🔥Victor🔥

9

"Los monstruos son reales y los fantasmas también. Viven dentro de nosotros y a veces ganan".

Stephen King

Ya estábamos cerca del mediodía y no había rastros de Dorian. Me acerqué a una celadora pregunté por él. Esta me contestó que había pasado la prueba y que ahora estaba descansando.

-¿Y ahora quién sigue?-pregunté ansiosa.

-En un rato viene el doctor y nombrará al siguiente.

-Espero ser la siguiente- dije en voz alta, así podía hacerle compañía a Dorian. Pero justo en ese momento vino el doctor y sacó un expediente.

-Bueno, el siguiente paciente en cumplir con la prueba será... -decía y me miró, hizo silencio y luego lo nombró.

-Victor Dogs.

Cuando escuché su nombre, suspiré tristemente. Acaso era la siguiente en la lista, pero el doctor no me había mencionado.

Victor se puso a disposición y dos enfermeros se lo llevaron para cumplir su primera prueba.

Le pusieron un uniforme color verde y le dieron varias indicaciones, entre ellas, que se defendiera, que de eso dependía su vida.

-¿Defenderme de qué?-indagó Victor sin saber a qué se refería.

-Son pruebas necesarias, este es tu armamento-dijo el doctor y le entregó un bolso con varias armas blancas.

Lo subieron a una camioneta y lo dejaron en el medio del bosque y se alejaron.

-Si sobrevives, te vendremos a buscar-dijo uno de los celadores.

Ya estaba oscureciendo. El doctor dió la orden de que soltaran a los perros, y los perros hambrientos, fueron en busca de su presa.

Victor caminaba en el bosque sin una dirección fija, pero cuando escuchó un ruido a lo lejos, pudo divisar las sombras de una jauría.

-Maldición-dijo Victor y empezó a correr.

Los perros fueron trás él. Con el corazón acelerado Victor se metió a adentro de un hueco en un árbol caído. Varios perros saltaron el árbol sin darse cuenta que estaba oculto en aquel tronco viejo y siguieron de largo. Pero el último perro percibió un movimiento y se asomó cautelosamente.

Victor creyóó que los había perdido de vista e intentó salir. Cuando ya estaba afuera, para su sorpresa el perro lo estaba esperando con los colmillos afilados preparado para morderlo.

Le tamblaban las manos pero tomó un cuchillo de su bolso. El perro no esperó más y se lanzó sobre él para comenzar a despedazarlo. Mientras el can lo atacaba mordiendo sus piernas, trató de sacárselo de encima clavándole el cuchillo. Comenzó a brotarle sangre. Era su última oportunidad para sobrevivir así que le tomó del cuello y se lo quebró. Se dió cuenta que tenía más fuerza.

Los demás perros se fueron acercando, ya no tenía más fuerzas. Que ese era su final. Ser comido por un montón de perros hambrientos.

-¡Alto!-gritó y los perros misteriosamente le hicieron caso.

Víctor se sorprendió. Luego ordenó que se sentaran y estos lo hicieron.

-¡Largo!-ordenó y los perros se marcharon. Era raro, pero ahora tenía extraño poder sobre ellos.

Después de unos minutos, los celadores volvieron y se llevaron a Víctor. Le curaron las heridas y lo dejaron haciendo reposo en su habitación.

El doctor vió que los resultados fueron positivos.

-Bueno, solo fueron un par de mordidas pero ha sobrevivido.

-¿Quién sigue?

-La señorita Agnes.

-¿Qué prueba le pondremos?

-La encerraremos con otros pacientes por tres días.

-¿Les daremos de comer?

-Sentirán hambre, sobrevivirá el más fuerte.

Los celadores y enfermeros anotaron las indicaciones.

La segunda prueba será entre los más fuertes. Si esto funciona comenzarán a comprar nuestras drogas. Seremos creadores de asesinos.

-¿Y la cura?

-¿Cura? No hay cura.

El día había pasado. Eran las cinco de la tarde. Estábamos en el patio. Me senté bajo un árbol. Algún que otro chico se me acercaba para charlar, pero no estaba de humor para hacer amigos.

Cerré los ojos y cuando los volví abrir Dorian estaba mirándome.

-!Dios!-grité-me asustaste.

Él solo me miró y no emitió palabra alguna.

-¿Cómo te ha ido con la primera prueba?

-¿Cuál prueba?

Lo miré extrañada.

-La prueba, ¿no lo recuerdas?

-Si, ahora lo recuerdo-dijo y se acercó a mi lado. Estaba demasiado cerca de mí, sus ojos me miraban fijamente.

Pensé que quería darme un beso. Entonces cerré los ojos esperando a que sucediera. Pero para mi sorpresa me tomó del cuello y empezó a asfixiarme.

-Dorian, por favor, suéltame, no puedo respirar...-dije tratando de safarme de él. Pero era demasiado fuerte. Ya no tenía voz para gritar.

Un chico vió que me estaba asfixiando y comenzó a gritar ¡pelea! ¡pelea!
Se reunieron en círculo para ver el espectáculo. Esto alarmó a los celadores, y vinieron a separarnos.
A Dorian se lo llevaron entre varios celadores. Quería creer que era una pesadilla pero no lo era.

Me llevaron a la enfermería, tenía el cuello rojo, con las marcas de las manos de Dorian. No sé que había pasado, el nunca fue así conmigo. Creí que jamás me haría daño, pero me había equivocado.

-Ese chico tiene una fuerza increíble, que suerte tuviste de salir con vida-dijo la enfermera mientras me tomaba la presión.

Estaba triste por Dorian, lo había perdido para siempre. ¿Volvería a ser el mismo de antes o Abbadón ya lo había consumido por completo?

-Si, es verdad, sobreviví ¿Es lo único que importa no?-dije tratando de parecer fuerte. Pero en el fondo me sentía que había perdido a alguien en quién podía confiar.

Me mandaron a mi habitación a descansar. Luego a la noche me trajeron la cena. Y después las toallas limpias para la rutina de la noche. Me fuí a duchar, aún recordaba cuando me tomaba del cuello, tocaron la puerta. Salí de la ducha, me cubrí con la toalla y me fijé en la rendija pero no había nadie. Pronto vendría el doctor con su inyección de media noche. Pero me quedé dormida apenas terminé de tomar las pastillas que me habían dejado.

Canción: Game of survival-Ruelle













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