por su bolso y se apresura por el pasillo que conduce a los baños.

Antes siquiera que Duncan considere seguirla, lo detengo y luego de comprobar si hay alguna amenaza me muevo hacia el pasillo donde entro mi princesa de fuego. Llego a la puerta del baño de damas, escaneando todo y me apoyo en la pared esperando a que salga.

Luego de varios minutos debatiéndome si entrar o no, antes de tener que tomar esa decisión la puerta se abre. Adriá ni siquiera se percata de su entorno y se apresura a salir. Llamo su atención al sostener su brazo, grita y se gira hacia mí.

—Discúlpame si te asuste. —Murmuro mientras nos quedamos mirándonos como si fuera la primera vez.

—Esta bien. Que haces siguiéndome.

—No puedes andar, así como así. Cuando estemos en lugares públicos debes esperar que te acompañemos y revisemos el baño, no sabes quien puede estar esperándote. —Le reclamo su error, puesto que, aunque sus ojos me tengan hipnotizado debe saber lo presa fácil que pude ser para cualquier depredador.

Antes de contestarme, una mujer entra en el pasillo y pidiendo permiso entra al baño de damas. De modo, que nos movemos una distancia prudente. Agarro su cadera cuando suelto su brazo que aun sostenía, empujándola hacia la pared, luego inclino mi rostro y me quedo maravillado con su mirada. Es como si estuviéramos en otro lugar donde solo existimos ella y yo.

Al ver que no sé aleja de mi mirada y mi toque, uno nuestros labios perdiéndome en su sabor. Sin embargo, un estruendo y el temblor bajo nuestros pies hace que nos estrellemos contra la pared, haciéndonos perder el equilibrio.

Una vez más, el estruendo se hace presente y el piso tiembla sin control, la música se corta abruptamente y es cuando los gritos horrorizados se escuchan por todo el lugar. Es cuando mi instinto se activa y previniendo cualquier ataque, inspecciono a Adriá y después la coloco detrás de mí porque para poder llegar a ella tendrán que derivarme a mí.

Mi entrenamiento me ha forjado para matar de diferentes maneras posibles, y llevo a cuesta un sin numero de muertes, de las mas atroces que puedan imaginarse. En una sola noche he matado hasta cientos de personas tan solo con mi cuerpo como arma, no por nada me llaman la máquina.

Haré honor a mi nombre, de tal manera que ni un pelo de la cabeza de mi princesa de fuego será tocado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top