Estaba triste, destrozada, en mi cuarto, la verdad es que no quería salir de aquí nunca mas en mi vida

-hija, alguien vino a verte-

-¡¡¡no quiero ver a nadie!!!-

-por favor hija, es un tal Stefan- oír eso me relajo un poco

-dile que pase- en ese momento se abrió la puerta y Stefan entro

-ya estas mejor-

-tu que crees-

-en serio lo lamento-

-no gracias, me di cuenta de como es el patán de Steven-

-mmmmmm, ay que te puedo decir-

-me estoy muriendo, el dolor que siento es algo que nunca me voy a poder quitar, esta pegada en mi alma- en ese momento Stefan se recostó en mi cama y me abrazo

-las cosas van a mejorar, te lo prometo-

-eso espero, por que yo no podre vivir con esto-

-vas a ver que si, estos dolores pasan-

-gracias por estar aquí, eres un buen amigo- al momento lo abrace

-yo haría todo por Emily, todo-dijo abrazándome mas fuerte

estuvimos así un rato mas, me tranquilizaba tenerlo cerca de mi, era como un apoyo que tenia en estos momentos.

-hay que salir-

-no quiero hacerlo-

-vamos eso te ayudara a despejarte, te invito un helado-

-esta bien- dije parándome de mi cama

-deja que me arregle por favor-

-esta bien-dijo saliendo de la habitación

me puse un poco de maquillaje, me cambien de ropa agarre mi bolsa y salí de mi cuarto. tenia que despejar mi mente de todo lo que me estaba pasando, todo lo que me estaba doliendo en el alma y Stefan me quería ayudar.

-te ves muy bien-

-gracias-

-vamos- caminamos hasta el centro comercial, todo estaba con un transito horrible ya que había un hospital ahí y al parecer había muchas personas.

platicamos, nos reímos, bromeamos, simplemente me sentía mejor con la ayuda de Stefan.

-Emily- voltee a ver quien gritaba mi nombre. era Steven pero se veía mal

en ese momento me entro el pánico, la irá, el miedo que sentía se volvió otra vez a mi, decidí empezar a correr, no lo quería volver a ver en todo lo que me quedaba de vida.

salí del centro comercial sin parar de correr.

escuche como un claxon sonó, y voltee, pero vi que el carro estaba en enfrente de mi y unas luces me nublaron la vista.

vaya, mas desgracias, pobre Emily que golpe.