Acrobacias

La escalera a la que se habían subido no estaba en su mejor momento. Además de presentar un elevado grado de oxidación, a cada escalón que subían se balanceada y crujía, amenazando con romperse. Pero en ese momento era su mejor opción.

Largas serpientes, de unos 2 metros de longitud cada una, reptaban sigilosamente por el lugar donde ellos se habian hallado segundos antes. Mirando hacia abajo, Kaito vio que el suelo estaba realmente invadido por aquellos reptiles.

- Sé que es una pregunta estúpida, pero... ¿creéis que son muy venenosas? - preguntó a sus compañeros, aunque estaba seguro de la respuesta.

- Mortalmente venenosas - le respondió Hattori con tono serio - Son Habus, de la prefectura de Okinawa. Es la más larga conocida, y una de las 10 más venenosas del mundo.

- Temía que dijeras eso - murmuró Kaito mientras les echaba una mirada de odio.

- ¿Y ahora? No podemos quedarnos en esta vieja escalera para siempre - comentó Hakuba - Además que por aquí no hay salida. Debía ser una escalera de mantenimiento o algo así.

Eso era cierto. Al verse rodeados por las serpientes se habían subido a lo más cercano que tenían, pero no habían comprobado si podrían ir a alguna parte. Debían meditar sus opciones, y debían hacerlo deprisa.

Shinichi que era el que estaba más arriba, recorrió con la mirada la sala. Al otro lado de donde se hallaban, vislumbro otra escalera solo que ésta, terminaba en lo que podría ser una salida de emergencia.

".- .-.. .-.. .. / .... .- -.-- / ..- -. .- / .--. ..- . .-. - .-"

Al señalar hacia la puerta, a la vez que golpeaba la barandilla deletreando el morse, ayudó a que los demás entendiesen sus intenciones sin necesidad de la traducción de Kaito.

- Tienes razón Kudo, por aquella puerta quizás podamos salir. ¿Pero como llegamos hasta allí? - cuestionó Hakuba - por abajo es imposible sin que nos muerda alguna...

Kaito levantó la vista y observó detenidamente las vigas del techo. Cruzaban de lado a lado el espacio que les separaba de su objetivo y al ser de tipo maestras (preparadas para sostener todo el tejado), de seguro resistirían el peso de una persona... e incluso de cuatro.

- Pues vayamos por arriba - les dijo a los demás con su tono más seguro.

- ¿Qué quieres decir con lo de por arriba? - le preguntó Hattori - Oye... ¿A dónde vas?

Pero Kaito no le prestaba atención ya. Subió lo que restaba de escalera, y cuando estaba arriba del todo, con un ágil salto se encaramo a la viga más cercana. Su tiempo como Kaito Kid le habia sido útil para desarrollar un buen equilibrio y quitarse cualquier miedo a las alturas. En ese momento, cruzando por encima de las serpientes la habitación, recordó los días en que jugaba a despistar al inspector Nakamori y una pequeña nostalgia de ser el ladrón fantasma se posó en su ánimo.

Los tres detectives le miraban mientras avanzaba, conteniendo la respiración, temiendo que en cualquier momento la viga pudiera desplomarse o que el mago perdiera el equilibrio. Cuando estaba a mitad de camino, Kaito se giró y les gritó:

- ¡Adelante Detectives, no tengáis miedo, es sólida... Seguirme!

Shinichi dio un suspiro de alivio y se preparó a ser el siguiente en cruzar. Aún sin tenerlo muy claro, Hattori y Hakuba fueran detrás de él. En el momento en que Shinichi se preparaba para subirse a la viga, Heiji le tomó del brazo reteniendole.

- Ey Kudo, ¿conocías de antes a ese chico? - le preguntó, ante lo cual Shinichi negó con la cabeza - Entonces, ¿por qué confías tan ciegamente en él? Es decir, esto es peligroso y muy loco...

