Me duele mucho la vida, pero de repente me pare en medio de la calle a reírme con mi hermana y me di cuenta que no todo es tan malo como nos parece.
Que la vida no va siempre del querer y tener.
Aveces se tiene y no se quiere.
Otras se quiere y no se tiene.

Estamos constantemente renunciando.
Renunciamos al amor, a las amistades.
Pero nunca hay que renunciar a los desafíos que nos pone día a día la vida.

Aceptar que la vida también es perder, es difícil.
Aceptar que se nos va la inocencia.
Que la persona que conocíamos no era lo que pensamos, que aquella persona no era tan mala al final de día.
Aceptar que aveces no podemos confiar en todo el mundo.

Si, la vida duele, ¿Y cuando nos dijeron que no iba a doler?
Duele más de lo que esperamos, y esperamos demasiado de la vida.
Pero algunas veces hay que ponernos los auriculares y caminar al siguiente reto.
Camina aunque estés roto.
¿Podés llorar? Claro que sí.
Todo el tiempo, pero luego de llorar, levántate.
Anda a buscar lo que tanto querés.
Seguí riendo, pedí ayuda aunque te resulte difícil.

Plantea que mujer querés ser en este mundo.
Que hombre querés.
Que hombre querés ser para esa mujer o para vos mismo.
La vida es corta y se pasa en un abrir y cerrar los ojos.
La vida duele, pero no tanto como la muerte.

Redes de la autora
Instagram CamiiGodino0
Tik tok camilaglectura0