- 24 Calor part. 1-
Pov Narrador
El sonido de tacones caminando con prisa, resonaban en enormes pasillos alumbrados por candelabros de oro puro. Aquella mujer con el cabello sujeto de color rubio, en su rostro ninguna emoción emanaba. En sus manos llevaba un especie de portafolio de color plata, detuvo su paso al toparse con una puerta de madera que era custiodada por un par de jóvenes a los lados. Sin dudar abrieron para darle su paso, cuando estaba dentro la mujer hizo una leve reverencia y entrego aquel portafolio.
Una mano pálida perteneciente a un hombre mayor la tomó con sumo cuidado. Lo leyó en silencio y esté solo suspiró, la mujer que hacía a su costado sonrió maliciosamente. Mientras del otro costado otro hombre de cabellos largo y oscuros solo bufo de coraje.
-Vaya vaya. Que grata sorpresa nos ha dado la tribu Colmillo Blanco y saber que uno de nuestros informantes está allí - sonrió la mujer.
-¡Traición Mujer! ¡Traición! Ya era extraño cada reporte que daba ese estúpido lobo miedoso...
-Silencio por favor.- habló el hombre que sostenía el folder plata.- no es momento de que comiencen a discutir.
-¡¿Qué?! ¡Fuimos advertidos! ¡Y lo dejaste pasar!- exclamó el otro hombre.
-A veces los exiliados suelen mentir para tener nuestro apoyo...-habló la mujer.
-¿Supieron el nombre del hombre que llegó a su ayuda?- habló el principal dirigiéndose a la señorita frente a ella.
-Si mi señor. Nuestros investigadores encontraron su identidad como Héctor. Se desconoce el nombre de su familia.
-¿Héctor?- habló sorprendida la mujer con una sonrisa ladina- Vaya que sorpresa...tantos años sin saber de él... creí que ya había muerto...¡Oh! Espera...no será que fue...-miro al hombre de cabellos largos.
-¡Cállate! - cuándo este iba a seguir discutiendo el hombre de en medio se levantó de su asiento y le entregó en sus manos a la señorita.- Vaya organizando nuestro viaje a América.
-¿Nuestro?- habló el otro hombre. Sin embargo esté dio media vuelta mostrando una sonrisa extraña.
-Si. Vamos a visitar a nuestros queridos Colmillos Blancos...
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Pov Kyle
Ya habían pasado alrededor de treinta minutos para regresar a la ciudad. Tuve que traer a mi madre en mi espaldas un tramo y otro Marco la llevo en su lomo, aún no me acostumbro a verlos tan normal como lobos.
Agradecía de que no haya recuperado el conocimiento aún Hiro y yo no sabíamos cómo contarles lo sucedido. Sin embargo mi primo iba muy callado en todo el camino, perdido en sus pensamientos, pero Héctor....ahh, él no ha dejado de hablar desde salimos de allí.
-¿Entonces eres un exiliado?- preguntó Miguel con mucha curiosidad.
-Si desde que tengo memoria. Mi tribu no estuvo de acuerdo con lo que quería hacer con mi vida, así que me fui a vivir la vida. Me enamoré e hice lo posible para estar con ella...pero bueno, las cosas deben de seguir su curso.
-Woow Héctor, haz hecho demasiado. Yo también quería conocer la vida de los humanos y...nos hemos metido en buenas. Hasta los de Plata mandaron a recolectar información...
-¿Plata? ¿Colmillo de Plata?- preguntó sorprendido Héctor, cómo si ya tuviera antecedentes con ellos. Eso hizo levantar más sospechas e interés por saber.
- ¿Sucede algo Héctor?- preguntó Miguel.
-Ah no no nada...solo recordé sobre lo que hablaban antes mi familia...-sonrio para disimular, iba decir algo para sacar más información cuando el ocico de Marco me llamó la atención rosando mi mejilla.
-¿Ahora que quieres tú?...- sólo me miraba directamente. Parecía que a través de sus ojos quería decirme algo, sin embargo, por inercia comencé acariciarlo.- Te agradezco mucho lo que hiciste allá...¿Estás herido?.
Marco solo negó con su cabeza y miró de nuevo el camino. Recordar que arriesgo su vida por salvarnos a Hiro y a mí, recorrí mi vista buscando una herida en él. Pero, sin ningún resultado.
Al llegar a las orillas de la ciudad, Miguel y Marco nos acompañaron hasta al café junto con nuestro nuevo miembro de este embrollo. Cuando abrimos la puerta, Tadashi ya estaba despierto y sentado cerca del mostrador. Ya Leo y Kubo habían ayudado a limpiar y acomodar todo el establecimiento.
-Hiro....Kyle- habló Tadashi intentando levantarse pero Hiro de inmediato fue a abrazarlo con fuerza.
-lo siento Tadashi...
