17- Antídoto (Parte 2 - FINAL)
Último capítulo
¡BINGO!
Era el antídoto.
Una vez lo tenía, caminé hacia la puerta rápidamente, el frío era insoportable, sin embargo, no podía abrir la puerta.
-¿Qué demonios? - intenté abrirla otra vez
Era inutil, estaba completamente bloqueada, intenté romper el vidrio que estaba en la puerta, pero no funcionó, ya que era resistente, solo me quedó golpear la puerta varias veces. Si seguía atrapado por más tiempo, iba a morir de hipotermia, probablemente de eso murió Ilhabela, ya que su cadáver no presentaba heridas ni algún daño físico visual.
Seguí golpeando hasta que Olivia se asomó por la pequeña ventana de la puerta.
-¿Michael, qué haces ahí?- se asomó por la ventana
-¡Ayúdame, estoy atrapado!
-Parece que encontraste el antídoto- miró mi mano, la cual agarraba el plástico con el antídoto
-¡Olivia, voy a morir si no salgo de aquí enseguida!
-Quiero que me pases el antídoto, Michael, esa es la condición
-¡Olivia, no puedes hacerme esto!- golpeé la puerta enojado
-Lo siento, pero necesito vivir, tengo toda una vida por delante y no pienso renunciar a ella
-¡OLIVIA!
-Por favor, no hagas esto más difícil...
-Olivia, por favor...- sentía impotencia, no podía creer que de tener la ventaja, estaba ahora decidiendo si muero de hipotermia o por el humo tóxico
-¡Michael, solo dame el antídoto!
-¡Bien, maldita sea! Solo abre, me muero de frío...
Olivia me miró por unos segundos y finalmente abrió la puerta, pero solo un poco, lo suficientemente angosto como para meter mi mano.
-Primero dame el antídoto- ordenó
-¡Olivia, me estoy muriendo de frío, estoy a menos de cincuenta grados celsius!
-¡Entonces apúrate!
Rápidamente pasé la bolsa con el antídoto por el pequeño espacio que había dejado en la puerta, una vez que lo agarró, abrió el resto de la puerta para que pudiera salir.
Salí de ese maldito congelador y encendí uno de los incineradores para luego acercarme con la intención de calentarme.
-Fue un placer hacer negocios contigo- caminó Olivia hacia mi
Sacó de la bolsa de plástico una jeringa, la cual contenia un líquido naranja en su interior. La miré con enojo ¿Pero podía culparla? Después de todo, solo estaba intentando salvar su vida, probablemente yo haría lo mismo.
-Podemos dividirnos la jeringa...- respondí, mientras permanecía cerca al incinerador
-No creo que media dosis del antídoto me salve del humo tóxico que estamos respirando, solo nos queda seguir las reglas del juego, tu mismo lo dijiste "No tenemos opción, solo que gane el mejor"
-¡Asi es, y yo merecía ganar, fue a mi a quien se le ocurrió buscar en el congelador!- grité enojado
-No Michael, fue A MI quien se le ocurrió que TÚ buscaras en el congelador primero, porque sabía que la puerta no se puede abrir desde adentro, por lo que tuve que esperar a que fueras para poder reclamar el antídoto
-Tú...¡TÚ!
-Asi es, yo- se señaló a ella misma
-¡¿Cómo mierda sabías que la puerta del congelador no se podia abrir desde adentro?!
-Me lo dijo el profesor Andrew en una de sus clases, pero ese no es el punto, el punto es que tengo el antídoto y podré salvar mi vida
-¿Qué?...
Olivia le quitó la tapa a la aguja y se preparó para inyectarse.
-¡Olivia, espera!
-¿Ahora qué?
-¿Y si el profesor Andrew es al desconocido? ¡Piénsalo! Sabe el nombre de los doctores, sabía que hoy había una operación importante, sabe los horarios, sabe la carta de los almuerzos, nosotros registramos nuestros números antes de venir, probablemente de ahí obtuvo nuestros números
Olivia se quedó en silencio por unos segundos, empezó a atar cabos hasta llegar a la misma conclusión que yo.
-Tiene algo de sentido...- respondió
-Tenemos que detenerlo
-¿Cómo?
-Tengo una idea, pero voy a necesitar que confíes en mí...
-Michael... No se si pueda hacerlo, estoy tan cerca de la victoria, arriesgarme a un plan podría costarme la vida- explicó con preocupación
-Solo necesito que confíes en mí
-Yo...
-Faltan diez minutos para que el humo nos haga efecto, tienes que decidir pronto- expliqué, esperando que entre en razón
-Michael, yo...
Diez minutos después...
Narra Olivia
En el grupo "El internado del infierno"
Olivia envío una foto
Desconocido: Felicidades Olivia, eres la ganadora del Internado del Infierno, la única sobreviviente
Olivia: Ahora quiero conocer tu maldita identidad y largarme de ese puto internado
Desconocido: Me parece justo, es lo que prometí
Olivia: Estoy en la zona de la morgue
Fin del chat
Esperé pacientemente a que el desconocido llegara, fue cuestión de menos de tres minutos para que haga acto de presencia con su típico traje.
