Capitulo 11
Por suerte me dieron un pase de salida y pude salirme antes de trabajar, ahora junto con Carolina voy al lugar donde debe de estar Zenda.
Al llegar me bajo rápido del auto y camino hacia la guardería, abro la puerta y puedo notar a una mujer de unos 40 años parada en un mostrador.
-Hola, ¿Aquí está Zenda Pretov?- la miro con intriga, esperando a que le diga que ella se encuentra aquí.
-Buen día, me permite una identificación-me dice amablemente.
Mierda, mi bolso.
-Emm.. verá yo olvidé mi cartera y ahí está mi identificación-le doy una sonrisa tratando de que me crea.
-Oh lo siento, entonces no puedo ayudarla, tengo que saber si es familiar.
¿Como de que no? ¿Me dijo que no?
-Que le parece si la trae, cuando me vea me pedirá los brazos, ustedes debe de saber que no a cualquier persona le piden los brazos los bebés-alzó mi cejas tratando de que me crea pero niega.
Mierda.
-¿Al menos me puede decir si está aquí?-vuelve a negar.
Doble mierda.
Me doy la vuelta y voy en busca de mi amiga, la cual estaba buscando estacionamiento.
-No me quiso decir nada la vieja esa-suelto un bufido.
-Lo sabía, por eso en lo que estabas dentro llame a iker, justo ahora está investigando la manera de que te dejen ver a Zenda.
Mis ojos se abren con sorpresa
-¿Como lo hará?
-Ya sabes, tiene algunos contactos en recursos humanos, y le deben algunos favores.
-Gracias amiga, eres la mejor por tener a ese novio que es el mejor-la abrazo con felicidad pero me separo-espera, yo conocí a iker y por eso es tu novio, así que..¿yo soy la mejor por presentártelo?-las dos nos miramos confundidas.
***
Después de estar media hora fuera de la guardería esperando a que llegara iker, cuando veo un auto estacionarse me enociono, iker se baja rápidamente y camina hacia nosotros, se acerca a Carolina dándole un beso en los labios.
-Dejen eso para otro momento, ¿pusiste conseguir algo?-lo miro con intriga, el asiente.
-Al parecer tus amigos actuaron con inteligencia previniendo cualquier cosa-habla iker, Carolina y yo nos miramos sin entender.
-Habla claro iker, que no te entiendo ni una mierda-Carolina lo mira enojada causando una risa en mi.
-Tus amigos hace poco renovaron su testamento, no solo te pusieron como su contacto de emergencia si no que cualquier accidente que pudiera ocurrir tendrías autoridad sobre su hija, y dado a las circunstancias, tú eres la tutora legal de la bebe.
¡¿Como?! ¿Yo?
-¿Porque harían eso?..
-No tengo esa información, pero si tengo esta hoja firmada por un juez que te permitirá tener desde ya derecho a la bebe-una extraña emoción crece en mi interior, junto con miedo e inseguridad.
-Pero su padre está vivo..
-Según lo que me comentó Carolina no está consciente, así que tienes derecho sobre ella, no es como si fueras a ser su madre Fernanda, a demás debes de pensar si tú lo aceptarías si en el peor escenario el padre muere.
Estoy sin habla, todo esto es demasiado para procesarlo.
-¡Fernanda, toma la hoja y ve por Zenda!-me saca de mi transe Carolina.
-Si si, dame eso-le arrebato la hoja y corro hacia la guardería, al abrir me encuentro con la misma señora de hace rato-Hola de nuevo, regrese-la miro con diversión al ver su rostro de fastidio.
-Ya le dije que no puede.
-Si supiera cuántas veces me han dicho eso hoy, y cuantas veces me eh rendido, no estuviera aquí, ahora tome-le paso la hoja que me dio iker, ella la empieza a leer con detenimiento, después de unos segundos ella me mira y baja la hoja, presiona un botón en el teléfono de escritorio y habla.
-Ya llegaron por Zenda Pretov.
Al cabo de unos minutos una joven castaña sale con Zenda en sus brazos, rápido me encamino y se la arrebato, así envolviéndola en mis brazos, los balbuceos de ella hacen que me tranquilicen.
-Ya estás conmigo pequeña, todo va estar bien-susurro en su cabeza, estoy dispuesta a irme pero una voz me detiene.
-Disculpe, ¿usted la seguirá trayendo aquí o se haga cargo?-yo la miro sin entender por lo que sigue hablando-sus padres están..
-Su padre está vivo, yo solo la cuídate mientras él se siente mejor-la interrumpo antes de que continúe-si ellos la traen aquí es por algo, así seguirá siendo.
Sin mas que decir salgo de la guardería encontrándome con Carolina e iker.
-¿Te llevó a tu casa?
Yo asiento con la cabeza mientras camino hacia el coche.
***
-Mira que linda princesa, ya está comida, bañada y ahora llego la hora de dormir ¡yei!-trato de animarla imitando la voz de una niña pero no funciona, ella sigue inquieta.
Después de unos minutos acostada ella empieza a caer rendida y va cerrando su ojos, mientras yo acaricio su cabeza.
Pongo unas cuantas almohadas a sus lados por si se llega a mover, y después salgo de la habitación, camino hacia la cocina dispuesta a prepararme un té. Al pasar por la puerta escucho como introducen una llave, al voltear me encuentro con Aarón de pie.
Al vernos, los dos nos quedamos en silencio, ninguna palabra sale de nosotros, Aarón se acerca a mi y me envuelve en sus brazos poniendo mi cabeza en su pecho.
Sin darme cuenta lagrimas empiezan a resbalar por mis mejillas, una tras otra.
-Aarón...
-Shh, ya me contó Carolina-una de sus manos acaricia mi cabello mientras deposita en beso en mi frente-todo estará bien.
-No es justo Aarón, no es justo para nadie-sorbo ni nariz y continuó hablando-Shenna tenía que ver crecer a Zenda, enseñarle todo lo que una madre hace, amarla y regañarla, estar para ella cada momento, ella era una persona maravillosa, yo no pude hacer nada para salvarla, ni siquiera la reconocí, yo no pude Aarón.
-No quiero que te culpes, tú haces siempre lo que puedes para ayudar a las personas, eso no está en tus manos-alzó mi mirada y veo sus ojos los cuales me dan una paz interior-vine en cuanto me enteré, ¿Porque no me llamaste antes?
¿Porque no lo hice?
En ningún momento paso por mi cabeza llamar a Aarón, tal vez me negaba al hecho de que no aceptara a Zenda en nuestra casa.
-¿Carolina te dijo algo acerca de Zenda?-pregunto y él niega extrañado-Zenda estará a nuestro cargo mientras Arthur se recupera, si él no llegará a curarse, nosotros tenemos la opción de adoptar a Zenda-sus ojos se abren ligeramente, el trata de ocultarlo pero me doy cuenta, se sorprendió-Aarón, ¿tú te harías cargo de ella?
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