-31 Planes e Infamias-

"La mente es débil ante el poder de las palabras"

¿?

-La verdad jamás debe saberse, haremos todo lo que esté a nuestra disposición. Y los Plata siempre reinará, sin importar cuánta sangre derramar.

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Pov Miguel

Después de haber ido por Coco, el silencio nunca había desaparecido. Solo el sonido de nuestros pasos al quebrar las ramas en el suelo rompían la tensión en el aire. Aún podía percibir el aroma impregnado en las ropas de mi hermana, esto me hacía doler más mi pecho, no podía alejarlo más que lo deseara. Me estaba matando por completo. Podía sentir como Marco no dejaba de mirarme, odiaba cuándo hacía eso, porqué siempre venía con algo que me haría molestar. Sin embargo, no tardó en mirar con detenimiento a Coco quién solo nos seguía en silencio y su mirada baja.

-¿Cómo te trataron los Hamada?- preguntó directamente mi primo.

-¿Uh?...bien, no fueron malos como decía mi abuelita de los humanos.

-¿Verdad, que son unos amor de persona? Yo no sé porque PENDEJOS SIN SENTIMIENTOS, los traten tan mal. - lo miré con molestia al saber que esos "pendejos" que mencionaba, me lo decía indirectamente.

-Hiro...-siguió Coco con su voz algo desanimada.- lloraba anoche con fuerza...¿No lo quieres más, hermano?.

-Eres muy pequeña para eso.

-¡Claro que no! ¡Entiendo todo lo que pasa! ¡Él tiene...!

-¡BASTA COCO! - alcé mi voz dando media vuelta, ella tenía los ojos a punto de llorar. Jamás la había tratado de esa forma, Marco sin decir nada fue con ella para consolarla.

-Tranquilita prima, no tienes la culpa de decir la verdad. Mientras tú, Miguel, no es forma de huir de está. ¿Qué pasó con romper las reglas? ¿Con el quiero descubrir más allá de nuestra tribu? ...¿Qué acaso esa marca en tu mano es una señal clara?

-Marco, tú no sabes en lo que les he metido ...si no fuera por mi pinche curiosidad... nadie hubiera salido herido.

-¿Y? A nosotros no nos importa, la pregunta aquí, ¿Qué harás si hoy Hiro ve la luna llena? ¿Lo dejarás?- me quedé en silencio por esto último.

-¿Qué pasará....si...ve la luna, Marco?- preguntó Coco, sin embargo mi primo me miró antes de responderle.

- ¿Quieres que lo diga Miguel?

-No te atreverías...a ella no le concierne.

-¿Le ocultarás la verdad de nuestra tribu?

-¡Ya cállate Marco!- grité molesto. Coco me miraba extrañada, pero no quiero decir lo que pudiera pasar está noche. Ahora más que nada necesito ayudar y proteger a mi familia, sé que Hiro podrá arreglarlas como siempre.- Vayamos con los demás...debemos preparar todo.

-Pinche pendejo...para eso me gustabas. Vámonos Coco, debemos preparar nuestro traje para un funeral.- Marco tomó a mi hermana y avanzó delante de mí, mi corazón estaba latiendo demasiado, estaba confundido y lleno de miedo. No quiero que mi familia sufra, no quiero que los maten por mi estupidez de relacionarlos con los humanos. Seguimos nuestro camino, nadie decía nada, hasta mi propia hermana iba más callada de lo normal, pero debía de entender que esto lo estaba haciendo por el bien de nuestra tribu. Cuándo al fin llegamos, todos los miembros de nuestra familia estaban haciendo todos los preparativos para la ceremonia, mis tías estaban sentadas en una pequeña mesa que se ubicaba en el centro de nuestras cabañas, podía ver una seriedad fría y triste al hacer los arreglos del vestido de mi "futura esposa". No muy lejos de allí estaba mi padre haciendo una especie de daga, esta representa el poder y la valentía que deberé como líder de mi próxima tribu, ya que al casarte deberás mantener un tiempo dentro de tu tribu natal para prepararte para hacer tu propia en otro lugar del mundo. Y cómo siempre los Plata deberán estar detrás de ti para que sea una tribu prospera y llena de bendición, cómo suelen llamarlo.