¿Cómo podía explicárselo? Que algo dentro de él le decía que confiara en Kaito, porque de seguro tendría un plan alternativo si algo se torcia... como si ya les hubiera sucedido antes. Pero ni él mismo entendía ese sentimiento de familiaridad hacia el mago. Así que, lo único que pudo hacer es darle a su amigo una palmada en el hombro, queriendo decir que todo estaría bien.

- Esta bien, entonces iré yo delante - decidió el detective de Osaka, apartando a Shinichi a un lado y subiendo a la viga. Tomó aire y comenzó a avanzar.

Aquello no era tan fácil como Kaito hacia parecer. Hattori temia que si miraba hacia abajo, se marearia y caería. Además, cualquier pequeño crujido que oía hacia que su corazón latiese desbocado.

- Te estás poniendo morado de no respirar. Tranquilo, vas muy bien - le ánimo Kaito divertido, pues Heiji apretaba los dientes con fuerza y mantenía el cuerpo totalmente recto - Ya casi estamos.

Al ver que, en efecto, la distancia que faltaba por recorrer era ya menor, Hattori respiró aliviado. En ese momento, unos pajaros que tenían su nido en la base de la viga se asustaron por la presencia de los chicos, y salieron revoloteando sin control chocando contra ellos, por lo que Heiji perdió el equilibrio y cayó.

Hakuba y Shinichi contuvieron un grito. Pero afortunadamente Hattori tuvo buenos reflejos y consiguió sujetarse con las manos, quedando colgando como un muñeco.

- No te muevas, ya voy - le instó Kaito, retrocediendo y acercándose al detective.

Se puso de rodillas para tener una base más sólida de sujeción y tendió las manos a Hattori, que las tomó sorprendiendose de lo firmes que eran. Con un fuerte tirón, Kaito consiguió volver a alzarle sobre la viga.

- Gra... gracias tío - le dijo una vez se vio a salvo. - ¿Cómo haces para no ponerte nervioso en situaciones así?

- Estoy nervioso, pero no dejo que se me note. Esa es una regla vital de cualquier mago. Es algo así como cuando tú haces una deducción, no puedes dudar o el culpable puede escaparse.

Sonriendole Kaito se levanto y volvió al principio para ayudar a Shinichi y Hakuba a pasar también y evitar otro accidente.

- "Puede que esa seguridad sea lo que ve Kudo en ti. Aunque la situación pinte mal, tú nunca perderás el control. Quizás yo también deba empezar a confiar más... " - pensó Heiji mientras le observaba molestar a Hakuba.

Tras unos minutos de poner a prueba sus dotes de equilibristas, los cuatro se hallaban a salvo al otro lado de la habitación. Habían conseguido escapar de las serpientes y seguir avanzando.

Ahora que la tenían delante, vieron que en efecto la puerta era del tipo salida de emergencia.

Esperando que por allí pudieran salir al exterior, Hakuba presionó la barra y empujó la puerta hacia fuera. Lo que sucedió a continuación fue tan rápido que ninguno pudo reaccionar a tiempo.

Al otro lado de la puerta no estaba la salida. Daba a un pasillo que se hallaba medio a oscuras. Y allí en las sombras, había alguien esperándoles. Se oyó el 'clic' de un arma cargándose, seguido de la explosión de un disparo.

Hakuba emitió un leve gemido de dolor y cayó al suelo. Shinichi que era quien se hallaba más próximo a él, corrió a su lado pero la persona que había disparado contra Hakuba tendió una mano hacia él y cogiéndole de la ropa, le jaló de un tirón arrojandole contra el suelo del pasillo.

Hattori y Kaito intentaron acudir en ayuda de Shinichi, pero aquella persona le dio un empujón a la puerta cerrandola en sus narices, dejándoles aislados de nuevo dentro de la habitación de las serpientes y él quedándose sólo con Shinichi en el pasillo.

Antes de que la puerta se cerrará de nuevo, Kaito pudo escuchar una voz que reconoció de inmediato diciéndole a Shinichi:

- Tú y yo tenemos un asunto pendiente, mocoso... Y me lo voy a cobrar.

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