🦁Capítulo 1🦁
Cuerpo delgado y enclenque que parecía que a la más mínima brisa se iría flotando, tenía el cabello corto por sobre sus hombros de un tono negro y ojos del mismo color, se tocó las mejillas e intento aprisionar un poco de piel entre sus dedos, pero no funcionó, estaba muy delgada como para tener algo de grasa, no comía adecuadamente y los culpables de su falta de alimentación eran los dueños del Orfanato en el cual estaba encerrada.
La Comisión de Seguridad Pública de Héroes eran quienes tenían el control absoluto del Orfanato, eran ellos quienes traían niños de diferentes partes, esperando a que tuvieran un buen quirk que pudieran explotar para proteger a la sociedad. Curiosamente ellos habían convertido a Hawks en lo que era ahora, un ave enjaulada que recibía órdenes sin oposición, no contradecía las peticiones de los altos mandos, solo hacia lo que le ordenaban, él le daba pena, tenía unas hermosas alas que podían llevarlo hasta el cielo y tocar las nubes, pero ¿De qué servían si tenías grilletes en sus tobillos, conectados a pesadas cadenas que te condenaban a volar solo cuando se te ordenará y no cuando quisieras?.
Sentía lastima por el héroe alado, bueno, en realidad, sentía eso hacia muchas personas de ese mundo en el que ahora se encontraba.
Se preguntaba si podría ayudarlos en algo.
—¡Hora de dormir mocosos!— Grito una de las cuidadoras.
Los niños, incluyendola, se fueron a acostar apenas escucharon aquella orden. Si no hacían lo que se les ordenaba terminarían golpeados y sin recibir una sola migaja de pan, porque así era la "educación" correcta según palabras de sus cuidadores.
Espero media hora hasta que todos se hubieran quedado dormidos y con cuidado abandonó su cama, yendo en dirección al baño, allí, tras la tina que estaba inutilizable había una grieta, nadie la había notado o si lo hicieron, la ignoraron, después de todo, el edificio estaba repleto de ellas, ¿Qué tendría esa que la hiciera especial?.
Era una salida al exterior.
Le llevo varias semanas encontrarla, porque busco y busco una manera de escapar, una ventana que pudiera abrirse, un agujero en el tejido que cubría el patio, pero no encontró nada, no hasta hace unos días, cuando empezó a inspeccionar las grietas, encontrando aquella que la ayudaría a ser libre.
Se maldijo a si misma por un buen rato, porque pudo haberse ahorrado ir de un lado a otro, si tan solo hubiera comenzado a verificar las grietas, porque sin saberlo ignoro que la salida más fácil estaba a escasos metros de ella.
Sin esperar mucho se arrastró por aquella grieta, intentando que los insectos no treparan por su cuerpo, los odiaba y más a los cienpies, eran repugnantes.
Después de unos 4 minutos al fin pudo respirar la libertad ¡Y era gloriosa!. Se puso de pie y empezó a correr, ocultándose en las sombras, su cabello negro y el saco que estaba usando la ayudaban a confundirse.
No sabía por cuánto tiempo corrió exactamente, solo sabía que estaba perdida, y bueno, no es como si realmente conociera la ciudad, ¡Mínimamente tuvo que haberse robado aquel mapa que estaba en la biblioteca del Orfanato!, Era una idiota, se lo había dicho a si misma muchas veces, "toma el mapa, toma el mapa", ¡Pero no! ¡Tenía que olvidarlo!, Aunque no es como si el mapa le ayudará cuando era pasada la media noche.
Gruñó y pateo una lata vacía de refresco, la pequeña conmoción que causo el metal al chocar contra una pared, atrajo la atención de unas personas que se acercaron hacia su posición.
'¿Una niña? ¿Qué hará sola a estas horas?'. Se preguntó uno de ellos.
—¡Hola pequeña!, ¿Te has perdido?— Pregunto una voz juvenil.
—¿Acaso te importa?, Si me perdí o no, es asunto mío, no tuyo— Le respondió, levantando la mirada para ver a quien le hablaba, ¿Hawks y Endeavor? ¡Menuda suerte tenía!. Ahora se maldecía por haberle contestado de tal manera, ¡Era una estúpida!. —Lo siento... No debí contestarle así—
Una sonrisa comprensiva apareció en el rostro del héroe alado. —Calma, fue una pregunta estúpida de mi parte. Obviamente estás perdida—
—¿Huiste de casa?— Pregunto esta vez Endeavor, que veía a la niña con algo de irritación, lo menos que le gustaba era tener ue lidiar con mocoso perdidos.
La de cabello obsidiana observó al héroe Número 2 con algo de reelo, no confiaba mucho en él. —Si, huí de ahí. Aunque no se le puede llamar "casa", no tenía las comodidades de una, demasiadas bocas que alimentar y muy poco alimento...—
—Un Orfanato— Afirmó.
—¡Denle un premio!, Adivino que una niña huérfana vivía en un orfanato ¡Que listo eres!— El sarcasmo en su respuesta era palpable.
—Mira niña, somos héroes y vamos a ayudarte— Dijo el héroe de fuego.
