Joey

-Yo fui la responsable, Dipper... Yo asesiné a mi propio hermano... -Confesó, en medio de un llanto brutal.

-P... Pacifica... -Tartamudeó un poco a causa del asombro-. ¿Qué...? ¿Qué quieres decir...?

-Tal y como lo estás escuchando, Dipper... Yo fui la culpable. Gracias a mí, mi hermano está muerto...

-No... No entiendo... Pacifica... -Dipper comenzó a asustarse-. ¿No lo estarás diciendo de forma literal? ¿O sí...? Dime exactamente qué fue lo que sucedió...

-Todo sucedió hace seis años. -Comenzó a decir sin demorarse-. Durante aquella época, mi hermano había sido condecorado por haberse convertido en el primer chico de doce años en obtener una beca completa con pase directo hacia Harvard con todos los gastos pagados. Como muestra de su orgullo y su aprecio, nuestros padres le prometieron cumplirle cualquier capricho que él pudiera tener... Lo que fuera... Pero debido a la naturaleza humilde de Joey; lo único que pidió como premio fue un viaje al zoológico de la ciudad. Mis padres se sintieron extrañados, pero por más simple que fuera su deseo; no podían negárselo. Así que así lo hicieron. Aún recuerdo ese día como si hubiera sido ayer. Era un día hermoso, no se veía ninguna nube de lluvia a la vista. Ese día pude ver a todos mis animales favoritos: Las jirafas... Los leones y las Llamas... Mi hermano por su lado también se sentía fascinado. A él siempre le gustó la idea de estudiar el comportamiento de los animales de todo el mundo. Era una de sus pasiones. Sin embargo... Nadie pensaba que esa pasión suya terminaría ese mismo día...

Dipper tragó saliva.

-Mi hermano y yo nos encontrábamos en el serpentario. Recuerdo que Joey tenía mi mano sujetada para que no me perdiera entre la multitud de gente. Jamás había visto tantas serpientes en toda mi vida. Era impresionante. Estaba extasiada. Por su parte, nuestro guía comenzó a dar las explicaciones pertinentes a nuestro grupo, pero debido a que su plática comenzó a tornarse aburrida; decidí dar un paseo por el lugar por mí misma. Me zafé de Joey mientras que él se encontraba embobado escuchando la conversación y sin pensar en el peligro que corría, traspasé la zona de seguridad y me acerqué a uno de los cristales para mirar a las serpientes más de cerca. Puse mi mano sobre el cristal, pero para mi desgracia; el vidrio se encontraba suelto. Mi corazón se paralizó cuando la serpiente se alteró y comenzó a moverse hacia mi dirección. Aún recuerdo esos penetrantes ojos amarillos y ese par de afilados colmillos... Yo retrocedí, pero el animal continuaba acechándome. De repente, alzó su cabeza y se abalanzó contra mí. Yo cerré los ojos a causa del miedo. Entonces, escuché un grito ensordecedor proveniente de una mujer y de varios de los presentes... Luego, me dispuse a abrir los ojos luego de no sentir picadura alguna, pero cuando me atreví a hacerlo, pude contemplar el cuerpo de mi Joey tumbado a mis pies. Al principio no entendí lo que sucedía... Luego, me percaté de que mi hermano se había interpuesto entre la mordida de la serpiente y yo. El me salvó la vida... Pero a cambio, el perdió la suya... Lloré y supliqué por auxilio, pero nadie vino... Los minutos parecían horas... Comencé a llorar desconsolada mientras sujetaba fuertemente su mano y repetía su nombre sin cesar... Le dije que todo iba a salir bien... Pero en ese momento... Él se volvió hacia mí y me dirigió una cálida sonrisa sin decir una sola palabra. De pronto, Joey colocó su mano sobre mi cabeza para luego bajarla y acariciarme la mejilla. Ese fue su último movimiento antes de desvanecerse y cerrar los ojos... Pocos minutos después, los médicos llegaron al lugar, pero ya era demasiado tarde... Joey había sido picado por una Mamba Negra. En consecuencia... El murió frente a mis ojos...

-Lo... Lo siento Pacifica... -Dipper la tomó suavemente de la mano-. No... No tenía idea... Lamento haberte hecho recordar esa escena tan trágica...

-No te preocupes Dipper... Es mi castigo por haber provocado la muerte de Joey...

-¡Espera...! -Dipper la miró-. ¿Qué dijiste?

-Lo que oíste... Yo provoqué su muerte... -Su llanto se volvió más denso-. Si no hubiera sido tan estúpida nada de esto habría pasado. Merezco tomar su lugar... Yo debería estar muerta y no él.

-¡Pacifica! -Dipper la sujetó por ambos hombros y la miró a los ojos-. ¡Tranquilízate, por favor! Lo que sucedió no lo podemos cambiar. Además, tú no tuviste la culpa... Solo tenías seis años... No sabías el riesgo que corrías...

