-¡Ja! El informante ya manda cadenas de WhatsApp -dice Edara mientras acomoda el encaje de su cuello mirándose en el reflejo del blindex.

-Sí... lo vi, y al parecer está siendo un revuelo en Beehive. -respondo mientras bebo mi Martini.

-¿Tienes cuenta en Beehive, Maitena? -pregunta en lo que caminamos en dirección a la mesa de bocadillos. Mientras caminamos como un par de señoras de alta sociedad, y dejamos que los viejos verdes nos miren botando baba.

-Tengo que, recuerda que los jóvenes vuelan, debo estar al día con su lenguaje, tendencias y demás.

Edara solo ríe, mientras toma una copa de la mesa, de nuevo se mira en el reflejo del ventanal que tenemos delante y se corrije el labial con loa dedos.

-¡Por Dios Edara, estás perfecta! Deja de arreglarte.

-Mmmm, no puedo evitarlo.

Volteo de manera brusca con la intención de ir al otro lado del salón, pero termino chocando con un hombre de cabello rubio, alto, fornido y bien parecido, un poco de mi Martini cae sobre su ropa, y con toda la pena del mundo lo miro a los ojos.

-¡Oh! Lo siento tanto -digo con pena-. Perdone que sea una desatenta.

-¡No se preocupe, señora Maitena! -responde tomando una servilleta y secandose-. Fue mi culpa. Me emocioné al verlas a ambas, sabiendo que son grandes empresarias del rubro agro, quise adelantarme al resto y no medí la distancia... perdón.

-Me agrada... -responde Edara.

La mayoría de los que somos miembros de La Colmena estamos acostumbradas a que todo el mundo sepa nuestros nombres, o se sobresalten si es que son de nuestro mismo rubro.

Ahora, este tiene pinta de sospechoso, ya nos dijo Orkias que tengamos cuidado con todo aquel que se nos acerque, por sobre todo si parece muy amigable.

-¿Cómo se llama? -regusto cambiando mi bebida.

-Soy Manuel Verchi, me recientemente me introduje al mundo agroganadero... -dice con la voz temblorosa mientras lo inspecciono con la mirada.

-Eres el hijo de ¿Sandor Verchi? El dueño de la cadena de supermercados... -pregunta Edara.

-Sí, así es... bueno, relativamente hace un tiempo papá me insiste en incursionar en nuevos negocios, y... leí mucho de ustedes. Sé casi todo sobre sus negocios, ganancias, formación...

-Tenemos un stalker -Edara se burla del joven-. Es un poco escalofriante, pero tiene sentido investigar el área...

-¡Siento mucho dar esa impresión! -dice cada vez más nervioso.

-Bien, Manuel, ha sido un gusto conocerte -digo, te dejo mi tarjeta -abro mi pequeño bolso y saco un pedazo de papel dorado que entrego al joven, este lo toma con emoción, y puedo notar que tiene un anillo de abeja. Lo sabía...

-¿Has estudiado en La Colmena? -le pregunto con malicia apuntando su anillo.

-¡Ohh! No, no... me hubiera encantado, mis padres intentaron meterme, pero mi solicitud siempre era rechazada, ahí es dónde doy la razón a que el dinero no siempre lo compra todo.

-¿Y la abeja es por? -Insisto.

-Son mis insectos favoritos, demuestran constancia, trabajo arduo...

-Poder, y trabajo en equipo -agrego-. Buena elección, ya, siquiera hablar de negocios tienes mi contacto...

-Y toma el mío -menciona Edara entregando su tarjeta, esta es muy elegante y de color plateado -. Ahora si nos permites Manuel...

-Sí, sí, adelante. Gracias por el contacto. Espero que podamos volver a vernos.

-Igualmente -decimos al mismo tiempo cuando nos alejamos del chico.

Ya a una distancia prudente, ambas volvemos a observarlo, él cambió por completo su actitud insegura a una seductora cuando se encontró con una dama que acompañaba a otro empresario.

<<Hombre >>

Pero, de nuevo debo anotar un ponto para Orkias. Acertó en la movida de la fiesta, este lugar está plagado de mata abejas, mafiosos, políticos corruptos y alguna que otra viuda negra.

-El niño parece un mata abeja recién iniciado -comenta Edara.

-Sí, demasiado novato, pero se nota que la noticia de los decapitados ya les llegó a ellos también, están todos muy distantes, esto entorpece nuestra misión.

-Bueno, solo un poco, al menos tenemos colo dato que los mata abejas reunieron a sus contactos de confianza -Edara le da un trago a su bebida y continúa-. La conclusión es que piensan actuar de la misma forma que hicieron con Mortel.

-Sí -respondo, es evidente. Quieren desacreditar a otra abeja, es muy probable que esos políticos sean los que infiltren los datos a la policía y la fiscalía...

-A cambio de cuidar sus negocios con los narcotraficantes... sí, no hay duda.

-Somos un buen equipo... -presumo.

-Algo... antes éramos mejores... ¿Recuerdas en la universidad?

