Capítulo 15

Narrador

Jennifer sentía nuevamente su cuerpo arder y sus ojos llorosos, cegada por la ira, con deseos de destrozar a aquel demonio embustero, se preparó para atacar con la misma katana que le fue entregada. Colocó su sangre en el arma, provocando que el demonio se riera de aquella técnica que él le enseñó, pensando que en él no iba a funcionar.

Pero el demonio desconocía que la sangre de Jennifer se había modificado hasta volverse un veneno letal para aquellos seres, sus ojos se tornaron de un rojo brillante, lo mismo que sucedió en esa tarde sangrienta y de dolor, donde su familia fue asesinada. Pero el demonio solo se disponía en sonreír de manera burlona con los brazos cruzados y los hombres observaban la escena, esperando el momento indicado para intervenir.

—Sabes, la mayoría de los demonios decidimos que íbamos a aplastarte y a cualquiera que esté cerca tuyo jaja. —mencionó el demonio de ojos morados—. Ni siquiera sabes quién eres o lo que fuiste, que patético.

—¿¡Qué es lo que quieren de mí!?

El demonio guardo silencio, haciendo enojar más a la joven. Ella empezó a correr con intención de matarlo con su katana, pero el ser con su enorme ego la empujó con una ráfaga de viento que hizo con su brazo, chocando con el duro suelo, pero está se levantó decidida acabar con él.

Esquivando sus ataques, logro acercarse y cuando estuvo a punto de clavar la katana en el cuerpo del sujeto, fue detenida por uno de los hombres con kimono blanco y cabellera del mismo color.

El hombre hizo una seña con sus manos en modo de rezo y tocó el cuerpo del demonio y apareció un círculo en el suelo lleno de símbolos desconocidos.

—¿Que?... ¿¡Quién carajos eres!?.—mencionó el demonio.

—Mi nombre es Dieter. —mencionó aquel hombre para luego mencionar unas palabras–. Cadenas santas...

Al mencionar tales palabras, del círculo salieron varias cadenas que emitían una cálida luz, las cuáles rodearon al demonio quemándole al hacer contacto con su cuerpo.

Las cadenas lo arrastraron hacía el suelo mientras esté gritaba e insultaba al hombre y a la joven la cual estaba arrodillada observando atenta lo sucedido, del demonio no quedo ningún rastro.

Jennifer se había calmado, pero aquel color no había desaparecido. Su corazón empezó arder, Jennifer puso su mano en su pecho y empezó a quejarse del dolor insoportable, el hombre se acercó y quiso quitarle la máscara, pero esta no se desprendía de su rostro causándole más dolor.

—Ya veo, jovencita, está máscara tiene relación con la flor del infierno la cual te llevara hacia el más allá, te matara y está contaminando todo tu cuerpo, más que todo tu corazón y corrompiendo más tu mente hasta destruir completamente tus sentimientos dejándote como un cascarón vacío y al final terminarás muriendo, y tu alma hubiese sido devorada por aquel ser antes que pasarás al otro lado.

—... Libérame por favor. —mencionó cansada y algo agitada.

—Tranquila, puedo purificarla y cambiar su maldición de deteriorar el cuerpo y hacer que sirva de protección.

Dieter apoyó su mano en la máscara y recito unas oraciones en un idioma desconocido, la máscara empezó desmoronarse y cayó al suelo, pero una vez allí se volvió a reconstruir.

Había perdido su poder destructivo, Jennifer iba a desmayarse, pero él alcanzó a agarrarla para evitar que se golpeara la cabeza.

"Gracias" mencionó Jennifer con sus ojos ya agotados y soltando varias lágrimas.

"Sebastián... Quiero verte" pensó y cerró sus ojos hasta quedarse dormida en los brazos de Dieter.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top