Continuando con los hechos del capitulo anterior nuestros dos protagonistas se encontraban en la oficina de Geria la cual estaba en estos momentos produciendo un hechizo de reconocimiento civil el cual básicamente era como volverse parte de la nacionalidad de una cuidad. El hechizo consistía en que con la misma tinta que escribieron ellos mismos marcaran un símbolo específico en su mano dominante para así ser oficialmente registrado, en esta cuidad eres un adulto de manera oficial apartir de los 16 años.

Ahora saltaremos unas horas después donde nuestros protagonistas estaban caminando por la cuidad la cual era una especie de mezcla extraña entre la época victoriana a causa de la arquitectura del lugar llena de adornos y extravagancia en los edificios de gobierno, edad media por las vestimentas de los lugareños los cuales ya de por si mirarlos podías saber cual era su oficio y que era lo que hacían en la cuidad y la revolución industrial de Inglaterra a causa de los diferentes artilugios que se encontraban vendiendo, piezas mecánicas e incluso prótesis que tenían las personas. Damián de quedaba bastante asombrado mientras miraba absolutamente todo con detalle, había una gran diferencia con su mundo aunque no sabía si el comportamiento era igual al de latinoamérica por lo que por puro instinto se mantuvo a raya de las personas.

–Bien, primero lo primero ¿Cuánto dinero tenemos? –Diría Damián mientras se acercaba a su compañero el cual estaba distraído como siempre.

–Que buen cu- Eh? A pues la doña nos dijo que teníamos 50 Warles aunque no sé que signifique eso –Respondío Javier volteando a mirar rápidamente a donde su amigo, tratando de disimular que no estaba mirando nada indebido.

–Bien, no sé cuáles sean los precios en este lugar pero como vimos que aquí el día dura mas pues tenemos tiempo a conseguir un lugar donde dormir así que andando –Diría Damián el cual se comenzaría a aventurar hacía la cuidad, tomando a Javier de su chaqueta para obligarle a seguirle.

Después de un rato buscando finalmente llegarían a una especie de conjunto de apartamentos que por no decir era el mas bajo de calidad en toda la cuidad porque el Damián no quería gastar demás así que nuestros dos protagonistas estarían en su nueva habitación en la cuál comenzarían a hablar que carajos es este mundo y decidir que harían después.

–Bien, este es el plan ¿Qué es lo que puedes hacer? Necesitamos buscar un trabajo para mantenernos a flote en este lugar –Diría Damián el cual comenzaría a contar las monedas mientras veía como su compañero simplemente se mantenía pensativo, algo no tan común en el que solamente se le daban ocurrencias en esta clase de momentos pero pensó que no le debía de dar tanta importancia.

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A las afueras de la cuidad, una figura se estaba desplazando por los bosques que estaban fuera de aquellos límites a una enorme velocidad, la figura tenía una capucha blanca la cual cubría la mayor parte de su cuerpo.

Aquella figura había llegado hasta un lugar de aquel frondoso bosque de robles ondulados donde había una cueva  con piedra de color zafiro donde parecía ser una base ya que había unas antorchas de uso rápido por ahí.

–Oh... Rua... Así que llegaste ¿Cuál es tu reporte? –Dijo un hombre el cual también estaba encapuchado con la misma túnica blanca solamente que estaba vez tenía un símbolo azul en la parte trasera de la túnica.

–Señor, el lugar ha estado muy tranquilo durante esta semana pero algo me llamo la atención... –Dijo Rua con una voz rasposa y serena, sin quitarse la capucha se arrodillaría a lo que parecía ser su líder –Eran dos muchachos señor, vestían con ropas extrañas que parecían ser una clase de tela de forasteros pero lo que más me llamó la atención era el como hablaban, no parecía ser ningún lenguaje que existira en todo "Droy", nisiquiera con mi habilidad podía entenderles... Talvez nos sean de gran interés señor.

–Hmmm... Por ahora Rua céntrate en esos dos pero si resulta que no son mas que personas normales solamente vete de ahí y no desperdicies tu tiempo –Le ordenó aquel hombre para después comenzar a caminar al interior de la cueva.

–Como usted lo ordené señor Nicolás –Diría la mujer con cierto tono de malicia en sus palabras y comenzaría a desplazarse nuevamente por los árboles.

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10 días después, nuestro duo ya había avanzado un poco al adentrarse en aquella pequeña civilización, se habían percatado que la mayoría de los que estaban aquí tenían un aspecto mas robusto a excpeción de los niños, esto sería debido a un entrenamiento obligatorio para los que eran nativos de la cuidad pero como ellos tenían la categoría de "Forastero" se los dejaron opcional. Estos ya habían conseguido pequeños trabajos, Damián trabajaba como mesero en la asociación de Mercenarios mientras que Javier trabajaba como un simple vendedor de Avon o mejor conocido en este mundo como vendedor ambulante de cosméticos.

Damián al trabajar en la asociación se había enterado de mas cosas como las "Habilidades" que tenían las personas. Las "Habilidades" son de carácter psicológico y mágico, son diferentes a los hechizos, encantamientos, pergaminos y la magía en general, las habilidades en los humanos se manifiesta apartir de los 7 años y según magos eruditos se manifestaba apartir de la habilidad de los padres biológicos y la personalidad que ya esté definida de la persona, todos podían usar magia y todos tenían habilidades o por lo menos en esta cuidad este gen era el que predominaba, también mediante unos cuantos cálculos que todavía recordaba de la prepa, el día en este mundo duraba 30 horas y un año duraba 400 días.

Damián se había enterado de las sociedad de este mundo mas a fondo de lo que le explicó Huita en el hospital ya que al parecer los "Warles (W)" son la moneda en 14 diferentes cuidades las cuales compartían comercio, también se había enterado que cada conjunto de cuidades tenían una moneda diferente por lo que cada vez que se decidía establecer comercio con una cuidad ambas deberán de tener las monedas de la otra para una mejor circulación de ingresos, los Warles no tienen valor por su material de fabricación sino por su símbolo, el símbolo de una cruz era que valía 1 Warles, el símbolo de espada era que valía 5 Warles, el símbolo de un escudo era de 10 Warles y la moneda con mas valor era la que tenía el símbolo de una especie de báculo la cuál valía 20 Warles y también descubrió que las familias nucleares en la cultura de esta cuidad no era la predominante ya que se aceptaba la poligamía aunque eso era si tenías los medios para mantener eso y si era decisión de la persona.

En estos días ambos se habían puesto de acuerdo para juntar el dinero que habían ganado y compartir información la cual anotaban en un libro pequeño que no es para nada robado, Damián como mesero ganaba 50 Warles y como propina 10 Warles  mientras que Javier como vendedor ambulante ganaba 30 Warles pero aveces les hacía "favores" a clientas lo cual como propina ganaba 60 Warles osea que en total en todos estos 10 días tenían  1,140 Warles lo cuál les podía permitir mejores costos aunque el pinche codo de Damián prefirió seguir ahorrando.