Capitulo 3 Perdieron
Año 1989, 31 de octubre
01:30 horas
Los 4 presentes se encontraban caminando en otra sección de la casa, viendo en los alrededores haber si encontraban una pista de aquel ser macabro y maligno, los cuartos no terminaban eran infinitos, cada que habrían una nueva puerta lo único que encontraban era o un cuarto o simplemente una habitación vacía.
-No hay nada y es muy extenso el pasillo e infinitos los cuartos- se quejó Ashido.
Asintió Kouji al igual que Satou -a este paso no podremos reunirnos con los demás-indagó Satou viendo el extenso pasillo mientras lleva sus manos atrás de la cabeza.
-¿Yaoyorozu-san?-nombró a la de cabellos negros. - no has hablado en todo el rato, ¿qué sucede Yaoyorozu-san?- preguntó Mezo viendo a la chica quién se encontraba a su lado.
- Es que. . . Al principio pensé que me estaba equivocando o era mi imaginación, pero este pasillo ya se me hizo muy extenso-comentó viendo al suelo.- además en este pasillo solo se encuentran 10 habitaciones y llevamos buscando en más de 15 habitaciones.
-¿Qué?- dijo sin poder haberse creído lo que había mencionado Momo.
-chicos chicos, encontré otra habitación-comentó Ashido señalando la otra puerta.
-no la habrás- dijo viendo a los tres quienes lo vieron con confusión.- esto no es real, es una ilusión por parte de Sally.-
Al momento de decir ello el lugar donde se encontraba empezaba a temblar con fuerza, los chicos no se podían mantener en pie, luego escucharon un grito desgarrador al fondo del extenso pasillo.
- ¡ese grito es de!- Yaoyorozu gritó con sorpresa.
- ¡Jirou!- completo la frase Ashido.
-Tenemos que ir- dijo Satou viendo a los presentes.
Los chicos empezaron a caminar con dificultad gracias al movimiento que ejercía aquel ser fantasmal, pero ella estaba ahí, viéndolos fijamente con aquellas órbitas negras desprendiendo un aceite verde y putrefacto, sonriendo ante los intentos fallidos de los chicos por intentar ir por sus amigos. Ellos la vieron por unos segundos más y luego un sentimiento de satisfacción y alegría por parte de Sally se impregnó en los estudiantes para sentir una fuerte opresión en el pecho y momentos después escuchar el crujir del techo el cual colapsó junto a los cristales de los objetos cercanos causando una que otras heridas profundas, antes de caer encima de ellos pudieron ver en la pared una palabra la cual reconocieron al instante.
"PERDIERON"
Fue lo último que vieron para después en un movimiento moverse rápidamente del lugar antes de que cayera encima de ellos, claro que como el derrumbe del techo alcanzó una longitud considerable el polvo junto a uno que otros escombros pequeños se alzó lastimando más la piel de los jóvenes y segundos después caer inconscientes gracias a aquellas punzadas que ocasionaba la niña en sus pechos.
Momentos después de haber visto ello, Sally sonrió para luego dar media vuelta e irse caminando con tranquilidad para segundos después perderse en la oscuridad de aquel pasillo infinito para aquellos jóvenes estudiantes.
Año 1989, 31 de octubre
2:35 horas.
Los chicos se encontraban en el piso inferior buscando alguna pista de Sally por el área de la cocina y comedor, Ojiro checaba los estantes de la cocina junto a Hagakure, por otro lado Yuuga buscaba por el comedor junto a Sero, quienes no encontraban nada.
-no hay nada, ¿como me pueden poner a hacer estas cosas?- se quejó afeminadamente Yuuga mientras hacía una posee un tanto rara.
-creo que deberíamos ir con los chicos- comentó Sero quién empezó a caminar en dirección a la cocina.
Ambos chicos empezaron a caminar en dirección a la cocina donde se encontraban sus compañeros hasta que un sonido llamó su atención, se vieron mutuamente para después dirigir su vista en dirección a la sala, ambos empezaron a caminar hacia allá para estar segundos después en aquel lugar donde provenía aquel sonido, empezaron a ver a su alrededor para encontrar de donde provenía el sonido hasta que se dieron cuenta que provenía de la televisión la cual estaba prendida y sin señal otorgando un color grisáceo y aquel ruido que era molesto y en su caso aveces aterrador.
