Escaleras

Tras la detonación de la bomba, Hattori abrió con cuidado la puerta y se asomó a la habitación que acababan de abandonar. La explosión había provocado bastantes daños. La puerta por donde habían entrado antes estaba calcinada, imposible intentar abrirla. La mesa estaba hecha astillas y la onda espansiva las había arrojado contra una pared, aunque la caja fuerte había resistido bastante bien. Las baldosas del suelo habían sido levantadas y se hallaban salpicadas por todas partes.  

- Es inútil Hattori - oyó tras de él la voz de Hakuba - No hay nada que nos interese en ese cuarto.

Hattori se giró a mirarle, dispuesto a decirle que ya lo sabía. El rubio se mantenía serio, pero no pudo ocultar un ligero temblor en su labio inferior y Hattori se dio cuenta de ello. Hakuba también pensaba que habían escapado de la muerte por los pelos. Y ya era la segunda vez.

Finalmente, Heiji fue quien desvío la mirada. Pasó al lado de Hakuba en silencio, y fue a reunirse con Shinichi y Kaito quienes se hallaban estudiando ya el segundo desafío.

Una escalera de piedra parecía conducirles a algún nivel superior del que se hallaban. Kaito le indicó a Shinichi un punto en la parte de arriba. Al mirar en esa dirección, el detective vio que al final de los escalones había una puerta, y en la parte superior se podía leer un cartel que decía "exit".

Entonces, ¿la prueba consistía en conseguir llegar hasta ahí arriba?. Shinichi sospechó que seguramente habría algún truco oculto para impedirlo. Se concentró en encontrarlo.

Kaito mientras miro a su alrededor y creyó ver algo escrito en una pared cercana. Pero una estantería metálica, con algunas cajas pequeñas de madera, se hallaba colocada justamente delante y lo tapaba de forma que dificultaba verlo bien. Probó a tirar ligeramente de ella y con sorpresa comprobó que podía moverse. Tirando con todas sus ganas comenzó a separarla de la pared.

Hattori se unió a Shinichi, poniéndose a su lado.

- Ey, Kudo, ¿sabes qué busca ese mago? - le preguntó mientras miraba a Kaito peleándose con la estantería.

En ese momento se dio cuenta de que Shinichi no le iba a responder, ya que aún no recuperaba la voz. Además, siguiendo la dirección de sus ojos, se percató de que su amigo no dejaba de mirar con interés los escalones de la escalera. Algo había que le tenía absorto.

- ¿Qué miras con tanto interés...? - comentó en voz alta, acercándose al primer escalón.

Reparó entonces que en el segundo había grabado una letra. Y en el tercero, y en el cuarto... Todos tenían una letra del alfabeto grabada.

- Oye, hay letras escritas en la piedra, ¿qué significa esto? - dijo mientras pisaba el primer escalón para estudiar mejor las letras.

Clic

- "¡No!" - pensó Shinichi, a la vez que cogía con fuerza el brazo de Hattori y tiraba de él, arrojandole al suelo. Enseguida se tumbó también junto a él y con su mano le mantuvo la cabeza pegada al suelo para que no se incorporase.

Heiji no tuvo tiempo de reaccionar. El sonido de una explosión llegó a sus oídos y al instante sintió que muchas cosas pequeñas pasaban a gran velocidad cerca de ellos, rozando su cabeza.

Unos segundos después, un suspiro de alivio de parte de Shinichi le dio a entender que se había librado de una buena. Su amigo retiró la presión de su mano sobre su cabeza y ambos se incorporaron.

- ¿Qué diablos fue eso? - exclamó Kaito.

- Parecía una mina antipersonas. - le contestó Hakuba - Estaba escondida en el escalón y se activó al pisarla Hattori.

El clic que se había oído al principio les había alertado de que algo iba a  suceder, y al ver a Shinichi tirándose al suelo con Hattori, decidieron imitarles y permanecer agachados también.