-Esta bien Hiro...Kubo y Leo me contaron lo sucedido- sentí como mi pecho se detenía al escuchar lo que había dicho Tadashi. Miré a Kubo con sorpresa pero este solo sonriobe hizo una señal de que me calmara.- No pensé que lobos salvajes anduvieran sueltos en la ciudad.
-Si...jeje de hecho. Héctor nos ayudó a aulletarlos.- el nerd señaló al tipo nuevo quien esté solo se quitó su sombrero y le sonrió. Suspiré y tome a mi madre para ayudarle a recostarse a su habitación. Deje que hablaran solos allá bajo, cuándo iba llegando a su habitación escuché que alguien me estaba siguiendo. De reojo noté que era Marco, se quedaba observando todo lo que estaba haciendo.
-¿Estará bien?...
-Si. Sólo está inconciente, aunque tendrá un dolor muy intenso al despertar por el impacto.
-Lamento haber hecho lo suficiente.
-Hiciste demasiado con protegernos...- acomode a mi madre en su cama con sumo cuidado.- además...yo estuve buscándote heridas por tu batalla...
-¿Ah? Bueno los hombres lobos nos recuperamos de inmediato...aunque si son peleas muy rudas tardamos un poco. Pero estoy bien chino.
Lo miré de nuevo y él solo me sonrió tranquilamente. Terminé de acomodarla y decidí bajar con los demás, al menos tenía que escuchar cuáles serían los pretextos que le daría a mi madre al despertar. Sin embargo cuando estaba apunto de salir, el brazo de Marco me detuvo.
-¿Y... tú no estás herido?
-No. Ningún rasguño. Gracias a ti.- noté que su mejillas se tornaron carmesí, quitó su brazo y acercó su cabeza a mi pecho recargando le con delicadeza.
-Eso está bien...- dijo susurrante. Sentí que mis latidos estaban acelerándose un poco a lo que estaba haciendo, con delicadeza lo aleje de mí para continuar mi camino pero su mirada estaba clavada en mí- oye chino...¿Puedo dormir aquí está noche?.
-¿Ah? Oye te agradezco que hayas hecho esto pero ¿Porqué?
-Porque quiero.
-Entonces vete a tu casa.
- Agh.. ¿En serio no la agarras verdad?
-¿De qué hablas ahora mocoso?..
-Quiero dormir aquí pero contigo...-senti como mis mejillas habían subido de temperatura. Él tanto como yo estaba de la misma forma, estaba a punto de decir algo cuando la voz de Kubo llamó desde el café. Nos miramos otro poco más y bajamos sin decir nada más.
Había pasado ya una hora de haber acabado de limpiar, mi madre ya había despertado y estaba desconcertada con lo que había pasado. El pretexto que le habían dado sobre "animales infiltrados" había funcionado. Héctor tuvo la oportunidad de quedarse con nosotros, pues mi madre necesitaba a otro mesero más en el café además de que nos ayudó en lo sucedido.
Ya había oscurecido y todos estábamos cansado, Miguel y Leo habían decidido regresar a su tribu para darles las nuevas a su familia. Mi madre le enseño la otra habitación de visitas a Héctor para que comenzará a acomodarse y sin embargo, yo estaba de pie en el café frente a Marco quién si cumplió en quedarse.
Miguel se había opuesto a ello, ya que dijo era muy extraño en parte de su primo en quedarse en un lugar. Al final Marco insistió en que estaría bien quedarse aquí, ambos chicos estaban algo desconcertados per termino cumpliendo su palabra. Cerré el negocio para ya destinarme a mi habitación, ese mocoso se quedó quieto, observando desde el mostrador.
El ambiente se había vuelto silencioso e incómodo, mis latidos estaban tan acelerados y no entendía el porqué. Suspiré para intentar calmarme y seguí con mi rutina.
-Entonces...- habló Marco.
-¿Qué?
-¿Cuál será mi ropa para dormir?- sonrió ladinamente. Rodeé mis ojos y no dije nada. Comencé a subir las escaleras para ir hasta mi habitación, busqué en mi buró de ropa cualquier cosa al azar. Cuándo tomé una playera blanca y un short al azar se los arrojé, hasta dónde tuve que llegar, ¿Porque no pude decirle que no cómo siempre?.
- Habrá 3 reglas está noche- hablé mirándole con determinación- una: no quiero que hagas tus cosas de lobos aquí, no quiero oír tus "llamados a la Luna" y que despiertes a todo mundo.
-Te recuerdo que aquí hay dos lobos en esta casa. Y no somos perros para estar haciendo relajo.
-Dos: Puedes usar la ducha si así lo deseas, pero, no quiero que de la nada hagas un desastre.
-Oye, oye, soy humano también. Se comportarme nene.
- Sólo te lo advierto mocoso. Y la última: está prohibido comer a media noche. Nada de tocar la cocina.
-Ya entendí el mensaje "Abuelo".- respondió cruzando los brazos junto con la ropa que le presté.- Ahora, ¿Puedo usar la ducha?
