[...]

—...Has avanzado— felicitó la psicóloga

El oji-azul se sentía un poco incómodo —¿Usted que piensa que debo hacer?—

—Hacer una nueva vida...— respondió con ligereza —No puede seguir viviendo la vida de su otro yo—

El Uzumaki rascó su brazo con nerviosismo —Pero...¿Toda?—

—Debe de aceptar que ese amor no puede ser, ni siquiera es amor, si ella lo acepta solo significaría caer ambos en un error. Cierto, ella no está en una buena relación pero no tiene porqué aceptarlo por eso, yo lo conozco a usted, no a ella. No puede dejar que ambos cometan un error evitable, además, usted me dijo que ella no lo ama— dijo seriamente cruzando sus piernas —Tiene que dejar ir a esa persona que lastimó—

—¿Y Hinata?— cuestionó con una voz baja

—Usted no la ama, ahora dudo que alguna vez la haya amado, sintió culpa y obligación por la muerte de su primo, ya hemos estado hablando mucho de eso. Usted ha sido cruel con ella porque está atado, no unido a ella—

El empresario escuchaba las conclusión de sus anteriores terapias

Ese día iba a disculparse con cuatro personas que había dañado en su estado de interdicción y por eso había agendado una cita con su psicóloga antes

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—Naruto se tomó el día...después de todo fue herido— contestó Shino

—Que raro— soltó el Uchiha —Fue a mi casa anoche—

Shino movió sus lentes y vió su computador —Debe ser la adrenalina de un momento...— hubo un silencio —Tu casa tiene un seguro de robo, la compramos para todos nuestros trabajos, deberías tomarte el día y averiguar eso— le informo y le dió un folleto

—Ya lo sabía, pensaba ir después de trabajar—

—No te preocupes por nosotros, eres totalmente prescindible para nosotros, después de todo no está Naruto— dijo con doble intención

Sasuke gruño bajó

El Aburame sonrió de manera modesta

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Naruto estaba en la casa de Ara, la castaña abrió la puerta y desapareció su sonrisa que tenía antes

—Naruto-sama...— llamó sorprendida

—¿Puedo hablar contigo?— preguntó con un poco de timidez

—¿Porqué lo dices así?— sonrió un poco sonrojada —Si quieres tener sexo estoy siempre dispuesta a hacerlo—

El oji-azul negó con la cabeza —No, Ara, lo que dije antes era verdad—

La oji-verde se asombro un poco y lo dejo entrar

Ara estaba un poco nerviosa, ese no parecía ser el hombre del que se enamoró

—Sé que te ignore cuando confesaste que me amabas, realmente lo siento— se disculpó con pena —En ese momento solo quería tener sexo contigo— con atroz honestidad la atacó —Eres realmente genial Ara, me llamaste tanto la atención cuando te conocí, sigues estando bonita aún—

—Yo nunca quise ser "bonita" para tí, quería ser sexy— interrumpió —¿Es porque no tengo el busto suficientemente grande?— preguntó —Me puedo operar— ofreció

—¡No, no, no!— repitió con insistencia —No hagas eso, tus pechos son perfectos—

—Entonces...¿Quieres tocarlos?— se insinuó mientras tomada la mano del hombre y la puso en su escote —No es divertido si no me pones en el sillón con fuerza— susurró en el oído del adverso

—No lo haré— dijo firme y un poco sonrojado —Ese que tú amas, es otra persona, no soy yo— le dejo en claro y se liberó de ella —Ara... necesito saber cuánto dinero quieres por esa farsa—

Los ojos verdes de Ara se cristalizaron y se hizo pequeña

—¿Qué sucede?— cuestionó genuinamente preocupado por ella

—¿Hay algo mal en mí? Te tenías que enamorar de mí...dejarías a tu esposa por mí— lloró —Tenías que enamorarte de mí, yo era especial— reclamó a él hombre
Naruto no entendió

—¡Conmigo hiciste cosas que con las otras no!— gritó en su reclamo —Pensé que regresaría tarde o temprano, me besaría y te me confesarias cuando abriera la puerta—

El oji-azul se dió cuenta de que esa era la cara de decepción al abrir era porque no hizo eso exactamente

—No sé— respondió confundido —Solo tuvimos sexo, si me gustaba especialmente tenerlo contigo pero no te amo—

Ara le tiró con una lámpara, él pudo esquivarla, ella nunca había actuado así

Era peligrosa pero nunca había reaccionado así a sus negativas, en otras palabras, nunca lo había intentado golpear

—¿¡Porqué no me amas!?— reclamó en un grito —¿Necesitas que me ponga cabello de fantasía u ojos? ¿Me casó? ¿Quieres que sea familiar de una familia poderoso? Nosotros somos perfectos para el otro—

El rubio no se fue porque notó el dolor y las lágrimas rebosantes

Él se sentía culpable de no amarla, una situación que le era bastante conocida, pero al mismo tiempo sabía que ella se lo recriminaba a si misma

Naruto notó que las piernas de Ara temblaban y la sostuvo

—¿Acaso no habrá alguien me ame?— cuestionó llorando fuertemente

—Eso es solo una parte— respondió el rubio con pena —No todo es eso—

Ara lloró en el pecho del hombre que le tenía compasión

[...]

La castaña se calmó, —Lo siento— se disculpó

Naruto se dió cuenta de una foto que nunca había visto antes, era una donde ella estaba pequeña con su madre, era gordita y baja, se veía dulce, era muy diferente a la que se encontraba a su lado

La mujer estaba insegura y tenía una insistencia a ser aceptada por los hombres después de que su padre la abandonó, nunca se sentía lo suficientemente bonita

Sintió que Naruto la abandonaba  definitivamente también y reacción de una manera errática e intensa

La repisa de la oji-verde estaba llena de novelas románticas

El rubio cerró sus ojos —Lamento que tu vida no sea como quisiste— le dijo con pesar —Pero eres bella y sexy, seguro que hay hombres que no se creen suficiente para tí, pero yo no puedo hacer nada nuevo contigo, goce estar contigo pero lo que tuvimos no era bueno ni correcto, es mejor romper con ésto y si así lo quieres puedes conocer al nuevo yo y ser amigos, ¿Qué opinas?—

Ara sonrió —Eres un estúpido— soltó limpiando sus lágrimas —Si no te vas de mi casa ahora mismo, te lanzare todas mis novelas y te dejaré inconsciente— amenazó

Naruto salió corriendo

—Mas te vale no volver— dijo al verlo subiendo subiendo al auto —Perdí mi tiempo con él, te olvidaré— espeto y empezó a llorar de nuevo

El rubio manejó para salir de ahí, debía de ir con Izuka

La rubia lo vió acercándose con su auto, vió que frenó y se acercó  —Lo sé, mi caliente príncipe inocente— bromeó —Nuestra historia llegó a su final... nunca te ame pero me gustó tener "aquello" contigo—

El Uzumaki sonrió —Puedes visitar a Obito si quieres—

—Esta bien— soltó con tristeza — Técnicamente solo te ama a tí— dijo con una sonrisa triste

—Perdón—

—Tú no tienes la culpa que él te ame— dijo con un tono de broma

—Perdón si hice algo que te hizo sentir mal—

—Igual— respondió asombrando a el oji-azul —Perdón si era demasiado pesada—

—No te preocupes—

—Anda— exclamó —Luego pensaran que me estoy prostituyendo—

Naruto arrancó, agradeció que ella fue más fácil, algo que lo sorprendió, pues era la que más gustaba de tener encuentros

Ahora tenía que pensar cual sería la siguiente; su esposa o Yumi