La rápida reacción de Shinichi les había salvado a los cuatro, pues al ver las paredes de la habitación llenas de pequeños agujeros comprendieron que lo que había detonado era una mina de metralla. La carga eran materiales de hierro que salían en todas direcciones a gran velocidad. Si les hubieran alcanzado podrían haberles ocasionado heridas muy graves.

- Pero entonces, no podemos subir por esta escalera - comentó Hattori, aún con la respiración agitada - porque puede haber más minas escondidas.

Comprendió que eso era lo que Shinichi había estado mirando con tanto interés. Había descubierto la trampa.

- Puede que si se pueda, pero siguiendo una pauta - Hakuba se acercó e inspeccionó también los escalones - Quizás haya que ir pisando los escalones correctos... Formar alguna palabra...

- ¿Y cómo sabremos cuál es?

- Puede que sea como en la prueba anterior, hay que resolver este acertijo - intervino Kaito, señalando las palabras que había grabadas en la pared que ahora quedaban a la vista gracias a que había conseguido apartar la librería del todo.

Los detectives se acercaron para leerlas:

"¿Qué es lo que tienen los pobres y los ricos no? ¿Qué es más grande que Dios y más malvado que el Diablo? Los muertos lo dicen. "

A Shinichi la última frase le provocó un escalofrío. Pero Kaito tenía razón, todo parecía apuntar que la solución era una palabra y que había que subir la escalera deletreandola. ¿Cuál sería?

Para sorpresa de Shinichi, Heiji y Kaito, Hakuba sonrió y se giró de espaldas. Con pasos decididos se acercó a la escalera y tras tomar aire, dio un salto y aterrizó en el tercer escalón.

- ¿Qué haces? ¿Estás loco? - le reclamó Kaito.

Nada sucedió esta vez. Hakuba se volvió a mirarles con expresión de triunfo.

- Conozco ese acertijo. Hace un tiempo se le planteó a un grupo de estudiantes de Oxford y a un grupo de niños de primaria, para un experimento social... Solo los niños lo resolvieron.

- ¿Y cuál es la solución? - pregunto Hattori, claramente molesto por el tono prepotente que había utilizado Hakuba.

- Oh vamos Hattori, ¿me estas diciendo que un niño es más inteligente que tú? - se burló el detective inglés - Seguirme y pisar donde yo pise.

- Confirmamos, a las 21 horas 15 minutos y 36 segundos, que Saguru Hakuba es idiota - murmuró Kaito imitando el estilo de hablar del detective para que sólo Shinichi y Heiji le oyesen.

A éste último le dio un ataque de risa, pero a Shinichi la forma de imitar a Hakuba que había usado Kaito le trajo recuerdos de otra persona. Alguien en quien hacía mucho que no pensaba.

Poniéndose en fila, uno tras otro saltaron de escalón en escalón siguiendo a Hakuba. Era cierto que el inglés sabía la solución. Ninguna trampa saltó a su paso. Cuando llegaron arriba, se dieron cuenta de la palabra que habían formado.

LA NADA

- "Los ricos tienen de todo, no les falta nada... Nada es más malvado que el Diablo... Y los muertos... Lo dicen con su silencio... aunque, ahora mismo es como si yo estuviera muerto ya que tampoco soy capaz de decir nada" - medito para sí mismo Shinichi con tristeza.

Hakuba abrió con precaución la puerta que había al final de la escalera. Un pequeño pasillo apareció ante ellos y al fondo podía verse que había una habitación con luz.

Caminaron con precaución hacia allí, pero no estaban preparados para lo que les aguardaba.

- No... ¡NO! ¡AOKO! - grito con desesperación Kaito.

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Hola a todos
Espero que este capítulo les haya gustado.

Lo que dice Hakuba sobre el acertijo es cierto. Se planteo en la universidad de Oxford y ningún estudiante supo responder. Pero los niños con su inocencia dijeron que nada es más grande que Dios y dieron con la solución.
He querido ponerlo porque al fin y al cabo Hakuba pasa mucho tiempo en Inglaterra y seguro oyó hablar de ese experimento.

¿Qué habrá visto Kaito para gritar así? Próximamente lo sabréis.

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