La Verdad Que Intenté Esconder
Pasaron un par de días donde lo único importante que ocurrió fue que tuve que irme de casa hasta la noche para evitar a los periodistas. Con todo el tema de los Ultraentes se habían vuelto bastante insoportables. Por suerte, si me ponía la ropa que compré en Ciudad Hauoli, podía evitar más fácilmente a los periodistas.
Un día de estos, me llamó Gladio por la RotomDex. Básicamente, un pokémon había drenado toda la electricidad de la Avenida Royale, hazaña a la altura de un Ultraente. Ahora ese Ultraente estaba en la Jungla Umbría.
Fui para allá lo más rápido que pude con mi pokemontura de Charizard y me recibió la capitana Lulú.
Lulú: ¡Hola, campeón! ¿Cuánto hace que no nos vemos?
Yo: Desde el festival de Pueblo Lilii si no recuerdo mal. ¿Has visto al Ultraente?
Lulú: No. Unos empleados de Æther y una chica trajeada de pelo morado me dijeron que me quedara aquí.
Yo: Oh. Pues supongo que tendré que ir a buscarles.
Lulú: Te acompaño. No tengo otra cosa que hacer.
Elio: ¿Estás segura? Es muy peligroso.
Lulú: ¡Motivo de más para ir! No puedo dejar que pokémon salgan heridos.
Intenté utilizar el radar, pero no podía saber si lo que mostraba era el Ultraente o Destra. Después caminamos un rato por la jungla encontrando una buena suma de pokémon malheridos.
Lulú: Mira a estos pobres pokémon. Tenemos que detener a ese Ultraente antes de que cause más daños.
El escucharla de nuevo fingir que le preocupaban los pokémon me hizo hervir la sangre y el recordar aquella vez que enfrenté al Lurantis dominante provocó algo de dolor en mi cabeza. Aún con todo eso, la seguí hasta que encontramos un par de empleados de Æther tirados en el suelo. Tenían los pelos de punta y parecía que habían recibido una buena descarga. Aún con eso, no habían recibido daños graves.
Lulú: ¡Eh, despertad! ¡Nos vendría muy bien que nos hablarais sobre esa criatura!
Yo: Oye Rotom, ¿podrías hacerme un favor?
RotomDex: ...
Oh, claro. Olvidé que se pone muy tímido cuando hay desconocidos a su alrededor. Sin embargo, no tenía tiempo para estas tonterías.
Yo: ¡Rotom, sal ahora mismo!
RotomDex: - asustado - V-Vale.
Lulú no podía evitar reírse, y eso solo me puso de peor humor.
Yo: Rotom, ahora que tienes información sobre los Ultraentes busca alguno que pueda ser tipo eléctrico.
RotomDex: ... He encontrado al que estás buscando.
_______________________________________
UE-09: Resplandor.
El UE-09 o Xurkitree mide casi 4 metros y estamos seguros de que es tipo eléctrico, pero creemos que también es planta o acero.
Es capaz de absorber y liberar colosales cantidades de energía con sus extremidades en forma de cable. Suele aparentar ser un árbol, y es sorprendentemente eficaz en ello gracias a un inteligente uso de las luces para confundir a la gente (por eso la foto se ve borrosa). En caso de que lo vean liberará un gran destello para después escapar o lanzarán una descarga para incapacitar a su oponente.
Su comportamiento da a entender que se ponen nerviosos al ver humanos u otros pokémon. No es especialmente agresivos, pero se alteran y molestan con la presencia de otros. Creemos que se alimentan de energía eléctrica.
_______________________________________
Se reconoce a medias, pero estoy convencido de que podrían haber hecho una mejor foto.
Lulú: Si tenías algo tan útil, ¡¿por qué no lo has sacado antes?!
Yo: Lo siento, se me olvidó que lo tenía.
Lulú: Y se supone que tú eres buen analista...
Yo: ¡Oye!
Lulú: Perdona. Sigamos con la búsqueda el Ultraente no estará muy lejos.