Sin embargo algo llamó mi atención, soldados de los Plata llevaban escoltado a Héctor, sus manos estaban sujetas con una especie de metal, podía ver como su piel iba impregnándose de color carmesí. Su rostro estaba totalmente llenas de heridas, en su cuello estaba una especie de collar de piel con pequeña evilla de plata, para ser exactos cuándo este metal es un problema al momento de regenerarnos, no nos mata claro, pero es el perfecto verdugo ara morir por nuestras heridas que logremos tener.

-¡Oigan, déjenlo!- grité mientras caminaba a prisa hacía ellos, pero uno de los líderes de la tribu Plata detuvo mi marcha.

-Disculpa, el novio aún no tiene derecho de meterse en nuestros asuntos reglamentarios.

- ¡Él no hizo nada en su contra!- el hombre sonrío e hizo una señal a los soldados para acercarse a donde estábamos.

-¿Este hombre no les explicó a toda esta tribu, el enorme insulto que hizo a su propia tribu?, ¿No?- tomó la barbilla de Héctor para que me mirará, todos nos quedamos en silencio mirándolo con cierta extrañeza, pero él solo se limito a cerrar sus ojos y agachar de nuevo su mirada. - Ven, tanta vergüenza hay en su alma que no quiere mencionarlo. Sin embargo, yo solo mencionaré que todo aquél que desea ir en contra de nuestra sociedad, arriesgando la vida de nuestros hijos y mujeres, merecen....LA MUERTE.

-¡Qué!- gruñí con furia, pero mi padre se acerco en silencio tomándome del hombro, me miró y solo asintió con la cabeza. Miré de nuevo a Héctor pero él solo me evitaba.

-Pero, tranquilo mis lobos queridos, este día no habrá muerte alguna. Es día de celebración, alegría y unión, así que no se deben de preocupar por cosas..."inútiles" cómo estas. ¡Sigamos por favor!- el tipo de nuevo dio una señal y estos se llevaron a Héctor sin decir nada más. Mi padre volvió a tocarme para seguir con los preparativos, pero antes de darme vuelta para dirigirme con mi madre, noté que en una de nuestras cabañas estaba una silueta observándonos por unos segundos, pero de inmediato desapareció. Pensaba en ir para averiguar de que se trataba, pero imaginé que solo se trataba de otros de los hombres de los Plata, así que lo ignoré por completo. Suspiré y miré la marca en mi mano, ahora lo que más debía enfocarme era seguir con mi responsabilidad que debo tomar.

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"¿Cuánto he de sacrificar para poder ser feliz?"

Pov Hiro

- ¿Fred?

-¡Aquí estoy Hiro! Lamento no responder pero, al parecer el "Alfa" se había dado cuenta de mi presencia, sin embargo, Fredzila logró camuflarse con éxito. Bueno y otra cosa intentar conectarme al comunicador hace un par de horas.- suspiré de alivio. Todos estábamos desde la mañana en diferentes puntos de la zona, estudiabamos cada movimiento al parecer los mismos colmillos de Plata saben perfectamente de que pudiera haber algunos intrusos. Había hombres lobos resguardando por todo el lugar, por suerte a la nueva mejoría del traje de Fred incluyendo las nuevas habilidades contra licantropo, pudo adentrarse y tomar más información de manera interna.

-¿Hiro?- habló Kubo- Kyle y yo hemos visto que diferentes tribus están llegando.

-¿Están invitando a todo mundo?- preguntó Wasabi- aquí en dónde estoy también están haciendo movimientos algo extraños. En la parte norte, un grupo de soldados están reuniendo algún tipo de bolsas oscuras de piel...

-Tadashi y yo seguimos a los soldados que llevaban a Héctor- comento Gogo.