—¿Héroes?, Bien podrían ser pederastas que quieren secuestrarme para abusar de mi—
—¿De dónde aprendiste ese vocabulario?— Hawks estaba muy sorprendido ante tal vocabulario, no era normal en una niña.
—Del orfanato— Era una pequeña mentira, sabía muchas cosas porque tenía el cerebro de una joven adulta de 23 años.
—Hasta aquí, te llevaremos a la comisaría—
Endeavor se acercó a la pelinegra dispuesto a cargarla, la llevarían a la comisaría que quedaba a unas calles de dónde estaban, en la misma trabajaba Tsukauchi Naomasa, un detective de confianza que podría ayudarlos a averiguar de qué orfanato se había escapado la mocosa que tenía un pésimo vocabulario, si ese lugar era como ella decía debían investigarlo y poner a los otros niños a salvo, también...
Sus pensamientos fueron cortados cuando sus manos rodearon el cuerpo de la mocosa, ahí lo sintió, la niña era prácticamente un saco de piel y huesos, estaba tan desnutrida que podía sentir sus huesos a través de la maltrecha ropa que traía (que era un vestido café roído que parecía un saco de papas).
El que se detuviera tan inesperadamente hizo que Hawks se le quedase viendo confundido, el héroe alado podía notar que su compañero heróico estaba tenso y parecía molesto por algo.
—¿Endeavor-san? ¿Qué sucede?— Pregunto el joven que parecía tener cejas como de búho.
—Tenemos que llevarla a un hospital—
Sin esperar respuesta del otro héroe, cargo a la niña y empezó a caminar en dirección al hospital, ya luego le informaría de la situación a Tsukauchi, ahora lo primordial era la salud de la niña que tenía en sus brazos, misma que no para de gritarle.
—¡Déjame ir! ¡No pedí tu ayuda! ¡Esto es secuestro! ¡Me están secuestrando!—
Ignoró las quejas de la niña, que se sacudía en sus brazos cuál lombriz en sal y siguió caminando, sería una noche muy ocupada.
Esos malditos.
La habían traído a un hospital en contra de su voluntad, no era como si no necesitará la ayuda médica, en realidad si le hacía falta, pero no confiaba en los doctores, no desde que vio a Chisaki Kai (Overhaul) en el orfanato hace unas semanas, buscando conejillos de indias en los cuales explotar su "cura", los cuidadores no hacían nada para impedir que él se llevara a niños con quirks de "villanos", después de todo, no les eran de utilidad a la Comisión.
Overhaul era alguien de temer, fue milagroso que no se fijará en ella, después de todo era Quirkless su sangre era "pura" a ojos del líder de el Shie Hassaikai ("Ocho Preceptos de la Muerte"). Pudo haberse la llevado para utilizar la "pureza de su sangre" para perfeccionar sus balas anti-quirks, afortunadamente no reparó en ella, se fue de lleno con los niños y niñas que tenían quirks de tipo mutantes.
Sentía lástima por ellos, sin embargo, ¿Qué podía hacer por ellos? Nada. Apenas era una niña, no sabía su edad, quizás 6 o bien 7 años, la misma edad que debería de tener Eri, la niña que Overhaul utilizaba para crear su "cura milagrosa" que acabaría con la era de las peculiaridades.
Se sentía impotente, en este nuevo mundo no era más que una niña con el cerebro de una adulta, no importaba cuan inteligente fuera, nadie la tomaría en cuenta por ser alguien sin don, desearía tener uno, no importaba cuál fuera, solo quería un quirk.
Abrió los ojos cuando escucho que la puerta era abierta, a la habitación ingreso una enfermera que la miraba de manera extraña, eso la asusto, retrocedió sobre la camilla y se abrazo a su misma intentado parecer más pequeña de lo que ya era por la malnutrición que sufría.
La mujer se empezó a acercar más y más a la niña, que a sus ojos no era más que una basura, un desperdicio de oxígeno y recursos que debía desaparecer. —¿Así que tú eres la quirkless de la que todo el personal está hablando? No eres más que un pequeño cervatillo en medio de una carretera, cualquier vehículo podría arrollarte y a nadie le importaría—
Tenía miedo, esa mujer con quirk de tigre se estaba acercando mucho y además había sacado sus garras, una clara muestra de que había venido hasta allí para dañarla.
'Tengo que huir y buscar ayuda, quizás Hawks este fuera aún y pueda protegerme de está loca'.
—¡Desaparece pequeña escoria!—
Esquivo el golpe que le intento dar aquella desquiciada mujer y cayó de la camilla, lastimando sus codos y rodillas con la caída, dolía, le dolía mucho, pero aún así se puso de pie y corrió hacia la puerta que yacía entreabierta, abandono la habitación, escapando por poco de aquella loca mujer que la seguía casi pisándole los talones, ¡Debía encontrar al maldito pollo caníbal! ¡Ahora!.
El héroe número 2 estaba sentado en en la sala de espera del hospital, se había tenido que quedar por petición de uno de los médicos, no entendía la razón, sin embargo tuvo que quedarse porque era su deber velar por el bienestar de aquella mocosa que habían encontrado junto a Hawks.