-¿por qué la tele está prendida?- dijo para después acercarse a la mesita que estaba enfrente de la televisión donde se encontraba el control, tomarlo y apagarla-vámonos- dijo para empezar a alejarse junto a Yuuga.
Cuando estaban por salir nuevamente aquel sonido volvió a sonar en todo el cuarto volviendo a llamar la atención de los presentes.
-¿cómo?- preguntó sorprendido para nuevamente acercarse y apagarla con el control, pero esta vez no se apago a cambio el sonido empezó a ser más fuerte sobresaltando a los chicos por lo cual en un acto rápido y sin pensar Sero se acercó a la televisión y desenchufo el cable de la corriente de luz.
-ha, vámonos.- dijo para darse media vuelta.
Cuando estaban a punto de salir de nueva cuenta la televisión volvió a hacer aquel ruido molesto y aterrador llamando nuevamente la atención de los presentes pero esta vez no por el hecho de que era molesto escuchar el sonido, si no que estaban aterrados ¿cómo podía estar el televisor prendido si no está enchufado a la luz?, esa pregunta rondó en la cabeza de Sero y Yuuga hasta que en la televisión se presentó una imagen. . . La sala donde ellos se encontraban junto a ambos chicos en la escena.
-¿qué rayos?- preguntó mostrando miedo en sus ojos.
-mira, algo se está moviendo atrás en las pantalla- señaló una sombra que se veía en la imagen moviéndose con cautela.
Sero fijó su vista en el televisor en dirección a la sombra, se quedó unos segundos viéndolo para enfocarse en aquel rostro macabro que poseía la sombra, dándose a entender que no estaban solos.
-Yuuga, quiero que camines hacia acá- dijo viéndolo a los ojos con una expresión de miedo. -no voltees, solo avanza hacia acá- dijo mientras hacía señas con ambas manos.
Esas palabras hicieron sentir un escalofrío a Yuuga pensando en todas las cosas las cuales podían pasar en esos tiempos cruciales.- está atrás de mi- se dijo a sí mismo para empezar a voltear con cautela.
-no, Yuuga, no voltees-
demasiado tarde, lo único que pudo ver era como la niña se encontraba viendo al chico con una sonrisa, mientras el otro estaba paralizado por el miedo, momentos después la niña tomó el brazo del contrario que poseía para luego apretarlo sin compasión asiéndolo gemir de dolor para segundos después aventarlo al otro extremo dejándolo inconsciente al rubio por el golpe. Sero abrió los ojos a más no poder por la sorpresa, su vista se nubló, sus pupilas se dilataron, sus piernas flaqueaban y el miedo lo inundaba para luego pegar un grito de terror.
Ojiro y Hagakure escucharon el grito por parte de Sero, dejaron las cosas y se dispusieron a correr en dirección a donde se encontraba Sero y Yuuga, para luego encontrarse una escena que los dejo sin aliento.
-Yuu, Yuuga esta- no podía articular la palabra por el miedo.
- ¡Sero!-gritó Ojiro acercándose al chico quien se encontraba inconsciente en el suelo. -Sero, despierta- Dijo mientras lo movía, pero el ni se inmutaba.
-¿Que, que hacemos?- preguntó asustada Hagakure viendo a Ojiro.
-tenemos que ir por los demás, ellos están bien, solamente están inconscientes- articulo Ojiro para acercase a Hagakure. - vámonos- le extiende la mano.
-si- asiente para tomar su mano y empezar a caminar.
Cuando estaban por La Cocina una risita se escuchó obligando a los presentes esconderse detrás de la mesa y esperar a que ella se fuera, los paso por parte de Sally se escuchaban cerca intimidando a los presentes por la cercanía, hasta que se empezaron a escuchar lejos, Ojiro con total seriedad vio a Hagakure y posó uno de sus dedos en los los labios de ella para tranquilizarla, luego le hizo una señal de que el saldría primero para ver que ya no estuviera.
-saldre yo primero y si no veo nada, saldrás tú para escapar, ¿entendido?- le dijo Ojiro con una suave sonrisa.
-¿pe-pero si te atrapa?- preguntó con la voz temblorosa.
- la distraeré para que escapes y vallas por los chicos, Iida está en los jardines y Midoriya está por el sótano, búscalos y pide ayuda, si es que no puedes llegar con ellos ve con Yaoyorozu-san, ella está en el segundo piso.- dijo viendo a Hagakure quien asentía.
