Lucía

Su caliente dedo tocaba mi clítoris, esto era tan prohibido pero me gustaba... cerré los ojos y dejé que el placer hiciera su trabajo. Movía su dedo circularmente en mi clítoris y eso era genial, yo soltaba pequeños gemidos y el sonrío por el efecto que me producía, - Ya estás muy mojada gatita – dijo metiendo uno de sus dedos en mi vagina y besando mis labios lenta y sensualmente.

-        Po... por ti- Trato de articular palabra y apretó mis manos con la ropa botada en el piso - ¿Por qué? – pregunta – E... es... estoy así – logró decir ahogando un gemido- Adoro ese sonido gatita – sacó su mano y lo miré ya estaba aturdida... tomó mis caderas – Afírmate – ordenó él, rodee su cuello y él se acomodó entre mis piernas - ¿Te cuidas? – pregunta – Pastillas – respondo, él sonríe y me penetra, sentir su cálido y erecto pene dentro de mí me retuerce de placer.

Se movía rítmicamente, adentro y afuera, adentro y afuera. –Si... Dios... así – Gemí clavaba mis uñas en su espalda veía como él se tensaba, - Vamos, gatita... córrete para mí – El orgasmo me invadía y caí en el - ¡SEÑOR EVANS DIOS! – fue lo último que dije antes de sentir una liberación única. Él se seguía moviendo lento adentro mío los dos gemíamos y la capa de sudor nos tapaba.

Él se corrió dentro, nuestras respiraciones estaban entrecortadas, los dos se sentaron y se vistieron en silencio, ¿Qué estaba pasando?, era la mejor relación sexual que había tenido pero su jefe no dijo nada seguro que la despedirá... ¿Señorita seguro que se encuentra bien? – la miro con esos ojos azules – De maravilla... - respondí bajo este hombre me tenía loca. –Señor... esto no tiene que volver a pasar- dije.

El elevador comenzó a subir de nuevo lo agradecí, llegamos al piso diez y el bajó conmigo. Él parecía más serio de lo que lo vi en el ascensor.

Caminé hacia el escritorio yo era la nueva secretaria de él, para mi suerte su oficina estaba frente a mí y no dejaba de mirar mis piernas y morder su labio con deseo... Lucía que rayos has hecho.

Chris

Me acababa de follar a mi secretaria... era su primer día y la folle solo por ese labio maldoso, Dios Chris Evans que acabas de hacer... el sonido " I want you" de Kings of Leon invadió la habitación tomé mi teléfono y vi que era Robert mi buen amigo.

-        Hola Chris- dijo el moreno- Hola ¿Qué tal todo?-  pregunté, - Pues bien... excelente diría yo- ¿Por qué? – Pregunté yo confundido- Hoy será la cena de compromiso con Alexa – dijo estúpidamente enamorado- ¿Te vas a casar? – dije sorprendido- ¿Qué tiene eso de malo? – preguntó- Robert ya sabes lo que opino yo de eso- le respondí severo – Pues no quiero estar toda mi vida solo, no es mi problema que tu si, ah y trae a Caroline necesitas venir con pareja – dijo y colgó.

Genial... él era mi mejor amigo y si esa chica lo hacía feliz sabe que yo siempre lo apoyaré... pero ahora ¿con quién iré?, Caroline solo es una puta que follo nunca estaría orgulloso de presentarla como mi novia. Luego vi a al frente y supe mi respuesta la señorita Lucía sería perfecta, buen cuerpo, tenía educación y sus rasgos eran perfectos para la clase de personas que estaban allí y luego podría llevarla a mi cama y probar cosas nuevas con ella... Dios gatita me tienes adicto a ti.

Lucía – la llamé, ella nerviosa vino hacia mí - ¿Hoy en la noche está ocupada? – Ella abrió sus dos preciosos ojos... esperen, ¿Dije eso yo?, ¿Hermosos desde cuando dices eso? – Señor... yo – comenzó hablar y la detuve – si dice que no estará despedida – la amenacé y ella dijo- ¿Me está amenazando señor Evans? – alzó una ceja y se apoyó en el escritorio y de su cara mis ojos fueron a sus pechos... sentía como mi pene se ponía duro y tragué saliva- Si... señorita- respondí, ella me miró – la pasaré a buscar a las ocho y no recibiré un no por respuesta- me levante y la apegue a la pared – Sé que te gusta tanto como a mí como a ti – la besé lentamente y me separe luego me fui a mi próxima reunión, Lucía serás mía.