Narrado por Mia:

Sentimos leves toques en la puerta y luego está es abierta con cuidado mostrando la bata blanca de Marina una de las enfermeras de turno.

—Mia, el doctor Tyler la espera en consulta. — informa la enfermera mirándome desde la puerta.

La miro pensando en la posibilidad de inventar alguna escusa, llevo alrededor de una semana y media evitando a Tyler. Es una tarea extremadamente difícil y sí, tuve un tiempo la excusa de Mar, pero no creo que me siga sirviendo.

Desde el momento en que me di cuenta de que me estaba confundiendo trato de pasar el menor tiempo posible cerca de él, pero esta vez sé que no voy a poder escapar. La mirada de la enfermera me hace saber que ella se encargará de que llegue a la consulta por las buenas o por las malas.

—Vamos — Digo con un bufido sin molestarme en cambiar el informe que traía, que era el que Mar nos diseñó hace tiempo. Ella mira con algo de desapruebo la piel que mostraba, pero pasé por delante evitando algún comentario.

Marina me dejó frente a la puerta y no se fue hasta que me vio entrar. Dentro se encontraba ya Tyler que me miraba esperando una excusa, que no pensaba darle. Noté como su mirada se detuvo en el corte del pulóver que mostraba mi estómago plano, pero la pasé por alto, lo que menos necesitaba era una reprimenda por mi ropa.

—Buenos días — dije con desgana y me acosté en el sofá evitando mirarlo. Esperaba que el tiempo pasará rápido.

—Buenos días, Mia, me gustaría saber por qué no has estado viniendo a consulta. Al parecer hoy tampoco tenías pensado presentarte.

De reojo lo vi ponerse de pie y acercarse a mí.

—Eh estado ocupada— musité encogiéndome de hombros.

—Qué te pasa Mia ¿Es por Mar?, porque eso no es culpa tuya y lo sabes.

—Creo que también es nuestra culpa — afirmó, en negación a sus palabras.

— ¿Por qué sería culpa nuestra?

—Porque no la apoyamos, no sé ...se supone que somos sus amigas y ni siquiera sabíamos que estaba deprimida. Estamos tan adentrada en nosotras y nuestros problemas que no nos dimos cuenta de que nos necesitaba, pudimos perderla y sería totalmente nuestra culpa.

Frustrada, cambio de posición quedando sentada.

—No es su culpa, sería egoísta por parte de Mar esperar que únicamente se preocupen por ella.

—No.... fue egoísta de nuestra parte el solo preocuparnos por nosotras mismas —lo corrijo —Rochi esta tan metida en su mente en constante lucha con Valentina y con sus propios sentimientos por la partida de Rama... y yo, yo estoy pensando todo el tiempo en idioteces sin darle atención a lo que lo merece. — Terminó dejando salir lo que siento y me maldigo por la reacción que siempre tengo con él, simplemente no puedo guardarme nada.

Se acerca más ante mis últimas palabras y termina en cuclillas frente a mí, tomándome de las manos.

—Mia, me parece que te culpes de cosas que están fuera de tu alcance. Si Mar no quiso comentarte sus problemas no podías obligarla, no eres su niñera, también tienes tu vida y sí, puedes cuidarla, pero de vez en cuando también permíteme ser egoísta y pensar solo en ti.

Mirarlo tan cerca de mí, pidiéndome que sea egoísta y piense en lo que quiero hace que mis pensamientos solo se entren en él y lo cerca que se encuentran sus labios, esos labios que me han tentado por tanto tiempo. El tacto de sus dedos hace que los latidos de mi corazón cambien a un ritmo más acelerado. "me pregunto si podrá escucharlos» Y quiero ser egoísta, por una vez quiero dejar de ser tímida e ir por lo que quiero, aunque luego tenga que cargar con las consecuencias.

—No me puedes pedir que sea egoísta, eso me hace desear cosas que sé que no puedo tener — murmuro sin poder evitar que las lágrimas de impotencia y dolor rueden por mi rostro.

Fijo mi mirada sin poder evitarlo en sus rosados labios mientras muerdo los míos en un intento por reprimir me.

—Te sorprenderías — susurra soltando una de mis manos para luego colocar la suya en mi mejilla limpiando las lágrimas. Un gesto tan tierno que me hace temblar.

