Capítulo 1
En una fría noche, una gran tormenta azota la ciudad. Truenos resuenan en el cielo, iluminando por breves segundos antes de desaparecer. Nos encontramos en una futurista ciudad de Toronto en los altos rascacielos, en donde disparos rompen una gran ventana, y momentos después un joven saltó por la misma, cubriendo su rostro de los cristales que se encontraban en el aire con ayuda de sus antebrazos; un salto bastante arriesgado de aproximadamente 2 metros hasta el siguiente techo.
El chico apenas logró alcanzarlo, rodando un par de vueltas en el suelo, mojando su ropa bajo la gruesa lluvia que caía. Apenas terminó la segunda vuelta y se puso de pie, corriendo hacia el frente por el gran techo sin mirar atrás.
- ¡No dejen que escape! -exclamó desde la ventana rota un oficial de policía, vestido con un abrigo azul y una gorra con un visor oscuro que simulaban lentes.
El uniformado siguió con la mirada al joven en fuga, con los labios fruncidos en señal de molestia, mientras que el fugitivo, corriendo lo más rápido que podía, continuó saltando entre techos.
El agua de la lluvia, junto a los agresivos vientos de la tormenta se sentían incluso más fuertes en la intemperie del techo del rascacielos, y como resultado, era bastante complicado mantener la línea recta del camino sin resbalar o tropezar.
El silbido de un disparo, y el roce de una bala pasó justo por encima de su cabeza, seguido por un grito;
- ¡Quieto!
El joven miró a su alrededor respirando entrecortado, con una capucha negra sobre su cabeza y una especie de máscara de gas ligera sobre su rostro, con visores de espejo que reflejan el trueno que cayó momentos después. Desobedeciendo la orden, corrió hacia la escalera de servicio más cercana, y bajó por la misma lo más rápido que pudo.
Llegado al final de ésta, un callejón lo recibe, y el chico no pierde tiempo en correr hacia la salida del mismo, a la vez que se quita la máscara y la guarda dentro de su abrigo. Llegó a una transitada calle, en donde frenó en seco para levantar la mirada; en donde grandes pantallas holograficas adornan la cuadra, y lo primero que aparece, es una imagen del chico; un abrigo color negro cuyos cierres y botones brillaban ligeramente de rojo, y su mascarilla de gas gris, todo lo anterior junto a un mensaje que dice "Se busca".
- ... Vaya... -murmuró para si mismo el joven antes de mirar a ambos lados, y caminar tranquilamente por la calle, quitandose la capucha, mostrando su cabello cenizo y tez blanca, junto a su par de ojos de color azul profundo; también desabrochó su abrigo, como para... ¿Disimular?
Sin embargo, ubicados en una esquina contraria, un grupo de tres personas vestidas de chaquetas guindas lo siguen con la mirada. Uno de ellos hace una seña con la cabeza, y los tres caminan detrás del chico. Sacó un pequeño celular, escribió un mensaje, antes de que el grupo de guinda acelerara el paso.
Pero la caminata del chico se vió interumpida por un par de oficiales de policia que doblaron una esquina, y, el de abrigo negro se dió una media vuelta, encorvado y mirando al piso.
- ¡Oiga! -lo llamó entonces uno de esos oficiales, haciendo que el joven se detuviera en seco. Ambos policías se acercaron a él, mientras que el primero continuó hablando:
- Disculpe... -dice el primer policía, posicionándose frente al chico, sin embargo, al mirarlo bien, debajo de los lentes entreabrió sus ojos asombrado, y se llevó una mano al costado de la cintura para desenfundar su pistola y apuntar- ¡No te muevas!
Automáticamente, el chico levantó sus manos, y el segundo oficial de igual manera desenfundó su pistola
- ¡Perro, estás arrestado! -exclamó el primer policía, antes de acercarse al joven con un par de esposas.
El chico, el "Perro", esbozó una pequeña sonrisa, antes de dejarse caer de espalda al suelo, y formando un puente barrió las piernas de ambos oficiales de una patada, tomandolos por sorpresa; rápidamente rodó hacia atrás para ponerse nuevamente de pie para salir corriendo.
El primer oficial presionó la insignia de su camisa, activando su comunicador. Entonces, dijo:
- ¡A todos los oficiales del área, Orion Bishmark está huyendo por la avenida Bonnscott, capturenlo!
Al escucharlo, los de guinda comenzaron a perseguirlo.
Maldiciendo su suerte, Orion aceleró, corriendo en zic-zac entre transeúntes, intentando perderse de vista.
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