12. Clases de apoyo.

—Su puta madre...

El pobre Hanta se rasca la cabeza mientras mira la libreta. Izuku mordisquea su lápiz. Eijirō está siendo zapeado repetidas veces por el anfitrión. Denki dibuja lo antes mencionado.

El tema de hoy: clases de apoyo.

Katsuki deja de estar golpeando a su pelirrojo teñido mejor amigo para ponerse delante del pizarron.

—Bien, extras, tuvieron la bendita suerte de que yo fuera su pafi el día de hoy. De que aprenden, aprenden, sino me corto un huevo.

Katsuki anda de un lado a otro mostrando todas las fórmulas que usarían ese mismo día. Diferenciales, integrales, identidades trigonométricas, propiedades de los exponentes y demás... Izuku estaba algo acomplejado. Si bien había sacado una nota baja en cálculo diferencial esperaba tener clases particulares con su novio, mas no esperaba que fuera escogido como PAFI.

¿Qué mierda es un PAFI? Sepa la chingada, pero suena mamalón.

Según palabras de Sero, PAFI significa "ola diavlo". Mientras que en palabras de Eijirō era "Persona AutosuFicientemente Inteligente". Y, pero no menos importante, Denki, quien sostenía fervientemente que el significado era "Programa de Apoyo a la Formación Integral" donde un académico denominado Profesor tutor (sólo por esa ocasión para facilitar que el alumnado se sienta en confianza sería otro alumno), brinda atención personalizada a los estudiantes que así lo requieran, para fortalecer sus procesos de aprendizaje relacionados con los saberes teóricos y heurísticos de las experiencias educativas.

Aún así, todos lo tachaban de loco.

—Ahora, extras, digan porqué mierda están aquí. Empecemos contigo, Deku.

El rubio señala a su querido novio que está escondido detrás de la mesa. Hace no tanto le había explicado sobre Gauss y algo de letras sustituidas por pivotes. O una mierda así.

—No le entiendo a las diferenciales, he visto que hay unas fórmulas donde aparecen de diferente manera y no sé a cuál creerle —contesta avergonzado. No era usual verlo pedir apoyo dado que es un alumno aplicado, pero las matemáticas son su talón de Aquiles.

—Yo-yo no entiendo nada de integrales —responde Sero—, me preocupa el examen de recuperación de la siguiente semana.

—La verdad es que yo no le entiendo cuando dicen que los chequemos con gráficas, cuando empiezo a entenderle, me salen mal y me apendeja —comenta Kirishima algo frustrado.

—Pero si eso es desde la página de Desmos.

—¡¿QUÉ?!

—¿Y tú, Pikachu? —el nombrado sonríe temeroso.

—Pues yo no tuve problemas.

Aquello toma desprevenidos a todos. Que Denki Kaminari lograra pasar los exámenes significaba que tal vez algo en su cabeza estaba funcionando correctamente.

—Entonces, ¿qué cagada haces aquí?

—Aizawa me castigó porque después de subir las calificaciones se dieron cuenta que traía las respuestas en mi borrador.

Bueno, al menos era sincero.

—¡PERDÓN! —grita Mina apareciendo, echando la mochila al piso y aventarse para sentarse con su grupo de amigos.

—¡¿Qué mierda haces acá?! ¡YA TENGO CUATRO BAJO MI TUTELA! —exclama Bakugō lanzando el marcador al suelo bastante enojado. Midoriya se levanta para dárselo.

—¡Iida-kun ya no pudo soportarnos y nos dejó a la suerte! —lloriquea Mina.

—¡A LA MIERDA! ¡YO NO PODRÉ CON CUATRO MÁS!

—¡NO VENDRÁ MINETA, SE FUE TRAS YAOMOMO, LO JURO!

—Hola, Bakugō —aparece Todoroki asomandose por la puerta.

—¡¿TAMBIÉN TÚ ESTÁS ACÁ, COPIA DE ZUKO?! —revienta Bakugō mientras que Midoriya le enseña la lengua al ex de su novio.

—Sólo vine a jugar Corazón de Melón, afuera está lloviendo —entra sin entender porque Izuku le enseña la lengua, ¿quizás sea un nuevo saludo? Así que se la enseña de vuelta.

Ahora sí Midoriya se siente ofendido.