-¡Fue mi culpa...! Mis padres siempre me lo dijeron...!

-¿Qué dijiste...? -Dipper se estremeció con estas últimas palabras.

-Ellos... Mis padres... Me inculparon por la muerte de Joey... Dipper... Fueron largas noches de escuchar lo mismo una y otra vez sin descanso... ¡Fue tu culpa! Recuerdo que mis padres me hicieron escribir libretas enteras en las cuales confesaba mis actos... Antes de dormir mi padre me golpeaba sin piedad hasta que se cansaba... Y antes de perder el conocimiento, podía ver la cara de Joey en mis pensamientos recriminándome lo mismo... Yo tuve la culpa, Dipper...

-¡Basta! -Declaró muy molesto, mientras le daba un fuerte y consolador abrazo-. No quiero seguir escuchando esto... No quiero seguir escuchando acerca de tus padres... -Dipper comenzó a compartir el llanto de la joven de cabellos dorados, lágrimas producidas por el enojo puro que emergía de sus entrañas-. Es suficiente... Lo único que deseo escuchar en este momento es a Pacifica Northwest.

-Dipper... -Murmuró, dejándose abrazar.

-¡Ya basta...! No puedo permitir que ese par de monstruos continúen haciéndote daño... No entiendo cómo se atrevieron a hacerle eso a una niña inocente... Escucha, Pacifica... Hay cosas que desafortunadamente no podemos cambiar en este mundo. Pero no por eso debemos dejar de los malos actos decidan nuestro destino. No podemos quedarnos anclados en el pasado y vivir el resto de nuestras vidas con la culpa carcomiéndonos el pecho... No puedo permitir que sigas viviendo con esa carga...

-Pero... Dipper... -Volvió a murmurar.

-¡Piensa en lo que diría Joey! Reconozco que cometiste errores en el pasado... Todos los hemos cometido... Pero el hecho es que al final has logrado redimirte. Gracias a ti, mi hermana, Candy y Grenda siguen con vida. Gracias a ti he logrado llegar hasta este punto. ¿Qué crees que diría Joey al respecto? Estoy seguro de que él estaría orgulloso de su hermana. A él no le hubiera gustado verte llorar como lo haces ahora. Él jamás te hubiera incriminado de su muerte. Tú lo eras todo para él. ¿Vas a permitir que te vea triste?

Dipper consiguió sacudir el cerebro de Pacifica. Acto seguido, la joven Northwest rodeó con sus cansados brazos el flacucho cuerpo de Dipper sin importarle que no tuviera ninguna prenda para cubrir su pecho ni su espalda.

-Dipper... -Dijo, con un hilillo de voz.

-Responde, Pacifica... -Insistió-. Eras la persona más importante para tu hermano. No permitas que te vea en este estado. Eres una de las chicas más valientes que he conocido y estoy seguro de que Joey pensaría lo mismo si pudiera ver lo que hiciste el día de hoy. Hay ocasiones en las que ocurren cosas como estas y no podemos evitarlas. Lo único que nos queda es mirar hacia adelante. Yo he tenido la suerte de no haber perdido a nadie en mi vida... Todas las personas que me importan se encuentren en casa y en este pueblo. Tú eres una de ellas y por ti y por Mabel y sus amigas no me echaré para atrás. Llegaremos al fondo de esto, ganaremos el juego y regresaremos todos a casa. ¿Qué me dices?

-Aún no sé como logras hacerlo...

-¿A qué te refieres? -Preguntó de manera inocente.

-No sé cómo lo haces, pero... No importa la situación en la que me encuentre, de alguna manera consigues cambiar mi perspectiva de la realidad. Todos estos años he mantenido el sentimiento de culpa en mi interior. Pero ahora, después de haber hablado contigo se ha ido. Es como si nunca hubiera estado ahí. Gracias Dipper... -Se acercó y le dio un pequeño pero tierno beso en la mejilla derecha para continuar abrazándolo-. Gracias...

-Esto no se quedará así, Pacifica... Te prometo que atraparemos a ese tal Anderson. Así la muerte de Joey y la de muchas otras personas podrán ser vengadas.

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo. -Le sonrió aún sin mirarla directamente.