-Al fin nos vemos de nuevo...- dije, mientras lo miraba con odio
-¿Estás armada?- caminó hacia mi
Levanté lentamente las manos y luego hice lo mismo con mi camiseta, mi cintura estaba a la vista, demostrando que no tenía nada.
-¿Dónde está tu compañero?- respondió el desconocido
Señalé detrás del desconocido, ahí se encontraba el cuerpo de Michael, el cual estaba echado sin vida cerca al incinerador.
-Que lástima- volteó a mirarlo
-Sé quien eres...
-¿Si? Ilumíname
-Eres el doctor Andrew, no creas que no me di cuenta- crucé los brazos mientras le miraba
El desconocido empezó a reírse, para posteriormente tirar al suelo su modulador de voz y finalmente quitarse su máscara.
Me quedé helada.
No se me había cruzado por la cabeza la posibilidad de que la persona que tenía al frente, podría ser la misma que la que estaba detrás de este juego enfermizo.
-Hola Olivia- Saludó Sandra, la enfermera
-...
-¿Qué pasa, el gato te mordió la lengua? JAJAJAJA
-¡¿Q-QUÉ MIERDA, POR QUÉ?!- grité sorprendida
-Supongo que estaba aburrida y soy fan de los thrillers de terror, cuando leí lo que pasó con la chica llamada Ashley y luego con la nieta de su amiga, sabía que debía mantener ese legado de terror vivo, pero esta vez de una manera más inteligente, tenerlos a todos encerrados en un internado fue una gran idea, así se innovaba para llamar más la atención
-¡POR TU CULPA VIVÍ TODO ESTE INFIERNO!
-Solo piensa en todo lo que ganarás cuando la prensa quiera hacerte entrevistas, hubo amistades, traiciones, sexo, sangre, es una completa perfección, incluso puede que alguien escriba un libro o haga una película sobre esto, creo que no hay suficientes discos duros en China para almacenar todas las vistas que tendremos
-ESTO LO SABRÁN LOS DOCTORES- la señalé mientras las lágrimas corrían por mis mejillas
-¿Cuáles doctores? Ayer maté a la mitad de ellos y los escondí los conductos de la cocina junto con los cadáveres de tus compañeros, ahí es donde los he estado ocultando todo este tiempo, tal vez por eso huele mal esa zona... Y los doctores que se fueron a operar, no van a encontrar nada porque voy a explotar este puto internado, así que te recomiendo irte lo antes posible
-Eres un mounstro...- empecé a llorar
-No cariño, solo soy superior
-¿Y cómo piensas responder ante las preguntas de los oficiales? Sabrán que tú tuviste algo que ver con la explosión y desaparición de los alumnos
-JAJAJA Este internado ni siquiera está autorizado por la ley, por lo tanto, no hay registros oficiales de los alumnos o doctores, por eso postulé a este trabajo, era perfecto para poner manos a la obra este juego, mi idea principal era ser la enfermera asesina, pero en lugar de eso, me pusieron como secretaria ¿Puedes creerlo?
-Es una lastima...
-Si, es una lastima estudiar cinco años enfermería para terminar como secretaria
-No, es una lastima que tu plan haya fracasado
El cuerpo de Michael, el cual estaba detrás de Sandra, se levantó y le dió un puñete, tumbandola al suelo, ambos la acorralamos y no dejamos que se levantara.
-¡¿Q-QUÉ, CÓMO ES POSIBLE?!- preguntó Sandra
Narra Michael
-Convencí a Olivia de aplicarnos media dosis del antídoto cada uno para poder soportar un poco más, no sabía si iba a funcionar, pero al final si lo hizo- explicó Michael
-Me alegra haber aceptado su plan- acotó Olivia
-¡Imbeciles, no están a salvo, solo han prolongado su muerte, es cuestión de minutos para que les termine de hacer efecto y se mueran!- gritó la enfermera
-No pasará, porque tú nos darás la llave de la puerta principal para que podamos escapar- la miré
-Sigue soñando, Michael, eso no va a pasar, yo me inyecté el antídoto hace horas, así que no me hará efecto
Olivia empezó a toser y a mí me estaba empezando a doler el pecho, necesitábamos la llave de una vez.
-¡No tengo tiempo para tus juegos, perdiste, danos la maldita llave!
-¡Nunca!
-¡ENTRÉGANOS LA PUTA LLAVE, ZORRA!- Olivia se tiró encima de Sandra y la comenzó a golpear desesperadamente, agarró una jeringa que estaba en el suelo y le clavó repetidas veces en el hombro
Intenté separarlas, pero Olivia ponía resistencia
-¡Olivia, detente!- ordené
-Aqui tienes la llave- me la lanzó- estaba en su bolsillo derecho
-Vamonos- empecé a caminar
-N-No llegarán muy lejos, primero haré explotar este maldito internado...- se empezó a levantar lentamente
-¡Michael, corre, maldita sea!- exclamó Olivia
Ambos empezamos a correr hacia la puerta principal, en pleno camino, a Olivia le dió un ataque de tos y cayó al suelo débilmente.