—Ya realizamos las pruebas y bueno... Surgió algo, por eso le pedimos que se quedará Endeavor-san—
—¿Y qué es? No tengo mucho tiempo, debo volver a mi agencia dentro de poco— Ya había perdido mucho tiempo allí, tenía que volver a su agencia y darle prioridad a casos más grandes.
—Hicimos pruebas de sangre para ver si tenía algún familiar vivo que pudiera cuidar de ella y por ello la pusimos en la base de datos nacional— Le tendió unos papeles, mismos en los cuales estaban los resultados de los exámenes sanguíneos. —Usted es compatible con ella en un 99,99%. En pocas palabras, usted es el padre de la niña Endeavor-san—
El rostro del héroe número 2 se descolocó, aquellas palabras dichas por el médico se repetían una y otra vez en su mente, haciendo eco. —¿Qué? Eso no es posible, debe estar equivocado—
—E-eso pensamos al inicio, por eso realizamos el examen varias veces con distintos métodos, pero como verá, todos dan el mismo resultado— Le dio otras hojas de exámenes de ADN. —Usted es el padre biológico...—
Leyó y releyó todos los exámenes médicos que el doctor le había entregado, en cada uno de ellos se cinfirmaba su paternidad, más eso no podía ser real ¿O si?, A menos de que ella fuera hija de aquella mujer con la que se revolcó hace ya unos 6 o bien 7 años, cuando estaba pasando un mal momento después de ser superado de nuevo por el maldito Símbolo de la Paz, que parecía divertirse con sus constantes fracasos. Con su esposa en un hospital psiquiátrico y el estrés a flor de piel, busco una alternativa para calmarse y esa fue una noche de sexo con una prostituta.
Se masajeó la cien, esto no hacía ada más que poner aún más estrés sobre sus hombros, ahora tenía a una mocosa de malhabla como hija, ¿Qué debería hacer? ¿Llevarla consigo a su hogar?, Sus otros hijos se le vendrían encima por haber engañado a su madre, sin embargo, la mocosa no tenía la culpa de nada, era su hija y debía cuidarla, porque sabía que si la prensa se enteraba que había abandonado a su hija se lo comerían vivo, ya podía ver los titulares: "Endeavor abandono a su hija pequeña de la cuál no se sabía nada hasta el momento, ¿Acaso la otultaba porque provenía de una aventura?", "El héroe número 2 abandono a su hija poco después de descubrirla".
Para su desgracia tendría que hacerse cargo de la mocosa, iba a decirle algo al doctor, pero sus palabras murieron en su garganta pues por el pasillo apareció la niña que había rescatado y tras ella venía una enfermera con quirk de tigre
—¡Aléjate de mi bruja diabólica!—
—¡Vuelve pequeña! ¡Aún no estás en condiciones de correr!—
—¡Deja de fingir! ¡No eres más que una doble cara! ¡Quieres matarme!—
La pelinegra se ocultó tras la primera persona que vio y ese fue el mismo Endeavor, que le estaba dando una mirada de muerte a la enfermera, pues la mujer había sacado sus garras y eso contaba como uso ilegal de peculiaridad.
—¡¡SAL DE MI VISTA ANTES DE QUE DECIDA ARRESTARTE POR UTILIZAR TU QUIRK SIN UN PERMISO!!— Grito molesto el héroe de fuego.
—Y-yo lo lamento, ¡Me iré enseguida!—
La mujer se fue por el pasillo, jurando que esa maldita escoria se las pagaría por haberla hecho meterse en problemas con el héroe número 2, iba a vengarse.
—¿Cuál es tu nombre niña?— Le pregunto el mayor, mirando a la niña que había dejado de ocultarse detrás de sus piernas.
¿Nombre? No tenía uno, en el orfanato siempre la llamaron por "mocosa", "molestia" y "quirkless", jamás tuvo un nombre como tal, pero si el hombre le pedía su nombre, le diría uno que escucho mucho en su vida anterior. —Kaori—
—Bien, Kaori, de ahora en adelante estarás bajo mi tutela—
—¿Uh? ¡¿Eh?!— No podía creer lo que el héroe le decía, ¡No quería estar a su cargo!, En este momento de la línea de tiempo seguía siendo un imbécil, ¡Aún no había recibido la evangelización que lo haría ser un mejor personaje!, Ahora solo era un imbécil que pensaba solo en hacer más fuerte a su hijo, para que esté superará a All Might. —¡No quiero! ¡Prefiero volver a las calles antes de que tú seas mi tutor!—
—No es algo a lo que puedas negarte, irás conmigo, quieras o no, eres mi hija—
¿Hija? ¿Todoroki Enji, el héroe número 2, Endeavor, había dicho que era su hija?, ¡¿Qué clase de mundo loco era este?!, ¡No quería ser su hija! ¡Al menos hubiesen esperado hasta que el mastodonte que tiene delante fuera golpeado por la realidad!, ¡¿Por qué debía revelarse ahora?!.
Su suerte definitivamente se había esfumado y Dios la había traído a ese mundo solo para abandonarla después, ¡Maldito Dios culero!.
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