—¡BIEN, PERO NO ME MOLESTES! —reclama. Serán muy ex novios, pero no quita que le ponga de nervios que le estén supervisando. Por algo era el PAFI, él no necesitaba ayuda.

Todoroki asiente desde el fondo del aula, saca su laptop y se dispone a coquetearle a Castiel.

—¿Ya podemos empezar con la clase? —pregunta Sero abochornado.

—¡Sí! —grita Bakugō para después escribir en la pizarra. Anota un x^⅔+7x-8=9 y después se devuelve a mirar a cada uno.

—Esto es lo que va a pasar; Deku, deriva esa función, cinta adhesiva, integrala y pelos pinchos graficala desde Desmos. Quiero ver que tan de la mierda están.

—¿Y qué hacemos nosotros? —pregunta Mina.

—Ustedes harán todo eso, pero con esta función.

Mina se enoja al ver que sólo hay un x^¾-8x.

—¡Oye, ¿por qué tantooo?! —reclama Mina.

—¡No es justo, seguro que le diste la fácil a Midoriya porque es tu pareja! —chilla Kaminari.

Izuku refunfuña por lo bajo porque sabe que sólo por eso lo obliga a estudiar más.

—Callen, extras; les di eso porque uno fue un tramposo y la otra pues no sé cómo ayudarla.

—¡No pude contestar todo, no le entendía! —declara Mina haciendo pucheros mientras trata de resolver sus operaciones.

—Las fórmulas que vamos a utilizar son las que nos dejó el profesor, intenten usar el formulario, excepto tú, Pelo Pincho —apunta a su mejor amigo—, sólo debes de anotar la ecuación original, la derivada y su respectiva integral.

—¡Entonces haré más que ellos! —reclama Kirishima apuntando a Kaminari y a Mina.

—¡A que nooo, tu ecuación es más fácil!

—¡Pero no podré comparar con alguien si falla mi gráfica!

—¡Sólo debes de anotarlo bien!

—¡No sé usar Desmos!

Katsuki se palmea el rostro.

—Miren, extras, haré esta ecuación, ¿vale?

Anota f(x) = √x en el pizarrón.

—¡Oye, la tuya está sencilla! —exclama Kaminari levantándose—. Yo te la voy a escribir y nada de trampas.

El rubio borra lo que había escrito su asesor/tutor/pafi/loquesea para sustituirlo por otra ecuación.

f(x) = √(√(x)) + 3x/(√(sec (2x)) - sin (x^⅜)/(cos (x^⅜)) + x^0

Kaminari, sintiéndose victorioso, le extiende el marcador a Bakugō, quien está molesto que alguien osa de tacharlo como un idiota. Y él no lo era. Así que toma el maldito marcador y señala la primera parte de la ecuación.

—Chequen, extras, aquí tenemos un claro ejemplo de leyes de los exponentes, la raíz de x es lo mismo que decir x a la un medio.

Debajo de √(√(x)) escribe √(x^½)

—Hacemos exactamente lo mismo con la otra raíz, lo cual nos dará otro exponente, cuando esto pasa, los exponentes se multiplican, así que, un medio por un medio nos da un cuarto y tenemos x a la un cuarto.

√(√(x))

√(x^½)

(x^½)^½

x^¼

—Pero esto no es la derivada, esta es la forma simplificada de la mamada que hizo el pikachu. La fórmula de la derivada de una base elevada a cualquier exponente es la misma potencia multiplicado por la base, que en este caso es x, elevado a la potencia menos uno. Por lo tanto, tenemos que la primera parte de la ecuación es un cuarto que multiplica a la variable x elevado a la menos tres cuartos. Y claro que se puede simplificar aún más; cuando tenemos un exponente negativo lo pasamos al positivo de la siguiente manera.

Katsuki va escribiendo lo que explica a la par que sus "alumnos" anotan en sus libretas.

¼x^(¼-1)

¼x^(-¾)

(1/4)(1/(x^¾))

1/(4x^¾)

—¡Espera! —Izuku alza la mano.

—¿Qué?

—¿Aplica lo mismo cuando tenemos un exponente negativo en el denominador?

—Sí, cambiaría y se pondría en el numerador.

—¿Por qué? —pregunta Kaminari.

—Porque sería algo así.