Ojiro se levantó con cautela y salió de su escondite para ponerse a ver a ambos lados buscando si se encontraba aquel ser oscuro, al no encontrar nada se empezó a acercar a los cuchillos que se encontraban al lado del lavabo para tomarlo y usarlo en defensa, mala suerte que no se dio cuenta que ella estaba atrás de él, sujetado un cuchillo, Ojiro pudo sentir la presencia atrás de él, no se quería mover por que sabía que si lo hacía podría pasar algo, lo dudo un poco pero al final obto por voltear rápidamente y golpearla con el cuchillo.
Todo pasó en cámara lenta, Ojiro se volteó con gran velocidad y cuando estaba apunto de enterar el cuchillo en ella, este ser lo elevó y lo aventó lejos evitando poder tomarlo, Sally agarro el cuchillo con fuerza, lista para enterrarlo en el abdomen del contrario, cuando lo iba a hacer un fuerte golpe recibió sorprendiendo a Ojiro, Hagakure había agarrado la sartén y con cautela se acercó para darle un golpe de lleno.
-¡Hagakure!- gritó asombrado.
-¡vámonos!- dijo Ella tomando la mano del Rubio para empezar a correr en dirección a la puerta de salida.-vamos a buscar a Iida y los demás, si estamos juntos tal vez tengamos una oportunidad de ganar-comentó mientras corría al lado de Ojiro.
-si . . .- no por nada se había enamorado perdidamente por ella.
Los chicos corrían por el lugar hasta llegar a la puerta principal, Ojiro intento abrirla pero era imposible, estaba trabada, así que no les quedó de otra que subir al segundo nivel, ya que Sally se encontraba en la entrada a un piso inferior, corrían y corrían intentando encontrar una forma de vencer, hay estaban las escaleras, las subieron con velocidad hasta llegar al segundo nivel, no sabían que pasillo tomar, así que optaron por el derecho, el extenso y oscuro pasillo causaba terror en ambos estudiantes junto a la gran presencia de aquel ser siguiéndolos, hasta que se escuchó el grito de alguien.
-¡esa es Jirou!- gritó Hagakure mientras seguía corriendo.
-vamos-dijo acelerando el paso.
Los gritos los habían llevado hasta la puerta del fondo la cual portaba una tonalidad marrón, Ojiro gritó para ver si Jirou le contestaba.
-¡chicos!- gritó acercándose a la puerta.
-¡Jirou-san¡- habló Hagakure.
-Hagakure, Ojiro, gracias al cielo están bien- dijo entre sollozos en el otro extremo de la puerta.
-¿donde están los demás?- preguntó el rubio.
-estamos aquí- contesto una segundo voz.
-chicos- gritó Mineta con euforia.
- ella nos encerró y no podemos salir- contesto con miedo.-ayudenos por favor, Denki esta inconsciente.
-ahora, ¿que hacemos?- preguntó preocupada
-háganse a un lado, patearé la puerta- dijo, esperó unos segundos y después pateó la puerta con fuerza logrando abrirla. -chicos- dijo viendo a los presentes.
-Jirou, Tsuyu- dijo entre lágrimas Hagakure para abrazarlas con fuerza.-¿están bien?
-si-contestó Tsuyu.
-chicos, ayúdeme, Denki está bajo el ropero- dijo Jirou intentando alzarlo.
Entre todos los chicos alzaron el ropero con esfuerzo encontrándose el cuerpo inerte del chico quien yacía inconsciente, Jirou se adentró y tomó al chico para sacarlo, contusiones en todo su cuerpo es lo que se presenciaba, cortadas por parte de los vidrios, golpes y un ligero hilo de sangre que descendía por su cabeza.
-Kaminari, oye Kaminari, despierta por favor, no te vayas- dijo entre lágrimas Jirou.
-está bien Jirou-San, solamente está inconsciente, lo vamos a sacar de aquí- dijo mientras posaba una mano en el hombro de Jirou.
La temperatura empezó a descender lentamente, el frío se impregnaba hasta los huesos, ellos empezaron a temblar mientras veían a su alrededor hasta que un olor putrefacto y nauseabundo inundó sus fosas nasales al instante, el mareo empezó a nublar el juicio de los presentes, las ganas de querer dormir aumentaron y el sentimiento de nunca despertar los asusto, para segundos después caer inconsciente.
Estaba enojada, muy enojada, no dejaría a nadie vivo, ganaría el juego cueste lo que cueste y todo, por obtener la libertad . . . .
Continuará . . .
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