A la fuga

David se sentía a la fuga en el viaje a su primer hogar. New York le oprimía, deseaba escapar y volver a su origen. No obstante las circunstancias mandan y hay que adaptarse a ellas. Roger volvió a ofrecerle una oportunidad que no podía rechazar.

El viaje de vuelta fue muy distinto al de ida, había recobrado sus esperanzas. La crisis ya era historia y encaraba su destino con ilusión.

Los dos hombres estaban sentados delante, madre e hijo detrás, ella en el lado derecho. El paisaje estaba pintado de blanco, el frío no podía entrar en el coche, es confortable y hecho para largos viajes. Roger solía conducir un Corvette en la metrópoli y este Mercedes para viajar.

Los niños suelen ser un inconveniente en trayectos largos, Rick no lo fue. Es introvertido y sólo toma confianza con quienes se la ofrecen. Tenía regalos para distraerse, aunque sólo usó el IPod. Había grabado su música favorita (hip hop y rock & roll) con el ordenador de su abuelo, poseía más horas de música que las que duraba el viaje.

Mary conocía bien a Roger, es de esa clase de hombres que piensan primero en sí mismos y sólo en los demás cuando pueden sacar provecho. Sin embargo él le caía bien. Ella rompió el silencio cuando Corbin quedó atrás:

-Gracias, Roger. Me cuesta creer que vamos a una vida mejor.

-Os lo merecéis. Siento mucho vuestras desgracias. Todo mejorará a partir de ahora.

Era mediodía, Roger aparcó en un restaurante de carretera en Pensilvania para echar combustible y comer. Roger pagó como una inversión para el futuro. No confiaba en nadie, tan sólo consideraba que David volverá a ser el mejor.

Un Hummer amarillo aparcó cuando ellos salían del restaurante al Mercedes. Rick se impresionó:

-¡Guau! ¡Qué cochazo! Me gustaría tener uno como ese.

Su padre respondió:

-A mí también. Lo tendremos cuando podamos.

Roger discrepa:

-Consumen mucha gasolina porque pesan demasiado.

Una mujer atractiva, joven y rubia salió del Hummer cuando los cuatro estaban sentados en el Mercedes.

Roger conducía sin prisas, respetando el límite y porque calculaba que llegarían al anochecer.

Dos horas después, el Hummer les adelantó. El vehículo no era más rápido, sino la conductora. Volvieron a verlo más tarde en una gasolinera, para corroborar lo que Roger comentó acerca del consumo. El Mercedes pasó de largo, tenía bastante combustible para su destino.

El tráfico en la autopista era poco intenso, permitía velocidad mayor de cien kilómetros hora, como la alcanzada por el Hummer para volver a adelantarles. Mary expresó su pensamiento:

-Parece como si anduviera a la fuga. Ojalá ésta sea la última vez que lo veamos.

El sol se estaba escondiendo tras ellos, ya sólo daba luz a los rascacielos. El tráfico se había intensificado sin llegar al atasco. Volvieron a ver el Hummer, detrás de un camión. El carril del Mercedes era más rápido y Mary tuvo otra corazonada.

-Roger, por favor, no adelantes.

Roger no advirtió ningún riesgo.

David estaba hablando con él del nuevo negocio.

Rick estaba oyendo la parte final de "On the run".

Mary veía como el Hummer giraba a la izquierda. Abrazó a su hijo para evitarle cualquier peligro, ella sintió un golpe en su cabeza que le hizo perder el sentido, como su esposo.

La conductora del Hummer no se dio a la fuga.






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