Lulú empezó a caminar y poco después se tropezó con las raíces de un árbol.
Lulú: ¡¿Pero qué?! ¡Me conozco este bosque como la palma de mi mano, es imposible que me haya tropezado! A no ser...
Lulú dirigió su mirada hacia el "árbol" de donde provenían las raíces. Así, de frente, era obvio que no era un árbol, pero gracias a la oscuridad de la zona, no lo había notado.
Lulú: ¡Campeón!
Yo: ¡Voy!
Antes de que le diera tiempo a escapar, saqué a Sauron para impedir que huyera y así iniciar un combate.
Xurkitree usó campo eléctrico e Incineroar atacó con envite ígneo, causandose daño a sí mismo. Lancé una enteball y en el último momento Xurkitee se liberó para después atacar con chispazo. Lancé otra enteball y nuevamente Xurkitee se escapó en el último momento para después usar chispazo. Cambié a Tapu Koko y este recibió el chispazo. Otra enteball más y logré capturar a Xurkitee.
Lulú: ¿Cuándo lograste capturar un espíritu guardián?
Yo: Durante el festival de Pueblo Lili.
Lulú: Ah, ¿cuándo te escapaste con la novia?
Yo: No es mi novia. No sé porque todo el mundo lo piensa.
Lulú: Si tanta gente lo piensa, será por algo.
Yo: - suspiro - Sí, sí, lo que tu digas.
Lulú: Pero mírate, te estás sonrojado - riéndose aunque no era cierto.
Yo: Lulú, ¡suficiente! - bastante molesto.
Lulú: Eh, eh, tampoco te pongas así, no he hecho nada malo.
Yo: Lo sien... Espera, no lo siento, eres tú la que no para con la broma.
Lulú: Vamos, tampoco es para enfadarse de esa manera.
Yo: Da igual. Vamos a la entrada de la jungla, habrá que avisar de que hemos encontrado al Ultraente.
Lulú: Ve tú. Yo intentaré ayudar a estos pokémon.
Yo: - murmurando - Si en verdad te preocuparan los pokémon, no serías capitana de una prueba mortal.
Lulú: - molesta - ¿Has dicho algo?
Yo: ¡Si en verdad te preocuparan los pokémon, no serías la capitana de una prueba mortal!
El rostro de Lulú se llenó de sorpresa, pero rápidamente cambió a rabia. La capitana se levantó caminó hasta estar frente a mí y me miró directamente a los ojos.
Lulú: ¡Tú te metiste en el Recorrido Insular por tu cuenta! ¡Tú no fuiste su verdugo, pero sigues siendo el principal causante de la muerte de esos pokémon!
Yo: ¿¡Crees qué no lo sé?! - mi cabeza empezó a dolerme muchísimo por esos recuerdos - ¡¿Qué disfruté de verlos m-m...?! ¡¿Qué no me atormenta cada noche?! ¡¿Qué no me hace creer que fui un monstruo?! ¡¿Qué no me hace pensar que me odian?!
No estaba pensando lo que decía, pero el no pensar alivió los dolores de cabeza. Algo es algo. Tampoco sabía en que momento agarré a Lulú por los hombros. Lulú no se atrevía a hablar, sólo me miraba aterrada. Al darme cuenta de esto, la solté y empecé a caminar hacia el interior del bosque con fuertes dolores de cabeza. Escuché la voz de la sombra informe como un susurro en mi mente.
Sombra: ¿Lo ves? Sabías de sobra que ni yo ni Darkrai te causábamos insomnio.
Yo: ¡Cállate!
Lulú: E-Elio, me estás asustando.
Sombra: Por fin dejas de vivir en tu propia mentira.
Yo: No, no, no... No es el momento de estás tonterías. Lulú, necesito algo de tiempo a solas. No te preocupes, estaré bien.
Aceleraba el paso según el dolor se intensificaba. Al contrario que Lulú, yo no conozco el bosque, por lo que acabé tropezando con una raíz y estuve a punto de caer contra el suelo, pero Ent salió de su pokeball y me sujetó.