Katsuki escribe una 1/(x^(-½))

1/(x^(-½))

1/(1/(x^½))

—A esto —apunta al pizarrón— se le conoce como la regla del sándwich, es por ello que sube.

—Bueno, ya continúa —Mina le hace señas de que prosiga.

—Bien; después de obtener el uno sobre cuatro veces la variable elevada a la tres cuartos podemos decir que la primera parte está resuelta.

Katsuki palomea debajo del resultado.

—Ahora, la siguiente parte es esta:

3x/(√(sec (2x))

—Aquí usaremos la fórmula para derivar una división, fracción o como deseen llamarlo que va así: el denominador se multiplica por la derivada del numerador menos el numerador por la derivada del denominador todo sobre el denominador al cuadrado. Por lo tanto;

3x/(√(sec (2x))

((3x)(d/dx (√(sec (2x)))) - (√(sec (2x))( d/dx (3x)) / ((√(sec (2x))^2)

—¿Por qué lo escribes así? —reclama Kaminari— ¿No es más fácil hacerlo usando lo que da el pizarrón?

Katsuki alza una ceja.

—¿Si sabes que existen programas como Wolfram Alpha que ayudan a explicar este tipo de ecuaciones y que necesitas explicar paso por paso de esta manera?

—¡¿Qué?! ¡¿Existe eso?! —Mina saca su celular— ¡Mierda, es cierto!

—¡Se debe de pagar por ella! —declara Kirishima enseñando el celular.

—Sí, bueno, fue un regalo —se cruza de brazos—, ¿ya puedo continuar con mi clase?

—¡No es justo, Kacchan! —reclama Izuku entre lloriqueos— ¿Por qué no me dijiste que la tenías?

—Porque primero debes de entender lo básico, no es para que te haga la tarea, ¿sabes? —alza los hombros— No te la voy a pasar por tu linda carita, prefiero enseñarte y que no dependas de una aplicación.

—Eso es tierno —suspira Mina.

—¡Pero no lo vale! —reclama Sero.

—Kacchan, me hubiera servido en las que no entendí...

—Como si pudieras sacar el celular en el examen.

—¡Kacchan, no me sirven las matemáticas!

—¿Tu crees que saltar a un edificio es sólo hacerlo? ¿Crees que aventarte de un lado a otro es meramente empírico? —le pica la frente— Deku, hasta en las cosas más sosas usas matemáticas y no lo sabes, haces estimados de tiempo en el cerebro, haces cuentas cuando susurras sin parar, si no fuera por las malditas matemáticas no tendrías un maldito novio porque te la pasaste calculando cada maldito segundo.

—¡Pero no te integré!

—¡Pero puedo derivarte como una constante!

—¡Oye, eso no es justo!

—Oigan, ¿alguien me presta dinero? —habla Shōto desde su esquina— Se me acabaron los PA y quiero mi cita con Castiel.

—¡Ya te dije que no me interrumpas, Invierano!

—Mi papá no me ha depositado lo de la semana, Bakugō.

—¡¿Y eso a mi qué?!

—Pues que no tendré para comer, ya no me haces soba y debo comprarla ahora.

—¡¿Me estás chantajeando?!

—Sólo pregunté si alguien me prestaba.

—¡Es que te lo gastas en pitos y flautas!

—¿Entonces si me vas a prestar dinero?

Katsuki saca de su bolsillo los yenes y se los extiende. Shōto se levanta de su asiento y los toma.

—Gracias, regreso luego, que no se me apague la lap.

Y corre para evitar empaparse.

—Me pregunto porqué no nos pidió —susurra Kaminari.

—Creo que era obvio que lo haría Bakugō por sentirse harto de la situación —ríe nervioso Kirishima entre susurros.

—Así es, Bakugō lo hizo para evitar perder más tiempo —ríe Sero bajito.

—¡Callense! —ruge Bakugō— ¿Quieren que continúe o no?

—¡Tengo hambre, Bakugō! —chilla Mina— Tanto pensar me secó el estómago.

—No vamos a dejar el estudio por eso.

—Pues yo también tengo hambre —habla Midoriya.

—Bien, daremos un receso —declara dispuesto por comerse a su novio.

Por comer junto a su novio, eso quiso pensar.

—¡Oye, no es justo!

—¡Callense, extras! ¡La vida no es justa!

***
Me da risa este capítulo.

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