-Esperen, ¿Tienen a Héctor?

- Al parecer saben algo de él y no quieren que lo diga...¡Aghh como me molesta!

-Parece que a Tadashi le gusta el nuevo mesero.

-¡Calla Kyle! ¡C-claro que no!

-Oigan chicos- interrumpió Honey Lemon.- No se ustedes, pero, todos los preparativos están listos... Las personas que llegan están tomando lugar...

-¿Cuál es la señal Hiro?- me quedé en silencio, lo único que tenía en mente era pelear de inmediato contra los Plata, pero todo estaba haciendo más extraño. ¿Para que tendría a todas las tribus reunidas en un solo lugar? Teníamos que ser cautelosos y entrar sin que se levanten sospechas. Yo aún estaba un poco lejos del lugar, podía ver cómo lobos corrían por debajo de nosotros, por suerte no pueden olernos gracias a un nuevo mecanismo de aromas en los trajes. Estos nos ayudarán perdernos entre el bosque, sin embar, debíamos mantenernos ocultos, aún somos extraños.

-Hiro, tu ritmo cardíaco está acelerándose.

-Tranquilo Baymax, estoy bien. Solo es la adrenalina.

-Esa adrenalina , ¿Se debe por ver a Miguel?.

-Ammm, algo así.- sacudí mi cabeza para controlarme un poco, suspiré y si ahora a orden-  Gogó y Tadashi, intenten sacar a Héctor de allí. Al parecer es una buena pieza para todo esto. Honey reunete con Fred y busquen a Coco, necesitaran meterse entre los invitados. Kyle y Kubo, también hagan lo mismo en colarse. Yo iré de inmediato con ustedes, primero debo ir a dónde se reúnen los Plata, intentaré saber más lo que traman, Wasabi te veo en unos minutos allí.- toda sin más aceptaron y nos separamos.

Llevé a Baymax a un lugar en donde no pudiera llamar la atención, lo programé para que nos diera vigilancia aérea por si hay algo extraño. No tarde en reunirme con Wasabi en el lado norte de las cabañas, por suerte no había nadie de los soldados, tuvimos que quitarnos nuestros trajes y colocarnos ropas con olor a lobos. Coco nos había dado una sudadera de ella para lograr preguntar todo lo que necesitemos, aún no sabíamos cómo perdernos entre los invitados sin levantar ninguna sospecha. Lo bueno que tenemos de común de los hombres lobos y humanos , es que para una boda necesitaran staff para meserear. No muy lejos de nosotros se encontraban los "meseros" bajando todo lo necesario, Wasabi y yo nos acercamos para robar algunas ropas.

La ropa era algo extraña, parecía algún disfraz sacado de los vikingos o algo así, tenían accesorios de piel con pelaje que iban en conjunto, debíamos pintarnos el rostro con una línea carmesí que cruzaba nuestro rostro en diagonal. Yo me tomé el cabello con una pequeña coleta y coloque una banda café alrededor de mi cabeza. Por suerte con el rostro pintado nos ayudaría en mezclarnos.

-¡Oigan ustedes!- una mujer rubia nos llamó, Wasabi y yo nos miramos entre sí esperando a que no fallará nuestro plan.- ¿Qué están haciendo aquí escondidos? Necesito que vayas a bajar todo el cargamento- señaló a Wasabi.

-Oh, si...ammm - comenzamos a caminar pero la rubia me detuvo. Podía ver cómo Wasabi estaba entrando en algo de pánico, quiero decirle que no era el único estándolo.

-Solo tu amigo, a ti te quiero llevando las pertenencias de la novia. Se encuentra en la cabaña de allá.- miré a mi compañero y asentí, este era el momento que esperaba para acercarme con los de Plata. Sin dudar tomé las cosas que estaban cerca en el suelo, la rubia solo me alentó para que siguiera mi "trabajo". Tomé aire y fui directo hacia dónde se encontraba la novia de está boda. No sabía de quién se trataba o de quien me estaba enfrentando pero debía saber cuáles eran sus verdaderas intensiones para mantener a las tribus aquí. Fuera de la cabaña había un par de sujetos hablando entre sí, me miraron al acercarme pero siguieron con su tema. Algo tímido me adentré, no había nadie, sin embargo podía escuchar voces más al fondo de ella.