-¡Cómo olvidarlo! -exclamo, pero mi atención se desvía al ver a el sacerdote del Saint Carls-. Mira nada más...

-Ya tenemos a quien saludar.

Ambas vamos, caminamos como si nada, saludando a nuestros conocidos, fingiendo que no vimos aún a nuestro objetivo, nos mezclamos con la gente, hablamos de los negocios pendientes, cubrimos nuestros movimientos un buen rato, hasta que por arte de magia, ambas quedamos cerca del sacerdote.

-Buenas noches, Padre - saluda Edara pasándole su mano.

-¡Pero si son abejas! -saluda casi con asco-. ¿Cómo han estado? La última vez que nos vimos fue en la junta de directivos de Colegios privados. ¡Ha pasado un buen tiempo!

Tose y me da asco escuchar como se le mueven las entrañas, maldito y horrendo mata abeja.

-Sí... así es -saludo de forma cínica-. ¿Cómo ha estado? Escuchamos que el Saint Carls está buscando Auspiciantes ¿Problemas cona banca del colegio?

-Algo... -dice cuando una mujer se acerca a él, claro. La directora, si no me equivoco la madre de la niña peli azul y Daniel -. Pero bueno, es parte del proceso buscar auspicios a estas alturas del año, se acercan nuestros cierres... y saben cómo son estos eventos en colegios de élite como los nuestros...

-La verdad es que nunca requerimos de esas cosas -Edara echa limón a la herida-. Ya sabe, las cuotas altas ya cubren esos eventos del internado, pero sabe, a mi compañía le interesaría dar algo...

-¡Qué gentil! Señora Merlís -,habla la directora-. Por sobre todo luego de perder a su hermana, saber que tiene un corazón así de grande para ayudar a nuestra institución con un donativo, es realmente motivador.

Puedo sentir la cólera subir por mi pecho, y estoy segura que en Edara también. Esta perra no está ocultando ni un poco el hecho de que sabe las circunstancias de la muerte de Solei.

-No -responde Edara-. Esto no es motivador, motivador es que mi hermana haya dejado dinero suficiente para crear una fundación para niños de la calle. Por suerte, porque gracias a eso pudimos rescatar el albergue que ustedes dejaron desamparados el año pasado, o el hecho de que tiene a nombre de su familia al rededor de 5 casa cunas, las cuales tengo la dicha de dirigir.

La cara de la mujer cambió. Es evidente que los mata abejas están perdiendo fuerza económica y no pueden sostener sus propios criaderos de rufianes. Y se nota que apenas están sobreviviendo ante el golpe en su pequeña burbuja de excentricidades.

>>Lo que hago, ofreciendo mi empresa a ustedes... para apoyo, es solo mero entretenimiento, sabiendo que ustedes necesitan... un respiro.

-¿Cómo? -pregunta la mujer ofendida.

-¿Me va a decir que las deudas no están acabando con el Saint Carls? yo solo soy buena persona señora Astraga... y le doy una mano a un colegio amigo.

-Señora Merlis... -intenta hablar, pero yo la interrumpo.

-Bueno, esperamos que disfruten de la noche y puedan cerrar sus negocios. Les llega el depósito bancario en estos días. Ahora si nos permiten.

Estiro a Edara de la mano y comienzo a caminar con prisa, logramos oír a ambos maldecirnos y hablar mal de nosotras.

-¿Edara, qué mierda fue eso? -pregunto enojada.

-Lo que viste... esa perra se atrevió a sacarase la máscara y a admitir que sabe cómo murió Soléi, debería ir a arrancarle la cabeza... o dejarle un possessionem de muerte.

-¡Cálmate! Sí, a mi también me dio rabia, pero no podemos echar a perder esta misión...

-Sí, tienes razón... pero ¡Dios! Es una...

-Tranquila... bebe tu trago, ya nos encargaremos de ella.

>>La idea era sacarles información, no tirarles una bomba de hidrógeno...

Edara está colorada de la ira, y la puedo entender. Que hayan hablado de su hermana la alteró, a mi también, Solei, Edara y yo éramos muy unidas, y Solei era una hermana para mi, pero en estos momentos, centrarnos en obtener información es de vital importancia para nosotros.

Estar protegidos por el Nole me tangere no es suficiente, y no podemos dejarnos llevar por la falsa seguridad que nos rodea.

El Justiciero puede que mantenga a raya ahora mismo a nuestros enemigos, pero es cuestión de tiempo para que esa gente nos vuelva a ser un desafío y para cuando llegue el momento, debemos estar surtidos y muy, muy por el frente de ellos.

-Sigues siendo una explosiva... Edara. No cambiaste nada con los años.

-Bien que amabas que lo fuera en la universidad -suelta la frase y mil recuerdos se desencadenaron en mi cabeza.

-Eran tiempos tranquilos, y tus arranques se debían a cosas superficiales... esto es una misión, aquí no puedes perder la cordura.

-Sí... bien, me voy a centrar. Lo siento.