Yo: ¿P-Por qué...?
Mi pokémon me regaló lo que parecía una sonrisa y yo no podía comprenderlo. En cuanto me reincorporé agarré su pokeball y la lancé con toda mi fuerza hacia un lado, creando una distracción que me permitió salir corriendo.
Sombra: ¿Y eso?
Yo: ¡Necesito un rato a solas y ellos no me dejarían de otra manera! ¡Además, no tengo que darte explicaciones de todo lo que hago!
Ya volvería después, pero entonces necesitaba estar completamente solo con mis pensamientos. Pude ver una mancha en mi campo de visión y sin pensarlo dos veces lancé en su dirección la pokeball de Mosca. Sin embargo, la sombra se desvaneció y Mosca salió de su pokeball confuso al no ver ningún contrincante. Cambié de dirección y seguí mi ruta, lo que de alguna manera pareció no agradarle a Karen, que salió de su pokeball y se interpuso en mi camino.
Sombra: Al final resultará que tenías razón al pensar que...
Yo: ¡Yo no he pensado nada de eso!
Sombra: Sí, sí, tú sigue con lo tuyo.
No sabía que hacer para continuar. Decidí intentar sobreponerme a mi dolor de cabeza y usar mi capacidad de análisis, logrando así dar con la solución. Fue entonces que saqué a combatir a mi más fiel compañero. Generalmente me basta con una mirada o un pensamiento para que Sauron sepa que le estoy pidiendo, pero esta vez fue diferente. Dexio tenía razón, los lazos que nos unen a mis pokémon y a mí son mucho más débiles que antes.
Yo: Sauron, entretén a Karen mientras yo escapo.
Sauron me miraba a mí y después a Karen sin comprender el motivo de mi petición.
Yo: Tú solo hazme caso, ¿vale?
No estaba demasiado convencido, pero aún así se puso en guardia para pelear.
Yo: Gracias... Confío en que lo harás bien.
Una vez ya solucionado ese problema, seguí perdiéndome en el bosque y al alcanzar cierta distancia dejé caer las pokeballs de Sauron y Karen. La sombra informe no parecía tener nada más que decir y permaneció callada. Acabé llegando sin contratiempos a una especie de cueva donde me topé con lo que menos necesitaba encontrarme, un Xurkitree. Nada más verme liberó una descarga bastante potente a su alrededor y yo fui hacia atrás para evitarla, pero esto provocó que cayese en lo que aparentaba ser un agujero sin fondo. Hubiese caído de no ser por Tapu Koko, que me agarró de la camiseta antes de que cayese, aunque mi gorra no corrió la misma suerte.
Yo: ¿P-Por qué no...?
Tapu Koko me levantó hasta estar a la altura del suelo y me lanzó contra una pared. No sé si fue la fuerza del impacto, el desgaste mental o una combinación de ambos, pero en ese instante caí inconsciente y desperté en mi mente, donde volvía a estar frente a frente con la sombra informe. Bueno, creo que ya es el momento de que deje de llamarlo por ese apodo tan ridículo...
Sombra: Ya era hora.
Yo: ¡No interrumpas mi narración!
Sombra: Bien, pero solo porque ahora si estás siendo un buen narrador.
Yo: Llevo toda esta historia y otra más siendo narrador, así que no vengas aquí a darme clases.
Sombra: Un narrador no debe narrar lo que le conviene, como has hecho tú a lo largo de esta historia. Omitías datos, cambiabas otros, decías estupideces, te contradecías constantemente...
Yo: Da igual. Puede que no sepa nada de ti, pero si sé quien eres. El Devorador de Luz que apagó el destello en mis ojos. Eres quien se ha aprovechado de mi debilidad mental para saciar tu hambre de luz. Leí en Ciudad Malíe tu verdadero nombre, pero omití narrarlo porque admitir que tú eras el causante de mi malestar sería admitir que estaba quebrado mentalmente. Así que contesta a mi pregunta: ¿Qué quieres de mi, Marshadow?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top