LA URGENCIA
La situación se tornó aún más crítica cuando los médicos en el estadio determinaron que Aitor necesitaba un tratamiento más avanzado. Decidieron que era necesario trasladarlo al hospital de inmediato para una evaluación y tratamiento más exhaustivo. Mientras la ambulancia se preparaba para llevarlo, el personal médico continuó trabajando con rapidez para estabilizarlo y garantizar que estuviera en la mejor condición posible durante el traslado.
Los compañeros de equipo y el personal del Instituto Raimon observaban con una mezcla de preocupación y desesperación mientras Aitor era colocado en la camilla de la ambulancia. Mark Evans, con el rostro grave, miró a Ricardo, Arion, y al resto del equipo, intentando encontrar palabras de consuelo.
"Tenemos que mantenernos fuertes," dijo Mark, tratando de infundir un poco de esperanza en sus compañeros. "La ambulancia ya está en camino al hospital. Harán todo lo posible por él."
Ricardo asintió, aunque su expresión mostraba claramente la angustia que sentía. "¿Qué podemos hacer ahora?"
Mark respondió: "Nosotros, como equipo, debemos estar unidos. Mientras tanto, vamos a hacer todo lo posible por apoyar a Aitor y mantenernos enfocados. Pronto sabremos más sobre su condición."
La ambulancia comenzó a moverse lentamente, mientras los colegas y amigos de Aitor la observaban partir, deseando lo mejor para su compañero. Arion se quedó en el lugar, tratando de coordinar con los medios y con el personal del estadio para asegurar que el equipo pudiera concentrarse en lo que necesitaba hacer a continuación.
El viaje en la ambulancia fue tenso y silencioso. Aitor estaba rodeado de equipo médico que trabajaba sin descanso para estabilizar su condición. La opresión en su pecho seguía siendo una preocupación principal, y los paramédicos estaban enfocados en proporcionarle oxígeno y monitorear sus signos vitales mientras se dirigían al hospital.
En el hospital, el personal estaba listo para recibir a Aitor. La ambulancia llegó y Aitor fue transferido rápidamente a una sala de emergencias donde el equipo médico estaba preparado para abordar su situación. Se realizaron más pruebas y exámenes para determinar la causa exacta de su colapso y para decidir el tratamiento más adecuado. Las luces del hospital brillaban intensamente, creando una atmósfera de urgencia y concentración.
Mientras tanto, en el estadio y en los alrededores, el eco del evento se sintió profundamente. La noticia del estado de Aitor se había extendido, y los medios de comunicación estaban llenos de reportes sobre el colapso de uno de los jugadores más destacados del Instituto Raimon. La cobertura mediática atrajo a numerosos reporteros y cámaras al lugar, buscando detalles y actualizaciones sobre lo que había sucedido.
Mark Evans y los miembros del equipo esperaban ansiosamente en una sala de espera del hospital. El silencio en la sala era abrumador, cada uno de ellos perdido en sus pensamientos y preocupaciones. Ricardo estaba sentado con las manos entrelazadas, mientras Arion trataba de mantenerse tranquilo, aunque su preocupación era evidente.
Finalmente, un médico salió de la sala de emergencias, buscando a los familiares y miembros del equipo de Aitor. Mark Evans se acercó de inmediato, junto con Ricardo y Arion, tratando de leer la expresión del médico.
"¿Cómo está?" preguntó Mark, con voz temblorosa.
El médico respiró hondo antes de responder. "Aitor está estable ahora. Lo hemos ingresado en la unidad de cuidados intensivos para monitorearlo de cerca. Su condición es seria, pero ha respondido al tratamiento inicial. Necesitamos hacer más pruebas para entender la causa exacta de su colapso. Les mantendremos informados de cualquier cambio."
El alivio momentáneo que sintieron al escuchar que Aitor estaba estable fue rápidamente reemplazado por una preocupación renovada. Sabían que todavía había mucho por hacer y que el camino hacia la recuperación de Aitor sería incierto.
