LA REUNIÓN CON DANIELLE
Asmodeus se retiró gradualmente del cuerpo de Erteyzen, permitiendo que el joven recuperara el control, aunque la presencia del demonio permanecía como una sombra sutil en el fondo de su mente. La experiencia había sido intensa, y Erteyzen sentía el peso de las instrucciones de Asmodeus gravitando sobre él. Sabía que su capacidad para ejecutar la misión con precisión sería clave para el éxito y su seguridad personal.
Mientras el demonio se desvanecía, Erteyzen tomó un profundo respiro, sintiendo una mezcla de agotamiento y determinación. El pergamino con las instrucciones aún estaba en sus manos, y lo estudió una vez más para asegurarse de que no se perdiera ningún detalle. Las palabras de Asmodeus resonaban en su mente, recordándole la importancia de cada paso que debía seguir.
Las horas avanzaban lentamente mientras Erteyzen se preparaba para lo que estaba por venir. Sabía que el éxito de la misión dependía de su capacidad para seguir las instrucciones sin errores, y la presión de no levantar sospechas era considerable. Decidió usar el tiempo para preparar una estrategia y anticipar cualquier desafío que pudiera enfrentar.
Cuando llegó la tarde, Erteyzen se dirigió a la antigua casa de su familia, donde esperaba la llegada de su hermano gemelo, Danielle. La casa, que había sido su hogar en el pasado, tenía un aire nostálgico, pero en ese momento estaba cargada de una atmósfera de expectativa y tensión.
ANTIGUA CASA DE LOS TEIJMEN - SALÓN
La puerta se abrió con un chirrido característico, y Danielle entró, cargado con sus pertenencias. Su expresión era una mezcla de cansancio y curiosidad, al ver a su hermano esperando en el salón.
—Ten-Ten, ya estoy aquí —dijo Danielle mientras se acercaba.
—Hola, Ni-ni—respondió Erteyzen, dándole un abrazo—. Gracias por venir tan rápido.
Danielle dejó su equipaje a un lado y se sentó en el sofá, observando a su hermano con una mirada inquisitiva.
—Entonces, ¿cómo fue todo? —preguntó Danielle—. ¿Estás listo para la misión?
Erteyzen asintió y se sentó frente a él, sacando el pergamino que Asmodeus le había entregado.
—Sí, estoy listo. La posesión ha sido completada, y ahora tengo instrucciones muy específicas que debo seguir —dijo Erteyzen—. Este es el plan: debemos actuar con la máxima discreción y cumplir cada una de las instrucciones al pie de la letra.
Danielle frunció el ceño mientras leía el pergamino. Cada instrucción estaba escrita con una precisión que reflejaba la seriedad de la misión.
—Esto parece bastante complicado —comentó Danielle—. ¿Cómo planeas llevar a cabo cada uno de estos pasos sin levantar sospechas?
—Es una buena pregunta —admitió Erteyzen—. Primero, necesitamos establecer una presencia sólida y de confianza con el cliente. Luego, debemos recopilar la información sin revelar nuestras verdaderas intenciones. La clave es mantener una actitud natural y ser cautelosos en cada acción.
Danielle asintió, comprendiendo la magnitud del desafío que enfrentaban. Sabía que Erteyzen tenía la capacidad para manejar situaciones difíciles, pero esta misión era algo más allá de lo habitual.
—Bueno, parece que tenemos un camino difícil por delante —dijo Danielle—. Pero estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.
Erteyzen sonrió agradecido.
—Lo aprecio mucho. Vamos a prepararnos para lo que venga. Necesitamos estar completamente listos para la primera reunión con el cliente y asegurarnos de que todo salga según el plan.
Con la llegada de la noche, Erteyzen y Danielle se prepararon para la misión. Cada detalle fue revisado y cada acción planeada meticulosamente. La preparación era crucial para evitar errores y mantener la discreción requerida por Asmodeus.
A medida que se acercaba la hora de la primera reunión, Erteyzen sintió una mezcla de nerviosismo y determinación. La misión no solo era importante para Asmodeus, sino también para su propia seguridad y la de su hermano. Sabía que cualquier error podría tener consecuencias graves, y su objetivo era asegurar que todo saliera perfectamente.
La primera reunión con el cliente estaba programada para al día siguiente. Erteyzen se sentía preparado, con las instrucciones de Asmodeus firmemente grabadas en su mente. La estrategia estaba clara, y la tarea que tenía por delante era de suma importancia.
La noche pasó rápidamente mientras Erteyzen y Danielle revisaban los últimos detalles. La calma previa a la tormenta les permitió concentrarse y afinar su enfoque. Cuando el reloj marcó la hora de la reunión, ambos sabían que era el momento de poner en práctica el plan.
Con un último vistazo al pergamino y una profunda respiración, Erteyzen se preparó para cumplir con la misión que Asmodeus le había encomendado. La primera etapa estaba a punto de comenzar, y su éxito dependía de su habilidad para mantenerse fiel a las instrucciones y actuar con la máxima discreción.
La misión de Erteyzen había comenzado, y el desafío que enfrentaba sería una prueba de su ingenio, habilidad y resistencia. Mientras se dirigía hacia el lugar de la reunión, la presencia de Asmodeus continuaba resonando en su mente, recordándole la importancia de cada detalle y la necesidad de cumplir con el objetivo establecido.
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