-Eh creo que me equivoqué de número..

-Oh eres fernanda, hola cariño.

-¿Quien eres?-frunzo mi ceño al escucharla decir mi nombre.

-No puedo creer que te olvidaste tan rápido de mi, soy Monique.

Esa secretaría...

-¿Donde está Aarón?

-No te lo puedo pasar-escucho su voz chillona y mi enojo crece.

-No te estoy preguntando, pásame a mi novio-digo remarcando la palabra "novio".

-¿Porque tendría que hacerte caso?-suelta una risa que me saca de quicio.

-Porque eres una empleada, de mi novio, ahora pásame a Aarón-respondo ya enojada, no me gusta hablar de esa forma pero no estoy de humor y menos para ella.

-El está cansado y se acaba de dormir, pero no te preocupes, ya cenamos y tomamos una ducha, está en muy buenas manos, ahora si me disculpas está empleada le dará su beso de buenas noches.

Cuelga, no escucho nada mas, siento como mi pecho empieza a subir y bajar a causa de mis fuertes respiraciones, no quería pensar mal de Aarón pero con esto me es imposible.

Con mi celular en mano la único que se se ocurre es lanzarlo a la pared, causando que Zenda se despierte y empiece a llorar por el fuerte ruido.

Camino hacia ella y la tomo de brazos arrullándola, sus lloriqueos aumentan.

-Vamos no llores por favor, Zenda cálmate-la muevo en mis brazos pero no para de llorar, sin poder evitarlo la frustración crece en mi- tampoco es un buen día para mi, si lloras me harás llorar a mi también.

Y sin poder evitarlo empiezo a llorar junto a ella, todas esas emociones empiezan a hacer efecto en mi y la abrazo tratando de encontrar el consuelo que no me dio Aarón.

Patética, así me debo de ver.

-Claro, dejas de llorar justo ahora, ríete de mi, solo eso falta-le hablo a la bebe frente a mi cuando noto que baja sus lloriqueos-Al menos prefiero que rías a qué llores.

Al igual que ella yo también dejo de llorar, me acerco a ella y deposito un beso en su cabeza, donde hay apenas unos cabellos rojizos, al separarme escucho como tocan la puerta, con Zenda en mis brazos voy a abrirla. Al llegar veo a Connor parado junto a dos bolsas a cada lado.

-Hola Connor-le doy una sonrisa la cual el me devuelve.

-Hola chicas-entra a la casa pasando a mi lado-traje algunas cosas, me imagino que no has tenido tiempo de ir de compras.

-Eres mi salvador, ya me hacia falta cositas-noto como Connor se me queda mirando así que lo miro extrañada-¿Que pasa?

-Bueno no es que me moleste pero, estás solo en toalla-al escuchar eso mis ojos se abren como platos y al igual que el siento como mi cara se pone roja de la vergüenza.

-¡Lo siento! Yo me estaba bañando y luego llame y...-mi voz se corta-Me iré a cambiar-tomo la toalla del suelo envolviéndome en ella, camino rápidamente hacia mi habitación pero me doy vuelta regresando con Connor-Toma, cuídala-le paso a Zenda que está en mis brazos pero al momento de apartarla de mí se sujeta de uno de los extremos de la toalla y la lleva con ella.

¡Mierda!

-¡Voltéate Connor!-al escuchar eso rápidamente gira sobre sus pies y me da la espalda.

-¡No vi nada, no vi nada!

Yo por mi parte salgo corriendo a mi habitación pero antes de llegar puedo escuchar como una bebe ríe.

(***)

-Que vergüenza contigo Connor-me cubro la cara con uno de los cojines del sillón.

-Ya te dije que no vi nada, no te preocupes- el suelta una risa mientras arrulla a Zenda en sus brazos la cual está animada jugando con uno de sus peluches-Dime ¿como te va de mamá?

-Bien-le sonrío de manera forzada.

Tan bien que lloro mas que la bebe.

-Vamos, no tienes que mentirme a mi-me mira detenidamente y yo suelto un suspiro.

-La verdad se me está haciendo dicil, es mucha responsabilidad, a demás que no es algo que esperaba, solo llegó ocurriendo rápido todo, y es más difícil estando sola-mi mirada cae a mis manos,

-No estás sola, tienes a todos tus amigos, me tienes a mi, tienes a Aarón-al escuchar eso una risa sarcástica sale de mi.

-Aarón me abandono-el me mira sorprendido-dijo que era demasiado para el, invento la excusa que tenía una junta muy importante, así que me dejo sola, hace poco lo llame para disculparme por cómo le hablé, pero cual fue mi sorpresa, me contesto una mujer.-El al escucharme frunce el ceño y se queda pensando.

-Tal vez era su secretaria, ya sabes que viajan juntos por cuestiones laborales.

-Ese es el problema Connor, si era ella, el primer día que la vi me di cuenta que estaba interesada en Aarón, ¿acaso la has visto? ¡No puedo competir con eso!

-Si la he visto y créeme que no puedes competir con eso-al escuchar eso mi mirada viaja a otro lado-tú eres más que ella en muchas formas, pero Fernanda no te hagas ideas, Aarón te quiere, a demás yo emm..-aclara su garganta-el me contó de la junta hace días, si el me contó, lo de la llamada tal vez fue un error, confía en mi, él te dijo la verdad-Al escuchar eso siento una tranquilidad, si Connor que es su mejor amigo sabía de la junta debe de ser verdad, esperaré a que Aarón me explique las cosas.

-Gracias Connor, me dejaste un poco más tranquila-sonrío mostrando mis dientes.

-Me alegra que estés mejor, pero ahora tengo que irme-veo como se pone de pie, antes de que me pueda levantar me entrega a Zenda.

-Pero acabas de llegar..

-Olvide que tengo unas cosas que resolver, pero me verás pronto, estaré atento a Zenda y a ti, no dudes en llamarme si ocupas algo, no importa lo que sea.

Sin mas que decir toma su chaqueta y sale por la puerta, ni tiempo me dio de agradecerle.

Bueno, ya será cuando lo vuelva a ver, ahora tengo asuntos que arreglar con esta bebe.

-Haber jovencita, tú y yo tenemos que hablar, primero te ríes porque caí en un momento de debilidad y después me quitas la toalla frente a una persona-la miro seriamente mientras ella me observa con los ojos abiertos, supongo por el tono de mi voz, después de unos segundos ella empieza a mover sus brazos soltando una pequeña risa-¡Mira, si me entiendes!, como puede ver tanta maldad en un cuerpo tan pequeño.

(***)

-Aarón, soy Connor, ¿donde estás? Me dijiste que la junta se había cancelado, más te vale que no hagas lo que creo, no pienso cubrirte esta vez.