Dipper y Pacifica permanecieron unos pocos segundos en esta misma posición, sintiendo poco a poco el latido de sus corazones sincronizados a la perfección. Hubo un pequeño momento de paz dónde todo parecía ser distinto. El amor mutuo resplandecía como una farola dentro de la oscuridad. Al final, ambos niños abandonaron el abrazo para unir sus labios nuevamente en una expresión de cariño que duró el mismo tiempo que un parpadeo. Pacifica había dejado de llorar y se perdió dentro de la inmensidad de la mirada de Dipper, la cual le proporcionaba seguridad y una confianza absoluta. Dipper hizo lo propio a la par que varias cosas que antes no parecían tener sentido comenzaron a cobrarlo a partir de aquella fiesta en la mansión de los Northwest. Dipper jamás imaginó llegar a esta situación con aquella chica que en un principio se había convertido en una de sus más acérrimas enemigas. Pero ahora la entendía y ahora sabía por lo que Pacifica había tenido que atravesar. Sus padres y la muerte de su hermano eran obstáculos en el camino por los que Pacifica debía aprender a sobreponerse. Sin embargo, Dipper estaba más que dispuesto a no permitir que Pacifica recorriera ese engorroso camino por ella misma.

-¿Te encuentras mejor? -Preguntó el joven Pines.

-Sí... -Pacifica respondió tímidamente-. Lamento mi comportamiento... Es solo qué...

-Comprendo... -Colocó su mano sobre su hombro-. No tienes por qué decirlo de nuevo.

-No... No es eso... Es solo qué... Es extraño pero... Desde que ese lunático nos atrapó en este lugar he podido notar algunas cosas extrañas que me han hecho dudar.

-¿Cosas extrañas? ¿A qué te refieres? Creo que todo el día hemos presenciado cosas extrañas... -Dijo Dipper, recordando lo sucedido en el laberinto y lo que pasó justo al momento de inyectarle el antídoto del veneno de la serpiente a Pacifica.

-No me refiero a ese tipo de cosas extrañas...

Dipper alzó las cejas.

-Sino a una serie de coincidencias que he notado desde que comenzamos con este martirio. Verás... Desde que comenzamos con este juego enfermo, he notado algunas similitudes que me han recordado mucho a Joey. A decir verdad, todo lo que hemos vivido el día de hoy se relaciona de alguna manera con recuerdos que en algún punto del pasado compartimos mi hermano y yo... Ahora lo recuerdo... Cuando teníamos once y cinco años respectivamente, ambos nos quedamos atrapados en un laberinto de hojas cuando nuestros padres nos llevaron a una fiesta en la casa del alcalde. Mientras nos encontrábamos perdidos, dos feroces perros nos atacaron y nos persiguieron hasta que logramos salir de ahí. En otra ocasión, cuando nuestros padres nos llevaron a Europa del este a visitar a un familiar de mi madre; nos enteramos por las noticias que un pueblo aledaño a la ciudad se había quedado sin agua potable. Joey fue el primero en querer ayudar. Y así lo hizo, llevando dos cubetas con agua atadas a un tubo de hierro. Yo quise ayudar también, pero el peso era demasiado, así que él me cargó en sus hombros, tal y como tú lo hiciste, Dipper. Luego, en otra ocasión... Traté de ayudarle con su tarea como siempre lo hacía. Recuerdo que la última tarea que él hizo fue precisamente acerca la tabla periódica... Después, las serpientes... No lo entiendo... ¿Por qué todo se encuentra relacionado con mi hermano? Sé que ese sujeto nos conoce de por medio... Pero las casualidades parecen ser más que eso... Tal parece que...

En ese momento, una voz ignominiosa, gruesa, amenazante y cuidadosa; retumbó los muros. De pronto, Dipper y Pacifica giraron al mismo tiempo hacia el fondo de la habitación, dónde aquél sujeto de capucha roja que habían visto en la primera grabación se encontraba de pie, acechándolos y mirándolos fijamente.

-¡Vaya! ¿No es esto interesante? ¡Quién lo diría! Tal parece que la hija menor de los Northwest estaba a punto de soltar toda la sopa.

-¡Anderson! -Dipper le mostró los dientes al realizar una expresión de desagrado.

-¡Hola, Dipper! ¡Hola, Pacifica! Es un placer poder conversar finalmente con ustedes dos en persona. Su plática fue muy interesante. Realmente me conmovió, por tal motivo decidí escuchar atentamente lo que ambos tenían que decir al respecto antes de hacer mi aparición.

-¿Estuviste espiándonos todo este tiempo? ¡Libéranos de inmediato, Anderson! -Dipper gritó furioso-. ¡Devuélvenos a mi hermana y a nuestras amigas!

-¿Liberarlos? Me temo que aún no puedo hacer tal cosa, joven Dipper. Aún les queda una prueba más con conquistar. De hecho, ahora que lo pienso, no los he felicitado por haber concluido con esa última prueba. Su determinación es asombrosa. Sus fervientes deseos por aferrarse a la vida son sublimes.

-No necesitamos de tus palabras de aliento. -Dipper continuó-. ¿Qué es lo que tienes planeado? ¿Cuál es la última prueba?

