Capítulo 22

Narrador

Jennifer resistiendo va en su largo viaje, acompañada de un leal amigo, sabe perfectamente que la tienen en la mira. Pero decidida esta de no dejarse manipular, quiere sentirse invencible y dar un grito de victoria cuando cumpla sus objetivos, no se rendirá, tiene una razón de luchar.

Jennifer.

Caminamos hasta llegar a una ciudad destruida, donde solo se escuchaban el rugir de las criaturas. Estamos en guerra contra aquellos seres los cuales intentan atraernos hacia la oscuridad, lucho por tener fe, a veces es duro seguir, pero Gaido y esos dos hombres que conocí me dieron las fuerza para seguir. Quiero despertar y hacer lo que quiera con mi vida, a veces Gaido me suele decir que estoy despertando, pero no sé a qué se refiere.

Sentí como todo lo que amaba se marchaba, lo último que escuche de aquel chico que también fue amable conmigo...Fue "Adiós" y lo vi perecer culpa de mis manos, tengo que resistir, si algún ser me trata de controlar, romperé su dominio y me librare de estas cadenas para saber la verdad, así es como se siente tomar mi vida de vuelta, cuando finalmente peleas, lo que no me mato me hizo más fuerte.

Junto a Gaido encontramos algunos cuerpos putrefactos, uno de ellos de una madre y su bebe...Trate de ignorar y seguir adelante, escuchamos el crujir de algo, en la parte más oscura de la entrada de un edificio destruido. De la nada se escucharon gruñidos y salieron varias criaturas humanoides con piel grisácea y enormes garras, las cuales caminaban a cuatro patas. Se abalanzaron hacia mi sin poder reaccionar a tiempo, tratando de desgarrar mi ropa para así desgarrar mi piel. Trate de contenerlos, pero un felino grande apareció y empezó a atacarlos, era Gaido quien había tomado una forma distinta, al parecer esa era su forma de ataque.

Me levante y saque mi arco el cual poseía una brillante luz blanca, la cual espantaba a los seres, lance una flecha y este impacto con uno de ellos quemando su piel hasta desintegrarla.

— ¿Estas bien? —pregunto Gaido volviendo a su forma habitual.

— Si...Gracias por ayudarme.

— Yo estoy aquí para guiarte y apoyarte en todo. Ya nunca estarás sola.

Narrador

Ambos siguieron explorando la ciudad hasta que se toparon con una pequeña niña de aspecto desalineado, llevaba un vestido de color azul muy sucio y tenía un peinado de dos coletas. Jennifer trato de acercarse a ella, pero esta se escondió detrás de un auto.

— Tranquila...No te haré daño. ¿Estás bien? —pregunto Jennifer tratando de brindarle una sonrisa.

Sin embargo, la niña se escondió más, pudo ver que tenía heridas en su cuerpo y andaba descalza. Mientras, el felino se acercó a la niña con mirada amigable, la niña algo nerviosa acerco su mano para acariciarlo.

— Él es Gaido, es muy suave ¿verdad?, ven...estarás bien, hay que curar esas heridas.

La niña tomo su mano y se levantó algo tímida y evitaba mirarla a los ojos.

— ¿Cómo te llamas?

— La niña tartamudeando un poco respondió— M-me llamo M-Mia...

— ¿Mia? Qué lindo nombre, yo soy Jennifer. Ya está anocheciendo hay que buscar un lugar en donde quedarnos y estar seguros.

Jennifer alzo a la pequeña para llevarla en sus brazos, caminaron un largo rato hasta que encontraron un pequeño local que estaba vacío y sin rastro de esas criaturas de la noche. La joven de ojos negros prendió una fogata y le entrego un suéter y unos zapatos a la pequeña niña, el suéter era de color verde al igual que sus ojos. La noche de volvió más fría por lo que la niña algo tímida se acercó a Jennifer y se acurruco cerca suyo, esto puso algo nerviosa a la joven haciendo aparecer un pequeño tic en su ojo, el felino también se dispuso a acurrucarse cerca de ella. Este momento le hizo recordar cuando sentía el calor de Sebastián, con mirada triste decidió dormir.