-¡Olivia!
-E-Estaré bien, ve a abrir la puerta...
Empecé a correr en dirección a la puerta, terminé de pasar el pasillo, pasé por el comedor, por la recepción y llegué hasta la puerta principal, tenía un candado.
Introduje la llave y la giré, el candado se abrió instantáneamente.
Tiré el candado a un costado e introduje otra llave en la puerta, está vez si se abrió por completo, después de tiempo estaba viendo el cielo azul, el sol recién estaba saliendo por completo, todo se estaba empezando a iluminar, una escena hermosa.
Volteé y no había rastro de Olivia, podría regresar y buscarla, pero corría el riesgo de que Sandra explotara el internado.
-¡Al diablo!
No podía dejar a Olivia después de todo lo que pasó, el humo tóxico estaba empezando a hacer efecto en mi, pero no podía rendirme a estas alturas. Regresé por dónde había venido y me encontré con Olivia, se había arrastrado hasta el suelo del comedor.
-¡Olivia, por favor, tenemos que irnos, la puerta está abierta!
-¿M-Michael?- preguntó débilmente, posteriormente empezó a toser sangre
-Si, soy yo ¿Puedes levantarte?- empecé a toser, sentía como mis pulmones saltaban cada vez que lo hacía
-Déjame... No puedo más- empezó a llorar mientras entrecerraba los ojos
-¡No digas tonterías, vamos!
Cargué a Olivia en brazos, noté como cerró los ojos y su ritmo cardíaco disminuía, me preocupé, por lo que empecé a correr hacia la salida.
Mientras corría, los altavoces del internado se encendieron y se escuchó a Sandra decir:
Gracias a todos por participar
Despues de esas palabras, se escuchó a lo lejos una explosión, la cual iba acercandose hacia mi dirección, corrí aún más rápido, la puerta estaba abierta frente a mi, por lo que di un último salto y escapé de ahí.
Detrás mío, se formó una explosión y las paredes se derrumbaron, pude ver lo sucedido desde afuera, con Olivia en mis brazos.
-¡AYUDA, POR FAVOR!- grité desesperadamente
Afortunadamente, las personas que pasaban por ahí llamaron a la ambulancia y nos llevaron al hospital para expulsar el humo tóxico de nuestro organismo, justo a tiempo.
Los policías y la prensa no se hicieron esperar, llegaron al hospital en dónde nos encontrábamos y me hicieron muchas preguntas, solo me importaba que Olivia estuviera bien.
Olivia despertó a las pocas horas, pero nos tuvimos que quedar dos días para recuperarnos por completo, en cuanto al internado, nadie se hizo responsable, ya que no contaba con licencia ni permisos, por lo que el director no se le ocurrió mejor idea que darse a la fuga.
Dimos nuestras declaración y nos revelaron que entre los escombros, habían encontrado el cuerpo de Sandra sin vida, evidentemente, supongo que después de todo pagó su karma. El caso se hizo conocido a nivel internacional, fue tendencia en redes sociales y los titulares eran "El retorno del asesino de WhatsApp después de ocho años".
Luego de unos pocos días, Olivia y yo regresamos a nuestros respectivos países. Aún seguimos en contacto a pesar de todo lo sucedido, resulta que teníamos varias cosas en común de lo que imaginaba. Apenas llegué a mi país, mi madre me recibió en el aeropuerto junto con mi hermanita, ambas estaban llorando y corrieron a abrazarme.
Por el momento, sigo preparándome para postular a la universidad, decidí que quería estudiar en mi país natal, por lo que el próximo año iba a inscribirme a La Universidad de El Salvador, siento que será una mejor oportunidad para conectar con mis raíces y conocer mejor al continente que me vió nacer.
Olivia decidió postular a una universidad en Cuba, ya que su familia era de allá y tienen prestigio en medicina, me gustaría poder vernos algún día. Varias editoriales se han comunicado con nosotros para escribir un libro sobre lo que vivimos en el internado, pero aún lo estamos pensando, creemos que es demasiado pronto, aún no terminamos de procesar todo esto, unos meses de calma nos vendrían muy bien.
Bueno, creo que eso es todo por contar, solo le deseo lo mejor a Olivia, en cuando a mi, creo que estaré bien, tengo una perspectiva diferente de la vida y tengo mucho más cuidado a la hora de conocer a las personas, espero que casos como los que viví no vuelvan a suceder otra vez.
Esto fue El Internado del Infierno.
Fin
Y así terminamos con otra historia, espero que les haya gustado la historia, no olviden leer las dos historias anteriores si es que aún no lo has hecho.
Mañana subiré el capítulo de curiosidades, para finalizar con todo.
¿Que te pareció la historia, cual fue tu parte favorita y que final le darías tú?
¿Cuál fue tu personaje favorito y tu menos favorito?
No olviden votar y comentar, estaré publicando otras historias en las próximas semanas, tengo dos o tres libros esperando por ser escritos, aún estoy en duda.
Gracias por haber leído, cuidense mucho y nos vemos en la siguiente historia. 💫
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