-Si lo que quieras.- di media vuelta para comenzar a buscar mi ropa para dormir. Cuando estaba a punto de quitarme mi playera, lo miré de nuevo, noté que no había dejado de observarme.- ¿Qué no ibas a bañarte?- respondi algo molesto.
-¿No puedo echarme un taco de ojo? Tengo curiosidad ...
-Largo.
-Ok. Ok. Amargado...chino mamón- cerró la puerta y escuché que se dirigía hacia el baño. De pronto sentí un gran alivio cuando ya no estaba cerca, me quite mi ropa para colocar mi pijama. Al terminar me deje recostar un poco sobre la cama, sentía que todo mi cuerpo estaba exhausto como si hubiera hecho la gran cosa. Pensé que fue todo este mar de emociones que tuvimos, un lobo atacando a mi familia, ver aquella batalla que iba en contra de Hiro. Estaba molesto porque habían prometido que no estarían en problemas tan grandes, ¿Cómo era posible el rencor inmenso de un lobo?. El ruido de los rugidos feroces parecía que los estaba escuchando de nuevo y entonces, la imagen de Marco luchando por protegernos, el verlo gruñir de dolor me hacía sentir muy mal.
Lentamente comencé a cerrar mis ojos, deje que mi cuerpo se relajara un poco y dejar que olvidará todo esto. Al final dormí mientras lo hacía, no supe cuánto tiempo había pasado cuándo sentí que alguien estaba subiendo lentamente a la cama. Sabía que era el idiota de Marco que ya había salido de la ducha, no quise abrir mis ojos para saber que era él. Lo ignoré e intenté dormir de nuevo, pero, sentí que se estaba acercando hacía mí
-Lo que vayas hacer puede convertirse en otra regla.
-¿Quién dijo que quería hacer algo, mamón? Sólo revisaba de que respirabas, ¿Qué tal que te petateas estando yo aquí?
-Agh...-molesto me moví dándole la espalda.- solo duérmete y ya.
-Vaya ahora mi duda de que tu amargues te lo llevas a dormir fue aclarada.-senti que se acomodo algo brusco a mi costado. El silencio de nuevo reino en el lugar, para ser sinceros, nunca me gustaba dormir con alguien, de hecho se me hacía demasiado ostigoso. Siempre queriendo acaparar tu lugar y no poder descansar como se debe, pero, ahora molestando a Marco me hacía sentir más en confianza y calma. Respiré profundamente para dedicarme a dormir, pero, la voz de Marco me hizo detenerme.
-Kyle...
-¿Ahora qué?
-¿Recuerdas lo que te dije sobre mis sentimientos?- sentí que mis mejillas se habían tornado en carmesí. - ¿Porqué no te reusaste a mí?
- ¿Ahora porque viene esa pregunta?
-Bueno, desde ese día estuve pensando el porqué aceptaste y seguimos hasta cierto punto...no me viste con desagrado.
Me mantuve en silencio, podía sentir todo el calor en mi rostro. Aquellas escenas de nuevo habían regresado, su olor, su calidez, su piel, me habían vuelto loco. También las noches desde esa vez se habían convertido en un pantano de pensamientos, dónde no dejaba de tener la necesidad de tenerlo cerca. Sólo para mí.
-¿Kyle?- Marco se levantó y me hizo mirarlo. Intentaba evitarlo, pero me era difícil. Sonrió ladinamente sabía a lo que se debía aquella sonrisa.- ¿No contestaras?...
-¿P-porque debería hacerlo?... Si sabes...
-Chefsito...te haces del rogar...pero a mí me encanta.- lentamente se acercó a mí rostro dejando sus labios en los míos. Aquel beso era profundo y necesitado, mis manos las pasé por su rostro haciendo que se acercara más a mí. Nuestra alientos eran cálidos en busca de aire, Marco se acomodo arriba de mi volviendo a colocar sus caderas en las mías.
Ya no podía más, necesitaba tenerlo. Sin más, lo tomé dejándolo debajo de mí, pase mis manos por debajo de la playera mientras llegaba mis labios por su cuello.
Dejaba marcas en él, su piel era demasiado adictivo. Abrió sus ideas y las enrollo en mí, podía escuchar sus jadeos cerca de mi oído, en momentos podía escuchar cómo llamaba mi nombre.
-Por favor Kyle.... tómame...
Me retiré un poco sorprendido a lo que dijo, su rostro estaba tan sonrojado y podía ver que no iba a parar.
De esto, no me lo voy a perder....
Continuará.....
Helloo gente bonita aquí de nuevo Vegitto y Beka!!!! Disculpen por tardarnos en actualizar esta historia😎😎😎
Sin embargo ya se viene el momento Marckyle ¿Les gustará?
Espero que les haya gustado este capítulo, y ahora sí nos pondremos al corriente en actualizar más seguido ❤️❤️❤️🤧😏
Sin más nos vemos en el siguiente capítulo!!! Los amamos ❤️❤️❤️❤️
=Vegitto=
Beka-san~
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