La luz del sol reposo sobre el rostro de la joven haciendo abrir sus ojos, el felino y la niña aún seguían dormidos, pero ya era hora de seguir avanzando así que no le quedó de otra que despertarlos. La niña froto sus ojos con algo de sueño mientras que el dulce felino al ser despertado dio una mordida a la mano de Jennifer, al darse cuenta lamió su mano delicadamente.

— Sabes a...Caca de perro mugroso-mencionó el felino de manera burlona haciendo reír a la pequeña niña.

Jennifer lo observo seriamente para luego levantarse.

— Cállate gato conchu-se detuvo antes de decir una grosería frente a la niña— Digo...Mejor vámonos.

Gaido

La verdad, no me arrepiento de haberle hecho esa broma, creo que rompió esa pequeña tensión. Jennifer tomo la mano de la pequeña...En cuanto a mí, no me llevo en sus hombros como siempre, supongo que me pase un poco con aquella broma, pero bueno, seguimos caminando por la ciudad en ruinas y a veces se escuchaban ruidos a la lejanía, decidimos evitar cualquier enfrentamiento para proteger a Mia, me pregunto porque está actuando algo protectora con esa niña, le recordara a alguien quizás.

— ¿El gato por que habla?—pregunto la niña señalándolo.

— No lo se...El habla y nada más.

— ¿Cómo que nada más?

— Eres un gato y eres tierno, no se mucho de ti aún.

— Ya veo, entonces te contare más sobre mi —mencionó el felino ofendido— Me encontraron durante una tormenta, estaba maltrato y solo...Era normal, pero con el tiempo me aparecieron estos anillos en mi cola, esta gema y el conocimiento de su lenguaje.

— ¿Y para qué sirve esa pequeña gema en tu frente? —pregunto Mia.

— Sirve para curar y mi modo ataque, la cual tu viste Jennifer, el señor Dieter la nombro Kōgeki que significa ataque.

— La niña curiosa siguió preguntando— ¿Cómo te ves en tu forma de ataque?

— Pues, parezco una pantera con grandes colmillos, garras filosas y mi rugido puede aturdir al enemigo y mis patas como también colmillos pueden desgarrar cualquier material, a parte— observo a Jennifer— soy bastante astuto e inteligente. ¿Puedo entender cualquier idioma y sabes Jennifer?

— ¿Qué? —respondió la joven.

— También puedo tomar una forma humana conservando mi esponjosa cola y mis suaves orejitas. Suelo llevar una chaqueta, pantalones y botas negras.

— ¿Enserio? ¿Puedo ver?

— No— dio un brinco hacia la cabeza de Jennifer— primero regálame algo para formar un lazo.

Quería probar a Jennifer y me estaba divirtiendo el ver como la niña observaba atenta nuestra pequeña discusión.

— Toma— respondió Jennifer con un pequeño pañuelo rojo entre sus manos— no tienes collar...Pensé que te gustaría.

— Emm...No soy una mascota, pero igual lo acepto, me gusta ese color.

Jennifer me puso el pañuelo como si fuese un collar, la verdad está lindo y la tela es suave, pero me ofendió un poco. De todas formas, podre ahora hacerle más bromas ya que ahora me conoce más.

— ¿Entonces? —mencionó Jennifer

— ¿Que?

— ¿Podemos ver tu forma humana?

— Ah eso...Aun no, tal vez te enamores de mi belleza, soy más hermoso que tú, tan bello que pudiese ser un príncipe.

— Ya quisieras pulgoso.

Mia

No conozco a estas personas, pero se ven agradables y el gatito es adorable y divertido, pero la joven, aunque amable es, me da algo de escalofríos cuando se pone seria, de todas formas, me ayudaron y este suéter de color verde es calentito.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top