PRESENTACION OFICIAL EL JUEGO DE LA OBSECION
— Park Jimin, seras mio y solo mio
No dejare que nadie te toque, ni siquiera el juego
— Estas enfermo
°
Día 1:
En las sombras de su oficina, Jeon Jungkook, el Frontman, observaba a Park Jimin a través de las múltiples pantallas que mostraban cada rincón del juego. Había algo en ese hombre que lo había atrapado desde el primer momento: su risa nerviosa al comienzo, su determinación al avanzar por los retos, y, sobre todo, su mirada. Una mezcla de sufrimiento y esperanza que no podía ignorar.
Jungkook estaba acostumbrado a controlar cada aspecto del juego, pero Jimin era una variable que no podía predecir, un incendio que se negaba a extinguirse.
Día 3:
Cada día que pasaba, Jungkook revisaba las grabaciones del día, pero en lugar de centrarse en la logística del próximo desafío, se encontraba pausando la imagen cada vez que el jugador 456 aparecia en la pantalla. En una escena, el hombre se reía junto a su equipo; en otra, lo veía llorar por la perdida de uno de los jugadores.
— Eres fascinante...— murmuró el Frontman para si mismo, acariciando el borde frío de su máscara.
Cada noche, cuando los guardias se retiraban, él se quedaba horas revisando las grabaciones. No podía entender qué era esa sensación que lo dominaba: ¿Admiración? ¿Envidia? ¿Deseo? Quizás todo al mismo tiempo.
Día 5:
El juego del puente de cristal había Sido un espectáculo, pero también un riesgo. Cuando Jimin estuvo a punto de caer, Jungkook sintió algo que no había experimentado en años: Miedo. Sus dedos se cerraron con fuerza sobre el apoyabrazos de su silla mientras sostenía el aliento.
Cuándo el jugador 456 sobrevivió, se levantó de golpe. Había algo casi Enfermizo en la euforia que sintió al verlo cruzar al otro lado.
Esa misma noche solo quedaban los jugadores número; 067, 218 y 456. Solamente dos de ellos podían pasar al siguiente reto, así que los guardias los dejaron solos y dejaron que la avaricia consuma a alguno de ellos. Mientras tanto, Jungkook miraba todo el escenario desde su oficina, él vió perfectamente como 456 pedía ayuda porque 067 estaba herida. Tal vez podría mandar a guardias para que la ayuden, pero él esperaba ansioso que sean 218 y 456 los que se enfrenten entre ellos. Conocía la relación que había entre ellos dos, era más que obvia, su interior ardía de celos, de envidia y de furia cuando veía el mínimo contacto entre ambos hombres.
"Jugadora 067 eliminada".
Jungkook sonrió.
— Eres mío, Jimin. No dejaré que nadie te toque, ni siquiera el juego.
Día 6:
Jimin se encontraba en el centro de la arena, bajo la mirada expectante de los VIPS y los trabajadores. El Frontman observaba desde su palco junto a ellos, su máscara brillando bajo las luces. Pero sus ojos, escondidos tras el metal, estaban fijos únicamente en el jugador 456.
Cuando Jimin venció a su oponente, Namjoon, solo sintió un vacío dentro de él en vez de una triunfante victoria o un alivio de haber sobrevivido a todo ese infierno. Mientras que Jungkook sonreía bajo su máscara, su plan había salido perfecto. Aunque sentían cosas diferentes, ambos sabían que esto aún no había terminado.
Horas después, Park Jimin se encontraba con los ojos tapados en una limusina blanca sentado frente al Frontman, pero está vez él estaba sin máscara. Jeon Jungkook lo miraba directamente, su rostro era una mezcla de serenidad y peligro.
— Sabía que ganarías.— dijo Jungkook con una sonrisa.
— ¿Qué demonios quieres de mí?
— Todo. Te quiero todo. Tu espíritu, tu resistencia, tu odio. Eres el único puro que he visto en aquel lugar.
Jimin hizo una mueca que demostraba confusión y asco al mismo tiempo.
— ¿Estás loco?
— Quizás. Pero, dime, ¿Qué harás con el dinero? ¿Volver a esa vida vacía? Si vuelves conmigo a los juegos, vas a ser alguien. Conmigo... serías eterno.
Jimin no respondió. Su silencio enfureció a Jungkook, pero también lo excitó.
— ¿No tienes preguntas?— continúo, inclinándose hacía él.— ¿No quieres saber por qué hice todo esto?
Jimin apretó los puños.
— Ya sé lo que eres. Un monstruo.
— ¿Un monstruo? Tal vez. Pero todo monstruo tiene un propósito, Jimin. Y tú... tú eres mi razón.
Jimin tenía ganas de irse, pero dado a las circunstancias no podía.
— Te lo repetiré; ¿Qué mierda quieres de mí?— exigió, su voz quebrándose entre la furia y el agotamiento.
Jungkook lo miro con calma, acercándose lentamente.
— Lo quiero todo. Quiero que te quedes. Que veas lo que realmente significa este lugar. Que entiendas por qué hago lo que hago. Pero, sobre todo... quiero que seas mío.
Jimin se alejo, volviendo a tener la misma distancia que tenían antes.
— Estás enfermo...— susurró.
— Tal vez lo estoy.— admitió, sonriendo con calma. Escondió su rostro nuevamente con la máscara que ocultaba su identidad.
Un humo inundó el auto, dejando a Jimin inconsciente. Y aunque no le gusto la idea de dejarlo, Jungkook sabía que no era la última vez que se verían.
----•°°•----
El Juego Del Calamar
Kookmin
•••••
Espero les guste y le den amor
Creditos para: ashshuls
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top