Rescatando a la hermana rubia.
Ambos hermanos caminaban solos por la noche, a la casa de un invocador que había llamado a Issei, quien al ver a su hermano aburrido decidió invitarle a venir quien aceptó para matar el rato.
Al menos dale un tiempo, verás que no es tan malo estar en el club -dijo Issei con cierto positivismo pues notaba a su hermano ciertamente gruñón quien le respondió con varios gruñidos ligeros y como si mascullara entre dientes.- Mira que eres cabezota al menos inténtalo.
Ambos llegaron a la casa del cliente, la puerta tenia signos de haber sido forzada y las luces estaban apagadas.
Issei. hay que ir con pies de plomo, tu ves delante, yo iré por detrás. -dijo mientras una mascara aterradora aparecía en su mano para luego ponerse su rostro.- Si tienes problemas, ataca primero y pregunta despues.
Lucas fue por un lado de la casa mientras que Issei iba por la puerta principal, no se quitó ni los zapatos por la advertencia de su hermano de ir con cuidado, podia notar un ligero olor desagradable en la casa y fue al salón.
Un hombre muerto, con varias moscas a su alrededor, estaba recostado en su sillón. Las heridas parecían ser de arma blanca, los desgarrones de la ropa daban fe de que había presentado defensa y tenia un trozo de carne en la boca... el defensor logró morder a su adversario aunque no fue suficiente.
Bienvenido, que tenemos aqui a demonio-kun! -dijo una voz que entraba a la habitación, un joven con aspecto de sacerdote.-
Soy un sacerdote, un joven sacerdote. -tarareaba y bailaba ante la vista de Issei.-
Que demonios le pasa a este tio. -lo miró extrañado identificándole como el autor pues se notaba tranquilo.-
Cortando a los malvados demonios. -haciendo un giro sobre si mismo llevó su brazo izquierdo hacia arriba y el derecho se colocó en sus costillas.- mientras mi yo nihilista esta riendo.
Issei tenia una cara dificil de leer pues por un lado estaba confuso de que esa persona fuese un sacerdote y por el otro, estaba preocupado de que, en caso de ser cierto, sea peligroso para el mismo.
Cortando tu demoniaca cabeza y luego a comer. -pudo escuchar issei mientras se estaba hablando a si mismo.-
El sacerdote seguia en su baile pero cuando estuvo cerca, acortó distancias entre el e issei.
Soy el Padre Freed Sellzen. -dijo con una sonrisa tétrica pero amenazante que hizo que el Hyodou menor se apartará rapidamente con un par de pasos.-
Que estas haciendo. -visiblemente incomodo por los bailes y comportamiento extraño del sacerdote.-
Soy el ultimo miembro en el ranking que pertenece a una organización que se dedica a cazar demonios. -dijo llevando su brazo derecho hacia arriba y el izquierdo con su palma apuntando a su pecho.- Ah solo porque te dije mi nombre no significa que tengas que decirme el tuyo.-el hombre parecía que iba a reírse.- Eso realmente está bien porque morirás pronto.
Bueno te daré una despedida, al principio puede doler un poco pero pronto se sentirá tan bien que podrías llorar. Abramos la puerta a un nuevo mundo! -expresó con alegría como si estuviera haciendo una buena obra.-
Que estas diciendo? No entiendo nada? Por que hiciste eso!? -expresó issei con enfado mientras que el sacerdote empezó a reirse.-
Yes Yes! Es porque este es un criminal habitual. -de alguna forma continuaba con su canción.-
Criminal habitual? -dijo Issei apartándose unos pasos del sacerdote quien parecia hablar con un amigo-
Ahh? Eres un demonio y aun así no entiendes? Todos los idiotas morirán. ¿sabes? ¡todos los idiotas morirán ¿sabes? ¡todos los humanos que firman contratos con el demonio son basura! no hay razón para que ellos continúen viviendo. -el tono de sus palabras era mas bien neutro pero amistoso.-
¿No eres tu también un humano? Lo que estáis haciendo vosotros no es solamente matar demonios!? -Issei intentó reprocharle desde la distancia y contenerse para si mismo de su rabia.
Escúchame demonio de mierda-kun -el sacerdote cambió radicalmente de apariencia y gestos.- Tu no eres nadie para sermonearme a MI, un servidor de Dios.
Minutos antes, Lucas estaba accediendo por la ventana de la cocina a la casa, podía escuchar los pasos de alguien por lo que optó por esconderse en un armario y aguantar la respiración... entonces escuchó el tarareo de una mujer, una cancioncita que parecía inocente.
Asia? -se dijo en su mente pues logró reconocer su voz-
La monja estaba preparando la barrera para atrapar al demonio, inconsciente del fallecido y del recien llegado. Seguramente en cuanto hubiesen problemas, los caidos aparecerían, era imposible que los exorcistas sin ningún tipo de respaldo se atrevan a asesinar a los clientes de los demonios.
De un momento a otro, el armario se abrió, la monja tardó demasiado en reaccionar y le presionó la boca con fuerza para que no hablase
Tranquila Asia tranquila. -las manos del joven recorrieron la mascara para quitársela y revelar su rostro.- Soy yo Lucas, me recuerdas? -la chica se vió confundida por aquello.-
Lucas eres un demonio. -la mujer solo podia sacar esa conclusión.-
El joven tomó con sus dedos la pequeña cruz que la rubia llevaba en el cuello y la puso en su mano aun teniéndola ella puesta.
Si lo fuese crees que podría tocarla? -aquella cruz le habría quemado de forma horrible la mano de haber sido un demonio.- quien si lo es, es mi hermano que creo que esta hablando con alguien.