Mark se dirigió a su equipo, que había estado esperando en el hospital. "Vamos a tener que ser pacientes y esperar más información. Aitor es fuerte y tiene a todos nosotros apoyándolo. Debemos estar unidos y prepararnos para lo que venga."
Ricardo, Arion, y el resto del equipo asintieron en acuerdo. La situación había puesto a prueba su fortaleza, tanto física como emocional, pero sabían que debían mantenerse unidos por el bien de su compañero y su equipo. La noche avanzó mientras esperaban ansiosos más noticias sobre la condición de Aitor, y el futuro del Instituto Raimon se sentía más incierto que nunca.
En la madrugada siguiente, mientras la preocupación seguía en aumento entre los miembros del Instituto Raimon, Lina Schiller, la encargada del orfanato en el que vivía Aitor, llegó al hospital. Al enterarse del colapso de Aitor, Lina decidió acudir al hospital para ofrecer su apoyo y estar al tanto de la situación.
Lina llegó al hospital con una expresión de inquietud y preocupación en su rostro. Al entrar en la sala de espera, se encontró con Mark Evans, Ricardo, Arion y el resto del equipo, que estaban sentados en un silencio expectante. Lina se acercó a ellos, su presencia aportando una mezcla de consuelo y esperanza.
"¿Cómo está Aitor?" preguntó Lina, su voz llena de preocupación mientras se acercaba a Mark.
Mark Evans la miró con cansancio en los ojos y respondió: "Lo hemos ingresado en la unidad de cuidados intensivos. Los médicos aún están tratando de entender qué ha causado su colapso. No tenemos mucha información por el momento."
Una enfermera se acercó al grupo, y Mark le pidió una actualización sobre la condición de Aitor. La enfermera, con una expresión comprensiva pero grave, respondió: "Estamos haciendo todo lo posible para estabilizar a Aitor. Sin embargo, todavía no hemos podido determinar la causa exacta de su colapso. Los exámenes están en curso, y estamos esperando los resultados de más pruebas. Por ahora, estamos enfocándonos en mantenerlo estable y tratando de descubrir lo que ha causado su problema."
El rostro de Lina mostró una mezcla de alivio y preocupación al escuchar que Aitor estaba estable, pero la falta de una causa concreta aumentaba la inquietud. Se dirigió a Mark y al resto del equipo con una expresión de empatía.
"Estoy aquí para ayudar en lo que pueda. Aitor ha sido como un hijo para mí. ¿Hay algo que pueda hacer mientras esperan más información?"
Ricardo, que había estado en silencio, levantó la mirada y dijo: "Agradecemos mucho tu apoyo, Señorita Schiller. Por ahora, lo más importante es esperar a que los médicos nos den más detalles. Es difícil no saber lo que está pasando, pero debemos mantener la calma y confiar en el personal médico."
Lina asintió con determinación. "Entiendo. Estaré aquí para lo que necesiten. También me aseguraré de que el orfanato esté bien mientras tanto. Aitor ha estado tan enfocado en el equipo y en su entrenamiento; quiero asegurarme de que sepa cuánto lo apoyamos."
Mientras tanto, en el hospital, el personal continuaba trabajando arduamente para evaluar a Aitor. Los exámenes exhaustivos estaban diseñados para descartar posibles causas y llegar a un diagnóstico claro. Las horas pasaban lentamente, y la preocupación de todos crecía con cada minuto que pasaba sin noticias definitivas.
Lina se sentó con el grupo, ofreciendo palabras de aliento y apoyo. Aunque la incertidumbre seguía siendo una carga pesada, la presencia de Lina y el compromiso de todos ayudaron a mantener el espíritu del grupo en alto. Cada miembro del Instituto Raimon se aferró a la esperanza de que Aitor se recuperaría pronto y que las respuestas sobre su salud llegarían en el momento adecuado.
La mañana transcurrió con un ambiente cargado de tensión, y cada uno de los presentes esperó con ansias cualquier actualización que pudiera proporcionar claridad sobre la condición de Aitor. La preocupación por su compañero seguía siendo el tema central, y el equipo se mantenía unido, enfrentando juntos la adversidad mientras aguardaban noticias cruciales.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top