Lo noto mucho más cerca y antes de que pueda procesar lo que está pasando sus labios están sobre los míos. Y dios, se siente como estar en el cielo. Tener algo que crees imposible hace que todo sea más fuerte, más emocionante y la ternura de sus movimientos mientras sus labios se mueven contra los míos me hace soltar un suspiro que lo lleva a profundizar el beso convirtiéndolo en algo mucho más íntimo, no deja de ser tierno, pero tiene un toque de poder y desesperó que me hace notar lo mucho que ambos deseábamos este beso.

Se separa con cuidado y pega su frente a la mía, aún con los ojos cerrados disfruto de la cercanía.

—Mia— susurra tratando de llamar mi atención, pero yo sigo con los ojos cerrados—Mia— repite

—No quiero caer tan rápido en la realidad, déjame disfrutarlo solo un poco más. — pido haciendo puchero.

—La realidad siempre puede ser modificada — responde haciéndome levantar el mentón y terminó por abrir los ojos mirando directamente los suyos tan brillantes y atrayentes.

—No quiero que vengan ahora los arrepentimientos y los miles de peros— le digo pensando en todas las razones que me dará del por qué no podemos estar juntos y que es un error.

En respuesta él se pone de pie. Lo veo alejarse hacia la puerta y mi corazón se estruja ante el pensamiento de que se vaya y me deje aquí sola. En cambio, me relajo cuando lo veo cerrar con pestillo y luego regresar, sentándose a mi lado.

— No hay peros, tal vez si mucho de qué hablar — en un rápido movimiento me toma de las caderas, me sienta a horcajadas sobre su regazo y entrelaza sus manos en mi espalda, haciendo que quede presa entre su cuerpo y manos. Lejos de ser un acto sexual es uno tierno, mostrándome que no me quiere apartar, me quiere a su lado.

— Sé que no va a ser fácil, pero te quiero, llevo demasiado tiempo intentando ocultarlo. Pero me es imposible el pensar en verte cada día y no poder tocarte, en no poder decirte cómo me siento.

—Yo... — empiezo a decir, pero soy interrumpida por un pequeño beso de su parte que termina por callarme.

—Déjame terminar.

Abro la boca con la intención de responder, pero soy callada con otro beso lo que me saca una enorme sonrisa a pesar de los nervios.

— Me gustas Mia, desde que te vi sentí algo especial. Intenté por todos los medios ser profesional y mantenerme alejado, pero no pude. Verte triste y no poder reconfortante me mata. Te quiero y si sientes lo mismo quiero que lo intentemos. Sé que es egoísta y nos tendremos que esconder la mayor parte del tiempo, pero te pido que me des una oportunidad.

_Si es un sueño por favor no me despierten. _ Pienso antes de dar una respuesta, la vulnerabilidad que veo en sus ojos me hace poner una mano en su mejilla y acariciarlo mientras hablo.

—También me gustas, más de lo sanamente posible— digo y cuando veo que quiere interrumpir uso su técnica y lo calló con un beso — me he pasado los últimos días tratando de enviarte porque no era sano para mis sentimientos el tenerte tan cerca, hice mi mayor esfuerzo, ¿Aunque cómo puede una loca escapar de su médico?

—No estas...

Lo vuelvo a callar con un beso y está vez el que sonríe es él. Simula que cierra la boca con llave y la tira tras sus espaldas, lo que me hace sonreír a mí, amando este lado tan juguetón que no había tenido la oportunidad de conocer.

—Sé que va a ser difícil como dijiste, pero intentemos. Por una vez quiero ser egoísta. — lo miro directamente a los ojos para decir las últimas palabras— Te quiero— sellamos nuestra declaración con un beso, un beso de esos que recuerdas para toda la vida.

** ***--*************************************

Mil gracias por darle está nueva oportunidad a esta increíble Historia.

Gracias mis fantasmitas por su apoyo incondicional, días tras día trato de realizar un capitulo con amor para ustedes.

Si quieren obtener más información sobre mis historias, quieren saber cuáles son los próximos proyectos, me pueden seguir en Instagram como Alejandra 18 o en Facebook como

No Olviden dejar su comentario para saber que le está pareciendo está increíble Historia que trataré de hacerle muy especial, hasta el próximo capítulo.