El sonido de una detonación se hizo mas fuerte, el sonido del disparo de un arma, hizo que Lucas fuera el primero en moverse antes que Asia, quien lo siguió.
La escena era bastante dantesca, al lado de Issei quien tenia el tiro en la pierna, estaba el cadaver del propietario de la casa, con quien había tenido una "agradable" charla el padre Freed.
Oh Asia chan ya pusiste la barrera? y quien es -antes de que completara la frase, fue interrumpido por el puñetazo en los dientes que le dio Lucas, haciéndole pasar por una pared.-
Estas bien hermano -dijo ofreciéndole la mano para levantarse del suelo mientras Asia estaba sorprendida de que el chico hubiese sido tan rápido y fuerte.-
Por que has tardado tanto. Asia? -dijo el Hyodou mientras veía a la monja rubia.-
No has chillado, me he enterado por el tiro de que había otra persona. -dijo el chico mientras que Freed no daba muestras de levantarse por un tiempo- Parece que lo he dejado KO. -el joven recogió las armas que se le habían caído al ser impactado y las traslado al inventario para ser analizadas.-
Una concentración de energía empezó a hacerse presente en el centro de la casa, cosa que hizo ponerse en guardia a Lucas y a Issei, pero ambos se relajaron ,lucas en menor medida, al ver que era del clan Gremory.
Hemos detectado energía sacra aquí y temía por tu seguridad de ti Isse. -dijo una voz femenina que enseguida se reveló como Rias Gremory, junto a su sequito completo.-
Claro y al hermano si se muere pues uno mas para el bolsillo. -pensó Lucas para si mismo.-
Presidenta! el cliente esta. -dijo señalando al cadaver a lo que la pelirroja dejó ir un suspiro.-
Lastima por el, si hubiésemos podido llegar a tiempo su destino seria otro o quizás lo hubieses compartido de todas formas hay que irse. -dijo la vicepresidenta quien veia todo el escenario-
El joven miró a Asia e iba a decir que la llevasen junto a ellos para poder protegerla
Los circulos de los clanes solo permiten llevarse a los miembros que pertenecen a estos. -dijo sacando un martillo de guerra que pesaba tranquilamente 8 o 9 kilos.-
No podemos dejarla sola. -todos los del club empezaron a sentir frio, mucho frio, de un japon de primavera casi parecían estar en el circulo polar.-
No estará sola hermano, esta con nosotros. -dijo sin hacer referencia al clan gremory.- si muero aquí. diles a papa y a mama que los quiero. -dijo posando con fuerza el martillo de guerra en el suelo abriendo un agujero que asustó a la dulce Asia.-
Issei quien iba a tomar el hombro de su hermano, cuando Kiba se puso en medio, desapareció todo el clan gremory. El mayor de los Hyodou se metió la mano en uno de sus bolsillos haciendo aparecer una caja de cigarros que ponía Nerve killer, saco uno, se lo puso en la boca y con su dedo hizo aparecer una llama que encendió el cigarro.
Asia. -la chica lo vió cuando la nombró.- quiero que vayas a esta dirección, es mi hogar. no creo que quieras estar aquí cuando ocurra todo asi que te aconsejo huir. -dijo escribiendo con un bolígrafo que tenia en su inventario y un trozo de papel, la dirección de su hogar.-
Quiero ayudarle Lucas-san. -el joven solo giró su cabeza hacia ella mientras su rostro era iluminado por el cigarro.-
No me puedo arriesgar a que resultes herida en esta contienda, quiero que ellos me tengan como objetivo y no puedo cuidarte a ti mientras me atacan a mi. Te daré un consejo de amigo. -habló con el cigarro entre sus labios.-
A-amigo? -la palabra incluso le resulta extraña a la joven rubia que por años había vivido marginada por ser llamada bruja. El mayor de los hyodou soltó el martillo y se puso frente a Asia, tomándola de los hombros.-
Eso es lo que somos, amigos. -dijo con una sonrisa floja.- Joder podría decirte que eres mi primera amiga en mucho tiempo, mi hermano no se acercaban a el por pervertido pero a mi se me acercaban por estoico. -dejó escapar una risa.- el consejo es que, debes dejar que los demas te ayuden incluso si no quieres. -se sacó el cigarro, dejó caer un poco de colilla quemada y se lo puso otra ve en los labios.- Ahora si. Asia, vete. -dijo en total tranquilidad como un guerrero solitario que moriría contra un ejercito infinito.-
La rubia tomó el papel que el joven le dio y sollozando se marcho del lugar corriendo en dirección a la casa del joven, a medida que se alejaba, podía sentir como aquel frio casi invernal abandonaba su cuerpo.
El joven estaba ahora solo, esperando con paciencia la llegada de los caídos renegados, mientras el frio se hacia mas intenso. Entonces apareció el causante de aquel frio casi insostenible.
La figura que estaba cubierta por las sombras era alta, era tan dura y flaca como los viejos, con carne pálida como la leche, su armadura de un negro de medianoche, sus ojos azules como estrellas en llamas iluminaban casi de forma igual que la luz de la habitación. Su cabeza, desprovista de pelo, tenia una corona hecha de huesos que sobresalían de su propia cabeza dándole un aspecto casi demoniaco.
El joven acompañado de aquel ser, quien hizo aparecer una lanza de hielo de la nada, puso su teléfono con una canción reproduciéndose.
Se empezó a escuchar Berserker at Stamford bridge de Amon Amarth mientras unos círculos mágicos de ángeles caídos hacían presencia en aquel momento llegando a ser 12.
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