Respiro profundo, y comienzo nuevamente a escanear el lugar, ahora va a ser más difícil hablar con la gente, a parte de que la noticia de los decapitados ya debe estar en oídos de la mayoría, estoy segura que la directora del Saint Carls ya se encargó de que todos sepan sobre el incidente que acabamos de tener.

-Deberíamos irnos... -digo

-¿Y darle el gusto a Astraga? Estás loca Maitena, me quedo aquí... y no me voy.

Suelto el aire que tenía contenido en los pulmones, y vuelvo a beber de mi copa.

-Bien, demos un paseo, hablemos de cosas tontas y tranquilocemonos -propongo.

Ella solo atina en mover la cabeza, así que la guio, cruzo mi brazo con el de ella y comenzamos a caminar en medio de la multitud, escuchamos de que hablan ellos, y parece que todos nos tienen cuidado ahora.

Esto va a estar difícil.

Mi celular comienza a sonar, por lo que termino soltando a Edara y atiendo la llamada, sin dudar al ver que se trata de Iracema.

-Mi amor... -saludo a mi hija.

-Hola mami, solo quería saber si mañana me podrías llevar a de compras, acabo de romper mi frasco de perfume... otra vez, y resulta que es el que me había regalado Luriel.

Mi hija está sollozando, ¡Ay mi niña! Y sus dramas adolescentes. Ella toda una guerrera poderosa, llorando porque se le rompe el frasco de perfume que el novio le regaló, pero la entiendo y se que esto en verdad es importante para ella.

-Claro bebé, te llevo mañana, tu tranquila, puedes ir a mi habitación y ponerte algún perfume mío, tú ve y disfruta de la cena con papi ¿si?

-Gracias ma, eres la mejor.

-Lo sé -me burlo-, besos, te quiero.

-Adiós, también te quiero.

Iracema corta la llamada y en eso vuelvo a soltar un suspiro.

-¿Cosas de adolescentes? -pregunta Edara más calmada.

-Sí, rompió su perfume, el que le regaló Luriel, estaba llorando. ¿El amor nos hace tontos o sensibles?

-Nos hace locos -responde sin dudar.

-Sé a dónde quieres llegar y no quiero que lo hagas -advierto.

-¿En serio, no? -pregunta riendo-. Me vas a decir que no extrañas las locuras que hicimos por amor.

Me relamo los labios y de nuevo la oleada de recuerdos me invade.

-No es necesario Edara...

-Hummm ¿Por qué te poner roja, Maitena?

-Sabes porque... hay cosas que no se olvidan... significó mucho para mi todo lo que vivimos en ese tiempo...

-¿Sí? Tanto que luego de dos meses de no hablarme al volver de Liberpool llegaste comprometida con Franco...

-Edara...

-Lo siento... la verdad estoy feliz de que tu matrimonio si haya sobrevivido hasta ahora, el mio es evidente que no resultó, porque nunca amé al papá de Josefina...

El silencio incómodo nos tomó a ambas. Nos miramos por un segundo, y decidí ser honesta.

-La verdad es que no estoy en buenos términos con Franco...

Edara levanta ambas cejas y me observa sorprendida, claro, ella solo ve nuestra actuación, no tiene idea del témpano de hielo que somos ambos en casa.

Estoy por decir algo más, pero ambas somos distraídas por un par de sujetos, uno de ellos era el agente Ross y el otro Manuel. Edara y yo intercambiamos miradas y sabemos que no debemos perder tiempo.

Bajamos nuestra copas en la charola de un mozo que pasaba, y nos colocamos nuestros guantes, es momento de hacer una invocación...

Seguimos lo más discretamente posible a ambos y estos terminan entrando en un pasillo de mantenimiento. Nosotras bajamos nuestras frecuencia de presencia para no producir ruido, y cuando vimos a ambos entrar en una habitación, nosotras los imitamos e ingresamos a la habitación de a lado, la cual resultó ser el de depósito de limpieza.

Sin dudar, nos pegamos a la pared para escuchar la conversación. Como no se alcanzaba a escuchar nada, decidimos usar nuestras armas.

Edara invoca un par de abejas de oro, y yo realizo un pequeño agujero entre la pared, los insectos se metieron en el hueco e ingresaron a la habitación... ahora, nos queda esperar a que vuelvan.

Ambas quedamos en la penumbra mirándonos una a la otra y el silencio se hizo de goma, sentía la tensión en el aire, la habitación oscura, los recuerdos candentes en nuestras cabezas, y la ansiedad por descubrir información importante...

-¿Qué hacemos mientras esperamos a nuestros espías? -pregunto nerviosa.

-Recordar nuestra juventud... suena bien -responde y no me da tiempo a decir más nada, porque me agarra con brusquedad del traje y me lleva a sus labios.

Sí... no tengo problemas de esperar así.

Ahhhhhhh ahora saben de dónde salió Irina.

¿Qué descubrirán sobre el agente Ross?

¿Ustedes también quieren recibir los WhatsApps del informante?

¿Franco es...?

¿ODIAMOS A EL SACERDOTE Y A ASTRAGA?