Deje sus cosas en la pequeña sala y con mucho cuidado caminé hacia donde provenían aquellas voces. Por extraño que pareciera, mi olfato podía percibir un olor a sangre y perfume de rosas, como si intentarán taparlo con ello. Entre más me acercaba escuchaba una voz de una mujer y un hombre más mayor, mi corazón latía tan fuerte, un miedo comenzó a recorrer todo mi cuerpo. Mis pasos ya eran más dudosos en seguir adelante, pero, ya solo estaba a unos escasos centímetros de la puerta de aquella habitación.

-Todo está perfectamente planeado- dijo la voz masculina.- todas las tribus están aquí y sin saber el porqué.

-Odio cuando tengo que usar está tipo de vestuario...- respondió la voz femenina, sabía que no era tan mayor por su tono, pero notaba algo en ella.

-Tranquila, todo esto terminará pronto. Esta vez la unión de la Luna será con éxito. Al fin la tribu Colmillo de Plata podrá seguir con la dinastía.

-Sabes...yo no entiendo porque ese ...lobo novato tenía que meter sus narices...

-Entiende que no solo fue por eso, Héctor estaba aquí y él sabe muchas cosas...lo único que debemos hacer como siempre, es erradicar todo lo que esté en nuestra contra. Y eso....es eliminar a todo mundo. - mis ojos se abrieron de repente al escuchar esto último, escuché que alguien se acercaba hacia donde estaba yo. De inmediato salí de la cabaña, y busqué un lugar para hablar con los demás, era más claro lo que pretendían hacer. ¡Van a matar a todos!

Sabía perfectamente que algo no estaba bien, Miguel cayó perfectamente en sus mentiras. Ahora entiendo porqué culpan a los humanos de ser mountruos que buscan la sangre de los hombres lobo. Debíamos saber la verdad y Héctor la tenía.
Mientras caminaba rápidamente e intentar comunicarme con los demás, algo me detuvo de golpe haciéndome caer al suelo. Cuándo miré para ver de quién se trataba, mi respiración parecía haberse detenido con el tiempo, aquellas marcas en su cuerpo y rostro,  pieles que lo cubrían como capa, en su cabeza llevaba una cabeza de un lobo de piel café y para mostrar en su cintura hacia una pequeña daga con marcas en ella. Aquél hombre de apariencia llamativa me miraba con una expresión fría e inexpresiva, nuestros ojos no dejaban de mirarse, como si intentaremos ganar una batalla interna. Mis labios temblaban al intentar decir las palabras, hasta que al fin lograron salir al pronunciar un nombre que se clavaba en mi pecho.

Ese era Miguel.

Continuará........






Hello daaaaa!!! Al fin volví ahora sí no tengo explicación a todo lo que me pasó en este tiempo. Enfermedad y crisis creativo combinados son una amplia tortura. 😭😭😭😭

Pero ya no importa, ya estoy aquí con un nuevo yo. Esta vez me dedique hacer el CAP, vegitto también estaba sin alguna idea y aparte que me estaba escuchando en este tiempo❤️🤭🤭

Además de que me regaño porque obedecí a acabar la historia cuando no xD jajaja pero bueno. Espero que les haya gustado este cap y les dejo estás preguntas.

¿A qué se refiere Marco lo que le vaya a pasar a Hiro? ¿Qué tipo de información tendrá Héctor sobre los Plata? ¿Esa "novia" es una impostora? ¿Se darán cuenta de las marcas de Hiro y Miguel?

Nos vemos en la próxima!!! Los amamos ❤️🤭🤭🤭

Beka-san~
=Vegitto=








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