Capitulo 9

-¿Enserio Aarón se comportó así?-me mira sorprendida Carolina.

-Algo así-tuerzo la boca-¿crees que no quiera tener hijos?

-Tal vez no sea el momento de su vida que quiera hijos, amiga, no tú no preocupes-me da una sonrisa reconfortante, pero luego pone los ojos como platos-Oh no me digas que estás embarazada porque te ¡mató!

-¡NO! Claro que no-la miro con horror-no sabría qué hacer con un bebé en estos momentos.

-Más te vale, no quiero sobrinos aún.

-¡CÓDIGO ROJO! ¡Rápido, se necesitan médicos, enfermeras, traumatología!-escuchamos cómo empiezan a gritar en la puerta de emergencias, todos los que nos encontramos corremos hacia las camillas que traen los paramédicos.

-¿Que traes?-le pregunta un médico.

-Paciente femenino con múltiples heridas, golpes y quemaduras de primer grado, edad estimada de 30 años, está consciente pero ya lleva dos convulsiones en menos de 20 minutos, signos vitales bajos-habla rápidamente la paramédica que jala la camilla.

-Paciente masculino, múltiples heridas, golpes y quemaduras de segundo grado, tiene una perforación en el abdomen, se ha tratado de contener la hemorragia con presiones en la herida, pero es demasiado profunda, lo más probable es que perforó el intestino, edad estimada de 30 años, está inconsciente desde que lo encontramos, signos vitales bajos.

-El la otra ambulancia vienen tres más con heridas parecidas pero están con un alto índice de alcohol en su organismo, uno de ellos murió en la explosión.

¿Escuche bien?

-¿Explosión? ¿Que es lo que ocurrió?-miro con horror la escena frente a mi.

-Un choque en una gasolinera, uno de los autos se estrelló con una de las bombas llevándose consigo a un auto que estaba estacionado cargando gasolina, aunque la bomba no era muy grande fue lo suficiente como para causar daño.

-No puede ser-dice m amiga enseguida de mi.

-¡vamos todos a su trabajo!-hablo rápidamente corriendo hacia un paciente.

Era la mujer, sus quemaduras eran graves para ser de primer grado, la mitad de su tranco superior está cubierto de ampollas y marcas, su cara...

Está completamente desfigurada, apenas y quedaba una porción de su cabello.

Me acerco a ella con unas compresas de agua fría y las pongo en sus heridas mientras otros la examinan, trato de quitar algunos trozos de vidrio de su piel tratando de no lastimarla más de lo que está.

-¡REANIMACION! ¡RAPIDO! ¡CARRO ROJO!

-¡DOCTOR, LO ESTAMOS PERDIENDO!

-Ya vuelvo, Encárguense- el médico titular que estaba se fue a ayudar a los demás ya que en su mayoría había residentes de medicina.

-Está convulsionando de nuevo-habla uno y rápidamente pongo compresas bajo su cabeza tratando de que no se de un golpe por los movimientos bruscos, mientras los demás la ponen de lado.

-Tiene un paro cardíaco, su pulso baja.

No, no, no.

-EL CARRO ROJO RÁPIDO.

-Su pulso se desvanece.

-Desfibrilador, rápido- habla el médico frente a mi, yo descubro el pecho de la mujer mientras otro coloca gel.

-Cargen a 100, apártense-todos hacemos lo que dice y nos alejamos de ella, una carga y nada-a 200.

-Vamos, todo depende de ti ahora, nosotros hacemos lo que podemos, pero tu eres la que decide, lucha por quedarte, lucha por tu vida-no sé porque siento esta necesidad de protegerla y estar a su lado, le hablo al oído con esperanza que me escuche pero un sonido en en monitor me indica que se ha ido.

-No hay nada mas que hacer-habla el residente-Hora de la muerte, 6:50 pm.

-¿Se le avisó a sus familiares?-habla la enfermera a mi lado.

-No se encontraron datos de ellos, pero iban a revisar el auto, por suerte y encontraron algo, ¿alguien podría ir a preguntar?

-Yo voy-hablo rápidamente, tratando de salir de esa escena, nunca me ha gustado urgencias ni creo que me llegue a gustar, todo es demasiado rápido y fuerte, miles de emociones llegan a mi junto a cada paciente a punto de la vida y la muerte.

Al llegar a fuera de urgencias me topo con un paramédico.

-Disculpa, ¿encontraron alguna identificación de los pacientes recién ingresados?-le preguntó y el asiente.

-Si, solo que un compañero fue al servicio social para poder preguntar sus nombres y números de emergencia, no se veía mucho en la identificación.

-En cuánto tenga alguna información avísenos, la chica ya murió, se le debe notificar a sus familiares, y buscar a los de los demás cuanto antes.

-Así será.

Yo asiento con la cabeza y me adentro de nuevo al hospital, al llegar veo las cosas un poco más tranquilas, me acerco hacia uno de los ingresados, el cual está siendo entubado para que pueda respirar adecuadamente.

-Enfermera ¿me puede pasar el laringoscopio?-yo lo tomo y se lo paso rápidamente.

-Aquí tiene, ¿cómo está el?

-Delicado, aunque están sus signos muy bajos está luchando-el médico me mira y me da una sonrisa-tengo mis manos ocupadas alguien incline hacia delante su cabeza.

Uno de sus estudiantes hace lo que le pide y me deja ver un fuerte golpe en la frente del paciente, junto a una cabellera pelirroja.

Una persona me cruza por la cabeza, pero la elimino rápidamente.

-¿Ya saben quién es el paciente?-pregunto y todos niegan, mi corazón empieza a latir rápidamente, una angustia crece en mi sin ninguna explicación, siento como mi respiración se hace irregular.

El sonido en mi pantalón se hace presente, me alejo de ahí y saco mi celular.

Una llamada de número desconocido.

-¿Hola?-mi voz sale con miedo.

-Buenas noches, ¿usted es.. Fernanda Ramírez?

-Si-mi pulso se acelera sin ninguna razón.

-Usted está como contacto de emergencia de la señorita Shenna pretov, se le informa que tuvo un accidente y está en el hospital Ángeles, no tengo información de..-dejo de escuchar todo y giró rápidamente corriendo hacia las camillas.

No, no puede ser cierto.

-¡Arthur! ¡Shenna!

Me cerco al cuerpo pálido de la mujer que acaba de fallecer hace unos instantes.

-No, me niego a creer-acerco mis manos temblorosas a su cabello examinándola, mechón pelirrojo-¡No! Shenna.

Lágrimas salen de mis ojos rápidamente, siento como unos brazos me rodean de la cintura alejándome del cuerpo pero yo niego.

-¡Suéltenme!

-Fernanda, ¿que te pasa?-llega a mi lado Carolina, su mirada es preocupada.

-Ella es.. Shenna, mi vecina-hablo entre cortadamente-entonces el es Arthur, su esposo-miro la camilla a mi lado.

Una presión se hace presente en mi pecho, el aire se me va y todo empieza a dar vueltas.

Zenda

¿Donde está Zenda?

-¿Había una bebe en el auto?-hablo rápidamente pero nadie contesta-díganme que no había una bebe en el...

Mientras escribía el capítulo sentía cada emoción de él, espero ustedes sintieran lo mismo al leerlo, un beso.

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