-Su devoción es lo que te hecho llegar tan lejos, joven Dipper. No obstante, el final del camino luce muy poco esperanzador para ustedes. Es increíble como unos simples niños como ustedes lograran imponerse a todas las pruebas. Jamás, en todos estos años había visto algo igual. Así que cambiemos un poco el panorama. No servirá de nada ponerles otra prueba parecida al resto. De modo que la última prueba se encuentra frente a ustedes. Las reglas son sencillas. Esta será una batalla libre a muerte, ustedes dos contra mí. Pueden utilizar todos los recursos disponibles a su alcance. Pero les advierto, que esa regla aplica tanto para ustedes como para mí. Les demostraré que nadie puede vencerme en mi propio terreno. ¡En este lugar, yo soy dios!

El encapuchado alzó los brazos al cielo y la habitación entera se iluminó de repente por medio de una serie de luces incandescentes de tonalidad roja. Sin embargo, las paredes del cuarto habían desaparecido en su totalidad, parecían haberse evaporado para ser reemplazadas por infinidad de pasillos y corredores compuestos por metales y fierros retorcidos que se movían como gelatina a medio cuajar. Era como si Dipper y pacifica se encontraran nuevamente dentro de las instalaciones de una fábrica abandonada, pero reinada bajo los mandatos de la locura y la demencia. Luego, el sujeto en cuestión realizó un movimiento con su brazo derecho, señalando a Mabel, a Candy y a Grenda; inconscientes y maniatadas con fuertes cadenas de hierro de plomo mientras posaban sobre una plataforma a la lejanía separada del conjunto, la cual pendía sobre un lago de acero fundido.

-¡Mabel! -Exclamó Dipper al mirar a su hermana.

-Existen tres llaves, las cuales servirán para liberar las cadenas que mantienen retenidas a sus tres amigas. Las llaves se encuentran dentro de mi estómago. Deberán derrotarme para conseguirlas. Solo así podrán liberarlas de su horrible destino. Tienen un tiempo límite de quince minutos. Después de ese tiempo, el temporalizador desactivará el mecanismo que mantiene a esa plataforma firme en su lugar; dejando caer a las tres hacia una muerte instantánea. ¡La decisión es únicamente suya! ¡Vivir o morir! ¡QUÉ COMIENCE EL JUEGO!

Continuará...

Nota Del autor

¡Hola! Sé que no acostumbro a poner notas dentro de mis fics en Wattpad, pero considero que en esta ocasión es necesario.

Espero que algunas o algunos de ustedes no sientan esos deseos asesinos luego de haber leído este capítulo y haberlo tenido que cortar en este punto. Pero si ya tienen rato leyéndome sabrán que me encanta dejar mis fics en un punto crítico para la historia.

Bueno, espero que les haya gustado porque como quiero anunciar que este es el último capítulo que publicaré por lo que resta del 2015. Diciembre y enero son meses realmente ajetreados para mí y mi tiempo para escribir se reduce casi al cero por ciento. Así que la fecha de publicación del próximo capítulo será el 21 de enero del 2016. Espero que continúen siguiéndome hasta el final luego de este hiatus obligatorio.

Otra cosa que quería comentarles es que a este fic únicamente le quedan 4 capítulos más, sin contar este. Por tal motivo, cuando termine de escribirlo, comenzaré a publicar un nuevo fic llamado: "Ojos de Demonio". El cuál estará basado en el universo alterno de la serie mejor conocido como: "Reverse Falls". En resumen, si no saben que es Reverse Falls se los cuento rápidamente. Reverse Falls es un universo alterno creado por el fandom de la serie, donde todos los personajes tienen personalidades opuestas y juegan roles diferentes a los originales.

En este universo, los hermanos que llegan al pueblo son Gideon y Pacifica, mientras que los villanos principales son Dipper y Mabel. Les comento que este nuevo fic será catalogado para adultos, ya que contendrá escenas muy explicitas de sexo entre Dipper y Pacifica. Aviso de una vez que Pacifica tendrá 16 años, mientras que Dipper tendrá 17. Se los advierto de una vez porque me he encontrado fics (Sobre todo en inglés) donde hacen exactamente lo mismo pero con 12 años. Y a mi modo de ver las cosas... No resulta tan grato.

Ahora, supuestamente este nuevo fic no debería ser leído por menores de edad, pero como yo no soy su papá y esto es internet; pueden echarle un vistazo con toda tranquilidad una vez que esté listo. Apuesto a que muchas y muchos de ustedes; como decimos aquí en México, ya están curados de espanto, así que espero que les guste. Aunque ya estaré dando más detalles para cuando comience a subirlo.

Por lo pronto eso es todode mi parte. Espero que pasen una feliz navidad y un bonito año nuevo. Nosvemos hasta el próximo año, o si están leyendo esto en una fecha posteriorsimplemente ignoren todo lo que dije. ¡Chao!


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top